10 de enero de 2016

UCRANIA, EN MANOS DE OLIGARCAS Y FINANCIEROS

Jerome Duval. Global Research

Sectores vinculados con la OTAN y los grandes poderes financieros, relacionados con sectores filonazis, dominan la política en la nueva Ucrania.

En un país de paradojas extremas, los cambios van deprisa. Más allá del símbolo que supone que se derribe una estatua de Lenin en Odessa en el marco de las leyes de “desovietización” para reemplazarla por otra… del héroe de Star Wars, Darth Vader (!), merece la pena sumergirse en el laboratorio de un capitalismo desenfrenado que nos ofrece Ucrania.

La estatua de Lenin en Odessa fue reemplazada
por una de Darth Vader.
Siguiendo la famosa conversación telefónica pirateada entre Olivia Nuland, subsecretaria de Estado estadounidense para Europa y Eurasia de Obama, y el embajador estadounidense en Ucrania, Geoffrey Pyatt, el nuevo presidente ucraniano Petro Poroshenko, en relación estrecha con George Soros, prosigue su acercamiento a EE UU y sectores empresariales, a expensas del pueblo ucraniano, que se hunde en la miseria bajo políticas de austeridad asesinas.

El millonario Poroshenko toma el poder
El 25 de mayo de 2014 tuvieron finalmente lugar las elecciones presidenciales, marcadas por una abstención de más del 40%, que llevaron al poder al millonario y hombre de negocios Petro Poroshenko. Él es uno de los más importantes sponsors y organizadores de la revolución naranja y habría también apoyado financieramente el movimiento EuroMaidán. El nuevo hombre de Estado ha construido su fortuna aprovechándose de la ola de privatizaciones entre 1996 y 1998, durante la cual compró numerosas empresas públicas de pastelería, que fusionó con el grupo Roshen, en referencia a su nombre de familia.

Poroshenko, el nuevo hombre de Estado ha construido su fortuna aprovechándose de la ola de privatizaciones

Exdirector del banco central ucraniano (2007-2012), después ministro de Economía del gobierno Azarov en 2012, Petro Poroshenko aplica una política ultraliberal.

El acuerdo de librecomercio, firmado por Kiev con la UE, debería entrar en vigor en enero de 2016 y otro con Canadá está a punto de cerrarse. En 2014, según la revista Forbes, su fortuna estaba estimada en 1.600 millones de dólares (cerca de 1.500 millones de euros), lo que le coloca entre los hombres más ricos del país. Poroshenko encabeza un imperio que comprende el astillero naval y de armamento Leninska Kuznya, compañías de taxis, empresas constructoras de automóviles, así como medios de comunicación, sobre todo con la cadena de televisión Canal 5 (5 Kanal).

Un nuevo gobierno de oligarcas y financieros
Bajo el gobierno Poroshenko se ha constituido un Ministerio de la Política de Información. El día de su aprobación, el 2 de diciembre de 2014, unos 40 periodistas desplegaron pancartas que decían “Hola, Gran Hermano” delante del Parlamento, haciendo así referencia a la agencia del Ministerio de la Verdad en la novela 1984, de George Orwell. Este ministerio de la propaganda que, para colmo, recuerda también algunos aspectos del antiguo régimen comunista tan criticado por el gobierno ucraniano, está dirigido por Yuriy Stets, el productor del Canal 5, propiedad del presidente Poroshenko.

La creación de este ministerio se produce poco tiempo después de la publicación de informes por parte de numerosos periodistas ucranianos y grupos de defensa de los derechos humanos, sobre eventuales crímenes de guerra cometidos en el este de Ucrania por las milicias nacionalistas fascistas, así como por las fuerzas separatistas apoyadas por Rusia.

El presidente Poroshenko aprobó la ciudadanía ucraniana por decreto a tres personalidades extranjeras inmediatamente convertidas en ministros.

El lituano Aivaras Abromavicius, ministro de Economía ucraniano, asegura no comprender más que el 85% de lo que se dice en el Parlamento

Tras haber trabajado para Hansabank en Estonia, en el fondo de inversión sueco East Capital en 2002, haber sido miembro del Consejo de Administración de OAO Federal Hydrogeneration Company, Aivaras Abromavicius tuvo que abandonar la nacionalidad lituana para ser ministro de Economía y Comercio en Ucrania. Mientras que habla con fluidez ruso, lituano, estonio e inglés, asegura no comprender más que el 85% de lo que se dice en ucraniano en el Parlamento.

