Mostrando entradas con la etiqueta austeridad. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta austeridad. Mostrar todas las entradas

25 de mayo de 2015

TRAS EL 24-M, VUELVE EL ZAPATERISMO SIN ZAPATERO

Por Marat

Zapatero se ha convertido en un referente progresista mundial” (Tesis doctoral de Pablo Iglesias Turrión)

Las elecciones municipales y autonómicas del pasado domingo 24 de Mayo muestran un vuelco muy mayoritario del mapa institucional español y anticipan una más que posible debacle del PP en las elecciones generales próximas.

El hartazgo social ante una corrupción sistémica, mucho más que ante las draconianas medidas de austeridad, recortes sociales, altísimos niveles de desempleo y gran extensión de la pobreza en el país, lo ha hecho posible.

Aunque Barcelona y Madrid capital son, a primera vista, las más llamativas expresiones del llamado cambio, frente al que en la gran mayoría de las plazas del territorio del Estado español no bastaría para impedirlo una alianza con Ciudadanos, lo cierto es que la sustitución de siglas es casi total.
Quisiera detenerme en primer lugar en el caso de Barcelona capital que, junto con los tres territorios históricos de Euskadi han experimentado el efecto del caballo de Troya “empoderado”, el cuál ha servido para debilitar la opción soberanista. En el caso de Bildu, les imagino arrepentidos de su coqueteo con Podemos. El españolismo patrio nunca ideó mejor invento.

Barcelona, con el éxito de la candidatura encabezada por Ada Colau, ha supuesto un mazazo formidable sobre la cabeza del convergente Trias, si bien no ha cambiado tanto el peso nacionalista, en sentido amplio, de otros municipios de Cataluña, donde el soberanismo incluso se refuerza. En cualquier caso, el hundimiento en las cuatro provincias del PSC, ya visible en otros comicios, y la atomización del voto barcelonés son dos cuestiones a tener en cuenta. Respecto a la segunda cuestión, la elección de la persona que encabezará la alcaldía de Barcelona pondrá a prueba la tensión entre el eje “izquierda”-derecha y el del nacionalismo catalán vs. nacionalismo español.

El caso de Madrid merece un tratamiento particular porque la previsible no investidura de la capital de una Esperanza Aguirre, que bien pudiera acabar su carrera política imputada por corrupción, derrotada por una más que posible coalición de la marca blanca podemita (Ahora Madrid) y el PSM, tiene que ver más con el fantasma de Tierno Galván reencarnado en Manuela Carmena, y con las “habilidades” de la Condesa consorte de Bornos para pisar callos, hacer el ridículo sin sentido del mismo, emplear un lenguaje matonesco y crearse enemigos tanto fuera de su partido como dentro de él, que con unas supuestas cualidades de arrastre de Podemos sobre unas marcas blancas que le darán muchos quebraderos de cabeza en los tiempos venideros. Ya se los han dado en muchas localidades primero a los electores que buscaban al partido del circulo morado y se hallaban con una sopa de nombres (Ahoras varios, algunos Ganemos, EnComunes diversos, Sísepuedes y mil nombres más).

La prueba de que el arrastre carismático de Manuela Carmena nada tiene que ver con el peso real de Podemos en estas elecciones es que por lo que respecta a los resultados de las municipales el desplazamiento del PP por el Gobierno no pasará por este partido y sus comparsas -con la excepción de Cádiz- sino por el PSOE de Pedro Sánchez, que ayer prácticamente alcanzó al PP en votos y porcentaje.

Lo mismo cabe decir de los resultados de las autonómicas, donde Podemos ha quedado no como primera fuerza en ninguna Comunidad Autónoma, ni como segunda, sino como tercera. Parece que La cara de Pablo Iglesias en su comparecencia en tv era un poema. 



Sabemos ya que Echenique, conato frustrado de Richelieu, no será presidente de Aragón, ni el sibilino Montiel, desplazado a colista (el quinto) de entre los cabezas de candidatura electos en la Generalitat Valenciana. Tampoco el mediocre José Manuel López, a 10 escaños de distancia del opaco Gabilondo, el cuál posiblemente no logre alzarse con la Comunidad de Madrid, dado que la suma de escaños de PP y Ciudadanos da la mayoría absoluta

La frase de Pablo Iglesias en dicha comparecencia de “nos hubiera gustado que el desgaste de los grandes partidos fuera más rápido” corrobora, fanfarronadas aparte sobre el carácter histórico del 24M y sobre ser “la palanca del cambio” -¿o será el palancanero?-, que sabe muy bien el papel que le toca a partir de ahora: el de escudero muletero del PSOE.

