29 de febrero de 2016

DEUDA GLOBAL DE 200 BILLONES DE DÓLARES

Rolando Astarita. Rolando Astarita [Blog]

El 22 de febrero pasado Bloomberg publicó un artículo, firmado por Matthew Philips, que lleva por título “The World’s Debt is Alarmingly High. But is it Contagious?” (http://www.bloomberg.com/news/articles/2016-02-22/the-world-s-debt-is-alarmingly-high-but-is-it-contagious). En la primera parte de esta nota, reproduzco lo esencial de lo publicado por Bloomberg; en segundo término, amplío con alguna otra información; y por último, presento algunas consideraciones.

Aumento en 60 billones y stock de 200
Según Philips, desde la crisis de 2007 y hasta 2014, la deuda a nivel mundial aumentó en cerca de 60 billones de dólares. El stock de deuda alcanza así los 200 billones; es aproximadamente tres veces el tamaño de la economía mundial. Y falta agregar la deuda de 2015.

Después de 2008 los inversores vertieron enormes sumas en China, Brasil y otros mercados emergentes para beneficiarse de la suba de los precios de las materias primas y del crecimiento más rápido de estas economías. Los bancos abrieron el grifo y lanzaron una ola de créditos nuevos a empresas y hogares. Así, desde 2009 el nivel promedio de deuda privada en las economías emergentes ha subido desde el 75% del PBI al 125%, de acuerdo al Banco de Pagos Internacionales. Los niveles de deuda privada en China y Brasil son ahora el doble del tamaño de estas economías. En estos momentos la preocupación se concentra en la deuda china, la cual se ha triplicado desde 2009, pasando de 10 a 30 billones de dólares, según las últimas estimaciones de McKinsey. Los mayores incrementos ocurrieron en el sector corporativo, donde las grandes empresas estatales tomaron créditos de los bancos estatales. Kyle Bass, fundador del fondo de cobertura Hayman Capital Management, que predijo la crisis subprime de 2008, e hizo una fortuna con ello, ha informado a sus inversores que los bancos estatales de China podrían asumir pérdidas de hasta 3,5 billones, cuatro veces más que lo que tuvieron los bancos de EEUU durante la crisis financiera de 2008 [Amplío este punto: en la carta enviada el 10 de febrero a los inversores, que lleva por título “El experimento de 34 billones: El sistema bancario de China y el mayor desequilibrio macro del mundo”, Bass sostiene que el sistema bancario chino tiene similitudes con el sistema bancario de EEUU anterior a la más reciente crisis –excesivo apalancamiento y toma de riesgo irresponsable].

Sin embargo, continúa Philips, los préstamos en China continúan batiendo récords. El problema es que no importa cuánto crédito se añada a la economía, el freno de la economía china es inevitable. Por eso, agregar apalancamiento a un sistema ya apalancado solo puede hacer que el ajuste final sea más penoso. Aunque Philips afirma que el peligro de contagio puede no ser alto, ya que la mayor parte de la deuda está en yuanes y esta moneda no es plenamente convertible. Pero esto no quiere decir que el resto del mundo esté a salvo de los riesgos de la bomba en crecimiento de la deuda china. Los peligros se han visto claramente en tanto las preocupaciones por un crecimiento económico que se está frenando llevaron a un inicio de año de las acciones históricamente malo. Por ahora no hay peligro de implosión de la deuda, en tanto el Gobierno de EEUU sigue echando dinero en sostener el sistema financiero. Pero no lo vuelca al crecimiento. Además, durante décadas China invirtió sus excedentes en los títulos del Tesoro de EEUU, pero ahora este flujo se secó.

Informe McKinsey Global 2015 sobre deuda
Matthew Philips se apoya, a su vez, en un informe de febrero 2015 del McKinsey Global Institute, elaborado por Richard Dobbs, Susan Lund, Jonathan Woetzel y Mina Mutafchieva, que lleva por título “Debt and (not much) deleveraging” (http://www.mckinsey.com/global-themes/employment-and-growth/debt-and-not-much-deleveraging). Los autores se basan en datos y estadísticas del BIS, IMF, Haver Analytics y el McKinsey Global Institute.

Después de señalar que la deuda global aumentó en unos 57 billones de dólares y que ninguna gran economía bajó la ratio deuda/PBI desde 2007, afirma que la deuda pública en las economías adelantadas, la deuda en aumento de los hogares y la rápida suba de la deuda china son áreas de preocupación potencial. La deuda global desde 2007 se incrementó en 17 puntos del PBI.

La deuda pública aumentó, desde 2007 a 2014, en 25 billones, y seguirá creciendo en muchos países. En lo que respecta a la deuda de los hogares, el apalancamiento bajó en EEUU, España, Irlanda y Gran Bretaña; pero la razón deuda / ingresos continuó creciendo en muchos otros países, superando en algunos casos los picos anteriores a 2008. Entre ellos, Canadá, Australia, Dinamarca, Suecia, Países Bajos, Malasia, Corea del Sur y Tailandia. Y la deuda china se cuadruplicó desde 2007, de 7 billones a 28 billones de dólares en 2014, representando el 282/ del PBI (un nivel más alto que en EEUU o Alemania). La mitad de todos los préstamos están vinculados, directa o indirectamente, con el sobre expandido mercado inmobiliario chino. El sector bancario en las sombras, que no está regulado, es responsable por aproximadamente la mitad de los nuevos préstamos. Y la deuda de muchos gobiernos locales es posiblemente inmanejable.

Otros datos
El FMI informó, en septiembre de 2015 que los niveles de deuda de las empresas en las economías de mercados emergentes aumentó, particularmente en la construcción, petróleo y gas, debido a las bajas tasas de interés en las economías avanzadas, y a otros factores globales (véase http://www.imf.org/external/pubs/ft/survey/so/2015/POL092915B.html. Según el FMI, la deuda de las empresas no financieras a lo largo de los mercados emergentes aumentó fuertemente, desde aproximadamente 4 billones de dólares en 2004 a más de 18 billones en 2014. El aumento de la relación deuda/activos, conocida comúnmente como apalancamiento, a menudo ha incluido una porción más alta de pasivos nominados en moneda extranjera. La relación deuda corporativa de los mercados emergentes / PBI aumentó 26 puntos porcentuales del PBI, aunque con importantes diferencias entre los países. El apalancamiento corporativo subió marcadamente en China y Turquía, y en varios países de América Latina, por ejemplo Chile, Brasil, México, Perú y Colombia.

Por otra parte, según Standard & Poor’s, el número de defaults corporativos a nivel global en 2015 llegó a 102, el doble de 2014 y el nivel más alto desde 2009. La tercera parte fue en el sector del petróleo, gas y energía. La mayor cantidad ocurrió en EEUU; en los países atrasados o en desarrollo hubo 19; en Europa 13, y el resto fue en países adelantados como Japón o Canadá. Por fuera de petróleo y gas, los sectores más afectados, por orden decreciente, fueron minería, acero, productores de bienes de consumo y banca. La deuda de las compañías globales que son calificadas por Standard & Poor’s alcanzó, en 2015, el nivel de tres veces los ingresos antes de intereses, impuestos, depreciación y amortización. Es el más alto desde 200 3, y 2,8 veces el de 2014.

Como resultado, los spreads de los bonos de alto rendimiento en EEUU se han estado incrementando desde junio de 2014, lo cual es un signo de deterioro de las condiciones en los mercados de crédito. Recordemos que los spreads de crédito y los márgenes de beneficio son indicadores que anticipan recesiones. A medida que caen los precios del petróleo, metales y otras materias primas, las empresas deben revaluar sus activos, lo que a su vez empeora las condiciones para tomar créditos. Esto y el aumento del número de quiebras se traducen en que los prestamistas exigen más tasas.

Por último, agrego algunos datos tomados del 85º Informe Anual del BPI (o BIS por sus siglas en inglés). Después de la crisis ha crecido considerablemente la deuda pública en manos del sector público. La mayor parte se ha concentrado en los bancos centrales emisores de su propia moneda. Entre 2008 y 2014 su participación en el volumen de deuda pública en circulación creció desde el 6% hasta más del 18%; esto es, de 1 billón de dólares a 5,7 billones (según los datos de EEUU, Japón, Gran Bretaña y zona del euro). Además de adquirir deuda del Gobierno, las instituciones oficiales han comprado importantes volúmenes de otros títulos de deuda. Por ejemplo, los títulos emitidos por agencias estadounidenses en manos de la Reserva Federal aumentaron en más de 1,7 billones de dólares entre 2008 y 2014. El BIS preveía que la media del ratio deuda pública /PBI alcanzaría, a fines de 2015, el 120% en las economías adelantadas, contra el 75% anterior a la crisis. En Japón el ratio en 2015 era 234%, en Grecia 180% y en Italia 149%.

Algunas consideraciones
Todo indica que este extraordinario crecimiento de la deuda es una manifestación de la debilidad de la economía global, cuestión que hemos tratado en entradas anteriores. Al casi estancamiento de la zona del euro y Japón, y los retrocesos de Brasil y Rusia, se suma China. Aunque la deuda china esté nominada principalmente en yuanes, como señala la nota de Bloomberg, una quiebra en el sistema bancario (esto es, una desvalorización masiva de capital producto de la crisis de sobreacumulación) no dejará de repercutir a nivel mundial. En una nota anterior escribíamos:

Si se desinfla la burbuja inmobiliaria, podría desatarse un proceso en espiral descendente de consecuencias importantes. ‘Las instituciones financieras bancarias enfrentan desafíos provenientes de la volatilidad incrementada de la liquidez de corto plazo y el creciente riesgo crediticio, debido al impacto del menor crecimiento, el ajuste estructural y los esfuerzos por reducir sobrecapacidad’, dice un informe de la Asociación Bancaria China, de junio de 2014. Algunas publicaciones (por ejemplo, The Economist) y analistas piensan, de todas maneras, que dadas las reservas chinas, y el hecho de que la deuda está nominada en yuanes, no habría una caída catastrófica como la ocurrida luego del hundimiento de Lehman, en 2008. Pero aun en ese escenario -y hay razones para sospechar que es demasiado optimista- se afectaría la tasa de crecimiento china. El estallido de la burbuja podría sentar un escenario de quiebres de bancos y empresas financieras, y fuerte desvalorización de los capitales. Y lo cierto es que todos los indicadores apuntan a que la burbuja ha adquirido considerables dimensiones. Como señala Bloomberg (16/06/14), ‘más y más economistas están advirtiendo que China podría estarse aproximando a un ‘momento Minsky’, que es cuando un boom especulativo llega a un súbito y desagradable final cuando la acumulación de deuda supera el flujo de caja’.

