Por Marat
El carácter revolucionario del capitalismo se encuentra en su condición de incendiario. En la dinámica de desarrollo de las fuerzas productivas, a la búsqueda del beneficio,"el capitalismo lleva en su seno el germen de las contradicciones que le conducirán a su propia destrucción", que diría Marx.
Ignoro si la información que da la página Vozpopuli sobre el motivo visual empleado por el Banco de España para felicitar las fiestas es cierta o un mero bulo que se anticipa al 28 de Diciembre, día de los Santos Inocentes. Pero si es verdad que el Banco de España, “banco central nacional y supervisor del sistema bancario español,” integrado en el Eurosistema, que es la “autoridad monetaria de la zona euro y está integrada por el Banco Central Europeo (BCE) y los bancos centrales nacionales de los Estados miembros”, ha escogido para su felicitación navideña la pintura de un artista que representa la escena de gente a punto de caer al vacío, estamos ante el caso de una metáfora que deja de serlo para convertirse en cruda descripción de la inminencia del colapso sistémico capitalista.
Los “indignados” y ciertas “izquierdas sistémicas” se empeñan en que el capitalismo financiero, como si éste no estuviera integrado dentro de un sistema capitalista general, se opone a la “democracia”, cuando en realidad la naturaleza del capitalismo siempre ha sido profundamente antidemocrática. Si Salvador Allende pudiera hablarnos nos contaría su experiencia en relación a la compatibilidad de democracia y capitalismo. Nunca el capitalismo ha permitido otra democracia que aquella que, a modo de simulacro de tal, le permitiera reproducirse permanentemente sin ser cuestionado su “orden”.
La crisis sólo ha puesto esto de manifiesto pero lo que la sociedad y especialmente los trabajadores hemos perdido no es la simple ficción democrática sino los derechos duramente conquistados por generaciones de luchadores que nos han precedido.
La respuesta no puede ser, por tanto, una “democracia” dentro de la legalidad burguesa sino una revolución social que reconquiste todos los derechos arrebatados para construir una sociedad justa, igualitaria, solidaria, que emancipe al hombre de la explotación humana y esa sociedad sólo puede llamarse socialista, la auténtica expresión de la libertad y la dignidad humanas.
Al cuerno con los vendedores de crecepelos para calvos en forma de elixires democráticos de la felicidad.
En todo caso, sólo expresar mi gratitud a la persona que haya escogido el motivo de la felicitación navideña del Banco de España por la crudeza de su sinceridad. Quizá, sin ser consciente de ello, estaba en su mente la imagen de los banqueros arrojándose desde los edificios de sus ventanas en los primeros días el crack del 29 en Wall Street. Puede que esta felicitación sea la ironía poética que esté anunciando un nuevo remake.
PD: La información editada por La Vanguardia, en la que se hace también una breve semblanza del autor del cuadro que es motivo central de la felicitación navideña del Banco de España, corrobora la veracidad de la fuente de la que inicialmente extraje la noticia: http://www.lavanguardia.com/economia/20111217/54241228729/banco-de-espana-navidad.html
Suscribirse a:
Enviar comentarios
(
Atom
)
No hay comentarios :
Publicar un comentario