Por
Marat
Marx
no se enteraba, la conspiración es el motor de la historia
“Toda
la historia de la sociedad humana, hasta el día, es una historia de
luchas de clases. Libres y esclavos, patricios y plebeyos, barones y
siervos de la gleba, maestros y oficiales; en una palabra, opresores
y oprimidos, frente a frente siempre, empeñados en una lucha
ininterrumpida, velada unas veces, y otras franca y abierta, en una
lucha que conduce en cada etapa a la transformación revolucionaria
de todo el régimen social o al exterminio de ambas clases
beligerantes.
En
los tiempos históricos nos encontramos a la sociedad dividida casi
por doquier en una serie de estamentos, dentro de cada uno de los
cuales reina, a su vez, una nueva jerarquía social de grados y
posiciones. En la Roma antigua son los patricios, los équites, los
plebeyos, los esclavos; en la Edad Media, los señores feudales, los
vasallos, los maestros y los oficiales de los gremios, los siervos de
la gleba, y dentro de cada una de esas clases todavía nos
encontramos con nuevos matices y gradaciones.
La
moderna sociedad burguesa que se alza sobre las ruinas de la sociedad
feudal no ha abolido los antagonismos de clase. Lo que ha hecho ha
sido crear nuevas clases, nuevas condiciones de opresión, nuevas
modalidades de lucha, que han venido a sustituir a las antiguas.
Sin
embargo, nuestra época, la época de la burguesía, se caracteriza
por haber simplificado estos antagonismos de clase. Hoy, toda la
sociedad tiende a separarse, cada vez más abiertamente, en dos
grandes campos enemigos, en dos grandes clases antagónicas: la
burguesía y el proletariado.”
(Burgueses
y proletarios. El Manifiesto Comunista. Karl Marx y Friedrich Engels.
1848)
Esta
idea la resumiría Marx en su conocida frase “El motor de la
historia es la lucha de clases”. Esta visión dialéctica
-empleo el término dialéctico en el sentido que le daban Marx y
Engels de “lucha de contrarios”, no en el de la expresión
“materialismo dialéctico”, aportación clave del pensamiento
marxiano pero que, como tal expresión, nunca fue empleada por
ninguno de los dos- de la historia es una de las piedras angulares
del materialismo histórico.
Cualquier
marxista encuentra ejemplos cotidianos de la lucha de clases en la
vida real, aun cuando se manifieste muchas veces de modo inconsciente
-desde el lado de la clase trabajadora porque desde el lado de la
burguesía suele ser mucho más consciente- y hasta como reflejo
antes que como forma materializada de conciencia política.
Pues
bien, parece que Engels y Marx eran unos lerdos que no comprendían
el mundo en el que vivían y ya no te digo Lenin, que se atrevió a
hablar de las contradicciones interimperialistas.
“Para
el imperialismo es sustancial la rivalidad de varias grandes
potencias en la aspiración a la hegemonía, esto es, a apoderarse de
territorios no tanto directamente para sí, como para el
debilitamiento del adversario y el quebrantamiento de su hegemonía”
(“El
imperialismo, fase superior del capitalismo”. V. I. Lenin. 1916)
Pues
bien, parece que estos tres pensadores y dirigentes revolucionarios
no tenían ni puñetera idea de lo que son los asuntos centrales que
definen las características del poder real, el económico.
Ni
las contradicciones interimperialistas parecen explicar las razones
de las guerras desde, al menos, el siglo XX ni la lucha de clases es
el motor de la historia. A la hoguera con los libros de estos 3
pazguatos. No tenían ni repajolera idea de qué iba el mundo, unos
pajeros mentales, vaya.
El
auténtico motor de la historia es la conspiración de unos poderes
oscuros, o no tan oscuros porque los conspiranoicos han tenido la
inteligencia y la generosidad de descubrirnos quiénes son y cómo
actúan.
Según
estos sesudos analistas detrás del atentado en París el pasado 13
de Noviembre está la Red Gladio de la OTAN, la CIA, el Mi6 y otras
agencias del imperialismo; una red de la que está probada su
existencia como actividad anticomunista durante buena parte del siglo
XX y cuyas acciones se centraban principalmente en atentados
terroristas de falsa bandera, utilizando muchas veces a elementos de
organizaciones fascistas y nazis.
La
existencia de la Red Gladio y el tipo de actividades criminales que
he citado está más que probada
en
un documental que les enlazo (partes 1,
2 y 3)
de la prestigiosa televisión británica BBC.
