Mostrando entradas con la etiqueta Ramón Espinar. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Ramón Espinar. Mostrar todas las entradas

23 de marzo de 2017

PODEMOS ENCONTRÓ A LOS “EMPRESARIOS PATRIÓTICOS” EN EL HOTEL RITZ

Ramón Espinar y Lorena Ruíz Huerta en el
Foro de Nueva Economía (la de siempre, la capitalista),
como puede apreciarse en buena compañía, la del
 vendeobreros Toxo y la del reaccionario monárquico
Luis María Ansón
Por Marat

Un amigo y lector del blog me ha pedido en un comentario efectuado en una red social, con un cabreo del 15 (yo también), escribir sobre la última genialidad podemita consistente en oponer a su penúltimo invento - “la trama”- los “empresarios patrióticos”, especie de criatura imaginaria, de entidad similar a la de los hipogrifos.

A los amigos y a Hacienda conviene, por distintos motivos, hacerles caso. Así es que aquí me hallo, tratando de hilvanar un texto mínimamente más coherente que el argumentario político de la secta podemita. No será muy difícil, incluso intentándolo hacer mal a propósito.

Sobre la boludez de “la trama” he escrito recientemente, por lo que me remito a dicho texto. El caso es que, cuanto más desarrollan el concepto los del círculo morado, más se pierden en sus propios jardines y en su indigencia intelectual. Es lo que pasa cuando construyes la base -hipótesis- de tu edificio teórico con material de derribo y de mala calidad: que según avanzas en la construcción de los pisos, mayor es el riesgo de que caiga por su propia inconsistencia y te golpeen los cascotes en la cabeza.

Si “la trama” arranca del supuesto, omitido por falso, de que el Estado puede ser neutro en cuanto a los intereses que representa y defiende -algo completamente falso desde el momento en que todas las Constituciones de países capitalistas defienden la “libertad de empresa” o propiedad privada de los medios de producción. Y su desarrollo jurídico va dirigido a sustentar y proteger este principio- y que son las connivencias entre grandes empresas, políticos y partes del cuerpo administrativo del Estado y medios de comunicación las que manchan esa “ética impoluta” del Estado, lo de los “empresarios patrióticos”, antítesis de la trama, es la consecuencia del punto de arranque de un falsario.


No se pueden decir más estupideces de un modo más condensado.

No solo hacen un corte de mangas al hecho de que todo Estado es siempre el Estado de la clase dominante y que, por tanto, su naturaleza expresa unos intereses de clase determinados y ello no por corrupción sino por Constitución misma, sino que hacen tabla rasa de la internacionalización del capital, algo que viene sucediendo desde hace más de 150 años de un modo creciente.

Y esto, la internacionalización del capital, no sucede por ninguna desviación moral de los principios que rigen la economía y la política, sino porque en su desarrollo necesita, a la par que conquistar nuevos mercados, una mayor concentración, a la vez que una creciente financiarización de la economía. El propio reparto de papeles en la producción que otorga, de hecho, la UE a cada país, la interrelación de la economía europea y de ésta con el capitalismo norteamericano, explica muy bien lo que estoy diciendo, siempre dentro de un marco de relaciones centro-periferia, también dentro de los países centrales del capitalismo. En definitiva, dentro del escenario mundial capitalista, la economía española es también dependiente del capital extranjero, especialmente del que ostenta posiciones hegemónicas a nivel internacional. Todo esto no sucede por ninguna corrupción de las reglas de juego del sistema sino por las propias necesidades expansivas del capitalismo que, o se desarrolla y crece, o se viene abajo. Las formas en las que lo haga son secundarias. La corrupción, en todo caso, es una consecuencia de un sistema de dominación de clase dado, no algo que sea disfuncional al propio sistema. Pero, cuando se prefiere ocultar lo esencial y quedarse con la parte más llamativa es porque se está haciendo un juego de tahúres políticos que intentan salvar al sistema, dando a entender que las razones de lo que sucede no están en él sino en otro lado.

Hoy la difusión política se ha convertido en un manual de simplezas para dummies. El más demagogo, el que tiene menos escrúpulos para tratar a los receptores de sus contenidos como menores de edad mentales, es el que triunfa porque, ente otras cosas, ningún medio de comunicación del capital -todos- le va a enmendar la plana y a desmentir, dado que ese tipo de embustes salvan la base del capitalismo -la explotación- y lo legitiman, al dejarlo al margen de la crítica a sus propios fundamentos.

En cuanto a los “empresarios patrióticos” que, según esos “cráneos previlegiados” (“Luces de Bohemia”) podemitas, son los que crean el 80% del empleo, mientras que el Ibex35 en sus propias palabras “solo ocupa al 20%” de la población asalariada, me pregunto si les suenan los conceptos de “empleo indirecto” y de “empleo inducido”. Les sugiero que echen una mirada a las empresas que integran el Ibex35. El capitalismo es un sistema porque posee una organización en la que los elementos económicos y la actividad empresarial se encuentran entrelazados e integrados mucho más allá de lo directamente visible. Descontando a las empresas del Ibex35 que son entidades financieras (8 de las 34 actuales), las de tipo industrial y de servicios generan a su alrededor múltiples actividades industriales y de servicios, bien como empleos indirectos (en empresas proveedoras de equipos y de materiales, subcontratas, proveedores de uniformes para la misma, empresas de seguridad, caterings, mantenimiento, etc., etc.), bien como empleos inducidos: actividades y empresas que surgen a su alrededor, aunque no mantengan un vínculo contractual con dichas grandes compañías. Se encuentran en el entorno físico más o menos próximo a las mismas, dado que sus empleados no suelen vivir demasiado lejos de ellas (restauración, alimentación, bebidas, sectores ligados al ocio, consumo en general, etc.).

