30 de enero de 2017

LA PEQUEÑA BURGUESÍA Y SU EXPRESIÓN POLÍTICA EN LA HISTORIA

Elsalariado.info

Marx, La lucha de clases en Francia (1850)
El capital acosa a esta clase [la pequeña burguesía] principalmente como acreedor; por eso ella exige instituciones de crédito. La aplasta con la competencia, por eso ella exige asociaciones apoyadas por el Estado. Tiene superioridad en la lucha, a causa de la concentración de capital; por eso ella exige impuestos progresivos, restricciones a la herencia, centralización de grandes obras en manos del Estado y otras medidas que contengan por la fuerza el incremento del capital.”


Marx, El 18 Brumario de Luis Bonaparte (1851)
El carácter peculiar de la socialdemocracia [como expresión política de la pequeña burguesía] consiste en exigir instituciones democrático-republicanas, no para abolir a la par los dos extremos, capital y trabajo asalariado, sino para atenuar su antítesis y convertirla en armonía. Por mucho que difieran las medidas propuestas para alcanzar este fin, por mucho que se adorne con concepciones más o menos revolucionarias, el contenido es siempre el mismo. Este contenido es la transformación de la sociedad por la vía democrática, pero una transformación dentro del marco de la pequeña burguesía. No vaya nadie a formarse la idea limitada de que la pequeña burguesía quiere imponer, por principio, un interés egoísta de clase. Ella cree, por el contrario, que las condiciones especiales de su emancipación son las condiciones generales fuera de las cuales no puede ser salvada la sociedad moderna y evitarse la lucha de clases. Tampoco debe creerse que los representantes democráticos son todos shopkeepers [tenderos] o gentes que se entusiasman con ellos. Pueden estar a un mundo de distancia de ellos, por su cultura y su situación individual. Lo que les hace representantes de la pequeña burguesía es que no van más allá, en cuanto a mentalidad, de donde van los pequeños burgueses en modo de vida; que, por tanto, se ven teóricamente impulsados a los mismos problemas y a las mismas soluciones que a aquéllos, en la práctica, les lleva su interés material y su situación social. Tal es, en general, la relación que existe entre los representantes políticos y literarios de una clase y la clase por ellos representada.”

[…] Pero las amenazas revolucionarias de los pequeños burgueses y de sus representantes democráticos no son más que intentos de intimidar al adversario. Y cuando se ven metidos en un atolladero, cuando se han comprometido ya lo bastante para verse obligados a ejecutar sus amenazas, lo hacen de un modo equívoco, evitando, sobre todo, los medios que llevan al fin propuesto y acechan todos los pretextos para sucumbir. Tan pronto como hay que romper el fuego, la estrepitosa obertura que anunció la lucha se pierde en un pusilánime refunfuñar, los actores dejan de tomar su papel au sérieux y la acción se derrumba lamentablemente, como un balón lleno de aire al que se le pincha con una aguja.”

[…] Ningún partido exagera más ante él mismo sus medios que el democrático, ninguno se engaña con más ligereza acerca de la situación. […] Pero el demócrata, como representa a la pequeña burguesía, es decir, a una clase de transición, en la que los intereses de dos clases se embotan el uno contra el otro, cree estar por encima del antagonismo de clases en general. Los demócratas reconocen que tienen que enfrente a una clase privilegiada, pero ellos, con todo el resto de la nación que los circunda, forman el pueblo. Lo que ellos representan es el interés del pueblo. Por eso, cuando se prepara una lucha, no necesitan examinar los intereses y las oposiciones de las distintas clases. No necesitan ponderar con demasiada escrupulosidad sus propios medios. No tienen más que dar la señal, para que el pueblo, con todos sus recursos inagotables, caiga sobre los opresores. Y si, al poner en práctica la cosa, sus intereses resultan no interesar y su poder se vuelve impotencia, la culpa la tienen los sofistas perniciosos, que escinden al pueblo indivisible en varios campos enemigos, o el ejército, demasiado embrutecido y cegado para ver en los fines puros de la democracia lo mejor para él, o bien ha fracasado por un detalle de ejecución, o ha surgido una casualidad imprevista que ha malogrado la partida por esta vez. En todo caso, el demócrata sale de la derrota más ignominiosa tan inmaculado como inocente entró en ella, con la convicción readquirida de que tiene necesariamente que vencer, no de que él mismo y su partido tienen que abandonar la vieja posición, sino de que, por el contrario, son las condiciones las que tienen que madurar para ponerse a tono con él.”


Marx y Engels, Circular del Comité Central a la Liga de los Comunistas (1850)
La pequeña burguesía democrática está muy lejos de desear la transformación de toda la sociedad; su finalidad tiende únicamente a producir los cambios en las condiciones sociales que puedan hacer su vida en la sociedad actual más confortable y provechosa. Desea, sobre todo, una reducción de los gastos nacionales por medio de una simplificación de la burocracia y la imposición de las principales cargas contributivas sobre los señores de la tierra y los capitalistas. Pide igualmente establecimientos de Bancos del Estado y leyes contra la usura; todo con el fin de librar de la presión del gran capital a los pequeños comerciantes y obtener del Estado crédito barato. Pide también la explotación de toda la tierra para terminar con todos los restos del derecho señorial. Para este objeto necesita una Constitución democrática que pueda darles la mayoría en el Parlamento, Municipalidades y Senado. Con el fin de adueñarse del Poder y de contener el desarrollo del gran capital, el partido democrático pide la reforma de las leyes de la herencia, e igualmente que se transfieran los servicios públicos y tantas empresas industriales como se pueda a las autoridades del Estado y del Municipio. Cuanto a los trabajadores, ellos deberán continuar siendo asalariados, para los cuales, no obstante, el partido democrático procurará más altos salarios, mejores condiciones de trabajo y una existencia más segura. Los demócratas tienen la esperanza de realizar este programa por medio del Estado y la Administración municipal y a través de instituciones benéficas.

En concreto: aspiran a corromper a la clase trabajadora con la tranquilidad, y así adormecer su espíritu revolucionario con concesiones y comodidades pasajeras.”

[…] En el momento presente, cuando la pequeña burguesía democrática es en todas partes oprimida, instruye al proletariado, exhortándole a la unificación y conciliación; ellos desearían poder unir las manos y formar un gran partido de oposición, abarcando dentro de sus límites todos los matices de la democracia. Esto es, ellos tratarán de convertir al proletariado en una organización de partido en el cual predominen las frases generales social-demócratas, tras del cual sus intereses particulares estén escondidos y en el que las particulares demandas proletarias no deban, en interés de la concordia y de la paz, pasar a un primer plano.

