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6 de junio de 2023

SUMAR Y PODEMOS JUNTOS A LAS GENERALES ¿QUÉ PUEDE SALIR MAL?

Ya veremos en qué acaba esta carrera de tres pies

Por Marat

Cualquiera que esté mínimamente al tanto de la tragicomedia del teatro de títeres de cachiporra en el que han estado enzarzados los últimos años los progres a la “izquierda” del PSOE está al cabo de la calle de cuál es el ambiente y el estado emocional en esa variopinta fauna y entre sus menguados votantes.

Hasta el 28 de Mayo todo eran broncas, ataques más o menos sutiles, más o menos groseros, descalificaciones y envenenados llamamientos a una supuesta unidad, que cada parte pretendía imponer desde un “trágala” tácito en unos casos (Díaz con su construcción primero de Sumar), explícito en otros (Iglesias y sus “majorettes” Belarra, Montero, Echenique y Verstrynge con su exigencia de primarias).

Sumar ha recibido un mazazo brutal con la pérdida de Compromís del Ayuntamiento de Valencia y el poder compartido en la Generalitat Valenciana, la pérdida de 7 concejales de Más Madrid en el Ayuntamiento de la capital (Pitita, perdón, Rita Maestre se dejó por el camino 200.000 votos), sólo compensada parcialmente por su mantenimiento en el Parlamento Autónomo, y la más que previsible pérdida de la alcaldía de Barcelona por parte de los Comunes. Los moderadísimos éxitos de otros grupos de Sumar, como CHA o IU, donde ésta ha ido sola o con otros grupos al margen de Podemos, son bagatelas en comparación con las pérdidas. El proyecto de Sumar y la imagen de Yolanda Díaz parten debilitados hacia las generales del 23-J.

Podemos ha cosechado un fracaso garrafal. De los 47 diputados autonómicos que tenía en 2019 ha pasado ahora a 14. Ha desaparecido de la Asamblea de Madrid, continúa sin tenerla en su Ayuntamiento, ya no está el Parlamento Valenciano y ha perdido sus cargos en la Generalitat, no ha obtenido ningún representante en el ayuntamiento de Valencia, ha desaparecido del parlamento canario, ha perdido todo su poder ejecutivo en gobiernos municipales y autonómicos en los que ostentaba alguno y el PSOE gobernaba. Donde se ha presentado sin IU, o donde ésta iba en coalición con otros grupos distintos a Podemos, a estos les ha ido peor aún que a los de Garzón (es lo que tiene ser un partido sustentado sobre el tuit, la televisión y unos cuántos medios digitales, eliminando militancia por si le sale crítica). Juntos apenas llegaron a los 750.000 votos.

Sin duda, el gran perdedor de municipales y autonómicas ha sido el PSOE ya que se quien gobernará en Jaen ha esfumado casi todo su poder territorial. De las 9 autonomías en las que gobernaba no ha revalidado gobierno más que en Asturias y Castilla-La Mancha. Cabe imaginar que lo logre también en Navarra, si no vuelve, como en otros tiempos, a dar su voto a la investidura del candidato de UPN, para no contar con Bildu en la propia. Pesará en su decisión el slogan fascista “que te vote Txapote” y la inoportunidad del “affaire” de las listas de los abertzales en momento político tan delicado. En las municipales ha perdido !7 ayuntamientos y sólo está en estos momentos en condiciones de gobernar en 6. De las capitales andaluzas quizá logre mantener Jaén. Es una clara premonición de lo que muy probablemente sucederá en unos meses: la victoria del PP el 23-J. Aún así la distancia en votos entre el PSOE por un lado y la suma de los obtenidos por Podemos y los partidos componentes de Sumar es sideral: en torno a 4.500.000 votos. Esto tendrá su peso psicológico entre quienes deban decantarse en la convocatoria de julio por una papeleta de la izquierda.

Así las cosas,”dicen” en Sumar y en Podemos que están negociando una candidatura conjunta para las generales que una a “progresistas y demócratas” para defender lo logrado y ampliar los derechos sociales (Díaz “dixit”) y frenar a la derecha y a VOX, en versión de Podemos. Distinta letra y notas musicales para un mismo objetivo

Entonces, ¿qué puede salir mal? TODO

Porque no es creíble

O sólo lo es para esas mentes ingenuas, absolutamente desinformadas y con la suficiente dosis de autoengaño, y esas cada vez son menos, para no querer ver lo evidente: que la negociación, si es que hay algo que mínimamente evoque una caricatura de tal cosa, no se está produciendo con voluntad de acuerdo sino de imposición, agotamiento del enemigo por presión del tiempo (límite de plazo 9 de junio) -perdón, futuro socio – y exclusiones mutuas teñidas de agresiones verbales y de ataques silenciosos.

Yolanda Díaz ha construido un “partido instrumental”, antes movimiento, que le ha servido para postularse como líder de todo el espacio, ayer figuradamente amplio, hoy potencialmente mínimo, a la izquierda del PSOE, entretejer complicidades provisionalmente sólidas con sus aliados internos con los que tiene mayor sintonía (ya veremos con el tiempo en que acaban esas fraternidades) y montar una pequeñísima pista de aterrizaje sobre el mar para el avión en llamas de Podemos, mientras desde la torre los controladores aéreos (Díaz nunca se mancha las manos personalmente, aunque sus proyectos pasados de unidad de las izquierdas gallegas han dejado un reguero de muertos políticos) dictan los nombres de los que deben ser lanzados a los tiburones para permitir que el ya carbonizado avión aterrice. Para ello cuenta con la disidencia interna podemita, que se multiplica por días, los rechazos más o menos explícitos de Compromís y Más Madrid (el siniestro y vengativo Errejón siempre agazapado en las sombras) a incluir las principales caras de Podemos en ciudades importantes y lugares destacados de las listas.

Podemos lleva años arrimando el hombro para lograr la unidad de la izquierda. Ya apuntaba maneras con aquello de “cuécete en tu salsa llena de estrellas rojas y de cosas, pero no te acerques”, que les dedicó Iglesias cariñosamente a sus excompañeros de IU en 2015. Luego absorbió a una parte y enfeudó a la otra. O cuando la dirección de Podemos fue purgando disidentes, ninguneando a dirigentes territoriales elegidas por sus exiguas bases contra el criterio del macho alfa. O cuando hace más de un año Iglesias recordó a Díaz que era vicepresidenta del Gobierno gracias a Podemos, o sea, a él, tratando de atarla en corto, a pesar de que ella no era de Podemos sino del PCE. O cuando exigía una negociación de igual a igual entre Podemos y Sumar, sabiendo que eso no sería admisible porque Sumar iba a ser un conglomerado de grupos, lo que supondría asumir a Podemos como hermano mayor, cuando a todas luces, incluso antes del resultado del 28-M, ya no lo era. O cuando ha estado meses exigiendo primarias para sumarse a los que ahora dice querer unirse, cuando las hemerotecas están plagadas de denuncias de miembros y exmiembros de Podemos que denunciaron en su día un buen número de pucherazos en primarias digitales podemitas. O cuando calificaron a sus supuestos futuros socios como “izquierda cuqui”, hasta el cierre de campaña de las elecciones de mayo, y a sí mismos como “izquierda valiente” ¡Menudos valientes que ahora llaman a la puerta de Sumar para juntarse con los cuquis!