Quede claro que no estoy defendiendo ninguna tesis de un “capitalismo nutricio” (grandes empresas) frente a otro menos “proveedor”. El capitalismo es un sistema de relaciones entre empresas y de relaciones sociales de producción que conlleva una estructura de dominación de clase, ya sea “internacional”, “patriótico” o mediopensionista. Y sobre él se edifica la explotación de una clase social por otra. Simplemente estoy desmontando la tesis de que haya un capitalismo que cree tal porcentaje de empleo por sí mismo, tal y como sostienen estos defensores del “empresario patriótico”.

Por otro lado, al capitalista “patriota” no le tiembla la mano al sustituir mano de obra por tecnología, al aprovecharse de los nuevos sistemas de contratación, cada vez más precarios, al incrementar sus beneficios sobreexplotando a plantillas de trabajadores cada vez más reducidas, al exigir el cumplimiento de horas “extraordinarias” no remuneradas, al pagar salarios cada vez más bajos, exactamente igual a como lo hace la gran empresa del Ibex, o incluso peor, porque en muchas pymes la posibilidad de reivindicar, sindicarse o hacer huelga es aún menor que en las grandes, precisamente por la menor capacidad de presión de sus empleados.

No quiero dejar pasar el tufillo fascista que tiene la expresión “empresario patriota”, aunque pasado por las influencias teóricas de Laclau. Pero se me dirá: “Laclau no era un fascista”. A lo que es muy fácil responder: “Era un peronista”. Y Perón tenía una concepción fascista, organicista y corporativista del Estado y de la estructura social. Un planteamiento que tomó del propio Mussolini. No en vano, ambos salían al balcón de sus correspondientes residencias presidenciales a recibir los baños de masas que les rendían las entidades gremiales de empresarios y trabajadores creados por sus sistemas políticos para integrar en un “abrazo” nacional la conciliación de clases en formato “patriótico”. Espero que no me venga ningún listo a decir que el concepto de “empresario patriótico” ha sido recogido del pensamiento político bolivariano porque las reminiscencias del mismo son anteriores y lo bolivariano no bebe siempre de las mejores tradiciones ideológicas del movimiento obrero.

Seguramente Marine Le Pen no estaba informada de la apelación podemita a los “empresarios patrióticos” cuando afirmó que "Podemos existe porque en España no hay un Frente Nacional". Si hubiera conocido esta nueva propuesta podemita se habría dado cuenta que en España sí que hay un Frente Nacional, solo que se llama de otro modo.

Quiero hacer un pequeño aparte en el análisis de esta tontuna de “la trama” y del “empresariado patriótico” para referirme al modo en el que Podemos introduce la perspectiva de género en todo ello, no así la de clase...trabajadora, porque la burguesa ya la ha metido hasta la cocina.

Afirma Pablo Iglesias que es el momento de abanderar "una patria plurinacional con quienes de verdad trabajan aquí, la mediana y pequeña empresa y las mujeres".

Ese modo de meter a las mujeres en la macedonia con “empresarios patrióticos”, la “trama” y las “pymes” suena a un electoralismo que tira para atrás, según desvela, a su pesar, la dirección de Podemos: “Las mujeres que están consiguiendo marcar las elecciones, como ha pasado en Austria y Holanda" ¡Vamos, que no es cosa de olvidarse de esa franja del electorado tan numerosa! Pero que aludan tan directamente a la perspectiva de género me hace pensar que se han apuntado a la corriente feminista dominante, la burguesa, esa que hace tanto hincapié en la falta de presencia de las mujeres en los Consejos de Administración de las grandes corporaciones, como si la emancipación del género humano, y específicamente de la mujer trabajadora, de la explotación pasara por sustituir a empresarios por empresarias. No es muy explícito Podemos al respecto pero, cuando afirma que “sólo entre el 1% y el 3% del patrimonio está en manos de las mujeres”, da la impresión de que habla más bien de la propiedad del capital, y de su distribución por sexos, que de los bienes de los habitantes del país en general.

Ironizando ligeramente diré que quizá Ramón Espinar (hijo) asistió, acompañado por la gran activista de la pista anticapitalista, Lorena Ruiz Huerta, al acto del Foro de Nueva Economía (del que forman parte numerosos grandes empresarios), en el Hotel Ritz, en el que hablaba Carmena -la de “Tranquilos, yo no soy comunista” y de “No podemos tener un Madrid tercermundista de 'okupas', de gente sin derechos, de gente que resuelva sus problemas en contra de la ley”- , como embajador podemita de buena voluntad a buscar a los “empresarios patrióticos”.

Al fin y al cabo, tiempo atrás su mesías y ser de luz, Pablo Iglesias, le precedió en el mismo foro. Y es que los dos saben dónde hay que ir cuando les llaman sus amos: donde está el auténtico poder, en la "economía de libre mercado". Y lo demás..."teatro, puro teatro" 

4 de noviembre de 2016

CÓMO COMPRAR UN PISO DE PROTECCIÓN OFICIAL Y SACARLE PROVECHO

Por Marat

Que un perdonavidas de la lucha contra la especulación inmobiliaria fuera hijo, financieramente protegido, de un ex Presidente de la Asamblea de Madrid (parlamento autónomo), a la vez ex consejero de Caja Madrid por el PSOE y profesional de la abogacía (vamos sumando salarios y pensiones), no tendría porqué ser especialmente importante. En el mundo podemita, desde los Errejón, con su papá alto cargo de todas las administraciones desde el inicio de la transición, hasta los Pablo Bustunduy, hijo de la ex ministra del PSOE Ángeles Amador, pasando por el colocado en el Ayuntamiento de Madrid padre de Rita Maestre, o por Jorge Lago, un tipo con casi un millón de euros en sus cuentas, todo es una viejísima vuelta de tuerca en la que los servidores del Estado burgués se repiten unos tras otros.