Después de haber hecho su carrera en el departamento de Estado de EEUU en Washington, trabajado en la embajada estadounidense en Ucrania de 1992 a 1995, fundado la sociedad de inversión Horizon Capital, Natalie Jaresko se convirtió en ministra de Finanzas de Ucrania. Sin dejar de mantener la nacionalidad estadounidense, recibió la nacionalidad ucraniana el día de su nombramiento, el 2 de diciembre de 2014. El 16 de septiembre de 2015, firmó un acuerdo de préstamo de 500 millones de dólares con el Banco Mundial.

Demostrando que un ministro puede ejercer sucesivamente en varios países, Alexander Kvitashvili fue nombrado nuevo ministro de Sanidad, puesto que ocupó en su país, Georgia, durante dos años (2008-2010).

Pero eso no es todo. Señalado por diferentes procedimientos judiciales, especialmente por abuso de poder y malversación de dinero público (ha sido acusado de haber malversado cerca de cinco millones de dólares del presupuesto), el amigo de George W. Bush (incluso la carretera que conecta el aeropuerto con la capital Tbilisi fue renombrada “George Bush Street” en 2005, tras la visita del presidente estadounidense a Georgia), patrocinador del movimiento EuroMaiden y expresidente de Georgia, Mijeíl Saakashvili, se convirtió en el gobernador de la región de Odessa en mayo de 2015, tras haber rechazado ser viceprimer ministro.

Respondiendo a una petición de Poroshenko de unirse a su equipo en el verano de 2014, Mijeíl Saakashvili vivía entonces en Nueva York, inmune a las diligencias judiciales mientras era objeto de una investigación penal en su país. Para obtener ese cargo, tuvo que abandonar la ciudadanía georgiana para obtener la nacionalidad ucraniana. No se había dado el caso hasta entonces que un expresidente abandone su propio país para ejercer un cargo político en el extranjero. Él mismo declaró estar en Ucrania para hacer la guerra contra Putin: “Detesto a Vladimir Putin. Estoy en Ucrania porque es la guerra, el destino de mi vida se decide aquí”.

El nuevo gobierno del oligarca Poroshenko, fuertemente ligado a la extrema derecha y a la OTAN
El puesto clave del ministro de Energía lo ostenta Volodymyr Demchyschyn. Antes de ocupar su puesto de ministro, era director del fondo de inversión Investment Capital Ukraine. Ha ejercido como vicepresidente de ING Bank Ukraine y fue economista jefe de la sociedad Ernst & Young en Kiev (2003-2006). Es el perfil perfecto para llevar a cabo el aumento de tarifas y la privatización del sector energético.

Arsen Avakov, incluido en 2012 en la lista de la Interpol por haber transferido ilegalmente 55 hectáreas de terreno cerca de Pisochyn en la región de Kharkiv, donde ejercía como gobernador (entre 2005 y 2010), sigue a la cabeza del Ministerio del Interior. Dmytro Iaroch, líder nazi del movimiento Sector de Derecha (Pravy Sektor), fue nombrado consejero en el Ministerio de Defensa en abril, encargado sobre todo de facilitar la integración de los batallones de voluntarios del Sector Derecho en el seno del ejército.

El nuevo gobierno del oligarca Poroshenko, fuertemente ligado a la extrema derecha y a la OTAN, no parece querer tomar el camino del apaciguamiento de la región. A la vista de sus nombramientos, la injerencia de los sectores empresariales en las decisiones políticas y económicas parece evidente y el fenómeno de las puertas giratorias entre el mundo financiero y los puestos claves del poder, flagrante.

9 de enero de 2016

GRECIA, PORTUGAL Y ESTADO ESPAÑOL: ALGUNAS LECCIONES POLÍTICAS SOBRE LOS “GOBIERNOS ANTIAUSTERIDAD”

El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, abraza a su
homólogo portugués, Antonio Costa, tras su reunión en la
sede del partido socialista en Lisboa. 
Foto: EFE/Tiago Petinga
 Josefina L. Martínez. La Izquierda Diario

El PSOE y su llamamiento a un “gobierno progresista” en el Estado español siguiendo el ejemplo de Portugal. Syriza y la experiencia de Grecia. Podemos y el diálogo con los socialistas “sensatos”. Lecciones sobre los “gobiernos antiausteridad” y las demandas democráticas pendientes.

