27 de septiembre de 2012

TODOS A APOYAR A LOS TRABAJADORES DEL TRANSPORTE URBANO EN HUELGA

INICIATIVA DE CLASE

El pasado día 17 de septiembre los trabajadores del Metro de Madrid llevaron a cabo una exitosa jornada de huelga, que tuvo su continuación el día 21, sumándose a esta última los trabajadores de la EMT. La participación fue del 95-98% en Metro y del 100% en EMT. Hay convocadas nuevas jornadas de huelga los días 28 de septiembre y 1 de octubre. Se movilizan para enfrentarse a las continuas agresiones al derecho de negociación colectiva, las rebajas salariales, el aumento de las tarifas y en defensa del sistema de transporte público.

Desde INICIATIVA DE CLASE, llamamos a todas las organizaciones políticas, sindicales y sociales de la izquierda y al conjunto de obreros y trabajadores madrileños a apoyar de forma activa a este colectivo que desde hace ya muchos años viene demostrando su combatividad y su espíritu de defensa de los derechos de los trabajadores, tanto los suyos propios en su ámbito laboral, como los del conjunto de la clase, en defensa del transporte público y contra la privatización. Hay que recordar las movilizaciones de los trabajadores de RENFE, que tienen este mismo carácter, y llamar a la solidaridad con ellos y con todos los trabajadores del administraciones públicas en lucha.

Así mismo, llamamos a los sectores progresistas de las clases medias a que muestren su apoyo a esta justa lucha en defensa de lo público y contra las agresiones del gran capital,. En ello reside también el interés de estas capas sociales. La clase obrera y otros sectores de trabajadores asalariados es la que está necesariamente en la primera línea de lucha en defensa contra las agresiones del gran capital. Este hecho debe ser reconocido, y no negado, huyendo hacia engañosos planteamientos ciudadanistas que parten de cerrar los ojos a los hechos básicos de nuestra realidad social, si se quiere ser efectivo en la defensa de los derechos de las clases populares.

El capitalismo, hundiéndose en su propia ineficiencia económica, no encuentra otra manera de obtener rentabilidad para sus inversiones más que a costa de reducir el salario de los trabajadores, así como el disminuir el gasto en servicios sociales para redirigir ese dinero, que pertenece a los medios de vida de los trabajadores, que es la propia vida de los trabajadores, hacia el beneficio capitalista. Los trabajadores no tenemos por qué pagar con nuestra propia vida y la de nuestras familias, la ineficiencia y el parasitismo del capitalismo, puesto que nosotros tenemos otra alternativa a esta sociedad basada en el parasitismo social y económico de la innecesaria clase capitalista.

El capitalismo, a través de las privatizaciones, trata de traspasar servicios públicos a empresas privadas para ser explotadas y gestionadas por capitalistas que obtendrían beneficios a costa del recorte de derechos laborales de sus empleados y del encarecimiento y deterioro de los servicios prestados a los usuarios, y así obligar a la sociedad a que les proporcione salidas rentables a sus inversiones. Quien no pueda pagar, se quedará sin dichos servicios; quien no pueda pagar lo suficiente, tendrá servicios de ínfima calidad. Sólo los ricos tendrán buenos servicios (de transporte, en salud, educación, etc.). Esa es la lógica del capitalismo, la lógica liberal que nos tratan de hacer pasar por buena: si no tienes dinero, no tienes derechos. Si los capitalistas no encuentran suficientes salidas rentables para invertir las enormes masas de capital que han acumulado en sus pocas manos, no es ni asunto nuestro, ni problema nuestro. Lo que sí es lo nuestro, es la defensa de nuestros medios de vida, y de los servicios públicos que los proporcionan (transporte, educación, salud...).

El apoyo a la lucha de este colectivo, y de cualquier colectivo de la clase obrera, no es sólo una cuestión de solidaridad de clase, sino una cuestión de defensa de los intereses de toda la clase o brera y del conjunto de todos los trabajadores, así como de otras capas sociales.
e-mail: iniciativadeclase2@gmail.com

23 de septiembre de 2012

¿ES EL CONGRESO? ¡QUE SE PONGA!

Por Marat
Operadora Telefónica del Congreso de los Diputados (OTC): Congreso de los Diputados, dígameeeee” -se oyó una voz femenina que recordaba la musicalidad de otras operadoras telefónicas, las de TeleTaxi, al otro lado de la línea telefónica)

Aspirante a Ocupar el Congreso (AOC): “Dígale al Presidente del Congreso, al del Gobierno y a sus Ministros, y a los grupos de la oposición que hemos rodeado el Congreso” -respondió con voz masculina que, a duras penas, intentaba expresar autoridad, seguridad y fuerte personalidad.

OTC: “¿De parte de quiéeeeeen? ¿Se lo digo a todos a la vez por megafonía o uno a uno? ¿Informo de que han rodeado el Congreso por partes o todo en conjunto?” –ahora la voz sonaba más cercana a las preguntas realizadas a los clientes por parte del personal de una conocida marca de comida rápida (hamburguesería) norteamericana. En efecto, las preguntas bien hubieran podido ser: ¿Menú grande? ¿Nuggets, alitas,..?, ¿Alguna cosa más?   

AOC: “Soy Pancho Luis Poza, hablo en nombre de Ocupa el Congreso, Toma el Congreso, Rodea el Congreso y de otras varias convocatorias. Puede usted informar del modo que le parezca más conveniente pero de forma rápida” –dijo el interlocutor con un ligero tono de impaciencia y mosqueo. Llevaba con sus compañeros de la convocatoria del 25-S cuatro horas delante de la puerta de entrada del Congreso, no alrededor del Congreso y, salvo algún medio de comunicación que no parecía excesivamente activo al notar el impasse de la intentona, no detectaban que se les estuviera haciendo caso alguno.