Es imposible pensar que, dadas las relaciones comerciales y las inversiones en China, no habría repercusiones sobre los mercados financieros asiáticos, y desde allí al resto del mundo; y sobre las economías de Australia, Corea del Sur, Hong Kong, Taiwan y Japón, en primer lugar. Así como sobre las economías exportadoras de materias primas, entre ellas las latinoamericanas” (aquí).

En lo que atañe a la deuda corporativa global, no se puede predecir si será la disparadora de una crisis en un plazo cercano, pero el aumento de las tasas demandadas para prestar a las empresas en problemas pone mayor presión sobre la rentabilidad, afecta al mercado accionario y empeora las condiciones generales del crédito. El apalancamiento de las empresas alcanzó el nivel más alto en la última década, y cada vez más corporaciones no están generando el suficiente valor (o plusvalor) sobre sus inversiones que permita cumplir con las deudas. Si bien las tasas de interés permanecen bajas, en un entorno de presiones deflacionarias (en EEUU, la zona del euro y Japón la tasa de inflación está lejos del objetivo del 2%), sobrecapacidad y sobreacumulación globales, las condiciones financieras pueden deteriorarse rápidamente.

Tengamos presente también que el marco es una situación de plétora de capital, esto es, abundancia de capital dinero que no ha ido a la inversión productiva. Gran parte de los préstamos que tomaron las empresas a tasas bajas fue utilizada en fusiones y adquisiciones, que no amplían la capacidad productiva ni la demanda. Otra parte se destinó a recomprar acciones o pagar dividendos. Lo cual aumenta las ganancias de los accionistas y potencia el capital ficticio, pero no incrementa la generación de valor. En momentos en que la economía mundial está débil, los problemas para cumplir con estas deudas se agudizan. Las empresas con calificación de “grado de inversión” tienen grandes montos de cash, y pueden resistir, por ahora, la baja en los mercados, Pero muchas están muy comprometidas, y cuando se desata el crack, suelen producirse movimientos de tipo dominó que afectan a todos los sectores. En 2015 S&P bajó la calificación crediticia a 863 corporaciones, el mayor número desde 2009. La presión sobre la rentabilidad de las empresas es fuerte; y la caída de la rentabilidad de las empresas después del pago de intereses tiende a preceder las crisis y el giro hacia la recesión. Por eso, a diferencia de lo ocurrido en 2007-9, esta vez el foco de la crisis financiera podría estar en el endeudamiento empresario (que era bajo una década atrás) y no tanto en los hogares. Agreguemos que las empresas de muchos países atrasados no solo son altamente vulnerables a un aumento de las tasas de interés, sino también las devaluaciones de las monedas de los países en que operan ponen un peso adicional en el servicio de la deuda nominada en dólares o euros. Todo esto con el horizonte de la caída de los precios de las materias primas.

En cuanto a la la deuda pública, su extraordinario incremento en los principales países capitalistas ha sido facilitado por las tasas de interés extremadamente bajas. Pero el gasto estatal no compensa la debilidad de la acumulación. Solo ayuda a sostener la demanda, vía gasto improductivo de plusvalía, sin dar solución al problema de fondo, en tanto se acumula deuda. Por eso, en el mediano plazo no es sostenible mantener la demanda en base al gasto estatal. Estas historias terminan inevitablemente con desvalorizaciones masivas de capital (un default es eso, una desvalorización de capitales).

Por otra parte, desde el estallido de la crisis en 2007 los bancos centrales han aumentado sus balances al comprar principalmente deuda soberana y deuda de bancos. Estas compras fueron financiadas con expansión de la base monetaria. Solo entre 2007 y 2011 esta se duplicó, en términos de porcentaje del PBI. Enormes montos de títulos y préstamos de dudosa calidad están hoy en los activos de los bancos centrales. Entre 2008 y 2016 los activos sumados de la Reserva Federal, el Banco Central Europeo, el Banco de Japón y el Banco Popular de China pasaron de aproximadamente 6,4 billones de dólares a 16 billones. De este total, 4,5 billones corresponden a la FED (http://www.yardeni.com/pub/peacockfedecbassets.pdf). Se trata de una inmensa masa de capital ficticio, que no tiene contrapartida en la riqueza ni en el capital real, y que por sí misma no ha logrado, ni logrará, sacar a las economías del estancamiento.

En conclusión, estos datos parecen indicar que por ahora continuará el crecimiento global débil y vacilante, en tanto se acumulan presiones que pueden terminar en un crack y desvalorización abrupta de gigantescas sumas del capital. Con las consecuencias penosas que estas “revoluciones del valor” tienen para las masas trabajadoras alrededor del mundo.

28 de febrero de 2016

TERCERA ASAMBLEA DEL ESPACIO DE ENCUENTRO COMUNISTA

Nicolás García-Pedrajas. Agenda Roja

Es indudable que son malos tiempos para el comunismo. Ni las ideas comunistas ni la gran mayoría de partidos que se autodenominan comunistas pasan por su mejor momento. Durante décadas, y especialmente desde la desaparición de la Unión Soviética, el señuelo del “estado del bienestar”, acompañado por diferentes burbujas, hizo creer a la clase trabajadora que existía un capitalismo bueno donde el poder económico toleraría una cierta distribución de la riqueza y unas condiciones laborales que permitirían a los trabajadores una vida digna. Este capitalismo bueno haría innecesario el mero concepto del comunismo. Se suele contraponer este capitalismo bueno al neoliberalismo actual, como si las dos cosas no fueran la misma.

La explosión sucesiva de las diferentes burbujas eliminó pronto esta ilusión, pero en lugar de que esto provocara un renacimiento de las ideas comunistas hemos asistido a un reforzamiento del capitalismo. En lugar de cuestionar las bases del sistema capitalista, nuevos partidos han surgido que, sin poner en duda las bases del actual sistema económico, pretenden parchear algunos de sus defectos con una vuelta a medidas socialdemócratas de imposible implantación. Esos partidos niegan la misma existencia de las clases sociales y abogan por alternativas horizontales y ciudadanistas, ignorando los diferentes intereses que tienen las distintas clases sociales.

Esta visión inunda ahora la práctica totalidad de partidos de izquierda con representación institucional, e incluso ha contaminado de forma irremediable a muchos de los partidos comunistas europeos. La profusión de alternativas ciudadanistas, desclasadas, y que niegan el conflicto de clases fundamental para entender el capitalismo está haciendo un enorme favor al sistema económico actual. Éste está logrando imponer condiciones cada vez más duras a la clase trabajadora sin apenas voces que lo cuestionen más allá de ciertos matices. En una situación en la que el capitalismo debería mostrar una extrema debilidad está consiguiendo salir reforzado.

En esta situación, un grupo de comunistas, en su gran mayoría sin adscripción política a ningún partido, lanzó la idea de un Espacio de Encuentro Comunista que sirviera para unir a los comunistas en un espacio donde trabajar juntos por una reconstrucción del comunismo. La tarea es desde luego enorme, dado el desequilibrio de fuerzas entre el capital y los que se oponen a él. Hace ya varios meses que se organizó la primera asamblea de este Espacio de Encuentro Comunista, donde camaradas de toda España pudimos ver la necesidad de un espacio así que aglutinara a todos los y las comunistas sin distinción de procedencias y solo con la tarea de trabajar juntos.

Con mucho esfuerzo y trabajo el proyecto ha seguido avanzando. Unos meses después se produjo la segunda asamblea donde se formaron una serie de comisiones para organizar el Espacio de Encuentro y dotarlo de la solidez ideológica que es indispensable para cualquier movimiento comunista.

Las comisiones formadas han estado haciendo un enorme trabajo que ha desembocado en la propuesta de un conjunto de documentos tanto ideológicos como organizativos que deben ser el germen de lo que pueda llegar a ser el Espacio de Encuentro.

Los días 12 y 13 de marzo se celebrará en Madrid la tercera asamblea del Espacio de Encuentro Comunista que discutirá estos documentos. Es evidente la importancia de esta tercera reunión, ya que se trata de revisar, discutir y aprobar los que podríamos llamar los “papeles fundacionales” del Espacio de Encuentro Comunista. Con este trabajo centramos dónde nos encontramos a nivel de programa político, relaciones internacionales, igualdad, organización, etc. En una situación actual donde la misma idea de comunismo es apenas conocida por la mayoría de la clase trabajadora, esta base política es un paso fundamental e imprescindible para organizar la acción.

La situación actual de muchos partidos de izquierda, y el avance de soluciones amorfas cuyos resultados estamos ya viendo en ayuntamientos gobernados por esta “nueva política”, está creando una enorme decepción en los militantes comunistas y socialistas de estos partidos tradicionales de la izquierda española. La tentación, tras años o décadas de militancia, de irse a casa y dejar la actividad política puede ser grande. La decepción ante el vaciado ideológico de partidos a los que se han dedicado muchos años de trabajo tiene por fuerza que desembocar en apatía y desencanto. Sin embargo, estoy convencido que el Espacio de Encuentro Comunista constituye una alternativa muy valiosa para comenzar la necesaria reconstrucción de la lucha contra el capitalismo.

Esta tercera asamblea del Espacio es fundamental, ya que trata de fijar las bases programáticas y organizativas de lo que debe ser un movimiento comunista. No se trata de despreciar la acción política, pero es evidente que antes de plantear la acción hay que dotarse de los mecanismos ideológicos necesarios para que dicha acción no se quede en protesta estéril. Esta tercera asamblea abordará ese aspecto fundamental. Durante los últimos años hemos visto decenas de protestas, algunas muy numerosas, que han quedado en nada por la falta de base ideológica para orientar esas protestas a una acción efectiva.