Porque huele mal

Hay una generación de políticos entre la treintena y la cuarentena cuyo primer empleo en su vida ha sido el de concejal, alcalde, diputado autonómico o nacional, ministro, asesor o liberado por su partido. Algunos han vivido siempre de un chiringuito (fundación, ONG). Decían ser una Juventud Sin Futuro, ¿recuerdan? El grito de los jóvenes de clase media (eso era el 15-M) del “No nos representan” acabó representado en la mesocracia institucional (eso es Podemos, la IU actual Más País/Más Madrid y otros grupúsculos nacidos del estallido de la supernova podemita)

El miedo al paro y la búsqueda de empleo es un potente pegamento unitario ¿Les imaginan volviendo a trabajos de cajera de supermercado, pizzero, aforadora del Metro de Madrid, becario o profesor universitario asociado?, por citar sólo algunos empleos previos de dirigentes de algunos partidos de los que hablamos Hoy tener título universitario, lo tienen casi todos ellos, vale muy poco. No descenderían tanto de status. La política es un ámbito de relaciones. Siempre encontrarían el amparo de un trabajillo mejor que que tuvieron antes de vivir de la política pero sin el brillo de las cámaras, del saberse poseedores de la información ajena al ciudadano común, de estar donde se corta el bacalao, viviendo vidas anónimas, soportando las vulgares y aburridas conversaciones de los compañeros, preocupados por los nuevos salarios tan poco elásticos,...Ya hay una inflación de tertulianos políticos de medio pelo. No hay televisiones para todos.

Esa, por encima de cualquier otra, es la razón que moviliza la búsqueda de acuerdos: el miedo a quedarse fuera de la política profesional. El ejemplo de Teresa Rodríguez y de Kichi, mucho más que el de Garzón, que seguirá cobrando como Coordinador General de IU y no será candidato para que en Podemos sigan su ejemplo.

El principal escollo de la negociación se concentra en Montero. Mientras para Podemos es la heroína del feminismo y el buque insignia al que salvar por su rol como Ministra de Igualdad, para Sumar y sus partidos miembros Montero resta. Es algo compartido por la disidencia podemita partidaria de la unidad dentro de Sumar, aunque entienden que también debe echarse a un lado el resto de la cúpula.

Si a la dirección de Podemos le importase su organización, antes que su supervivencia dentro de la política, se preguntarían por el peso que ha tenido la Ministra de Igualdad, el resultado de sus leyes, la imagen pública que transmite y sus actitudes en la pérdida de votos de su partido. Pero no parece que vayan a hacer tal cosa.

Por el contrario, los dirigentes de Podemos mezclan victimismo, al aludir a una dinámica de "venganza", “humillación y "presión" para que Montero quede fuera de la negociación, con chantaje, al afirmar que "cualquier voz que refuerce esas críticas, esas campañas contra el feminismo, lo único que hacen y lo único que consiguen es poner una alfombra roja a la derecha y a la extrema derecha", identificando, de paso, al feminismo con la señora Montero, cuya política ha dividido al propio feminismo.

Iglesias juega a ser el Basilisco que envenena desde fuera el clima de la negociación, acusando a Compromís, los Comunes y Más Madrid de vetar a sus dirigentes en las listas de la Comunidad Valenciana , Cataluña y Madrid. Mientras, la impávida Belarra calla, demostrando, como muñeca de trapo, quien es el jefe. Los aludidos lo niegan y denuncian que Podemos miente. Los Comunes acusan a Podemos de intentar pactar en secreto una candidatura con ERC al margen de Sumar. Todos ellos son una vulgar patulea que, como delincuentes pillados por la policía, se acusan mutuamente, mientras preparan la ruptura de las supuestas negociaciones. Y Díaz, mientras tanto en estado zen y postura de loto, diciendo que todo va bien.

Todo esté juego de "verdades" y mentiras, de trampas al supuesto convergente tiene un único objetivo: justificarse ante sus fans y hooligans de las decisiones previamente tomadas de evitar la unidad por parte de Podemos y los componentes de Sumar.

A esta edificante performance ya está faltando Macarena Olona y su tingladillo, que podrían aportar un tono de refrescante sosiego.

Porque llega tarde

Y, como en el título de la vieja película, deprisa, deprisa. Antes del 9 de junio las coaliciones electorales deben presentar sus candidaturas ante la Junta Electoral.

Ignoro si quienes lean este texto en la fecha citada se van a encontrar ante una candidatura única de izquierdas o para entonces habrá saltado todo por los aires.

Años de broncas, insultos, frustraciones y odios no se disuelven en unos pocos días para dejar paso a la paz, el amor y el acuerdo, ni aunque fuesen a las reuniones pasados de éxtasis. Al contrario, la presión de la urgencia puede exacerbar las tensiones y los rencores acumulados.

El domingo 4 de junio el PCE disolvió a la dirección nacional de la UJCE y nombró una gestora, tras acusar ésta al partido de “marginar el proyecto comunista dentro de Sumar” y de deriva socialdemócrata, como si esa deriva no se hubiera producido en 1956 con la política de reconciliación nacional. Periódicamente hay grupos de socialdemócratas del PCE que acusan a su dirección socialdemócrata de serlo, creyendo que ellos no lo son por el simple hecho de declararse comunistas. Ser socialdemócratas y a la vez estalinista es una forma perfectamente compatible de no ser comunista ni unos ni otros.

A estas alturas casi todas las direcciones regionales de Podemos han entrado en rebeldía contra su dirección nacional, exigiendo su integración en Sumar.

A la desesperada, la “banda de los cuatro” de Podemos intenta garantizar una posición independiente dentro de Sumar, que les permita ir por libre, soslayando una unidad de acción posterior.

.Como pequeños Sansoncitos, la dirección estatal de Podemos puede sentirse tentada con derribar las columnas del templo progre de Sumar y enterrar con ellos a los filisteos cuquis. Cosas de ser la izquierda valiente….salvo que las direcciones regionales les monten una “catilinaria” de urgencia y les depongan. Cualquier cosa.