Que alguien como Ramón Espinar Merino se compré con 21 años, aún estudiando una carrera, un piso de protección oficial, le deje su padre (el corrupto de las tarjetas black), madre y abuela, según él dice, 60.000 euros para adquirirlo, no tenga trabajo y un banco le conceda, sin tener ingresos propios, un crédito hipotecario, es lo normal en el caso de cualquier joven de cualquier clase social, perdón, de cualquier joven de “la gente”.

Si ese joven ha realizado dicha compra, y si ha obtenido la ventaja de hacerlo a través de los contactos preferenciales de su padre con la banca y con la cooperativa de un sindicato del sistema (CCOO), es claro que la descomposición moral de un capitalismo en crisis afecta de un modo directo a los componentes de esas clases medias que temen por su futuro y a las organizaciones del sistema.

La reflexión que cabe hacer de ese caso es la siguiente: que un joven de la burguesía con 21 años encuentre el modo de aprovecharse de la compra de una vivienda de protección oficial, un tipo de oferta destinada supuestamente a colectivos sociales con bajos ingresos en un municipio en el que no vive ni está empadronado, y que rápidamente venda, con beneficio económico personal, esa vivienda, que sabía de antemano que no iba a amortizar, significa que
  • Carece de la honradez suficiente para no aprovecharse de una oferta que no iba destinada a su clase, puesto que él vivía de los ingresos de una familia de clase media-alta en la que entraban muchos sueldos. No era, al contrario de lo que afirma Pablo Iglesias, un precario.
  • Al afirmar tal cosa, Podemos demuestra la bajeza de quienes insultan a todos los que sabemos lo que es vivir en una situación precaria, cosa que ni sus dirigentes ni sus familias han vivido nunca. Preferiría no tener que tirar de datos.
  • Que el referido Ramón Espinar carece de escrúpulos morales, pues no le basta con aprovecharse de una oferta destinada a gente que lo necesitaba más que él, ni de las ventajas de unos contactos que años más tarde denominará como propios de la casta, sino que además pretende hacer pasar como comportamiento normal y carente de censura la obtención de plusvalía por la venta de una vivienda de protección oficial. Obtener beneficio con ello, lo niegue él o lo defienda una arribista indecente como Beatriz Talegón es obsceno.


El discurso que "justifica" la obtención de un beneficio, dando igual que la venta sea de un bien de origen público que de uno de origen privado, indica la profundidad con la que ha calado la mercantilización de todo, también de la propia conciencia y la moral, en la mente de los "progres" y, en algunos casos, incluso de quienes se las dan de revolucionarios.  

Ninguna ley obliga a vender un piso de protección oficial al precio de rango más alto que permite su revalorización. Haberlo vendido por el precio en que se compró, con todos los conceptos que integraban la totalidad de dicho precio, para no perder dinero, hubiera demostrado que no existía interés de lucro alguno y dado credibilidad a lo que a todas luces ha demostrado luego ser falso: que se compró con intención de vivir en él.

Al leer a los miserables que pretenden echar la basura fuera de su casa bajo el argumento de qué medio lo haya difundido y sus intenciones que, por supuesto, son las que son, uno no puede menos que recordar aquellas miserias con las que nos bombardeaban los afiliados y votantes del PSOE cuando Alfonso Guerra encontró un puestecillo para su hermano Juan Guerra: “yo conozco a muchos que harían lo mismo”, ¿Tú no lo harías?” Los canallas siempre han encontrado sus razones. No me sorprende sabiendo la catadura moral de la gente del PSOE, que hoy es en gran medida la de Podemos. No son muy diferentes de los valores de la base social del PP. 

Es patética, por lo que trata de esquivar, la "argumentación" de los palmeros podemitas de que, cuando vendió su piso, (2010) Ramón Espinar no era militante de Podemos -este partido se crea en 2014-, como si el hecho de no ser miembro de un partido por entonces no existente fuera un motivo para hacer cortina de humo del pasado ético de un individuo ¿Qué pasa, que las referencias morales de alguien importan un pimiento al partido al que se incorpora y a sus cheerleaders? No estoy hablando de ningún "examen de ingreso" sino de que la evidencia retrospectiva de especulación con bien público debiera operar, como mínimo, como un motivo para excluir a alguien de la condición de portavoz de su partido en el Senado y de candidato a la secretaría general de Podemos Madrid. No puede ser adalid de los comportamientos éticos en política quien, como políticos de otros partidos, se lucra con lo público. El "contraargumento" de que su caso es incomparable con escándalos como el de la trama Gürtel sólo indica que, para el degenerado mundo podemita, lo reprobable no es el acto en sí sino la cifra.   

En una sociedad en la que todo vale, ¿qué lección podrán dar los que son parte de ese saco de basura cuando critican al mafioso PP?

Hay una lógica en el lumpen de los arribistas que carecen de principios que es la de “ahora nos toca a nosotros”. Y desde ahí lo justifican todo.

Hace muchos meses escribí esto sobre el mundo podemita:

Bajo el pretexto del empoderamiento de la “gente”, ese destilado amorfo sin categoría ni clase social concreta, que huye de toda adscripción porque, como pseudoclase media se avergüenza tanto de lo que cree ser y no es como de lo que en realidad es, se conjuró la más variada concurrencia de pillos que pudieran juntarse para el común objetivo de medrar en medio de una grave crisis moral de identidad. Todos ellos estaban dirigidos por un bufón y en cada sección o fracción de rufianes dominaba un granuja que los organizaba en grupo. Seres mediocres colocados en el lugar adecuado, cantamañanas, según ellos “preparaos”, pero para dar el golpe de su vida, aventureros de la pequeña burguesía, escritorzuelos de seleccionados medios de la pseudoradicalidad, “espabilaos” de partidos en horas bajas, pensadores de la nada ante su última oportunidad, perroflautas reconvertidos en asesores, viejas glorias recuperadas como pantallas “bonachonas” que tapasen las miserias de los marrulleros y mediocres que se escondían tras ellas, porteadores de carteras de catedráticos que vieron compensados sus esfuerzos, pijas que jamás osaron meterse en líos hasta que coincidieron en los pasillos con ellos y vieron cómo sacarles réditos oportunistas, funcionarios desclasados en busca de un ascenso que de otro modo no llegaría. Éste era y es el mundo podemita. Con todos ellos formó Pablo Iglesias su "sociedad de intereses mutuos" con ambiciones de colocarse o ya colocados en las instituciones del Estado burgués, intentando emular, en muchos casos, como nueva generación, los logros alcanzados por sus papás y el objetivo de vivir a costa de los ilusos sectores populares que les habían llevado hasta allí.” (Jean Paul Marat: “La crisis de Podemos lo domesticará definitivamente”).