OTC: ¿Y todos esos nombres que me cita, señor Luis Poza, han venido con usteeeeed? ¿Han nombrado una comisión o es usted su único representante? ¿Tienen alguna petición que hacer? ¿La han traído por escrito para dejarla en registro del Congreso? Disculpemeeee que le haga estas preguntas pero es el protocolo establecido desde hace mucho tiempo ante manifestaciones petitorias” –la telefonista, celosa del buen su trabajo, parecía tener un fondo correoso bastante arraigado.

AOC:  “Sí, bueno –tono dubitativo de Pancho Luis Poza-, han venido más o menos todas las organizaciones. Hemos realizado una asamblea que me ha designado portavoz. En cuanto a las peticiones que tenemos son sobradamente conocidas a través de Internet y los medios de comunicación. Y la petición la tenemos por escrito pero la llevo en mi iPad y no tenemos con nosotros una impresora. Puedo ir corriendo, antes de que cierren, los locutorios para descargarla en alguna impresora y hacer la fotocopia que luego les entreguemos” –la conversación empezaba a adquirir cierto tono tenuemente delirante y el invicto Luis Poza temió, por un momento, que algo pudiera salir mal. Mientras hablaba mandó un sms a los más destacados miembros de la acción del 25-S, que no dirigentes, porque todo el mundo se representaba a sí mismo, para que se hiciese una asamblea para ir hacer las fotocopias y elegir si las harían en una fotocopistería o en un locutorio y si era en este último en uno ecuatoriano, marroquí, paquistaní, del este europeo o multiétnico, para no herir la sensibilidad de ningún colectivo migrante.

OTC: “Entonceeeees, señor Luis Poza, ¿quiénes digo que han venido?, porque no me queda claro. Es que me suena una Plataforma ¿Puede ser en Pie o De Pie o Un Pie? Y es que como hay otra que creo que se llama Coordinadora 25-S y parece que hay hasta una tercera, o cuarto y mitad, no me aclaro en decirles a los señores diputados de parte de quien viene usted, don Poza, perdón, señor Luis Poza” –la esforzada telefonista intentaba por todos los medios aclararse en lo que empezaba a ser un galimatías para ella.

AOC: Me está usted intentando liar, señorita –dijo el intrépido Pancho Luis Poza, inspirando fuertemente después para tomar aire y provocando que los cornetes nasales le sonaran como una tuba desafinada, lo que indicaba un estado deteriorado de los mismos –Somos los convocantes de la acción del 25-S y ya está. Avise a sus superiores de que exigimos ser recibidos o que se atengan a las consecuencias”.

OTC: “¿Se lo transmito así mismo, señor Luis Poza, que-se-atengan-a-las-consecuencias? Y dígameeeeee, por si me preguntan, esas consecuencias son ¿A) lesivas para la cámara y la representación popular, en cuyo caso, A.1) serían del tipo asalto civil o A.2) asalto de tipo cívico-militar, lo digo por el tono de pronunciamiento que han empleado el teniente general Pedro Pitarch y el coronel Alamán Castro, o bien B) para las personas que ostentan cargos en la misma pero no para la institución?"

AOC: No ha venido ninguna de las dos personas que me cita pero tenemos al cabo Contreras que insulta como un carretero y desanima mucho al enemigo. Sobre el carácter de las consecuencias no hemos discutido todavía pero en cuanto acabe la asamblea para ir ver quién va a hacer las fotocopias hacemos otra para ver el tipo y alcance de esas consecuencias”.

OTC: “Y dígameeeee, señora del Pozo, perdón, don Pozas, ¿piensan ustedes tener resueltos los temas a tratar en esas asambleas tan participativas suyas para hoy martes o para el próximo martes?. Le digo esto porque los señores diputados tienen  prevista la finalización de las sesiones de hoy hacia las 8 de la tarde”.

AOC: “El tiempo que sea necesario. La democracia del ágora no puede detenerse por un calendario” –decididamente, el paladín de la democracia real instantánea, como el café soluble, que salía a la calle sin carné ni intención de mostrarlo y al que tanto esfuerzo de cómodas detenciones por unas horas le estaba costando alcanzar la popularidad política ya no estaba de humor. Él, que se había esposado incluso al Tren de la Bruja en su pueblo en busca de la fugaz fama....Se escuchaba a sí mismo en la solemnidad de sus palabras y se imaginaba como un conductor de masas y hasta como un padre de la patria. Pero esta telefonista se le resistía de forma tenaz.

OTC: Pero la democracia parlamentaria sí tiene relojes y calendarios, don Pancho, más que nada porque los diputados salen a orinar, comer y también cenan y duermen. Alguno hasta tiene familia” –contestó la telefonista del Congreso- “Permítame que le haga otra pregunta, para transmitírsela también a los diputados. ¿Las peticiones que ustedes hacen son las de ese grupo anónimo de facebook, en la que empezó lo de hoy ante el Congreso de los Diputados, las de la Plataforma Puntapié o las de la Coordinadora 25-S? Es que como cada vez han contado ustedes cosas distintas,...¿Podría adjuntar a su petición un esquema, para que los diputados se enteren? Es que hasta yo estoy hecha un lío y eso que he intentado enterarme desde el primer día”.

AOC: “Son un compendio de muchas iniciativas distintas, que van desde la Comisión Constituyente para constituir la nueva Constitución hasta las propuestas de la Comisión vegana de Lavapiés, pasando por la Comisión de Buenas Prácticas Ciudadanas en un Estado No Monárquico y....-iba a seguir con su recital de democracia participativa cuando notó que la telefonista carraspeaba con nerviosismo e insistencia.

OTC: “Muy bien, muy bien, don Jesús del Pozo. Sí, tráigase un esquemita como el que le he pedido, más que nada porque si ustedes se enteran de lo que quieren, quizá los señores diputados puedan enterarse también de lo que piden”–respondió con prisa la telefonista- “Pero ahora tengo que dejarle porque, cuando acaba la sesión, también el personal terminamos nuestro horario de trabajo. ¿Usted trabaja, don Pozas?. ¡Ah sí, que ahora recuerdo que fue usted un alto directivo de una empresa del sector de la construcción. Llame usted mañana. Adiós, buenas tardes” –y en el móvil de última generación de Pancho Luis Pozas empezó a escucharse el sonido repetitivo de una comunicación cortada, pi, pi, pi,...

