El caos hoy en Irak, efecto de
la fracasada invasión anglosajona de Blair- BabyBush, es
la crónica de una muerte anunciada de un país descuartizado, la antigua
Mesopotamia, que implosiona en el corazón de Medio Oriente y vaticina(ba) su
balcanización en tres pedazos: 1) El chiíta árabe sureño (entre 60 y 65 por
ciento de la población); 2) El sunnita árabe norteño-central-occidental (20 por
ciento), y 3) El sunnita kurdo no árabe (15 por ciento)en el noreste, como
preví hace 10 años en mi libro Irak: Bush bajo
la lupa, que puede descargarse gratuitamente.
Kissinger abogó por la balcanización de Irak (capítulo
cuarto; subtema 77), mientras el ex primer ministro israelí, general Ariel
Sharon, hoy en coma, preconizaba la creación de Kurdistán (capítulo cuarto,
subtema 80).
Desde hace un año se había detectado la operatividad
transfronteriza desde Siria hasta Irak del grupo sunnita Isis (por sus siglas
en inglés) – Daesh, en árabe–, que significa “Estado Islámico de
Irak y Levante (Siria
y Líbano)”, que contaría con el respaldo, según los multimedia persas, de
las seis petromonarquías del Consejo de Cooperación del Golfo.
Hoy, Isis domina 20 por ciento del territorio del noroeste
de la antigua Mesopotamia y gran parte del noreste de Siria, mientras que
gracias a las políticas nada cristianas de la dupla
anglosajona los cristianos de Irak han sido erradicados como sus grandes
perdedores.
En forma coincidente, la división etnoteológica de Irak
refleja su balcanización petrolera.
Tanto Oil & Energy Insider comoOilPrice.com evalúan
el significado de la desintegración de Irak para los mercados petroleros,
lo cual es retomado por el portal TestosteronePit.
Irak es el segundo productor más importante de la OPEP, con
3.3 millones de barriles al día (mbd), lo que representa poco más de 3.5 por
ciento del abasto global pero que, más relevante aún, constituye la quinta
reserva global con un petróleo de calidad ligera muy valioso y de bajo precio.
Un trascendental reporte de la Agencia Internacional de
Energía (IEA, por sus siglas en inglés), con sede en París, consagrado en
exclusiva a Irak, vaticina que triplicaría su producción en las
próximas décadas para alcanzar casi 10 mbd.
Isis controla ya la mayor refinería de petróleo y la planta
eléctrica de Baiji (200 mil habitantes, a 210 kilómetros de Bagdad, en la
carretera que la conecta con Mosul); domina también la región petrolera de
Siria: en Deir-Ez-Zour, Hasakah y su valle del Éufrates. ¡Isis sabe demasiado
de geopolítica!
La cotización del barril empieza a escalar, al unísono del
gas interrumpido en el trayecto de Rusia a Ucrania.
De forma simultánea confluyen las proto balcanizaciones de
Ucrania (en su parte oriental) con las de Siria e Irak, que (en)marcan la
reconfiguración cartográfica del nuevo (des)orden global, desde el mar Negro,
pasando por el Cáucaso hasta Medio Oriente.
Sesenta por ciento de la producción de Irak se localiza en
la parte chiíta, la región de Basra –su principal puerto y, en fechas
recientes, segunda ciudad antes que Mosul–, desde donde es exportado su
petróleo por el golfo Pérsico.
En la región chiíta sureña operan las trasnacionales
petroleras BP, Petro China, la china CNPC y Lukoil en los campos súper gigantes
de West Qurna uno y dos.
Los otros pletóricos yacimientos se encuentran al norte,
principalmente en la región autónoma de Kurdistán, en las cercanías de la
ciudad kurda de Kirkuk.
Existe una brutal competencia por la salida de los tres
oleo/gasoductos de Irak: 1) el kurdo no árabe (en torno a Kirkuk, que contaría
con el apoyo de Israel y las petroleras de EU), 2) el chiíta del sur de Irak
(proyectado a conectarse desde Irán hasta Siria, en la costa oriental del mar
Mediterráneo), y 3) el sunnita árabe, que muy bien pudiera estar interconectado
con las seis petromonarquías del Consejo Árabe de Cooperación del Golfo.
Un escollo mayúsculo del óleo/gasoducto construido por el
gobierno autónomo de Kurdistán es su travesía por Turquía.
Exxon Mobil, emperador de las trasnacionales
anglosajonas, se adelantó premonitoriamente a las jugadas de Isis
cuando había realizado un acuerdo bilateral con la región autónoma de
Kurdistán, ante las barbas del gobierno central del hoy atribulado primer
ministro chiíta iraquí Nuri Maliki.
Exxon
Mobil también se adelantó a la captura de Mosul, en la provincia de
Nínive, donde colocó con antelación plataformas petroleras listas a iniciar la
extracción.
Según Chris Martenson, el peor escenario es un
conflicto regional entre los chiítas de Irán contra los sunnitas de Arabia
Saudita en Medio Oriente, que comprometería el transporte en el estrecho de
Ormuz, donde cruza 40 por ciento del flujo petrolero global, lo cual
pudiera llevar el
precio del barril a 200 dólares.
A mi juicio, otro factor preponderante es el financierista y
su lavado: uso de tácticas mafiosas por Isis “para
obtener fondos sin los donadores del golfo Pérsico”.
Antes de la captura de la rama del banco central en Mosul,
que contenía 450 millones de dólares y varios lingotes de oro, Isis contaba
entre 200 y 500 millones de dólares en efectivo provenientes de la explotación
del petróleo en la parte oriental ocupada de Siria, así como
de actividades criminales, como asalto a bancos, extorsiones, secuestros,
robos y contrabando, de acuerdo con un anónimo funcionario del
contra-terrorismo de EU, quien expresa una frase aterradora: obtienen algo
de dinero de donadores foráneos que palidece en comparación con su autofinanciamiento.
Al subsecretario del Tesoro de EU, David Cohen (muy cercano
a Israel), tan estricto en los traspasos de dinero del gobierno turco para
comprar el gas iraní, se le escapa detectar las grandes cantidades de dinero
que maneja Isis.
Resulta que Isis es una de las organizaciones
extremistas mejor financiadas en el mundo. ¡Cómo existen analogías entre Los
Zetas mexicanos y los sunnitas de Isis!
Parece el guión sacado del nuevo paradigma de
seguridad: la célebre “ecuación 2,2,2,1”
–del general Martin Dempsey, jefe de las fuerzas conjuntas de EU –que
significa 2 pesos pesados (Rusia y China); 2 pesos medianos (Irán y
Norcorea); 2 redes (Al Qaeda y el crimen trasnacional organizado), y un sistema
(ciberseguridad).
La ecuación 2,2,2,1 exhibe que la red de Al Qaeda y sus afiliados (léase: Al Shabab, AQPA, Boko Haram, Al Nusra, Isis etcétera) van desde Afganistán, Pakistán, atraviesan la península Arábiga, la parte oriental (sic) de Siria, la región occidental (sic) de Irak, Yemen, Somalia, norte de África y África occidental, pasando por Nigeria. ¿No es, acaso, lo que está sucediendo ahora?
La ecuación 2,2,2,1 exhibe que la red de Al Qaeda y sus afiliados (léase: Al Shabab, AQPA, Boko Haram, Al Nusra, Isis etcétera) van desde Afganistán, Pakistán, atraviesan la península Arábiga, la parte oriental (sic) de Siria, la región occidental (sic) de Irak, Yemen, Somalia, norte de África y África occidental, pasando por Nigeria. ¿No es, acaso, lo que está sucediendo ahora?