TIEMPO DE PESIMISMO (NO EXAGERAR LOS ADJETIVOS), TIEMPO DE ESPERANZA
SUMAR Y PODEMOS JUNTOS A LAS GENERALES ¿QUÉ PUEDE SALIR MAL?
PROPUESTA DE EXIGENCIAS AL POSIBLE PRÓXIMO GOBIERNO DE AMPLIAS ALIANZAS
HASTA LOS COJONES DEL ASUNTO LUIS RUBIALES Y DE TODO EL SHOW
TIEMPO DE PESIMISMO (NO EXAGERAR LOS ADJETIVOS), TIEMPO DE ESPERANZA
SUMAR Y PODEMOS JUNTOS A LAS GENERALES ¿QUÉ PUEDE SALIR MAL?
17 de mayo de 2017
VENEZUELA, ENTRE EL CHAVISMO Y LA RESTAURACIÓN COLONIAL
Jorge
Beinstein. contralapropagandamediatica.blogspot.com
La
crisis venezolana se profundiza. El gobierno ha respondido al acoso
de la derecha
local
y de los Estados Unidos lanzando la iniciativa de la Asamblea
Constituyente, su
intención
fue producir un cambio radical de escenario convirtiendo a los
acosadores
derechistas
en golpistas acosados por una probable avalancha popular movilizada
detrás
de
la futura conformación de un nuevo modelo institucional fundado en
el poder comunal, expresión directa de las mayorías populares. Las
redes sociales y un número creciente de autores se refieren a la
perspectiva de una “guerra civil”.
La
derecha opositora aparece girando en torno de dos polos, uno
extremista, que algunos califican de “uribista”, sumergido
en un neofascismo rabioso que postula el derrocamiento urgente del
gobierno y la instalación de un régimen de terror antichavista, y
otro de aspecto más moderado que presiona buscando la concreción de
una suerte de golpe blando o incluso el adelantamiento de elecciones
presidenciales en las que se supone victorioso. La perspectiva de un
levantamiento armado auxiliado de inmediato por una intervención
externa, colombiana o multinacional piloteada por Washington, es
visualizada cada vez más por todos ellos como algo altamente
probable (y deseable aunque no siempre confesado).
Por
su parte el gobierno busca ganar tiempo, le hace zancadillas a la
derecha como la que acaba de realizar convocando a la Constituyente,
busca dividirla estableciendo puentes de negociación con la supuesta
oposición civilizada. Su objetivo publicitado a diario es “la
paz”, algunos suponen que se trata de una estrategia hábil que
debería reducir el espacio social de la derecha empujando a sus
sectores “moderados” a negociar, a establecer zonas de
convergencia con el chavismo. Pero en el chavismo aparecen voces
críticas señalando que este pacifismo a ultranza borra las
perspectivas revolucionarias bolivarianas, sepulta las banderas del
socialismo del siglo XXI y que en realidad expresa la voluntad de la
“boliburguesía”, la burguesía advenediza que se
desarrolló en los últimos años al calor de los negocios con el
Estado, y más en general de la derecha chavista que intenta
establecer una suerte de acuerdo conservador, de pacto de unidad
nacional donde navegarían triunfantes los exponentes de la vieja y
de la nueva burguesía. Carlos Morreo por ejemplo establece la
diferencia entre el “chavismo gubernamental” y el
“chavismo amplio” (1) que otros identifican como “pueblo
chavista” animado por la gesta de su lÍder histórico
trascendiendo las jugadas tácticas de tal o cual dirigente.
Hace
poco Reinaldo Iturriza Lopez, quien fuera Ministro del Poder Popular
para las Comunas y más recientemente Ministro de Cultura afirmaba
que “El chavismo es,para decirlo con John William Cooke, el
hecho maldito de la política del país burgués”(2) Cooke se
refería, claro está, al peronismo, en un texto de 1967, pero la
sentencia aplica
para
el caso venezolano. El chavismo es, desde su gestación, un fenómeno
“maldito” para la burguesía, porque aquello que le da
cohesión no es su capacidad para aglutinar el descontento, sino su
decidido antagonismo contra el statu quo. Antagonismo que adquirirá
matices anticapitalistas con el paso de los años, al fragor de la
lucha, y como lo asumirán de viva voz tanto Chávez como sus líneas
de fuerzas más avanzadas”.