Pero
parece que la Operación Gladio o Red Gladio se ha convertido, como
los Illuminati o el Club Bilderberg, en un comodín conspiranoico para
explicar todo el conjunto de monstruosidades a las que la dinámica
del poder capitalista nos conduce. Ya en su día se habló de que el
atentado contra la revista Charlie Hebdo estaba organizado por la Red
Gladio y lo mismo se ha dicho por parte de algunos en estos días del
atentado del pasado día 13 en París estaríamos pues ante
autoatentados.
La
teoría conspiranoica de los autoatentados insiste mucho en que tanto
en estos dos como en el de las Torres Gemelas del 11-S de 2001 en
Nueva York se encontraron pasaportes. Las redes sociales han ardido
estos días con el asunto de los pasaportes los atentados de París.
Hasta chistes se hacían. ¿Se habrán preguntado en algún momento
quienes tanto insisten en que quien va a atentar no se lleva encima
la documentación en que puede ser precisamente al revés? ¿Saben
acaso que para los yihadistas morir matando es la más sublime
aspiración que pueden alcanzar en sus vidas? Y siendo así, ¿qué
leches creen que les importa que se sepa su identidad y su origen? Es
más, ¿no será una forma de afirmación de la autoría que confirme la
declaración posterior por parte de algún portavoz de la
organización terrorista? No sé, lo digo por si a algún
involucionado intoxicado por las redes de agilipollamiento
conspiranoico se le ocurre pensar en ello. Ah, que uno de los
pasaportes del día 13 era falso...¡Coño, pero si eres un
ciudadano-terrorista de la UE que viene de hacer el salvaje en Irak,
lo mismo necesitas camuflarte un poco! ¿no?
Prosigamos
porque la cosa tiene miga. Otra de las fuentes que los conspiranoicos
o las lúcidas mentes que compran la teoría del autoatentado del
13-N es qué personalidades y de qué países lo sabían antes del
atentado.
Parece
que la idea del autoatentado se asentaba en que hubo avisos al
respecto
-
El
gobierno iraquí, que informó de inminentes atentados en Francia,
Estados Unidos y Gran Bretaña. Muy concreto él.
Según
Rusia Today "la
información fue obtenida con anterioridad por fuentes de
inteligencia iraquíes sobre los países donde se producirían los
atentados, los cuales se ubicarían en Europa en general:
precisamente se trataba de Francia, así como Estados Unidos e Irán"
-
Y
lo mismo se ha dicho por parte de los conspiranoicos respecto a que
Israel, Turquía, Rusia y otros países conocían del atentado antes
de producirse. Todos menos Francia titulaban algunos. Sólo que en
otros lugares se dice que también Francia un mes antes.
¿Se
les ha ocurrido a estas doctas mentes que en el caso del terrorismo
de ETA -no, no era lucha armada- también los gobiernos español y
francés esperaban, en muchas ocasiones, la acción? Pero la clave
está en saber qué personas serían en cada momento las ejecutoras,
cuándo, a qué hora y en qué lugar exactamente? Este tipo de
intoxicadores profesionales o gilipollas amaestrados por la
conspiranoia suelen ser muy doctos en poner una cosa antes y la otra
después (acción, reacción), como si eso presuponiese que había
algún extraño masterplan previo que controlase toda la operación
desde el “poder” -que ya nos aclararán qué incluyen dentro del
mismo, además de los servicios de inteligencia- y como si el poder
fuese tan omnímodo, previsor, controlador absoluto; un dios
onmisciente que pudiera dirigir el mundo sin que nada escapase a sus
designios ni a su conocimiento.
Las
pantallas gigantes del Gran Hermano tienen esquinas, zonas muertas,
lugares en sombra, momentos de desconexión, excesos de información
muy superiores a lo que pueden llegar a procesar. Siempre escapa a su
riguroso ojo observador mucho más de lo que el poder quisiera. Y
cuanto más paranoico se vuelve, más posibilidades de que ello
ocurra se dan, sencillamente porque en su propia locura deja escapar
situaciones inimaginadas, enemigos que antes fueron aliados, hechos
imprevisibles,…
No
quiero perder demasiado tiempo en esta parte pero creo que es
necesario responder a un momento álgido en el que la conspiranoia
tomó forma en los espacios de comunicación informales. Me refiero
al 11-S de 2001.
No
voy a resumir las teorías del autoatentado USA ni las de la variante
“permisiva” que se resumen en que el los servicios secretos de
ese país sabían que se iba a producir el derribo de las Torres
Gemelas y supuestamente dejaron que se ejecutara tal operación.
Me
centraré en el asunto del derribo por parte de los aviones y en las
dudas suscitadas por los defensores de la teoría de la conspiración
de los servicios secretos y poderes adyacentes USA.
