Mostrando entradas con la etiqueta neolenguaje. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta neolenguaje. Mostrar todas las entradas

11 de julio de 2018

NEOLENGUA: LA CONSTRUCCIÓN SOCIAL DE LA MENTIRA POR PROGRES Y LIBERALES

Tú, obrera nuestra, de la Westinghouse,
pareces empoderada porque
te usamos para parecerlo en la empresa.
Sigue trabajando, que es lo tuyo, empoderada

Por Marat
1.-APROXIMACIÓN AL CONCEPTO NEOLENGUA
La “neolengua” es un sistema de dominación cultural e ideológico a través de una perversión del lenguaje que emplea distintos artificios:
  • En unos casos se trata de resignificar valores y conceptos (manipulación)
  • En otros, de crear nuevas categorías y conceptos para distraer la atención de cuestiones esenciales.
Un elemento común en el neolenguaje es su carácter arcano, su condición de jerga para iniciados. mediante la cuál se anula el campo de juego de la reflexión y el razonamiento, con el objetivo de romper con cualquier linea de conexión ideológica y cultural con lo anterior.

Cuando este lenguaje está iniciando su implantación, actúa como medio de reconocimiento e identificación de sus promotores iniciales.

En una segunda fase, los medios de comunicación. y las redes sociales en la actualidad, inician su expansión hegemónica.

La neolengua es, ante todo, una cuestión de poder y de creación de una amnesia a través de los medios de desinformación y manipulación sobre aquellas cuestiones a las que interese eclipsar en un momento concreto . Pero hay un objetivo que se mantiene inalterable, el de esconder, camuflar, desdibujar, enterrar bajo miles de toneladas de mentira neolingüistica el origen y la naturaleza auténticos del poder: las relaciones sociales de producción y la existencia de una sociedad dividida en dos clases irreconciliables entre sí, la trabajadora, que hace de la producción un hecho social y la burguesa, que hace del beneficio un hecho privado.

Para la expansión de la neolengua, en la sociedad de la desinformación y la anestesia del pensamiento, se acude a dar protagonismo, como productores de neolengua, a una legión de “activistas” (el término militantes es descartado por ellos mismos) de sus propios intereses, “influencers” y “youtubers” que parecen carecer casi siempre de pasado, aparecidos de forma aparentemente espontánea, con perfiles casi clónicos y promocionados luego por los medios digitales progres con mayor o menor fortuna y con reemplazamientos en sus protagonismos, en función de los mensajes, corrientes de opinión posmodernas y movimientos sociales que en cada momento les interese promocionar. Dos medios de intoxicación clásicos serían, en este sentido, El Diario y Público.

2.-NEOLENGUA Y POSICIÓN DE CLASE
La primera vez que reparé en que estaba ante una auténtica neolengua fue con el PSOE de Zapatero y las “soluciones habitacionales” de su ministra de la Vivienda, María Antonia Trujillo. Hablaba esta señora de infraviviendas de 25 metros cuadrados como alternativa a la dificultad de acceso de los jóvenes a un piso. La expresión era más aséptica y presentable que el de tabuco, huronera, cuchitril, chamizo, chiscón o cubículo. Mucho mejor solución habitacional, al menos para esta señora, fue su chalet de 300 metros cuadrados y 500 de parcela en una de las zonas residenciales más “nobles” de Cáceres en 2005.

El concepto se ha remasterizado y ahora, con Podemos y sus mariachis se llama “alternativa habitacional” o “residencial”, sea en la versión de Manuela Carmena o de la dirección de Podemos.

En el caso de Pablo Iglesias e Irene Montero la alternativa habitacional o residencial que se han dado a sí mismos ha seguido la senda de la exministra del PSOE María Antonia Trujillo. No insistiré en ello, ya que en su día traté el asunto en un artículo anterior.

Merece la pena detenerse en la “alternativa habitacional” de la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau.

En febrero de 2018 la señora Colau hizo una propuesta de viviendas prefabricadas en los barrios periféricos y del extrarradio obreros de la capital que no se diferenciaban mucho de los antiguos contenedores de chapa construidos en barrios de Vallecas de finales de los 70 y principios de los 80 del pasado siglo. Eso sí, en el caso de la propuesta de viviendas prefabricadas de Colau, los materiales pobres tienen un mejor aspecto estético. Un estilo Leroy Merlyn que hace creer en calidades de los materiales muy distintas a las reales. De la PAH al Ayuntamiento.



Pero lo grave no es la apariencia externa de unas calidades que no son tales. Lo realmente grave es el carácter estanco y de ghetto en el que se aísla a sectores marginados y empobrecidos, como si fueran células tumorales, del entorno sano y social y económicamente más integrado. Por mucho que a sus “alternativas habitacionales” las haya rebautizado Ada Colau y su equipo de progres como “alojamientos de proximidad provisionales”, lo más probable es que se acaben convirtiendo en “soluciones habitacionales” para toda una vida, dado el bajísimo nivel de construcción de vivienda  protegida municipal que, tanto en Barcelona como en Madrid o en otras ciudades del cambio, se ha ejecutado sobre lo previsto y menos aún sobre lo prometido en campaña.

De este modo, el horizonte vital en el que se instala a quienes se les ofrecen “soluciones provisionales” es la frustración, lo que no parece quitarle el sueño a alguien que lleva viviendo como liberada desde los años 90, muchos para ser tan joven.

Tras este recorrido por el término “habitacional” es evidente porqué los progres recurren a términos como éste, acompañados de expresiones como “soluciones”, “alternativas”o su sustitución por expresiones como “alojamientos de proximidad provisional”. Es porque aún permanece en las mentes de casi todas las personas lo que es una vivienda o un piso y lo que nos ofrecen estos mercaderes de la mentira es una mierda. Puesto que eso encaja mal con su “relato” (les encanta esta palabra) del cambio, los progres necesitan maquillar la bazofia que representan realmente sus proyectos.