No sería descartable que en este ambiente de paz, amor y mutuo entendimiento, pero urgidos por la escasez de un tiempo que se escurre vertiginosamente, los negociadores peguen una cagada del tipo de la realizada hace un año por la candidatura Por Andalucía, que iba a ser allí el primer experimento de Sumar. Como a 10 minutos del tiempo límite aún negociaban a hostia limpia, jugaron al órdago del último minuto para presentar las firmas de todos los apoderados de los partidos, no pudiendo los de Podemos ser incluidos en la coalición, por llegar tarde su firma, quedando los podemitas como independientes dentro del grupo parlamentario. O quizás más que cagada fuese una de tantas “jugadas maestras” de IU. Su fineza marrullera es proverbial frente a las jugarretas podemitas, siempre mucho más torpes.

Si finalmente hubiese un pacto sería tan provisional que saltaría pronto por los aires tras las elecciones, siendo lo más probable un engrosamiento del grupo mixto y un pequeño grupo reunido en torno a Díaz de improbable evolución, ya que ésta no tiene organización propia (su pertenencia al PCE es circunstancial) sino aliados de distintas obediencias partidarias.

Porque el voto se va a concentrar como voto útil

El espectáculo degradante que están dando Podemos y los futuros integrantes de Sumar refuerza la apuesta de Sánchez de dar un cerrojazo al gobierno de coalición, convocar las elecciones y dejar con el culo al aire a sus todavía socios, concentrando todo el voto de “izquierda posible” en el PSOE.

Está dejando de funcionar el miedo a la derecha, algo que aunque fuese minoritariamente, debería hacer pensar a la izquierda, especialmente cuando buena parte de la sociedad española ha homologado ya a VOX como partido respetable.

El cambio de ciclo político hacia la derecha y un fascismo “de nuevo tipo” no es un fenómeno nacional sino mundial. Ello favorece una tendencia de los partidos progresistas y de su electorado hacia la moderación con programas políticos de mínimos que básicamente les llevan a retroceder “disciplinadamente”, ralentizando la involución en lo económico y social.

Los fracasos de la ia izquierda radical -populista, izquierdista pero en absoluto comunista -de Tsipras, Podemos y Boric muestran los límites de un relato radical a la vez que una práctica de aceptación del Estado capitalista y su sistema económico.

La práctica del izquierdismo gritón, con señuelos progres, más ligados al narcisismo de la política de la diversidad y las identidades, propio del mundo de las clases medias, que a un programa de la clase y para la clase trabajadora, ha fracasado.

En este contexto, la diferencia entre el social-liberalismo del PSOE y el izquierdismo de Podemos y otras opciones progres (Sumar, IU, los Comunes, Más País,…) es de grado, no de sustancia. Tampoco su base social y electoral va más allá. Ello abre posibilidades de juego al conservadurismo social-liberal del PSOE. Superado el sarpullido de un radicalismo vacío se acaba prefiriendo el original a la imitación con adornos.

20 de mayo de 2018

CUANDO CAMBIAR DE CASA SIGNIFICA SALTAR DE BARCO Y CUANDO UN REFERÉNDUM ES UN PLEBISCITO


Por Marat

Imagino a algunos lectores de este texto con suficiente recorrido de vida y memoria para evocar en la referencia al barco del título la imagen en blanco y negro de cierto expresidente sentado en traje de baño en la cubierta de un yate del extinto “señor a caballo que mandaba en Madrid” (“De aquel tiempo pasado”. José Antonio Labordeta).

No era esa mi intención primera, quizá tampoco la última porque una y otra pretenden señalar la gran farsa que representan políticos que, encumbrados en el apoyo popular nacido de un discurso que condena la desigualdad, la pobreza (más que sus causas profundas, que limitan al IBEX, la mafia, la trama y la casta ¡Ay la casta!) y el estilo de vida de los poderosos, cuando la representación política, los programas de televisión y los libros -que le vienen por ser el secretario general de la todavía tercera fuerza política del país y menguando, según las últimas cantadas, como se dice en el fútbol- le da buenos dividendos, cambia una vivienda en la media de millones de ellas por un chalé de 268 metros cuadrados en Galapagar; zona residencial de la clase alta. Vivienda, por cierto, con gran piscina y casa para invitados.

No se trata de un problema de coherencia, como pretenden señalar algunos que critican este hecho con sordina, al indicar que no se puede criticar la compra de un ático por un ministro del actual gobierno y luego hacer lo mismo con la compra de un chalé de similar valor.

Eso significaría lo mismo que afirmar que si el personaje puesto ahora en la picota por tirios y troyanos no hubiera escrito ese tuit, cuando aún no era un político profesional sino un ambicioso candidato a serlo y su partido aún no existía, su compra del famoso chalé no fuese condenable.

Mucho menos es algo que no deba criticarse porque no se usa para especular o porque el dinero proviene de una pareja de muy conocidos políticos del mismo partido que lo han ganado honradamente y no proviene de la corrupción. Que se apele a la honradez económica de los flamantes propietarios del chalé tiene guasa, sobre todo porque implica que el hecho de no robar tiene un mérito extra. Por muy extendida que esté la corrupción en España, no robar no es un mérito sino lo deseable en cualquier político, por mucho que el capitalismo y el Estado como Consejo de Administración de los intereses de las burguesía, que diría Marx, ponga esto de modo realmente difícil. Es evidente que en la fase actual del capitalismo, de acumulación por desposesión, no encontraremos gobernantes honrados porque a la legislación hay que untarla con un buen aceite que mejore el engranaje de las decisiones políticas en el Estado del Bienestar en extinción y la privatización de los servicios públicos.

Me interesa hablar del comentario en redes sociales de cierto profesor de ¿¿¿¿Ciencias???? Políticas de la Universidad Complutense ironizando, o eso creía él, acerca de comprar una “vivienda” pagando 1.000 € al mes (luego hemos sabido que serían 1.600 entre los dos políticos), en lugar de 500 € de alquiler ¿En qué planeta vive este pelotillero fiel de su secretario general que no sabe el precio al que están las viviendas en Madrid para una pareja, con dos hijos a la vista? ¿Desconoce la brutal especulación que se está produciendo en ciudades como Madrid y Barcelona sobre el alquiler a manos de las SOCIMIs y fondos buitre o es que cree que todos somos lo bastante ignorantes como para colarnos un gol en defensa de su amo y de su miniyo política?

Prosigue este poeta frustrado, ex miembro de las Juventudes Socialistas y postulante a favor del SÍ en el Referéndum de la OTAN con su ironía cuando afirma aquello de “Malditos rojos que no viven debajo de un puente. Terminarán por querer estudiar en la universidad”.