Es indudable que el buen trabajo hecho es solo el primer paso, y que queda mucho por hacer. La vertebración territorial el Espacio y su extensión a todos los lugares posibles son un reto importante. El atraer a todos los comunistas es también una tarea compleja. El Espacio de Encuentro no aspira a sustituir a los partidos políticos ni a convertirse en una herramienta electoral, sino que su misión es el aunar el esfuerzo de todos los comunistas para una lucha más eficaz frente al capitalismo.

Sin embargo, espacios como éste han de ser creados con el objeto de permitir a los viejos y nuevos participantes en el movimiento comunista la discusión ideológica y sobre la dirección que debe tomar la lucha.

Desde aquí, por ello, quiero hacer una llamamiento a todos los y las comunistas a unirse al Espacio de Encuentro Comunista. La oportunidad de construir un lugar de trabajo entre comunistas es una tarea ardua pero que merece la pena en el erial ideológico en el que cada vez se sumerge más la izquierda institucional.

A pesar de que ésta es ya la tercera asamblea general, el trabajo aún plantea muchos interrogantes, especialmente en cómo puede un Espacio de Encuentro Comunista influir en la clase trabajadora y hacer avanzar las ideas comunistas en una situación de victoria casi absoluta del capitalismo. Es por tanto un momento para unir fuerzas y tratar de aportar todos nuestro trabajo.

¡El orden reina en Berlín!’ ¡Estúpidos secuaces! Vuestro ‘orden’ está construido sobre la arena. Mañana la revolución se levantará vibrante y anunciará con su fanfarria, para terror vuestro: ¡Yo fui, yo soy, y yo seré!”

[VÍDEO] “EL INTERREGNO”: 15 ANIVERSARIO DEL CAMPAMENTO DE LA ESPERANZA DE LOS TRABAJADORES DE SINTEL

Trabajadores de Sintel, estéticamente rechazable por tanto
"politólogo preparao" y gente del "yo tengo título y usted no"
NOTA DEL EDITOR DE ESTE BLOG:

El 29 de Enero de este año se ha cumplido el 15 aniversario de la heroica lucha de los trabajadores de Sintel en el “Campamento de la Esperanza” en medio del Paseo de la Castellana de Madrid, empresa que fue filial de Telefónica. El hecho ha pasado sin pena ni gloria, salvo para sus protagonistas, los 4.000 trabajadores que tenía la empresa -pública entonces- cuando fue privatizada y vendida en 1996 por el Gobierno de Felipe González con el acuerdo del PP de José María Aznar al mafioso y terrorista cubano de Miami Mas Canosa, que acabaría por destruirla, tras “comprarla” a Telefónica con el propio dinero de la empresa. 

Los trabajadores de Sintel, tras varios años de ver la deriva hacia la destrucción de la empresa y de sus puestos de trabajo, iniciaron el 29 de Enero de 2001, llegados de todo el país, su “Campamento de la Esperanza” frente a la zona de negocios más importante de la capital de España y de muchos de los Ministerios del Gobierno. 

Su acampada de más de 6 meses de duración recibió el apoyo de miles de trabajadores conscientes de Madrid y tuvo que hacer frente al gobierno de entonces (PP) y a su leal “oposición” (PSOE), a la cúpula sindical de CCOO -que no a los dirigentes sindicales de su lucha, que estuvieron al frente como los primeros y más entregados en la misma-, al poder mediático del capital y al modelo de capital especulativo mundial que por entonces iba pariendo la llamada globalización. Luego los trabajadores de Sintel conocerían también la traición del PSOE de Rodríguez Zapatero, ese “referente progresista mundial”, según afirmó en su tesis doctoral cierto líder político (prefabricado) de “lo nuevo”

Como afirmaba hace sólo unas horas Adolfo Jiménez (en un acto en recuerdo de aquellos hechos), que fue el dirigente más significado del combate de los trabajadores de Sintel, su batalla acabó por tener un “significado que iba más allá de la clásica confrontación trabajo capital”. Y es muy cierto pues el alcance de aquella pelea tocó partes sensibles de la estructura política y económica de la España inaugurada a partir de 1977.

Su lucha no se agotó en esos meses. Desmontaron el “Campamento de la Esperanza” pero continuaron sus movilizaciones, denuncias, marchas a Madrid,…. Por el camino, Telefónica, la empresa matriz de Sintel, se desentendió del problema, sufrieron engaños en relación con lo acordado con los sucesivos gobiernos, vieron caer alguno de ellos y repetir sus mentiras y miserias a otro pero finalmente, no sin un sabor agridulce, triunfaron, de un modo incompleto pero suficiente para hacer valer su dignidad y descubrir, como se afirma en el movimiento obrero, que “la lucha paga”, aunque nunca resarza de todos los esfuerzos, ni del sufrimiento moral, ni mucho menos de los compañeros que perdieron la vida en esos años, ni de tantos y tantos que hubieron de recibir tratamiento psiquiátrico. 

Esos hombres y mujeres vivieron una experiencia vital que cambió definitivamente sus vidas y les dio un sentido de la lucha y una conciencia como trabajadores, sin duda, muy superior a la que tenían al comenzar su enfrentamiento con el capital, sus gobiernos y sus cúpulas sindicales. 

Sin más, les dejo con el vídeo. Es obra de los protagonistas que vivieron aquellos momentos. Está empezando a difundirse en redes y a presentarse en charlas-coloquio, lo más importante porque suelen acudir quienes vivieron aquello y permite una reflexión y un contraste de puntos de vista siempre mucho más interesante que cualquier comentario en Internet.  Espero que extraigan algún tipo de aprendizaje valioso en estos tiempos de involución político-ideológica, ciudadanismo negador de la lucha de clases, desmovilización e “ilusión democrática” como nueva mentira sistémica.


23 de febrero de 2016

LA SOCIALDEMOCRACIA EN CAMINO HACIA EL SOCIAL-LIBERALISMO, ARMA DEL CAPITAL EUROPEO CONTRA LOS TRABAJADORES

Dos ilusionistas vendedores de humo
Por Marat

Creo que ningún marxista que haya vivido la fase actual de la crisis capitalista desde su llegada a Europa en 2008 pudo imaginar el recorrido que a la clase trabajadora nos está tocando contemplar del viaje desde la socialdemocracia real -PCs mayoritarios y organizaciones “a la izquierda” de los Partidos Socialistas (PP.SS.)-, hoy social-liberales, que no socialdemócratas, hacia el lugar que ocupan estos.          

Cualquier análisis sólo medianamente optimista hubiera apostado entonces, muy especialmente con la agudización de la crisis capitalista durante estos años, que una parte de los reformistas habrían girado hacia la izquierda, que podrían abrirse caminos hacia un cuestionamiento del sistema capitalista y que junto a la lucha en defensa de las necesidades inmediatas de la clase trabajadora podrían incorporarse otras que elevasen la radicalidad de objetivos del combate.  

Nada ha sido así o, para ser justos, no lo ha sido en la medida de lo deseable y necesario desde una posición revolucionaria. Es cierto que ha existido combatividad en las huelgas generales, en determinadas luchas parciales de la clase trabajadora o en la primera de las Marchas por la Dignidad, por citar sólo tres ejemplos concretos, pero también lo es que ni la dirección que encabezaba en muchos casos esas luchas estuvo a la altura de las circunstancias, ni el programa de lucha estaba a la altura de la necesaria radicalización de las mismas ni las llamadas “izquierdas” políticas, cada día más parte del sistema de opresión a la clase trabajadora, tenían otro objetivo que ser aceptadas por los poderes fácticos del capital como “alternativas” con un aura de respetabilidad. 

Si les parece que en esta última afirmación he sido exagerado comprueben el comportamiento de la Alcaldesa de Barcelona Ada Colau con los trabajadores del Metro de Barcelona. Negándose primero a negociar con ellos si estaban en huelga, calificando luego la misma como “desproporcionada” y acusándoles después de privilegiados, intentando echar a los sectores menos conscientes y reaccionarios contra ellos, al revelar sus salarios, como si el suyo (100.000 humildes euros) y el de su enchufado marido en el Ayuntamiento de Barcelona (42.000 tristes euros) proviniesen del aire y lo pagasen los ángeles celestiales. 

Tal comportamiento de la señora Colau fue el que en su día esgrimió contra los trabajadores del Metro de Madrid la Presidenta de su Comunidad Autónoma Esperanza Aguirre. Tiren de hemeroteca y compruébenlo porque las similitudes de conducta para con la clase trabajadora son en ambas como dos gotas de agua. 

Habrá quien diga: para una alcaldesa progresista que tiene Barcelona, a la primera de cambio ya se la está criticando. Pues mire usted, si se comporta como la ex lideresa de la extrema derecha en su trato con los trabajadores, sí. En la Tesis II sobre Feuerbach afirma Marx “Es en la práctica donde el hombre tiene que demostrar la verdad, es decir, la realidad y el poderío, la terrenalidad de su pensamiento. El litigio sobre la realidad o irrealidad de un pensamiento que se aísla de la práctica, es un problema puramente escolástico”. Cierto que el de Tréveris se refería a la disputa entre idealistas y materialistas pero cabe decir lo mismo en cuanto a coherencia ideológica o, como decían muchas madres, “obras son amores y no buenas razones”

La señora Colau mostraba su ideología pequeñoburguesa ante una huelga de trabajadores de Metro y unos manteros a los que envió a la policía por temor a que unos y otros pudieran afear la imagen de ciudad cosmopolita y burguesa reforzada desde los fastos olímpicos del 92 en medio de dos eventos: el Mobile World Congress y la visita del Rey a la ciudad.

La Unidad Popular (UP) de Alberto Garzón, el partido en construcción con el que entre él y la dirección del PCE han decidido dar muerte a la organización que le ha dado origen, aborda su construcción organizativa y, para ello, ha convocado su Asamblea de Organización. 

