Oscar
Ugarteche y Ariel Noyola Rodríguez. Alai
Amlatina
Todo parece indicar
que ha comenzado con fuerza el décimo momento de la crisis iniciada en agosto
de 2007 que ha implicado múltiples quiebras bancarias y costos fiscales masivos
en Estados Unidos. Esto ha sido seguido por ajustes de consumo que han impactado
sobre el crecimiento de la economía de la Zona Euro y británica. La inyección de liquidez
de la banca central para evitar una deflación llevó en un primer momento a un
auge de precios en el mercado de commodities y generó una crisis de dos
velocidades: los detenidos y los que crecían porque sus exportaciones tenían
precios altos.
Los programas de estímulo monetario de
La decisión de Ben Bernanke de terminar con el programa de
Con expectativas de reducción de precios a futuro, el consumo presente se contrae con un efecto multiplicador negativo sobre la demanda agregada. La inversión se reduce y la banca se muestra más renuente a prestar. De otro lado, se precipita la quiebra de bancos y empresas y aumenta la centralización de capital (Véase A. Graña, “¿El mundo en deflación?”, http://www.obela.org/node/1624). Los datos antes de la deflación muestran que durante 2013 desaparecieron 269 instituciones financieras europeas (EUbusiness, 21/01/2014) y 767 estadounidenses entre diciembre de 2010 y septiembre de 2013, según el FDIC, la agencia de seguros de depósitos de dicho país.
Por otro lado, de acuerdo con el informe Perspectivas de la economía mundial del FMI actualizado a enero de 2014, las economías emergentes crecerán 5.1% en promedio durante el año en curso arrastradas por China que crecerá 7.5 por ciento. Como ya es habitual, los estimados del Fondo están sobre valuados. Los indicadores del Metals Futures Market de enero mismo muestran una baja de precios de 11 por ciento. El descenso iniciado en el año 2011 se ha acentuado conforme se anunció el inicio del fin del programa de estímulos monetarios en mayo, se concretó en diciembre de 2013 y comenzó a implementarse en enero. Los precios de las materias primas están determinados a medias por la demanda real, la demanda financiera también juega un papel importante.
Lo que se está viendo, por tanto, es el fin del triple arbitraje de tasas de interés, tipos de cambio y precios de activos financieros, observado desde que las tasas de interés se volvieron negativas en el año 2003 y acentuaron su caída desde 2009. El fin del triple arbitraje implica la inversa con el impacto sobre los tipos de cambio de las economías emergentes, la tasa de inflación en dichas economías y las tasas de interés. La consecuencia de una contracción del consumo podría derivar río abajo en una recesión económica en el mundo emergente. En agregado significa la generalización global de la crisis. La interrogante es hasta cuándo permanecerá el continente asiático al margen de esta dinámica.
"La cooperación monetaria internacional se ha roto […] Los países industrializados tendrían que desempeñar un papel protagónico en la restauración de [la cooperación entre los bancos centrales], no pueden lavarse las manos y ajustar" sentenció Raghuram Rajan, actual gobernador del banco central de