El llamamiento del líder del PSOE, Pedro Sánchez, a formar un “gobierno progresista”, realizado desde Lisboa, reabre un necesario debate en la izquierda sobre la experiencia los llamados “gobiernos antiausteridad” (o para algunos sectores “gobiernos de izquierda”) en Europa.

Las experiencias de Grecia y Portugal en 2015 evidencian que los “gobiernos antiausteridad” no solo no han abierto un camino hacia medidas anticapitalistas, lo que ya sería mucho pedir, sino que ni siquiera se han propuesto resolver demandas democráticas elementales pendientes y tampoco han revertido las brutales medidas de ajuste impuestas por la Troika. En el caso griego, al contrario, el gobierno de Tsipras se ha transformado en su aplicador directo.

Grecia y la experiencia fallida del gobierno de “izquierda”
En 2012, cuando Syriza era una fuerza ascendente y ganaba cada vez más apoyo popular, la propuesta de “gobierno de izquierda” sin el PASOK que lanzó Alexis Tsipras sedujo a gran parte de la izquierda mundial. La mayoría de la izquierda europea colocó a Syriza como ejemplo de una “nueva izquierda” y muchos incluso le adjudicaron incluso un carácter “anticapitalista”, como sostuvo Stathis Kouvelakis.

En 2015, cuando Syriza llega al poder, el tan esperado “gobierno de izquierda” toma forma en una versión mucho más edulcorada de “gobierno antiausteridad” contra la Troika, en alianza con los nacionalistas de ANEL. Seis meses después, ya ni siquiera quedaban rastros de ese experimento: el gobierno liderado por Tsipras claudicaba sin lucha ante la Troika y se convertía en el gobierno que aplicaba el tercer memorándum redactado en Bruselas: recortes a las pensiones, privatizaciones y represión a la movilización popular.

Esta veloz experiencia mostró que Syriza no era nada parecido a una “coalición anticapitalista”. Pero no sólo aceptó las medidas de “austeridad”, sino que tampoco intentó resolver demandas democráticas elementales a las que aspira el pueblo griego.

La separación de la Iglesia del Estado, por ejemplo, en un país donde la Iglesia ortodoxa tiene gran influencia en la educación publica, es una cuestión democrática elemental. Pero esta tarea democrática básica fue aparcada por Syriza desde el primer momento, para poder lograr un gobierno común con los nacionalistas de ANEL y mantener buenas relaciones con el clero.

Otra cuestión democrática elemental, como la desarticulación de todo el aparato policial y represivo, con fuertes lazos orgánicos con los fascistas de Aurora Dorada, fue algo que ni siquiera se propuso. Y por decir algo más básico aún, ni siquiera anuló el antidemocrático sistema electoral que le otorga un “plus” de 50 diputados al partido más votado, un mecanismo que siempre criticó cuando era oposición, pero que dejó intacto una vez en el gobierno.

Respecto a las medidas de “austeridad”, como es sabido, se transformó en aplicador de los planes de la Troika, con un plan de privatizaciones que entrega gran parte del patrimonio nacional a empresas extranjeras mientras recorta pensiones.

Portugal y el regreso de los socialistas al poder
Los socialistas portugueses, al igual que gran parte de la socialdemocracia europea, gestionó la crisis capitalista, aplicando recortes y ajustes a los trabajadores y los servicios sociales. Además de esto, el Partido Socialista Portugués se destacó por estar implicado en resonados casos de corrupción, como el que involucró a José Socrates, anterior secretario general del PSP y primer ministro de Portugal entre 2005 y 2011.

A fines del 2015, ante el fracaso de los conservadores para obtener apoyo parlamentario a su gobierno, el socialista Antonio Costa asumió como primer ministro, con el apoyo del PC portugués, el Bloco de Izquierda y los Verdes. Rápidamente la prensa lo bautizó un “gobierno progresista” a la portuguesa.