El mundo avanza y ya se nos pregunta a los españoles, para ir haciendo una cata del terreno, desde sitios como la web especuladora “Idealista” (bonito nombre) si aceptaríamos vivir en cápsulas de 7 metros cuadrados, como en Tokio o Hong-Kong. Al fin y al cabo, ya casi nadie tiene hijos y el vivir en pareja está en vías de superación. Ojo, hay nichos habitacionales de 2 metros cuadrados.

Un tiempo en el que se produjo una fabricación en masa de neolengua fue el del 15M. Se acuñaron términos como "wikidemocracia”, “democracia real” (que para ellos era demos y kratos, gobierno del pueblo. Tócate los windows. Habían descubierto el apio), “inclusividad” “transversalidad”, se reactualizaron expresiones como “bien común”, del economista vendecrecepelos para calvos Christian Felber, y se presentaron otras novedades como la “economía colaborativa”. Ahora quienes no querían saber lo que algunos denunciamos en su día, que tras esas bonitas denominaciones se escondía un capitalismo puro y duro, saben ya que, con una APP y muchas ganas de emprender, se montan negocios como Deliveroo, Cabify o Uber en los que trabajadores sobreexplotados, sin reconocimiento contractual, a los que se denomina asociados, trabajan muchas horas al día por unos salarios basura. Y a eso se le llama “economía colaborativa”.

El 15M fue pura y simplemente ingeniería social y política capitalista, con fuerte asentamiento en las Tecnologías de la Información y la Comunicación, revestida de bonitas palabras. A ello colaboraron como cómplices útiles necesarios las izquierdas en su papel de comparsas “utópicas” e ilusionadas. Era la época en la que periodistas como Javier Gallego Crudo hacía de altavoz del 15M desde su programa “Carne Cruda” en la SER y Rosa María Artal, hoy favorecida en el Consejo de Administración de RTVE por la secta podemita, hacía la ola a aquel movimiento de disidencia controlada.

La “inclusividad” y la “transversalidad” significaban por entonces exactamente lo mismo que hoy significan: el enmascaramiento de la división social en clases bajo las tiendas de campaña Quechua, pero arriba jodiendo y dando la dirección al movimiento el hijo del burgués.

En esa época descubrí que no existen las clases sociales ni las contradicciones entre ellas sino los “ciudadanos”. Vamos, que el trabajador de Villaverde era igual que Botín o que Amancio Ortega...esencialmente.

Tiempo más tarde llegaría una mutación del ciudadanismo, con la invención podemita de la categoría “la gente”. Por fin habíamos llegado a la “democracia real” porque gente ciudadana es Sánchez Galán, Presidente de Iberdrola, lo mismo que cualquier trabajador de Amazon, porque gente y ciudadano son ambos. Ahora Albert Rivera ha dejado claro que no ve trabajadores o empresarios, que ve españoles.

Si lo que haces para ocultar los antagonismos de clase es negar a las clases sociales y afirmar que todos somos ciudadanos -o españoles-, lo que te encuentras es un partido que afirma eso mismo y que además lo lleva en su propio nombre. Pero él es un “facha”. En cambio, tú, progre, con tu miserable discurso de izquierdas que lo ha convocado, eres un revolucionario del copón. La izquierda es la realmente existente, no lo que tu afirmas o quisieras que fuera, “compa”.

Merece la pena detenerse en el término pobreza. Para los progres ya no es un concepto global que tenga que ver con una estructura social, un sistema económico concreto y una realidad que se asiente en unas relaciones laborales, unos salarios o la ausencia de ellos (paro) o bien unas pensiones que den lugar a una situación de falta de capacidad adquisitiva suficiente para algo más que la supervivencia.

Por el contrario, hay tantas pobrezas como sustantivos puedan añadírsele
  • Pobreza infantil: “Mi padre es rico pero yo soy pobre” (“My father is rich but i am poor”)
  • Pobreza femenina: no he encontrado referencias en esta taxonomía de la pobreza sobre la masculina. Puede que tenga que ver con la llamada “discriminación positiva”. Ello a pesar de que un estudio llevado a cabo por investigadores del departamento de Psicología Social de la Universidad de Alcalá (UAH) y la Universidad Complutense de Madrid (UCM) en 2014 sobre las personas sin hogar de la Comunidad de Madrid indicase que aquellas son principalmente hombres (80%), . Por supuesto que hay muchos otros niveles de pobreza pero el “genero” de éste es significativo.
  • Pobreza energética: no me llega para pagar el gas, la luz o el agua pero me lo gasto todo en el bingo (modo ironía, que todo hay que aclararlo)
  • Pobreza habitacional: duermo en la Cuesta de San Vicente (Madrid) pero tengo un Maserati (continuamos en modo ironía).
  • Pobreza vegetal: como no tengo para comprar repollo, me veo obligado a mancillar mi cuerpo y mi espíritu veganos con cadáveres de chuletones de ternera.
  • Pobreza cultural: En Septiembre no podré pagar los libros escolares de mis hijos pero me estoy en Rusia viendo el mundial desde el primero al último partido, aunque haya caído “la roja”.
  • Pobreza laboral: aunque la enuncian, no caen en el pequeño detalle de que de lo laboral y sus salarios de miseria, de la ausencia de empleo o de la consecuencia de haber trabajado y cobrar una pensión exigua, se derivan todas las demás pobrezas que se inventan.
Hay muchas más categorías de pobreza establecidas por el progrerío pero mi cupo de estupideces sobre la pobreza ya está cubierto. La mentalidad monjil oenegera es la propia de quién quiere hablar de los distintos tipos de carencias económicas sin entrar en su causa, no ya en la que está en su raíz, el capitalismo, sino en la desigual distribución de la renta (algo socialdemócrata que hoy sería obscenamente radical para nuestros progres).