En primer lugar, de rojos los dirigentes de su partido nada de nada. La socialdemocracia histórica, no la que vino después de los Felipe González, los Blair o los Miterrand les quedan a ustedes, que jaleaban al león de Atenas “bravo Alexis”, luego reconvertido en corderito al servicio del FMI, la dictadura capitalista de la UE y la OTAN, y que ahora han optado por el modelo ciudadano de un gobierno portugués de izquierda que ha convertido el país en un paraíso fiscal con más empelo precario aún que en España, lo que tiene mérito porque es difícil.

En segundo lugar, entre vivir debajo de un puente o en chalé de Galapagar de 600.000 € seguro que tiene que haber soluciones “dignas” e intermedias, ¿no cree usted, señor politólogo?

Sobre estas reflexiones del cancerbero fiel a su secretario general se articula el “relato” (que es un modo de contar cuentos), expresión tan del gusto de los trinos posmodernos, de la moralina o el culto a la pobreza y simplezas semejantes.

Las justificaciones del esforzado secretario de organización del partido respecto a las decisiones inmobiliarias de sus jefes resultan un tanto reveladoras de su ideología profunda: 


Hay un planteamiento que dice que es "incoherente" tener un buen sueldo y una buena casa y querer un país mejor en el que nadie lo pase mal. Es un planteamiento reaccionario que niega la posibilidad de ser clase media y decente al mismo tiempo.”

Su defensa de la clase media no es otra cosa que ese discurso de Albert Rivera, de ni empresarios ni trabajadores, que busca el “justo” término medio conciliador. De casta le viene al galgo ex Ciudadanos y ahora inasequible al desánimo en el combate por su puesto de trabajo político.

Ahora quiero explicar qué “significa saltar de barco”, a lo que aludo en el título del presente artículo, para desmontar tanta patraña.

En la historia del movimiento obrero hay sobradas experiencias de dirigentes (los líderes son un invento del parlamentarismo burgués) que vivieron en condiciones muy parecidas a las de la clase social que defendían. Desde Marx a Lenin en el exilio y en nuestras latitudes desde Pablo Iglesias, el de verdad, el que fundó la UGT y el PSOE, cuando eran organizaciones respetables, hasta Marcelino Camacho, cuando CCOO no era un sarcasmo, que no salió de su piso sin ascensor en Carabanchel a una vivienda horizontal hasta que al hombre sus piernas ya no le permitían el lujo de subir escaleras. Y desde luego, con muchos más méritos que los del chalé de quienes hablo, no era una vivienda como la de ambos.

Quien haya leído “La verdad sobre el caso Savolta”, de Eduardo Mendoza, habrá comprobado cómo era la vida de los dirigentes y militantes anarcosindicalistas. No eran personas que quisieran medrar a costa de la caja di lel sindicato. Ni las convicciones de los militantes se lo hubieran permitido.

Todo esto no lo hacían por una mística cristiana sobre la pobreza sino por la convicción de que, si no vives como la media de la clase social a la que dices defender, te separarás de ella.

Una de las explicaciones más claras de porqué las aristocracias obreras han convertido sus sindicatos, hoy del sistema, es porque se separaron de sus bases. Cuando estás más en contacto con tu enemigo de clase en las negociaciones de fábrica y sector a nivel local, regional y nacional que de unos compañeros de empresa a los que cada vez ves menos, salvo para elecciones sindicales y conflictos decisivos, cuando vives en urbanizaciones de lujo, cuando tus hijos van a colegios privados o concertados, cuando tu representación sindical te permite viajar mucho más que a la gran mayoría de tus afiliados, cuando negocias en restaurantes de lujo, cuando tienes tarjetas oro del sindicato (no hablo siquiera de las black), tus vivencias sobre lo que es el día a día de la clase trabajadora vienen de lo que te cuentan los cargos intermedios del sindicato o del partido, menos privilegiados que tú pero también por encima de la media del nivel de tu clase. No la comprendes, no la conoces, tus vecinos son otros, te vas de vacaciones con otra gente que no es la de origen de tu clase. De otro modo no se entienden los Fidalgo, ni los Méndez, los Toxo o los Felipe González. Eso independientemente de que los trabajadores sean más o menos combativos o aspiren a vivir todos en Galapagar o en Pozuelo.

Pero la realidad es la que es. Los trabajadores, salvo los espabiladillos sin escrúpulos y con una inteligencia media, no hace falta que sea muy elevada, si comprobamos el cociente intelectual medio de los políticos, no pueden permitirse el ascenso social que conlleva la representación política dentro del Estado burgués. Alejarse de ellos, cuando dices representarlos, es perder tu identidad política.

Cierto que los tiempos cambian, que la clase trabajadora ya no vive en los niveles de miseria de principios del siglo XX -nadie pide tanto sacrificio- pero la realidad es que un dirigente que pretenda representar a la clase trabajadora y gozar del respeto y la credibilidad de buena parte de ella no debe separarse demasiado de la misma.

Lo que ha hecho la pareja del chalé es intentar de saltar de clase social. Sospecho que porque no cree ya en que su proyecto llegue muy lejos (desde luego no a asaltar los cielos, ya que nunca lo intentaron) y que ellos, muy posiblemente, pronto no estén llamados a liderar, que no dirigir, lo que quede del proyecto.

En cualquier caso, no sirve ya como coartada poner por delante la protección y la intimidad de sus futuros hijos, como ha señalado la pareja del secretario general de su partido. Desde luego, su intimidad nunca estaría asegurada entre los vecinos de una burguesía que siempre les considerará unos “parvenus”. Mucho más lo estaría entre sus próximos en un barrio popular. Pero si has hecho de tu vida un show y has defendido que lo personal es político, al estilo de la ideología pequeñoburguesa, tan del gusto del vodevil, ni siquiera ese argumento es creíble.

Solo un último apunte antes de referirme al segundo punto que quiero tratar aquí, el del referéndum.

La famosa hipoteca concedida por la Caja de Ingenieros, una entidad cercana al independentismo catalán, a la pareja es realmente llamativa:
Tras esto mis dudas sobre la concesión de la hipoteca no vienen acerca de por cuanto, ya lo sabemos, sino a cambio de qué.

Al final, en los tratos de favor, todo tiene una explicación y no siempre, cuando sale a la luz, es edificante. 

Según informa el medio El Plural, Podemos ingresó 4,5 millones en la entidad que le concedió la hipoteca a Iglesias y MonteroEl partido al servicio de la felicidad de su caudillito y de su miniyo. Llamadlo acoso a sus vidas privadas.