A diferencia del caso de Grecia, donde el PASOK tuvo una debacle, los socialistas lusos se mantuvieron como segunda fuerza electoral detrás de los conservadores, y lograron sumar al carro de su gobierno a la izquierda comunista y del Bloco. Pero para sellar esta alianza, los últimos se comprometieron a abandonar todo vestigio “radical” de su programa, como la exigencia de ruptura con la OTAN o la ruptura con el Euro. Aún más, antes de asumir Costas aceptó el “pacto de estabilidad” que el conservador Passos Coelho le impuso para preservar la “disciplina presupuestaria”.

El “gobierno progresista” luso nació así mucho más condicionado por el régimen y los capitalistas que lo que ya estaba el gobierno de Syriza a sus inicios, con el compromiso de mantener el statu quo y, por ende, que la crisis la sigan pagando los trabajadores. El compromiso político del PC portugués y el Bloco con este gobierno, tan reivindicado desde entonces por sectores de la izquierda europea, expresa un conformismo completo, cuya principal consecuencia es el abandono de cualquier aspiración de cambio democrático y social profundo.

El “gobierno progresista” del PSOE, otro cuento de reyes
La propuesta de Pedro Sánchez de que el PSOE encabece un “gobierno progresista” junto con Podemos parece otro cuento de los Reyes Magos. Y de reyes se trata, justamente, porque si algo no cuestiona el socialismo español es el Régimen monárquico del ‘78 y sus instituciones reaccionarias, como la corona y el senado, que van de la mano con su españolismo centralizador y su negación del derecho de autodeterminación. Es decir, con el PSOE no solo no es posible un “gobierno de izquierda” sino ni siquiera un gobierno mínimamente “democrático”.

Cuando Pablo Iglesias hace llamados a los “sectores sensatos” del PSOE para “abrir un diálogo que permita formar un gobierno alternativo” a Rajoy, siguiendo los pasos de los comunistas y el Bloco en Portugal, lo que terminará haciendo será hipotecar las demandas democráticas y sociales fundamentales a las que aspiran millones de trabajadores, trabajadoras, jóvenes y sectores populares en el Estado español que le dieron su voto.

El derecho a la autodeterminación, la abolición de la monarquía y del senado, la instauración de una cámara única elegida por sufragio universal, la anulación de leyes antidemocráticas como la Ley mordaza y la reforma laboral, junto al aumento del salario mínimo, el no pago de la deuda, la nacionalización de banca y otras demandas básicas para crear empleo genuino, así como una asamblea constituyente libre y cuyas decisiones sean soberanas, donde puedan debatirse y resolverse todas estas cuestiones urgentes, solo pueden conquistarse con la más completa independencia de todos los partidos del régimen y los capitalistas e impulsando una profunda movilización obrera y popular. Un camino que Podemos, como antes Syriza y el Bloco, no parecen dispuestos a seguir.

8 de enero de 2016

UCRANIA: ¡HEIL MEIN OTAN!

Manlio Dinucci. Il Manifesto

La hoja de ruta para la cooperación militar entre la OTAN y Ucrania, que se firmó en diciembre de 2015, integra ahora prácticamente las fuerzas armadas y la industria de guerra de Kiev a las de la alianza atlántica, bajo la dirección de Estados Unidos. Sólo falta la entrada formal de Ucrania en la OTAN. El presidente Porochenko anunció, en ese sentido, un «referéndum», cuya fecha está aún por definir, e incluso predijo una clara victoria del «Sí», basándose para ello en un «sondeo» ya realizado. La OTAN, por su parte, garantizó que Ucrania, «uno de los más sólidos socios de la alianza», está «firmemente comprometida con la aplicación de la democracia y la legalidad».

Los hechos son muy claros. La Ucrania de Petro Porochenko –oligarca que se enriqueció con el saqueo de las propiedades del Estado, a pesar de lo cual el primer ministro italiano Matteo Renzi canta loas a su «sabio liderazgo»– decretó en diciembre la ilegalización del Partido Comunista, acusado de «incitación al odio étnico y violación de los derechos humanos y las libertades». Hasta los símbolos comunistas están ahora prohibidos por la ley y el simple hecho de cantar La Internacional en Ucrania puede ser castigado con entre 5 y 10 años de cárcel.

Es este el acto final de una campaña de persecución análoga a la que caracterizó el ascenso del fascismo en Italia y del nazismo en Alemania. Sedes del partido destruidas, linchamientos de dirigentes, periodistas torturados y asesinados, militantes quemados vivos en la Bolsa del Trabajo de Odesa, civiles desarmados masacrados en Mariupol y bombardeados con fósforo blanco en Slaviansk, Lugansk y Donetsk.

