Manlio
Dinucci. Il Manifesto
Cinco
Estados no nucleares violan en este momento el Tratado de No
Proliferación al recibir bombas atómicas estadounidenses. Esas
bombas serán incluso modernizadas, precisamente en momentos en que
Washington acaba de organizar una cumbre… contra las violaciones de
la no proliferación nuclear.
«Gracias,
presidente Obama. Italia mantendrá con gran determinación su
compromiso con la seguridad nuclear», escribió en Twitter el
primer ministro Matteo Renzi, después de participar, en abril, en la
cumbre de Washington sobre ese tema.
«La
proliferación y la potencial utilización de armas nucleares
constituyen la mayor amenaza para la seguridad mundial. Es por eso
que, hace 7 años, en Praga, me comprometí a que Estados Unidos
cesara de difundir el armamento nuclear», había escrito el
presidente Obama en su presentación del encuentro de Washington.
Y
precisamente mientras declara eso, la Federación de Científicos
Americanos (FAS, siglas en inglés) presenta nueva información sobre
las nuevas bombas nucleares estadounidenses B61-12, actualmente en
fase de desarrollo, que reemplazarán las B61 ya desplegadas por
Estados Unidos en Italia, Alemania, Bélgica, Holanda y Turquía.
Incluso se están realizando ensayos para dotar la B61-12 de
capacidades antibúnker, o sea de penetrar profundamente en el
subsuelo antes de explotar para destruir los centros de mando y otras
estructuras subterráneas mediante un primer golpe nuclear.
Para
la utilización de estas nuevas bombas nucleares, dotadas de sistemas
de guía de precisión y de potencia variable, Italia pone a la
disposición [de Estados Unidos y la OTAN] no sólo las bases aéreas
de Aviano y de Ghedi-Torre (Brescia) sino también pilotos que se
entrenan para la realización de bombardeos atómicos bajo las
órdenes de Estados Unidos. Así lo demuestra, señalan los
científicos estadounidenses, la presencia en Ghedi del 704th
Munitions Support Squadron, una de las cuatro unidades de la US Air
Force desplegadas en las 4 bases europeas «donde las armas
nucleares estadounidenses están destinadas al lanzamiento desde
aviones del país receptor».
Información
confirmada, desde Estados Unidos, por el Bulletin of Atomics
Scientists, una de las fuentes más confiables en materia de
armamento nuclear. El 2 de marzo de 2016 esta publicación escribe:
«Se
han asignado a la fuerza aérea italiana (con aviones Tornado PA-200)
varias misiones de ataque nuclear con armas nucleares
estadounidenses, mantenidas bajo control del personal de la US Air
Force hasta que el presidente de Estados Unidos autorice su
utilización.»
De
esta manera, Italia, Alemania, Bélgica, Holanda y Turquía,
oficialmente países no nucleares, se ven convertidos en territorio
de primera línea y, por ende, en posibles blancos, en el
enfrentamiento EEUU/OTAN contra Rusia. Ese enfrentamiento se hará
más peligroso aún con el despliegue en Europa de las nuevas bombas
nucleares estadounidenses. Interrogados al respecto por el New York
Times, varios expertos advierten:
«Las
armas nucleares de ese tipo, más precisas, incrementan la tentación
de recurrir a ellas, e incluso de ser los primeros en utilizarlas.»
Ante
el creciente peligro que nos amenaza, y que la mayoría desconoce
porque los medios de prensa y los políticos se cuidan muchísimo de
mencionarlo, ya no bastan los usuales llamados al desarme nuclear,
terreno propicio para la demagogia. Basta con recordar que el
presidente Obama, el mismo presidente que asignó 1 000 millardos de
dólares [1], dice que quiere «llevar a la realidad la visión de un
mundo sin armas nucleares».
Hay
que denunciar el hecho que, al recibir armamento nuclear y prepararse
para utilizarlo, Italia, Alemania, Bélgica, Holanda y Turquía están
violando el Tratado de No Proliferación, ratificado en 1975, donde
se estipula:
«Cada
Estado no poseedor de armas nucleares […]
se compromete a no recibir de nadie ningún traspaso de armas
nucleares u otros dispositivos nucleares explosivos ni el control
sobre tales armas o dispositivos explosivos, sea directa o
indirectamente […]»
(Artículo 2)
La
única manera concreta que tenemos de contribuir a impedir la
escalada nuclear y a que se haga realidad la eliminación total de
las armas nucleares es exigir que Italia, Alemania, Bélgica, Holanda
y Turquía no sigan violando el Tratado de No Proliferación y, sobre
la base de dicho Tratado, que esos países obliguen a Estados Unidos
a retirar todo armamento nuclear ya desplegado en sus territorios
nacionales respectivos e impidan el despliegue de las nuevas bombas
atómicas B61-12.
¿Habrá
en los Parlamentos de esos países alguien dispuesto a solicitar eso
sin andarse con medias tintas?