Distribuyen la pobreza como antes Zapatero y, antes que él, Balir en el Reino Unido, distribuía el pan entre los pobres: madres solteras, tercera edad, jóvenes con fracaso escolar, personas con familiares dependientes,...

De los progres, un ingenuo honesto con residuos de conciencia de clase podría esperar, no una revolución, sino al menos una política global para el conjunto de la clase trabajadora, que contemplase las necesidades particulares de cada colectivo pero que no trocease como un matarife hace con la res para venderla por piezas en el supermercado electoral del voto.

3.-EMPODERAMIENTO Y EMPRESA:
Y qué decir del termino “empoderamiento”, un comodín para el feminismo, los colectivos que fuesen en cada ocasión, la ciudadanía en general y ahora, para determinados sindicalismos tanto verticales y de la concertación como “alternativos” para la clase trabajadora, a la que usan como reclamo pero en cuya emancipación como clase, que no “empoderamiento”, creen tan poco.

En el movimiento de los “indignados” fue una expresión recurrente. Entre los progres Pachamama indigenistas una devoción, entre los latinos antiimperialistas (para los que el capitalismo es menos problemático que su derivada, el imperialismo), una palabra fetiche.

Y es que “em-PODER-amiento” es un término mágico. Por si mismo, suena como algo positivo, liberador, independientemente de que se refiera a persona, colectivo, animal o cosa.

Preocuparse por el origen del término parece importar entre 0 y nada, sobre todo en tiempos en los que la pereza intelectual y la importancia de un término se mide en su número de entradas en Google, convierte a sus empoderados usuarios en loros de repetición

El “empoderamiento” nació de la cultura del management, la técnica de la dirección y el control empresarial ¡Sorpresa!

Pero qué importará de dónde viene el concepto, si es positivo. Pues sí que importa porque de positivo no tiene nada, ni en su origen ni en su uso actual.

El objetivo del término “empoderamiento” fue el de integrar al trabajador en los objetivos de beneficio empresarial en base a la falacia de hacerle creer que sus opiniones y decisiones personales eran importantes para la dirección y que compartían un mismo horizonte. Si ustedes quieren saber algo más sobre lo que les estoy contando pueden consultarlo aquí, aquí y aquí. Hay mucho más sobre esta cuestión y sobre su origen ideológico, más allá del interesante blog cuyas referencias he señalado, pero eso ya queda en sus manos.

Una somera exposición del “empoderamiento” actual demuestra que no cuestiona la estructura social del poder capitalista ni la relación capital-trabajo.

Como empoderamiento se conoce el proceso por medio del cual se dota a un individuo, comunidad o grupo social de un conjunto de herramientas para aumentar su fortaleza, mejorar sus capacidades y acrecentar su potencial, todo esto con el objetivo de que pueda mejorar su situación social, política, económica, psicológica o espiritual (…)

Empoderar, pues, significa desarrollar en una persona la confianza y la seguridad en sí misma, en sus capacidades, en su potencial y en la importancia de sus acciones y decisiones para afectar su vida positivamente (…)

La finalidad última del empoderamiento social es que dicho colectivo sea capaz por sí mismo, trabajando y organizándose, de mejorar sus condiciones de vida”

Es evidente que lo que el empoderamiento pretende no es la transformación del orden económico y social sino la integración del individuo y los colectivos en la aceptación de dicho orden, con las reformas necesarias para lograrlo pero que no alteren su naturaleza

¿Debemos sorprendernos entonces de que haya multitud de fundaciones globalistas del imperialismo norteamericano como la USAID, la Open Society Foundations de George Soros, la Fundación Melina y Bill Gates, Ashoka, Avina, Tides (patrocinadores de “las mareas” en España), etc., etc. que promuevan el empoderamiento de “mujeres”, “líderes comunitarios” y “jóvenes”?

4.-FEMINSIMO CANIBAL
Hay otra ámbito al que cabe referirse dentro del neolenguaje creado por progres y liberales declarados, ya que los progres son liberales vergontantes, que es el feminista. Voy por los protectores de cabeza y bucal, el suspensorio y la coquilla porque me adentro en territorio peligroso y pudiera no salir indemne de la aventura.

El feminismo actual, que antaño fue un gran aliado de la emancipación de la clase trabajadora porque la gran mayoría de las mujeres pertenecían por activa (trabajadoras ocupadas) o por “pasiva” (integración en la clase desde la familia) y porque comprendían bien que la primera y principal opresión es la explotación que sufría esta clase social, ha pasado a ser uno de sus grandes enemigos. Tranquil@s, no se me amontonen ni empiecen a encender las antorchas y a sacar las horcas, que me explicaré. Luego ya, si eso...

Si Alexandra Kollontai, Rosa Luxemburg y Clara Zetkin, entre otras revolucionarias marxistas, enfatizaron sus diferencias con el feminismo burgués y la emancipación de las mujeres trabajadoras dentro de la lucha de la clase a la que pertenecían, así como la defensa frente a opresiones que como mujeres sufrían, pronto aparecería una categoría destinada a romper el eje de la clase para unificar la lucha de las mujeres más allá de la de clases primero, al margen de la de clases después y finalmente hoy, aunque no siempre de un modo explícito, contra la lucha de clases, o mejor dicho contra la lucha de clases desde el lado de la trabajadora. Me refiero al concepto de “género”. Si la “clase” era para las mujeres marxistas el elemento unificador de su lucha, con sus particularidades propias, para las feministas “postmarxistas”, “marxistas” vergonzantes, no marxistas y abiertamente antimarxistas lo sería el “género”.

