Toda
colaboración periodística en un medio llega un día a su final. En
este caso ha sucedido por decisión propia.
Antes
de adentrarme en la explicación del fin de mi colaboración con
Diario 16 quiero dejar claras algunas cuestiones:
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La primera de ellas es que jamás se me censuró una coma. Es la única promesa que ha cumplido la interlocutora que se puso en contacto conmigo para ofrecerme que escribiera en el periódico.
-
La segunda es que escribir en el diario me ha permitido conectar con algunos lectores que no me conocían anteriormente. Ha sido un placer escribir también para ellos.
-
La tercera es que redactar semanalmente buscando el hilo conductor de mi ideología comunista en relación con el momento que estamos viviendo me ayudó a ir creando un discurso que se articulaba, si no de capítulo a capítulo, sí entre muchos de ellos.
-
La cuarta, ayudar a difundir las posiciones de mi organización -el Espacio de Encuentro Comunista- ya que no he escrito como articulista al margen de un pensamiento y debate ajenos sino como voz de un colectivo que iba más allá de un particular modo de ver el mundo.
En
este sentido mi tarea como columnista de opinión- y algunas semanas
de la sección que en cada momento me adjudicasen- no ha sido inútil
ni he dejado de apreciar lo que significaba la oportunidad de ir más
allá de mi blog. Estoy agradecido a aquella oportunidad, a pesar de
que ha significado sobreexplotarme, engañarme y algo que explicaré
más tarde, tomarme por tonto intentando hacerme comulgar con ruedas
de molino.
Dicho
esto, dos han sido las razones para cortar mi relación con este
medio:
-
La primera de ellas es que uno no puede reclamar el derecho al salario por su trabajo y mantenerse demasiado tiempo colaborando gratuitamente. SE trata de ser coherente.
-
La segunda ha sido el tratamiento dado por parte de quienes gestionan la edición de Diario 16 a mi último artículo en este periódico: http://diario16.com/pasteleo-corrupto-del-instituto-de-la-vivienda-de-madrid-con-goldman-sachs/ Como Diario 16 ha eliminado tanto mi perfil de colbaorador, como mis artículos, como si yo nunca hubiero escrito en ese medio, deno recurrir a la caché, que mostraba dicho texto, para que no me dejen por mentiroso: http://webcache.googleusercontent.com/search?q=cache:W4zDpEnCJHIJ:diario16.com/pasteleo-corrupto-del-instituto-de-la-vivienda-de-madrid-con-goldman-sachs/+&cd=1&hl=es&ct=clnk&gl=es Imagino que acabarán por eliminar también ésta. Es el estilo de los que "reescriben" la historia, simplemente borrándola.
Me
referiré a continuación a los dos puntos anteriores:
A)
Trabajando gratis durante 4 meses y medio
Inicié mi andadura en Diario
16 el 21 de Mayo del presente mes, con un artículo titulado “La
izquierda, desaparecida sin combate”. Una semana antes me llamaron
de este periódico para ofrecerme colaborar como redactor de opinión.
Según ellos, yo era un bloguero muy conocido y mi blog tenías
muchas visitas. Entendí rápidamente que lo que buscaban era dar a
conocer un medio que por entonces era muy desconocido y lograr
incrementar el número de visitas, que es lo que atrae la publicidad
a un diario de estas características, fuente de la que viven, salvo
los que apuestan por la suscripción digital.
Les pregunté si pagaban por la
colaboración, a lo que me aclararon que, de momento no, pero que en
Julio estaba previsto revisar la situación económica del diario y
empezar a pagarnos a todos los colaboradores.
De otro modo no hubiera
aceptado escribir una columna semanal para éste ni para ningún otro
medio de comunicación oficial y ello por variadas razones.
En primer lugar porque soy un
parado de 54 años y no me puedo permitir el lujo de regalar mi
esfuerzo y mi trabajo a quien se beneficiará económicamente de él.
Mi condición de parado es algo que la vida me ha enseñado a
guardarme ante un posible contrato porque sé por experiencia que, si
no lo haces intentarán aprovecharse aún más de ti, soltándote
caritativamente la calderilla que la parte contratante -en este caso,
no contratante- lleva en el bolsillo para pagarse los cafés.
En segundo lugar porque creo
que toda persona tiene el derecho a ser remunerado por su trabajo.
En tercero porque hacer un
artículo que no se limite al tópico habitual de contar lo que ya
sabe todo el mundo y analizar la realidad yendo más allá de lo
aparente conlleva una labor mental que no se resuelve en media hora,
soltando la primera simpleza que a uno se le ocurre.
En cuarto lugar, y me da igual
que a ustedes les parezca pretencioso por mi parte, porque quien te
llama para colaborar ya sabe de tu valía como articulista y no soy
un meritorio que esté empezando y deba rogar que me permitan hacer
currículo y aprender a juntar letras.