Que Pablo Iglesias, ese personaje cuya identidad política es para muchos un enigma, aunque para algunos de nosotros no lo sea más que la evolución de Mussolini, de George Sorel y de otros, pretendiese revestir un comportamiento, legal pero a todas luces indecente de su lugarteniente, bajo la mendacidad de un ataque contra su secta metapolítica, o que afirmase que la situación de Ramón Espinar ante la compra del citado piso era la de muchos jóvenes que vivían la precariedad, expresa cómo la descomposición de un sistema económico y de la supervivencia de las clases medias ha dado lugar a la peor degeneración de la psicología de éstas.

Al leer los artículos esculpatorios, escuchar los argumentos justificativos de tal comportamiento y los intentos de salvar lo insalvable desde la legalidad por encima de la decencia, solo puedo sentir ante este tipo de gente un asco y un desprecio infinitos.

9 de febrero de 2016

TIEMPO DE REPRESIÓN: A PROPÓSITO DE LOS 8 DE AIRBUS Y LOS 2 TITIRITEROS

Por Marat

El puño del capital y de su Estado golpea sobre la clase trabajadora organizada

«Proyecto de Ley.
El presidente del Consejo, jefe del poder ejecutivo de la república francesa, propone a la Asamblea nacional el proyecto de ley siguiente:

Artículo 1.º Todo francés que después de la promulgación de la presente ley se afilie o permanezca afiliado a la Asociación Internacional de los trabajadores o a cualquiera otra Asociación internacional, sea pública o privada, que profese las mismas doctrinas y tenga el mismo fin, será castigado con prisión de dos meses a dos años y con multa de 50 a 1.000 francos. Además será privado de todos los derechos cívicos, civiles y de familia enumerados en el art. 42 del Código penal.

Podrá ser sometido a la vigilancia de la alta policía por cinco años, sin perjuicio de las penas más graves aplicables conforme con el Código penal, a los crímenes o delitos de que los miembros de estas asociaciones se hayan hecho culpables como autores principales o como cómplices.

Art. 2.º Será castigado con las mismas penas y despojado de pleno derecho de la calidad de francés, cualquiera que por uno de los medios enunciados en el art. 1.º de la ley de 17 de mayo de 1810 haya excitado a los habitantes de una parte del territorio francés a sustraerse a la Asamblea nacional, sea anexionándose a un Estado vecino, sea constituyéndose en Estado independiente, sin perjuicio de las penas más fuertes en que hayan incurrido con arreglo a los artículos 81 y siguientes del Código penal.

Art. 3.º El art. 463 del Código penal podrá ser aplicado en cuanto a las penas de prisión y multa pronunciadas por los artículos precedentes.» (Diario “La Época”. Madrid. 19 de Agosto de 1871)

Es obvio que Ignacio Fernández Toxo y Cándido Méndez no son precisamente peligrosos agentes de la I Internacional o Asociación Internacional de Trabajadores, ni peligrosos revolucionarios huidos tras ser aplastada la Comuna de París, motivo por el que se perseguía en 1871 a los miembros de la AIT. A lo sumo podría decirse de ellos que son agentes bien pagados de la concertación, la paz social y la perpetuación del poder del capital, lo mismo que el resto de las cúpulas de CCOO y UGT.

Pero los 300 sindicalistas sobre los que pende la amenaza de penas de prisión por participar en huelgas en defensa de los derechos de la clase trabajadora nada tienen que ver con los privilegios y la cómoda posición de ambos dirigentes sindicales.
Los 8 de Airbus son el mascarón de proa de la campaña, a la que las direcciones de CCOO y UGT han ido a regañadientes, tras mucho tiempo haciendo silencio y sordina e intentando rebajar las penas a multas por detrás de los juzgados o acogiéndose a una pseudoforma de amnistía, como si hubieran cometido delito; como si la huelga fuera delito. Sobre cada uno de ellos recae una media de más 8 años de cárcel (66 años a repartirse entre 8 trabajadores) por su participación en la Huelga General del 29-S de 2010.


Ha sido un movimiento desde las bases sindicales el que les ha reivindicado junto al resto de los casi 300 sindicalistas -cuyas direcciones sindicales han ocultado celosamente la lista completa de los mismos para dificultar ese movimiento de solidaridad y poder pastelear con el gobierno, la fiscalía y los poderes fácticos del capital su libertad-, razón por la que desconozco si hay entre esos 300 encausados militantes de otros sindicatos, que seguro que los hay.

Al conjunto de esos 300 sindicalistas se les pide más de 100 años de cárcel, lo que indica que con los 300 de Airbus, una gran empresa de plantilla combativa, se quería hacer un escarmiento especial con el fin de amedrentar al conjunto del movimiento sindical español y al conjunto de la clase trabajadora del país, como si ir a una huelga general con amenazas de cierres patronales y de despidos a los participantes en un país con casi 4.500.000 parados oficiales no fuera bastante represión y chantaje empresarial.

Cuando hablo del conjunto del movimiento sindical español no me refiero a las cúpulas sino a esos 300 sindicalistas, a los mineros, a los trabajadores de Panrico, de Coca-Cola, de la limpieza de Madrid, de Madrid Río, del Metro de Madrid y de tantas y tantas luchas que sí han representado la dignidad de la clase trabajadora y no los burócratas sindicales cuyos sentimientos de clase están más cerca de aquellos con los que negociaban -que ya no les necesitan- a mesa y mantel.

