Por Marat
Aproximadamente dos
meses antes de las elecciones municipales volvieron de nuevo los
buitres de la especulación madrileña a sus territorios de caza de
la zona norte de Madrid capital.
Ya no se llaman
Operación Chamartín. Ahora se llaman Distrito Castellana Norte.
Esta especulación
urbanística indecente se inició en 1993 con una alianza entre el
ladrillo (Constructora San José, poco conocida pero con sus
escándalos de sospechas de compra de políticos) y la banca (BBVA,
Francisco González y sus mariachis de la prensa sepia y de negocios
y de la Brunete mediática en general) que, a su vez, en coalición
con el PSOE y el PP, apostaron por hincarle el diente a los terrenos
aledaños a la estación de Renfe de Chamartín, ubicados entre Pío
XII y la Castellana.
Estos terrenos son,
en realidad, una entelequia. Ningún medio de desinformación los
señala (algunos, cercanos a la nueva corporación callan incluso la
operación), ni interés económico implicado ubica su localización
(http://distritocastellananorte.com/zona-de-actuacion/)
de modo identificable. ¿Porqué es una incognita su localización
exacta? Creo que hay muchos más motivos de lo que mi corta
inteligencia alcanza pero, entre ellos, se encuentra el que hay una
expropiación a familias propietarias de por medio un tanto extraña
e irregular. Sobre ello sabe mucho el ex concejal del PSOE Jesús
Espelosín, que en su día los representó.
Quizá también
tenga que ver con el vacío que representa la localización concreta
de esos terrenos que la unión del cemento que constituirá la
continuidad entre las 4 torres de la soberbia, edificadas en su día
en los antiguos terrenos del Real Madrid, vendidos en rara
connivencia municipal y maletines de por medio, que hicieron las
delicias del constructor Florentino Pérez, y la zona de Las Tablas y
San Chinarro (la zona de actuación conforma un área de más de 3
millones de metros cuadrados en la que participan 31 empresas, 10
ellas internacionales) pronto constituirán un eje de inseguridad
ciudadana brutal, derivado de que estamos ante conglomerados de
cemento dormitorio sin auténtica vida de barrio y social.
No quieren los del
pelotazo de la recuperación económica que, de nuevo se basará en
sol y cemento, que se sepa que van a crear espacios de “territorio
comanche” en el que vivirán atrapados pijos despistados (al otro
lado La Moraleja, que eso sí que es saber vivir) que deberán entrar
en sus garajes con las ventanillas y los seguros del coche puestos.
No importa. Electoralmente alimentarán el discurso reaccionario
sobre una inseguridad ciudadana compatible con sus fantasías de
vivir orientados al norte, cerca de “la buena vida”.
Eso sí, por en
medio nos han vendido que los terrenos en los que los que se llevará
a cabo este nuevo engendro especulativo estaban abandonados y
degradados (zona no edificada y punto) y que toda la operación será
“medioambiental y socialmente responsable”, que conlleva una
“apuesta por la movilidad” (Comunidad de Madrid y Ayuntamiento
poniendo dinero público por delante, para prolongar más líneas de
metro donde no se cogerá porque la densidad de población será baja
y con personal que usa al coche hasta para ir a mear), que habrá
“planificación participativa” (ya han comprado a gran parte del
movimiento ciudadano) y que durante el período de construcción se
generarán 121.000 empleos (que volverán al paro cuando hayan
acabado su tarea).
Lo de que volverán
a ser un elemento de repetición de la burbuja inmobiliaria, con sus
conocidos efectos devastadores, parece ser una cuestión menor.
Los cálculos del
proyecto indican que, como mínimo el negocio para el BBVA (73% de la
participación en el proyecto) y Constructora San José (27%) será
de 6.000 millones de euros.
¿Qué explica la
demora en el lanzamiento de esta operación urbanística, que
requiere un Plan Parcial, si nació la idea del pelotazo en 1993,
mucho antes de la actual crisis capitalista y 22 años después aún
está por ponerse en marcha? Lo ignoro.
Pero la mezcla de
intereses entre sectores de los negocios representados por el PP y al
PSOE en litigio de participación en el pelotazo, la pelea entre
instituciones (Estado central, Comunidad de Madrid y Ayuntamiento,
representadas por partidos distintos), los intereses de los
expropiados durante el proceso de recalificación de los terrenos y
la crisis económica, en la última etapa, explican en parte que se
haya esperado a este momento para sacarlo del cajón y ponerlo en la
mesa del despacho de Manuela Carmena, pasando ya por tropecientos
ediles.
Para entender una
parte de toda esta compleja maraña de intereses, les
remito a un artículo mío, de hace 5 años, cuando pareció que
volvía a moverse el tema en los medios de presión-comunicación,
que ha sido borrado de algunas páginas “alternativas” (no de
todas) y que les aporto por mi cuenta, en una dirección html
expresamente creada a tal efecto, antes de que desaparezca del resto
de rastros dejados en su día en Internet. Insisto en recomendarles
su lectura, larga, como es mi estilo habitual, para que se entienda
de qué estamos hablando. Por cierto, la dirección del blog de
asaltarloscielos es antigua. Sigan con la actual, que contiúa fiel a
la Comuna de París, a pesar de que copien el bombre varios podemitas
que asaltarán, con el tiempo, alguna concejalía de hacienda.