Pero pasaba el tiempo y lo que
iba a ser en julio luego me contaron -cuando preguntaba- que iba a
ser en Agosto, después en Septiembre y luego en Octubre. Cuando ves
que pasan los meses, tienes que andar preguntando y, o no hay
voluntad o no hay parné, es el momento en el que debes decir bon
voyage. Cierto que aguanté tanto tiempo porque, al fin y al cabo,
escribir allí me permitía difundir mis ideas políticas y las de mi
organización, el Espacio de Encuentro Comunista, como dejaba claro
en mi perfil público de Diario 16. Pero la realidad se impone:
“primum vivere deinde philosophari” (“primero vivir, después
filosofar”).
Cuando en la última
conversación por whatsapp se me dice que esperaban tenerlo pero que
“no ha habido dinero en todo este tiempo” me dije “ya está
bien de hacer el canelo” y di un ultimatum que se agotaba este
lunes 19 de Septiembre para que se me hiciese un contrato comercial,
desvinculándome de entregar un solo artículo más si no se producía
una oferta en firme. Un día después esa oferta no se ha producido.
Pues bien señores, en mi hambre mando yo. Espero que nadie de Diario
16 se atreva a negarme los datos que a lo largo de este texto expongo
y no me obligue a tirar de capturas de pantalla y correos, ya que por
lo que no paso es porque se pretenda, además de torearme, tomarme
por mentiroso.
Que si no fue posible el
contrato “porque no se cerró la publicidad” en su momento, que
si “no se enviaron los e-mails de contratos porque me pilló el
parto” -¡Qué parto más largo! Ni que fuera la construcción e la
pirámide de Keops- Hay comodines que se usan en exceso y mi
interlocutora los había agotado todos, dedicada a hacer de parapeto
de mis exigencias y de las que de cualquier otro que pensara que ya
estaba bien de regalar su esfuerzo.
B)
Tampoco es cosa de tratar una “exclusiva” como una exclusiva
“Así que vamos a dar info en exclusiva”. Eso me respondió la aludida por whatsapp. Porque de eso se trataba: de contar lo que otros medios no estaban contando sobre el mismo escándalo y de llegar mucho más lejos que ellos, que apenas arañaban la superficie del mismo.
La parte no contratante me dijo que podía colocarlo en “actualidad” y yo no caí en aquél momento en la trampa.
Les explico este concepto con unos sencillos ejemplos.
Si ustedes entran en el periódico en nacional se encontrarán algo así como esto
Esto es poner un artículo en cabecera y destacarlo en primer lugar, que es lo que se hace siempre según van entrando las noticias.
Esto no lo es
Como ven, la desproporción de protagonismo de unas y otras noticias es evidente.
Cuando al día siguiente pedí que se desplazase a cabecera, la persona a la que le hice la petición me dijo que eso no dependía de ella. Aún insistiría en ello otra vez ¿De quién dependía? ¿Acaso no entendió la importancia que podía tener la noticia para el propio medio si este escándalo se destacaba al lugar correspondiente? No sé si hizo o no la gestión. Algunos pensarán que ya poco importa pero lo cierto es que, de aquél modo, a los lectores acostumbrados a ir solo a los primeros titulares de cabecera se les estaba escamoteando el derecho a conocer la amplia trama de supuesta corruptela que aún continua dentro de la Agencia de la Vivienda Social de la Comunidad de Madrid, antes Instituto de la Vivienda de Madrid ¿No les parece que merecía un lugar más destacado? Si usted, lector, fuera director/a del periódico ¿no cree que este texto era una oportunidad para dar a conocer su medio a una población que apenas sabe de la existencia del mismo? ¿No le parece que el artículo hubiera podido darle un empujón como medio de comunicación que no se limita a contar lo que los demás estaban contando por esos días y que era ya de sobra conocido por muchos?
Y por supuesto destacaría la noticia en mi diario, situándola en cabecera y fijándola durante días mientras la explotaba al máximo.
Ello sucedió gracias no sólo a la gran difusión de mis lectores en redes sino también al periódico serrano, que ponía un enlace al lugar de publicación original. Cierto que lo tuitearon elogiosamente -no me gusta ser injusto- su directora y la directora de opinión, entre otras personas del entorno, la misma que intentó convencerme de que “Actualidad Nacional” era lo mismo que “Nacional”. Pero para halagos en lugar de salario estoy ya muy mayor.
Cuando un medio está empezando, tener una exclusiva es algo fundamental. Iniciarse dando a entender que vas a ir hasta el final es un modo de decir “aquí estamos quienes hacemos un periodismo sin mordazas ni miedo” y dice mucho de cuál será tu evolución futura. Tratarla como una noticia más también dice mucho de ese mismo diario. Estamos hablando de un escándalo de miles de millones saqueados al vender a los fondos buitre propiedad pública.