A partir de la idea de que “el género es una construcción social” o, en palabras de Simone de Beauvoir, “no se nace mujer, se llega a serlo", se estaba deslizando sutilmente la dualidad mujer-hombre que, con el tiempo sustituiría, en forma de guerra de sexos, a la lucha de clases.

De ahí a aceptar manifestarse los 8 de Marzo bajo el lema del Día de la Mujer, y no de la Mujer Trabajadora, hablar de romper “el techo de cristal” para que las mujeres burguesas puedan tener su cuota de directivas y empresarias en la explotación del trabajo asalariado de mujeres y hombres, de “sororidad” entre mujeres, independientemente de la clase social de unas y otras; “sororidad” que acaba siendo sometimiento de la trabajadora a la burguesa, so pretexto de solidaridad de género, solo hay una serie de pasos que se han ido dando uno detrás de otro. El gobierno progre del PSOE, con apoyo podemita ha dado uno más: el de elevar a mujeres a puestos directivos en empresas capitalistas para que puedan explotar tan a su gusto a la clase trabajadora como cualquier hombre, que es así como los progres entienden la igualdad.

Ya hemos entrado en la dinámica de la sospecha sobre el hombre. Las redes sociales, las principales movilizaciones de los últimos tiempos se centran en el hombre como enemigo de la mujer. Lo más amable que se lee desde ciertos ámbitos del feminismo es la consideración de “señoros” hacia los que las de las antorchas consideran que lo son o de “machirulos” y de “comumachos” a los hombres comunistas que les reprochan su olvido de que hay explotación laboral de la mujer y el hombre más allá de la opresión. A las mujeres que piensan lo mismo las consideran unas manipuladas por sus camaradas hombres. La propuesta de que en el último 8M los “aliados” masculinos, los de “por mi culpa, por mi culpa, por mi gran culpa”, fueran en un lugar diferenciado y alejado de los principales lugares del cortejo manifestante ya indicaban hasta qué punto ese sentimiento de “pecado original” debía estar presente entre ellos.

La gran trampa que en el presente nos han tendido a hombres y mujeres es que nos hagamos la guerra. Nos dividen, de entrada, al 50% y luego siguen dividiéndonos en miles de identidades fraccionadas. La especie humana tiene ante sí enormes desafíos, que son comunes a mujeres y hombres. De entre esos combates, la lucha contra desigualdad económica es para ambos, salvo para la oligarquía, la gran amenaza que conjurar.

5.-DEL FEMINISMO DEL GÉNERO A LAS PEORES MANIFESTACIONES DE LA CUARTA OLA FEMINISTA
El conflicto latente que ocultaba la idea de género es que, al centrarse de un modo tan acentuado en un concepto de feminismo y de mujer, había de encontrar en el hombre y lo masculino su oponente. Inevitablemente toda esa construcción se iba a acabar por deslizar la pretensión hacia nuevas fragmentaciones, dentro del propio feminismo. Ahí aparece ya la construcción personal del “yo” con proyección narcisista.

Todo ello hasta el punto se que el el supuesto“feminismo” guerrero más joven ha construido La idea de que “lo personal es político”. Existen personajes como “Barbijaputa”, colectivos como “El Coño Insumiso”, ejemplo de vulgaridad, Píkara Magazine o las múltiples jóvenes feministas para las que contarnos sus disfrutes de un polvo en redes sociales forma parte de la revolución femenina. Se desplaza la lucha de lo colectivo hacia lo íntimo al modo de “follar con empatía”, como reivindica la podemita Beatriz Jimeno (con su obsesión de la perspectiva de la sexualidad masculina como violación) y sobre lo que ironizaba no hace mucho, por su moralina, otra autora en la revista digital CTXT.

Estamos ya en la fase del feminismo “Sálvame de Luxe” y del “Hombres y Mujeres y Viceversa” (HVM). La comedia burguesa con sus cuernos e infidelidades era menos chabacana que toda esta exposición de picores en la entrepierna que el feminismo histórico no pidió cotillear.

Si en el pasado lo personal era el derecho a la privacidad, en los tiempos de la “ventana indiscreta” de las redes sociales la reivindicación del narcisismo conduce a mostrar las tetas en un avatar o presentarse como objeto sexual pero negando serlo y reivindicando el derecho a no ser tratada como tal o en ver en cualquier hombre a un violador potencial. Hay Manadas repugnantes y que avergüenzan a cualquier hombre con un mínimo sentido de humanidad. Pero el MeToo con antorchas y horcas llenas de ganas de abrirse paso hacia un éxito rápido profesional o político de las promotoras no es el camino. 

La heroína, en tiempos de “youtubers”, de “influencers” y de la búsqueda de la notoriedad no es la permanente proletaria, nueva por su capacidad de hacerse voz colectiva, como las Kellys o pronto a lograrlo como las trabajadoras domésticas, sino la joven con antecedentes de colegio de monja, familia católica y misa dominical que se sacó oportunamente una teta en la capilla de la Universidad Complutense y acabó, por su “valentía”, siendo la portavoz del Ayuntamiento de Madrid, previa petición de perdón al arzobispo de Madrid, y que se autodefine como “partisana”; un bonito modo de insultar la memoria de las mujeres que en la lucha antifascista del siglo pasado se jugaron la vida, perdiéndola en muchos casos.