Desde el mismo día 25 de Mayo sonarán los teléfonos para ir avanzando sobre lo tratado en las primeras conversaciones de las últimas horas del 24, habrá reservados en restaurantes en los que se escuchen risas y susurros, el chalaneo será moneda de cambio, se producirán ofertas y contraofertas, personajes que habían pasado a segundos y terceros planos cobrarán relevancia en el acercamiento de voluntades y como muñidores oscuros de pactos. Se dirá mucho, off the record, eso de “te rasco tu espalda si tú rascas la mía”. Intercambio de cromos y negociación de sillones, vaya. Cádiz capital por la Comunidad de Andalucía y Madrid capital por el resto de capitales y de CCAA donde la suma de la rosa y los círculos lo haga posible. En el caso de la Comunidad de Madrid Ciudadanos sopesará con qué posible aliado puede rascar más, si con el PSOE o con el PP. Claro que una carambola a tres bandas también con los podemitas, lo mismo le hace un roto al tapete de la mesa de billar de su base electoral.

A la plebe se lo venderán con un lazo muy bonito de “gobiernos de progreso”, regeneración, transparencia, cambio de rumbo en la política económica, servicios, protección a los más débiles, “reversión” de las privatizaciones realizadas en Ayuntamientos y Comunidades Autónomas. Ah, no, lo de la reversión, cuando mejore la economía porque se necesitarían enormes partidas extrapresupuestarias para indemnizar a los sectores empresariales que hicieron su agosto con las privatizaciones de los servicios públicos.

¿En qué quedó aquello de PPSOE, de “PSOE y PP la misma mierda es” o de la expresión delicadamente enunciada por el ex afilado del PSOE, Monedero ,el PSOE y el PP no son la misma mierda pero cagan parecido”? El PSOE ha sido milagrosamente “des-castizado” pero aún nadie nos lo ha anunciado públicamente. ¿O es algo aceptado tácitamente por los votantes del PSOE y de Podemos partidarios del pacto por “el cambio”? La política es el arte predilecto de los cínicos.

Bueno pero, si va a cambiar su política, el PSOE “bien vale una misa”...o 100.000. Todo “por el cambio y la gobernabilidad”. ¿O será por pillar cacho, ya que cielo se va a tener que tomar no por asalto, ni por consenso sino por pacto? Ya que lo viejo tarda mucho en “doblar la servilleta” (morir), si no puedes con tu enemigo, únete a él.

Quizá a más de uno se le nuble la vista y se le corte la sonrisa de ensueño pensando en su nuevo despacho cuando, al llegar a tomar posesión del mismo, se encuentre sobre la mesa una nota que diga “la caja está vacía” y al abrirla, para comprobar si es cierto, se encuentre en ella sólo una araña que cuelga de su tela emulando a Tarzán en su liana. De momento, el Gobierno en funciones de Fabra en la Generalitat Valenciana lo ha dejado hasta por escrito el mes pasado. Y el Ayuntamiento de Madrid tiene 5.000 millones de deuda. Presumo que la inmensa mayoría de Ayuntamientos y CCAA no goza precisamente de una economía muy boyante.

¿Qué dará entonces el “pacto de progreso” a los empoderados votantes, a esa “gente”, y a esas “personas” que no parecen pertenecer a clase alguna que no se reconozca en una media venida a menos?

De momento, como me decía el otro día por teléfono un amigo muy apreciado, cambio de caras, que reconforta -han ganado “los nuestros”-, un poquito de justicia, con cuentagotas, no vaya a sentar mal, mandando a unos cuantos enchufados al paro para poner a otros, y trans-parencia, mucha trans-parencia que, andando el tiempo se verá que es más a-parente que real. Durará lo que dura un bonito cuento narrado a infantiles mentes antes de despertarlas con alguna pesadilla.

Cuando se den cuenta, pasadas unas elecciones generales que volverá a ganar el PSOE, practicando un zapaterismo barato de ese que amaga por la izquierda y pega por la derecha, que aprueba medidas de bajo coste o gratuitas, que no cambia nada en lo esencial, que no lleva más que a un nuevo giro de la noria de la eterna transición hacia el mismo punto de partida, que de constituyente no tiene ya ni el nombre porque apenas se escucha ya, y que de recuperación de derechos sociales perdidos nada de nada, el despertar producirá la misma resaca que produjo el período que va de los primeros ayuntamientos democráticos hasta varios años después del triunfo del PSOE de Felipe González: una gran paz social, producto de una enorme desmovilización, por absorción institucional de los líderes sociales y por exceso de confianza en la sustitución de la calle por las urnas.

