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30 de agosto de 2023

HASTA LOS COJONES DEL ASUNTO LUIS RUBIALES Y DE TODO EL SHOW

Por Marat

No es que en verano no haya noticias de las que hablar. Es que hay cosas de las que no se quiere hablar. Sólo tres ejemplos de cuestiones que tienen mucha menos atención que un beso forzado:

  • Amenaza de recesión en la UE

  • Exigencia de recortes en la UE por parte de Holanda y de los países frugales (Austria, Dinamarca y Suecia), como siempre frente al Sur

  • Prisión flotante del Reino Unido para 500 sin papeles, aunque su capacidad sea de 200.

Doy por supuesto un hecho por demostrar, que mis lectores sean lo bastante inteligentes como para sacar conclusiones respecto a los titulares anteriores. Las cuestiones que he mencionado merecían ocupar todo el verano. Fueron una ráfaga instantánea.

Pero las tres afectan directa y brutalmente a las clases subalternas que pagan la crisis capitalista.

La historia del beso va para dos semanas. La politiquería pudo haberla cortado con un cese fulminante desde el Gobierno. No le interesaba. No es sólo lo que tapa sino cómo dirige las energías políticas hacia la nada, el papel histórico de la progresía.

Las cuentas pendientes que hubiera con Luis Rubiales debieron haber sido saldadas antes. No hacerlo entonces indica cobardía y juego sucio con alguien que era mafia en el deporte. Politiquería a su altura.

En cuanto al feminismo nada. La misma historia que hace 40 años pero el mundo ha cambiado y ellas, las que viven del asunto, aún no lo saben.

El modo en que se han sumado casi todos los medios de la derecha, y la derecha política, a una condena que pudo haberse resuelto en un día, demuestra que todos jugaron a alargar como un chicle un show que a todos convenía estirar.

Ha servido hasta para hacer más corto el paréntesis hasta que gobierne Sánchez o haya nuevas elecciones.

Cuando tenga ganas y tiempo de sobra les contaré cómo un reaccionario como Juan Manuel de Prada se ha convertido en el camarada de ciertos izquierdistas de twitter, ahora X. Mientras sigan dentro de su Matrix particular no importarán demasiado.

31 de marzo de 2021

LAS EXTREMAS DERECHAS DE AYUSO Y LA COALICIÓN DE GOBIERNO ALEMÁN CON LOS NAZIS

Por Marat

Dice Pablo Iglesias que Díaz Ayuso es la auténtica líder de VOX. Estoy totalmente de acuerdo con él.

A partir de esta frase un sector de mis decrecientes lectores es posible que estén dudando entre que me esté postulando para ver si pillo cacho en Podemos, Unidas Podemos o lo que acabe llamándose la cosa dentro de un tiempo no muy largo, o simplemente me esté haciendo mayor, viniendo de alguien que ha vapuleado al ex coleta y a su partido desde el minuto 0.

Mayor ya soy y las opiniones ajenas me importan tanto como la mirada de la Gioconda o lo que haya dicho Revilla sobre la situación de España.

Pero si algo creo cierto no me importa quien lo haya dicho. Habrá ocasión de volver sobre el señor Iglesias.

Lo que ahora me pregunto es por qué Díaz Ayuso abusa hasta la saciedad de las expresiones socialismo o libertad o, la que ya queda para la historia y la campaña madrileña del 4 de Mayo, comunismo o libertad

Que yo sepa en el gobierno de la nación nadie ha realizado una sola nacionalización, ni siquiera la de la industria de bicicletas y otros artefactos de desplazamiento “sosteniblecomo los patinetes eléctricos, todos ellos dedicados a que la clase trabajadora vuelva a emular la película neorrealista Ladrones de bicicletas”, de Vittorio de Sica. Y al trabajador que necesite el vehículo para trabajar, y no sea eléctrico, que le jodan y que aguante al imbécil del patinete delante de sus morros mientras intenta sortear al tonto de la bici -exceptuando al desgraciado que trabaja montado en ella para llevar una pizza a algún simpático ciudadano que prefiere que le llegue a casa al coste humano y peor pagado que sea- y el patinete.

Tampoco es que este gobierno haya sido excesivamente social-liberal. No ha actuado demasiado recortando lo público y devolviendo, vía impuestos, algo de gasto social. De lo público ya no quedaba mucho que privatizar y del gasto social poco que dar. No hablemos del Ingreso Mínimo Vital, el gran éxito del exvicepresi. Sería cruel mencionar esos éxitos. Pero hay que reconocer al Ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, señor Escrivá Belmonte, que lo ha hecho de puta madre. Se ha quitado a más de 2 millones de personas de las estadísticas de la pobreza por la vía de ignorar su mierda de Ingreso Mínimo Vital. Como ha gestionado tal engendro, queda olvidado.

