28 de marzo de 2012

DE CÓMO EL SEÑOR ARTURO GONZÁLEZ (PÚBLICO) HACE EL RIDÍCULO

Por Marat

Tras la lectura del texto correspondiente al miércoles 28 de Marzo, titulado “LA GENTE PASA” (1), que les pido que lean por su tono de desarme de las luchas, del periodista Arturo González, enfant terrible que gusta, mediáticamente, de hacer tal papel en los medios de comunicación, me quedó el deseo de respuesta a una columna en la que no soy especialmente prodigo en comentarios.

El motivo de la respuesta fue la preocupación que me dejó un artículo profundamente derrotista, pusilánime, pesimista y desmovilizador en un momento en el que necesitamos especialmente del “optimismo de la voluntad” del que nos habló en su día el extraordinario Antonio Gramsci.

El texto del comentario que en ese momento le envié fue el siguiente:

“Menos mal, señor González, que al final, en su último párrafo ha llamado usted a la resistencia porque, de lo contrario, su texto se quedaría en un lloro de plañidera.
Parece que dentro de la izquierda el lamento del tanguista es algo que se ha puesto de moda. Sin ir más lejos, Julio Anguita acaba de hacerlo recientemente en su artículo "¿DÓNDE ESTAMOS?". Creo que ese diagnóstico pesimista, llorón, tremedista, desolador, es cierto como foto fija. Pero es una gran falacia cuando sirve a lo contrario de lo que pretende: el fatalismo resignado al que critica. A estas alturas todos hemos hecho ya alguna vez ese ejercicio masoquista.
Debiéramos interrogarnos bajo la clave de esa pregunta romana "Qui prodest?" (¿A quién beneficia?) A la clase trabajadora, desde luego, no -ya estoy hasta las narices de ese "ciudadanismo interclasista, pequeñoburgués y 15-Memo- Seguramente nos falta la prognosis acertada y la herramienta (una izquierda que, de verdad, lo sea) pero le aseguro que, lo mismo que la realidad es dialéctica, el mundo no se detiene y llegará el día en que, una vez que el capitalismo haya traspasado las barreras de los trabajadores consideramos infranqueables en esta Europa que las clases medias acomodadas y hoy "indignadas", la rebelión será imparable. Así ha sido en otros momentos históricos y nada dice que la historia haya acabado. Hasta Fukuyama se arrepiente un tanto de las tonterías que un día escribió.
Como Gramsci opongo "frente al pesimismo de la razón el optimismo de la voluntad", entre otras cosas porque es mucho más útil para cambiar el mundo. Y cambiar el mundo hoy como ayer pasa por destruir- sí, destruir, con la violencia constructora que ello implica- el capitalismo. Así lo creía cuando a mis 14 años me convertí en un joven comunista y así lo creo, más aún, hoy a mis 50.
Por cierto, Marx nunca se fue. Sólo que ahora la realidad que describió en su siglo se nos antoja una fotografía más próxima de la muestra. Recomiendo la lectura de la obra de su amigo y compañero Engels "la situación d la clase obrera en Inglaterra". Explicaría bastante porqué a él y a Marx les gustaba tanto Dickens y la vuelta de Dickens en este segundo aniversario de su nacimiento.
De momento, la tarea que toda la clase trabajadora española tiene mañana es la Huelga General (http://marat-asaltarloscielos.blogspot.com.es/2012/03/ahora-mas-que-nunca-la-huelga-si.html y http://marat-asaltarloscielos.blogspot.com.es/2012/03/la-huelga-companero_28.html) Pasado mañana la tarea será la de continuar las movilizaciones hacia una larga lucha sostenida de derribo del capitalismo. Ah, por cierto, a los esquiroles que buscan excusas para no ir a ella les apunto una lectura interesante (si saben leer, y entender, que lo dudo poderosamente): http://www.rebelion.org/noticia.php?id=146990&titular=decálogo-de-mentiras-contra-la-huelga-general-

Pasadas 5 horas sin que mi comentario entrase (enviado a las 10 de la mañana del miércoles 28 de Marzo),, y tras la entrada de todo lo habido y por haber en comentarios enviados más tardíamente, decidí darle respuesta, esta vez harto ya de anteriores censuras, con el encabezamiento siguiente:

“El señor González ha de ser, necesariamente, divino, a tenor de la libre arbitrariedad con la que decide quién/es escribe/n en su nube. Hace unas 5 horas mandé un texto que aún no he visto publicado, sin que encuentre las razones, aunque no se me escapan los motivos: no bailarle el agua, ni formar, tampoco, parte de su grupo de pelotas.
El señor González es caprichoso. Yo también. Arbitrario. Ahí no coincidimos. Yo suelo mantener el mismo criterio para decir sí o decir no. En este caso, creo que no coincide con los motivos por los que otras veces ha aceptado mis comentarios ni con aquellos por los que en otras ocasiones los rechazó, ya que no fue ésta la única, ni mucho menos. Sus caricias “democráticas” son similares a las de Ignacio Escolar. Sólo que las de éste son más permanentes: desde hace unos 10 meses.
Señor González, puede usted publicar el texto que me ha censurado o bien irse a la mierda; a pie o a caballo, como prefiera.
El texto CENSURADO era éste:”

El resto del texto es el mismo que envié con anterioridad.

Soy bronco y directo en mis expresiones y modos de argumentar. No pido, por tanto, comprensión ni tampoco empatías que yo mismo no esté dispuesto a conceder.

Ahora bien cuando uno se encuentra en el enlace http://blogs.publico.es/arturo-gonzalez/2012/03/28/la-gente-pasa-2/, que en la sección de notas se reproduce también, las siguientes respuestas a mis dos envíos

· #148 Comentario por Arturo González
28/03/2012 15:33
Para JPMarat: 1. No se había recibido ningún txt o suyo

· #151 Comentario por Arturo González
28/03/2012 15:37
Para JPMarat: 1. No se había recibido ningún texto suyo y por tanto no había sido censurado. 2. Ahora sí, pero ahora es censurado no por el texto, sino por sus soeces comentarios previos. Por tanto, sea usted muy feliz y hasta nunca.

no es extraño preguntarse ante qué tipo de sujeto se encuentra uno.

Alguien que acusa a otra persona de soez sin permitir que se conozcan los motivos de tal epíteto, que antes ha censurado su comentario y que se permite la prepotencia de decidir qué es de su gusto y qué no debiera ser desenmascarado en su supuesto izquierdismo.

Yo mismo he censurado en mi propio blog algunos comentarios que he considerado más que fuera de lugar pero, en ese caso, no les he dado respuesta; más que nada por no ponerme en evidencia. El colmo de ser un fascista no es el de negar la palabra. Es el de condenar algo que otros no conocen. Pone en evidencia a su autor.
El señor Arturo González es uno de esos izquierdistas a los que IU les parece demasiado rojo, cuando tantos lo consideramos excesivamente reformista (sus ataques justifican mi respeto a una organización con la que dejé de identificarme hace 22 años), que cree que la figura de Juan Carlos I no es tan censurable porque, al fin y al cabo, no representa algo de mayor importancia, o que considera revolucionario que los banqueros (¡ay los banqueros sin otros capitalistas a los que denunciar!) paguen más, sin preocuparle en absoluto la explotación que representan las condiciones sociales de producción. Todo un ideólogo para el 15-M y Democracia Real Ya, siendo estos últimos los que han estado esperando hasta la última semana para decidir si apoyaban la Huelga General del jueves 29-M,. después de haber estado agrediendo a quienes más capacidad tenían para convocarla. Tampoco esperaba yo más del émulo de Maria Antonia Iglesias, la falangista del PSOE en Tele 5.

Al final, este desahogo mío tiene mucho de crítica a las formas porque soy un convencido de que la ética tiene mucho que ver con la estética. Del mismo modo en que creo que la apisonadora de tener la última palabra contra alguien que al no se ha permitido saber porqué se les responde es propio de fascistas, tengan de sí mismos la imagen que tengan.



NOTAS:
(1) http://blogs.publico.es/arturo-gonzalez/2012/03/28/la-gente-pasa-2/

A LA HUELGA COMPAÑERO