Pero, si quedaban dudas acerca de las posibles evoluciones de este culebrón podemita, cojan palomitas. Más allá de las referencias acerca de que el precio real del chalé fueran 1.240.000 € y no 600.000 o de que pudo haberse comprado en 2016, con lo que ello significaría de intento de ocultación, y salir ahora a la luz pública, lo mejor viene ahora: el genial "estratego" Echenique pide una participación masiva en el plebiscito para salvar a Iglesias y a Montero y que los círculos saquen urnas a la calle con el fin de que los inscritos en el "partido de la gente" puedan participar al máximo en la farsa. Va a ser de traca. Quizá se encuentren por respuesta alguna fresca o comentarios más o menos chuscos, en los mejores casos, y abiertamente hostiles en los peores. Si hay algo que me queda claro es que a estas alturas no hay nadie al mando de la nave intergaláctica podemita. O quizá un chimpancé. 

Para ir finalizando, frente a los discursos que últimamente se han propagado por ahí de que convocar el referéndum es una muestra de democracia interna o una trampa que les ha impuesto el sistema para dañar a su partido, niego ambas.
  • La cabeza del secretario general ya venía siendo cuestionado de largo y cada vez con mayor osadía. La convocatoria del referéndum es la oportunidad para intentar cerrar, al menos de momento, su liderazgo. Ya veremos si se ve “obligado” a sacrificar a alguien para salvarse a sí mismo.
  • No hay trampa que valga por parte del sistema hacia el líder: éste ha situado, a menos de un año de las elecciones autonómicas y locales, la cuestión de su permanencia en el máximo órgano de dirección como “o yo o el caos”. Y sus palmeros a sueldo están difundiendo este fantasma.
Lo que está por ver es hasta cuando y si caerán juntos Macbeth y lady Macbeth o por fases. En cualquier caso, están llegando más temprano que tarde al final del camino. Y no hay consejos de administración del IBEX para todo el mundo. Aún hay clases y niveles.

17 de marzo de 2017

“CASTA” O “TRAMA”, LA TÁCTICA “PROGRE” DEL ENGAÑO ES LA MISMA

La trama. Sin comentarios
Por Marat

Un amigo y camarada querido me recomienda ahondar en el análisis de lo que son y representan los “progres” y me sugiere deslindar a las organizaciones de matriz obrera histórica de esa cosa en la que ha devenido el aún publicitado término “izquierda” bajo la forma del neolenguaje “progre”.

Tiene mucha razón mi amigo. Tanto la socialdemocracia histórica, de carácter reformista, a partir de Bernstein, como la corriente comunista, que arranca de Marx y Engels y continúa con Lenin, Rosa Luxemburgo y otros, tienen algo en común. Nacen de la clase trabajadora, van a la clase trabajadora y son parte de esa misma clase.

Hoy la socialdemocracia histórica, convertida en social-liberalismo del capital, agoniza, y la nueva, no tiene nada que decir, salvo invertir términos para acabar en una Syriza o en Sanders que terminó apoyando a una genocida con trastorno de la personalidad como Hillary Clinton.

En cuanto a los comunistas, diría, siendo generoso, que no estamos precisamente en el momento previo a repetir lo de hace 100 años, el asalto al Palacio de Invierno. Entre las sectas trotskistas y las estalinistas se estableció el acuerdo tácito de convertir el oceáno del marxismo, que era un pensamiento vivo, abierto, insurrecto y humanista, en un riachuelo estancado con tendencia al lodazal y a las enfermedades fecales. El marxismo y la idea comunista son mucho más que ellos. Han tenido durante decenios una voluntad de hierro para conseguirlo. Finalmente, el marxismo es mucho más que sus despojos. No lo lograrán.

Los progres actuales son cínicos que han perdido la razón de aquello que les hizo ser seres vivos, los mayores, pero les ha “colocado” en muchos casos, y los jóvenes simplemente son ignorantes sin conexión con las luchas de los desposeídos. Tendrán que cagarla por sí solos. Podrán hacerlo. Soberbia no les falta.

Dicho lo anterior, uno tiene la impresión de que estamos en el peor de los escenarios políticos, sociales, ideológicos y, por supuesto, económicos, a pesar de las proclamaciones de buenaventura y de recuperación de los medios epígonos del capital y del conformismo de quienes dices cosas como “no hay posibilidad de revolución. Lo que hace falta, aquí y ahora (¡urgente! Rebajas por fin de existencias) es un gobierno de cambio”. Cuando nos aclaren su contenido y cómo harán para poner el cascabel al gato del poder económico, seguro que nos convencen.

No sé si la revolución social sucederá finalmente. Estoy convencido, con Rosa Luxemburgo, de que la disyuntiva es, ahora más que antes, “socialismo o barbarie”. Sé que el mundo capitalista lleva decenios dando signos de agotamiento pero, en tanto que no surja una fuerza esclava que, nacida de la contradicción entre la producción social y el beneficio privado, que se oponga con proyecto y voluntad propias, la agonía criminal de la dominación continuará.

Hace unos años llegaron con el mantra de “la casta”. No se sabía si hablaban de políticos o de poder económico; indefinición calculada al estilo de la los subproductos que vendía el 15M. Poco tardaron en convertirse ellos mismos en “casta política”, en demostrar que los cargos les enloquecían, que podían matarse entre ellos por lo que para muchos era su primer puesto de trabajo: Querían envejecer dentro de “lo viejo”. Han sido una camarilla de oportunistas sin escrúpulos. Para ellos lo ideológico y lo estratégico solo eran trampantojos de una lucha por el puesto, nunca por el poder. Jamás tuvieron voluntad de tomarlo por asalto, ni por consenso. Solo querían escañear sus currículums, que para eso son unos "preparaos".

Ahora, tras poner en evidencia que su Vistalegre II no era sino el esperpento de su propia fecha de nacimiento, han dado con un nuevo invento, tras salir flojos de remos del envite: han creado el término, que es menos que concepto, aunque quieran venderlo como idea luminosa, de “la trama”.