De comunismo más bien poco. No ha habido colectivizaciones. Las expropiaciones forzosas las desconozco. De tomas de fábricas por el proletariado no estoy informado. En cuanto al adoctrinamiento de los hijos quisiera que alguien de los segmentos ideológicos de VOX, PP y C´s me expliquen cuántos colegios concertados han dejado de pillar cacho por culpa de este gobierno social-comunista.

Si fuera de izquierda me avergonzaría de pensar en el magro éxito de este gobierno nacional.

Dejémoslo en que soy comunista y eso es algo muy diferente a ser de izquierda o de derecha. Otro día se lo explico, después de haberlo hecho unas cien veces.

Y ahora volvamos a Díaz Ayuso. Esta señora acusa a la izquierda de cosas que a los marxistas nos enorgullocerían y a la reacción le pondría en su peor presente y futuro.

La señora Díaz Ayuso representa la siembra del odio.

Es la repetición de Aznar, el payaso de la mascarilla. El acomplejado que nunca fue otra cosa que el que dijo aquello de "Los que idearon el 11-M no están ni en desiertos remotos ni en montañas lejanas" pero sostuvo que el atentado del 11M era ETA, después de haber llamado al engendro Movimiento Vasco de Liberación.

Ese personaje es el mismo que ha ido llevando su Fundación cada vez más hacia el fascismo, el mismo que dice que si el PP fuera lo bastante patriótico no haría falta VOX.

Esa señora ha recibido del gobierno español casi 1.500 millones del Fondo Covid-19 y ha destinado a ese objetivo 700 millones ¿Qué ha hecho con el resto?

Cuando la señora Ayuso habla de libertad se inventa un enemigo que no existe pero su libertad es la que crea enfermos en nombre del derecho a la libre empresa de la fiesta. Y los enfermos del bicho siguen subiendo.

Quizá haya que explicar que tanto ella como su alcalde (es su alcalde, su muñequito) han dependido de Vox durante todo el tiempo en el que se han dedicado a negar la pobreza en Madrid, a admitir que, si existía, era culpa del gobierno nacional, a atacar a los que venían de fuera antes y aprobarlos luego, a ser el fascismo que hace que en las próximas elecciones el oficial (Casado) quede por debajo del auténtico (Franco)

Ser de Vox es muy fácil. Basta con odiar a la izquierda. convertir lo que es la lucha de clases, que es el derecho de la clase a defenderse del capital, en una cosa llamado "marxismo culturalque nunca tuvo nada que ver con el marxismo. Y organizar el odio.

Eso significa, para esa gentuza, que no debemos hablar de lucha de clases sino de chorradas feministas estilo Montero -a lo Rociito- y sus identidades de género y de algún feminismo de clase que consiste en ver si se colocan las que otros llaman las nuestrasen algún sitio que mañana cobrará por ver sus noticias. Se puede empezar por cuestionar a Lidia Falcón, defenderla luego y acabar por rechazarla sin que nadie te pregunte a qué juegas y de qué modo eres incoherente.

Del mismo modo en el que la derecha alemana propició el ascenso del nazismo (von Papen)   , incluyendo sus alianzas, cabe preguntarse por el papel de Díaz Ayuso en la ideología que defiende, más allá de la velocidad a la que lo haga.

Ayuso es la inteligente (lo del borracho con accidentes automovilísticos, Miguel Ángel Rodríguez, es otra cosa) y los que no han entendido que Iglesias acertaba en algo, se equivocan mucho.

Y C´s es la putilla necesaria en el proceso de una descomposición hacia ninguna parte. De su origen hacia la locura de lo que han sido. Háganselo ver.

No voy a votar. Hace mucho que no lo hago. Lo necesario es otra cosa. Ustedes verán lo que hacen.

No les hablaré de defender nada. Me quedo con mi idea de abrir camino hacia la organización por afinidad. Cuando quieran.

PD:: Esto seguro que no va a determinadas páginas a las que no di permiso para publicar mi anterior artículo. 


7 de noviembre de 2018

TRIBUNAL (T) SUPREMO (S), TEATRO (T) DE SABANDIJAS (S)


Por Marat

El Tribunal Supremo, una auténtica timba de sabandijas, ha dictaminado que será finalmente el cliente, como sucedía con anterioridad, quien pague el impuesto de hipotecas.

