10 de marzo de 2016

RECUPEREMOS EL DÍA INTERNACIONAL DE LA MUJER TRABAJADORA

Isabel Santamaría Aparicio. Movimiento Femenino de Resistencia

Con el Día Internacional de la Mujer ha ocurrido lo mismo que con otras fechas significativas del movimiento obrero, el capitalismo se ha apropiado de ellas, no sin antes vaciarlas de contenido y de cualquier objetivo socialista.

En el caso del 8 de marzo, se han falsificados sus orígenes, se ha eliminado su carácter de clase y de ser un día de lucha y reivindicación de las trabajadoras de todo el mundo inscrito en la lucha por el socialismo se ha convertido en un día festivo donde las consignas giran en torno a la lucha entre los sexos y no entre las clases. Pues bien, como comunistas debemos recuperar la memoria de un pasado de lucha de las mujeres trabajadoras enterrado y falsificado por la burguesía.

La leyenda
Vayamos primero a los orígenes. Todos los años cuando llega la fecha del 8 de marzo nos cuentan la misma historia sobre su origen, que se eligió este día “… en conmemoración del día 8 de marzo de 1908 en que las trabajadoras de la fábrica textil llamada Cotton declararon una huelga en protesta por las condiciones insoportables de trabajo. El dueño entonces cerró las puertas y prendió fuego muriendo abrasadas las 129 trabajadoras que había dentro” (1)

Pues bien, no hay pruebas documentales de que estos hechos existieran tal como se presentan. La verdadera historia es que fueron cogiendo acontecimientos reales de aquí y de allá, cambiaron fechas y los fueron amañando para presentar unos orígenes a la medida de los intereses de la burguesía. Esta versión aparece en torno a 1955, y el objetivo parece claro, eliminar el carácter comunista que tenía el Día Internacional de la Mujer Trabajadora.

No es extraño que la aparición de esta leyenda se produzca en la década de los años 50. Las vicisitudes que ha sufrido el Día Internacional de la Mujer Trabajadora están ligadas a las sufridas por el movimiento comunista. Será en esta década cuando se produzca la traición revisionista que supuso un abandono de los principios y objetivos revolucionarios de la mayoría de los Partidos Comunistas oficiales para pasarse con armas y bagajes a colaborar con el capitalismo y por este motivo, se reescribió la historia de muchos acontecimientos relevantes de la clase obrera para acomodarla a los nuevos tiempos. Así que el terreno estaba abonado para que el movimiento feminista de los años 60 se apropiara de esta fecha y borrara el término trabajadora para convertirla en el Día de la Mujer, posteriormente se daría un nuevo paso hasta hacerla irreconocible: en 1975, la ONU declara el 8 de Marzo, Día Internacional de la Mujer y de la Paz, y los gobiernos de la mayor parte de los países capitalistas organizan actos oficiales en este fecha. Así es como ha enterrado un pasado combativo de las mujeres trabajadoras y se ha falsificado uno nuevo que pueda ser asumido por todas las mujeres sin distinción de clase.

Los hechos históricos en los que se basa la leyenda
Antes de pasar a los verdaderos orígenes, es necesario comentar los hechos históricos sobre los que se creó este mito, porque tuvieron una gran repercusión para el movimiento obrero y sirven para ver y comprender como fueron manipulados.

Respecto al año 1908 no hay ningún dato que recoja un incendio en esas fechas. Sí hubo un incendio en la fábrica Triangle Shirtwaist Company de Nueva York, pero se produjo el 25 de marzo de 1911. Este suceso tuvo una gran repercusión en el movimiento obrero, no solo porque ocasionó la muerte de 148 trabajadores, de los cuales 129 eran mujeres, la mayoría emigrantes procedentes de Italia y Europa Central y con edades comprendidas entre los 16 y los 24.



El hecho adquirió mayor relevancia porque, en el año 1909, las trabajadoras de esta fábrica habían protagonizado la primera huelga llevada exclusivamente por mujeres, cuyas demandas se resumían en un aumento de los salarios, mejoras en las condiciones laborales, la abolición del sistema de subcontratación y de las multas, la jornada laboral de 52 horas semanales, una igual carga de trabajo durante todo el año, la limitación de las horas extras y el reconocimiento de los derechos sindicales.