Leamos a los dos grandes teóricos podemitas del nuevo tótem llamado “trama”:

Entonces, ¿por qué centrar el debate en el término trama? Primero, como hemos dicho, porque define los poderes reales: económicos, políticos y mediáticos. En segundo lugar, porque enlaza con una subjetividad organizada; la trama se organiza, conspira, se articula y controla el poder del Estado, haciendo de la corrupción un componente estructural del sistema político. Aunque a alguno se le erice el pelo, la actual forma del Estado no es la de un régimen democrático salpicado por casos de corrupción, sino la de un régimen oligárquico atravesado por la corrupción y apenas disimulado por instituciones aparentemente democráticas. Más de cien años después, y con una larga dictadura de por medio, la descripción que Joaquín Costa efectuó de la Restauración canovista conserva una vigencia asombrosa: “no es el régimen parlamentario la regla, y excepción de ella los vicios y las corruptelas denunciadas en la prensa y en el Parlamento; al revés, eso que llamamos desviaciones y corruptelas constituyen el régimen, son la misma regla”(1)

Los firmantes de dicho texto son Monereo y Hector Illueca, dos pelotilleros de Anguita -el que decía aquello de que cumplir la Constitución y los derechos humanos sería revolucionario, como si ambos no consagrasen el derecho a la empresa privada, base del capitalismo y de la explotación- en su Frente Cívico. Y ahora podemitas

Ambos son dos subalternos que intentan colocar la idea de que el Estado bajo el capitalismo, y dentro de unas políticas de regeneración de la vida pública, es neutro, lo mismo que ya vendió en su día el PCE (“Eurocomunismo y Estado”, de Santiago Carrillo) y que el cadáver de dicho partido vuelve a mercadear ahora con su bufonada de que la dictadura del proletariado es la “democracia participativa”, como si la factura ideológica burguesa que ha ido adquiriendo el concepto en su evolución no fuera una grosera falsificación

Para algunos, el grupo de “Pablito y los podemitas” ha dado un giro a la izquierda con la puesta en circulación de su nueva palabra tótem: “la trama”. Si a ello se le une la convocatoria de manifestaciones el 25 de Marzo por los derechos sociales, a los que liga con los derechos humanos, señalando al Ibex 35 como el origen del mal de esos derechos y, apuntando hacia las connivencias de los dos principales partidos con el poder económico y mediático, la convicción de dicho giro será plena para quienes siempre se detienen en la apariencia, sin intentar rascar sobre su superficie para dar con la realidad. Nada más lejos que tal creencia.

En primer lugar, aunque la cultura política del podemita medio no sea muy elevada, ni siquiera en ese racimo de “politólogos” que dirigen el partido, en el caso de sus ideólogos, al menos en el de Illueca y Monereo, presuponer ignorancia es ser demasiado generosos con ellos. Simplemente son unos cínicos.

Por mucho que disimulen estos matones de la metafísica podemita, conocen a Marx y saben que, para él, el Estado capitalista es una superestructura determinada por la infraestructura económica sobre la que se asienta todo lo demás y conocen que, bajo el capitalismo, el Estado no es un órgano neutro moldeable según quien gobierne y su voluntad. No se les escapa aquello de “Hoy, el poder público viene a ser, pura y simplemente, el consejo de administración que rige los intereses colectivos de la clase burguesa” de “El Manifiesto Comunista” de 1848. Recurrir a Joaquín Costa, un regeneracionista, -con todas las connotaciones que tuvo el regeneracionismo en España, incluidas las más reaccionarias-, para explicar las viejas corruptelas, les revela como lo que son: pequeñoburgueses que solo pretenden limpiar, fijar y dar esplendor al Estado del capital al que quieren servir y ya, de hecho, sirven

En segundo lugar, al destacar las connivencias entre Estado, grandes corporaciones económicas y complejos comunicacionales, lo que hacen es enfatizar la corrupción que hemos mencionado, desviando con ello la naturaleza de la formación económica capitalista, sus relaciones de poder y entre las clases dominantes y subalternas (empresarios y trabajadores) y el andamiaje juridico-legal que sustenta todo el sistema y que lo dota de apariencia de legalidad.

El PP y la burguesía catalana del 3-4%, los empresarios corruptores, la Fundación Civio, Transparencia Internacional y, en general el sistema capitalista en España, estarán agradecidos con semejante enfoque. Contribuyen a dar fuerza de ley a la propuesta, que ya ha entrado en el Congreso de los Diputados, que ayudará a legalizar la corrupción, al enterrar bajo una serie de procedimientos legales cuestiones que no estarán presentes en los documentos de relación entre políticos/miembros de las administraciones del Estado y empresarios grandes, medianos y pequeños. Estos podrán continuar engrasando la máquina capitalista, bajo la apariencia de legalidad, como ya sucede en Estados Unidos y en muchos países de la Unión Europea. Aunque el artículo fue publicado hace mucho tiempo como para que hoy lo hicieran en el mismo lugar (ATTAC) y proviene de autora argentina, de otras latitudes distintas a Estados Unidos y la Unión Europea, la política y la legislación comparadas son disciplinas muy empleadas que ayudan a que nos sirva su reflexión. El texto, relacionado con las propuestas regularizadoras de los lobbies, se llama “Legalizar la corrupción.

En tercer lugar, al tener que ver el argumentario de “la trama” con el Ibex 35 -el libro del podemita Rubén Juste “Ibex 35, una historia herética del poder de España” es parte del complejo ideológico del asunto-, lo que se escamotea es un análisis de la crisis capitalista y de toda la estructura económica de España. Ésta es mucho más que el Ibex 35,

Se oculta, con un planteamiento como el de ·la trama”, la forma e la que las legalizadas nuevas relaciones laborales favorecen a la acumulación capitalista, a la vez que potencian la sobreexplotación de los asalariados y convierten a los parados en servidumbre barata y permanente (ejército industrial de reserva, que decía Marx, y que hoy podríamos llamar trabajadores de disponibilidad incondicional).

Bajo la consigna de que las ballenas del capitalismo español nos desposeen y roban queda enterrada la realidad de una pirámide social en la que todo propietario de empresa con trabajadores está en condiciones de hacer con ellos lo que quiera, no solo las grandes empresas, de las que no se mencionan ni las condiciones de trabajo ni las contractuales.
Es la vieja consigna tramposa indignada del 1% contra el 99%, como si no existieran ni la proximidad vital de la explotación concreta ni otra realidad empresarial que las 35 empresa citadas.