Nos
encontraríamos entonces ante la confrontación ineludible entre una
derecha contrarrevolucionaria, afirmada ideológicamente en el
capitalismo, en el elitismo colonial y un pueblo chavista desbordando
con su sola presencia los límites del sistema. En ese caso la paz es
una quimera porque se trata de dos fuerzas históricas avanzando en
sentido contrario.
El
día a día marea, la avalancha de acontecimientos, el caos
económico, el incesante bombardeo mediático global sobre Venezuela
dificultan mirar la realidad más allá del desorden cotidiano.
Petróleo
y geopolítica
Venezuela
dispone de la mayor reserva petrolera del planeta (cerca de 300 mil
millones de barriles de crudo según las últimas estimaciones), casi
una quinta parte del total global, superando a Arabia Saudita (unos
265 mil millones de barriles).
En
2003 cerca del 70 % de las exportaciones petroleras venezolanas iban
a Estados Unidos pero hacia 2016 habían descendido al 20 %, frente a
ello el 40 % iba a China y el 20 % a India. Esta inclinación
asiática (principalmente china) de la mayor reserva petrolera
mundial, su alejamiento de la vieja dependencia respecto del mercado
imperial, constituye un casus belli de primer orden en la
estrategia de Estados Unidos, la pérdida de Venezuela asociada ahora
a China aparece como una situación intolerable. Más aún cuando las
ilusiones estadounidenses acerca de su producción de petróleo de
esquisto se han ido enfriando, según el pronóstico oficial dado por
la U.S. Energy Information Administration en el año 2021 se llegaría
al máximo nivel de ese tipo de producción y a partir de allí
comenzaría la declinación. (3)
Las
reservas petroleras imperiales se agotan y la paciencia de Washington
también, el Imperio está perdiendo su gran guerra asiática y con
ella su ilusión de controlar la mayor parte de las reservas de gas y
petróleo del planeta, en consecuencia la reconquista de Venezuela
pasa a ubicarse en el primer nivel de sus prioridades.
Además
ese proyecto forma parte de la estrategia de recolonización de
América Latina, retaguardia histórica del Imperio a la que la
derrota en Asia otorga una importancia excepcional.
Pero
la recolonización de Venezuela no resulta una tarea fácil, no se
puede realizar allí un golpe blando, en sus distintas variantes,
como sucedió en Honduras, Paraguay, Brasil o Argentina
principalmente porque en ese país no solo existe una fuerza militar
convencional fuertemente atravesada por el chavismo sino también
milicias populares y todo ello apoyado en una alta capacidad de
movilización de millones de chavistas.
La
intervención de las fuerzas militares colombianas ha sido siempre
una alternativa pero ello era difícil cuando en la retaguardia de
esas fuerzas aparecían las FARC y sus miles de guerrilleros. Una
compleja estrategia de desarme de la insurgencia fue desarrollada de
manera paciente y sistemática, presionando a los gobiernos de Cuba,
Venezuela y de varios estados progresistas de la región para que
medien en las negociaciones pacificadoras, combinando ofertas
atractivas, golpes bajos y un amplio espectro de acciones directas e
indirectas sobre las FARC desplegando una Guerra de Cuarta Generación
de alto nivel de sofisticación. El resultado fue positivo para
Washington, las FARC aceptaron su desarme y la retaguardia
estratégica de militares y paramilitares colombianos quedó liberada
de peligros, ahora el que es considerado como el mejor aparato
militar de la región tiene las manos libres para cumplir las ordenes
de su amo imperial y colocarlas en el pescuezo bolivariano.(4)
Sin
descartar la intervención militar, por ahora, Estados Unidos
desarrolla una estrategia de desgaste: sabotaje económico, guerra de
calles, ofensivas mediáticas, cerco diplomático, juego de
negociaciones y otras acciones tendientes a aislar, degradar y
dividir al enemigo chavista. En los cálculos de los estrategas
imperiales se encuentra sin duda el escenario del salto cualitativo
del desgaste pasando a una etapa de insurrección político-militar
convergiendo con la intervención externa.