Después de hablar de “Democracia 4.0” y de muchos temas referentes a “comunicación”  -imitando a Alfonso Guerra cuando “descubrió” que prefería tiempo en televisión a afiliados, los modernos dirigentes de UP dirán probablemente que prefieren 5 minutos con María Teresa Campos o Bertín Osborne y algún trending topic con el hastag, pongamos por caso, de los #GatetesConGarzón o #AbuelasConGarzón o #NiñosBesadosporGarzón, si se terciase (los dos primeros son de la última campaña), que unos pocos miles de afilados, que seguramente no serán muchos más que los necesarios para cubrir cargos- llega finalmente el compromiso programático de los cargos públicos de UP.


Por si alguien duda del contenido programático expuesto, adjunto el enlace al mismo que podrá encontrar en las páginas 15-16 del documento en cuestión. 

Desafío a cualquier lector que se considere comunista a que me explique, desde una perspectiva marxista, cuál de los 13 puntos programáticos tiene un contenido de clase. Y, por favor, no me digan que “una sanidad pública, universal y gratuita” o “una educación pública y laica” porque ambas se ajustan todavía hoy a formas jurídicas universales en las constituciones burguesas y no a derechos para una clase concreta. Conviene no confundir intereses con derechos porque, aunque estén relacionados, son cosas distintas.

La función histórica de los partidos fue siempre representar los intereses de una clases y otras, aunque la derecha oficial y la social-liberal, como representantes de los intereses de la burguesía decían representar los de todos. Y esto es así porque

“...cada nueva clase que pasa a ocupar el puesto de la que dominó antes de ella se ve obligada, para poder sacar adelante los fines que persigue, a presentar su propio interés como el interés común de todos los miembros de la sociedad, es decir, expresando esto mismo en términos ideales, a imprimir a sus ideas la forma de la universalidad, a presentar estas ideas como las únicas racionales y dotadas de vigencia absoluta.” (“La ideología alemana”. Karl Marx y Friedrich Engels.1845).

¿Han visto ustedes entre esos 13 puntos alguna cuestión relativa al blindaje del sistema de pensiones, a la cobertura del desempleo para todos los parados que hoy no cobran esta prestación, a la derogación de las reformas laborales, a medidas para un empleo de calidad, a la igualdad de salario entre hombres y mujeres? Son cuestiones reformistas pero tienen un carácter de clase. Claro que si un programa de clase es un asunto ya superado por un programa ciudadano...

En puridad, es posible afirmar que los 13 puntos programáticos de UP podrían ser aceptados por Ciudadanos o PSOE sin mayor problema. Incluso en algún punto concreto, el propio PSOE va hoy en su propuesta programática para el gobierno de “cambio” más lejos.

Frente a esa UP de Alberto Garzón se reunió en Zamora un grupo de unos 150 miembros de IU. En su declaración final, tras afirmar su carácter “de clase”, “sobre la base de la contradicción capital/trabajo” (la confrontación con el capitalismo se plantea en los términos de bersteinianos de “superación”, no de revolución), destacar la importancia de la movilización para enfrentar las agresiones del capital, criticar las “derivas estratégicas equívocas como el ciudadanismo” y los riesgos de prácticas internas nocivas para la subsistencia de la organización, acaba proclamando que “la ciudadanía” (¿dónde quedó la clase?) les ofreció, “según encuestas”, “un importante apoyo electoral”. Al final la obsesión por lo electoral es tal que  se agarra a “¡encuestas!”, quedando claro que hasta la movilización parece ser subsidiaria de la representación como “seguro” de supervivencia. Y, tras las críticas correctas a la obsesión por Podemos, se reafirma la “apuesta por la convergencia”; algo que, en principio, es parte de la naturaleza de IU, como se afirma más abajo. 

“Nos reclamamos de la experiencia unitaria que forma parte del ADN y de la tradición histórica de nuestra cultura política, en la que siempre mantuvimos nuestra identidad, nuestra organización y nuestra visibilidad”

Pero tras haber cuestionado de un modo demasiado sutil para ser sincera esa crítica, la naturaleza de Podemos (“que nunca fue analizado en su naturaleza de clase y en su estrategia”) se abre a la idea de convergencia sí pero con siglas. Acabáramos: confluencia hasta con Podemos (o al menos no se excluye explícitamente) pero salvando las siglas. Poco parece importar ya “la naturaleza de clase y la estrategia de este partido”. El problema son las siglas y no ningún tipo de zarandaja ideológica.

Y es que cuando en ese encuentro estaban miembros de los sectores más filoPSOE de Izquierda Abierta (el grupo de Llamazares), seguidores de Cayo Lara, teórico Coordinador Federal, que ha actuado a lo largo del período crítico de forma más que medrosa, con muy ocasionales arranques sin continuidad ni profundidad, cargos públicos, sectores del PCE (partido liquidador de IU) no cabía esperar un giro a la izquierda de los reunidos en Zamora -demasiadas componendas y equilibrios entre los congregados- sino una resistencia en clave lo que siempre ha sido IU: una corriente política socialdemócrata (opera como tal, independiente de que en ella haya comunistas) se enfrenta a una deriva social-liberal que acabará con la propia organización en unos meses en alianza con la dirección del PCE liquidadora de IU. 

Esta por ver a qué corriente pertenecen los representantes de IU en Cádiz y en Ferrol que, junto con los de Podemos, han apoyado la construcción y venta de corbetas militares para una de las monarquías más criminales, totalitarias y corruptas del mundo. Arabia Saudita; la cuál es exportadora y cooperadora militar y  financiera de los grupos terroristas que operan en Siria, Irak y Yemen. Les acompaña en dicho apoyo el dirigente de CCOO en San Fernando De Cádiz, Jesús Peralta.

El próximo XX Congreso del PCE abordará el debate de sus tesis cuyo contenido evidencia la pobreza teórica de la dirección de este partido, su tremenda endeblez ideológica, un terrible reformismo aventurero que, en otros casos, juega a “izquierdismo”, en el sentido crítico que le dio Lenin.

Cualquier comunista medianamente formado notará la falta de rigor analítico en unos documentos incapaces de situar el marco actual del capitalismo, un cierto análisis de coyuntura internacional y una contextualización de la realidad española y de su crisis dentro de la fase actual de la crisis capitalista mundial y de la necesidad del capital de incrementar su tasa de acumulación, en el contexto de una agudización de las contradicciones interimperialistas que nos acercan a una posible III GM.

Por el contrario, uno se encuentra unas “tesis” marcadas por el oportunismo tacticista de los intereses y preocupaciones inmediatas del núcleo situado en la menguada dirección del PCE, que no dirigente porque carece de capacidad política para serlo. 

Sólo un partido que en el que la actividad intelectual y el debate político hace mucho tiempo que murieron puede admitir un documento plagado de lugares comunes (“crisis de régimen”, bloque social y político, proceso constituyente, mucho recurso a un Gramsci eternamente tergiversado por este partido,…) en cuyo manejo se nota la inseguridad de quien los emplea sin estar muy seguro de lo que está diciendo. 

Y sólo un partido cuyos militantes están profundamente desmoralizados en medio de la ausencia de vida orgánica de su organización, que afronta la “ejecución” por etapas de su marca electoral, mientras la dirección se apresta a sacar el conejo de UP de la chistera, como hace 30 años se sacó el de IU, puede permitir la tomadura de pelo de la parodia de debate que les han organizado. La innovación estará en una serie de preguntas que no serían del todo baladíes si no fuera porque se las están imponiendo como examen a la militancia en las agrupaciones del partido por parte de los profesores de una “Comisión Dinamizadora” que, rotulador en mano, irán escribiendo las preguntas y las respuestas como si de un marketiniano DAFO se tratase (Debilidades, Amenazas, Fortalezas, Oportunidades). 

Tiempos modernos en los que el marketing sustituye a la concepción leninista de la estrategia de partido y en los que el profe “dinamizador” trata como a niños a una militancia que hace mucho tiempo perdió el sentido del debate colectivo como el intelectual orgánico (ese y no otro tergiversado, reformista y oportunista sentido es el que le dio Gramsci) que nunca volvió a ser desde el sábado 9 de Abril de 1977.  

Será divertido, como afirmaba el otro día un irónico y agudo militante comunista ver quién hace la síntesis de lo que salga de ese “DAFO”.

Lo más grave de todo ello es que quien ha formulado las preguntas y ha “diseñado” el formato del debate ha cerrado la posibilidad a unos documentos alternativos porque al hacerlo ha dejado claras sus intenciones: “de esto se va a discutir y no de otra cosa”. Y no digamos cuando el plan de discusión “política” ha introducido otra “innovación” más: un Congreso en dos partes, por si hubiera que aplicar alguna “corrección” sobre la marcha.  

La farsa es tal que hasta una parte de la militancia de PCE/IU hace como que cree realmente que es posible parar el imparable proceso hacia la liquidación política de dos organizaciones socialdemócratas para alumbrar, imitando al ya olvidado PCI, una nueva “cosa”, como la llamó en su día Achille Occhetto.

Primer experimento de debate del que tengo constancia: agrupación del PCE de menos de 50 afiliados, que llegó a tener cerca de 2.000 al inicio de la transición, del Este de la Región de Madrid: debate de 4 horas hasta que el último militante, sin saber si había aprobado el examen, salió dando traspiés, confuso y mareado, de la sala. 


¿Se sorprenden ustedes de que cuando ese sistema DAFOlógico marketiniano se reproduce como esquema de debate también en IU en forma de preguntas a las organizaciones locales en la Fase 1 de la XI Asamblea de este grupo político el resultado muestre la más evidente falta de nivel político, formación de los afiliados y evidencia de que no quedan mimbres para la rehabilitación del enfermo terminal? Les pongo sólo un ejemplo, cogido al azar, de las respuestas que han ido llegando: http://asambleaiu.org/asamblea/?pdb=132

¿Esperaban ustedes mucho de la reunión del señor Garzón (IU-UP), con los señores Baldoví (Compromís), Sánchez (PSOE) e Iglesias (Podemos) para la constitución de un “gobierno de progreso”...y “de cambio”? Han esperado sentados. El gobierno seguramente se constituirá. Incluso con el apoyo o, como mínimo la abstención de IU, Compromís y Podemos tras el acuerdo PSOE-Ciudadanos. No existe otra opción “realista” para lograr la aritmética que evite nuevas elecciones. El capital ya no desea otro gobierno del PP, con Rajoy o sin Rajoy. Vincularse a ambos le hace daño. Necesita nuevas caras, por mucho que sus recetas políticas sean ya muy viejas y conocidas Pero, si la crisis capitalista arrecia, y lo hará, estén seguros de ello, ya me dirán ustedes qué estupendas medidas que no sean del tipo de las conocidas en los 4 años anteriores van a llevar a cabo. De momento, la banca prevé este año el despido de 35.000 empleados, la UE ya ha dicho que España ha de recortar por valor de 8.000 millones de euros más y que las políticas de austeridad han de continuar. 