En cuarto lugar, en la medida en que la categoría “trama” se contrapone para los podemitas al concepto derechos, debiera llamar la atención que Podemos hable de los siguientes derechos concretos: ingresos, vivienda, infancia, sanidad, pensiones, servicios sociales, ayudas a la dependencia, alimentación y no precariedad-. Pero excluye el derecho al trabajo. Ello les sitúa en el marco de aceptación del concepto “ocupación efectiva del trabajador” del Estatuto de los Trabajadores. Éste indica que el empresario ha de facilitar al trabajador funciones propias de su categoría profesional -de acuerdo con la jornada que el trabajador tenga atribuida, y el resto de las condiciones pactadas en el contrato-, y los medios necesarios para su ejercicio, como consecuencia del contrato de trabajo y de la necesaria asunción del riesgo que ello implica. Pero ello no significa un compromiso real del empleador con el trabajador sino la aceptación de unas condiciones dadas, siempre que el trabajo realmente se efectúe; esto es, si te dan trabajo. Para ser más claros aún, para el Estatuto de los Trabajadores, que es el que de verdad rige, y no los derechos meramente enunciativos de la Constitución, si tienes trabajo, tienes los derechos señalados respecto al modo y condiciones de su desempeño, pero ello no significa en absoluto que tengas derecho al trabajo. Podemos, sibilinamente, se sitúa fuera de la defensa del derecho al trabajo. Es consciente de que en la práctica el tener un trabajo no es un derecho. Pero lo hace sin atreverse claramente a ofrecer, de modo explícito y alternativo, su vieja consigna de la Renta Básica Universal, que va y viene en su formulación, de la que, en un futuro capítulo expondré su carácter liberal, reaccionario y precursor del “búscate la vida, que ya no hay nada público, Págatelo con el dinero que te dimos”.

Por lo demás, no hay nada nuevo que ustedes, si quisieran, no debieran haber intuido ya. La decisión sobre lo que uno es en esta vida, yunque, martillo o masa amorfa, le corresponde a cada cual. Sigan disfrutando de First Dates y de Jugones. 


4 de enero de 2017

LA ABUELA TERESA NO “MANDÓ CALLAR” LAS TONTERÍAS PODEMITAS

Por Marat

1.-Entre el hastío y la mala hostia
Confieso que me pasa con la casa de los líos de Podemos como a muchísimas personas, yo creo que a la mayoría. Me aburre y me exaspera a la vez.

Me aburre porque tiene ese aire hortera de los culebrones de pasión aparatosa, galanes con aspecto de chulopiscinas y amazonas con dramones secretos ¡Oh, ya tu sabes, María Suspiro! Me hastía esa trama machacona que entra en bucle, solo roto por espasmódicos episodios del dúo cómico Pablito -Íñiguín, en el que el primero reparte guantazos a mano abierta al segundo, al estilo caranchoa, con la diferencia de que ni tienen el mismo efecto catártico ni logran la identificación del público ajeno a la cohorte de cheerleaders podemitas de uno u otro. Cualquier fugaz reconciliación entre este dúo Pimpinela de la política tiene el déjà vu de los tahúres que juegan a la telerrealidad y es que Podemos, como producto de la casquería televisiva nació convertido en un Gran Hermano enésima edición. Sospecho que hasta tiene el mismo público.


Me enfurece porque con PoSemos pasa como con el fútbol, si no te gusta: que, o te vas a una isla desierta -ya solo las hay para los potentados que se las compran al gobierno de Tsipras, esa “esperanza de la izquierda”- o te tragas hasta la portería y la plaza de Vistalegre. No hay modo de zafarse. Si no te encuentras la coleta de Macho Alfa en un canal, ves las gafas del Milhouse podemita en otro y, si no, te cruzas con la pija de Irene Montero o la niña del colegio de monjas Rita Maestre, cogidas ambas del bracete del zampabollos Ferreras, mientras ambas defienden arrebatadamente a sus respectivos novios (compañeros, se dice en plan cursi). Da igual que de la tele no veas más que pelis y el ¿Cómo lo hacen? de Discovery Max: te repetirán las jugadas más interesantes en la prensa y las redes sociales. Y es que la telenovela podemita es es una farsa zarzuelera (son todos muy patriotas), si el género existiera, en la que no falta ningún elemento, incluidos los de entrepierna, que se exhiben gratuitamente en escaparate digital. Sobreexposición, lo llaman estos intelectuales de relumbrón complutense, que pierden el culo por un micrófono y una cámara.

La otra noche me desperté súbitamente y vi sentado en mi cama el espectro de Errejón recitándome de memoria párrafos de José Antonio Primo de Rivera (“El movimiento de hoy, que no es de partido, sino que es un movimiento, casi podríamos decir un antipartido, sépase desde ahora, no es de derechas ni de izquierdas. Porque en el fondo, la derecha es la aspiración a mantener una organización económica, aunque sea injusta, y la izquierda es, en el fondo, el deseo de subvertir una organización económica, aunque al subvertiría se arrastren muchas cosas buenas.”). A su lado, Juan Domingo Perón, Žižek, Laclau y Guattari discutían sobre la patria, el deseo, la alquimia, los significantes vacíos y la construcción de la hegemonía. Me levanté a toda leche y salí pitando a la calle en busca de un cazafantasmas que me limpiara la casa de entidades no deseadas.

Pocos días después descubrí a uno de esos podemitas, del género leal compañero disidente podemita, que me aclaró bastante el significado de Podemos. En su opinión es una cosa de “flujos deseantes” (el anuncio inserto en la cabecera de su texto rompió el velo de mi ignorancia, introduciendo la luz en mi cerebro con una clarividencia deslumbrante)


Según Victor Atobas, que así se llama el “autor”, en Podemos fueron capaces de extraer las singularidades del filum (filo) maquínico, de ese flujo-materia que devenía durante las protestas [del 15M, del que debe ser heredero el “literato”, a tenor del pedorreo]. Estratificaron dichas singularidades, haciendo oscilar el agenciamiento del deseo hasta una articulación molar, o de las grandes agrupaciones institucionales o partidistas, que produjo “fenómenos de centrado, unificación, totalización, integración, jerarquización, finalización, [y] que formaban una sobrecodificación” ¿Cómo se les ha quedado el cuerpo? A mí hecho unos zorros. 

La criaturica, un “preparao” aspirante a ayudante de aprendiz de “politólogo” de segundo curso de estulticias varias y lecturas de Deleuze, según confiesa en un comentario a su “artículo”, tras el pitorreo suscitado por su verborreica diarrea, nos aclara también lo que era el 15M del que Podemos es, en su “docta” opinión, heredero: La lógica rizomática de las asambleas del 15M, los movimientos íntimos de los manifestantes, eran pequeñas multiplicidades libidinales, inconscientes, moleculares e intensivas, que se distinguían y entraban en conflicto con los grandes conjuntos extensivos, partidistas, molares, unificados, totalizados, organizados, conscientes o preconscientes, como sería el caso de Podemos”. Entendí “asambleas”. Es que no soy politólogo. Yo soy más de "eso va a ser la junta de la trócola, que ha espilonchao el cilindro madre".  

Podría continuar desgrananado las virtudes elucidatorias -ser un pedante y decir cosas sin sentido ni concierto es muy fácil- del texto de este mancebo pero sería una pérdida de tiempo para mí y un pedo mental del 15 [Memo] para ustedes y tengo mucho respeto a mis lectores.