La huelga comenzó el 27 de septiembre de 1909 y se prolongó hasta el 15 de febrero de 1910. A las obreras de la Triangle se unieron otras fábricas no sólo de Nueva York sino también de las principales ciudades de EE.UU.; se calcula que sería unas 40.000 las obreras en huelga, lo que paralizó por completo la industria textil norteamericana. Cuando finalizó la huelga, la mayoría de los empresarios negociaron con sus trabajadoras parte de las reivindicaciones, solo 13 no lo hicieron, entre ellos los de la fábrica Triangle. Si hubieran aceptado las demandas de las trabajadoras, el incendio no habría tenido lugar o al menos no habría tenido las consecuencias catastróficas que tuvo ya que una de las reivindicaciones que venían exigiendo era que las puertas permanecieran abiertas y no cerradas como era habitual para mejor control de los trabajadores. Las protestas por estos sucesos movilizaron a miles de trabajadores y tuvieron una gran repercusión en el movimiento obrero, pero como se puede comprobar ni ocurrieron un 8 de marzo, ni en 1908. El incendio tuvo lugar un año después de celebrada la II Conferencia de Mujeres Socialistas en 1910, donde se toma el acuerdo de celebrar el Día Internacional de la Mujer Trabajadora y seis días después de que en Europa se realizara la primera celebración.

Los antecedentes
Mientras que los orígenes del 8 de Marzo son mucho más complejos que atribuir a esta fecha un acontecimiento concreto, su base ideológica hay que buscarla en el movimiento socialista de finales del siglo XIX.

Tanto a nivel teórico como organizativo fueron los socialistas los que dedicaron más esfuerzos teóricos y prácticos por el objetivo de la emancipación de la mujer.

Marx y Engels tratan el tema de la mujer trabajadora, su papel en la producción industrial, haciendo un análisis científico del origen de la opresión y discriminación de la mujer. Obras como la situación de la clase obrera en Inglaterra o El origen de la familia, la propiedad privada y el Estado de Engels y El Capital de Marx, analizan la opresión de la mujer, ligando su emancipación a la de la clase obrera. En 1879, aparece el primer libro dedicado a tratar la cuestión femenina: La mujer y el socialismo. Su autor, August Bebel, era un destacado dirigente del movimiento socialista alemán. Esa obra tendrá una gran repercusión.

Esta labor teórica del movimiento comunista se verá acompañada de una labor organizativa. Serán los partidos socialistas los primeros que incluyan en sus programas las reivindicaciones del derecho al voto de las mujeres y los relativos a su igualdad.

Este proceso se produce en el contexto del desarrollo capitalista que empujaba a miles de mujeres a incorporarse al trabajo productivo, espoleadas por la miseria en que vivían sus familias, lo cual acarreará importantes cambios en su situación. Pasaron de permanecer aisladas en el hogar y de dedicarse a las tareas domésticas y al cuidado de los hijos, al trabajo fuera del hogar en la producción industrial. Aparece así una gran contradicción: por un lado su papel en la producción como un trabajador más, con una relativa independencia económica y, por otro, la falta de derechos políticos, la desigualdad en la familia y ante la ley, a lo que se sumaba la explotación bestial a que eran sometidas.

No es extraño pues que en la primera década del siglo XX se desarrollara un potente movimiento obrero y, a la par, un potente movimiento de mujeres socialistas. En Alemania el Partido Socialdemócrata contaba en 1914 con 175.000 afiliadas, lo que representaba el 16’1% de la militancia; entre ellas cabe destacar la figura de Clara Zetkin.

En 1907 se celebró la I Conferencia de Mujeres Socialistas en Stuttgart. Dos fueron los puntos principales sobre los que giraron las discusiones.

Lanzar la campaña por el derecho al sufragio de las mujeres.
Establecer unas relaciones permanentes entre las organizaciones de mujeres socialistas de todo el mundo.

Dos años más tarde, en 1909, las socialistas norteamericanas toman la iniciativa de celebrar el Woman’s Day el último domingo de febrero, con el propósito de unir fuerzas, propagar la lucha por el derecho al voto y las ideas socialistas entre las mujeres. Esta iniciativa será la precursora de la celebración internacional de un día dedicado a la mujer trabajadora.