Por
mi parte, no voy a dedicarme a explicar cómo se desmonta tal cúmulo
de disparates. Simplemente voy a remitirles a explicaciones
refutadoras de tales aberraciones desarrolladas por personas mucho
más competentes que yo en la materia del hundimiento de las dos
torres gemelas:
Dicho
todo lo anterior. Tal y como yo veo y sé del mundo y las cosas, las
conspiraciones existen
como
he señalado en un artículo anterior.
El propio Marx hubo de retirarse durante
un año de
la actividad intelectual y creativa, que eran la dedicación de su
propia vida, para limpiar su nombre de la difamación
que sobre él echó
cierto agente bonapartista (de Luis Napoleón). En ese período
escribió "Herr Vogt" (“El señor Vogt”), un alegato en defensa de
su honestidad a la altura del mejor Victor Hugo. Tras
la caída del segundo Imperio francés (dos
después de la muerte de “El Moro”, Marx) se supo hasta la
cantidad que cobró el señor Karl Vogt por tratar de ensuciar el
nombre del padre de la teoría de la praxis: 40.000 francos de
entonces.
Sin
embargo, existan o no, que existen, las realidades complotistas, lo
cierto es que apegarse a ellas, propagarlas como explicación de lo
que sucede en el mundo, centrar en demasía la importancia del
análisis
político sobre estas cuestiones, conduce a desenfocar la
cuestión principal. ¿Recuerdan ustedes las citas que les puse de
Marx y Engels y de Lenin? En mi opinión, esa cuestión principal
está ahí: en la base material sobre la que se edifican las
relaciones de producción, los intereses económicos, si ustedes
prefieren llamarlo así, y en el poder militar y económico de algo
que se ha llamado en los últimos 15 años globalización pero que
los viejos rockeros del marxismo llamamos imperialismo
más aldea global de Internet.
Fuera
de los medios oficiales, aunque
están entrando en ellos cada vez más, las
teorías sobre la
conspiración como método de control por parte de Estados, fuerzas
oscuras, poderes económicos supranacionales o reptilianos a la
conquista del planeta, tienen una difusión impresionante, hasta el
punto en que conforman en gran medida la visión del mundo de
millones de personas.
Mi
visión de todo esto es que, quienes juegan a este juego, vayan de lo
que vayan políticamente, de reaccionarios o de supuestos pacifistas,
de frikis o de pretendidos rojos, juegan en un campo ajeno y
opuesto al de la lucha de clases, la importancia de lo económico en
las decisiones políticas (petróleo
y gas en Siria), la visión
de las relaciones internacionales marcadas por el peso de los
imperialismos y, por supuesto, la voluntad de los pueblos que sufren
las consecuencias de la violencia terrorista.
Posiblemente
muchos no sean conscientes del mal que hacen descentrando las
cuestiones principales y oscureciéndolas a través de pretendidas
informaciones relevantes que alimentan el morbo de los ignorantes,
desinformados y poco avizorados políticamente. Otros son simples
tarados cuyas vidas son demasiado grises como para aceptar que la
realidad es más plana de lo que admiten. Necesitan una dosis del
tipo Expediente X “la verdad está ahí fuera”. Por último están
los canallas intoxicadores que, en ocasiones, resultan absolutamente
cutres al estilo del autopromocionado “investigador” señor
Daniel Estulín, que pretendiendo hacernos creer en un vídeo que
entrevistaba a un miembro del CNI (los servicios secretos españoles), acabó por hacerle la entrevista al actor Eloy Arenas (el paro en el
mundo del espectáculo es muy duro). Como en los comentarios de
youtube le pillaron acabó diciendo que era un ficticio.¡Y tan
ficticio! Como que en una próxima colaboración podría entrevistar
al hijo de Eloy Arenas, Eloy
Azorín, como Anacleto agente secreto.
En
conjunto todos ellos son unos beatos que sustituyen al dios omnímodo
por un pretendido poder total
del Estado capitalista y sus distintos o supraestatales poderes
oscuros que todo lo pueden. De lo que se deduce que quienes no
estamos por el terrorismo, pero sí por la acción de masas con todas
sus consecuencias, tenemos el camino cerrado porque hay un ojo que
todo lo ve. Y
también dos
huevos duros.