Si
fuera el director de un diario tan
desconocido, que casi todo el mundo cree que no ha vuelto a la vida,
aprovecharía la ocasión de una exclusiva para
sacar la cabeza por encima de la mediocre medianía del resto de la
prensa. Intentaría que mi nueva directora lo diera a conocer en los
medios televisivos en los que aparece
habitualmente y haría que todo mi entorno apoyara
la posibilidad de dar a conocer una
denuncia que aportara
notoriedad a mi medio.
No
fue así. El artículo fue decayendo rápidamente, con una velocidad
sospechosa, a pesar de que se defendía bien
en visitas. Pasó de un lugar secundario
y descendiendo en
posiciones dentro del digital,
desplazada por la
la siguiente noticia que
entraba y la otra y la
otra hasta desaparecer
de la portada. Ya sólo quedaban
como únicos medios de descubrirla las orlas
de los principales colaboradores, que se encuentran a la mitad de la
misma y los tuits y entradas de facebook que, a pesar de todo este
“eclipsamiento”, eran muchas.
Esto
último es algo bastante curioso. Si comparan ustedes el número que
aparece junto a la red social y el número de visitas que ahora mismo tiene el artículo verán que el primero es
elevado para una cantidad de visitas modesta. Sí, ya sé
que mucha gente comparte entradas sin leerlas pero lo cierto es que
el titular invitaba mucho a la lectura.
Les
sugiero que vean ustedes otros
de mis artículos, si es que antes no desaparecen del medio, cosa
que ignoro. Como esto ya ha sucedido, les pongo la caché correspondiente del periódico, para que vean que en élescribió 18 artículos un tal Jean Paul Marat: http://webcache.googleusercontent.com/search?q=cache:_eb_d2THpAcJ:diario16.com/author/marat/page/2/+&cd=2&hl=es&ct=clnk&gl=es Verán que esa proporción entre redes sociales y número
de lecturas existe y que, en
la mayoría de los casos,
a mayor difusión por redes, mayor número de lecturas. En
ocasiones
algunos de mis textos han estado menos presentes en redes y tuvieron
más visitas.
Esto
es algo que le indiqué a mi interlocutora del diario mientras me
juraba y perjuraba que el periódico en general había caído mucho
en lecturas en verano. Mis
textos, no
obstante, habían
tenido una buena acogida también
en
ese período. ¿Qué pasa, que de repente, sin que se notaran signos
sociales de tal comportamiento, los lectores habíamos perdido el
sentido del morbo ante un titular?
El
caso es que ante mis quejas por el tratamiento dado a la exclusiva,
mi interlocutora afirma que ella lo mandó a un periódico digital
de la sierra madrileña, titulando
la entrada del siguiente modo “Diario
16 destapa un pasteleo corrupto del Instituto de la Vivienda de
Madrid con Goldman Sachs”.
No sé si el término “destapa” es el más adecuado. Y allí
hubiera continuado sin
pena ni gloria si
no es porque al
día siguiente (sábado 18) uno de mis lectores metió esa entrada en
el agregador de noticias Menéame,
convirtiéndose en la noticia más leída del domingo 19. La paradoja
es que poco le faltó al Diario de la Sierra para alcanzar las
visitas (4348),
que
son los clics
del
menéame, que
en el momento en que escribo estas líneas tiene el artículo en
Diario 16 (4768).
Ironía poética de que el gran beneficiado de un texto que no
promocionas
sea un medio distinto al tuyo.
Por
no mover, no lo movió ni siquiera el community manager que hasta el
domingo 18 (cuatro días después
de su publicación), a las 11y media de la noche no lo difundió con
un único tuit en toda la semana,
y eso porque era la segunda noticia
más
leída en
ese mismo período. Ello sucedió
gracias no
sólo a la gran difusión de mis lectores en redes sino también
al periódico serrano, que ponía un enlace al lugar de publicación
original. Cierto que lo
tuitearon
elogiosamente
-no
me gusta ser injusto- su
directora y la directora de opinión, entre
otras personas del entorno, la
misma
que
intentó
convencerme de que “Actualidad Nacional” era lo mismo que
“Nacional”. Pero
para halagos en lugar de salario estoy ya muy mayor.
En
definitiva cuando te tiras 18 semanas sin ver ni un maravedí por tu
trabajo, compruebas
que lo que tu interlocutora
durante todo este tiempo califica
como
“exclusiva” se trata como una noticia más, te
intenta convencer de que es una noticia que quizá no se haya leído
lo esperado porque es larga y no tiene “tu formato habitual”,
como si una investigación de este tipo se hubiera de limitar a 140
caracteres, estás en un medio en el que todos trabajamos gratis,
según ella y, por no tener, no tiene siquiera una línea editorial
identificable, es el momento de decir “bon voyage mes amis”.