21 de septiembre de 2012

SEÑOR ANGUITA: OLVÍDESE DE INICIATIVA DE CLASE

Iniciativa de Clase

Los miembros de INICIATIVA DE CLASE nos hemos visto desagradablemente sorprendidos con un vídeo (http://www.ustream.tv/channel/somosmayoria, a partir del minuto 22) en el que Julio Anguita, en la presentación pública de su Frente Cívico, nos cita como una de las organizaciones que, de un modo u otro, convergen en sus críticas hacia la Transición política española y los partidos políticos, coincidiendo en dichas críticas con la entidad que en el presente lidera el político cordobés.

Como quiera que la Transición política no es una cuestión respecto a la que INICIATIVA DE CLASE haya aludido en sus documentos, porque no atañe a su razón de origen, y dado que para nosotros la forma partido es la que constituye la mejor representación de la diversidad de intereses de los distintos sectores y clases sociales, sentimos la sensación de que se nos quiere utilizar por parte del señor Anguita y de su grupo político, Frente Cívico, con el fin de llevar el agua a su molino mediante la técnica de inventarse compañeros de viaje y grupos con análisis compartido que no lo son, al menos en nuestro caso.

INICIATIVA DE CLASE nace como reacción al ciudadanismo interclasista y la transversalidad ideológica, justo lo que el señor Anguita y su Frente Cívico representan, y el reformismo sindical y político de las izquierdas.

Un grupo de personas de las más diversas y amplias corrientes marxistas que se propone como objetivos proclamar la centralidad de la clase trabajadora en las luchas contra el capital y la autonomía de sus intereses como clase frente a la centralidad dada a las clases medias en la protesta social generada por la crisis capitalista, que combate el ciudadanismo tanto de los indignados como del sindicalismo mayoritario, que apuesta por la agudización de la lucha de clases y por el giro a la izquierda y en un sentido de clase de las organizaciones sindicales y políticas de las izquierdas, nada comparte con el  núcleo del discurso del señor Anguita y de su Frente Cívico.

Muy pocos días antes del inicio del verano, el señor Anguita nos regalaba alguna de sus perlas a las que nos tiene acostumbrados desde que es un  personaje público.

Decía el ex dirigente del PCE y de IU entre otras lindezas: “Hoy, cumplir la constitución es revolucionario.”, “En estos momentos, la respuesta a esta situación tiene que ser de interclasismo”, "Estoy evitando hablar de izquierdas, de derechas, de socialismo, de comunismo, de república” (http://www.publico.es/espana/437723/julio-anguita-yo-no-pienso-ir-a-ningunas-elecciones). Salvo en su pintoresca y ya muy vieja afirmación respecto a la Constitución de la Monarquía, el capital y la sacrosanta unidad patria, el señor Anguita no es original en el resto. Es la misma cantinela que nos llevaban repitiendo durante un año Democracia Real Ya y el 15-M con sus nefastas consecuencias para una movilización que realmente pretenda constituir una respuestas revolucionaria a la crisis del capital. Y mucho antes que los tres (en 1933) lo dijo otro. José Antonio Primo de Rivera, cuando afirmó aquello de El movimiento de hoy, que no es de partido, sino que es un movimiento, casi podríamos decir un antipartido, sépase desde ahora, no es de derechas ni de izquierdas”

Dicen que a la vejez, además de viruelas, algunos vuelven sobre sus pasos. Hay quienes, con los años nos reafirmamos en aquello en lo que en nuestra juventud creímos y otros, otros, señor Anguita, vuelven a beber en las aguas de sus antiguos... Círculos.

No, señor Anguita y señores del Frente Cívico, cualquier parecido entre ustedes e INICIATIVA DE CLASE es sólo obra de su imaginación.

Lo que somos y en lo que creemos, señor Anguita, ha sido ya expuesto en tres textos que nos definen y nos diferencian radicalmente de lo que ustedes representan




Por otro lado, en nuestra reflexión y acción colectivas hacemos nuestra aquella estrofa de La Internacional que dice así: Ni en dioses, reyes ni tribunos,/ está el supremo salvador./ Nosotros mismos realicemos/ el esfuerzo redentor”. No necesitamos, pues, a ninguna figura pública que se nos ofrezca como “referente” desde su condición, en origen, de disponible.  Con el tiempo, muchos de nosotros hemos aprendido que los que rinden culto a la personalidad buscan curas o imanes que les hagan cantar los mantras que se les ocurren por las mañanas al levantarse de la cama y que frecuentemente son opuestas a las que se les ocurrieron el día anterior.

El gran desafío para INICIATIVA DE CLASE es el de caminar por donde otros antes no han pisado y que a quienes creen poseer el monopolio de la palabra disgusta: el proyecto, desde una visión plural y diversa anclada en la izquierda marxista, de buscar la unidad de acción de las izquierdas y del sindicalismo de clase, pretendiendo un discurso y una práctica mucho más radical de los mismos y que gire sobre nuestra clase, la trabajadora, y no sobre ciudadanismos interclasistas en lo social y transversales en su proyecto de desideologización.  

Este es un camino especialmente difícil porque parte de una independencia respecto a todas las organizaciones populares, lo que hace que unos busquen confundirnos con ellos y con lo que no somos y otros nos regalen sus “caricias” desde autoproclamadas vanguardias. que sólo los son para sí mismas y que no se logran por autoatribución sino por reconocimiento de los trabajadores.

En todo caso, señores Anguita y del Frente Cívico, sabemos guardarnos de las malas compañías y detectar a quienes pretenden usarnos para unos objetivos a los que combatimos. 