“No
se mueve la hoja de un árbol sin la voluntad de dios” (“El
ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha”. Miguel de Cervantes)
La
Santa Alianza planea sobre Siria
Hollande
pidió a su ministro de Defensa, Jean Yves-Le Drian, que solicitase a
sus socios de la Unión Europea la asistencia a Francia como país
“atacado”; una petición prevista en el Tratado de la UE. Le
Drian ha cursado el martes 17 de Noviembre la petición a los países
europeos. Solicita una "participación militar ampliada" de
los Estados miembros de la UE porque "Francia no podrá seguir
sola en esos teatros de operaciones".
La
respuesta fue positiva. Por vez primera en la historia, y según
previsión del Tratado de Lisboa, los 28 decidieron unánimemente
socorrer a Francia y activar la correspondiente cláusula de
asistencia mutua del Tratado en caso de ataque a un Estado miembro.
Serguéi
Lavrov, Ministro de Exteriores de Rusia: "Creo que la llamada
del presidente [François] Hollande al presidente [Vladímir]
Putin después de los terribles ataques terroristas en París, su
propuesta para coordinar nuestros esfuerzos y la reacción del
presidente [Putin], en la que expresaba su voluntad de
trabajar como aliados, todo esto, demuestra que ahora los políticos
sensatos dejan a un lado las cosas de menor importancia, y entienden
la necesidad de centrarse en la prioridad principal: atajar las
intenciones del EI de controlar un vasto territorio del mundo".
Desde
mediados de Octubre USA y Rusia habían acordado coordinarse en el
uso militar del espacio aéreo sirio, obviamente sin contar de forma
activa en ese acuerdo con el gobierno sirio y sin que USA pidiese
permiso a Siria para actuar militarmente en ese país, cosa que venía
haciendo soterradamente desde hacía años al armar y proveer de
fondos a los terroristas yihadistas, como
luego ha hecho Francia a través de los aviones que despegan del
portaaviones Charles Degaulle.
Mientras
tanto el Tio Tom Obama, que ha sido pillado con el pie cambiado en el
curso de los acontecimientos en Siria, insiste en que para acabar con
el Estado Islámico hay que echar del gobierno a Al.Assad, justo el
único presidente que ha resistido a la basura de las revoluciones
árabes apoyadas por USA.
En
este contexto tan indecente en el que todas las potencias
imperialistas se lanzan sobre la nación siria, sin demasiado
esfuerzo en consultar qué desea este país de ellas más allá de
una ayuda que tendrá un coste evidente sobre su soberanía, cabe
preguntarse:
-
¿Es cierto que se está produciendo una negociación en Viena entre USA y
Rusia para que el presidente Al Assad deje el gobierno por etapas? ¿Con el recurso a qué derecho internacional? ¿Y qué tiene eso que ver con la voluntad del pueblo sirio?
-
¿Qué
hace el criminal sionista israelí de Ehud Barak, ex primer ministro
israelí entrevistándose con Putin para hablar del futuro de Siria?
¿Con qué derecho habla sobre este país Rusia con la chusma
sionista que ha ayudado a los barbudos?
-
¿Tienen
en su proyecto la partición de la nación siria en varios
“bantustanes”? ¿Qué potencias prevén su control
y qué obtendrán esas potencias de los “nuevos gobiernos”
emergentes?
En las negociaciones de Viena el gobierno sirio está siendo vendido a partes casi iguales por amigos y enemigos. Comprenderemos esto cuando sea tarde y vayamos descubriendo cómo se va desmontando este gobierno por etapas. El imperialismo yankee, ahora muy silencioso y discreto, ha aprendido que no puede repetir los errores de Irak, acabando con la estructura del Estado y con el ejercito de golpe. Pero en menos de dos años descubriremos a dónde quieren llegar los pasteleros que buscan repartirse el Estado sirio a cachitos de intereses económicos, grupos religiosos sectarios y títeres locales. Y eso tampoco evitará la involución de Siria hacia la locura porque el presidente Assad era la gran garantía que frenaba ese proceso y ya les sobra a todos, incluídos aquellos que ahora parecen defenderle.
Pero la clave no es Assad. Un hombre, por importante que sea no puede sobreponerse a los intereses de todo un colectivo. Lo decisivo es que Assad es la piedra angular de una visión laica, progresista y racional de entender la compleja comunidad siria. Y es eso lo que será sacrificado en beneficio de múltiples y contrapuestos intereses extranjeros.
A
esto venían los párrafos del Manifiesto Comunista sobre oprimidos y
opresores, sobre burgueses y proletarios porque, lo mismo que se da
en cada nación la explotación de clases, se da el expolio del
centro a la periferia de un país que no eligió estar en guerra sino
que le ha sido inoculada por potencias extranjeras para extraerle
(robarle) sus riquezas nacionales, su soberanía y, lo que es más
importante, el esfuerzo de unos dirigentes por hacer de una sociedad
multiconfesional una sociedad de progreso.