Hace tiempo que el capital y su Estado -el Estado no es neutro, de forma que obedezca a los dictados de cualquier clase social o facción política que represente distintos y hasta enfrentados intereses de clase (esa es la “ilusión democrática” con la que mercadea el reformismo procapitalista- han decretado el fin del contrato social y el inicio de una guerra de clases que gran parte de la clase trabajadora se niega a percibir o que, cuando lo percibe, espera a que el temporal escampe, creyendo que estamos ante una crisis coyuntural más y que cuando ésta pase, se recuperará lo adquirido tanto en forma de salarios, como de empleo y de derechos y condiciones de contratación y de trabajo. Vana ilusión.

Esta crisis del capital no es una crisis cíclica más. Es una crisis de sobreproducción que ha detonado en forma financiera y que los capitalistas y sus Estados no son capaces de superar por más centenares de miles de millones que hayan inyectado a bancos y entidades financieras sino que, al contrario, está entrando en una fase de próxima implosión con efectos aún más letales sobre la economía mundial y de las clases trabajadoras en general, que verán aún más recortados sus salarios, depauperadas sus condiciones de vida, incrementadas sus cifras de paro y perdidos sus derechos históricos conquistados.

Mientras tanto, la estrategia del capital es deshacerse de todo lo que signifique para él coste social, recuperar para el mercado lo que antes fue público para tratar de mantener la tasa de acumulación del capital, endurecer las legislación sobre libertades de reunión, manifestación, expresión, etc. hacia un concepto de “seguridad” pública y modernizar la dotación de sus cuerpos policiales, preparando el terreno para un incremento aún mayor de la represión porque saben que la recuperación de la lucha de clases se producirá con el desinfle de la ilusión democrática y la nueva fase de depauperación vital de clase trabajadora.

Esto lo sabíamos y denunciamos quienes en su día creamos la Coordinadora Paremos la Criminalización de la Protesta Social, boicoteada y reventada desde dentro por el PCE/IU/Izquierda Abierta y desde fuera por los convocantes de manifestaciones de hologramas de No Somos Delito, ligados a Podemos, y que tanto problema tenían en coincidir estratégicamente con quienes reivindicábamos la defensa de las libertades de un modo especial para la clase que sería más duramente reprimida, la trabajadora. Lo suyo era ya cuando aparecieron “la gente” y “los ciudadanos”.

Hoy la defensa de esas libertades sigue siendo fundamental para que la clase trabajadora no se vea aplastada; es algo que comprenden muy bien el capital, su Estado y sus partidos de turno en cada ocasión.

Por eso creo que todo trabajador con conciencia de clase o incluso sólo con instinto de ella debe de estar, aunque para ello tenga que ponerse una pinza en la nariz, en la manifestación en apoyo de los 8 de Airbus del jueves 11 de Febrero a las 6 y media de la tarde y que transcurrirá de Cibeles a Sol en Madrid porque son ellos quienes pueden comerse el marrón de la cárcel por defendernos a todos los trabajadores y no ningún “dirigente” sindical de alto nivel.



Que nadie entienda que apoyar a los sindicalistas represaliados y criminalizados es dar un voto en blanco, ni siquiera un balón de oxígeno a sus direcciones porque ya no queda en ellas ni un ápice de credibilidad. Pero pretender no ser solidarios con quienes arriesgan la cárcel por apoyar la causa de los trabajadores sería, además de miope y estúpido, indecente.

Más tarde será hora de ajustar cuentas con las claudicaciones sistemáticas de los burócratas sindicales y con sus estructuras intermedias antes llamadas de “aristocracia obrera” y que hoy sólo merecen el nombre de pancistas vendeobreros.

La doble criminalización de la libertad de expresión por los elementos fascistas y por los podemitas
La ley que incrimina las opiniones no es una ley del Estado para los ciudadanos sino la ley de un partido contra otro. Ella suprime la igualdad de los ciudadanos frente a la ley. No es una ley de unión sino una ley de separación y todas las leyes de separación son reaccionarias. No es una ley sino un privilegio. (…) en una sociedad en la cual un solo órgano se cree el único y exclusivo poseedor del Estado y en la cual un gobierno entra en una contradicción de principio con el pueblo y considera por ello su propia opinión, aunque ésta sea contraria a la naturaleza misma del Estado, como la opinión general y normal, la mala conciencia de la facción inventa leyes tendenciosas, leyes de venganza contra una opinión que sólo se encuentra entre los miembros del gobierno.” (“Observaciones sobre la reciente reglamentación de la censura prusiana”. Karl Marx. 1843)

Los expertos de la ONU señalaron que la definición de los delitos de terrorismo y las disposiciones relativas a la criminalización de los actos de "incitación y enaltecimiento" o "justificación" del terrorismo" incluidas en el proyecto de ley de Reforma del Código Penal en materia de delitos de terrorismo "son excesivamente amplias e imprecisas".

"Tal como está redactada, la ley anti-terrorista podría criminalizar conductas que no constituirían terrorismo y podría resultar entre otros en restricciones desproporcionadas al ejercicio de la libertad de expresión", recalcó Kaye.” (“La ONU critica la reforma del Código Penal y la llamada "Ley Mordaza" de España”. Agencia EFE. 23 de Febrero de 2015).

El pasado 5 de Febrero estaba prevista la representación de la obra de títeres “La Bruja y Don Cristobal” por los titiriteros de la compañía Desde Abajo en el canal de Isabel II de Madrid.

La obra, que los propios titiriteros (Alfonso Lázaro y Raúl García) se inscribe dentro de la tradición de guiñoles conocida como títeres de cachiporra, cuya existencia se remonta hasta la Edad Media y tiene su representación en distintos países de Europa.