Dicen los mercenarios de la prensa y otros medios de intoxicación que la decisión ha sido reñida -15 a 13- y para ello han extendido sus deliberaciones durante 2 días tras el amago de un si pero luego no, pero después quizá. Toda una representación de una opera bufa.

Lo que parecía una gracia de las instancias judiciales del Estado capitalista no ha sido otra cosa que una impostura de “buena disposición” ante un gobierno de la progresía del hagocomo quequieroynopuedo, voyperonodemasiado, un interregno entre el PP y quién sabe qué después. Todo el lío de la tensión en el Supremo sobre dicho dictamen no ha sido más que una teatralización de una decisión previamente esperable.

Decían Marx y Engels, esos revolucionarios “añejos” para los progres posmodernos y odiosos fracasados para los turboliberales, que “hoy, el poder público viene a ser, pura y simplemente, el Consejo de administración que rige los intereses colectivos de la clase burguesa”. Y lo decían, refiriéndose al Estado burgués y sus aparatos de dominación de clase, nada menos que en 1848 en “El Manifiesto Comunista”. Para ser unos pensadores y revolucionarios tan desfasados parece que lo clavaron y que son mucho más modernos y actuales que los progres de izquierda y los liberales.

En realidad, como sugerí anteriormente, el debate sobre quién debía pagar los impuestos hipotecarios era artificial, alimentado de manera interesada. No nació de una reivindicación sostenida sobre la musculatura de organizaciones poderosas, ni de un potente movimiento social, ni de un debate colectivo que permease a la sociedad. Más bien diría que el hecho de que el Supremo plantease esta cuestión fue uno de esos globos sonda lanzados para hacer de termómetro del clima social y, de paso, convertirse con el aldabonazo anunciado en uno de los más importantes jalones de la frustración del aventurero “proyecto Sánchez”. Un breve período de desintoxicación de la basura gubernamental del PP pero sin calado realmente transformador ni posibilidad de serlo porque no se sustenta en una fuerza social movilizada que impulse dichos cambios, si es que hubiese habido interés en hacerlos, cosa que el reformismo nunca ha pretendido. El objetivo era la mera oxigenación del régimen de partidos, que no del 78, porque es todo el parlamentarismo el que está afectado en su credibilidad.

En cualquier caso, la posibilidad de reformar legalmente el impuesto hipotecario nació muerta. Es evidente que no existió voluntad de que fueran los bancos quienes lo pagasen en lugar de sus hipotecados desde el mismo momento en el que se señaló un límite temporal para la reclamación del montante económico a las entidades en 4 años ¿Cómo es posible argumentar que si el beneficiario de la hipoteca es el banco debe ser éste el encargado de pagar dicho impuesto y limitar temporalmente su aplicación? ¿Puede cesar en el tiempo la motivación del fallo judicial? ¿En base a qué? El derecho burgués de propiedad, porque de eso hablamos, el de la vivienda, no es conculcable en un momento dado. Tampoco las obligaciones que conlleva. Hacerlo significaría una arbitrariedad y tal cosa por parte del poder judicial significa nada menos que la prevaricación de cada uno de los jueces del Tribunal Supremo y del órgano en su conjunto. Sería el Estado, porque el Supremo es Estado, el responsable de una arbitrariedad que habría abierto las puertas del infierno bajo los píes de la banca.

¿Entienden ahora todo el ruido y la fanfarria mediáticos de estas semanas? El problema no hubiera sido de 5.000 millones que hubiera supuesto indemnizar a los hipotecados de los últimos 4 años, una cantidad asumible por las marcas de la usura, sino el hecho de retrotraer dichas devoluciones a todos los que pagaron un impuesto hipotecario ¿Imaginan?

La tentación para muchos puede ser la de decir: “el Supremo la ha cagado”. No. Esa pandilla de tahúres no da puntada sin hilo. En una sociedad inerme, desmovilizada, desorganizada, desinformada, una decisión como la de mantener el “statu quo” del régimen hipotecario es un clavo más que se introduce en el ataúd de su derrota y un pasivo terrible en la cuenta del gobierno Sánchez, por mucho que se diga que el poder judicial es independiente, que será solo el breve paréntesis entre el PP y lo que ha de venir. Aunque fuera reelegido Sánchez (ya no hay PSOE sino Pedro), lo haría con un gobierno, que no programa, porque nunca existió, mucho más “realista” y dócil con el capital, si es que no lo era ya bastante.

Mientras la clase trabajadora no se organice autónomamente frente a todo intento de venderle siempre el mismo producto, con mejor o peor maquillaje, no se forme políticamente para no ser víctima de la mentira, y carezca de proyecto, nos las seguirán metiendo dobladas.