Sea
por etapas o de golpe, cuando el presidente Assad salga del gobierno,
sucederá lo mismo que ocurrió con Sadam Husseim o con Gaddafi en
sus países: un mar de sangre lo asolará mientras las potencias
unidas hoy en Santa Alianza, mañana desunidas por el combate por la
rapiña, se hacen con los recursos naturales de Siria. No eran
santos, tenían un pasado -¿acaso no lo tienen todos esos líderes
miserables del occidente capitalista, cuyas manos están llenas de
muerte, que invocan su asquerosa “unidad de los demócratas”-
pero lograron para sus sociedades niveles muy aceptables de
desarrollo y bienestar y, no nos olvidemos, fueron elementos de
contención de la chusma fundamentalista y criminal que hoy asola
esos países y que devuelve la tarjeta de visita a una Europa que
recibe los golpes de los asesinos que antes armó. Sus víctimas, que
siempre son los seres indefensos, como en los países agredidos por
el imperialismo y sus títeres, no tuvieron nada que ver con el
crimen del poder.
¿No
a la guerra? ¿A qué precio?
¿Quién
ama la guerra que no sea un mal nacido?
Pero
la paz no puede alcanzarse a cualquier precio. Basta de “ninismos”
que siempre acaban cayendo del lado de un imperialismo que tras una
paz ficticia traerá más guerra, dolor, destrucción y el fin de una
nación.
¿Reeditar
el NO A LA GUERRA de cuando Irak?
No
estaría mal que así fuera porque entonces no se entró a valorar el
gobierno de aquél país, cosa que sólo tenían derecho a hacer los
iraquíes, sino que se rechazó, desde España, el que España
participase en aquella salvajada contra un pueblo que nada nos había
hecho, salvo tener la osadía de existir y de no doblegarse en exceso
contra la mentira sobre la que se asentó su invasión.
Pero
han pasado cosas. Algunos ya no somos tan inocentes. Hemos aprendido
cómo el imperialismo USA provocaba Estados fallidos, si no era capaz
de controlarlos del todo, aunque sin perder la oportunidad de sacar
de ellos hasta la última gota de sus recursos naturales mientras
hacía que otras gotas, rojas, se derramasen como ríos.
Siria
está agotada de sufrir 5 años de agresión externa de los títeres
criminales de satrapía de Arabia Saudí, del estado terrorista
israelí, de la neodictadura turca, de los demócratas europeos y del
trastabillante imperio del norte.
Pero
Siria tiene derecho a una paz digna, en un Estado completo y
soberano, con un gobierno elegido por su pueblo, capaz de integrar
todas las confesiones, laico, progresista y que no sea conducido como
res al matadero de una nueva medievalidad de los clérigos.
Conociendo
ya como conozco la catadura moral y política de algunas de las
figuras que promueven una reedición del NO A LA GUERRA, más en
clave electoral interna que importándoles una higa el futuro del
pueblo sirio, dispuestos a tragar con el pasteleo que establezca las
potencias de la Santa Alianza que se han echado como buitres sobre
una nación valiente, sé que esta vez lo que un día fue un grito
decente puede ser ahora la bufonada de oportunistas.
Siria
necesita un potente movimiento por la paz en cada nación agresora. Pero un movimiento por la paz que respete la dignidad de ese país
que ha resistido durante muchos años al crimen y la locura.
Siria
necesita un movimiento por la paz que defienda su soberanía, la de
decidir libremente, sin pactos, ni pasteleos indecentes entre
potencias extranjeras su destino.
Siria
necesita un movimiento por la paz que defienda su integridad
territorial y la propiedad nacional de sus riquezas naturales.
Siria
necesita un movimiento por la paz que no nos venda el “ninismo”
repulsivo de pseudointelectuales abajofirmantes que han proclamado, como hicieron cuando las primaveras árabes, luego convertidas en oscuras
noches de invierno de fanatismos, que la OTAN y el imperialismo no han
sido especialmente agresivos.
Si
se defienden la dignidad, la soberanía, los recursos naturales, el
derecho de Siria a decidir su futuro, su laicidad, sus conquistas
sociales progresistas, estaré con ese NO A LA GUERRA.
Si
tipejos como Santiago Alba Rico o militares canallas como Julio
Rodríguez, que fue máximo responsable de las intervenciones de España en Libia y en
Afganistán, tienen que ver con ese NO A LA GUERRA, yo estaré en
guerra frontal contra esos deshechos humanos.
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