Cualquiera que se dé un paseo un domingo por parque de El Retiro en Madrid verá representada esta tradición para todos los públicos, pues es en abierto, incluidos los niños.

Los guiñoles que, para quien no lo sepa o pretenda fingir que no lo sabe, son muñecos representan personajes variopintos, unos buenos y libres, otros malvados y opresores.

En España la tradición de los títeres de cachiporra fue recogida por primera vez en una coproducción entre Manuel de Falla, un señor nada sospechoso de ser un peligroso anarquista -ahora los criminalizan como tal desde la Brunete mediática de la ultraderecha porque uno de ellos es miembro de la CNT, como si éste no fuera un sindicato legal- y el poeta y dramaturgo Federico García Lorca en 1923 en una obra llamada La niña que riega la albahaca y el príncipe preguntón. La obra se llamaría mas tarde El Retablillo de don Cristóbal. A García Lorca sí que le sigue teniendo ganas la caverna ultraderechista española, esa que piensa que bien asesinado estaba por rojo y maricón. Mientras tanto los libros de texto aprobados por el Ministerio de Educación del gobierno del PP para la educación primaria de este país afirmaban hasta no hace mucho que Lorca se murió.


Si nos descuidamos y vuelven a gobernar no me sorprendería que modifiquen el “dato” afirmando que anda todavía por ahí “haciendo las Américas con su compañía”.

Al poder político, económico y eclesiástico nunca le gustaron los títeres de cachiporra porque hacían hablar y actuar a unos muñecos de guante y de madera pero no le quedaba otro remedio que tolerarlos en la mayoría de las ocasiones, por esa misma razón, so pena de hacer el ridículo porque tendrían que encarcelar no sólo al titiritero sino al títere, medio que expresa la irreverente burla.

Como afirma la periodista Marta Peirano en un interesantísimo artículo del que les he puesto el enlace más arriba

Los títeres de cachiporra son políticos de nacimiento y violentos por definición: son la proyección popular de la libertad contra la opresión. Se reconocen porque no son de cuerda sino de guante, y porque siempre pegan al poderoso, al rico, al policía, a la autoridad”

Si se afirma que los contenidos de la representación eran violentos y no para niños convendría recordar lo que la aludida obra coproducida por Lorca y Falla decía y hacía. Reproduzco literalmente un párrafo del interesante artículo que ya les ha mencionado:

"Oigan señores el programa de esta fiesta para niños, que yo pregono desde la ventanita del guiñol, ante la frente del mundo", dice Lorca. Su Don Cristobal es un viejo verde que se casa con la bella Rosita en contubernio con la codiciosa madre de la muchacha, que le pega los cuernos con cuatro amantes hasta que queda embarazada de cada uno de ellos. A medida que van saliendo los niños, Don Cristobal les sacude un porrazo porque cada uno es de un hombre distinto. Esto es sólo el comienzo de un largo relato de enredos, cachiporrazos y crueldades sin fin.”

Por cierto, aunque no es un guiñol sino un muñeco de paja de tamaño natural vestido de negro, en el festejo de Carnaval de Villanueva de la Vera (Cáceres), el Peropalo representa a un personaje malvado, un hombre de poder según algunas versiones, que es manteado, descuartizado, disparado con escopeta y finalmente quemado por la población de la localidad que participa en la festividad. Esa actividad es representada en plaza pública ante la vista y jolgorio de niños y mayores. ¿Violento? Es un muñeco.

El toro de La Vega, un animal de carne y hueso, es alanceado hasta su muerte en la localidad del mismo nombre en una fiesta que se considera una tradición y nadie ha prohibido. También hay niños entre los pobladores de la localidad. No he escuchado a muchos jueces ni padres de allí escandalizarse ni les he visto rasgarse las vestiduras.

Y ahora vayamos al fondo de la cuestión:

En el teatrito de pressing catch (recordaré que es una representación con tongo socialmente asumido) al que nos tienen acostumbrados la derecha del PP y su “oponente” de turno (durante muchos años el PSOE, hoy Podemos y sus marcas) ganar una posición, colarle un gol es un objetivo en el que ambos ponen el máximo empeño. Nada real se transforma en esa performance política.

La representación de ese teatrito de Don Cristobal que conforman PP y Podemos suele ser incruenta, salvo la dimisión de algún personaje menor. En este caso, la peleita virtual a través de los medios y de las redes sociales, en las que los hinchas de un lado y de otro participan como comparsas airadas, sí que ha tenido su consecuencia. La prisión provisional y sin fianza de Alfonso Lázaro y Raúl García por decisión de un juez fascista, con pasado como policía franquista, llamado Ismael Moreno, del que recomiendo conocer su http://canarias-semanal.org/not/17736/el-juez-de-los-titiriteros-un-ex-policia-franquista-metido-a-magistrado-de-la-audiencia-nacional/ ¿Hay razones para inhabilitarlo como incapacitado para impartir justicia? Yo creo -pero es sólo una opinión en mi ejercicio de la libertad de expresión- que SÍ.

Entrar a explicar el contexto de la obra, los significados reales de las escenas “violentas” y el papel que juega la pancarta “Alka-ETA” como explicación de tantas pruebas fabricadas por una policía de comportamiento mafioso y terrorista (recordemos el caso Alfon, en prisión FIES) es caer en la trampa de situar el derecho a la libertad de expresión y de creación intelectual a la defensiva. ¡VOSOTROS FASCISTAS SOIS LOS TERRORISTAS!

Conviene aclarar que la compañía Desde Abajo actúo contratada por el Ayuntamiento de Madrid cuando era alcaldesa Ana Botella y entonces nadie se rasgó las vestiduras, del mismo modo que esta compañía ha actuado en diversas localidades de España sin que nadie lo hiciese, quizá porque los responsables de la representación objeto de tanta ira garrula siempre han distinguido entre sus obras para niños y sus obras para adulto y dejado claro que ésta lo era para adultos. Otra cosa muy distinta es la responsabilidad de quienes contrataron su actuación.