Un verdadero golpe de Estado organizado por Estados Unidos y la OTAN, cuyo objetivo estratégico es provocar en Europa una nueva guerra fría para debilitar y aislar a Rusia y, al mismo tiempo, fortalecer la influencia y la presencia militar de Estados Unidos en Europa. Grupos neonazis, entrenados y armados con esos fines, como lo demuestran las fotos de militantes de Uno-Unso que se entrenaron en 2006 en Estonia, fueron utilizados como tropas de asalto durante el putsch de la plaza Maidan y en las acciones posteriores. Las formaciones de neonazis fueron posteriormente incorporadas a la Guardia Nacional, entrenada por varios cientos de instructores estadounidenses de la 173 división aerotransportada, transferida de Vicenza a Ucrania, y por otros militares de la OTAN.

La Ucrania del régimen de Kiev se ha convertido así en el «vivero» del nazismo que hoy renace en pleno corazón de Europa. Neonazis provenientes de toda Europa (incluyendo Italia) y de Estados Unidos llegan a Kiev, reclutados principalmente por Pravy Sektor y por el batallón Azov, cuya ideología nazi se expresa claramente en el emblema que utiliza, calcado del emblema de la división SS Das Reich. Después de recibir entrenamiento y de pasar por un bautismo de fuego participando en acciones militares contra los rusos de Ucrania en la región de Donbass, esos neonazis regresan a sus respectivos países con el pasaporte ucraniano en el bolsillo, a modo de «salvoconducto».

Al mismo tiempo, la ideología nazi está siendo difundida en Ucrania entre las jóvenes generaciones. De eso se ocupa fundamentalmente el ya mencionado batallón Azov, que organiza campos de entrenamiento militar y de formación ideológica para adolescentes y niños, enseñándoles ante todo a odiar a los rusos.

Y todo esto está sucediendo con la complicidad de los gobiernos europeos. Por iniciativa de un parlamentario de la República Checa, el jefe del batallón Azov, Andriy Biletsky, aspirante al título de «Fuhrer» de Ucrania, fue recibido en el Parlamento Europeo como «orador invitado». Esto forma parte del «apoyo práctico de la OTAN a Ucrania», incluyendo el «Programa de Fortalecimiento de la Educación Militar» en el que participaron, en 2015, 360 profesores ucranianos, que fueron instruidos por 60 expertos de la OTAN. En el marco de otro programa de la OTAN, el de «Diplomacia Pública y Comunicaciones Estratégicas», se enseña a las autoridades a «contrarrestar la propaganda rusa» y a los periodistas a «generar historias con hechos desde la Crimea ocupada y la Ucrania oriental».

7 de enero de 2016

RETORNO A ESCENARIOS DE RECESIÓN EN EL 2016

Germán Gorraiz López. Diario Octubre

La entrada en escenarios de recesión de países como Noruega, Canadá, Brasil, Rusia y Finlandia debido al desplome de las commodities y ciertos indicadores macroeconómicos recientes de países como China o EEUU han alertado del riesgo de que el estancamiento económico se adueñe de la economía mundial en el 2016 lo que aunado con la reciente subida de tipos de interés del dólar, hará que los inversionistas se distancien de los activos de renta variable y que los bajistas se alcen con el timón de la nave bursátil mundial, derivando en una psicosis vendedora que terminará por desencadenar el estallido de la actual burbuja bursátil.

Dicha burbuja sería hija de la euforia de Wall Street (y por extrapolación del resto de bolsas mundiales) tras las políticas monetarias de los grandes bancos centrales mundiales que han inundado los mercados con centenares de miles de millones de dólares y euros con la esperanza de relanzar la economía, más aún cuando las colocaciones sin riesgo ( deuda de EEUU o de Alemania), no retribuyen nada a los inversionistas lo que aunado con un posible repunte del precio del crudo debido a factores geopolíticos desestabilizadores (Ucrania, Libia, Siria e Irak), podría producir un nuevo crash bursátil.