Por el grupo de coordinación de INICIATIVA DE CLASE
Alejandro Gonzalo
Baltasar Collantes Giner
Gonzalo Pérez
Victoriano Fernández
Óscar López (Marat)
Pepa Barbarroja
Verónica Sarmiento
Pedro García Bilbao

e-mail: iniciativadeclase2@gmail.com








18 de septiembre de 2012

15-S. UNA OPORTUNIDAD PERDIDA DE LUCHA DESDE LA CLASE

Por Marat

La lucha de clases se produce dentro de la ciudadanía, porque tan ciudadano es el dueño de Mercadona o los presidentes de Ferrovial o de Repsol como cualquier trabajador explotado, pero no se hace desde el ciudadanismo sino desde las propias clases sociales enfrentadas en sus intereses.

Esto es algo que debiera tener claro cualquier persona de izquierdas y mucho más cualquier sindicalista. No parece ser así en los últimos tiempos ni en los partidos de izquierdas ni, en particular, desde la mayoría de los sindicatos, unos aquejados de “ciudadanitis” por contagio reciente, otros desde hace ya tiempo al ser la referencia sindical de los “indignados”, tan amigos ellos del ciudadanismo trasversal e interclasista.

En cualquier caso que CC CC (Comisiones Ciudadanas) y UGC (Unión General de Ciudadanos), antes CC OO (Comisiones Obreras) y UGT (Unión General de Trabajadores) hayan llegado a infectarse del virus ciudadanista no debe sorprender a nadie. Su reformismo sindical y su actitud hacia la movilización, de perfil blando, pusilánime y avergonzada de la lucha de clases, desde mucho antes de que se iniciara la crisis capitalista. amenazaba con devenir lo que es hoy. Y es lógico que sea así porque la pseudoradicalidad de los ciudadanistas es profundamente reformista. Quien en los momentos de mayor agresión contra la clase trabajadora levanta banderas constituyentes y busca una alianza de clases medias y trabajadoras con un tono reivindicativo vergonzante para la lucha de clases está claro que sólo busca negar y enterrar esta última. El interés de las clases medias no está en el socialismo. No sería en él hegemónica su visión del mundo ni su modelo de vida consumista. Su reivindicación es la vuelta a un Estado del Bienestar ya muerto para siempre en el que dichas clases medias han sido las principales beneficiarias, incluso por encima de los trabajadores porque los partidos que han gobernado lo han hecho poniendo su punto de mira sobre todo en ellas.

Pero a los convocantes de la “Cumbre Social”, como a la mayor parte del sindicalismo actual, eso no les preocupa lo más mínimo. No tienen empacho en defender una alianza estratégica de los trabajadores y las clases medias en las que los primeros serán los convidados de piedra y los segundos los ejecutantes del abrazo del oso en defensa de sus intereses que, cuando se imponen dentro de un bloque social de estas características, redundan en perjuicio de los intereses de la clase trabajadora.

Las aristocracias obreras que dirigen la mayoría sindical tienen una visión del mundo más cercana a las clases medias que a las trabajadoras. De ahí que el proyecto ciudadanista haya encajado tan bien con el reformismo. Por mucho que una parte del ciudadanismo cacaree gritos de apariencia radical, ni su proyecto es el de la destrucción del capitalismo sino otra cosa que, en sus propias palabras, no es ni capitalismo ni socialismo, ni hace nada por levantar la lucha de clases.

El 15-S nos hemos encontrado ante una concentración de trabajadores convocada en clave de ciudadanos y en la que, aunque las banderas de las izquierdas y los sindicatos estaban muy presentes, la convocante era una “Cumbre Social” mucho más ciudadana que sindical.

La gran mayoría de las organizaciones pertenecientes a dicha “Cumbre Social” apenas aportó asistentes extra a la marcha que no hubiesen aportado los sindicatos con un perfil mucho más laboral y de clase. De hecho, podría decirse que gran parte de organizaciones de la mencionada cumbre, representan muy poco orgánicamente, en cuanto a entidad social y en esfuerzo movilizador.

La creencia, no expresa, de las cúpulas sindicales de CCOO y UGT de que desnaturalizar la convocatoria, diluir su carácter de clase y apañar una sopa de letras dentro de una “Cumbre Social” que no refuerza la acción sindical sino que oscurece el perfil obrero de la movilización, creo que no ha funcionado. Podríamos hablar de hasta qué punto se cumplieron las expectativas existentes respecto al impacto y la pretendida masividad de la concentración. La respuesta no está en guiarnos simplemente por las cifras manejadas por la prensa del capital sino en salir fuera del círculo social concienciado más próximo a cada manifestante y recoger de otras personas que no estuvieron en la concentración, y que no son trabajadores especialmente conscientes en cuanto a la lucha social, que ecos les llegó de su convocatoria, si se enteraron o no de la misma y cuál es el poso que ha dejado en su percepción de la acción sindical la convocatoria del pasado sábado.

Mi impresión personal es que la concentración no sólo no fue publicitada adecuadamente, no ya en la calle ni en anuncios de prensa o radio, que no lo fue, sino en los propios centros de trabajo o en las colas del paro.

Las acciones simbólicas realizadas por los sindicatos durante una parte de los viernes de este verano en Madrid tuvieron el efecto que tuvieron: el de llegar a los propios realizadores de la misma y poco más.

Con todo, el de la propaganda no parece el principal factor que ha contribuido a hacer que la concentración y las marchas de las varias mareas de las que se había hablado y que confluyeron en la Plaza de Colón no fueran las esperadas (no entraré en la trampa de los números) por los sindicatos.

La razón principal de esa menor afluencia puede que tenga mucho más que ver con el perfil de manifestación elegido, ciudadanista, y con el planteamiento de “lucha” (entrecomillo intencionadamente) que planteaba como “producto estrella” el manido referéndum sobre las medidas antisociales y anticrisis del Gobierno.

El referéndum no será realizado por el Gobierno Rajoy (no hace falta ser adivino) y aunque lo hiciera en su lugar la llamada “Cumbre Social”, una u otra convocatoria no son sino señuelos destinados a evitar una mayor radicalidad en las luchas sociales. Esto es algo que los propios señores (no les siento mis compañeros) Toxo y Méndez dejaron claro cuando intentaron evasivamente evitar responder con contundencia a las preguntas insistentes de los periodistas sobre la convocatoria o no de Huelga General.