La caverna mediático-fascista gritaba “apología de ETA, violaciones en un espectáculo con niños. ¡Crucifícalos!”. Y el “juez” Ismael Moreno sin esperar a que pasaran los carnavales y que llegase la Semana Santa, se saltó todo el período de la Cuaresma y les crucificó. A la fiesta se sumo ese engendro de la AVT, que ha secuestrado el nombre de las víctimas del terrorismo, se ha querellado contra unos cómicos que movían a unos títeres representando una función. Y de paso, ha dejado en el más lamentable ridículo a la memoria de esas víctimas y a los familiares de las mismas que no hacen bandera fascista de la sangre.

¿Pero era un espectáculo para niños?

Lo primero que convendría saber es cuántos fueron los padres escandalizados, qué conocían o no de la tradición de los títeres de cachiporra y si se rasgan igualmente las venas ante los espectáculos degradantes que en horario infantil nos dan televisiones como Tele 5 o si controlan los contenidos televisivos, así como los usos del móvil y de Internet que hacen sus hijos. Tengo la convicción de que una buena parte de los airados padres ante el teatrito de títeres no pasarían la prueba.

En segundo lugar convendría preguntarse a qué jugaron los organizadores y responsables de comunicación del Carnaval de Madrid (Ayuntamiento) cuando comunicaron a la vez que no era un espectáculo para niños sino para adultos y que era para todos los públicos:





Podemos y sus marcas blancas, Carmena y su equipo municipal se superan. Hasta ahora habían sido capaces de decir una cosa y a renglón seguido otra. Pero decir dos cosas opuestas a la vez entra dentro de la categoría de lo insuperable.

Convendría interrogarse por el carácter progresista de la Concejala de Cultura y ex okupa del Patio Maravillas (gran precursor podemita), corriente institucional de pacto con el Ayuntamiento de Madrid de la era Gallardón, doña Celia Mayer, cuando presentó denuncia a través de Madrid Destino (empresa municipal) contra los dos titiriteros por enaltecimiento del terrorismo. Actúo igual que la AVT, Ismael Moreno y la Brunete mediática fascista. Su decisión, por elevación, es como si la hubiera tomado la Alcaldesa Manuela Carmena, esa señora tan defensora de los derechos humanos que dejó morir a un preso de los GRAPO, cuando era jueza penitenciaria, que se encontraba en huelga de hambre pidiendo mejoras de las condiciones carcelarias y reagrupación de los presos.

Que ahora Celia Mayer, máxima responsable de Cultura en el Ayuntamiento y, por tanto, del Carnaval de Madrid, o al menos de su parte municipal, se plantee retirar la denuncia es sólo consecuencia oportunista, que no sensible, del cabreo popular y democrático contra el encarcelamiento de los dos titiriteros de Desde Abajo.

No basta con que cesase al director artístico municipal que programó la contratación de los títeres en un intento de soltar lastre, hacer rodar una cabeza de turco y salvar sus posaderas municipales. Debe dimitir ella misma, como máxima responsable de Cultura y, en consecuencia, de la programación del Carnaval de Madrid en la parte que compete al Ayuntamiento. Su papel como chivata de la policía, acusadora e incriminadora e inquisidora de dos pobres cómicos, lo exige y la decencia política, de la que tanto alardean los podemitas, también.

Que doña Manuela Carmena calificase de “espectáculo deleznable” la representación sólo indica que la deleznable, indigna y despreciable es ella, incapaz de asumir los errores municipales como máxima representante de un Ayuntamiento que un día sí y otro también hace el ridículo por sus idas y venidas, pseudoavances y retrocesos reales (Ley de Memoria Histórica municipal parada), desprecios a los trabajadores de limpieza municipal, Coca-Cola (arbolito navideño de la marca cuando ellos están en lucha), progresismo de cartón piedra, exhibición de orgullo porque Madrid sea con su mandato un lugar privilegiado para especuladores internacionales, reino de Taifas administrativo y casa de tócame Roque de descoordinación. 

¿Está la señora Carmena, jueza jubilada, mostrando una pauta de comportamiento corporativa con el sector más reaccionario y fascista de la judicatura, en concreto con alguien como Ismael Moreno? La pregunta creo que no es demasiado ociosa.

En su calificación de la obra, la señora Carmena no quedó muy por detrás del Ministro del Opus y violento destructor de libertades, y personaje siniestro, Jorge Fernández Díaz, para el que la representación fue “repugnante”

La explota-bebés, para su promoción personal, en el Congreso -que tiene guardería y ella misma una nany que esperaba fuera al niño- y antiabortista (“El aborto no es un tema que construya potencia política de transformación social y, por lo tanto, no es prioritario” , Carolina Bescansa, una de las máximas dirigentes de Podemos, ha declarado sobre la cuestión lo siguiente:

"El ayuntamiento de Madrid resolvió de manera inmediata y fulminante el asunto, relegando de su responsabilidad a las personas que organizaron el carnaval y denunciando a los titiriteros" (…) "Este es un asunto deplorable. Fueron unos títeres absolutamente impresentables. Aquí lo que ha pasado es que ha habido una compañía que ha hecho una cosa muy mal y ahora deben responder"

Pero si todo lo anterior indica la calaña humana de los apaleadores de titiriteros, no debemos olvidar a los relativizadores de la criminalización.

Veamos el vídeo de la intervención de la señora Bescansa con sus consideraciones sobre el asunto:



Veamos como Pablo Iglesias intentaba hacer luz de gas sobre la cuestión:


Es cierto que hay cosas muy graves en este país pero no le preocupan tanto al señor Iglesias como el intentar zafarse del comportamiento irresponsable y de chivatos de la policía de Podemos y de su marca blanca en el Ayuntamiento de Madrid, Ahora Madrid.