¿Quién va a combatir eso? ¿El señor Varoufakis, la señora Colau, el señor Garzón y Urban, los señores Lafontaine y Melenchon o la señora Susan George con su Plan B para Europa? 

En esencia este Plan habla de los peligros de una involución fascista en Europa, cuidando de desvincular fascismo y capitalismo, probablemente por esa obsesión del ex ministro griego de “estabilizar al capitalismo europeo”, sus mediáticas estrellas no se ponen de acuerdo sobre si reemplazar o no el euro ni porqué moneda/s en caso de hacerlo, ninguno de ellos se plantea salir de una UE (ni siquiera saben si quieren reformarla o refundarla) agonizante que castiga a la clase trabajadora europea con una brutal expropiación de sus conquistas históricas y poco más tiene que ofrecer que el bálsamo de Fierabras “democrático” contra la crisis y la oligarquización de las instituciones europeas y la coordinación europea de grupos políticos y movimientos de diverso signo. ¿Coordinación para qué?, ¿con qué objetivo que no sea la declaración genérica de acabar con la austeridad? -ya no por la vía del impago de la deuda, aunque el señor Toussaint, que se apunta a un bombardeo, se haya autoinvitado vía Anticapitalistas?- ¿Democracia para qué? ¿Con qué objetivos que no sea la genérica participación de los “ciudadanos” -da igual la clase, everybody- en un proyecto que ellos mismos desconocen a dónde va. ¿Política económica? Ni idea pero seguro que los señores Monereo, Couso y Talegón harán algún “taller”...bueno, para ir pensando qué proponer, a ver si se les ocurre algo que no sea las viejas cantinelas de Krugman, Stigliz o Navarro.

De un Plan B para Europa ya nos habló -¡oh casualidad!- el megaespeculador financiero internacional y causante de numerosas crisis financieras (desde el Reino Unido a Asia), además de desestabilizador de numerosos países mediante revoluciones de colores, hace ahora casi 5 años. Y su análisis era muy coincidente con el del señor Varoufakis. Quizá un pequeño detalle, además de esta venturosa coincidencia entre los planes del hombre de acción señor Varoufakis y los del filántropo señor Soros, esté en la cuestión de los eurobonos, un sistema de financiación de la deuda de los países europeos de la que ambos prohombres son partidarios, con el añadido de que el señor Soros podría hacer pingües beneficios mediante financiando privadamente la liquidez del BCE para su emisión. Todo ha de tener un porqué.

Y continuando con esas coincidencias cabría preguntarse si la presencia de la señora Susan George en el proyecto tendrá algo que ver con que el señor Soros (uno de los principales accionistas de la empresa de semillas transgénicas Monsanto), a través de su todopoderosa Open Society Foundations, financie los proyectos sobre droga del Transnational Institute (TNI) del que es Presidenta la señora George


Es llamativo que la antigua página en Internet del TNI tuviera el logo de la Open Society Foundation en primer plano, sin necesidad de navegar dentro de la web. Como en pasadas investigaciones esta relación quedó establecida, una mayor discreción se convirtió en necesidad.

Quizá el hecho de que hasta el 2006 doña Susan George fuese vicepresidenta de ATTAC Francia, un movimiento reformista de cuya sección española es miembro de su consejo científico Alberto Garzón, siendo Sol Sánchez su anterior presidenta, y ambos diputados de IU-UP haya facilitado la incorporación de varios miembros destacados de IU (el propio Garzón, Monereo, los eurodiputados Javier Couso y Marina Albiol) al evento.

Resulta interesante que un periódico digital como eldiario.es del ambito “progresista” mencione en un mismo artículo del Director de European Alternatives (Lorenzo Marsili), con vínculos con la Open Society Foundations, al Plan B y al señor Soros, en una mención bastante forzada que no se entiende sino como guiño interno para iniciados, pues no tiene otro sentido lógico el que se haga.  

Los vínculos entre European Alternatives y Open Society Foundations pueden comprobarlos aquí. Es significativo la alusión a un manifiesto para la democracia firmado con ocasión de las elecciones al Parlamento Europeo de 2014 y el hecho de que ese manifiesto y sus eventos organizados por European Alternatives estuvieran apoyados por la Open Society Foundations


En este vídeo vemos como el señor Lorenzo Marsili, de European Alternatives entrevista a Miguel Urbán, eurodiputado de Podemos y miembro de Anticapitalistas.



 ● Bodo Ellmers de la entidad Eurodad, radicada en Bruselas. Esta entidad se dedica a cuestiones relacionadas con la deuda, la financiación del desarrollo y la reducción de la pobreza. Todo aparentemente muy loable. La duda sobre la orientación y el fin reales acerca de esta entidad surge cuando se conoce que dos de sus financistas son la Comisión Europea y la Fundación Melinda y Bill Gates (Microsoft), como puede comprobarse en la página 45 del enlace anterior, excepto que pensemos en las bondades intrínsecas del capitalismo y sus filantrópicos oligarcas. 



 ● Gilbert Achcar: dirigente de la corriente trotskista “mandelista” de la Cuarta Internacional. Se pronunció en su día a favor de la intervención militar de la OTAN en Libia y de los bombardeos sobre este país. Escarmentado por los problemas que su intempestiva postura respecto a Libia trajo a algunas de las secciones internacionales de su corriente trotskista, se pronunció posteriormente (2013)  a favor de la “¡revuelta popular siria!” (hubiera sido positivo que el señor Achcar nos aclarase qué grupos conforman, en su opinión, la “revuelta popular siria”), aunque sin intervención de la OTAN. Significativamente lo hizo en la publicación online Open Democracy. Para quien no conozca esta entidad sepa que se anuncia como “campeones en derechos humanos” y que está financiada, entre otros, por Rockefeller Brothers Fund (Main Site Core Costs), la NED (National Endowment for Democracy. Arab Awakening), muy ligada a la CIA, varias fundaciones ligadas a George Soros (Open Society Foundation, Open Society Initiative for Europe (Main Site Core Costs). Llamativamente el artículo del señor Achcar fue en su día publicado por rebelion.org, punta de lanza de la involución ideológica de la izquierda española.

Del señor Achcar podríamos hablar sobre su faceta como profesor de la universidad londinense (SOAS), uno de cuyos partners es Ashoka, una de las fundaciones globalistas que lidera la captación y fabricación de líderes globales títeres de los intereses de las élites económicas que gobiernan el mundo. El investigador Paco Puche, en ecoportal.net denunciaba en su día en un artículo titulado “El lobby oculto” a determinadas organizaciones entre las que citaba a Ashoka. En sus clases el profesor Achcar parece tener especial interés por las “revoluciones árabes” pero no en la versión de “revoluciones de colores” de las que ya tanto sabemos, sino en la versión “democrática” que nos contaban los medios de comunicación corporativos del capital hasta hace bien poco.

 ● Katerina Sergidou, de la Red Network, es otro de los participantes en el Llamamiento por Un Plan B para Europa. La Red Network tiene por objeto el tratamiento de cuestiones legales ligadas a diferentes temas que afectan a los derechos humanos. Hasta aquí nada que cuestionar. 
Llama la atención que el importante número de socios de la Red Network en países de la Europa del Este o, si lo prefieren, en los antiguos países socialistas.  


Se entiende un poco mejor cuando uno se fija en el Center for Legal Resources (CLR), con sede en Rumanía y con muy poco esfuerzo (página 3) se descubre que dicho centro fue creado en 1998 como tapadera de la Open Society Foundations. La obsesión anticomunista de Soros por instalar en dichos países su concepto de la “sociedad abierta” se pone de manifiesto. 

    Por si quedaran dudas al respecto, el Instituto of Public Affairs (Instituto de Asuntos Públicos) de Polonia, socio de Red Network, aclara en su página de wikipedia que se ocupa, entre otras cosas, de “identificar las amenazas potenciales para el tejido social y anticipar problemas futuros, ofrecer nuevas ideas para las políticas dirigidas a resolver los problemas existentes y futuros” y que “actúa como un puente entre la academia, el mundo de la política, los medios de comunicación y ONG”. ¡vaya con la democracia participativa! Y aclara que es miembro de multitud de estructuras de organizaciones no gobernamentales, entre ellas PASOS (policy association for an open society). Por si lo de Open Society les deja alguna duda, vean ustedes mismos en el lado vertical derecho de la web quiénes son sus donantes: Parlamento Europeo, National Endowment for Democracy (NED), ligado a la CIA, OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte), el programa del Think Tank Fund (de la Open Society Foundations), el Local Government and Public Service Reform Initiative (perteneciente a la citada Fundación Soros) y, por supuesto, la Open Society Foundations. Eso entre otras. 

 ● El señor Kenneth Haar del Corporate Europe Observatory representa a una entidad centrada en el análisis y la investigación sobre el poder de las grandes corporaciones multinacionales. Oiga que denuncian incluso lo que es el TTIP. Por eso resulta difícil entender su lista de donantes. Les voy a decir sólo dos: La Rockefeller Brothers Foundation y, ¿adivinan cuál es la otra? Casi. Una hermana de la Open Society Foundations, también del señor Soros: Open Society Initiative for Europe. Y si continúan leyendo la lista que aparece bajo el epígrafe Funding en el mismo enlace, seguirán sorprendiéndose, o quizá cada vez menos. 