La segunda transición, así lo titulan los medios, ha comenzado, pero ésta es 2.0, con palmeros tuiteros, unos sospecho que profesionales y otros con muchas ganas de llegar a serlo. Mientras tanto, las calles han sido vaciadas. Esto funciona muy bien cuando el personal busca salvadores, antes que ser él mismo el que emprenda la lucha tomándola en sus manos.

Teseo continuará atrapado en su laberinto a expensas del Minotauro de pelaje alterno mientras siga sin aparecer en escena Ariadna con su hilo.

NOTA DEL EDITOR DE ESTE BLOG: Puede que también le interese:
"Dile la verdad, no la engañes"http://marat-asaltarloscielos.blogspot.com.es/2015/05/dile-la-verdad-no-la-enganes.html
"Syriza y Podemos, por la misma senda de la renuncia permanente": http://marat-asaltarloscielos.blogspot.com.es/2015/06/syriza-y-podemos-por-la-misma-senda-de.html

28 de diciembre de 2011

EL AUTÉNTICO OBJETIVO DE DRAGHI EN LA EUROZONA

Aplastar a los trabajadores e imponer la austeridad


Mike Whitney. Counterpunch


Imagine por un momento que su banco le ofrece un préstamo de 150.000 dólares para compensar el dinero que usted ha perdido con la disminución del valor de su casa desde que la burbuja inmobiliaria estalló en 2006. Y, digamos que accede a prestarle el dinero por tres años a tasas bajísimas del uno por ciento, a condición de que usted ponga como garantía del préstamo el contenido de su garaje, es decir, bicicletas oxidadas, un aro de baloncesto doblado, una antigua casa de muñecas y algunas maletas y bolsas de viaje infestadas de roedores.

¿Le parecería un buen negocio?
Pues el miércoles pasado, el Banco Central Europeo (BCE) hizo esta misma oferta a más de un centenar de bancos europeos que estaban con el agua al cuello: les adjudicó 640.000 millones de dólares (489.000 millones de euros) en préstamos de tres años a un tipo miserable de interés a cambio de unas garantías totalmente dudosas de valores para los que actualmente no hay mercado. Ahora bien, ya sabe usted, querido lector, que cuando usted trata de vender algo en SegundaMano y hay poco interés, tendrá que bajar el precio con el fin de atraer a un comprador. Así es como funciona la dinámica de la oferta y la demanda dinámica en un mercado libre, ¿verdad?

Au contraire. De hecho, esta regla nunca se aplica a los banqueros. Cuando los activos basura del balance general de un banco comienzan a perder valor, los bancos sólo tienen que llamar a su hermano mayor, el BCE, o la Reserva Federal de Estados Unidos, y pedirles un rescate. Bueno, no lo llaman rescate, lo llaman “swap de liquidez sobre garantías temporalmente deterioradas”. Pero la verdad es que la basura que los bancos han acumulado, particularmente los bonos soberanos de Italia, España, Grecia, etc. no está simplemente deterioradas. Estos bonos no recuperarán nunca su valor original, porque los préstamos se hicieron en la cima de la burbuja. Por lo tanto, hay tantas posibilidades de que los bonos griegos se recuperen en tres años como de que usted recupere el valor de ese chalet adosado hortera por el que pagó medio millón de euros en 2005.

Eso no va a suceder.
Por lo tanto, los 640.000 millones que el BCE apoquinó el martes son básicamente un enorme regalo a los banqueros que probablemente nunca se reembolsará. Y si tiene alguna duda sobre esto, eche un vistazo al balance general de la Reserva Federal, que se ha disparado a casi tres billones, con be, de dólares. Se dará cuenta de que la suma de 1,45 billones de dólares en valores respaldados por hipotecas (VRH) que Bernanke compró a los bancos hace dos años no ha disminuido en absoluto, sobre todo porque nadie en su sano juicio va a comprar esa porquería. Y, si la Reserva Federal tuviera que poner su alijo de VRH en subasta, la venta haría bajar aún más los activos en la hoja de balance de los bancos, provocando una nueva crisis financiera. (De hecho, esto fue lo que realmente sucedió hace un año cuando el gobierno experimentó con bonos del fondo de AIG. No sólo fracasó la subasta, sino que hizo caer en picado los mercados de valores.) Por lo tanto, del mismo modo que la Reserva Federal eventualmente tendrá que rendir cuentas de las pérdidas de su paquete de VRH, también los bancos de la Unión Europea tendrán que amortizar las pérdidas de sus bonos soberanos. Lo cual empujará a muchos de los bancos a la quiebra, para a su vez dar lugar a una nueva ronda de préstamos. Cuando las instituciones financieras son insolventes, su única opción es ampliar y fingir. Y es evidente que el BCE considera que su trabajo consiste en contribuir a esta farsa.