Esperanzas
y frustraciones
Según
datos del Banco Mundial en 1960 el 61 % de la población venezolana
era urbana, en 1980 llegaba al 79 %, en el 2000 al 88 % y en 2015
casi al 90 %. Masas crecientes de población se fueron alojando en
las grandes ciudades, principalmente en Caracas, no como resultado de
la industrialización sino de la reproducción ampliada del
parasitismo.
Destrucción
social motorizada por una burguesía importadora y financiera dueña
del Estado que desde 1976 con la nacionalización de la producción
petrolera aportaba las divisas generadas por la exportaciones (que en
más del 90 % provenían de las ventas de petroleo crudo y sus
derivados). Heredaba, remodelaba el viejo sistema dominante basado en
las exportaciones de cuero, cacao y café, afirmando la continuidad
del subdesarrollo.
La
economía de renta (petrolera) bloqueó las posibilidades de
desarrollo industrial y destruyó el tejido agrario, las víctimas
del desastre pasaron a engrosar las filas de los marginales. El
modelo estalló con el Caracazo (1989) y el aluvión popular abrió
el camino de la revolución bolivariana, Chavez fue su líder.
Ese
despertar de masas sumergidas fue avanzando hasta la formulación de
un horizonte postcapitalista: el socialismo del siglo XXI. Pero lo
que sucedió fue una sucesión de trabas, dificultades, debilidades
que fueron estableciendo una distancia cada vez mayor entre los
objetivos socialistas proclamados y la capacidad de reproducción
aunque sea degradada del país burgués que se pretendía superar. La
burguesía comercial-financiera fue empujada, a veces golpeada,
maltratada pero no eliminada, no fue superado el capitalismo sino que
se caotizó su funcionamiento, no fue remplazado ni por el estatismo
socialista (que el “socialismo del siglo XXI” chavista
intentaba superar) ni por el “socialismo comunal”
propuesto producto de la auto-organización de las bases populares.
En
medio de ese embrollo, se reprodujo desde el Estado un élite
emergente parasitaria con fachada bolivariana y prácticas corruptas:
la boliburguesía. El viejo sistema decadente sobrevivía no solo en
sus antiguos crápulas sino generando nuevos hombres de negocios
(turbios).
Queda
así planteada la tragedia con final abierto, sus actores están a la
vista. La vieja burguesía parasitaria arrastrando a un vasto
conjunto social multiforme donde las capas medias cumplen un rol
esencial, no tienen un programa definido, solo los agrupa la furia
antichavista. Frente a ella un vasto espacio chavista agrupando
civiles y militares, boliburgueses y masas populares radicalizadas,
conciliadores con la derecha y revolucionarios. Espacio heterogéneo
que oscila entre la rendición honorable y el salto hacia el
postcapitalismo. Mientras tanto el Imperio va midiendo fuerzas,
ajustando dispositivos de intervención, sabe que aún desplazando al
gobierno chavista nada le asegura el control del país y en
consecuencia de su petróleo.
NOTAS
1
Carlos E. Morreo, “La constituyente es una decisión
estratégica”, Aporrea, 06/05/2017,
www.aporrea.org/actualidad/a245486.html
2
Reinaldo Iturriza Lopez, “Chavismo y revolución¿que pasa en
Venezuela”, Rebelión, 31-08-2016,
http://www.rebelion.org/noticia.php?id=216115
3
US Energy Information Administration, AEO 2014, Early Release
Overview.