En esa manifestación de la construcción del yo narcisista femenino, revestido de un aparente nosotras, tienen particular significado expresiones que, si ustedes tienen especial interés, pueden consultar. Por mi parte, no hago promociones del género contra género:
  • Androcentrismo
  • Comumacho
  • Discriminación indirecta
  • Heteronormatividad
  • Interseccionalidad
  • Invisibilización y visibilización
  • Islamofobia de género
  • Machirulo
  • Mansplaning
  • Manterruption
  • Micromachismos
  • Racializar
  • Sororidad
En cualquier caso, dentro de la cultura feminista admito que me pierdo en terminologías más complejas como la de “menstruación sostenible”. Ignoro si lo de sostenible se refiere a materiales de higiene íntima femenina reciclable o a sistemas de achique con válvulas de regulación. En cualquier caso, sobre la “menstruación sostenible” se organizan talleres (previo pago, por supuesto). El último ha sido el 2 de Julio pasado. Si se lo perdieron, lo siento por ustedes porque en este caso era en un barco velero muy “cuqui”.

Pero en el feminismo de la cuarta ola siempre habrá alguien que vaya un paso más allá. El último es el de la propuesta de renombrar las partes del cuerpo femenino, dado que fueron designadas por hombres.

Tengo la sospecha de que el movimiento feminista está alcanzado sus últimos “éxitos”, si así puede llamarse a los de los últimos tiempos, de que a partir de aquí todo se va a volver mucho más difícil para él, de que va a ir apareciendo un creciente rechazo hacia lo que significa ser feminista e incluso mujer. Creo que su propia desorientación, desde que abandonó la perspectiva de clase y se adentró en la de genero, le conducirá a una serie de derrotas consecutivas que pagaremos mujeres y hombres porque lo afectado será, una vez más, la idea de progreso social, humano, político y, por supuesto, económico, una vez que el propio movimiento feminista se adentró en sus zonas oscuras.

En más de una ocasión he sospechado que posiblemente haya una ultraderecha misógina, escondida bajo ciertos perfiles en redes sociales y hasta en páginas progres que pudiera estar jugando a hacer retroceder la emancipación de la mujer. Digo esto porque la combinación de perfiles más o menos anónimos con la grosería tan alejada de la realidad de la mujer trabajadora y de sus necesidades reales, me hace sospechar un fin: ridiculizar al movimiento feminista. Y creo que lo están logrando con creces con la ayuda del actual.

El sacrificio de tantas mujeres en defensa de su liberación a lo largo de tantos años está quedando en un ridículo injusto pero bien organizado por sus enemigos.

La pregunta que hago no es por quién, ni al servicio de quién sino por cuánto.

6.-EL ARCOIRIS CON TODOS SUS COLORES Y OTROS NUEVOS: LA FAMILIA CRECE
El movimiento LGTB (lesbianas, gais, transexuales y bisexuales) se ha ido convirtiendo en LGTB+, con la incorporación de nuevas orientaciones sexuales e identidades de género. Ha pasado ya por el añadido de “intersexuales” (I) y “queer” (Q). Lo último es el colectivo de los “pansexuales” o “poliamorosos” (P) y los “asexuales” (A). Tendríamos, de momento, un sumatorio LGTBIQPA. Pero en la práctica, la denominación consensuada dentro del movimiento parece ser la LGTBI. Los otros grupos están a la espera de “inclusividad” por adición.

Pronto el teclado QWERTY del ordenador se quedará corto. A este paso, y dado, que dentro del movimiento hay personas que consideran que pertenecen a varias identidades, podríamos llegar fácilmente a 6 docenas por individuo.

El “heteropatriarcado”, derivado de lo “heteronormativo” es una de las principales fobias del lesbianismo desde la crítica a lo hetero o a lo que llaman “cisgénero”, porque aunque supuestamente se refiere con este segundo término a hombres y mujeres heterosexuales, es con el hombre heterosexual su guerra, no con la mujer heterosexual.

Nada que oponer a los fantasmas y las fijaciones personales de cada un@ pero cuando se está condenando el llamado“heteropatriarcado” tengo la sensación de que hay quienes intentan sustituirlo por un “lesbomatriarcado”. Sería bueno que se explicite abiertamente para que todos sepamos cuáles son las posiciones que mantenemos sobre lo que algun@s definen como un determinado sistema de dominación de género y sexual y cuál es la propuesta concreta de liberación de género y sexual de quienes afirman vivir dominadas bajo el heteropatriarcado.

Y a partir de aquí en lo que ya no entraré es en la terminología al uso porque necesitaría unas jornadas de formación específica para las que no me siento suficientemente capacitado:
  • Androginia
  • Binarismo de género
  • Disforia de género
  • Género fluido
  • Heterocentrismo
  • Heterosexismo
  • Intersexualidad
  • Outing
  • Questioning
  • Reasignación de sexo
  • Queer
  • Terf
  • Transfobia
  • Transgénero
  • Transmisoginia
  • Victimización
Dentro de la categoría del absurdo, una de las aportaciones trans a la neolengua es la de ir un paso más allá que el feminismo de la “cuarta ola” en el “lenguaje inclusivo”.
Desde el feminismo tuvimos la neolengua origninaria, tan respetuosa del género, del Lehendakari Ibarretxe con aquello de “los vascos y las vascas”, tan del gusto de nuestros progres de IU de entonces. Luego llego la @. Después la terminación en “x” (por ejemplo “ciudadanx), puesto de largo por los agitamanitas del 15M, y por fin el femenino como inclusivo de ambos sexos, géneros y diferencias sexuales (ejemplo reciente la adopción del femenino en la coalición progre “Unidas Podemos Izquierda Unida Equo”...y de la Santísima Trinidad. Ahí va, que no es bastante inclusivo.

