Página12
El
presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, eligió como
futuro secretario del Tesoro a Steven Mnuchin, su jefe financiero en
la campaña, ex financista de Goldman Sachs y actual productor de
Hollywood; y al inversionista y multimillonario Wilbur Ross como
próximo titular de Comercio. Además, el magnate, que ganó las
elecciones con un discurso anti establishment político y económico,
nominó como número dos de Ross a Todd Ricketts, otro
multimillonario dueño del equipo que ganó la Serie Mundial de
béisbol de este año, los Chicago Cubs, e hijo de uno los
principales donantes de la campaña de Trump.
El
magnate también informó que, como reclamaban muchos analistas y
funcionarios, abandonará por completo sus negocios para centrarse en
dirigir el país a partir del 20 de enero. A través de su cuenta de
Twitter, explicó que el próximo jueves 15 de diciembre dará una
conferencia de prensa en Nueva York para anunciar cómo será la
logística del traspaso de sus negocios a sus hijos, que estarán
junto a él frente a las cámaras.
Antes
de comenzar su separación formal del mundo de los negocios privados,
Trump se ocupó de completar su gabinete económico, que tendrá que
ser confirmado por el Senado junto al resto del gobierno. “Steve
Mnuchin es un financista, un banquero y un empresario de talla
mundial, y jugó un papel central en el desarrollo de nuestro plan
para construir una economía dinámica y en crecimiento, que creará
millones de puestos de trabajo”, sostuvo Trump al oficializar
su nominación al frente del Tesoro, según un comunicado publicado
en su página de Facebook.
Mnuchin,
un hombre de 53 años sin experiencia en cargos públicos, habló con
la cadena de noticias CNBC y adelantó que se enfocará en las
promesas que Trump hizo en su campaña. “Recortando los
impuestos corporativos vamos a crear un enorme crecimiento económico
y ello generará un enorme ingreso personal”, explicó. Se
animó a pronosticar que la economía de Estados Unidos puede tener
un crecimiento sostenido de entre el 3 y el 4 por ciento anual
durante el mandato de Trump y prometió modificar una ley que fue
aprobada en 2010 para evitar los riesgos que derivaron en la crisis
financiera que estalló en 2008. “Queremos eliminar partes de
(la ley) Dodd-Frank que impiden a los bancos que den préstamos”,
adelantó.
Ex
socio del grupo inversor Goldman Sachs, recaudador de fondos, ex
banquero de inversiones y actual productor de Hollywood, Mnuchin es
un hijo dilecto de Wall Street y graduado de la Universidad de Yale.
El padre de Mnuchin fue uno de los socios de Goldman Sachs, banco de
inversión diversificado de Wall Street al que el presidente electo
atacó repetidamente durante su campaña. Mnuchin hijo siguió sus
pasos y trabajó para esta compañía por 17 años.
También
creó el fondo privado de inversiones Dune Capital que lideró la
compra –por centavos de dólar– del quebrado banco IndyMac, un
símbolo de la catástrofe inmobiliaria y el colapso financiero de
2008, y lo renombró One West, un banco californiano que ejecutó
36.000 hipotecas durante la recesión. Comprometido con la actriz
escocesa Louise Linton –célebre y criticada por escribir un libro
apócrifo– es productor de Hollywood y fue financista de películas
como Avatar, Suicide Squad, American Sniper y The Lego Movie. Su
última película, que llegará a los cines este mes, se llama Rules
Don’t Apply (“Las reglas no valen”, en inglés).
En
la arena política, Mnuchin participó en las campañas políticas de
republicanos y demócratas, incluyendo la candidatura de Hillary
Clinton al Senado y a la Presidencia en 2008. Aportó en las campañas
presidenciales y al Senado de Barack Obama y a la de Charles Shumer,
el nuevo líder demócrata en el Congreso estadounidense. Se unió a
Trump en mayo como director financiero, pese a la agresiva retórica
que el magnate mantuvo contra Goldman Sachs durante toda la campaña
presidencial.
Además
de Mnuchin, el presidente electo nominó al veterano inversionista y
multimillonario Wilbur Ross, quien a los 78 años logró amasar una
fortuna de casi 3.000 millones de dólares, más que el PBI anual de
países como Burundi o Belice. El futuro secretario de Comercio y
actual presidente y director de estrategia de WL Ross & Co.,
compañía de gestión de inversiones, sostuvo que quiere arreglar
los acuerdos comerciales “tontos” y deshacerse de barreras
arancelarias, creadas para proteger las producciones locales frente
al ingreso de importaciones.
Crítico
del Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica, el último
gran tratado de libre comercio firmado por el presidente saliente,
Ross dijo en agosto que el plan económico de Trump, centrado en la
promesa de recortes de impuestos a las corporaciones, ayudaría a
reducir la “terrible pérdida de empleo de Estados Unidos frente
a la competencia extranjera”, según recordó a CNBS.