Mi bisoñez de
entonces (sigo siendo un pardillo) me hizo ignorar que las
iniciativas de presión sobre las instituciones implicadas en el
proyecto en 2010 eran más una comprobación de “sensibilidades”
por parte de la mafia del negocio en espera den tiempos mejores que
una realidad al alcance de su mano, dado que las inversiones públicas
en cualquier proyecto (necesarias para sacarlo adelante) estaban
muertas por efecto de la crisis económica.
En los dos meses
largos que van desde mediados de Abril a las actuales fechas finales
de Junio uno se ha fijado en un conjunto de detalles muy
significativos:
-
Ana Botella intentando pactar con la oposición el relanzamiento de la Operación Chamartín
-
Ana Botella aparcando la cuestión de la aprobación de la Operación Chamartín y dejando el “marrón” a la siguiente corporación municipal.
-
Ana Botella destituyendo a la funcionaria (Carmen Casanova era jefa de servicio de Coordinación del Ayuntamiento de Madrid) que frenó dicha operación tres días antes del 24-M.
-
Manuela Carmena en Campaña oponiéndose a la Operación Chamartín, así como a la Operación Campamento (será un tema abierto en breve) en la campaña de Ahora Madrid
-
Francisco González, Presidente del BBVA culpando a Manuela Carmena de parar la Operación Chamartín por su inexperiencia, explicándole que el pelotazo crearía 121.000 puestos de trabajo -¡qué bien calculados!- y 3.300 millones, que luego han subido a 3.400.
-
Manuela Carmena indicando que la Operación Chamartín no era tan necesaria.
-
Los mandados del BBVA ofreciéndose a explicar a Manuela Carmena la importancia económica y social de la Operación Chmartín
-
Manuela Carmena mostrando una predisposición a estudiar el tema a cambio de viviendas sociales ¿Ustedes creen que vivirían en esa zona de Madrid muchas familias de clase trabajadora, perdón excluidas de “clase media”?
-
Manuela Carmena reuniéndose con Antonio Béjar, hombre de paja de Francisco González (BBVA) y de la mafia de la construcción.
-
Manuela Carmena comprometiéndose ante los “responsables” de la Operación Chamartín a estudiar el proyecto.
¿Debo seguir con el
relato o ya captan ustedes de qué puede ir la cosa?
Por en medio,
enmierdando la campaña, la indecente Esperanza Aguirre utilizó
aquello de lo que disponía sobre un arquitecto (casualidad), que era
marido de Manuela Carmena (casualidad) y que fue empleado de un ex
concejal de la FSM, hoy PSM-PSOE, Jesús Espelosín, al que el PP
acusó en su día de haber comprado terrenos de la Operación, que
escribió un libro denunciando el asunto de esa Operación y que
parece haber representado los intereses de las familias expropiadas
de los terrenos previstos para el pelotazo.
Me faltan datos.
Muchos.
Creo que algunos de
ustedes ya saben lo que pienso de la señora Carmena. Y los que no lo
sepan pueden ponerse al día aquí.
Pero me parece que
entre pasar la patata caliente por parte de la señora Botella
a la señora Carmena, las presiones de Francisco Gonzalez (BBVA) con
el asunto del empleo que dará el pelotazo y el dinero que podría
cobrar la corporación endeudada si aprobase el Plan Parcial que abre
las puertas al sempiterno, y nunca aprobado, proyecto, las cacas
expuestas públicamente del señor Leira como empresario y toda la dinámica descrita,
sólo falta un detalle que no nos hablan: que la mafia del dinero y el
ladrillo han presionado a la señora Carmena para que saque del
cajón a su mesa de trabajo el emblanquecido como nuevo proyecto Distrito
Castellana Norte.
Llevo días siendo
presionado para que me sume al mensaje de que hay mucha mierda que
echar encima contra la versión femenina de un Tierno, que como la
masculina, tampoco me gusta un pelo porque es la expresión de la
pequeña y mediana burguesías para que les saquen del atolladero de
la crisis capitalista que les ha hecho perder pie.
Yo a eso no juego.
No cuenten conmigo para fabricar basura que sé de dónde viene y a
qué intereses sirve.
Me limito a emplazar
a varios interlocutores sobre un asunto turbio que, en mi opinión,
deben aclarar, cada uno en el grado en el que les corresponde:
-
Al PSOE municipal y al PSOE de Magdalena Álvarez, que saben algo de esto
-
A Manuela Carmena, patrona de la Fundación Sistema del PSOE y alcaldesa de la villa de Madrid.
-
A un ex consejero del PSOE en la Comunidad de Madrid, al que por diversas cuestiones que conozco sobre su pasado, considero especialmente honesto, Eduardo Mangada, del Club de Debates Urbanos
Se trata de conocer si algo
de las posiciones de ellos ha cambiado en relación con la Operación
Chamartín.
En el caso de
Manuela Carmena, si resiste a dichas presiones y a la que aparecerá
ya sobre la Operación Campamento, ligada a Felipe González, se
niega a aceptarlas y planea combate sobre la cuestión, contará con
todo mi apoyo entusiasta en tal cuestión; no en otras.
Si está dispuesta
al trágala,
ella o/y sus hambrient@s (de moqueta) muchach@s, recibirán toda mi crítica y condena