El entorno trans ha dado un paso adelante para no molestar a nadie e incluir inclusivamente la inclusividad inclusiva de un coro de identidades y géneros en un solo dios verdadero: la terminación en “e” como elemento que nos aúna transversalmente, como un espeto, a todos (los heteros, los gais, las lesbianas, los queer, los trans, los sexualmente reasignados y los cien mil hijos de San Luis). Ejemplos concretos “niñes”, “ministres”, “alumnes”, “chiques”,...¡Mis vaques!

Pero la neolengua LGTBIQ no puede ocultar ni su derechización, ni su mercantilización, ni el modo en el que este movimiento ha permitido y sido cómplice de su instrumentación, al favorecer, y convertirse en parte de un inmenso negocio. El ejemplo más claro lo tenemos en cómo cómo se organiza la esponsorización del Orgullo por parte de marcas capitalistas lo tenemos aquí). Algo a lo que se refirió en su día el desaparecido Shangay Lily cuando hablaba de gaypitalismo y de las mafias que estaban convirtiendo el movimiento en otra cosa. A Shangay le recuerdo haciendo sus mariconadas en cualquier cosa que a él le oliera a contenido de clase. Y eso para ser alguien que venía del zapaterismo hacía de él un ser maravillosamente solidario y tierno.

Al capitalismo le viene bien toda diversidad e igualdad que no toque a las relaciones sociales de producción, a la propia esencia del poder capitalista y al beneficio empresarial. De hecho, en muchos casos puede beneficiarlos. De ahí que muchos la promuevan. Si en el pasado, la gerencia empresarial promovió la cogestión como forma de pacto social y de clima laboral “satisfactorio” hoy lo hace con el feminismo y con el movimiento LGTB+. ¿Que ello mejora su integración laboral? Por eso también peleamos todos los solidarios. Pero me pregunto si esa es toda la reivindicación que la cuarta ola feminista y el movimiento LGTB+ plantean para sus “miembras” o “miembres” de clase trabajadora.

7.-VEGANOS, UNA SECTA REALMENTE PELIGROSA
En 1978 conocí a un sujeto que decía defender “los derechos humanos de los animales”. Era un pobre gilipollas. No es que me lo pareciera.

Independientemente de que nunca he creído en los derechos humanos porque se invocan como si fueran algo heredado e inamovibles y no partes de un proceso histórico de luchas, es evidente que entre la expresión “derechos humanos” y “animales” había, al menos, una pequeña contradicción.

Para asumir que existen derechos de los animales hay, como poco, que tomar en cuenta que estos son “concedidos” desde la parte humana. Uno se pregunta cómo es posible hablar de “igualitarismo” cuando no lo somos desde el momento en que esa igualdad parte de un lado racional que no expresa la parte animal. ¿Cómo es posible que se olvide el hecho de que unos anmales se comen a otros? Cuando determinadas categorizaciones, como derechos e igualdad, son trasladadas desde el lado humano al no humano es como preguntarse por cómo interpretarán las águilas el comer ratones. Algo propio de imbéciles.

En la cadena trófica, a la que el ser humano pertenece y transforma con su acción, igual que los demás animales, los omnivoros comen, además de vegetales, carne. El ser humano también desde tiempos inmemoriales.

No se trata, como pretenden los animalistas y los veganos, de que los seres humanos, al alimentarnos también de carne (les encanta enfatizar la muerte llamando cadáver a un pollo asado) seamos criminales, violentos o terroristas, términos con los que estos sujetos nos definen. Simplemente es un hecho que necesitamos la carne entre los demás componentes de la dieta. Son múltiples los casos de veganos fundamentalistas que recaen en ella seducidos por su olor, sabor o por los efectos sobre su salud de la ausencia de la misma en su dieta.

En cualquier caso, celebrar que un león se haya comido a tres cazadores furtivos, que no eran blancos europeos que van vivir la experiencia de un safari, sino gente pobre que sobrevive cazando para otros, como han hecho muchos animalistas y veganos, es propio de seres desnaturalizados, de enfermos mentales que deben ser tratados en clínicas, ya que su psicopatía les lleva a empatizar antes con animales no racionales que con seres humanos.

Introducir un sesgo moral ante la necesidad de alimentarse por omnívoros como el humano es beatería absurda y un cinismo propio de quienes no les importa tanto los “derechos” (una construcción humana) de los animales como su deseo de autoproyección ética superior frente a los demás.

Algo muy distinto es el provocar en el sacrificio de los animales un sufrimiento innecesario y que puede ser reducido, casi siempre, de un modo muy notable.

No, señores animalistas y veganos, no. No estoy hablando de algo paralelo a la pena de muerte de seres humanos, algo abyecto, por cuanto tiene de venganza. Me estoy refiriendo a algo tan básico como la necesidad de comer el león a la gacela, el gato al ratón (ah no, que el suyo está amaestrado, capado y es casero. Vaya con la libertad animal) o el pulpo a pequeños peces. Y no, no estoy trasladando una necesidad biológica, la de alimentarse, al darwinismo social, que sí que tiene connotaciones criminales porque dañar a otro ser humano para enriquecerse uno no es una necesidad sino la opción del carente de escrúpulos.

Que seamos seres con conciencia no es motivo para que cambiemos una dieta que tiene cientos de miles de años, que se ha mantenido, por algún motivo que la inteligencia de ustedes no alcanza a comprender, desde la etapa cazadora del ser humano a la de la agricultura y la ganadería, pasando por la recolectora, pero que no ha variado en su combinación de lo orgánico vegetal y lo orgánico animal.