Una tal unificación sería hecha en exclusivo beneficio de la pequeña burguesía democrática y en perjuicio del proletariado. La clase trabajadora organizada perdería su a tanta costa ganada independencia y advendría de nuevo un mero apéndice de la oficial democracia burguesa. Semejante unificación debe ser resueltamente rechazada.”


NOTA DEL EDITOR DE ESTE BLOG
Estas notas van dedicadas a los demagogos y populistas “demócratas” del 99% vs el 1%, que pretenden poner a la clase trabajadora al servicio de sus intereses de supervivencia como clase a extinguir por el propio desarrollo del capitalismo.

Su cínico embuste de que solo hay un “enemigo del pueblo” (el llamado 1%) pretende esconder que entre el otro llamado 99% hay, al menos un 10% de empresarios pequeños, medianos y grandes que tienen trabajadores en sus negocios a los que también explotan y sobreexplotan, a menudo en peores condiciones que las más grandes corporaciones, porque el ojo vigilante del patrón, siempre más próximo, combinado con su falso paternalismo, crea una mezcla de miedo a la protesta de sus empleados y de falsa percepción de ir en el mismo barco, que impide la acción social, política y reivindicativa de sus trabajadores.

A estos mercachifles del 1% frente al 99% no les cabe ni siquiera el título de reformistas sino de embusteros que buscan “alianzas” de clase sólo contra el capitalismo de las trasnacionales, las grandes corporaciones financieras mundiales y sus especuladores, apelando a una “unidad del pueblo” y de un patriotismo de opereta, y que no dudan en revolverse contra la clase trabajadora y culparla de sus males cuando las cosas no salen en beneficio de sus intereses en riesgo o cuando no ponen suficiente interés en hacerles de muleta. Hay que arrancarles la careta y combatirles como a enemigos de clase.

18 de enero de 2017

SOCORRO… ¡LLEGA TRUMP!

Luis Casado. alainet.org

NOTA DEL EDITOR DE ESTE BLOG:
A veces, cuando una parte de los medios de comunicación del sistema, nos pintan el futuro tiñéndolo de las más agoreras y atroces amenazas, no está de más adoptar un tono irónico, como hace Luis Casado en este texto.

Siendo, como es Donald Trump, un reaccionario, no precisamente un discreto diplomático en sus declaraciones públicas y alguien que no parece demasiado preocupado por no parecer un payaso, Casado demuestra que no será el único presidente que no pase a la posteridad por brillo intelectual propio -conviene recordar que a Obama le han hecho siempre los discursos-, ni será seguramente un Presidente benéfico para sus conciudadanos, ni de los países del resto del mundo. Pero difícilmente creo que pueda igualar la cifra de muertos producidos por las guerras que ha provocado Estados Unidos y en las que ha participado durante el mandato Obama.

Dicho esto, estoy convencido de que ni el león será tan fiero como los partidarios de la globalización nos lo quieren pintar, ni siquiera para ella misma, sino más bien un corderito que la respete, ni será el más estúpido de los Presidentes USA. Difícil igualar a Bush y a Reagan, por citar solo a dos de los que menciona Casado en su texto.

Y es que, aunque lo fuera, solo sería un títere más en las manos del complejo militar-industrial, como lo ha sido Obama, y serán sus consejeros, los lobbies de las grandes corporaciones industrilaes, financieras y de servicios los que se ocupen de hacer la política diaria de la Casa Blanca.

Mientras tanto sigan los progres, el Partido Demócrata, MoveOn, la plataforma de “activistas” profesionales y a sueldo, pagada por Soros, y sus sucursales en Europa y en España organizando la amnesia sobre lo que ha sido la Presidencia de Obama con el nuevo espantajo de las amenazas terribles que señalan nos traerá Trump.

Sin más, les dejo con el texto de Luis Casado sobre el próximo Presidente de los Estados Unidos.

                           ----------------------------------------
Una semana antes de la anunciada elección de Hillary a la presidencia de los EEUU difundí una nota titulada: “¿Y si gana Trump? No pasa nada”.

Tú me entiendes: nada, lo que se llama nada seguramente no. Yo quise decir nada excepcional –o nada tan desastroso– como para interrumpir la siesta parlamentaria, la modorra de La Moneda, el letargo ministerial. Eso.

Luego pasó lo que pasó: Trump obtuvo 2 millones 200 mil votos menos que Clinton, pero muchos más ‘grandes electores’, y dentro de cuatro días se instalará en la Casa Blanca. La diarrea planetaria tiene precedentes, sobre todo las provocadas por los pánicos económicos. Lo cierto es que de Angela Merkel a Bachelet, pasando por Mariano Rajoy, François Hollande y Theresa May, todos aprietan las nalgas esperando saber cómo viene la mano.

Entretanto, servidor persiste y firma. Donald Trump no me parece tener la envergadura que requiere un desastre como se pide.

Ricardo Lagos –megalomanía mediante– pudo engendrar el Transantiago, el MOP-Gate, los jarrones de Corfo, el tren Victoria-Puerto Montt, Inverlink, un ‘royalty’ que le ahorró 4 mil millones de dólares de impuestos a las grandes mineras y una larga lista de escándalos que él es único en haber olvidado.

Guardando las proporciones, Lagos se sitúa al nivel de su mentor Felipe González y sus salidas de madre con el GAL, Pablo Escobar, la trama de Filesa, Malesa y Time-Export, los sobresueldos con las platas reservadas, el caso Flick y el dinero de la fundación Friedrich Ebert, la venta de Rumasa al grupo Cisneros, y otros delitos no menores.

En los tiempos que corren, los presidentes suelen ser de una mediocridad abismante. No, yo no he mencionado a Sebastián Piñera ni a Bachelet. Me refiero a los presidentes de los EEUU.

Larry Schwartz publicó –en febrero del 2015– una reseña de algunos de ellos, y su nota vale el desplazamiento. Mira ver:

Algunos fueron brillantes, otros apenas pálidas ampolletas. Si tuviésemos que juzgar sólo por la variedad de su vocabulario, parecería que con el paso de los siglos nuestros presidentes se están poniendo cada vez más babiecas”.

Un análisis del diario The Guardian clasificó los discursos presidenciales por nivel de educación, utilizando el test de legibilidad Flesch-Kincaid.

George Washington y los Founding Fathers (los padres de la patria del imperio) obtuvieron nota 20, mientras que los presidentes actuales apenas llegaron a 10. No parece una coincidencia que los dos Bush –padre e hijo– estuviesen entre los más iletrados.

Entre las lumbreras se cuenta Thomas Jefferson. Como dice Schwartz, “Cualquiera capaz de redactar la frase ‘Tenemos esta verdad como evidente, que todos los hombres son creados iguales’, ya tiene mérito”.