Aunque tanto el movimiento feminista burgués como el movimiento de mujeres socialistas defendían la misma reivindicación, el derecho de las mujeres al voto, los objetivos eran completamente diferentes, lo que provocará desde el primer momento una línea divisoria entre los dos movimientos. Mientras el movimiento feminista consideraba esta reivindicación como un fin, a través del cual podían impulsar las reformas necesarias para lograr la igualdad en todos los terrenos con los hombres de su clase, pero sin cuestionar el sistema capitalista, para las mujeres socialistas la reivindicación del sufragio empieza a tomar un papel importante solo desde el momento en que la táctica del proletariado consistía en utilizar las instituciones burguesas contra las instituciones mismas. Se consideraba el voto solo como un medio para participar en la vida política, facilitando el trabajo de propaganda, concienciación y organización para la revolución socialista, su consecución no eliminaría la causa de su opresión que radicaba en la propiedad privada de los medios de producción. Así elaboraron un programa que recogía los siguientes puntos:

-La lucha contra la explotación capitalista, la igualdad de salarios
-La eliminación de la explotación de los niños y de la prostitución
-La reducción de la jornada laboral, el reconocimiento del derecho al voto de todas las mujeres
-Acceso a un sistema educativo basado en la coeducación,
-Una reforma legal que facilitase la obtención del divorcio
-El reconocimiento del derecho de la mujeres a limitar el tamaño de su familia
-La socialización de las tareas domésticas con la creación de servicios como comedores, guarderías, lavanderías, etc.

La mayor parte de estas reivindicaciones no iban ser alcanzadas con reformas dentro del sistema. Por este motivo las socialistas no llevaron esta lucha por el sufragio en alianza con el movimiento feminista burgués, sino con los partidos socialistas y vieron que la verdadera liberación de la mujer está unida a la lucha por el socialismo.


Los orígenes del Día Internacional de la Mujer Trabajadora
En agosto de 1910 se celebró la II Conferencia de mujeres socialistas en Copenhague. Los puntos a tratar se centraron en el trabajo en torno al sufragio femenino universal, la protección social a las madres e hijos, la jornada laboral de 8 horas, la prohibición de utilizar fuerza de trabajo femenina en trabajos insalubres, dieciséis semanas de baja por maternidad y la aprobación de un seguro obligatorio por maternidad.
Esta Conferencia también tomaría medidas para asegurar unas relaciones regulares entre las mujeres de todos los países. En lo relativo a la celebración del Día de la Mujer Trabajadora, Clara Zetkin, en representación de las delegadas socialistas alemanas, presentó la siguiente moción:

De acuerdo con las organizaciones políticas y sindicales del proletariado, las mujeres socialistas de todos las nacionalidades organizarán en sus respectivos países un día de las mujeres especial, cuyo principal objetivo será promover el derecho al voto de las mujeres. Será necesario debatir esta proposición con relación a la cuestión de la mujer desde la perspectiva socialista. Esta celebración deberá revestir un carácter internacional y será necesario prepararla con mucho esmero”. (2)

Como se puede comprobar, Clara Zetkin no propone ninguna fecha ni habla de ningún acontecimiento concreto. En un artículo que escribió unos días después de celebrada la Conferencia, hace referencia a que la idea parte del ejemplo de las socialistas americanas, que venían celebrando desde hacía dos años en las principales ciudades de Estados Unidos el Womans’s Day.

Por su parte, Alexandra Kollontai, delegada rusa, reflexionaba sobre los objetivos del Día Internacional de las Mujeres, dejando claro su carácter socialista desde sus inicios:

Ese día iba a ser un día de solidaridad internacional en la lucha por los objetivos comunes y un día para revisar la fuerza organizada de las mujeres obreras bajo la bandera del socialismo”. (3)

La primera celebración tiene lugar en 1911, pero no se concreta un día. Las fechas elegidas dependían del país. En Alemania, Dinamarca, Suecia y Austria y otros países europeos se eligió el día 19 de marzo.

Una muestra del cariz que tenía esta fecha en sus orígenes es la manifestación de las mujeres trabajadoras realizada en Viena ese primer año. Marcharon en torno al Reichstag portando banderas rojas y recordando a las luchadoras de la Comuna de París que habían sido masacradas.

Ante el éxito de las movilizaciones, en 1914, las socialistas alemanas fijan por primera vez el día 8 de Marzo para unificar las diferentes movilizaciones a nivel internacional pero en este año comienza la I Guerra Mundial y estas movilizaciones quedarían relegadas.

Para las mujeres socialistas la posición que toma la socialdemocracia de apoyo a la guerra imperialista va a tener importantes repercusiones. Muchas de ellas abandonan estos partidos y crean organizaciones para luchar contra la guerra imperialista, la vuelta de sus maridos e hijos del frente y contra el hambre y la carestía; otras participarán activamente en la formación de los partidos comunistas, como Rosa Luxemburgo y Clara Zetkin.