Ustedes pretenden presentarse como seres de paz y armonía entre todas las especies animales, las vegetales, que engullen (buena parte de ustedes como sacrificio y con asco) y hasta las musarañas, piedras y aire que respiran. Les pongo dos ejemplos de este cuelgue del que que se alimentan:

que nos permitirán crear un mundo basado en la conexión en lugar de la dominación, en mundo en el que los seres humanos se relacionen con todas las criaturas del mundo —cada roca, cada gota de lluvia, todos nuestros hermanos cubiertos de plumas y de pieles”

Quiero una rendición de cuentas completa, quiero ir mucho más allá de los alimentos muertos que servimos a la mesa. (...) Quiero saber lo que le ha ocurrido a todas las especies —no solo a los individuos, sino a la especie en su conjunto—, lo que le ha pasado al salmón real, al bisonte, al gorrión sabanero pechileonado y al lobo. Y no me contento simplemente con saber el número de muertos y de desaparecidos. Quiero que vuelvan”.

Estas dos citas son parte de una entrevista a Lerri Keith, una exvegana que, a pesar de expresar la borrachera propia del amor sensible y universal que da el éxtasis líquido o flash, habla desde lo que ha vivido y conoce. El relato sobre su experiencia vegana durante 20 años no es demasiado compasivo . Tampoco en lo relativo a la salud.
En cualquier caso, por mucho que ustedes, “señores” , recurran a su propia jerga de neolengua con palabros del tipo
  • Antropocentismo
  • Biocentrismo
  • Carnismo
  • Crudivorismo
  • Especista
  • Explotación animal (hay un figura que dice que “los animales son parte de la clase obrera”, con lo que insulta a ésta, hace de izquierdista y no explica la plusvalía extraída a una vaca)
  • Frugivorismo
  • Neobienestarismo
  • Ovolactovegetarinismo
  • Sintiencia
es evidente que son una secta. Y de las peligrosas. 

Entre vuestras grandes hazañas, la de que google haya eliminado el huevo del “emoji” de la ensalada para contentaros .Este logro para tarados, es una de las vías mediante las que acabáis mentalmente perjudicados.

Entre vuestras miles de estupideces la de considerar que los huevos “son la regla de las gallinas”. Oiga, y no es la opinión de un francotirador vegano sino de una eminencia dentro de su secta

Figuras: cuando acabe este artículo me voy a hacer una tortilla de cuatro (4) reglas de gallina con cebolla porque otra cosa es un pegote.

8.-LA NEOLEGUA PRETENDE DEBILITAR EL PENSAMIENTO E IMPONER UN TOTALITARISMO ELITISTA.
Cuando un movimiento social emplea intencionadamente un lenguaje rebuscado y complicado de entender, empleando conceptos que pueden ser expresados de un modo más comprensible y menos críptico, es evidente que, lejos de enriquecer el pensamiento, lo que pretende es debilitarlo.

El constante recurso a la formación de términos mediante contracción, mucho más que de derivación, entre estas corrientes de fabricantes de “neolengua” pretende crear una sensación de cientifismo. Hoy sabemos que la neutralidad ideológica que durante tanto tiempo se asoció al concepto “ciencia”, procedente de las llamadas “experimentales” (física, química,...) y que las llamadas “sociales” intentaron durante tanto tiempo emular, tomando de las primeras conceptos prestados, es una quimera o, mejor aún, una falacia porque el investigador es un sujeto en proceso que afecta a la propia investigación y a sus resultados y que, a su vez, es afectado por ésta.

Sin embargo, todo ese artefacto lingüistico que emplean estos movimientos posmodernos como el feminismo de cuarta generación, el LGTB+ o los animalista y vegano, no están construyendo categorías de pensamiento que, al ser accesibles conceptualmente a la inmensa mayoría de las personas, puedan ser debatidas y contrastadas. Buscan adictos e incondicionales sin sentido crítico.

¿Recuerdan aquella jerigonza de “1984”? “Crimental”, “doblepensar”, “plusbueno, “dobleplusbueno”, “caracrimen”, “nobueno”,...¿No ven ninguna similitud entre dichas “palabras” y otras como “machirulo”, “comumacho”, “mansplaning”, “transfobia”, “intersexual” u “ovolactovegetarianismo”, por poner solo algunos ejemplos?

Lejos de enriquecer el lenguaje, la “neolengua” es la negación de esa riqueza porque pretende crear un vocabulario sustitutivo de aquél que es asequible en el habla común de las personas y, puesto que pensamos con palabras, empobrecer el pensamiento.

Merece la pena, independientemente de la consideración ideológica que le demos a la obra y su propio autor, reproducir algunas frases de Syme, el colega de Winston Smith en el Ministerio de la Verdad de la novela 1984, en su conversación con el segundo.

La decimoprimera edición es la definitiva —dijo—. Le estamos dando al idioma su forma final, la forma que tendrá cuando nadie hable más que neolengua. Cuando terminemos nuestra labor, tendréis que empezar a aprenderlo de nuevo. Creerás, seguramente, que nuestro principal trabajo consiste en inventar nuevas palabras. Nada de eso. Lo que hacemos es destruir palabras, centenares de palabras cada día. Estamos podando el idioma para dejarlo en los huesos (…)

¿No ves que la finalidad de la neolengua es limitar el alcance del pensamiento, estrechar el radio de acción de la mente? Al final, acabaremos haciendo imposible todo crimen del pensamiento (...)

Hacia el 2050, quizá antes, habrá desaparecido todo conocimiento efectivo del viejo idioma. Toda la literatura del pasado habrá sido destruida. Chaucer, Shakespeare, Milton, Byron… sólo existirán en versiones neolingüísticas, no sólo transformados en algo muy diferente, sino convertidos en lo contrario de lo que eran.”

