elEconomista.es. 8/12/2012
El futuro del euro se decide en la Cumbre que los líderes de la UE mantienen hoy y mañana en Bruselas. Una afirmación repetida en numerosas ocasiones, aunque ahora, con Italia y España en el ojo del huracán, las complicaciones han crecido. Por eso, algunos bancos centrales se están cubriendo las espaldas ante la posibilidad de que el resultado sea negativo y acabe provocando una ruptura de la zona euro.
Según informa hoy el diario estadounidense “The Wall Street Journal” citando a fuentes cercanas a la situación, los supervisores financieros de algunos países han comenzado a elaborar planes de choque para afrontar una posible salida de algún miembro de la región comunitaria o, incluso, una desintegración total de la eurozona.
Entre otros, el rotativo cita al banco central de Suiza, que estudia sustitutos para el euro como divisa de referencia para tratar de mantener estable el valor de su moneda. Por su parte, el Banco Central de Irlanda estaría analizando si necesitará prensas adicionales en caso de que deba imprimir nuevos billetes para una moneda nacional.
Otros países europeos al margen de la moneda única, como Montenegro o Letonia también contemplan medidas de defensa con las que protegerse ante una posible caída del euro.
Planes preliminares
Las fuentes citadas señalaron que se tratan de planes de contingencia preliminares y que en ningún caso se está dando por sentado que la zona euro vaya directa a la disolución, una opción que hasta ahora tanto los líderes europeos como los propios banqueros centrales han rechazado.
Sin embargo, los más pesimistas dudan de que la Cumbre de esta semana consiga dar un giro a la difícil situación, en vista de cómo concluyeron encuentros anteriores, y tras las declaraciones de ayer de fuentes del Gobierno germano que enfriaban los ánimos de cara a un pacto.
En este punto, con Italia y España al borde del abismo, muchos analistas y expertos consideran que un recrudecimiento de las tensiones en los mercados haría temblar los cimientos de la propia unión monetaria obligando a una separación forzosa de la región.
JP Morgan Chase difundió el miércoles un informe en el que recomienda a las empresas e inversores que estima que la probabilidad de que ello ocurra es de 20%.