Sin embargo serán las trabajadoras rusas las que recojan esta bandera. Desde tiempo atrás, el partido bolchevique venía desarrollando una importante labor de concienciación y organización entre las mujeres. Siguiendo los puntos aprobados en la II Conferencia de Mujeres Socialistas, empiezan a celebrar este día en 1913. La fecha elegida fue el 17 de febrero (2 de marzo del calendario occidental) bajo la denominación de Día Internacional de las Trabajadoras. Esta primera celebración realizada en las principales ciudades, se salda con la represión de los actos convocados y el arresto de varias militantes bolcheviques que son deportadas a Siberia. Ante el creciente movimiento de mujeres, comienza a publicarse una revista Rabotnitsa (Mujer Obrera), dedicada a la instrucción y movilización de las obreras y de las esposas de los obreros. El primer número se hizo coincidir con el 23 de febrero (8 de marzo) de 1914. Solo pudieron publicar los tres primeros números porque el grupo editorial fue arrestado en pleno.

El Día Internacional de la Mujer Trabajadora se siguió celebrando en años sucesivos y, una vez iniciada la I Guerra Mundial, las protestas se centraron en la lucha contra la guerra imperialista, la vuelta de los soldados del frente y contra la carestía de los alimentos de subsistencia. A causa de la guerra, miles de mujeres se habían incorporado al trabajo en las grandes fábricas, ocupando los puestos de trabajo que los hombres que estaban en el frente.

El día 8 de Marzo de 1917 (23 de febrero en el ruso), tiene lugar un estallido revolucionario que acabaría con el régimen zarista. Estos hechos comienzan cuando los obreros de la fábrica Putilov se la encuentran cerrada. Las mujeres de Petrogrado, cansadas de la escasez de alimentos y de los precios de los mismos, se echaron a la calle. Pronto se unieron las esposas, hijas y hermanas de los soldados que se encontraban en el frente; conforme recorrían las calles, se iban sumando las amas de casas que hacían cola para recoger su ración de pan, las obreras de los talleres y las factorías, hasta llegar al oeste de la ciudad donde se acantonaron sobre los puentes del Neva. Al día siguiente el número de mujeres llegó a alcanzar 190.000, que se manifestaron bajo la consigna de “pan para nuestros hijos que se están muriendo de hambre”.



El día 10 de marzo la huelga era ya general, el día 12 se constituye el Soviet de Petrogrado y dos días más tarde se creó el Gobierno Provisional y el día 17, con el ejército del lado de los revolucionarios, el zar Nicolás II dimitió y Rusia se convirtió en República. Estos hechos son importantes porque desembocaran unos meses más tarde en la Revolución de Octubre y porque son protagonizados en sus inicios principalmente por mujeres, lo que parece indicar que fueron esos acontecimientos los que hicieron que el Día Internacional de la Mujer Trabajadora se celebrara el día 8 de Marzo.

Tan solo unos meses más tarde tuvo lugar la revolución de Octubre, que tendrá una importancia decisiva en la situación de las mujeres. Alexandra Kollontai es nombrada Ministra de Bienestar Social. Durante los tres primeros años, se impulsó la incorporación de la mujer al trabajo, se aprobó el derecho a recibir igual salario por igual trabajo, la baja maternal pagada, se prohibió a las mujeres desarrollar trabajos pesados, los nocturnos y horas extras. Se legalizó el aborto en 1920, se declaró ilegal la prostitución, se decretaron leyes y reformas que aseguraban la igualdad de los sexos en todos los aspectos. Dentro del matrimonio las mujeres pasaron a gozar del mismo status que sus maridos, incluyendo el derecho a conservar sus apellidos, a solicitar el divorcio, a poseer pasaporte y fijar su residencia. A partir de este momento las mujeres tuvieron acceso a todos los niveles de enseñanza. Se crearon servicios de lavandería, guardería y comedores que redujeran el trabajo doméstico y se impulsó la participación de las mujeres en la vida social y política.

En tres años de Revolución las mujeres consiguieron las reivindicaciones esenciales que les permitirán seguir avanzando en su emancipación.