El tercer presidente de los EEUU era una bala en matemáticas, filosofía, historia e idiomas: además del inglés dominaba el francés, el latín y el griego. Todo gracias a la escuela pública. Por mérito propio llegó a ser un gran arquitecto, horticultor, autor, inventor, músico (tocaba el violín, el cello y el clavicordio), jurista, ornitólogo, paleontólogo, arqueólogo y poeta.

En alguna ocasión, John F. Kennedy, dirigiéndose a un areópago de premios Nobel, declaró: “Me parece que esta es la más extraordinaria colección de talento y de conocimiento que jamás se haya reunido en la Casa Blanca, con la excepción de cuando Thomas Jefferson cenaba solo.”

Jefferson, para orgullo de los estadounidenses, no fue el único. En la lista de los presidentes que poseían un cerebro, y lo utilizaban, se cuentan James Madison, John Adams, Woodrow Wilson, Theodore Roosevelt y James Garfield. Gloria a ellos.

Entre los zopencos, matungos, alcornoques, babosos, bodoques, bolonios, borricotes, pelmazos y tontos de capirote hay que filtrar el género para no alargar la lista. Como es normal, algunos brillan –si oso escribir– con oscuridad propia.
Warren Harding Larry Schwartz se pregunta:

¿Cómo podemos juzgar la inteligencia de un presidente? Un método consiste en observar su comportamiento y, según ese estándar, Warren Harding –vigésimo noveno presidente– está en la breve lista de los peores mandatarios y fue, definitivamente, el más idiota de los Comandantes en Jefe.”

Harding era un senador indiferente, que se transformó en un presidente indiferente. En su discurso inaugural dijo: “Nuestra tendencia más peligrosa es esperar demasiado del gobierno, y al mismo tiempo hacer muy poco por él”. Schwartz asegura que Harding cumplió fielmente esto último. Durante su presidencia los escándalos aparecían detrás de cada puerta, y él mismo no se enteraba ni por la prensa.

Los republicanos le ungieron candidato en parte porque tenía buena pinta y en el año 1920 las mujeres votaban por primera vez. Desde luego Harding ni siquiera se molestó en ir a votar para acordarles ese derecho. Pero le gustaban las mujeres, a juzgar por sus numerosos líos extramaritales. También organizaba fiestuzas en la Casa Blanca, muy bien regadas con alcohol, algo un poquillo fuera de lugar visto que su presidencia tuvo lugar en medio de la Prohibición.

H.L. Mencken –periodista, editor y crítico social, conocido como el "Sabio de Baltimore", considerado uno de los escritores más influyentes de los EEUU de la primera mitad del siglo XX– dijo de Warren Harding:

Escribe el peor inglés que jamás vi. Me hace pensar en una fila de esponjas húmedas; en andrajos colgados; en una sopa de frijoles podridos, en alaridos académicos, en perros ladrando estúpidamente durante noches interminables”.

Para desmayo de los yanquis, si Warren Harding fue el peor, no fue el único. En la lista de Schwartz figuran –en lugar destacado– George W. Bush, Andrew Johnson, Gerald Ford y Ronald Reagan.

George W. Bush
A pesar de haber desertado la guerra de Vietnam enchufándose en la Air Force Reserve, y de haber fracasado en numerosos emprendimientos, W. Bush aprovechó su ineptitud llegando a ser un inútil Gobernador de Texas allí donde el Gobernador –por Ley– literalmente no hace nada. Luego devino el cuadragésimo tercer presidente de los EEUU.

Ni siquiera se enteró de la llegada de la gigantesca crisis económica que hundió el planeta, y en los últimos meses ni siquiera le dejaron participar en las reuniones del gobierno. Como presidente se tomó exactamente 879 días de vacaciones, más de dos años del tiempo de su mandato. En sus propias inmortales palabras, “Pasará mucho tiempo después de mi partida antes de que alguna persona inteligente llegue a comprender lo que pasó en esta Oficina Oval”.

Andrew Johnson
El décimo séptimo presidente de los EEUU fue un borrachín, un pechoño y un líder desastroso. Sucedió a Abraham Lincoln, y es difícil imaginar dos personalidades más alejadas intelectualmente. Aún cuando era partidario del esclavismo, durante la Guerra Civil se mantuvo en el campo de la Unión con el fin de satisfacer sus ambiciones presidenciales.

Cuando Lincoln -baleado- estaba muriendo, no encontró nada mejor que emborracharse. Al morir Lincoln tuvieron que despertarle para que jurase el cargo. Aún borracho, “los ojos hinchados, el pelo cubierto de lodo de la calle”, hizo un discurso inaugural digno de ser olvidado, para decirlo diplomáticamente. Más tarde fue inculpado, aún cuando escapó milagrosamente de ser condenado y destituido del cargo.

Gerald Ford
El trigésimo octavo presidente llegó al poder cuando Nixon dimitió para evitar la destitución en razón del escándalo del Watergate. En la Universidad, Gerald Ford se destacó jugando fútbol americano. Habida cuenta de sus inhabilidades, Lyndon Johnson pudo declarar que Ford “había jugado demasiado fútbol sin el casco”. En otra ocasión, Johnson afirmó: “Jerry Ford es tan idiota que no puede tirarse un pedo y mascar chicle al mismo tiempo”.

Schwartz agrega que si alguien dudase de lo cretino que era Gerald Ford, una de sus frases bastaría para convencerle: “Si hoy día Lincoln estuviese vivo, se daría vueltas en su tumba” (sic).

Ronald Reagan
Del cuadragésimo presidente de los EEUU se cuentan historias. Interrogado por un periodista acerca de la hora tardía en que llegaba a la oficina, y lo temprano que se iba, respondió: “Es cierto que el trabajo no mata, pero… ¿para qué correr riesgos?” En las reuniones del G7 se sentaba junto a los otros seis mandatarios, contaba el último chiste y se iba.

Alarmado por la dimensión gigantesca que adquiría la deuda pública del gobierno federal, un periodista le preguntó qué pensaba al respecto. La respuesta de Reagan: “La deuda ya está bastante grandecita para cuidarse sola”. En la práctica Reagan no gobernó, dejándole esa aburrida tarea a sus colaboradores. A Ronnie le gustaba hacer discursos. Una de sus frases célebres, pronunciada con una sonrisa y un guiño: “Los hechos son cosas estúpidas”.

Hasta donde uno puede juzgar, Donald Trump está lejos de ser un Jefferson, pero nada asegura que sea un Ronald Reagan. Si el primero era un brillante intelectual, y el segundo un papanatas, Donald Trump parece navegar en las procelosas aguas de la medianía, ya se verá si podemos llamarla mediocridad.

