Rainer Höss, nieto del comandante nazi de extermino de Auschwitz |
Los “jusos”, en sus siglas en alemán las SSU (Juventudes Socialistas del SPD), han hecho un vídeo impresionante para quienes tengan corazón y conciencia contra el nazifascismo que amenaza de nuevo a Europa y que en estas elecciones europeas va a configurarse como la gran alternativa en la mayoría de los países de la UE, siendo mayoritaria en varios de ellos.
En ese vídeo, Rainer Höss, el nieto del comandante nazi del campo de exterminio de Auschwitz nos pide no olvidar, a pesar de reconocer que él hubiera deseado muchas veces hacerlo, seguramente por la inimaginable carga de llevar sobre sus hombros la memoria de tan espantoso apellido.
A pesar del dolor que le causa la memoria llama no olvidar para conjurar el riesgo de que la historia no vuelva a repetirse. Él, como muchos de nosotros, los antifascistas, ve el acuciante peligro de que Europa, la razón y la humanidad vuelvan a estar sometidas al horror. Llama, en consecuencia, a actuar porque cree que la democracia, la igualdad y los derechos humanos no están garantizados para siempre. Y esa actuación la resume en la idea de la necesidad de votar.
Al fascismo no se le detiene con las urnas sino con la lucha antifascista en la calle y con un proyecto de lucha contra el capitalismo en crisis que evite que los desesperados vean en él un motivo terriblemente equivocado de canalizar su rabia. Con un proyecto lo bastante revolucionario para ser una extraordinaria fuerza de oposición tanto al capitalismo que destruye a sus víctimas de clase como al fascismo que las envenena con falsas esperanzas de superioridad racial, patria e ira de taberna. Pero aunque los votos no sean la alternativa al fascismo sí que señalan el nivel que ese antifascismo y esa resistencia al capitalismo puede alcanzar en la sociedad, más allá de algunos sectores muy vanguardizados, dignos de elogio por su entrega y riesgo, pero poco capaces de implicar a las amplias mayorías necesarias en el rechazo al monstruo. Por este motivo el llamado de Rainer Höss al voto no me parece inútil, por mucho que no comparta el destino de ese voto.
Se le olvida decir que ese espanto regresa, puntual, con cada crisis sistémica y agónica del capitalismo. En cada momento en el que éste necesita tirar de los asesinos para perpetuar el espanto y la destrucción de los desheredados de la tierra que puedan oponerse a uno y a otro. Ahí radica el renovado grito desgarrador de la bestia.
Rainer Höss llama a votar porque el fascismo, el populismo y la reacción nunca se quedan en casa.
Él, un antifascista, sirve de convocatoria de voto al SPD. Si yo fuera alemán lo haría a Die Linke porque es la memoria con posibilidades de convertirse en trinchera del fascismo que mejor puede acreditar el hilo rojo antifascista desde los cadáveres de los comunistas alemanes muertos en tantos campos de concentración. Ernst Thälmann, en Buchenwald , fue uno de ellos. Y especialmente porque no podría votar a un SPD, aliado de la antiobrera CDU de Angela Merkel, que ayudó a encumbrarse al régimen nazi de Kiev nacido en Maidan.
Si fuera francés no dejaría de votar al Frente de Izquierdas porque es la memoria de Rol-Tanguy, el comunista ex brigadista internacional que combatió en la guerra de España por las libertades y contra el fascismo y que fue uno de los principales baluartes del maquisard contra la ocupación nazi de su país.
Si fuera italiano, a pesar de los errores comunistas de Rifondazione Comunista de haber participado con El Olivo, la renuncia del PCI a ser, en el primer gobierno de centro izquierda, apoyaría la candidatura en la que está Rifandazione: La Otra Europa con Tsipras. No porque me guste Syriza sino porque en Italia es lo que hay frente a la claudicación traidora del Partido Demócrata y frente al neofascismo que los imbéciles que creen ser de izquierda apoyan, el Movimiento de las 5 Estrellas de Grillo y sus grillini. Buscaría un espacio comunista, por moderado que éste sea, que me recuerde que Mussolini murió ahorcado a manos de los partisani.
Si fuera griego no votaría por Tsipras (Syriza) porque creo que la socialdemocracia conjugada con ex comunistas y trotskistas, a los que combato, no es la solución de futuro, cuando las cosas se pongan aún más duras para la clase trabajadora y para las libertades, sino al KKE, heredero del DSE (Frente de Liberación Nacional), guerrilla heredera, a su vez, del EAM, el antifascismo de clase griego. Y votaría KKE también porque estoy convencido de que, a pesar de su estalinismo y de su sectarismo, es la fuerza más combativa de la clase trabajadora y la dispuesta a enfrentarse al capitalismo en el momento decisivo, lo que ha sido comprendido por centenares de miles de griegos que han multiplicado su representación las elecciones municipales del pasado domingo.
Si fuera uno de mis hermanos portugueses votaría las listas en las que esté el PCP porque ni me identifico con el Bloco, no tengo cultura de clase media universitaria (la base social del Bloco de Esquerra), ni he perdido la memoria del papel resistente de los comunistas portugueses durante la dictadura de Salazar y antes de Marcelo Caetano ni ignoro que el PCP fue un baluarte frente a la involución que representó el PSP y la derecha contra los capitanes de Abril y la parte social de la revolución de los claveles.
Como soy español, a pesar de no ser socialdemócrata ex comunista sino comunista convencido, votaré a IU porque, a falta de un partido comunista creíble, no dogmático y, a la vez, realmente revolucionario creo que Izquierda Unida es la opción de la que en este preciso momento puedo tirar -lo menos malo a mi alcance- para hacer frente al populismo prefascista, a las marcas blancas de PSOE y al “ninismo” (ni de izquierdas ni de derechas, simplemente precursores de las nuevas derechas). Y algo muy importante: porque dentro de IU está un partido, el PCE, que no ha olvidado del todo su papel en la lucha antifascista y democrática contra el fascismo del 18 de Julio de 1936.
Sin más, les dejo con este vídeo que la memoria antifascista no debe olvidar jamás.