No es extraño que en la II Conferencia de Mujeres Comunista, celebrada en 1921, se aprobara, a instancia de las delegadas búlgaras, la propuesta de celebrar de manera oficial el Día Internacional de la Mujer Trabajadora el 8 de Marzo, en recuerdo del 8 de Marzo de 1917 y de las trabajadoras de Petrogrado. Alexandra Kollontai escribiría
El Día de las Mujeres de 1917 se ha convertido en memorable para la historia. En ese día las mujeres encendieron la antorcha de la revolución proletaria e incendiaron todo el mundo. La revolución de febrero se inició ese día”. (4)

Otras resoluciones aprobadas en esa Conferencia estaban relacionadas con los métodos que las mujeres debían adoptar en su lucha por el socialismo. Los objetivos principales eran la movilización y la propaganda entre las obreras, campesinas y amas de casa tanto en la URSS como en los países capitalistas. Alexandra Kollontai señalaba los cambios en cuando a objetivos, a raíz del triunfo de la Revolución de Octubre y de la III Internacional:

Si la función del Día Internacional de las Mujeres Trabajadoras era primero, ante la supremacía de los parlamentos burgueses, luchar por el derecho de las mujeres al voto, la clase trabajadora ahora tiene una nueva tarea al organizar a las mujeres trabajadoras alrededor de los eslóganes combativos de la III Internacional. En vez de demandar la participación en el trabajo de los parlamentos burgueses, oíd la llamada procedente de Rusia: ¡Mujeres trabajadoras de todos los países, organizad un frente unido en la lucha contra aquéllos que están saqueando el mundo! ¡Abajo con el parlamentarismo burgués! ¡Demos la bienvenida al poder soviético! ¡Fuera con las desigualdades sufridas por los trabajadores y trabajadoras! Luchemos con los trabajadores por el triunfo del comunismo en el mundo”. (5)

En años posteriores, el Día Internacional de la Mujer Trabajadora se siguió celebrando en la URSS y en otros muchos países, manteniendo el espíritu combativo y reivindicativo que tuvo en sus orígenes, hasta que en los años 60, como hemos señalado, la historia se reescribió.

Ha pasado más de un siglo desde que se celebrara la Conferencia de Copenhague, donde se tomó el acuerdo de celebrar un Día Internacional de la Mujer. En todos los países las mujeres tenemos el derecho al voto y en la mayoría de los países capitalistas se ha alcanzado la igualdad jurídica pero seguimos siendo doblemente explotadas y oprimidas. Muchas de las reivindicaciones planteadas por las mujeres socialistas en 1910 siguen pendientes entre otras cosas porque la opresión de la mujer no reside simplemente en un problema de falta de derechos, sino que su origen está ligado a la propiedad privada y solo cuando ésta sea eliminada podremos empezar a hablar de emancipación de la mujer.

Como comunistas debemos recuperar la memoria del 8 de Marzo como el Día de la Mujer Trabajadora, debemos recuperar sus orígenes y el espíritu combativo y reivindicativo que tuvo en sus orígenes. Las comunistas en este día no tenemos nada que festejar y si una revolución que hacer y un largo camino por recorrer.


NOTAS
(1) Victoria Sau, Diccionario Ideológico Feminista (1981)
(2) Clara Zetkin: La cuestión femenina y la lucha contra el reformismo
(3) Alexandra Kollontai: El Día Internacional de la Mujer (1921)
(4) Ibidem
(5) Ibidem

Bibliografía
Ana Isabel Álvarez González:" Los orígenes y la celebración del Día Internacional de la Mujer, 1910-1946"
Clara Zetkin: "La cuestión femenina y la lucha contra el reformismo"
Alexandra Kollontai: "La mujer en el desarrollo social"
Alexandra Kollontai: "Autobiografía de una mujer emancipada"
August Bebel: “La mujer y el socialismo”.
V.I.Lenin: "La emancipación de la mujer"
Carmen Jiménez Castro: “La Mujer en el camino de su emancipación”
F. Engels: "El origen de la familia, la propiedad privada y Estado"
Ana María Portugal: Historia del 8 de marzo. Día Internacional de la Mujer

NOTA DEL EDITOR DE ESTE BLOG: Puede que también le interese:
"A vueltas con la cuestión de mujer y clase"

9 de marzo de 2016

FACEBOOK BANEA A LA DONBASS INTERNATIONAL NEWS AGENCY- SE AGRAVA EL BLOQUEO INFORMATIVO EN OCCIDENTE


Facebook ha censurado la principal página de la popular y acreditada agencia oficial DONI Donbass International News Agency, el martes 1 de marzo por la tarde. El baneo de DONi se ha llevado a cabo en medio de la dura escalada del conflicto armado en el Donbass, y ha ocurrió justo después de la conferencia de prensa celebrada en la capital de Lugansk, donde la apertura de la nueva sucursal de DONi Lugansk fue anunciada por el Director y Jefe-editor Janus Putkonen. También la cuenta de FB del propio Janus Putkonen fue congelada durante tres días.