Visto a la distancia, Trump no parece más idiota que W. Bush, ni más proteccionista que Washington, Hamilton, Clay o Lincoln, ni más reaccionario, brutal y grosero que Nixon, ni más putero que Kennedy, ni más irresponsable que Bill Clinton.

Como todos los presidentes del imperio, Trump está rodeado de intereses creados, del complejo militaro-industrial, de Wall Strett, la banca, las compañías de seguros, big business, el Congreso, la FED, los gobiernos estaduales y una nube de cabilderos voraces y venales.

Sus diatribas contra la gran industria –que ante la duda prefiere ser obediente– tienen un regusto a desplante torero, a un muy machacado “deténganme que si no lo mato”. El mundo es algo más que eso. Por el momento, los “mercados” no se inmutan. Como siempre, consideran que hasta una pasajera fiebre proteccionista es “una oportunidad de negocio”.

Servidor toma palco, se arrellana y observa. Ya veremos.

16 de enero de 2017

INTERMÓN OXFAM Y EL CÁNDIDO CUENTO DE LA REDISTRIBUCIÓN

60 años viviendo del cuento y 2.000
 contando el mismo cuento
Por Marat

No puedo con los curas. Se me atragantan. Y no porque no admita que hay dentro de ellos una parte realmente comprometida con un mundo de justicia e igualdad reales pero su tendencia a buscar la vía más pacífica y pacifista para lograrlo les lleva a esconder las causas reales de la desigualdad. Por lo mismo no puedo ni soporto a la vieja socialdemocracia ni menos aún a los progres, que ya han olvidado incluso las raíces de la desigualdad en una estructura de clases que se asienta en la explotación dentro del mundo laboral y en la apropiación del trabajo ajeno. Esto para no hablar de plusvalía, que a algunos les suena a “viejo comunismo rancio de Marx”, aunque no conocen nada de Marx, ni siquiera a través de la vía falsificada de los planes de estudio de los que ha sido excluido ya hace años. Pero los ignorantes tienen un inmarcesible apego a dar lecciones de “cuñao” de lo que ni siquiera alcanzan a hablar de oídas.

Lo de los curas va por Intermón Oxfan. Esta organización (ONG), plagada de profesionales a sueldo a costa de la pobreza, nació católica en 1956 y ligada Secretariado de Misiones y Propaganda de la Compañía de Jesús (los jesuitas). Era entonces una organización asistencialista. Hoy, más laica formalmente, sigue manteniendo vínculos con los jesuitas y con la misma orientación de dar cataplasmas a la pobreza.

Para Intermón Oxfam es necesario luchar contra la pobreza mediante un mayor aumento del gasto público (de los Estados) para hacer frente a la lucha contra la pobreza global y la desigualdad.

En su último informe, “Una economía para el 99%”, esta ONG se plantea la necesidad de “repensar el modelo económico”. Cada vez que escucho o leo la palabra repensar sé que estoy ante un vendedor de humo, que no tiene intención alguna de transformar la realidad. A estas alturas del capitalismo ya debiéramos saber dónde se produce el origen de la desigualdad, que no es ni en la cuna ni en la diferencia de salarios, por adelantar alguna conclusión sobre dicho informe.

Y cada vez que leo o escucho a alguien hablar del 99% y del 1% sé que un charlatán quiere jugar al engaño. No hay un 99% de personas oprimidas por un supuesto 1% porque el capitalismo es una estructura social que requiere de algo más de base que el 1% y porque de las estructuras de dominación de la burguesía participan otros sectores que no son los plutócratas más megaricos. Está toda esa clase alta, media-alta y media, que tiene medios de producción propios, contrata trabajadores y los sobreexplota con salarios de miseria, largas jornadas laborales, contratos basura, represión y amenazas de despido si se quejan. Así que esos no son oprimidos y, francamente, si los muchimillonarios, al concentrar su riqueza, amenazan la estabilidad de los sectores de las medianas y pequeñas empresas no seré yo quien llore por ellos. No me hablen de que crean empleo porque, mucho de ese empleo es de tipo inducido; es decir, que proviene del que genera indirectamente el gran capital, que también es enemigo y opresor de la clase trabajadora.

Y es que muchos, iletrados, ignorantes o gentes de mala fe, tratan de desvincular pobreza y clase social. Pero “los pobres” pertenecen a una clase social determinada, cada vez más trabajadores ocupados están bajo el umbral de la pobreza y los parados tampoco pertenecen a los ricos (la burguesía capitalista, que decimos los comunistas rancios).

Cuando se alude al “modelo económico”, y no al sistema económico, de lo que se está hablando es de una forma de lograr productividad, crecimiento y redistribución pero sin poner en tela de juicio las bases sociales de ese sistema económico que no son otras que el trabajo asalariado, unas relaciones sociales de producción capital-trabajo, una propiedad privada de los medios de producción y, consecuentemente a lo que acabo de señalar, una apropiación privada del beneficio. Y es aquí donde se encuentra la madre del cordero. Éstas y no otras son la base de la desigualdad y de la pobreza.

Una propiedad social (no digo simplemente estatal) de los medios de producción conllevaría, inevitablemente, un reparto más justo e igualitario de la riqueza nacional e internacional, si dichas relaciones sociales de producción cambiasen desde la base e implicasen un intercambio justo y equivalente entre los países.

Pero Intermón Oxfam pretende personalizar, en lugar de hablar de un sistema de relaciones sociales dentro del mundo empresarial, y contarnos que entre Amancio Ortega, de Inditex, su hija Sandra Ortega y Juan Roig, de Mercadona acumulan tanta riqueza como el 30% más pobre de España. Prefiere contarnos también que en nuestro país el ejecutivo que más cobra tiene un sueldo 96 veces superior al empleado medio,

Cuando las cifras son escandalosas bloquean el pensamiento y la capacidad de reflexionar sobre las raíces reales de la desigualdad.

De este modo Intermón Oxfan puede vendernos que hay que hacer políticas fiscales más redistributivas y subir los salarios a 1.000 euros para que haya un reparto más equitativo de los bienes como, si el Estado, que es el destinatario de tales peticiones, no fuera el Estado de una clase social concreta y como si la burguesía fuese a permitir que se dañara su tasa de acumulación, vía impuestos o vía salarios más elevados.

A base de cifras escandalosas, los curas y sus laicos monaguillos pretenden hacernos tontos, que nos conformemos con unas migajas más, que no nos van a ser concedidas sino en la medida en que podamos consumir más y hacer más ricos a a los ricos para los que estas gentes bondadosas rezan y trabajan, que no queramos cortar el nudo gordiano del capital que nos atenaza y que jamás reclamemos para nosotros, no ya el fruto de nuestro trabajo, que siempre será un salario, mayor o menor pero injusto, sino la abolición de unas relaciones contractuales en la que la producción es social pero la riqueza es privada.