Hace mucho que cada vez más personas de las izquierdas venimos diciendo que CCOO y UGT son bomberos extintores del incendio social que debiera arrasar como respuesta a la brutalidad con la que el capital y su gobierno natural golpean a trabajadores, pensionistas, parados y familias de rentas bajas, en general.

Y esto es algo que los trabajadores con mayor o menor conciencia de clase, pero no antisindicalistas, al contrario que la derechuza mediática, están comprendiendo, no porque otros lo digamos, sino porque lo ven con sus propios ojos.

Creo que mucho de esto es lo que ha sucedido el pasado sábado 15-S, que la gran mayoría de los trabajadores no se han sentido apelados, ni concernidos por la naturaleza pseudosindical de la convocatoria y por la pusilanimidad con la que las direcciones de CCOO y UGT responden a las agresiones que un día sí y otro también recibe nuestra clase, la trabajadora.

El peligro del distanciamiento de CCOO y UGT y del entontecimiento ciudadanista de los partidos de izquierdas respecto a la creciente rabia social es que su patético reformismo continúa potenciando el discurso antisindical y antipolítico, el golpismo ideológico tomacongresos, la reaccionaria “indignación” de las disidencias controladas en su viaje a ninguna parte, al abrir camino, por reacción opuesta, a los demagogos y aventureros, a los que acaban acompañando buena parte de las izquierdas y de las organizaciones sindicales con sus balidos oportunistas.

Si las izquierdas y los sindicatos de clase continúan negándose a encauzar la ira social por el camino de la agudización de la lucha de clases y de un anticapitalismo consecuente y no de opereta, finalmente la explosión social que llegará dejará abierto el camino hacia los fascismos que proliferan y crecen en Europa. La población española no está más vacunada contra esa peste negra. Por el contrario, las pulsiones reaccionarias y antipolíticos en genérico y la tendencia a excluir de la crítica a los capitalistas muestra que esa potencialidad existe entre amplios sectores de nuestra sociedad. De nuevo, la pelota está en el tejado de un sindicalismo desclasado y de unas izquierdas que sea avergüenzan de haber creído alguna vez en el socialismo.

La vía del apaciguamiento de la rabia social sólo producirá la enajenación y el extrañamiento de cada vez más amplias capas de trabajadores respecto a las organizaciones de izquierda y sindicales y abrirá un camino al populismo y la demagogia de muy peligrosa evolución. Cuando las organizaciones de la clase trabajadora no responden con la contundencia necesaria a las agresiones contra la misma, acaban tomando la palabra sus enemigos de clase y de las libertades democráticas.

La Huelga General a cuya convocatoria se resisten CCOO y UGT, con trampantojos como el Referéndum citado, acabará por llevarse a cabo, lo quieran o no sus aburguesadas cúpulas, porque la clase trabajadora necesita esa respuesta. Pero no puede ser ya un suma y sigue respecto a las dos Huelgas anteriores; un día de huelga y largos períodos de desmovilización.

Es necesaria una larga lucha sostenida en el tiempo, que intercale huelgas generales y parciales, movilizaciones y múltiples formas de protesta que hagan insostenible la situación y la gobernabilidad al actual Ejecutivo y que demuestren al capital la voluntad de resistir y combatir sus agresiones contra nuestra clase.

De igual modo, es necesario dotar a la Huelga General de una estrategia que se plantee qué hacer el día después de la misma. Ello significa que la huelga requiere dotarse de un carácter político, tener un objetivo clara y radicalmente anticapitalista y, sólo desde ahí, adquirir implicaciones de huelga contra el gobierno del PP porque, si la consigna se agota en un “fuera el gobierno del PP”, sin cuestionarse las subordinaciones de las instituciones a los dictados de La Troika y el capital, nos encontraríamos ante el riesgo de un regreso del PSOE al gobierno con una política sólo ligeramente menos agresiva que la del PP pero no por ello social ni en absoluto progresiva.

Y también, y ya ineludiblemente, es imprescindible superar el marco nacional y contemplar la perspectiva de la actual situación del capitalismo europeo que, con velocidades variables, ataca ya a gran parte de las economías europeas, sobre todo las del Sur de la UE, y destruye, una a una, todas las conquistas sociales de los trabajadores.

A pesar del ultrarreformismo de la Confederación Europea de Sindicatos (CES) y de la mayor parte de sus organizaciones asociadas, se está haciendo cada vez más urgente una respuesta unitaria y general –que la diferente situación económica del Norte frente al Sur de Europa está frenando- de los trabajadores y sus sindicatos y esa respuesta pasa por el camino de la EuroHuelga o de la Huelga General Europea.

Por último haré una mención expresa a INICIATIVA DE CLASE, grupo al que pertenezco. Sabíamos bien cuál era el sentido de la concentración del pasado 15-S y lo que podíamos esperar de sus convocantes –tibieza máxima, contundencia mínima-. Aún así decidimos acudir, no desde luego por los convocantes, sino por los asistentes, en su gran mayoría trabajadores, a los que queríamos dirigirnos con un tipo de propuestas muy distintas (https://dl.dropbox.com/u/106320433/Manifiesto%5B1%5D.pdf ), llegando a ellos en la medida de nuestras aún débiles fuerzas y posibilidades que creemos potencialmente crecientes, dado el descontento social y la crítica cada vez más amplia entre los sectores conscientes de los trabajadores a la pusilánime línea sindical y de los partidos de izquierdas.

7 de septiembre de 2012

¿QUÉ ES INICIATIVA DE CLASE?

Iniciativa de Clase
(VERSIÓN EN GALLEGO (documento en PDF).Tras darnos a conocer a través de nuestro Documento Fundacional y Manifiesto (http://o-ellos-o-nosotros.blogspot.com.es/2012/09/documento-fundacional-y-manifiesto-de.html), hemos detectado que nuestro grupo ha generado expectativas positivas y algunas dudas e interrogantes.

Creemos necesario despejar estas últimas explicando lo que es INICIATIVA DE CLASE.