Facebook ha cerrado la página oficial de noticias DONi News acusando a la propia agencia de romper las reglas de FB, además de ser acusados de "difundir el discurso del odio". La cuenta de FB personal del Director de Doni fue así mismo congelada bajo el mismo pretexto. "Estoy sorprendido, nunca había oído anteriormente sobre el baneo de ninguna agencia de noticias oficial por parte de Facebook", ha dicho el Director de DONi News.
"Está claro que no hemos roto ninguna regla, lo cual significa, que no existe ninguna regla", ha comentado Janus Putkonen, ante la repentina decisión de Facebook de cerrar el sitio que estaba creciendo velozmente de FB DONi, el cual, reunía una media de cerca de 4.000 ‘likes’ y recogía una media de 200 a la semana.
"Presentamos al público occidental la situación en el Donbass y sí, cubrimos ampliamente los hechos y documentamos las evidencias de la cruel realidad - cómo los batallones nazis de Ucrania están atacando a los defensores del Donbass, sus ciudades y tienen objetivos civiles Está claro que las sangrienta provocaciones militares respaldadas por occidente, cometidas por las fuerzas de Kiev, no se adaptan a la narrativa de los medios occidentales ni a la imagen que quieren mostrar sobre el Donbass. De hecho, se trata de la verdad acerca del Donbass, lo cual no acaba de encajar en absoluto en la agenda occidental", continúa Putkonen.
"Facebook hoy en día no es una plataforma de Internet objetiva para discusiones abiertas y amistosas ni para el intercambio de información. Más bien al contrario, se ha convertido en un arma altamente politizada para la masiva distorsión de los puntos de vista y comprensión de las personas. Lo que había sido presentado como una plataforma amistosa, silenciosamente se convirtió en la peligrosa arma de los medios y sus políticas están siendo tomadas por los grupos de intereses geopolíticos occidentales. Debemos entender, que Facebook está siendo controlada por la misma estructura de poder internacional, que promueve la hegemonía occidental sobre el mundo. Esta hegemonía de la ideología occidental ha sido implementada en las discusiones cotidianas de las personas y todo lo que pone en entredicho el apoyo a la narrativa corporativa de los principales medios de comunicación, es arrinconado, prohibido y sellado como amenaza", ha dicho Putkonen.
"Lo que podemos ver, es que en FB no hay lugar para las discusiones desafiantes del multipolarismo del mundo, el cual es ampliamente apoyado por el mundo ruso y sus aliados. Básicamente a todo lo que desafía la norma occidental y sus intereses, se le llama discurso del odio", ha dicho Putkonen. "El fascismo siempre necesita censura".
"La Agencia de Noticias Doni y el Centro de Prensa es una sala de redacción de múltiples idiomas fundada por particulares y que carece de ánimo de lucro, localizada en Donetsk y Lugansk. Junto al personal local, ofrecemos una perspectiva cotidiana de la realidad en el Donbass. Por lo tanto, esto significa que damos voz a las personas del Donbass y a sus defensores, que luchan en este mismo instante contra tropas agresoras de carácter nazis. Es un hecho que en estos mismos instantes podemos oír el sonido de las batallas desde nuestras propias oficinas en este momento, y es asimismo un hecho, que existe un bloqueo de la información en Occidente en estos días", dice Putkonen y pregunta seriamente, "¿cuál es por tanto la verdad sobre el ‘discurso del odio’ occidental?"
"Aquellos que dicen la verdad, son los más odiados. Cada medio independiente y alternativo está en peligro proveniente de la política hegemónica de facebook. Bajo el flagrante discurso del odio, la élite del gobierno libra una brutal agresión contra la libertad de expresión de las personas", concluye Putkonen .
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8 de marzo de 2016

BRASIL, UNA SEMANA DECISIVA

Eric Nepomuceno. Página 12

Brasil vive con un ojo puesto en el domingo, 13 de marzo, y el otro en el goteo cotidiano de denuncias, acusaciones, especulaciones. Con eso, el gobierno de Dilma Rousseff permanece acorralado en un callejón sin salida, mientras la crisis económica gana volumen y la crisis política se agudiza.