En el escenario europeo, si la Deuda Pública y privada prosigan su vuelo por la estratosfera, los salarios permanecen congelados o con incrementos inferiores al IPC, el crédito bancario sigue sin fluir con normalidad a unos tipos de interés reales a pymes, autónomos y particulares y no se aprovecha la bajada del precio del petróleo y la dilación en los plazos para reducir el déficit público de los países para implementar medidas keynesianas de inversión en Obra Pública y reducir el desempleo, la economías europeas se verán abocadas a un peligroso cóctel explosivo,(el DDD), cuyos ingredientes sería una deflación en los precios que impedirá a las empresas conseguir beneficios y a los trabajadores incrementar sus sueldos así como a una subida de las tasas de interés reales que agravarían los problemas de sobreendeudamiento público y privado aunado con un desempleo rayando el 11%, lo que podría generar una década de estancamiento rememorando la Década perdida de la economía japonesa.

Respecto a EEUU, la previsible subida de tipos de interés por la Fed podría provocar un nuevo crash bursátil mundial pues el nivel suelo de las Bolsas mundiales, (nivel en el que confluyen beneficios y multiplicadores mínimos), se movería en la horquilla de los 11.000-12.000 en Mercados Bursátiles como el Dow Jones, a años luz de los estratosféricos techos actuales. Dicho estallido provocará la consiguiente inanición financiera de las empresas y tendrá como efectos benéficos el obligar a las compañías a redefinir estrategias, ajustar estructuras, restaurar sus finanzas y restablecer su crédito ante el mercado (como ocurrió en la crisis bursátil del 2000-2002) y como daños colaterales la ruina de millones de pequeños inversores todavía deslumbrados por las luces de la estratosfera, la inanición financiera de las empresas y el consecuente efecto dominó en la declaración de quiebras.

En cuanto a los países emergentes (BRICS, México, Corea de Sur y Tigres asiáticos), sufrirán un severo estancamiento de sus economías, con la entrada en recesión de países como Brasil y Rusia y raquíticos crecimientos anuales del PIB (rozando el 4% en el caso de India y China) tras un decenio espectacular con tasas de crecimiento superiores a los dos dígitos), debido al desplome del precio del crudo y a la brutal constricción de las exportaciones por la contracción del consumo mundial , lo que conllevará la devaluación de sus monedas para incrementar sus exportaciones así como una drástica reducción de sus Superávit que acelerará la agudización de la fractura social, el incremento de la inestabilidad social y un severo retroceso de sus incipientes libertades democráticas. Mención especial merece China que estaría inmersa en una crisis económica identitaria al tener que implementar una amplia batería de reformas estructurales. Así, entre las fragilidades de su economía se encuentran la todavía limitada integración financiera internacional, su aislamiento y control del aparato estatal en el ámbito interno, así como una asignación de recursos económicos poco eficiente provocada por el paternalismo público y un insuficiente nivel de desarrollo de las redes de distribución, marketing y venta. Los desafíos están centrados en vencer la alta dependencia de China respecto de la demanda de las economías desarrolladas y la incierta capacidad de la demanda privada para tomar el relevo una vez que se agoten los estímulos públicos.

Respecto a América Latina y el Caribe, la contracción de la demanda mundial de materias estaría ya provocando el estrangulamiento de sus exportaciones y la depreciación generalizada de sus monedas debido a la fortaleza del dólar, lo que se traducirá en aumentos de los costes de producción, pérdida de competitividad, tasas de inflación desbocadas e incrementos espectaculares de la Deuda Exterior que podrían terminar dibujando un escenario de estancamiento económico secular que obligará a una gran parte de su población a vivir por debajo del umbral de la pobreza. Así, según la Directora Gerente del FMI, Lagarde, “la fortaleza del dólar junto con la debilidad de los precios de los productos crea riesgos para los balances y financiación de los países deudores en dólares”, de lo que se deduce que las economías de América Latina y Caribe estarán más expuestas a una posible apreciación del dólar y la reversión de los flujos de capital asociados, fenómeno que podría reeditar la “Década perdida de América Latina” (Década de los 80), agravado por un notable incremento de la inestabilidad social, el aumento de las tasas de pobreza y un severo retroceso de las libertades democráticas. Finalmente, un posible rally alcista de los precios del crudo debido a factores geopolíticos ( Siria, Libia, Irak, Arabia Saudí, Irán), aunado con inusuales sequías e inundaciones y la aplicación de restricciones a la exportación de los principales productores mundiales para asegurar su autoabastecimiento, podría desabastecer los mercados mundiales de productos agrícolas básicos para la alimentación.