9.-LA GUERRA CIVIL ENTRE LAS TRIBUS INDIAS
En el mundo de lo que ya ni siquiera pertenece al reformismo, de lo que es más de lo mismo dentro del menú ideológico del liberalismo progre, pero con talante y algo de pomada, pronto aparece la crítica. Es la de quienes beben de la misma fuente.

Bicicleteros que se ofenden con Carmena porque los carriles-bici no son lo bastante amplios o porque se los han construido en medio de las vías de transporte de transporte habituales. Progres que esperaban una mayor financiación de las asociaciones de vecinos (la idea de autoorganización no entra en sus mentes), participantes en unos proyectos “participativos” que se decepcionan de la democracia “participativa” dentro del capitalismo pero que creen que se puede cambiar “su” realidad utópica, no la de la clase trabajadora, dentro del mercado de marcas electorales, gente que dice ser muy “revolucionaria” pero que lo ha fiado todo al voto,...Mujeres que tienen, dentro de su identidad feminista una guerra con las transexuales porque consideran que no pueden participar de su lucha, dado que antes eran hombres. Trans que consideran que están siendo doblemente maltratadas, por la sociedad y por las mujeres que niegan la empatía humana suficiente para consideralas unas de las suyas. Feministas a favor del porno y la prostitución como Amarna Miller contra feministas que están en contra. Gais a favor de la paternidad mediante la compra de vientres de alquiler contra feministas que se oponen a ello. Veganos que tienen mucho que reprochar a los partidarios del bienestar animal e incluso, según los sectores, a los del neobienestar y a los ovololactovegetetarianos y a los vegetarianos en general. Mujeres trabajadoras que se niegan a ser siervas de mujeres burguesas porque no pertenecen a la misma clase, ni padecen las mismas situaciones, ni se sienten arropadas por un movimiento que ya no las emancipa ni como clase ni como personas (porque no se reconocen en El Coño Insumiso ni en Barbijaputa), porque no va con ellas.

Prisma de mil caras que no se encontrarán, cruce identidades en la que solo importa la diferencia y el desencuentro, guerra civil de todos contra todos, caos, solidaridades cada vez más excluyentes, soledad como destino final y frustración dentro de ella.

Menos mal que hay quien busca tender puentes, como ese ser de luz llamado Ruth Toledano que propone una transversalidad creadora:

Creo que el luto no es completo, que incluso es falaz, si no se refiere a todas las víctimas de la violencia de los sanfermines. La mujeres violadas y los toros asesinados”. (Merece la pena que lean todo su “artículo” para comprender de qué va cierto feminismo) Vamos que para este faro de la inteligencia universal e inclusiva, la mujer, y más concretamente la mujer violada, es...¡como un toro!, que diría Jesulín de Ubrique. Yo, si fuera mujer, me sentiría francamente ofendida. Incluso como “señoro comumacho" me siento insultado por tal comparación pero ¿qué sabré yo si soy un “machirulo”?

Esa es la consecuencia de haber abandonado lo que nos une a tantos, mujeres y hombres, heteros y gais/lesbianas, trans y feministas, veganos y omnívoros. La creciente atomización de una lucha que nos conduce a consumirnos a nosotros mismos.

Cuando el fascismo, el de verdad, no lo que la mayoría llamáis fascismo, llegue, cuando sintáis sobre vuestros rostros sus botas, quizá algunos empecéis a preguntarnos el porqué y el para qué de tanta “diversidad” promovido por “activistas” e “influencers” a sueldo de los que algunos hace tiempo denunciamos, a los que habéis estado aplaudiendo hasta con las orejas, que no nos enriquece sino que nos debilita, separa y enfrenta.

10.-CONCLUYENDO
El camino que habéis escogido quienes elegísteis los identitarismos o “lo nuevo” solo nos conduce a las microfracciones del todos contra todos. No veo en qué puede ganar cada corriente cuando dentro de ella cada vez hay más que divisiones. Podéis venderlo como diversidad pero, en realidad, es fraccionamiento, bronca y tendencia a la derrota por vuestra locura hacia la separación de la gran mayoría, la conformada por mujeres y hombres explotados por el capitalismo.

Habéis hecho ya la principal tarea: convertir todas las identidades en un conjunto de egos inútiles para la acción pero capaces de sembrar la división entre quienes sufren el poder del capital. Sois esparcedores de la estupidez humana. Pero vuestro tiempo se agota. Vuestra tarea está ya a punto de cumplirse. Pronto estaréis amortizados.

Cuando el capital deje de daros apoyo, veréis que hay un hoyo muy profundo entre los relatos que habéis reproducido de vuestr@s referentes y la realidad:

Esa distancia se concretará de varias maneras:
  • La de que vuestros mensajes tienen menos difusión. Si eres uno de esos “influencers” vigentes o en proceso, te quedarás con la brocha en el aire.
  • La escasez de recursos económicos hacia tu movimiento o secta en particular.
  • La sensación de estar transmitiendo un discurso sin destinatario y encerrado en el ego de vuestros emisores
  • El descubrimiento de que quien hablaba por “vosotres” no era más que una caterva de “niñates” que vendía el humo de su propio deseo de brillar.
Algo inventará el capital en sustitución del papelón que habéis ejercido como señuelos que poner delante de los ojos de los explotados y oprimidos. Pero deberá esforzarse en lograr una mentira mejor que vuestra prostitución

Entonces será el momento de mantener la memoria sobre vuestro papel pasado. Y de tener claro que, con vosotras/”vosotres” se puede hacer camino, pero teniéndoos de coche escoba y chupando rueda, que dicen en el ciclismo.

La única opción que no engaña es la que te pone ante tus ojos la condición de la clase a la que perteneces, sea tu identidad la que sea, y la que te lleva a decidir si eres complaciente con las justificaciones que te inventas o víctima consciente de un sistema de explotación