¿Nos sorprende que la cumbre de los megaricos en Davos arranque, mañana martes 17 de Enero con la cuestión de la “reforma del capitalismo” en su agenda, el mismo cuento que el G-20 propuso en 2009? No debiera. Las religiones y los capitalistas ponen de manera eterna el la zanahoria delante del burro; una zanahoria que el asno nunca llegará a alcanzar mientras la misma mano sujete el palo del que cuelga.   

Pero eso sería socialismo, algo defendido por comunistas. Y ya se sabe que los que nos acunan y duermen con cuentos, recordando a León Felipe, son mucho más eficaces -pregúntense para quienes y con qué objetivos- que las arengas que les soltamos los rancios marxistas.

UN BERGOGLIO FICTICIO

Horacio Verbitsky. Página12

El guionista y coautor de la serie “Llámenme Francisco” admitió que no todos los hechos que se narran son ciertos ya que se trata de una obra de ficción (según el mataburros de los académicos españoles una invención, cosa fingida), y que como provincial de los jesuitas Jorge Bergoglio colaboró con la dictadura menos que otros jerarcas católicos.

En un reportaje concedido a la agencia Paco Urondo, Martín Salinas respondió de ese modo a una pregunta sobre mi nota “La mala conciencia del pontífice”, en la que señalé la falsificación de hechos reales en la serie producida por la plataforma Netflix. También explicó que la tergiversación se debe a simpatía política por las posiciones que el ex provincial jesuita Jorge Bergoglio asumió al transfigurarse en papa Francisco.

APU: ¿Leyó el artículo del periodista Horacio Verbitsky en Página12 sobre la serie?

MS: Sí, yo valoro el asunto desde otro lugar. Esto es ficción. No es la primera vez que me toca ficcionalizar una vida. Pienso que el personaje que quisimos contar es una mezcla del verdadero Bergoglio con un Bergoglio que es muy importante en la actualidad, por lo que representa políticamente. Cuando construís eso estás adoptando una posición política que no tiene que ver con la cosa chiquita o personal de si tengo razón o no la tengo, o si él fue malo o no fue malo. Bergoglio canaliza hoy la energía de todo un continente. Tuvimos la posibilidad de reforzar la parte que nos pareció importante. Francisco es un compañero de ruta, está enfrentado a muchas cosas a las que nos enfrentamos muchos de nosotros. Estamos contando sobre un tipo que tiene contradicciones. Respeto que Verbitsky diga lo que diga.

APU: Si leo entrelíneas lo que me está diciendo, usted podría aceptar algunos planteos de Verbitsky. Pero se privilegió en la serie una mirada determinada sobre el personaje, a partir del rol que hoy cumple Francisco.

MS: No se trata de aceptar o no aceptar. Lo importante es que hay un ser humano que tiene que tomar decisiones en un momento determinado. No puedo contar todo. Elegimos algunas cosas sobre otras. No creo que haya colaborado con los militares en la medida en que lo hicieron otros. No voy a entrar en polémicas porque respeto a Verbitsky como periodista.

Salinas afirma que Bergoglio “ayudó a mucha gente, pero por supuesto la Iglesia que integró se calló sobre los 30 mil desaparecidos. De eso no cabe ninguna duda. No es invento chino que él ayudó a mucha gente. La película cuenta también que el personaje ni nadie de la iglesia abren la boca sobre los desaparecidos”.

Es decir que el guionista de la serie no niega que:

  • la jefa del verdadero Bergoglio en un laboratorio químico, Esther Balestrino de Careaga, no era una comunista atea sino una militante del Partido Febrerista paraguayo, una organización de centro izquierda afiliada a la mansa internacional socialista.
  • los tres seminaristas riojanos protegidos por Bergoglio a pedido de su obispo Enrique Angelelli (y no una docena como muestra la serie) siguieron sus estudios en el colegio jesuita de San Miguel durante el gobierno peronista (del que Bergoglio fue colaborador a través de su amigo el coronel Vicente Damasco) y no bajo la dictadura.
  • la brutal irrupción de un pelotón militar en el Colegio Máximo, que revisa habitación por habitación armas en mano, derriba puertas y golpea a mansalva a quienes se cruzan en su camino, nunca se produjo. Lejos de correr esos riesgos, Bergoglio permitía que los militares almorzaran en el comedor del Colegio, de donde salió la patota que secuestró al médico y militante Lorenzo Riquelme.
  • el sacerdote Miguel González, que hacía trucos de magia y colaboraba con los militares, no hubiera podido desempeñarse sin autorización de Bergoglio como capellán de las unidades del ejército en Campo de Mayo, donde fue denunciado por participar en sesiones de tortura.
  • el rol de Bergoglio en el secuestro de los sacerdotes jesuitas Orlando Yorio y Francisco Jalics fue tratado con extrema benevolencia, mediante la alteración cronológica de los hechos. (En una escena, Jalics presenta en la villa del Bajo Flores a Yorio y el Provincial, cuando ambos se conocían desde los tiempos en que Yorio era profesor de Bergoglio, quien aún no se había ordenado como sacerdote. Los amigos de Yorio creen que además de las razones políticas también influyeron en lo sucedido los celos del joven provincial por su ex profesor, que a diferencia de Bergoglio era un teólogo reconocido. En otra toma, Bergoglio les explica el riesgo que corren en la villa y les advierte que el arzobispo de Buenos Aires Juan Aramburu podría quitarles la licencia para decir misa. Yorio explicó hasta el cansancio antes de morir en el año 2000 que Aramburu pudo quitarles las licencias porque antes Bergoglio los separó de la Compañía de Jesús).
  • la relación de Bergoglio con el jefe de la Marina e integrante de la junta Militar, Emilio Massera, no fue como muestra la serie. La ceremonia en la cual la Universidad del Salvador le otorga un profesorado honoris causa ocurrió trece meses después de la liberación de ambos sacerdotes, no antes como muestra la serie, que incluso imagina la negociación en la que Massera sonríe complacido ante la sugerencia de un emisario de Bergoglio.
Por último, un descargo personal: yo también coincido con algunas definiciones conceptuales del Papa pero no admito el blanqueo retrospectivo ni me parece saludable que la política argentina gire en torno de la retrógrada institución eclesiástica y el peregrinaje al Vaticano. A la luz de la conducta previa de Bergoglio me permito dudar de la sinceridad de Francisco y también me pregunto si hay algo más que gestos dirigidos a recuperar alguna credibilidad para la monarquía confesional que conduce, de nefasto rol en nuestra historia.