¿Aventuramos una hipótesis? Parece que el capitalismo ha puesto al zorro a guardar a sus gallinitas “izquierdistas”, las viste y alimenta, en todos los sentidos, incluido el ideológico. Porque oiga, la gracieta aquella de Pessoa con “El banquero anarquista” no nos la vamos a creer, ¿verdad? No me imagino a estos grandes capitalistas mundiales actuando por el día como vampiros contra las clases desposeídas y por la noche como donantes de su propia sangre. Sería eso que al señor Errejón tanto le gusta mencionar como “juego de suma cero” y resultaría tonto que estos señores perdiesen tanto el tiempo y el dinero, que son cifras astronómicas, en alimentar líderes “progresistas”, partidos de “izquierda” y ONGs; excepto que el premio fuera orientar la protesta social y la "disidencia política" hacia las rocas o, peor aún, hacia ninguna parte que pueda dañar lo más mínimo al capital ¿Qué les parece? 

19 de febrero de 2016

LA ESCLAVITUD CONTEMPORÁNEA – EL PAPEL DE LA CIBERNÉTICA

Alejandro Teitelbaum. Alainet

Resumen
Si bien subsisten actualmente formas de esclavitud similares a las que existieron en la antigüedad y que afectan, según estimaciones, a unas 20 millones de personas (hombres, mujeres y niños) en todo el mundo, existen formas contemporáneas de esclavitud que involucran a la mayor parte de la humanidad y cuyas bases de sustentación son la propiedad privada de los instrumentos y medios de producción, la organización “científica” del trabajo o “management”, la utilización de las neurociencias y de la cibernética al servicio de la tasa de ganancia, las ideologías y culturas dominantes mediatizadas por los oligopolios de la comunicación y la adicción de la gente a los dispositivos –teléfonos móviles multiusos y otros - llamados “inteligentes”.

I. En esta nota no nos referiremos a la esclavitud con las características con que predominó en la antigüedad, pero que todavía subsiste, legalmente, como por ejemplo en Mauritania y en la India, o de hecho en otros lugares y afecta, según estimaciones, a unas 20 millones de personas –hombres, mujeres y niños- en todo el mundo, sino que nos referiremos a la esclavitud contemporánea, inherente a la etapa actual del sistema capitalista y que involucra a la mayor parte de la humanidad.

Y abriremos un paréntesis – en el párrafo IV - acerca del papel desempeñado por algunas utilizaciones de la neurociencia, como el neuromarketing y la neuroeconomía en la consolidación de la esclavitud contemporánea.

II. La primera manifestación en gran escala de la esclavitud contemporánea fue el taylorismo u “organización científica del trabajo”.

El taylorismo y su aplicación en la práctica, el fordismo, se basa en la idea de hacer del trabajador un mecanismo más en la cadena de montaje: el obrero, en lugar de desplazarse para realizar su tarea se queda en su sitio y la tarea llega a él en la cadena de montaje. La velocidad de ésta última le impone inexorablemente al trabajador el ritmo de trabajo.

El primero en aplicarlo en la práctica fue Henry Ford, a principios del siglo XX, para la fabricación del famoso Ford T. Este trabajo embrutecedor agotaba a los obreros, muchos de los cuales optaban por dejarlo. Ante una tasa de rotación del personal sumamente elevada Ford encontró la solución: aumentar verticalmente los salarios a 5 dólares por día, cosa que pudo hacer sin disminuir los beneficios dado el enorme aumento de la productividad y el pronunciado descenso del costo de producción que resultó de la introducción del trabajo en cadena. Los nuevos salarios en las fábricas de Ford permitieron a sus trabajadores convertirse en consumidores, inclusive de los autos fabricados por ellos.

Los trabajadores, que no se sentían para nada interesados por un trabajo repetitivo que no dejaba lugar a iniciativa alguna de su parte, recuperaban fuera del trabajo su condición humana (o creían recuperarla) como consumidores, gracias a los salarios relativamente altos que percibían. Esta situación se generalizó en los países más industrializados sobre todo después de la Segunda Guerra Mundial y de manera muy circunscripta y temporaria en algunos países periféricos. Es lo que se llamó “el Estado de bienestar”. “El Estado de bienestar no es, como se oye decir con frecuencia, un Estado que llena las brechas del sistema capitalista o que cicatriza a fuerza de prestaciones sociales las heridas que inflinge el sistema. El Estado de bienestar se fija como imperativo mantener una tasa de crecimiento, cualquiera sea, siempre que sea positiva y de distribuir compensaciones de manera de asegurar siempre un contrapeso a la relación salarial”[1] .

El “Estado de bienestar” influyó profundamente en la conciencia de los trabajadores. Lars Svendsen escribe: [los trabajadores] “…terminaron por aceptar la relación salarial y la división del trabajo resultante. Contrariamente a lo que esperaba el marxismo revolucionario, dejaron de cuestionar el paradigma capitalista, contentándose con la ambición más modesta de mejorar su condición en el interior del sistema. Eso significaba también que su esperanza de libertad y de realización personal radicaba en su papel de consumidores. Su objetivo principal pasaba a ser el aumento de sus salarios para poder consumir más”[2]. Algo similar sostuvieron los fundadores de la Escuela de Frankfort. Marcuse escribió en el Prefacio de El hombre unidimensional (1954) que “es tanto más difícil transpasar esta forma de vida en cuanto la satisfacción aumenta en función de la masa de mercancías”. Ello (la satisfacción instintiva), según Marcuse, “ayuda al sistema a perpetuarse”.

III. El Estado de bienestar se terminó más o menos abruptamente con la caída de la tasa de ganancia capitalista y la consiguiente caída de los salarios reales. Para dar un nuevo impulso a la economía capitalista y revertir la tendencia decreciente de la tasa de beneficios, comenzó a generalizarse la aplicación de la nueva tecnología (robótica, electrónica, informática) a la industria y a los servicios[3].

De modo que la nueva tecnología, la organización “científica” del trabajo y el consiguiente aumento de la intensidad del trabajo, aun manteniéndose el mismo horario de trabajo, incrementa el beneficio capitalista como plusvalía relativa (menos trabajo necesario y más trabajo excedente). Y si la jornada laboral aumenta también aumenta el beneficio capitalista (plusvalía absoluta como la que el capitalista obtiene durante la jornada normal de trabajo) aunque se mantenga la misma proporción entre trabajo necesario y trabajo excedente. Véase Marx, El Capital, Libro I, sección 5, Cap. XIV (Plusvalía absoluta y plusvalía relativa).

La introducción de las nuevas tecnologías requería otra forma de participación de los trabajadores en la producción, que ya no podía reducirse a la de meros autómatas. Había que modificar-perfeccionar el sistema de explotación, pues las nuevas técnicas, entre ellas la informática, requerían distintos niveles de formación y de conocimientos, lo que condujo a que comenzaran a difuminarse las fronteras entre el trabajo manual e intelectual. Es así como nace el “management” en sus distintas variantes, todas tendentes esencialmente a que los asalariados se sientan partícipes –junto con los patrones– en un esfuerzo común para el bienestar de todos. Esto no implica la desaparición del fordismo, que sigue vigente para las tareas que no requieren calificación y subsiste esencialmente en la nueva concepción de la empresa: el control del personal –una de las piedras angulares de la explotación capitalista– que se realiza físicamente en la cadena fordista de producción, continúa –acentuado– en la era postfordista por otros medios. “Gracias a las tecnologías informáticas –escribe Lars Svendsen– la dirección puede vigilar lo que sus empleados hacen en el curso de la jornada y cual es su rendimiento” [4]. El nuevo “management” apunta a la psicología del personal. Los directores de personal (o Directores de Recursos Humanos) peroran acerca de la “creatividad” y del “espíritu de equipo”, de la “realización personal por el trabajo”, de que el trabajo puede –y debe– resultar entretenido, (“work is fun”) etc. y se publican manuales sobre los mismos temas. Hasta se contratan “funsultants” o “funcilitators” para que introduzcan en la mente de los trabajadores la idea de que el trabajo es entretenido, de que es como un juego (“gamification” –del inglés “game”– del trabajo) [5].

Si se les pregunta a los asalariados si están satisfechos en su trabajo muchos responderán que sí, que si no trabajaran su vida carecería de sentido. Y esto vale incluso para quienes realizan las tareas más simples. En la cadena fordista la empresa se apodera del cuerpo del trabajador, con el nuevo “management” se apodera de su espíritu. Escribe Svendsen: “Las motivaciones y los objetivos del empleado y de la organización se presume que están en perfecta armonía: El nuevo “management” penetra el alma de cada empleado. En lugar de imponerle una disciplina desde el exterior, lo motiva desde el interior”.
Hans Magnus Enzensberger, poeta y ensayista alemán, escribió en el decenio de 1960: “La explotación material debe esconderse tras la explotación no material y obtener por nuevos medios el consenso de los individuos. La acumulación del poder político sirve como pantalla de la acumulación de las riquezas. Ya no sólo se apodera de la capacidad de trabajo, sino de la capacidad de juzgar y de pronunciarse. No se suprime la explotación, sino la conciencia de la misma”[6].

IV. Los mecanismos de manipulación mental son objeto de trabajos académicos y de seminarios internacionales. En la Universidad de Stanford, California, funciona un Laboratorio de Tecnología Persuasiva que dirige B. J Fogg, quien ha escrito un libro cuyo título lo dice todo: Tecnología Persuasiva: utilizar las computadoras para cambiar lo que pensamos y lo que hacemos (tecnologías interactivas [Persuasive Technology: Using Computers to Change What We Think and Do (Interactive Technologies)]. También se llama a esta disciplina captología. Del 6 al 8 de junio de 2012 se celebró en Linköping (Suecia) el “VII Congreso internacional sobre tecnología persuasiva”. En la convocatoria al Congreso se explicaba que “La tecnología persuasiva es un campo científico interdisciplinario que estudia el diseño de tecnologías y servicios interactivos para cambiar la actitud y el comportamiento de las personas. En él confluyen ámbitos como la retórica clásica, la psicología social y la computación ubicua [7] y sus especialistas suelen dedicarse al diseño de aplicaciones en dominios como el sanitario, empresarial, de seguridad y educativo. El congreso contará con la información más actual sobre cómo diseñar aplicaciones móviles y basadas en Internet, como por ejemplo juegos móviles y sitios dedicados a las redes sociales, para influir en comportamientos, pensamientos y sentimientos”.