Se trata de un patrón familiar en los bancos centrales. Crean dinero fácil y un entorno normativo permisivo donde surgen las burbujas; luego proporcionan una ‘ilimitada’ liquidez para que sus amigos no pierdan dinero por el valor inflado de sus activos. De eso se trata el despilfarro de 640.000 millones de dólares del martes, de apuntalar los bonos tóxicos que apenas valen una mera fracción de su valor original.

Hasta ahora, sin embargo, la operación de refinanciación a largo plazo de Draghi ha sido un fracaso espectacular. A la vez que las tasas de préstamos interbancarios caían sólo ligeramente (el euribor a tres meses pasó de 1,404 a 1,410 por ciento), los bancos no han utilizado los préstamos para comprar más bonos soberanos (lo que empujaría a la baja los agobiados bonos) o aumentar sus préstamos. Por el contrario, ha aparcado una buena parte del dinero en depósitos a la vista en el BCE. He aquí la primicia del The Wall Street Journal:
“El uso de la facilidad de depósitos a la vista del Banco Central Europeo alcanzó un nuevo máximo anual el jueves, lo que sugiere que las recientes medidas adoptadas por los bancos centrales y los responsables políticos siguen siendo insuficientes para restaurar la confianza en los mercados de préstamos interbancarios.
Los bancos depositaron 346.990 millones de euros (453.380 millones de dólares) en la facilidad de depósitos a la vista, frente a 264.970 millones de euros el día anterior y a un récord anual anterior de 346.360 millones a principios de este mes.
El alto nivel de depósitos refleja también la desconfianza actual en los mercados de préstamos interbancarios, donde los bancos prefieren usar las instalaciones del BCE como refugio seguro para el exceso de fondos en lugar de prestar a otros bancos.
El alto nivel de depósitos también sugiere que los mercados no están completamente convencidos de que las asignaciones masivas de préstamos a largo plazo del BCE sean suficientes para fortalecer el bloqueo monetario del sector bancario. El banco central ofreció casi medio billón de euros en préstamos a largo plazo a los bancos de la Eurozona el miércoles, con la esperanza de aliviar los temores de una nueva crisis crediticia en un momento en que los bancos pasan apuros para obtener préstamos de los mercados”
. (“ECB Overnight Deposits Reach New 2011 High”, The Wall Street Journal)

¿Pueden creerlo? Así que, mientras que la mayor parte de los préstamos se utilizaron para refinanciar la deuda existente, una suma de 453.380 millones quedó de nuevo en custodia en las bóvedas del Banco Central Europeo. En otras palabras, ahora los bancos desconfían tanto unos de otros como antes de poner en marcha la facilidad de préstamo. Y lo mismo puede decirse de los rendimientos de la deuda española y la italiana, que Draghi pensó que caería después de bombear medio billón de euros en el sistema bancario. He aquí la historia de Reuters:
“El rendimiento de los bonos españoles e italianos se arrastró al alza el jueves y tuvieron un menor rendimiento que la deuda alemana ya que los mercados vieron con escepticismo que los bancos fueran a utilizar los fondos prestados por el BCE para comprar bonos gubernamentales de menor calificación.
El miércoles, los bancos tomaron prestada la enorme suma de 489.000 millones de euros del BCE en una oferta de préstamo sin precedentes, lo que algunos esperaban que sirviera para reinvertir en la deuda española e italiana y ayudar a aliviar los costos de los préstamos.
Sin embargo, los que esperaban un impulso inmediato de Italia y España quedaron probablemente decepcionados. Los operadores dijeron que la preferencia era reinvertir parte de los fondos en papel de refugio seguro en lugar de recoger los rendimientos mayores que estaban en oferta por parte de algunos de los Estados más problemáticos de Europa.
“Lo que pasó ayer no es la panacea de la crisis... pero es demasiado pronto todavía para poder observar el impacto”
, dijo Niels From, estratega de Nordea, en Copenhague.” (“EURO GOVT-Spain, Italy yields rise; hope of BCE relief wanes”, Reuters).

