9 de abril de 2013

POBREZA, NEOLIBERALISMO Y AUSTERIDAD


NOTA DEL EDITOR DE ESTE BLOG: la tontuna reaccionario-ciudadanista sigue emponzoñando el lenguaje de los meapilas biempensantes que ponen sordina en su crítica al capitalismo. Cuando es la clase trabajadora la esquilmada por el capital, ellos se empeñan en seguir hablando de ciudadanía, de la que también forman parte los capitalistas que nos explotan y roban.

Ciudadanía es un término político, que sirve para que los oprimidos culpen sólo a los políticos títeres del capital y esconde, cínica, cómplice y criminalmente el carácter de clase del expolio y el empobrecimiento de la clase trabajadora. Y es que para autores como el que les expongo el problema es el neoliberalismo y la austeridad, no el capitalismo.

Aún así, las cifras del dolor hacen que sea interesante reproducir este artículo. 

POBREZA, NEOLIBERALISMO Y AUSTERIDAD

Xavier Caño Tamayo. Alainet 

Seis hombres se prendieron fuego en Bulgaria y otro lo intentó en las últimas semanas. Cuatro fallecieron, dos quedaron gravemente heridos y otro se salvó porque la policía impidió que se quemara. Por pura desesperación y por los sufrimientos e incertidumbres que la crisis y sus falsas soluciones causan a la población. Esos días, docenas de miles de personas salieron a la calle manifestándose contra la pobreza y la corrupción. Y derribaron al Gobierno.

A pesar de que el déficit es inferior al 2% del PIB, en Bulgaria se aplica férreamente la implacable austeridad que impone la Unión Europea. Una austeridad que ha desintegrado el sector público, recortado la atención hospitalaria, congelado salarios y pensiones y reducido ayudas al desempleo mientras el paro aumenta aceleradamente. El resultado es que, según Eurostat, el 49% de búlgaros vive en la pobreza.

2010 fue elegido por la Unión Europea como año límite para erradicar la pobreza del continente. Pero ese año había 80 millones de personas que vivían por debajo del umbral de pobreza. Peor aún, en 2012 ya eran 120 millones los europeos pobres con severas privaciones materiales.

Según el estudio de Eurostat, con Bulgaria, sufren considerable pobreza Rumanía y Letonia con un 40% de población empobrecida; Lituania 33%; Grecia y Hungría 31%, y España y Grecia casi 22%. Docenas de millones de personas solo sobreviven en Europa. Sobrevivir, que no es vivir. Incluso en Alemania se nota la pobreza. Una pobreza nada casual.

Un informe de 2011 sobre derechos sociales y económicos en Alemania, elaborado por veinte ONG (entre ellas Amnistía Internacional), muestra que el país se ha degradado. La Agenda 2010, definida por el diario Frankfurter Allgemeine Zeitung como la mayor amputación de derechos sociales en Alemania desde el final de la Segunda Guerra Mundial, impuso los recortes y la austeridad que causó el retroceso.Las cifras oficiales dicen que hay unos 3 millones de parados. Cifra no escandalosa, pero más de 5 millones de personas con empleo necesitan ayuda social para vivir porque los sueldos no alcanzan para hacerlo con la dignidad mínima exigible. La precariedad laboral establecida ha creado una nueva categoría: pobre a pesar de tener trabajo.

Cruz Roja y Media Luna Roja han informado de que esos pobres nuevos aumentan en Europa. Más de 26 millones de personas no tienen empleo en esta Unión Europea en recesión y millones de personas sufren por falta de alimentos y de asistencia médica, pueden ser desahuciados o ya perdieron sus casas.

Oficialmente, ser pobre es disponer de menos del 60% del salario medio de un país. En el caso español, el umbral de pobreza para un adulto que viva solo está en 6.278 euros anuales. Y para una familia de padres y un hijo menor, el umbral de pobreza es 11.300 € anuales. Treinta euros diarios para pagar vivienda, luz, agua, calefacción, alimentarse, vestirse... Es decir, ser pobre.

La austeridad como respuesta falaz a la crisis ha conseguido que millones de europeos que antes vivían sin sobresaltos, ahora lo hagan de forma complicada y precaria. Tener trabajo y estar en riesgo de exclusión social ya no es un absurdo en Europa. Rebajas salariales, subidas de precios, pérdida de poder adquisitivo, disminución y empeoramiento de servicios públicos más aumento de inestabilidad laboral han aumentado el número de personas que, aún con empleo, roza la pobreza. En España, por ejemplo, la tasa de esa pobreza laboral pasó del 10,7% en 2007 al 12,7% en 2012, según un estudio de la Fundación Alternativas.

La impuesta austeridad que ha generado toda esa pobreza en Europa consiste en quitar dinero a la ciudadanía para rescatar bancos, financiar la crisis bancaria con deuda pública, aprobar reformas laborales para abaratar el despido, sustituir impuestos directos por indirectos, tolerar de hecho un fraude fiscal enorme, privatizar lo público... La austeridad es el medio de transferir rentas de las clases trabajadoras a la minoría rica dominante.

El resultado de la austeridad impuesta desde 2010 en Europa para afrontar la crisis es un innegable fracaso. Dos años después, los mercados no se han calmado, no hay crédito, no hay recuperación económica, hay recesión, no disminuye el déficit, crece la deuda pública, la privada es impagable, disminuye el consumo, se cierran empresas y aumenta aceleradamente el desempleo. Un descalabro. Esa pretendida austeridad despilfarra bienestar, destruye empleo y dinamita la actividad económica presente y futura. Eso es dilapidar, eso es derroche.