También las grandes empresas recurren desde hace un tiempo y financian estudios de “neuroeconomía” y de “neuromarketing”. Con dichos estudios se trata de identificar, apoyándose en algunos aspectos de los trabajos de destacados neurobiólogos como Jean-Pierre Changeux (El hombre neuronal, El hombre de verdad) y Antonio Damasio (El error de Descartes, Spinoza tenía razón) los mecanismos mentales de la toma de decisiones, entre ellos el papel de la emoción, que analiza Damasio en El error de Descartes. La finalidad es elaborar formas de manipulación mental, por ejemplo a través de la publicidad[8] , para condicionar a la gente de manera que compre determinados productos o servicios. Se trata de crear en los seres humanos reflejos condicionados como hacía Pavlov con sus perros de laboratorio. El neuromarketing ocupa un lugar importante en las escuelas profesionales de marketing. Véase, por ejemplo Recherche Marketing & Etudes Internet_ Pub et sciences cognitives comment l’émotion dirige notre cerveau.mht y Du bon dosage de l'émotion - Stratégies.mht . Ya no se trata de vender un auto o un yogurt, sino de vender una emoción, un modo de vida. Por cierto que estos métodos de captación de clientela forman parte del marketing político. El tema de la toma de decisiones en economía tiene alta jerarquía académica: en 2002 recibió el premio Nóbel de Economía un psicólogo, Kahneman, por sus estudios sobre el tema y en 2007 lo recibieron tres economistas Hurwicz, Myerson y Maskin por sus trabajos acerca de la toma de decisiones (véase la nota 7), entre otras cosas, por qué una persona compra una cosa y no otra. En el mundo empresario se aplican también algunos aspectos de las neurociencias para perfeccionar la conducción de los negocios (liderazgo y toma de decisiones) y, como ya hemos señalado, para la gestión del personal.

V. La mayor parte del beneficio resultante del aumento de la productividad engrosa la renta capitalista y una mínima parte se incorpora al salario, aunque no siempre. Es así como una constante del sistema capitalista es la profundización de la desigualdad en la distribución del producto.

Y del mismo modo, el tiempo social liberado por el aumento de la productividad se distribuye desigualmente: el tiempo que dedican al trabajo los asalariados no disminuye, ni aproximadamente, en la misma proporción en que aumenta la productividad. A comienzos del siglo XIX (hace 200 años) escribió Hegel: “El hombre disminuye el trabajo para el conjunto, no para los individuos, para los cuales, al contrario, lo acrecienta, porque cuanto más el trabajo se hace mecánico, menos valor tiene y más el hombre debe trabajar”…”La disminución del valor del trabajo es proporcional al aumento de la productividad del trabajo”…”las fábricas y las manufacturas basan su existencia en la miseria de una clase” (G.F. Hegel, Realphilosophie, 1805-6).

Cabe agregar que pese a que la productividad ha aumentado enormemente en los últimos decenios, como consecuencia del progreso técnico y del aumento de la intensidad en el trabajo y de la jornada laboral, los salarios reales no han seguido –ni aproximadamente– el mismo ritmo de crecimiento. Esto vale también para los cuadros profesionales, cuyos salarios se mantienen congelados y sus condiciones de trabajo no cesan de deteriorarse.

El profesor Pietro Basso en su libro Temps modernes, horaires antiques. La durée du travail au tournant des millénaires (Lausanne, Suisse, Editions Page deux, 2005) dice que el aumento de la productividad del trabajo, que debería estar acompañada lógicamente de una reducción del tiempo de trabajo (diario, semanal y anual) y de la reducción de la intensidad del mismo lo que efectivamente ocurrió de manera general hasta culminar en el decenio de 1920 cuando las luchas de los trabajadores, ayudadas por el temor de los capitalistas al ejemplo de la Revolución de Octubre en Rusia, lograron la jornada hebdomadaria de 48 horas. Pero con el fordismo aumentó la intensidad del trabajo, como muestra agudamente Chaplin en el film Tiempos Modernos. Desde entonces la jornada de trabajo se mantuvo estable, aunque disminuyó la jornada anual como resultado de las vacaciones más prolongadas y en algunos países disminuyó también la jornada semanal. 

Pero en los últimos años, pese a que continuó aumentando la productividad, esa tendencia a la reducción de la jornada laboral se invirtió y también aumentó la intensidad del trabajo con el “toyotismo” (“just in time”: producción de lo necesario en función de la demanda de cada momento evitando la acumulación de stocks de mercancías) y con la flexibilidad laboral. Esta tendencia al aumento de la jornada laboral se acentúa a causa de la necesidad que tiene mucha gente de trabajar más tiempo (en el mismo empleo o en un trabajo adicional) a fin de ganar lo mínimo necesario para sobrevivir.

Con el “management” se procura que el trabajador de “cuello blanco”, que es –o tiende a ser– mayoritario en las países más industrializados, centre su vida como persona en el seno de la empresa y llene su tiempo “libre” fuera de ella –orientado por la moda y la publicidad– como consumidor de objetos necesarios e innecesarios [9] y de distinto tipo de entretenimientos alienantes, como espectador de deportes mercantilizados, de series televisivas, como adicto a juegos electrónicos (verdadero flagelo contemporáneo), etc., en la medida que se lo permiten sus ingresos reales y los créditos que pueda obtener (y que, en tiempos de crisis, no puede rembolsar).

Dicho de otra manera, el sistema capitalista en su estado actual trata de superar sus contradicciones insolubles inherentes a la apropiación por los dueños de los instrumentos y medios de producción y de cambio de buena parte del trabajo humano social (plusvalía) apoderándose de la mayor parte del creciente tiempo libre social (distribución desigual del tiempo libre social ganado con el aumento de la productividad) para “poner plustrabajo”, como escribe Marx en los Elementos fundamentales para la crítica de la economía política (Grundrisse) y apoderándose también del escaso tiempo libre particular que les queda a quienes trabajan, mercantilizándolo como objeto de consumo.

De modo que puede decirse que la esclavitud asalariada propia del capitalismo, que pudo entenderse limitada sólo a la jornada laboral, ahora se extiende a TODO EL TIEMPO de la vida de los asalariados. De alguna manera, ha desaparecido la diferencia entre la esclavitud como sistema prevaleciente en la antigüedad (el esclavo al servicio del amo de manera permanente) y la esclavitud asalariada moderna.

VI. Con la sociedad industrial y la economía de mercado el producto del trabajo dejó de ser la “obra” de una persona para satisfacer inmediatamente sus necesidades y pasó a ser el medio de producir –a las órdenes de un patrón– bienes y servicios destinados al mercado, a cambio de recibir un salario que le permite adquirir los bienes y servicios necesarios para sobrevivir que se encuentran en ese mismo mercado.
Gorz [10] afirma que el trabajo, cualquiera sea el sistema económico-social, siempre es alienante pues requiere una organización generadora de burocracias jerarquizadas y el trabajador debe someterse a esa organización. Y se remite a las experiencias de los países del socialismo real.

Pero lo que está claro y es indiscutible es que solo se puede superar la contradicción inherente al capitalismo entre el aumento de la productividad y la profundización de las desigualdades sociales suprimiendo la propiedad privada de los instrumentos y medios de producción y de cambio y así, la apropiación privada de la plusvalía. Eliminando de la jornada de trabajo el trabajo excedente o plustrabajo que constituye el beneficio del capitalista, por un lado, y no agregando plustrabajo (salvo el destinado a la reproducción del capital social) en el tiempo libre así ganado, por el otro. Incrementando de ese modo el tiempo libre para todos, tal como previó Marx en los Grundrisse (1857). Es decir, que aun admitiendo que el trabajo es siempre alienante (aunque puede sostenerse que no lo es para la minoría que realiza su vocación en el trabajo, que puede convertirse en una mayoría en un sistema socialista) la abolición del capitalismo debe implicar un aumento inmediato del tiempo libre social, su redistribución igualitaria y su reapropiación por cada ser humano para su realización personal.

En este último caso cabe hacer la diferencia entre el trabajo impuesto como obligación social (que puede ser alienante aun en un sistema socialista [11]) y la ocupación libremente elegida para el tiempo libre (“disposable time”, como escribió Marx en los Grundrisse). Tiempo realmente libre que, como hemos señalado antes, ha cesado totalmente de existir en el capitalismo contemporáneo. De modo que la cuestión que plantearon los fundadores de la Escuela de Frankfort que Svendsen sintetiza en la frase “Contrariamente a lo que esperaba el marxismo revolucionario, [los trabajadores] dejaron de cuestionar el paradigma capitalista, contentándose con la ambición más modesta de mejorar su condición en el interior del sistema” conserva plena actualidad.

En el Primer Manuscrito (El trabajo enajenado), párrafo XXIII, escribe Marx:

“…Ciertamente el trabajo produce maravillas para los ricos, pero produce privaciones para el trabajador. Produce palacios, pero para el trabajador chozas. Produce belleza, pero deformidades para el trabajador. Sustituye el trabajo por máquinas, pero arroja una parte de los trabajadores a un trabajo bárbaro, y convierte en máquinas a la otra parte. Produce espíritu, pero origina estupidez y cretinismo para el trabajador.
La relación inmediata del trabajo y su producto es la relación del trabajador y el objeto de su producción. La relación del acaudalado con el objeto de la producción y con la producción misma es sólo una consecuencia de esta primera relación y la confirma. Consideraremos más tarde este otro aspecto.

Cuando preguntamos, por tanto, cuál es la relación esencial del trabajo, preguntamos por la relación entre el trabajador y la producción.

Hasta ahora hemos considerado el extrañamiento, la enajenación del trabajador, sólo en un aspecto, concretamente en su relación con el producto de su trabajo. Pero el extrañamiento no se muestra sólo en el resultado, sino en el acto de la producción, dentro de la actividad productiva misma. ¿Cómo podría el trabajador enfrentarse con el producto de su actividad como con algo extraño si en el acto mismo de la producción no se hiciese ya ajeno a sí mismo? El producto no es más que el resumen de la actividad, de la producción. Por tanto, si el producto del trabajo es la enajenación, la producción misma ha de ser la enajenación activa, la enajenación de la actividad; la actividad de la enajenación. En el extrañamiento del producto del trabajo no hace más que resumirse el extrañamiento, la enajenación en la actividad del trabajo mismo.