2.-Y en esto llegó la “abuela Teresa”, la “abuela de Podemos”
Confieso que no conocía a esta buena señora hasta que me la descubrió el Mesías de Podemos. Lo del Mesías vine porque en los navideños días de la bronca podemita con la etiqueta #ÍñigoAsíNo (es que hashtag suena a que se me agarrado a la garganta una miga de pan duro) lanzado por su escudera Irene Montero en el tonter (twitter) y seguida por la ristra de pelotilleros Echenique, Ramón Especular, perdón, Espinar y otros varios asalariados podemitas, una televisión tuvo a bien reponer dos geniales obras de los Monty Python, “La vida de Brian” (Pablo, “yo digo que eres el Mesías y de eso entiendo porque he seguido a varios”) y los “Caballeros de la mesa cuadrada” (posible guiño perverso a las querencias metafóricas de Pablito a través de Juego de Tontos). Si los podemitas no se toman en serio, ni se tienen respeto, no ya a sus compañeros sino a ellos mismos, ¿por qué iba a hacerlo el resto?

Pues bien, parece que Pablito recibió una carta de la abuela Teresa de Podemos, ex votante del PSOE (lo que explica mucho de la psicología política de muchos votantes de Podemos) la cuál, ni quito ni pongo rey pero ayudo a mi señor ( “indiscutiblemente, Pablo Iglesias el líder. Que no quepa duda. Es el que tiene la fuerza”. Que la fuerza le acompañe), le hizo llorar y reflexionar por la pelea interna, que no es ideológica ni estratégica, sino de poder e inquina personal entre un grupo de amiguetes de la Cúpula del Trueno podemita, que han acabado hasta los mismos de verse las caras y de decirse cuánto se quieren. Pasa en los mejores matrimonios y, si hay poliamor, de modo múltiple, como en las quinielas.

Ni corto ni perezoso, Pablito, en un acto de contrición y humildad, más falso que un euro de Oreo, decidió hacer un vídeo -¡cómo les gusta ver su imagen por todos lados a esta pandilla de niñatos viejóvenes!- para pedir perdón, o eso decía él- por el daño hecho a Teresa y los podemitas (suena a grupo pop). Lo hizo en un relato de 8 minutos y pico en youtube en el que él aparece en las más variadas instantáneas (solo le faltó una besando al bebé de Bescansa) para mayor honra y gloria de sí mismo, en plan mensaje navideño del jefe del Estado, rezumando melaza empalagosa e indigesta, como es propia de la casa, mientras se arrean hostias a cascoporro.


Podemos, Pablito, Errejón y toda su troupe tienen la tendencia a la más impúdica exhibición de sus inconmensurables egos de niños malcriados, a sus riñas de patio de colegio, a su discurso vacío, su autobombo, a hablar de la circularidad del universo de sus ombligos y de las pelusillas que se alojan en ellos, a recrearse en sus tonterías, que solo interesan a ellos y a sus fanboys, a sustituir política por espectáculo lamentable, a dar una de cal y cien de arena. Camuflan la realidad de un mundo injusto y desigual con un lenguaje tramposo de la “gente”, en la que caben todos, hasta sus amados pequeños empresarios patriotas (como si en la pequeña empresa no se sobreexplotara también al trabajador) y sus banqueros con “sensibilidad social”. Hablan de “pobreza energética” en lugar de pobreza sin más (que nace de la falta de salario, de un salario miserable o de pensión digna) y de “soluciones habitacionales”, como en su día decía una Ministra de la Vivienda, tonta del culo, de uno de los gobiernos Zapatero, con el fin de ofrecer cuchitriles o trasteros infravivienda.

Cuando uno no es instrumento válido solo le queda hablar desde su ego, en una exhibición de narcisismo patológico y verse como un fin en sí mismo. Rellenar el silencio con palabras vacías, ser falsa bandera, al estilo del poeta frustrado Monedero que trata de ofender la memoria de Fidel, jugando con una frase de la canción de Carlos Puebla (“llegó el comandante y mandó parar”) dedicada a la abuela de Podemos: “llegó la abuela Teresa y mando callar”. Ni la abuela Teresa, dicho sea con todo el respeto a su edad, una ex votante del PSOE “a muerte”, y ahora podemita conversa, lo que no queda lejos del PSOE de los tiempos “progres”, es Fidel, ni ha logrado callar las estupideces internas, ni Monedero es el Ché, Lenin o Marx.


Monedero es un mamarracho que pretende insultar la memoria de quienes no pueden defenderse pero cuya obra les aúpa como gigantes de la historia frente a este pobre enano mental y físico. Acabo de enterarme de que el yihadista, amigo de los rebanacuellos en Siria, Libia e Irak, y ahora errejonista, Santiago Alba Rico, se refería a él elípticamente cuando escribió hace 4 días, tras polemizar en su artículo con Manuel Monereo: "de otros, más pequeños, menos listos y menos honrados, no hablo" 

Con mucha más contundencia, eficacia y sentido de la oportunidad que yo le respondió el tuitero Rubén.


3.-Pablito, “tronco”, deja la “drogaina”, que te la has metido “caducada”
Y es que cuando uno ya ha perdido del todo el respeto por sí mismo, cuando ve peligrar su incuestionabilidad e infalibidad cuasi-papal, cualquier charlotada sirve para pedir la participación y el voto camuflado (hacia él) de sus ya no tan fieles tropas. Abrazado a un tronco, con una chimenea “encendida”, que parece tener un fuego tan de pegote como él y su partido, nos habla ahora de la vuelta de Twin Peaks y la segunda asamblea de Podemos. El culo y las témporas.




En Podemos siempre han sido muy de chacras, akelarres, chemtrails, terapias naturales y cosas de ese tipo. Seguramente la ida de pinza de Pablito le haya llevado por los caminos de la arboterapia o silvoterapia de abrazarse a un árbol para reconfortarse en sus horas de tribulación política y cargarse de energías espirituales. Pero como estos días ha hecho mucho frío por las Castillas, en lugar de irse a un bosque, en plan gnomo coletero, bien podría haber ido a la gasolinera más cercana y comprarse uno de esos falsos troncos de compost que venden para encender las chimeneas e inundarse de energía positiva, abrazado a él. Y es que las cogorzas navideñas, cuando estás cerca de llegar a cuarentón, duran más que en la tierna juventud.

Este muchacho está convencido de que él es la salvación de la gente: Pablito, “todos somos contingentes pero solo tu eres necesario”. He ahí de donde nace la reciente frase de Carolina Bescansa, "todos somos sustituibles, excepto Pablo".


Mientras tanto, otros preferimos emplear aquel latinajo de Cicerón, "o tempora, o mores" , que un cachondo tradujo "libremente" como "o te emporras o te mueres"