NOTA DE EDITOR DE ESTE BLOG
Dedico este texto ajeno a Fray Coleta Morada (Pablo Iglesias), beato de la orden podemita y devoto entusiasta de Bergoglio: “Bravo, Bergoglio”

Estimado lector, puede que también le interese: INTERMÓN OXFAM Y EL CÁNDIDO CUENTO DE LA REDISTRIBUCIÓN http://marat-asaltarloscielos.blogspot.com.es/2017/01/intermon-oxfam-y-el-candido-cuento-de.html

13 de enero de 2017

PRÓXIMA RESOLUCIÓN “NI-NI” Y ANTISIRIA DE “IZQUIERDA UNIDA”

Por Marat

Les presento el documento que el próximo sábado 14 de Enero será, sin lugar a dudas, aprobado por la Comisión Coordinadora Federal de IU, el equipo de Gobierno de Alberto Garzón. En el orden del día hay una resolución sobre Siria a debate y aprobación. Ha sido elaborada por la eurodiputada Marina Albiol y es de una equidistancia repugnante que sirve para ir aproximándose a las posiciones del imperialismo norteamericano defendidas por yihadistas como Santiago Alba Rico y su partido Podemos.

Como IU no puede dar un salto en el vacío sin que se le acuse de abiertamente partidario del terrorismo yihadista, lo hará por fases. Y en ese proceso esta resolución cubre una etapa.

Obama se despide queriendo dejar atado y bien atado el asunto sirio. Los servicios de orden del imperialismo norteamericano en España muestran una vez más cuál es el papel de eso que muchos se empeñan en reivindicar, la llamada “izquierda”.

He marcado en negrita los aspectos en los que mejor se percibe la naturaleza lacayuna de IU ante la guerra en Siria. Desde la equidistancia respecto a los contendientes, hasta la carga de la culpa “original” en el gobierno sirio, pasando por la negación de que dicho gobierno tenga el derecho internacional a llamar en su ayuda contra el terrorismo, con base en Washington, Israel, Turquía y Arabia Saudí, a países que puedan prestarle ayuda o el apoyo al separatismo kurdo, IU ha entrado en el museo de la infamia, cosa que no debiera sorprender porque no vienen de ahora este tipo de actitudes. Recordemos que hace 14 años Luis García Montero, el que defendía las esencias de IU frente al garzonismo, reclamaba “libertades” para Cuba y que Javier Couso firmaba en 2011 un manifiesto repulsivo, auspiciado por los trotskistas de Izquierda Anticapitalista sobre las “revoluciones árabes de 2011, también la de Siria”

Dado que habrá quienes intenten desmentir este documento, añado el enlace al mismo. La negación de su existencia tiene un cortísimo recorrido, ya que de modo casi inmediato a la reunión de los infames del sábado 14 será conocida dicha resolución.

En cualquier caso, al final del citado texto aclararé cuáles son mis posiciones sobre la guerra en Siria, ya que canallas y estúpidos suelen manipular las posiciones con el fin de hacernos pasar a todos por el tamiz de la simplificación y de la propaganda.

El pueblo sirio lleva cinco años sumido en una guerra en la que han perdido la vida más de 250.000 personas y que ha provocado el desplazamiento forzoso de hasta 11 millones de sirias y sirios. Desde Izquierda Unida siempre hemos defendido una posición de compromiso con la paz y los derechos humanos que se ha materializado en nuestro rechazo a las diferentes guerras e intervenciones armadas producidas en Oriente Medio y diferentes países africanos, y cuyas consecuencias vienen sufriendo los pueblos de estas regiones hasta hoy.

Oriente Medio es una región que ha sufrido diversas guerras que calificamos como imperialistas por el interés económico capitalista que las ha guiado, así como por la idea de dominación política indirecta que ha pretendido establecer desde el exterior para mantener este interés. Iraq o Afganistán fueron el escenario de guerras provocadas por Estados Unidos que resultaron clave para desestabilizar gravemente toda la región, afectando esta vez también a Europa, y siguieron este patrón. Dotada de grandes recursos de hidrocarburos, situada en una zona de vital importancia estratégica desde el punto de vista económico y político, Oriente Medio cuenta desde hace décadas además con la tensión añadida de la agresión sionista del Estado de Israel al pueblo palestino, así
como con diversos actores internacionales en pugna a partir de diversas y precarias alianzas.

Por ello mismo, la solidaridad de Izquierda Unida está con los sirios y sirias en esta Guerra de Proximidad. Calificamos de esta manera a las guerras en las que se miden las fuerzas potencias extranjeras, tal y como ocurre hoy en Siria, un país utilizado como tablero de juego por diferentes actores geopolíticos regionales y globales con el pueblo sirio como rehén.

En marzo de 2011 comenzaron una serie de protestas en Damasco contra las políticas económicas del Gobierno de Bashar al-Assad, así como para reivindicar mayores libertades democráticas. El Partido Árabe Socialista Baath ha gobernado Siria desde 1963, y a pesar de su posicionamiento económicamente progresista y laico en sus inicios, desde la década de los noventa se vivió una oleada de privatizaciones, así como la apertura del país al capital privado proveniente, mayoritariamente, de las petro-dictaduras del Golfo Pérsico. Esta política tuvo su corolario en el acuerdo firmado con el Fondo Monetario Internacional en 2006 que imponía duras medidas de congelación de los salarios, recortes en servicios públicos, y el fin de la financiación pública de sectores productivos como la industria o la agricultura. Esto llevó a un encarecimiento de productos básicos y a una subida sustancial de la tasa de paro (con un desempleo juvenil cercano al 40%, en un país en el que 2011 el 55% de la población era menor de 25 años) y de pobreza. Las protestas que nacen de este descontento son las que pasan a ser duramente reprimidas por el Gobierno de al-Assad, quien además no duda en caracterizar estas reivindicaciones de clase como si de un conflicto religioso se tratasen, una instrumentalización de este elemento con fines tanto internos como externos por parte de un Gobierno que aunque nominalmente laico no duda en apoyarse en
las autoridades religiosas.