Ramón Espinar, senador de Podemos por Madrid, e hijo del usuario de tarjeta black de Bankia, y miembro del PSOE del mismo nombre, intentaba zanjar el asunto con una mera alusión a error.


Y los titiriteros acusados por los podemitas que se pudran en la cárcel.

El diputado de Podemos en la Comunidad de Madrid, Emilio Delgado, sube un escalón y llama "zumbados" a los dos artistas, a quienes acusa de abusar de la confianza de quien les contrata y de la atención del público. 




De paso, que nada debe ser desaprovechado, ataca a sectores de izquierda por criticar las canalladas de Ahora Madrid, títeres de Podemos. 

Tengo calificativos hacia este señor que estoy recitando mentalmente pero que no los traslado al texto por respeto a todos ustedes. 

Para Jorge Moruno, voz de su amo de Público (diario oficial de Podemos) y de Roures y dirigente podemita, el problema estaba en el comportamiento de los artistas, razón por la que echaba su palada de basura sobre ellos, sin olvidarse de atacar a quienes denunciamos la canallada de su partido.


Un sujeto realmente aborrecible este señor.

Conviene señalar que cuando ante un “error” -vulgo canallada del cobarde que evita asumir sus propias responsabilidades sin descargarlas en quienes no la tienen- se actúa mancomunadamente en una estrategia de luz de gas sobre esos “errores”, desvío del balón y colectiva actuación indigna (algún día habría que pedirles explicaciones a los cheerleaders podemitas en las redes sociales, capaces de justificar las mayores infamias de su partido, del mismo modo que sucede en otros partidos) estamos ante una asociación de canallas sin principio moral alguno.
Mención aparte están todos esos opinadores de ocasión que por motivos políticos, desinformación o mala intencón, que de todo ahí quieren quedar bien con unos y con otros, hacer casar lo justo con lo injusto, repartir culpas entre quienes la tienen y quienes no. Me refiero a los que dicen aquello de “injusticia” “barbaridad”, “salvajada”, “arbitrariedad” PERO...no era para niños.

Ese PERO está paliando lo que dice rechazar, la cárcel. “Olvida”, “ignora” o hace “abstracción” de que los titiriteros aclararon siempre que su espectáculo era para adultos y que el “error”, que no es simple “error” sino una mezlca de estupidez, inepcia, malas artes, engaño, cobardía y falta de decencia, hace que la carga de la prueba caiga del lado de políticos, administradores, creadores de envenenada opinión y forofos incondicionales de lo que diga el político de turno, sin un instante de vacilación, duda, investigación y reflexión sobre los hechos. Consecuencia: dos inocentes entrullados.

Una de las campeonas de ese PERO es la señora Ada Colau, alcaldesa de Barcelona. Fíjense en la parte final de su texto en facebook



Por cierto, doña Ada Colau repite los mismos esquemas de comportamiento con los trabajadores del Metro de Barcelona que en su día tuvo Esperanza Aguirre, con los del Metro de Madrid, negándose a dialogar con ellos mientras estén en huelga. Cosas del cambio de los gobiernos de progreso.

En ese discurso de equidistancia calculada está la esencia del discurso podemita, ciudadanista, reformista y de la gente. Un proyecto que sólo consiste en defender el voto con uñas y dientes para hacer vaya usted a saber qué porque, ante el menor contratiempo o presión, se bañan en dos ríos a la vez, matizan y reculan. Lo importante es para ellos el gobierno, que no el poder. Una vez aposentados en él ya se irán improvisando y dosificando las renuncias, si no se producen todas a la vez, estilo Syriza. Y es que el capital sabe muy bien que cuando se le agotan unos caballos hay que cambiarlos por otros de refresco que mantengan la ficción gatopardiana de "cambio" en base a ilusiones de ilusionistas para ilusionados que, cuando se desilusionen, se irán a casa completamente desmovilizados porque tampoco es cosa de esforzarse mucho más allá de votar cada 4 años.

Son otro tipo de cómplices con la opresión y con la salvajada arbitraria de un juez y de una coalición de políticos sin escrúpulos de unos y otros partidos. Y son cómplices por oportunismo de salvar los votos hasta de donde nunca les llagarán.

Sólo pondré un ejemplo que me resulta particularmente triste porque proviene de alguien, hoy recién estrenada diputada, a la que conozco personalmente, con quien he tenido en el pasado un trato afable y que, por encima de las capacidades políticas de las que disponga, siempre he considerado una buena persona. Me refiero a la diputada de IU-UP, Sol Sánchez.


Uno no se equivoca nunca si ante el atropello y la arbitrariedad del poder y de la judicatura condena a ambos porque no hay matices ante lo injusto y descabellado.

La alusión al supuesto “error” o bien cargaba algo de responsabilidad en los artistas o bien suavizaba la canallada política como algo involuntario.

Es cierto que posteriomente Sol Sánchez, en una acción que la honra, matizó su tuit anterior en varios otros






Ante la dinámica de fascistización del Estado capitalista español sólo nos caben dos cosas: exigir la inmediata excarcelación de los dos titiriteros y la retirada de las iniciativas del ministerio fiscal contra los 300 sindicalistas, junto con la exigencia de las responsabilidades políticas y de otro tipo que corresponda aplicar a los criminalizadores en cada uno de sus ámbitos, y organizarnos para la pelea porque la lucha contra el neofascismo estatalizado y contra el capital que se ampara tras él será especialmente dura.

Es caro el oficio de titiritero cuando se paga con la cárcel un trabajo por el que apenas iban a cobrar 1.000 euros por las dos actuaciones cuando el encargado de programar las actuaciones iba a cobrar 5.600 y la coordinadora artística de la empresa municipal organizadora de los Carnavales, Madrid Destino, se llevará 23.000 euros.

¡Cómicos!
Duermen vestidos,
viven desnudos,
beben la vida a tragos.
Son adorados,
son calumniados
como dioses de barro.”
(Victor Manuel San José)