¿En qué consiste, entonces, la enajenación del trabajo?

Primeramente en que el trabajo es externo al trabajador, es decir, no pertenece a su ser; en que en su trabajo, el trabajador no se afirma, sino que se niega; no se siente feliz, sino desgraciado; no desarrolla una libre energía física y espiritual, sino que mortifica su cuerpo y arruina su espíritu. Por eso el trabajador sólo se siente en sí fuera del trabajo, y en el trabajo fuera de sí. Está en lo suyo cuando no trabaja y cuando trabaja no está en lo suyo. Su trabajo no es, así, voluntario, sino forzado, trabajo forzado. Por eso no es la satisfacción de una necesidad, sino solamente un medio para satisfacer las necesidades fuera del trabajo. Su carácter extraño se evidencia claramente en el hecho de que tan pronto como no existe una coacción física o de cualquier otro tipo se huye del trabajo como de la peste. El trabajo externo, el trabajo en que el hombre se enajena, es un trabajo de autosacrificio, de ascetismo. En último término, para el trabajador se muestra la exterioridad del trabajo en que éste no es suyo, sino de otro, que no le pertenece; en que cuando está en él no se pertenece a si mismo, sino a otro. 
Así como en la religión la actividad propia de la fantasía humana, de la mente y del corazón humanos, actúa sobre el individuo independientemente de él, es decir, como una actividad extraña, divina o diabólica, así también la actividad del trabajador no es su propia actividad. Pertenece a otro, es la pérdida de sí mismo. [12]. Pero el ser humano no sólo está alienado como productor sino también como consumidor (incitación al consumismo mediante la “tecnología persuasiva” y el neuromarketing)[13] y asimismo está alienado a las ideologías dominantes, que lo llevan a aceptar el orden capitalista vigente como un hecho natural e inmutable”.

A ello contribuye de manera importante la concentración oligopólica de los medios de comunicación de masas (incluida la comunicación electrónica) y de los productos de entretenimiento de masas (series televisivas, música popular, parques de diversiones, juegos de vídeo, filmes, etc.) está en su apogeo. Grandes empresas tienen el control mundial casi total de esos productos, mediante los cuales dictan a los seres humanos cómo deben pensar, qué deben consumir, cómo deben utilizar su tiempo libre, cuáles deben ser sus aspiraciones, etc. Son el instrumento destinado a mantener y consolidar la hegemonía de la ideología y la cultura del sistema capitalista y formidables instrumentos para la neutralización del espíritu crítico, la domesticación y la degradación intelectual, ética y estética del ser humano. Uniformizan a escala planetaria los reflejos y comportamientos del ser humano, destruyendo la originalidad y riqueza de la cultura de cada pueblo. Son los vectores de la ideología del sistema dominante, que filtran la información y que tiñen la información ya filtrada de esa misma ideología en función de sus intereses particulares [14].

NOTAS:
[1] Dominique Meda, Le travail, une valeur en voie de disparition. Ed. Aubier, Paris, 1995, pág. 135.
[2] Lars Svendsen, Le travail. Gagner sa vie, à quel prix? Editions Autrement, Paris, setiembre 2013, pág. 140.
[3] “…En toda la historia del capitalismo, desde la gran revolución industrial de fin del siglo XVIII hasta nuestros días, el sistema económico se ha desarrollado por movimientos sucesivos de inversiones y de innovaciones tecnológicas. Esos movimientos parecen principalmente vinculados a las dificultades inherentes al proceso de acumulación del capital: este, en un momento dado, se traba y todo se cuestiona: la regulación, los salarios, la productividad. La innovación tecnológica es una manera de salir de la crisis, pero no viene sola: ella afecta directamente, a veces el nivel del empleo, siempre la organización del trabajo y el control ejercido por los trabajadores sobre su oficio y sobre sus instrumentos de trabajo y por sus organizaciones sobre el nivel de los salarios, sobre la disciplina en el trabajo y la seguridad laboral…”. Alfred Dubuc, Quelle nouvelle révolution industrielle? en: Le plein emploi à l’aube de la nouvelle révolution industrielle. Publicación de la Escuela de Relaciones Industriales de la Universidad de Montreal, 1982. https: //papyrus.bib.umontreal.ca/jspui/handle/1866/1772
[4] Un estudio detallado de la organización del trabajo en las empresas que han incorporado la robótica se puede encontrar en Benjamín Coriat, L’atelier et le robot. Essai sur le fordisme et la production de masse à l’age de l’électronique. Ediciones Christian Bourgois, Francia. 1990. Sobre el mismo tema: de Michel Freyssenet, Trabajo, automatización y modelos productivos. Grupo Editorial Lumen, Argentina 2002.
[5] Véase, en el sitio http://www.changeisfun.com/about/leslie.html, la ejemplar biografía y bibliografía de Leslie Yerkes, presidenta de Catalyst. Su biografía comienza así: “La especialidad de Leslie está ayudando a las organizaciones a convertir los retos en oportunidades. Su filosofía es simple: La gente es básicamente buena, bien intencionada, valiente y capaz de aprender, y el trabajo de Leslie consiste en proporcionar un marco en el que la gente puede recurrir a sus propios recursos internos para encontrar soluciones creativas”.
[6] Hans Magnus Enzensberger, Culture ou mise en condition? Collection 10/18, Paris 1973, págs. 18-19.
[7] Computación ubicua o “inteligencia ambiental” es la integración de la informática en el entorno de las personas, de forma que los ordenadores no se perciban como objetos diferenciados.
La persona interactúa de manera natural con los dispositivos informáticos y sistemas computacionales que a su vez interactúan entre sí y puede realizar cualquier tarea diaria a través de dichos dispositivos (encender las luces, poner en marcha la calefacción, el horno de la cocina o el televisor, encender y apagar la computadora en el lugar de trabajo, etc. desde cerca o a distancia).
Estos dispositivos pueden tener una utilidad práctica (como el que impide poner en marcha el automóvil si el conductor no ha ajustado su cinturón de seguridad, lo que induce un comportamiento positivo) pero por un lado tienden a convertir al ser humano en un robot más que va perdiendo su capacidad de decisión y por el otro permiten controlar a distancia todas las actividades, aún las más rutinarias, de las personas.
[8] Patrick Le Lay, en 2004, siendo Presidente Director General de la emisora de televisión francesa TF1, decía : « Hay muchas maneras de hablar de la televisión. Pero en la perspectiva de los negocios hay que ser realistas: la base del trabajo de TF1 es ayudar por ejemplo a Coca Cola a vender su producto. Para que un mensaje publicitario sea percibido es necesario que el cerebro del espectador esté disponible. Nuestras emisiones tienen por vocación hacerlo disponible…lo que vendemos a Coca Cola es tiempo del cerebro humano disponible”. (09/07/2004 17:24:00 - L'Expansion.com).
[9] Es el llamado efecto de demostración o de imitación, que en el plano económico fue formulado por James Stemble Duesenberry quien se refiere a la tendencia de los miembros de un grupo social a imitar los comportamientos de consumo de la capa de mayores ingresos de ese mismo grupo o de la capa inmediatamente superior para tratar de identificarse con estos últimos (Duesenberry, James, Income, Saving and the Theory of Consumption Behaviour. Harvard University Press, 1949). La moda y las marcas promueven ese efecto. En un plano más general, se llama también efecto de demostración o de imitación al hecho de que las clases populares (por lo menos una buena parte de ellas) tienden a imitar los modos de pensar y los comportamientos de las élites dirigentes. Incluso, en no pocos casos, tratan de copiar los comportamientos delictuosos de las élites (todos roban yo también), con la creencia de que, como aquéllas, beneficiarán de impunidad.
[10] André Gorz, Métamorphoses du travail. Critique de la raison économique, Gallimard, Paris, 2004. Edición en castellano: Metamorfosis del trabajo. Búsqueda del sentido. Crítica de la razón económica. Editorial Sistema. Madrid 1995.
[11] Aunque puede sostenerse que en un sistema socialista el trabajo cesa de ser alienante cuando es realizado como resultado de un proyecto decidido en común con un objetivo de interés general.
[12] Marx, Manuscritos económicos-filosóficos de 1844.
[13] Marx se refiere a lo que ahora llamamos consumismo en el Tercer Manuscrito (Propiedad privada y comunismo) punto 4: “La propiedad privada nos ha hecho tan estúpidos y unilaterales que un objeto sólo es nuestro cuando lo tenemos, cuando existe para nosotros como capital o cuando es inmediatamente poseído, comido, bebido, vestido, habitado, en resumen, utilizado por nosotros. Aunque la propiedad privada concibe, a su vez, todas esas realizaciones inmediatas de la posesión sólo como medios de vida y la vida a la que sirven como medios es la vida de la propiedad, el trabajo y la capitalización. En lugar de todos los sentidos físicos y espirituales ha aparecido así la simple enajenación de todos estos sentidos, el sentido del tener. El ser humano tenía que ser reducido a esta absoluta pobreza para que pudiera alumbrar su riqueza interior (sobre la categoría del tener, véase Hess, en los Einnundzwanzig Bogen)”.

[14] Todos estos mecanismos-más o menos refinados – de explotación del trabajo humano se interrumpen abruptamente cuando la empresa recurre directamente al chantaje, poniendo a los trabajadores ante la disyuntiva de aceptar el empeoramiento de las condiciones de trabajo en materia de salarios y/o horarios o el cierre o la deslocalización de la empresa y la consiguiente pérdida del empleo. O cuando la empresa directamente despide a parte del personal. Para facilitar la tarea en este sentido a la patronal, algunos Gobiernos proceden a reformar negativamente la legislación laboral, entre otras cosas autorizando las negociaciones por empresa, en lugar de la negociación por rama y así desunir y debilitar el frente de los trabajadores. Este es el proyecto que tiene en estado avanzado el Gobierno “socialista” francés