Quizá resulte más esclarecedor empezar explicando lo que no somos:

- No somos un partido político. INICIATIVA DE CLASE es un grupo de militantes de izquierdas pero no es un partido. Creemos que los partidos cumplen su función y muchos de nosotros militamos o estamos muy próximos a alguna de las organizaciones políticas de izquierdas existentes. No tiene sentido para nosotros crear otro partido más que, lejos contribuir al fortalecimiento de las organizaciones de izquierdas, sería un nuevo elemento de división, justo cuando tanta necesidad hay de su unidad de acción en la lucha contra el capitalismo.

- No somos una plataforma, ni un frente, ni una coordinadora de organizaciones políticas. La formación de nuestro grupo no viene impulsada por decisiones de los “comités centrales” de distintos partidos. No creemos que una INICIATIVA político-social requiera necesariamente recibir un mandato orgánico previo para ponerse en marcha.

- No somos competidores de las organizaciones políticas de izquierdas. A quienes desde algunos partidos de izquierda nos miran con recelo les decimos: antes de sacar conclusiones pregunta. Y añadimos: el papel de vanguardia política no se adquiere por derecho de nacimiento sino por práctica política. Y esta práctica no puede ser la de reivindicar un reconocimiento de ese carácter de vanguardia sin ganárselo y sin que sean los propios trabajadores quienes la atribuyen. En cualquier caso, no se nos mire como advenedizos o intrusos en un terreno que nos esté vedado porque no pretendemos ocupar el que les corresponde a los partidos, sino complemento aliado y refuerzo a su papel político.

Pero del mismo modo afirmamos que, si las izquierdas y los sindicatos de clase hubieran jugado en el pasado el papel pedagógico que les corresponde en la formación de la conciencia de clase de los trabajadores, hoy no estaríamos en la situación que estamos e INICIATIVA DE CLASE seguramente no habría surgido porque hubiera sido innecesario que lo hiciera.

Ahora intentaremos reflejar lo que sí somos:
- Somos un conjunto de militantes de las más diversas corrientes marxistas, que convergen en la necesidad de levantar la voz de la clase trabajadora; voz que durante estos cinco años de crisis capitalista ha venido siendo negada por buena parte de esos movimientos indignados que conforman una disidencia controlada y por buena parte de las izquierdas que han aceptado acrítica y oportunistamente un discurso político hegemónico y representativo de las clases medias, para las que la lucha contra las medidas antisociales significa la demanda de que la situación económica vuelva a la casilla de salida previa a la crisis.

- Somos un foco puesto sobre nuestra clase, la trabajadora, a la cual se ha negado visibilidad social y política durante todo este periodo.

- Somos un tirón de orejas al sindicalismo de clase mayoritario que viene respondiendo a las agresiones de los capitalistas y de sus gobiernos de gestión de la crisis contra los trabajadores de modo dubitativo, insuficientemente contundente, acomplejado por la reacción cavernaria de la derecha, con arrancadas y frenazos en la lucha y mirando por el retrovisor a un modelo sindical de concertación ya muerto.

- Somos un pie puesto en pared contra la práctica sindical, política y de los “ciudadanos indignados” de rechazar las propuestas más radicales en defensa de los intereses de la clase trabajadora y de rehuir una salida revolucionaria y de proyecto socialista al marasmo en el que nos ha metido el capital. Nos negamos a que se siga practicando una política de compromiso interclasista con los estratos medios de la sociedad y un programa de mínimos que sobre todo son mínimos para los derechos de la clase trabajadora. Nos negamos a sacrificar nuestros objetivos como clase en interés de los de las clases medias y de la recuperación de su estatus social y de consumo; algo que, por otra parte, no sucederá porque no hay salida a esta crisis desde dentro del capitalismo. Nos negamos a parecer sensatos y moderados para no asustar a las clases partidarias de un mero retoque cosmético e institucional del sistema político. Para nosotros no hay democracia política sin democracia económica y eso se llama sociedad socialista. Si lejano es el horizonte antes es necesario levantar la bandera para iniciar con ella en alto el camino.

- En lo orgánico no encontramos otro nombre para definirnos que el de grupo sociopolítico. Términos como plataforma, coordinadora, frente,...no nos definen. Conceptos como colectivo, asociación,... no expresan lo que pretendemos ser. La acción política no se agota en los partidos ni en las instituciones, aunque los primeros nos parezcan sujetos esenciales de un sistema democrático, y nuestra ambición es la de operar como un altavoz que reivindique a la clase trabajadora y su papel central en las transformaciones sociales y como un resorte que presione sobre las izquierdas y el movimiento sindical para provocar su giro a la izquierda en un sentido de clase.

- Somos un proyecto en construcción cuya estrategia de acción, propuestas, claves de intervención social e iniciativas concretas se irán desarrollando de forma abierta con todos aquellos que se nos vayan sumando y en una dialéctica permanente entre teoría práctica.

Posiblemente estas aclaraciones susciten al lector nuevos interrogantes. Esperamos con su colaboración ir despejándolos en el enunciado y en la acción política.


Correo electrónico: iniciativadeclase2@gmail.com

Creado evento en facebook: http://www.facebook.com/#!/events/196339510499564/

Recogida de firmas Iniciativa de Clase. A l@s Trabajador@s y sus Organizaciones: http://www.peticionpublica.es/?pi=P2012N28669

3 de septiembre de 2012

DOCUMENTO FUNDACIONAL Y MANIFIESTO DE "INICIATIVA DE CLASE"


Nacemos como grupo en respuesta al protagonismo de la figura del ciudadano indignado que se extiende en los últimos tiempos hasta darse la mano con el ciudadanismo reformista sindical y en respuesta al alejamiento por parte de las organizaciones sindicales y los partidos de izquierdas de la centralidad de la clase obrera en las luchas.

Nuestra propuesta, “ INICIATIVA DE CLASE”, pretende agrupar a todos los que apuestan por una defensa del carácter de clase en las luchas de los trabajadores, así como por la necesidad de agudizar la lucha de clases en estos momentos de la crisis en los que el sistema sacrifica a la clase trabajadora en beneficio de la oligarquía capitalista.