Las aspiraciones populares legítimas y movimientos de protesta que conformaron los Comités de Coordinación Locales, tras la represión del Gobierno y la entrada de elementos extranjeros en 2012 dan paso a un conflicto armado, en el que fuerzas imperialistas luchan para controlar el territorio. A través de la financiación procedente de una serie de fundaciones con sede en las monarquías teocráticas del Golfo Pérsico, se arma y entrena a elementos terroristas para el combate en Siria. Estas milicias, cuya financiación a través de estas fundaciones muchas veces tiene su origen en las potencias otanistas, se hacen fuertes sobre el terreno y sustituyen progresivamente a la mayoría de la oposición democrática. Con la presencia sobre el terreno de al-Qaeda (que ahora se denomina Fatah al-Sham en Siria) y, sobre todo, con la fundación del grupo terrorista Daesh en 2014, se consolida una toma de poder por parte de estos grupos sin precedentes, con las consecuencias de represión y asesinatos que ha conllevado. Cabe destacar y condenar la injerencia que supone la complicidad de los Gobiernos occidentales con estos grupos, a los que han armado y entrenado, además de las intervenciones directas de ejércitos como el estadounidense, el francés o el turco. Además, se ha colaborado en la creación de una serie de estructuras que les han dado continuidad a partir de los beneficios que se han generado por el comercio de armas o recursos naturales a través de la frontera con Turquía. Se produce además en el marco de un Oriente Medio devastado por una serie de guerras imperialistas para situar una región rica en recursos naturales al servicio de los intereses económicos de las grandes empresas transnacionales.

Por otra parte, el Gobierno de al-Assad llama a la participación de fuerzas extranjeras para defender sus posiciones, y entran en el país milicias del partido libanés Hezbollah, del ejército de la República Islámica de Irán, y comienza a participar en la Guerra el Ejército ruso. De esta manera (y con la posterior entrada de Turquía), queda clara la naturaleza de un conflicto de carácter global, en el que combaten los dos grandes bloques políticos que actualmente existen en Oriente Medio (y sus respectivos valedores internacionales) para controlar una zona de elevadísimo valor geoestratégico.

Este conflicto tiene además una vertiente de género, en el que las mujeres han sufrido la violencia de una forma mucho más cruel. La violencia sexual o la trata de mujeres han sido utilizadas como arma de guerra, particularmente por grupos como Daesh o Fatah al-Sham que han hecho de la opresión y la violencia de género una parte central de su proyecto fascista.

Durante todo este proceso, en las zonas de mayoría kurda del norte de Siria se ha producido un proceso emancipador en la zona de los tres cantones de Rojava, que se ha convertido en un auténtico ejemplo de transformación social. Las Unidades de Protección del Pueblo (YPG) no sólo han luchado sobre el terreno contra el Daesh, sino que a través de la organización popular han puesto en práctica una serie de medidas conocidas como confederalismo democrático basadas en la autonomía local, la igualdad de género y la colectivización de las tierras y los recursos. Este empoderamiento del pueblo kurdo ha generado la intervención sobre el terreno de Turquía, que ha atacado sus posiciones tras haber asistido con pasividad, cuando no complicidad, al auge del Daesh en su entorno y el uso que hacían de su propio territorio para sostenerse económicamente.

Durante todo este proceso se ha vivido además el movimiento de población más grande que se conoce desde la Segunda Guerra Mundial. Más de 11 millones de personas se han visto forzosamente desplazadas, y hasta cinco millones de ellas han tenido que salir del país. Ante esta situación la Unión Europea no sólo ha mirado hacia otro lado, sino que en su afán por asemejarse a la extrema derecha ante el auge de ésta ha endurecido activamente su política de fronteras, con la reforma de todos los reglamentos de migración y asilo que han reforzado las fronteras, militarizado el mar Mediterráneo, e imposibilitado el cumplimiento de la legalidad internacional en materia de asilo. Además, ha puesto en práctica el modelo de externalización de fronteras con Turquía, que viola los derechos de quienes huyen y genera una situación de precariedad de la que se están
aprovechando los poderes económicos, que obtienen así mano de obra en condiciones de esclavitud. De esta manera la UE está dando además sostén político al Gobierno de Erdogan, que está cometiendo una auténtica masacre en las zonas de mayoría kurda, reprimiendo y encarcelando a la izquierda social y política, y recortando derechos y libertades a través de los despidos masivos entre el funcionariado o el cierre de medios de comunicación y encarcelamiento de periodistas.

Por todo ello desde Izquierda Unida:
- Mostramos nuestra solidaridad con el pueblo sirio frente a la devastación sufrida por esta Guerra imperialista y nuestro compromiso con la paz y los derechos humanos. Condenamos cualquier tipo de injerencia extranjera en este conflicto que debe resolverse aportando soluciones políticas para el pueblo sirio y no en beneficio de actores internacionales que buscan controlar una zona de elevado valor geoestratégico por su posición geográfica y su espacio como puente para el paso de hidrocarburos a Europa.

- Apoyamos el proceso de transformación social que se está produciendo en los cantones de Rojava, y defendemos su derecho a la autodeterminación. Damos nuestro apoyo además a la YPG y la YPJ (su organización hermana formada por mujeres) en la batalla que libran contra el Daesh, así como el Partido de la Unión Democrática (PYD). Están demostrando cada día que la lucha contra el fascismo y la transformación social no sólo pueden, sino que deben darse a la vez. El modelo de confederalismo democrático es ahora mismo un rayo de luz en una región asolada por la violencia y las posiciones reaccionarias.

- Condenamos firmemente la acción de los grupos terroristas Daesh, Fatah el- Sham, y el resto de grupos que instrumentalizan la religión para imponer una agenda fascista. La agenda de estos grupos, financiados, armados, y entrenados desde Occidente y las monarquías teocráticas del Golfo Pérsico, es incompatible con la resolución de la Guerra en Siria, con la defensa de los derechos humanos y con el fin del terrorismo internacional.

- Condenamos la acción de Turquía, que no sólo ha entrado en terreno sirio para reprimir al pueblo kurdo, sino que ha utilizado la guerra para imponer una política interna de represión y violencia contra la oposición y el conjunto de la izquierda social y política kurda y turca ante el silencio cómplice de Occidente.

- Exigimos el cumplimiento de la legislación internacional para con los millones de personas que huyen de la violencia en Siria, empezando por la Convención de Ginebra de 1951 sobre refugiados. Reclamamos la apertura de vías legales y seguras de acceso a Europa, la expedición de visados humanitarios en las embajadas y consulados europeos en Oriente Medio, y la concesión del estatus de refugiado a quienes cumplan los requisitos para ello, sin entrar en criterios cuantitativos que contravienen los tratados internacionales en materia de asilo.

- Defendemos un proceso de paz auspiciado por la ONU en el que se dé una salida política al conflicto, comenzando por un alto al fuego que incluya a todas las fuerzas beligerantes y que incluya la retirada de cualquier tipo de presencia militar extranjera de Siria, incluidos los grupos terroristas. En dicho proceso de paz han de tener cabida todos los actores políticos, sin vetos, que apuestan por una salida democrática y laica al conflicto, garantizando los derechos democráticos del pueblo sirio, sin la tutela de potencias extranjeras, tal y como señalan las diferentes resoluciones de las Naciones Unidas al respecto. Dicho proceso de paz debe contener además una investigación que esclarezca los crímenes de guerra cometidos, y debe establecerse una justicia para la paz para que éstos sean juzgados. Exigimos el final inmediato de la ocupación sionista de los Altos del Golán.