4
Es muy esclarecedor el reciente artículo de Tony Lopez Rodrigues,
durante muchos años destacado miembro de la diplomacia cubana: “El
gobierno de Colombia ante la crisis interna venezolana”,
24.-04-2017, PIA – Periodismo Internacional Alternativo –
Nac&Pop,
http://nacionalypopular.com/2017/04/24/el-gobierno-de-colombia-ante-la-crisis-interna-venezolana/
16 de mayo de 2017
DE ALEXEI TOLSTOI A ZAMIATIN
Miguel
Urbano Rodrigues. La Haine
En
l961 leí en Conakry un novela –ya lo comenté- que cambió el
rumbo de mi vida. El Camino de los Tormentos, de Alexei
Tolstói fue determinante para mi adhesión al Partido Comunista.
Pedro
I, la biografía del zar ruso, contribuyó a aumentar la
admiración que me inspiraba el
escritor.
Fue
naturalmente con sorpresa que leí ya octogenario su novela La
Máquina Infernal del Ingeniero Garín.
Alexei
Tolstói pretendió escribir una novela de ficción científica.
Algunos críticos lo han definido como obra dedicada a la juventud.
No consigo incluirlo en esos géneros literarios.
La
Máquina Infernal del Ingeniero Garín carece de calidad
literaria mínima. Es un libro decepcionante, mal construido, en que
la investigación científica está ausente. Según el prologuista y
traductor brasileño, el escritor Eduardo Sucupira Filho, Alexei
Tolstói «mantiene viva en el corazón de sus intérpretes
-Shelgá e Iván- la llama inmortal de que hablaba Wells que, por
encima de las angustias y los desencantos de circunstancia ilumina el
camino de un sueño cósmico, la conquista definitiva del hombre,
hasta entonces alienado en una existencia miserable».
No
encontré ni la llama ni el sueño. Los personajes, incluyendo Garín
(el sabio satánico), la cortesana Zoya y el millonario americano
Rolling, son mal dibujados y su comportamiento es incoherente, con
frecuencia grotesco o inverosímil.
El
desarrollo de la historia es absurdo. Conclusión: subliteratura.
Procuré
en Internet opiniones sobre la novela. Todas las que encontré son
elogiosas lo que
acentuó mi perplejidad.
En
esa pesquisa me llamaron la atención referencias a un escritor
también soviético, Evgeni Zamiatin, presentado como pionero de la
ficción científica.
Interesado,
algunos días después Jean Salem me envió de París la traducción
francesa de una
novela de Zamiatin, Nous Autres (Nosotros).*
La
obra y el autor son fascinantes. Esperaba algo semejante a los libros
de ficción científica de Asimoiv o Ray Bradbury. Pero Zamiatin se
sitúa en otro nivel literario.
Pensé
en Kafka.
Matemático
e ingeniero, tenía una sólida formación científica. No sabia
vivir sin escribir, como informó en una carta a Stalin, pidiéndole
autorización para emigrar. Por intervención de Máximo Gorki, amigo
y admirador de Zamiatin, Stalin atendió el pedido y en l931 Zamiatin
viajó a Francia en donde falleció en1937, en la miseria, después
de haber ejercido en París diferentes profesiones.
En
la juventud fue preso y deportado por haber participado en la
Revolución de1905. En 1909 adhirió al Partido Bolchevique y, como
comunista, trabajó en varios proyectos después de la Revolución de
Octubre.
Sus
problemas empezaron cuando le negaron la publicación de la novela
Nosotros. Escrita en l920/21 fue editada clandestinamente.
En
1922 en un ensayo sobre Julius von Meyer, uno de los creadores de la
termodinámica moderna, Zamiatin, comentando las restricciones que
condicionaban a los escritores, escribió:
“El
mundo avanza únicamente en función de las herejías, de los que
rechazan el presente, aparentemente indestructible e infalible.
Solamente los herejes abren nuevos">horizontes
en la ciencia, en el arte, la vida social
Solamente
los herejes rechazan el presente en nombre del futuro. Ellos son el
eterno fermento de la vida y garantizan la marcha adelante de su
movimiento infinito”.
Lenin
todavía vivía, pero las contradicciones entre la literatura, el
arte en general y el poder político ya eran identificables.
