Por Marat
Dice Pablo Iglesias que Díaz Ayuso es la auténtica líder de VOX.
Estoy totalmente de acuerdo con él.
A partir de esta frase un sector de mis decrecientes lectores es
posible que estén dudando entre que me esté postulando para ver si
pillo cacho en Podemos, Unidas Podemos o lo que acabe llamándose la
cosa dentro de un tiempo no muy largo, o simplemente me esté
haciendo mayor, viniendo de alguien que ha vapuleado al ex coleta y a
su partido desde el minuto 0.
Mayor ya soy y las opiniones ajenas me importan tanto como la mirada
de la Gioconda o lo que haya dicho Revilla sobre la situación de
España.
Pero si algo creo cierto no me importa quien lo haya dicho. Habrá
ocasión de volver sobre el señor Iglesias.
Lo
que ahora me pregunto es por qué Díaz Ayuso abusa hasta la saciedad
de las expresiones “
socialismo
o libertad”
o, la que ya queda para la historia y la campaña madrileña del 4 de
Mayo, “comunismo
o libertad”
Que
yo sepa en el gobierno de la nación nadie ha realizado una sola
nacionalización, ni siquiera la de la
industria de bicicletas y otros artefactos de desplazamiento
“sostenible”
como
los patinetes eléctricos, todos ellos dedicados a que la clase
trabajadora vuelva a emular la película neorrealista “Ladrones
de bicicletas”,
de
Vittorio de Sica. Y al trabajador que necesite el vehículo para
trabajar, y no sea eléctrico, que le jodan y que aguante al imbécil
del patinete delante de sus morros mientras intenta sortear al tonto
de la bici -exceptuando al desgraciado que trabaja montado en ella
para llevar una pizza a algún simpático ciudadano que prefiere que
le llegue a casa al coste humano y peor pagado que sea- y el
patinete.
Tampoco
es que este gobierno haya sido excesivamente social-liberal.
No
ha actuado demasiado recortando lo
público y devolviendo, vía impuestos, algo de gasto social. De lo
público ya no quedaba mucho que privatizar y del gasto social poco
que dar. No hablemos del Ingreso Mínimo Vital, el gran éxito del
exvicepresi. Sería cruel mencionar esos éxitos. Pero hay que
reconocer al Ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones,
señor Escrivá Belmonte, que lo ha hecho de puta madre. Se ha
quitado a más de 2 millones de personas de las estadísticas de la
pobreza por la vía de ignorar su mierda de Ingreso Mínimo Vital.
Como ha gestionado tal engendro, queda olvidado.
De
comunismo más bien poco. No
ha habido colectivizaciones. Las expropiaciones forzosas las
desconozco. De tomas de fábricas por el proletariado no estoy
informado. En cuanto al adoctrinamiento de los hijos quisiera que
alguien de los segmentos ideológicos de VOX, PP y C´s me expliquen
cuántos colegios concertados han dejado de pillar cacho por culpa de
este gobierno social-comunista.
Si
fuera de izquierda me avergonzaría de pensar en el magro éxito de
este gobierno nacional.
Dejémoslo
en que soy comunista y eso es algo muy diferente a ser de izquierda o
de derecha. Otro día se lo explico, después de haberlo hecho unas
cien veces.
Y
ahora volvamos a Díaz Ayuso. Esta señora acusa a la izquierda de
cosas que a los marxistas nos enorgullocerían y
a la reacción le pondría en su peor presente y futuro.
La
señora Díaz Ayuso representa la siembra del odio.
Es
la repetición de Aznar, el payaso de la mascarilla.
El
acomplejado
que
nunca
fue
otra
cosa
que
el
que
dijo
aquello
de
"Los
que idearon el 11-M no están ni en desiertos remotos ni en montañas
lejanas" pero
sostuvo
que
el
atentado
del
11M
era
ETA,
después
de
haber
llamado
al
engendro
Movimiento
Vasco de Liberación.
Ese
personaje es el mismo que ha ido llevando
su Fundación cada vez más hacia el fascismo, el mismo que dice que
si el PP fuera
lo bastante patriótico no
haría
falta VOX.
Esa
señora ha recibido del gobierno español casi 1.500 millones del
Fondo Covid-19 y ha destinado a ese objetivo 700 millones ¿Qué ha
hecho con el resto?
Cuando
la señora Ayuso habla de libertad se inventa un enemigo que no
existe pero su libertad es la que crea enfermos en nombre del derecho
a la libre empresa de la fiesta. Y
los enfermos del bicho siguen subiendo.
Quizá
haya que explicar que tanto ella como su alcalde (es su alcalde, su
muñequito) han dependido de Vox durante todo el tiempo en el que se
han dedicado a negar la pobreza en Madrid, a admitir que, si existía,
era culpa del gobierno nacional, a atacar a los que venían de fuera
antes y aprobarlos
luego,
a ser el fascismo que hace que en las próximas elecciones el oficial
(Casado) quede
por debajo del auténtico
(Franco)
Ser
de Vox es muy fácil. Basta con odiar a la izquierda. convertir
lo que es la lucha de clases, que es el derecho de la clase a
defenderse del capital, en una cosa llamado
"marxismo
cultural”
que
nunca tuvo nada que ver con el marxismo. Y organizar el odio.
Eso
significa, para
esa gentuza,
que no
debemos
hablar
de
lucha de clases sino
de chorradas feministas
estilo
Montero -a lo Rociito- y sus identidades
de género
y
de algún feminismo “de
clase”
que consiste en ver si se colocan las que otros llaman “las
nuestras”
en
algún sitio que mañana cobrará por ver sus noticias. Se puede
empezar por cuestionar a Lidia
Falcón, defenderla luego y acabar por rechazarla sin que nadie te
pregunte a qué juegas y de qué modo eres incoherente.
Del
mismo modo en el que la derecha alemana propició el ascenso del
nazismo (von Papen) , incluyendo sus alianzas, cabe preguntarse por el papel de
Díaz Ayuso en la ideología que defiende, más allá de la velocidad
a la que lo haga.
Ayuso
es la inteligente (lo
del borracho con accidentes automovilísticos, Miguel Ángel
Rodríguez, es
otra cosa)
y
los que no
han entendido que Iglesias acertaba en algo, se equivocan mucho.
Y
C´s
es la putilla necesaria en el proceso de una descomposición hacia
ninguna parte. De su origen hacia la locura de lo que han sido.
Háganselo ver.
No
voy a votar. Hace mucho que no lo hago. Lo necesario es otra cosa.
Ustedes verán lo que hacen.
No
les hablaré de defender nada. Me quedo con mi idea de abrir camino
hacia la organización por afinidad. Cuando quieran.
PD:: Esto seguro que no va a determinadas páginas a las que no di permiso para publicar mi anterior artículo.