Silvia
Padrón.
cuartopoder
El
pueblo griego sometido desde hace tres años a recortes en los salarios, las
pensiones, los servicios públicos y enfrentado a la pobreza y los suicidios,
aún ha tenido que vivir otra experiencia negativa más: el cierre por sorpresa
de la Radio y Televisión Pública griega, la ERT. Agotados por las huelgas
generales y las protestas han sacado fuerzas para concentrarse en las
delegaciones de la televisión en Atenas y el resto de centro territoriales para
apoyar a los periodistas que están encerrados defendiendo su trabajo y el
servicio público.
“Desde el gobierno no han calibrado la
repercusión que iba a tener el cierre, no han tenido en cuenta la emoción del
pueblo griego para el que la señal de radio simboliza mucho desde la Segunda
Guerra Mundial y la invasión de los alemanes y la televisión, a la que se
sienten unidos desde la dictadura de los generales”. Quien
esto nos cuenta es una trabajadora despedida, por sorpresa, la corresponsal de
ERT en España, Dora Makri, que nos asegura que lleva un día
entero sin dormir y casi sin comer.
“Hace un rato -añade- la
Orquesta y Coro de ERT estaban en el patio del edificio de la televisión,
tocando el himno nacional. El servicio que ofrece la radiotelevisión pública no
puede ofrecerlo ninguna empresa privada porque no es rentable, tenemos una
orquesta de inmejorable calidad, un gran archivo histórico, una oferta cultural
tremenda y unas infraestructuras muy costosas, por la orografía y por
la dispersión de la población en las islas. Hay sitios donde sólo les llega la
señal de la televisión pública y las emisoras turcas.”
Escuchando su discurso podría parecer que la
televisión pública es un derroche de dinero público pero nos equivocamos. Para
sacarnos del error, su compañero de la radio pública, Babis Kokosis,
nos explica: “Es un mal endémico de la televisión pública en Grecia,
donde los periodistas son independientes pero la dirección cambia con cada
gobierno. No se trata de personal especializado sino de personas colocadas por
el gobierno. No afectan a nuestro trabajo diario pero tienen un coste muy alto,
los sueldos de los 700 periodistas de ERT es similar al de los 36 consejeros,
que no sabemos que aconsejan. Este cierre, que nosotros llamamos muerte
repentina, no está justificado en motivos económicos. La radiotelevisión se
financia con un canon que pagan los ciudadanos en el recibo de la luz y con
publicidad y tiene beneficios. Una parte de ellos, los utiliza el gobierno para
tapar otros agujeros. El cierre se debe solo a motivos políticos,explica.
El gobierno quiere presentar los despidos ante la Troika y es más fácil
despedir a trabajadores de un organismo de interés público, como es ERT, que a
funcionarios que tienen su puesto protegido por la constitución”
Hablamos por teléfono con Babis, que se encuentra
encerrado con el resto de sus compañeros desde el pasado martes. Su intención
es no abandonar los centros de la radiotelevisión hasta que el gobierno dé
marcha atrás al cierre. “Al principio tuvimos muchos problemas para
emitir, porque nos cortaron la señal, pero ahora emitimos a través de tres
páginas web, la Unión Europea de Radiodifusión (conocida por
sus siglas en inglés EBU, reúne a 74 operadores de radio y televisión
públicos o privados que prestan un servicio público) nos ha prestado
una frecuencia para emitir y también una emisora de radio autogestionada que
está reconduciendo nuestra programación”
Precisamente el
presidente de EBU, Jean-Paul Philippot, ha condenado
el cierre de la televisión griega como un acto de violencia y la peor clase de
censura. En España también han mostrado su apoyo desde distintos colectivos.
Los trabajadores de RTVE se concentraron ayer durante cinco minutos, las
asociaciones y sindicatos
de periodistas han apoyado a los trabajadores griegos y han denostado
el cierre de un medio público.
Los sindicatos griegos han convocado una huelga
general de 24 horas para hoy, jueves, que se suma al paro de carácter
indefinido, convocado por las asociaciones de la prensa y el sindicato de
periodistas, en el que participarán todos los medios privados, de
radio, televisión y prensa. En Grecia, los medios privados apoyan a la
radiotelevisión pública porque, desde que ésta nació, les presta un servicio
gratuito. Los periodistas entrevistados se plantean si no peligrará el gobierno
de mantenerse el pulso de los medios de comunicación.
Para Babis Kokosis hay una esperanza de vuelta
atrás y es que los dos partidos que apoyan al gobierno han exigido una reunión
inmediata pero con la condición de que la televisión vuelva a emitir. Desde el
gobierno se dice que el cese no es definitivo, pero no parece que exista un
proyecto claro. Primero se manifestó que la nueva televisión empezaría
a emitir el 29 de agosto, con una plantilla de 700 trabajadores.
y después se hablaba de 1.200, pero sin precisar con cuantos canales ni
más detalles sobre la estructura.