1.-DOCUMENTO FUNDACIONAL DE “INICIATIVA DE CLASE”
Voces airadas claman contra todo y contra todos. Todos a la calle. Obrero junto a patrón, republicanos junto a policías, sin banderas, sin siglas, sin ideologías, pero todos a por un único objetivo: linchar al político, controlar al banquero. Los problemas son de los gestores del capitalismo, dicen. Quitando de en medio a esos gestores, el capitalismo sería de color de rosas.

Características de estos movimientos, pues. Primero, apelan al cabreo de la población, a la indignación, al sentimiento y a la emoción, adormeciendo con ello la razón, negando el análisis racional para conocer con objetividad qué es lo que ocurre con la excusa de que las ideologías dividen. Claman contra las ideas -porque las ideologías no son mas que sistemas de ideas- claman contra la razón, y aunque eso no es, paradójicamente, sino otra ideología: la del irracionalismo. Segundo, no buscan las causas del problema para pasar a solucionarlo, sino que ofrecen cabezas de turco a la población para que descargue su ira. Tercero, con la excusa de la unidad por encima de siglas y de ideologías, del consenso desde abajo, niegan la voz a toda crítica, imponen sus postulados ciudadanistas subrepticiamente, de la forma más antidemocrática posible. No es que no haya dirigentes en el ciudadanismo, lo que no hacen es dar la cara, ni rendir cuentas, ni afrontar la crítica. (¿Quién convoca tal acto? Nadie lo sabe: un grupo de ciudadanos indignados anónimamente en las redes sociales. Nadie da la cara.) Cuarto, llaman a una falsa unidad por encima de las clases, sin tener en cuenta que los intereses del obrero no pueden ser los mismos que los del patrón que le baja el salario y que clama por endurecer aún más la reforma laboral, cerrando los ojos al hecho de que los intereses del trabajador jubilado no pueden ser los mismos que los empresarios que claman para que se reduzca el gasto en pensiones para financiar con ese dinero los rescates bancarios; que el trabajador enfermo no puede querer lo mismo que los empresarios, grandes y pequeños, que quieren privatizar la sanidad para hacer un buen negocio a su costa y, si no puede pagar, que se muera. Por eso dicha unidad es falsa, por eso lo del 99% es una falacia, por eso esa unidad no puede ir más allá de la demagogia populista y del cargar contra cabezas de turco para que la verdadera causa del problema quede a salvo sin resolver. Es una unidad que obliga al obrero a callar en tanto que obrero y sólo le deja expresarse en tanto que ciudadano, es decir: en tanto que miembro de la sociedad burguesa, en tanto que acepta sus preceptos y renuncia a su propia clase, o sea: sólo le deja expresarse en tanto que burgués.

No es la primera vez en la historia europea en que se ve esta demagogia populista. Ya en los años veinte y treinta se oyeron las mismas siniestras melodías. Ya José Antonio clamó entonces por “el movimiento que no es partido, sino movimiento por encima de las artificiales divisiones en izquierdas y derechas”. Ya Hitler clamaba contra la tiranía de la “plutocracia” y se definía como “anticapitalista” por ello. Ya Mussolini cargaba contra la corrupta democracia burguesa. Que las diferencias de forma, debidas a la evolución de la sociedad, no nos impidan ver la igualdad en la esencia entre lo ocurrido entonces y lo que ocurre ahora. La base de su discurso, la demagogia populista interclasista, es la misma. Cargan, apelando a la emoción, al cabreo, contra las mismas cabezas de turco. En efecto, esa demagogia populista y los movimientos interclasistas que le daban cuerpo constituyeron la base social sobre la que se alzaron las dictaduras fascistas. Esas dictaduras no aparecieron de la noche a la mañana, sino que primero “mitineaban” para constituir una base social que sustentara su establecimiento, y fue un proceso del todo análogo al del actual ciudadanismo. El ciudadanismo está sembrando fascismo.

El mal del capitalismo no son sus gestores. Es el capitalismo. Los gobiernos están al servicio del capital, pero no de ahora, sino desde que existe el capitalismo. Si se carga contra la democracia burguesa dentro del capitalismo, se está imponiendo su única alternativa posible dentro del capitalismo: la dictadura fascista. Y de lo que se trata es de tener una verdadera democracia, no una dictadura. Por eso la única salida es luchar contra el capitalismo. No hay que controlar los bancos, sino socializarlos. No hay que controlar las grandes empresas capitalistas, sino que pasen a ser propiedad social para que así trabajen a favor de toda la sociedad, no a favor de sus accionistas y directivos. Para que no corrompan la democracia, hay que acabar con los corruptores, no simplemente metiéndoles en la cárcel, porque mañana aparecerán otros y la corrupción en todas sus formas seguirá ahí, sino acabando con el capitalismo que da razón de ser, que da sentido, y que hace inevitable que haya corruptores y corruptos. No hay que regular más o menos la explotación del trabajador por el patrón. Hay que acabar con dicha explotación. Es corromper la ley el que ésta ampare la explotación, regulándola en la cantidad que sea. Así, es imposible que haya democracia. La ley ha de perseguir la explotación, no ampararla con la excusa de regularla. Por eso hay que acabar con el capitalismo.

Y obviamente sólo los explotados, sólo la clase obrera y el resto de trabajadores, pueden tener interés en llevar esto a cabo. Y los capitalistas, los explotadores, los que van a ser expropiados por el bien común, se opondrán tajantemente a ello. Por eso no tiene sentido unirse con los empresarios, ni con los burguesitos que aspiran a un buen empleo de directivo o de encargado o de capataz al servicio del capital para ayudarle a explotar a los obreros, ni con los policías cuya función es la de proteger el orden social establecido; es decir, la explotación. Y como no tiene sentido, como esa falsa unidad implica que la clase obrera renuncie explícitamente a su interés, por eso los capitalistas -basta ver su prensa ensalzando al 15M- promueven esa unidad interclasista y tratan de evitar que la clase obrera se una como tal en vez de diluirse en la burguesía, y así impedir que se constituya en un organismo autónomo de la sociedad, que actúe para sí misma.