Increíblemente, el bono de tasa variable italiano de referencia a diez años superó la marca de siete por ciento de nuevo el viernes por la mañana, indicando nuevas tensiones en el mercado de bonos. Así pues, mientras que el programa de Draghi puede haber insuflado nueva vida a una banca tambaleante, ha fracasado miserablemente en todos sus objetivos principales.

¿Por qué ha manejado Draghi la crisis como lo ha hecho? ¿Por qué se quedó pasmado tanto tiempo mientras los préstamos interbancarios se desaceleraban, los depósitos a un día alcanzaban nuevos récords, los rendimientos de los bonos soberanos se disparaban y todos los indicadores de tensión en el mercado empeoraban tanto?

La respuesta obvia a esta pregunta es que Draghi ha estado utilizando la crisis para seguir su propio programa. Quiere impulsar su llamado “pacto fiscal” que consagra por ley la disciplina presupuestaria y las medidas de austeridad contrarias a los trabajadores a fin de que los presupuestos nacionales sean controlados por las élites financieras (es decir, los “tecnócratas” designados por el BCE.) Naturalmente, los países no van a entregar ese tipo de autoridad sin oponer resistencia, por lo que Draghi está dejando que la crisis se escape de la mano para tener menos resistencia. Así es como el economista Dean Baker lo resume:
“La gente que nos trajo la crisis de la Eurozona está trabajando sin descanso para redefinirla a fin de beneficiarse políticamente. Sus editoriales –que pasan por noticias en los medios de comunicación de todas partes– afirman que la crisis del euro es una historia de gobiernos despilfarradores que está siendo frenada por el mercado de bonos. Esto es lo que se conoce en economía como una mentira.
La crisis de la eurozona, definitivamente, no es una historia de países con el gasto fuera de control que estén recibiendo su merecido en el mercado de bonos... Es una historia de países víctimas de la mala gestión del BCE... La opinión pública debe reconocer este proceso como lo que es: guerra de clases. Los ricos están utilizando su control del BCE para desmantelar las protecciones del Estado de bienestar que disfrutan de un enorme apoyo popular”
.

El verdadero objetivo de Draghi es implementar las reformas laborales y los “ajustes” que exigen las altas finanzas. Hasta ahora ha logrado deponer a dos líderes elegidos democráticamente en Grecia e Italia y reemplazarlos por títeres amigos de los bancos dispuestos a llevar a cabo sus dictados. Ahora, Draghi se ha metido ya en asuntos de más envergadura, como recortar la protección social, aplastar a los sindicatos y reducir la Eurozona a una pobreza tercermundista.

Traducido del inglés por S. Seguí

11 de diciembre de 2011

PACTO PARA IMPONER UN MEGAAJUSTE


Europa aprobó un acuerdo con metas muy duras para reducir el déficit fiscal

Eduardo Febbro. Página/12

Un hombre feliz, 26 contentos y poco más de 23 millones de personas olvidadas y 330 millones amordazadas. Con ese cuadro concluyó la cumbre de la Unión Europea celebrada el jueves y el viernes en Bruselas, cuyo objetivo consistió en adoptar el pacto fiscal promovido por Francia y Alemania, mediante el cual se endurece la disciplina presupuestaria y se acentúa la coordinación entre los 17 países de la Zona Euro. En contra de lo que se esperaba y al cabo de una noche de negociaciones, 26 de los 27 países aprobaron el texto que modificará también el tratado europeo. Sólo Gran Bretaña, los 23 millones de desempleados que tiene la Unión y sus 330 millones de habitantes quedaron fuera del consenso.

El Reino Unido se apartó del acuerdo al tiempo que los dirigentes de la Unión no incluyeron ni una sola línea sobre la gente que están llamados a gobernar: ni una palabra sobre el desempleo, ni una idea para reactivar el crecimiento ni menos aún un plan dirigido a la extrema pobreza que gana sectores cada vez más amplios de la sociedad europea. El pacto aprobado por los 26 es un texto de tecnócratas para tecnócratas, cuyo contenido parece especialmente diseñado para contentar a los bancos y principalmente al nuevo rey de Europa, el BCE, Banco Central Europeo. Gran Bretaña se negó a apoyar la revisión de los tratados europeos porque no consiguió que sus socios le acordaran el derecho de veto que le hubiese permitido interferir en la legislación financiera de Europa. Fiel a sus posturas históricas, el primer ministro británico, David Cameron, declaró: “Nosotros no formamos parte de la moneda única (el euro) y tampoco queremos entrar en ella, tampoco estamos dentro de la zona de libre circulación de Schengen y estoy feliz por ello”. En lo concreto, para conservar el carácter salvaje de su sistema financiero y no plegarse a las reformas de los mercados financieros que están en curso dentro de Europa el Reino Unido sacrificó la Unión.