8 de abril de 2013

IZQUIERDA TUNECINA ADVIERTE QUE GOBIERNO ISLAMISTA ESTÁ AL SERVICIO DE EEUU Y LA UE


Librered

El portavoz del Frente Popular de izquierdas tunecino, Hama Hamami, denunció que el actual gobierno islamista de Túnez “está confiscando la revolución para producir otro régimen autoritario”.

A más de dos años de la revuelta popular que derrocó al ex presidente Zine el Abidine Ben Ali, tras 23 años en el poder, el país magrebí atraviesa un momento clave marcado por la convulsión que generó el asesinato político de Chokri Belaid, prominente dirigente del frente de izquierdas, baleado el pasado 6 de febrero.

Hamami, líder del Partido de los Obreros Comunistas de Túnez (POCT) y otra de las figuras de esta coalición de reciente formación, recibió a la agencia de noticias argentina Telam para analizar la actualidad del país.

El primer contacto con el político tunecino se produjo en la puerta de la sede partidaria, a la que llegó custodiado por agentes de seguridad de la Presidencia de la Nación.
Su gran sonrisa y la confianza que trasmitían sus movimientos contrastaban con el hecho de que él, junto al líder de la UGTT (Unión General de Trabajadores Tunecinos), Hussein Abassi, sean consideradas las personas que corren mayor peligro de muerte por las amenazas de islamistas.

“Distintas fuentes confirman la existencia de una lista negra y la mayoría de los nombres son de políticos”, explicó Hamami, seguro de ser uno de los “marcados”.
“El listado no es un rumor, la información sale de las personas que fueron detenidas en relación con la muerte de Belaid”, insistió Hamami, quien ahora se erige como principal voz de la izquierda tunecina.

El dirigente opositor subrayó que el asesinato de Belaid “tuvo lugar en un clima político que favorece la violencia y es responsabilidad del gobierno islamista, que permitió la movilización de milicias radicales y la transgresión de la ley sin castigo alguno”.
Asimismo, “están apareciendo equipos paralelos dentro del Ministerio del Interior, relacionados con el movimiento de Ennahda y en este marco, se registraron hechos de violencia contra la UGTT, periodistas, partidos y artistas”, apuntó.

“Esto es consecuencia y un punto muy negativo dentro del contexto post-revolucionario”, indicó Hamami, y advirtió que los últimos hechos “evidencian que Túnez va a entrar en una nueva etapa de violencia, que consiste en liquidar físicamente a dirigentes políticos”.

“El gobierno actual está confiscando la revolución para reproducir otro régimen autoritario”, advirtió.

A pesar de eso, el dirigente comunista consideró que “el pueblo tunecino tuvo una fuerte reacción al asesinato de Belaid -con protestas en todo el país- y demostró que está en contra de esta metodología de violencia”.

Con palabras claras y contundentes, Hamami aseguró que los islamistas de Ennahda cuentan “con respaldo del exterior, de Qatar, Arabia Saudita -bajo el paraguas de Estados Unidos-, y hasta la Unión Europea”.

“Los islamistas no participaron del proceso revolucionario, pero llegaron al poder porque son organizados, tienen recursos y apoyo externo. Además, en campaña no hablaron de islamizar sino de cumplir con los objetivos de la revolución y los ayudó el hecho que de la revuelta no tuviera un liderazgo central y la oposición estuviera fragmentada”, analizó Hamami.

La situación cambió con la unión de las fuerzas de izquierda en el Frente Popular, creado el 7 de octubre de 2012, y que en solo dos meses pasó a ser tercero en las intenciones de voto. Y el asesinato de Belaid no hizo más que ampliar la base social.

“El Frente constituye una amenaza para el gobierno”, manifestó su principal líder, quien cree que Túnez está hoy “a mitad de camino porque hay un pueblo que quiere que la revolución continúe”.

“Hemos impuesto algunas reformas, la elección de una Asamblea Constitucional, la libertad de expresión, organización y manifestación, pero todo lo demás sigue pendiente”, indicó.

Pero “sin una reforma del Ministerio de Interior y de la Justicia no cambiará nada, porque éstos fueron los dos pilares de la dictadura”, recordó.

En ese sentido, Hamami denunció que “Ennahda no reformó el Ministerio de Interior sino que se apoderó de él”.

“Desde el punto de vista social y económico tampoco hubo cambios. El gobierno mantuvo la política económica neoliberal, lo que provocó un aumento de la deuda, el desempleo y la inflación, mientras las diferencias entre regiones se agudizaron”, manifestó el dirigente opositor.

“Si no pensamos en una nueva dinámica económica y en la mejora de las condiciones de vida, la democratización será un fracaso. La revolución la hicieron los pobres y debe volver a los pobres”, enfatizó.

Por otro lado, Hamami tiene claro que para superar la crisis Túnez debe “suspender el pago de su deuda externa” -22 millones de euros en vencimientos este año- e invertir el dinero en “desarrollo”.

“Es necesario reorganizar la economía, reducir el nivel de dependencia extranjera, hacer una reforma agraria, modernizar la agricultura, invertir en infraestructura y en educación”, enumeró el político.

“Nosotros le estamos diciendo a nuestro pueblo que tenemos que aprender de América latina, de Argentina, Bolivia, Venezuela, Nicaragua, que con gobiernos democráticos consiguieron hacer reformas sociales y económicas importantes”, subrayó.

“En un tiempo en el que la gente se está diciendo `es el neoliberalismo o la nada`, América latina se presenta como una vía alternativa”, concluyó.