Sólo la unión de la clase obrera, unión en torno al objetivo de romper con el capitalismo por ser la causa de los males sociales e instaurar el socialismo, es una verdadera salida. Sólo superando el capitalismo la democracia puede dejar de ser un instrumento al servicio de los capitalistas. Sólo con el socialismo puede haber verdadera democracia. Arremeter contra la democracia burguesa queriendo conservar el capitalismo es el camino hacia la dictadura, es salvar el capitalismo a costa de la democracia, es salvar a los capitalistas a costa del trabajador hasta sus últimas consecuencias, es el obrero ofreciéndose en sacrificio a la mayor gloria del capital. Eso es el ciudadanismo. Eso es renunciar a la lucha por el socialismo.

Luchar por la unidad de la clase obrera, porque la clase obrera se movilice por sus propios intereses. Ofrecer, en tanto que tal clase obrera, esta salida: la superación del capitalismo, al resto de clases progresistas de la sociedad. Y aplastar la demagogia populista del ciudadanismo, que está preparando el terreno a la dictadura en todas sus formas, ya sean frentes cívicos interclasistas, movimientos de clases medias a lo 15M o maniobras de las cúpulas sindicales para diluir a la clase obrera en dicho ciudadanismo. Este es el camino. Lo andaremos sin vacilaciones


2.-MANIFIESTO DE “INICIATIVA DE CLASE”
En este mes de Septiembre se cumple el quinto año de una crisis capitalista que se abate desde entonces sobre los trabajadores y sus vidas y que se prolongará muchos más.

En este tiempo hemos visto los más infames modos de frenar la lucha de clases y de impedir a la clase trabajadora situarse en el centro del combate contra el capital.

En lo sindical, los reformistas –CCOO y UGT-,han lanzando a regañadientes Huelgas Generales que sus dirigentes no querían llevar a cabo. A la Huelga General del 29-S de 2010 –durante el gobierno PSOE- sólo se llegó por el temor de perder toda influencia entre los trabajadores. No tuvo continuidad en luchas posteriores. La del 29-M de 2012 la tuvo no por voluntad de las cúpulas sindicales sino por las continuas agresiones del gobierno natural del capital, el PP, contra funcionarios, enseñantes, sanitarios y trabajadores ocupados de la empresa privada, parados y pensionistas.

En lo social, los movimientos “indignados”, nacidos según el diseño de las “revoluciones de colores” surgidas tras la revolución naranja de Ucrania, han sido un intento de desviar las protestas contra las consecuencias de la crisis capitalista sobre los trabajadores hacia un callejón sin salida que no cuestione el sistema económico de depredación. Su planteamiento ciudadanista, interclasista, de progresismo vacuo, no exento de influencias populistas y ultraderechistas, es la negación del protagonismo de la clase trabajadora en las protestas sociales, la negación de la lucha de clases y la simplificación de un anticapitalismo de opereta sólo centrado en los bancos y el capital financiero. Para ellos, la empresa con sus relaciones sociales de producción y explotación es un asunto baladí, menos que secundario. Poco les importa que los principales golpes “legales” se hayan centrado en las relaciones laborales, salariales, en los despidos y en las pensiones y que los principales sacrificados por los recortes sean los trabajadores. Lógico al predominar en este movimiento las clases medias que sólo buscan volver a un Estado del Bienestar ya muerto para siempre.

Hoy el reformismo sindical ha confluido finalmente con los falsos “indignados”. Promueve, con las pseudoizquierdas, protestas y huelgas generales convocadas en clave de “ciudadanía” en lugar de clase trabajadora (CCOO y UGT podrían cambiar sus nombres por las de Comisiones Ciudadanas y Unión General de Ciudadanos) y renuncia a dirigir las protestas, camuflando sus banderas y su presencia dentro de ese fenómeno amorfo llamado “las mareas”, donde la identidad política, sindical e ideológica propia de las organizaciones de trabajadores ha desaparecido.

Es necesario desenmascarar y denunciar el montaje negador de la clase trabajadora y reorientar las movilizaciones hacia la lucha de clases para acabar con el capitalismo y poner en marcha un proyecto de revolución social con un horizonte de socialismo y no de falsas revoluciones a la islandesa.

Llamamos a la clase trabajadora a no dejarse arrebatar su protagonismo en las luchas y a defender su identidad de clase, como han hecho magníficamente los mineros hasta que las cúpulas reformistas de CCOO y UGT les traicionaron.

NO SOMOS CIUDADANOS. NO SOMOS CLASE MEDIA. SOMOS
TRABAJADORES Y VENIMOS POR LO NUESTRO: LA LUCHA DE CLASES

Madrid, Septiembre de 2012
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NOTA: Si compartes con nosotros la necesidad de situar a la clase trabajadora en el centro de las luchas sociales, si crees como nosotros que la lucha de clases es el motor de la emancipación social, si no te avergüenza identificarte como trabajador, si no te reconoces ni en el reformismo de las cúpulas sindicales ni en el ciudadanismo interclasista y de clase media de los "indignados", te invitamos a unirte a nosotros el sábado 15 de Septiembre a las 12 del mediodía en Colón. Estaremos presentes en la convocatoria de las marchas realizada por CCOO, UGT y la “Cumbre Social”, contra los recortes sociales y laborales aprobados por el Gobierno de Mariano Rajoy y en defensa de los servicios públicos y el Estado del Bienestar, para expresar que estamos allí como trabajadores pero que el camino ciudadanista que el reformismo sindical nos marca no es el nuestro ni el correcto.

Primera convocatoria de cita: 11,15 horas, junto a la puerta de la Biblioteca Nacional

e-mail: iniciativadeclase2@gmail.com
Creado evento en Facebook: https://www.facebook.com/#!/events/196339510499564/
Recogida de firmas Iniciativa de Clase. A l@s Trabajador@s y sus Organizaciones: http://www.peticionpublica.es/?pi=P2012N28669