Los datos consolidados de 2015 empiezan a ser divulgados, y los resultados superan inclusive las proyecciones más pesimistas. Ahora, ya se prevé para 2016 una retracción de por lo menos 3,6 por ciento en el PIB, asegurando que la actual recesión –la peor de los últimos 25 años– persistirá. Algunos integrantes del equipo económico dicen que a partir del tercer trimestre habrá una reversión, para mejor, en este cuadro que enfrenta el país. La verdad es que nadie, en el empresariado o en el sacrosanto mercado financiero, cree en eso. Al contrario: el mercado ya opera, a partir de los últimos días, con la perspectiva de un cambio de gobierno. Se descarta la permanencia de Dilma Rousseff en la presidencia. Su salida se dará, dicen los entendidos en el accionar de los mecanismos del mercado financiero, por renuncia o a través de un golpe institucional en el Congreso. O, por último, queda otra alternativa: que el Superior Tribunal Electoral impugne la victoria de la presidenta en las elecciones del 2014.

Desde el pasado jueves, la dinámica de la crisis política pasó a una velocidad de vértigo. Una revista semanal anticipó en dos días su llegada a los kioscos para divulgar que Delcidio Amaral, que hasta noviembre de 2015, cuando fue arrestado, era el líder del gobierno en el Senado, hizo un acuerdo de “delación premiada”. O sea, aceptó contar lo que sabe a cambio de volver a casa. En su denuncia, Amaral miró a los blancos más deseados por el esquema mediático-policíaco-jurídico: el ex presidente Lula da Silva y, por primera vez, la actual mandataria, Dilma Rousseff.

Según la revista, Amaral dijo que Lula sabía de todo el esquema de corrupción en Petrobras, y que Dilma trató de intervenir en las acciones judiciales, al promover para el Superior Tribunal de Justicia un juez cuya función básica sería actuar en favor de empresarios presos por la Operación Lavado Rápido.

Poco importa que el mismo Delcidio Amaral, a través de sus abogados, haya afirmado que no reconocía los términos de la supuesta delación. Algunos juristas comentan que quizá ese ‘no reconocimiento’ se deba a que los términos de la supuesta delación todavía no fueron homologados por la Corte Suprema, instancia a la que el senador tiene derecho por sus foros. Poco importa que el autor del filtraje –alguien de la Policía Federal o del Ministerio Público– haya actuado justamente para inculpar a Lula y Dilma, en la hipótesis de que el senador desista de llevar adelante la “delación premiada”. Ha sido suficiente para sacudir cada centímetro del Palacio del Planalto, donde Dilma Rousseff tiene su despacho.

La abusiva “conducción coercitiva” a la que el juez Sergio Moro sometió a Lula da Silva el pasado viernes –ni siquiera en tiempos de la dictadura ex mandatarios fueron llevados para deponer en vehículos policiales– tuvo una primera, y seguramente inesperada, consecuencia: volvieron a las calles grupos defensores del PT y del principal líder político del país. Juristas de las más distintas tendencias y hasta integrantes de la Corte Suprema, que pueden ser clasificados de mil maneras excepto una, la de partidarios de Lula, criticaron duramente la iniciativa de Moro.

Otra consecuencia fue haber expuesto, de manera indiscutible, la consolidación de un esquema –hay los que prefieren directamente la palabra complot– armado entre los grandes grupos hegemónicos de comunicación, en especial la TV Globo, mayor grupo mediático de América latina, sectores de la Policía Federal y del Ministerio Público. A la cabeza, el juez de primera instancia que padece de aguda hipertrofia del ego y, de paso, mantiene fuertes vínculos con el PSDB, principal partido de oposición. Su padre, por ejemplo, fue el fundador del PSDB en su provincia, Paraná.

Curiosamente, la oposición terminó a remolque de ese esquema. Y ahora se siente envalentonada: dice que paralizará todas las actividades en la Cámara de Diputados, con obstrucción permanente, mientras no se abra el juicio de destitución de Dilma. El domingo 13 fue la fecha elegida por la derecha golpista para salir a las calles exigiendo la inmediata defenestración de Dilma Rousseff. Se teme, y con razón, que la militancia de izquierda, los movimientos sociales, los sindicatos y el mismo PT decidan salir a las calles para defender el gobierno. Si eso ocurre, será casi imposible evitar enfrentamientos violentos. 

En medio a ese clima de exasperación exacerbada, con una oposición que además de no presentar propuesta alguna se niega a cualquier posibilidad de diálogo, con los medios hegemónicos de comunicación amplificando el caos y el final de los tiempos, con un juez dispuesto a cualquier cosa con tal de derretir la imagen del mayor líder político brasileño del último medio siglo y encerrar un mandato conquistado por Dilma Rousseff en las urnas; en medio de ese clima tenebroso se espera por el domingo 13. O por lo que pueda ocurrir antes...