NOTA DEL EDITOR DE ESTE BLOG (2):
Ignoro si fue el senador estadounidense Hiram Jonhson o el dramaturgo griego Esquilo el autor de la frase “la primera víctima en una guerra es la verdad”. Es muy cierto este aserto. Quiero dejar claro que no soy ciego ante él ni caigo en la trampa de ser un propagandista de un lado u otro del sistema imperialista mundial en liza en medio del tablero sirio.

Cuando hablo del sistema imperialista mundial lo hago desde la fidelidad al análisis de Lenin sobre el imperialismo como sistema global con distintas potencias enfrentadas entre sí.

Dicho esto, soy consciente de que hay pueblos y gobiernos que no tienen la oportunidad de elegir ni a sus enemigos, que caen sobre ellos como aves de rapiña, ni a sus amigos que, con frecuencia, han de elegir entre lo “disponible”.

Y todo eso con las contradicciones de la naturaleza imperialista y geoestratégica de los países que ayudan al gobierno sirio. Pero en el lado contrario, quienes armaron, financiaron y aún apoyan al terrorismo yihadista no pueden dar lecciones de nada, salvo que sea de cómo extender la muerte y el terror en espera de lograr sus propios objetivos imperialistas.

El gobierno del presidente al Assad no es socialista. Ni falta que le hace para contar con mi apoyo y el de cualquier antifascista y ser humano que sepa distinguir que la pelea no es ya, ni siquiera entre el progreso y la reacción, sino entre la civilización y la barbarie asesina. Cierto que la lucha por defender la civilización hay ocasiones en las que no puede sustentarse en la bandera blanca de la paz sino que ha de defenderse desde la boca de los fusiles. Pasó lo mismo en el Madrid del “no pasarán” contra las hordas del nazifascismo, mientras las “democracias” capitalistas occidentales miraban a otro lado, cómplices de ese monstruo que luego les haría pagar su colaboración en el hundimiento de la II República española.

Hoy los partidos quintacolumnistas de los “progres” representan un sicariato de los amigos de la guerra aún más indigno que el que significó durante la I Guerra Mundial la gran mayoría de la socialdemocracia europea.

Ni esa república hubiera sido a lo que yo aspirase, de haber vivido en ella, ni el gobierno sirio es la sociedad socialista por la que lucho, si viviese en ese país. Solo representaba/representa un bastión contra el terror fascista y criminal occidental o con barba yihadista. Nada más y nada menos. Entonces y hoy no entender eso o negarlo es ser un criminal y un secuaz de lo monstruoso o un imbécil.

Que el panfleto llamado El Diario publicase una bazofia en la que se comparaba la defensa del Madrid antifascista con la del yihadista Alepo indica bien a las claras lo que representa hoy el mundo de los progres, que algunos siguen empeñados en llamar “la izquierda” y que no es otra cosa que parte integrante de la gendarmería ideológica capitalista.


Pero es que además mienten cuando tratan de legitimar el levantamiento contra el gobierno sirio desde una represión previa basada en unas supuestas protestas cívicas, pacíficas y democráticas. Falsifican la realidad y lo saben. la represión comenzó, de forma razonable cuando en las protestas sectores violentos comenzaron a disparar y a matar policías. Lo que en un país pretendidamente democrático se "justifica" como legítima defensa del Estado frente a la provocación violenta parece tener para los cínicos "progres" otra vara de medir si se trata de Siria.  

Este tipo de canalladas que hoy perpetra Izquierda Unida no deben sorprender en un engendro político dirigido por el Partido (Anti) Comunista de España, ese que tiene por medio de propaganda un libelo llamado “Mundo (Anti) Obrero” que premió el pasado año a una amiga de los yihadistas, la progre de El Diario, Olga Rodríguez.

De la inmundicia de resolución que será, sin ningún lugar a dudas, aprobado por la dirección de la organización-zombie IU cabe extraer algunas conclusiones:
  • El momento en el que se hace: cuando más evidente es lo que representa la agresión de los terroristas mercenarios extranjeros contra Siria y su Estado y cuando ha sido derrotado dicho terrorismo. Ello indica la debilidad de ese conglomerado internacional de agresores y la supeditación de IU a tales objetivos, cuyo precio acabaremos sabiendo más temprano que tarde. La exigencia en la propuesta de resolución, cuando el Daesh, Al Nusra y otros grupos asesinos están siendo derrotados, de “alto al fuego que incluya a todas las fuerzas beligerantes y que incluya la retirada de cualquier tipo de presencia militar extranjera de Siria”, indica la degeneración, de arriba a abajo, de IU y su prostituido papel político al servicio del imperialismo norteamericano. Si los criminales han sido derrotados que, al menos, puedan negociar y si Estados Unidos ya no pinta nada en Siria, que no pinte nada tampoco cualquier otra potencia que haya ayudado al gobierno sirio. Esto es lo que hay detrás de tal propuesta.
  • El carácter de comparsa de IU respecto a personajes siniestros como Santiago Alba Rico y su secta podemita, que coinciden en tal demanda.
  • La obsesiva carrera de dicha pandilla “política” por homologarse dentro de la UTE (Unión Temporal de Empresas) de voceros mediáticos, progres de salón e "intelectuales" a sueldo de los intereses de Estados Unidos y ser aceptados mediante un lenguaje que les aproxime al papel de todos ellos como cortejo de lameculos de dicho país.
A partir de las 21 horas del viernes 13 de Octubre parece que la victoria de los que aún tragan dentro de IU es haber logrado que Marina Albiol finalmente no presente esa propuesta de resolución. 

Jamás se preguntarán qué hay en la naturaleza política de la militancia de IU/PCE que permite que se llegue hasta donde ha llegado Marina Albiol sin mayor escándalo que hasta  el día en el que sus siglas (quizá crean que las de IU son tan heroicas como las del PCE de la clandestinidad o que los méritos se heredan) empezaron a estar en peligro.

La base que conforma IU va o viene según suene la trompeta. Hace 3-4 años gran parte de ella decía "esto se resuelve con 40 diputados" y hasta hace 3 meses algunos proclamaban "lanzaron Podemos cuando teníamos un 15% en las encuestas". Tienen cabeza de urna, como todo pequeñoburgués. La llamada resistencia jamás se preguntará qué hay en la naturaleza de ese lugar de indignidad que permite que se haya llegado hasta donde se ha llegado y solo con un cierto escándalo de una parte de la militancia ahora y no cuando nació IU con el Partido Humanista, los Carlistas, serios problemas del PCE para decir "bases fuera" y etc, etc.