Admirador
de H. G. Wells, Zamiatin hizo de su novela un arma contra la
deformación del hombre en un país imaginario (sin nombre) donde
sitúa una sociedad deshumanizada.
Thomas
More en su Utopía ideo una isla en la cual todos, sin
conflictos, concretan la suprema aspiración del hombre, la felicidad
posible. Tenía en mente, por el contraste, las sociedades europeas
del siglo XVI, devastadas por las guerras religiosas, podridas por la
corrupción y ambición de los poderosos. Pero More limitase en
Utopía a esbozar la sociedad ideal tal como la concebía. En
Nosotros, una contra utopía, Zamiatin ilumina al
hombre que duda primero e intenta rebelarse después contra los
engranajes de la sociedad que lo transforman en robot. Esa lucha
interior de los insumisos confiere al libro una dimensión diferente
de las novelas de ficción científica.
Huxley
y Orwell han reconocido que la fuente de A Brave New World y 1984 fue
para ambos la novela de Zamiatin.
El
lector es conquistado desde la primera página. En atmósfera de
suspense lo introducen en un mundo temeroso de la mano del personaje
principal, que registra en un diario, cada día, su cotidiano
sembrado de angustia. Como matemático, es responsable de la
construcción del Integral, un ingenio prodigioso concebido para un
viaje espacial por el universo.
Pero
permanece formateado y, pese a su inquietud interior, participa de la
admiración generalizada por el Benefactor, el semidios que
gobierna el Estado Único.
Es
el D-503. Como todos los habitantes del país, vive en uno de los
gigantescos edificios de paredes transparentes. Cada movimiento suyo
puede ser acompañado por los vecinos del apartamento cercano. La
intimidad tiene límites no traspasables en el Estado Único.
Las
relaciones sexuales son permitidas, pero con días y horas fijos y
programación de parejas.
La
procreación humana es crimen punido con la pena de muerte en la
Máquina del Benefactor. Shakespeare, Goethe, Cervantes, todos
los clásicos de la literatura son recordados por la propaganda delo
Estado Único como aberraciones de una era de barbarie anterior a la
guerra de 200 años que abrió las puertas a la civilización y la
felicidad humana. La nueva literatura no pasa de una monótona
glorificación del Estado Único y del Benefactor.
Inesperadamente,
D-503 conoce una mujer que lo fascina. La ama y la odia. Ella fuma,
toma alcohol (crimines abominables), lo introduce en un sexualidad
inimaginada.
I
(su nombre es una letra) es una rebelde bellísima, sensual, que no
desprecia la historia de
los bárbaros que viven más allá de la Muralla Verde que
separa el Estado Único de la tierra de la barbarie habitada por
hombres antiguos.
D-503
es presumiblemente un mestizo en cuyas venas corre sangre de algún
bárbaro infiltrado en el Estado Único. Pero no tiene consciencia de
su excepcionalidad. Cree estar enfermo, pero acaba involucrado en la
conspiración promovida por I.
El
cierre de Nosotros, angustiante, es la
antítesis del happy end.
La
rebelión fracasa. D-503 es detenido y sometido a la Gran
Operación, una cirugía indolora que robotiza aún más los
ciudadanos incómodos del Estado Único, humanoides sin emociones ni
ideas.
Llevado
a la presencia del Benefactor le cuenta todo sobre la
conspiración, todo lo que “sabía de los
enemigos de la felicidad”.
I
es torturada en la Cámara Neumática para confesar. Pero ella
resiste. Muere ejecutada en
la Máquina del Benefactor.
D-503
no sufre. Siente que venció la enfermedad; redescubrió la
felicidad.
*
Nous Autres (Nosotros) fue publicado por primera vez en
Francia en 1929, pero pasó casi desapercibida. Reeditada por
Gallimard en l971, la crítica la saludó como obra maestra. En la
Unión Soviética, apareció en 1988. Hoy, traducida a muchos
idiomas, es considerada
por críticos de prestigio una de las novelas más importantes del
siglo XX.
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