4 de marzo de 2016

LA SOMBRA DE JUAN CARLOS I DETRÁS DEL CASO NÓOS

Foto: POOL Reuters
Arsen Sabaté. Izquierda Diario

Las últimas declaraciones del exduque de Palma, y cuñado del Rey Felipe VI, están poniendo en el punto de mira a la Casa Real y su relación con las actividades del Instituto Nóos. Urdangarin ha declarado, en su tercer día de interrogatorio, que en cuanto a su vinculación con el Instituto Nóos en calidad de presidente, nunca dio un paso sin el consentimiento de la Casa Real.

Un nombre sobresale por encima de todos en sus declaraciones, Carlos García Revenga, secretario de las Infantas e interlocutor asignado a los exduques de Palma. Urdangarin ha llegado a manifestar que en Nóos no se daba ningún paso sin el consentimiento de Revenga. Hasta el punto, ha admitido, de que el equipo de seguridad de la Casa Real efectuaba barridos en teléfonos y ordenadores de Nóos.

José Manuel Romero, abogado personal de Juan Carlos I supervisaba los temas jurídicos. Y en cuanto a las acusaciones por desvío de fondos públicos, Urdangarin argumenta que era Federico Rubio Carvajal, un alto cargo de Hacienda, el que le tramitaba las declaraciones fiscales.

De las actuales declaraciones de Urdangarin, contrarias a las que ofreció en la fase de instrucción, se aprecia que tanto él como su exsocio también investigado, Diego Torres, utilizan una estrategia compartida en cuanto a la involucración de la Casa Real en las actividades delictivas del Instituto Nóos, o cuanto menos muy parecida.

Sin embargo, el mismo Urdangarin ha tratado en todo momento de desvincular tanto a su esposa, la Infanta Cristina, como al Rey emérito Juan Carlos I.

En cuanto a la Infanta, Urdangarin asegura que la tarjeta de crédito que el banco envió a la Infanta Cristina por ser copropietaria junto a su marido de la sociedad Aizoon, el eje de las actividades delictivas, la custodiaba él y solo él sabía las claves. Así como que en ningún momento la Infanta Crsitina ejerció labores de gestión de Aizoon.

Y en lo que concierne al por entonces Rey Juan Carlos I, ha declarado que en ningún momento interfirió en los negocios del Instituto Nóos. No obstante, a una pregunta de la acusación de Manos Limpias en la que un correo electronico aludía a Juan Carlos I sobre una intervención de Urdangarin relativa a la Copa América que se iba a celebrar en Valencia, el exduque ha contestado que "Su majestad el rey fue informado por su involucración en el mundo de la vela".

Acto seguido de finalizar los cuatro días de declaraciones de Urdangarin, llegó el turno de la Infanta Cristina. La hermana del Rey declaraba como cooperadora necesaria en los delitos fiscales de Iñaki Urdangarin. Sin embargo, solamente respondió a las preguntas de su abogado, para, además de repetir sus ya tradicionales “no sabía”, “no me consta”..., confirmar punto por punto la versión de su marido en cuanto a su papel en la gestión de Aizoon.

Las declaraciones de Urdangarin apuntan, como ya hizo previamente y con todo lujo de detalles Diego Torres, a una supuesta implicación de la Casa Real en todas las actividades de Urdangarin y la Infanta Cristina al frente de Nóos. Sorprendre que el cuñado del Rey apunte tan alto en sus declaraciones y contribuya a minar nuevamente la imagen de la monarquía, aunque sea sin involucrar a Juan Carlos I.

En los últimos años la monarquía española, con Juan Carlos I a la cabeza, ha atravesado una de las crisis más importantes desde la Transición, no sólo por el caso Noós y el resto de escándalos que salían a la luz, sino fundamentalmente por su creciente descrédito ante la opinión pública. Y es que miles de jóvenes y trabajadores empezaban a ver a Juan Carlos I como el principal garante y valedor a nivel internacional de los intereses capitalistas de la casta política y los grandes empresarios, los mismos que durante años nos están haciendo pagar los costes de la crisis a los sectores populares.

Ante esta situación, el exmonarca optó en su momento por la abdicación hacia Felpie VI para “restaurar” la imagen de la monarquía y la suya propia. Su hijo se viene esforzando en esta tarea y en prepararse para poder jugar un rol más activo en todo proceso de regeneración interna del Régimen del 78. Una labor en la que lamentablemente la nueva izquierda reformista y las llamadas fuerzas del “cambio” no están oponiendo ningún tipo de oposición, al dejar encojonada, como ya pasara en los 70, la cuestión de poner fin a una institución tan reaccionaria y anacrónica como la monarquía.