“Hubiésemos preferido un cambio completo del tratado con los 27, pero como no hubo una decisión unánime tuvimos que adoptar otro camino”, dijo el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy. La canciller alemana declaró que esta cumbre significaba “un avance hacia la unión y la estabilidad”. Según Merkel, los europeos “van a utilizar la crisis para empezar de nuevo”. Ese comienzo implica un nuevo tratado europeo cuyos términos se discutirán de aquí al mes marzo y que no será sometido a referéndum en los respectivos países. Los ejes del tratado responden a las ideas impulsadas por la pareja Merkozy, Angela Merkel y el presidente francés Nicolas Sarkozy. La cumbre de Bruselas se consagró por entero a fabricar una suerte de Golem que supervise la disciplina fiscal de los Estados con la consiguiente ola de austeridad que ese tipo de mecanismos provoca.

En el futuro, el déficit no podrá sobrepasar el 3 por ciento del PIB. Ese criterio estará garantizado por las legislaciones nacionales. Si algún Estado sobrepasara ese margen, el acuerdo estipula que habrá sanciones casi automáticas, que la Comisión Europea no sólo podrá emitir su opinión sino, también, pedir que se introduzcan cambios en los presupuestos de cada país antes de que el Tribunal de la UE determine si un Estado cumplió o no con las normas fiscales. Los 26 aceptaron así someterse al arbitraje externo de un club de tecnócratas que nada tienen que ver con las mayorías electas que elaboran los presupuestos nacionales. La cumbre de Bruselas aprobó de hecho cuatro acuerdos: el fiscal propiamente dicho, otro de coordinación económica de la Zona Euro mediante el cual se introducen procedimientos para que los cambios esenciales de la política económica de los Estados se coordinen con los países de la Zona Euro, un tercero sobre el refuerzo del fondo de rescate, FESF, y el último sobre el Mecanismo Europeo de Estabilidad, MES. Sin tardanza, el Banco Central Europeo y el FMI se felicitaron por los resultados de una cumbre calificada por todos como la de “la última posibilidad”. Los norteamericanos, en cambio, no vieron en ella ningún signo de apaciguamiento.

El viernes, justo cuando se anunciaban los resultados del encuentro en la capital belga, la agencia de calificación norteamericana Standard and Poor’s volvió a poner un dedo en la felicidad europea. Por cuarta vez en la semana, S&P anunció que contemplaba bajar la nota de 15 compañías de seguro de la Zona Euro (entre ellas figuran, CNP, Allianz, Aviva, Caisse Centrale de Réassurance, Generali e Irish Public Bodies Mutual Insurances).

El jueves, Standard and Poor’s había adelantado su intención de bajar la nota a 15 países de la Zona Euro y a los bancos más importantes de esa zona, el miércoles reveló que haría lo mismo con el fondo de rescate europeo y el lunes decidió colocar en una perspectiva negativa las notas de los países de la Zona Euro y poner bajo vigilancia a 15 de los 17 países de dicha zona, incluida Alemania, Francia, Austria, Luxemburgo, Finlandia y Holanda. El euro salió de Bruselas con un nuevo tratado pero la Unión Europea quedó herida, doblemente. El acuerdo sin Gran Bretaña deja a uno de sus miembros afuera, al tiempo que se reducen los espacios de debate democrático en el seno de la UE.

Casi todo queda en manos de la Comisión de Bruselas y del Consejo Europeo. El Parlamento Europeo de Estrasburgo pasa a tener un papel mucho menor y, con ello, se pierde el principio de control público sobre las decisiones. Estas se tomarán entre tecnócratas y bancos sin que la opinión pública tenga el más lejano derecho a intervenir o interceder con los mecanismos legítimos de la democracia. La cumbre de Bruselas salvó el euro pero enterró mucho de los principios con los que sonaron los padres fundadores de la construcción europea. Una vez más, la elite tecnócrata y financiera avanzó sobre el territorio de la gestión política. 330 millones de europeos se quedaron sin voz.