Nicolás
García-Pedrajas. Agenda Roja
Es
indudable que son malos tiempos para el comunismo. Ni las ideas
comunistas ni la gran mayoría de partidos que se autodenominan
comunistas pasan por su mejor momento. Durante décadas, y
especialmente desde la desaparición de la Unión Soviética, el
señuelo del “estado del bienestar”, acompañado por
diferentes burbujas, hizo creer a la clase trabajadora que existía
un capitalismo bueno donde el poder económico toleraría una cierta
distribución de la riqueza y unas condiciones laborales que
permitirían a los trabajadores una vida digna. Este capitalismo
bueno haría innecesario el mero concepto del comunismo. Se suele
contraponer este capitalismo bueno al neoliberalismo actual, como si
las dos cosas no fueran la misma.
La
explosión sucesiva de las diferentes burbujas eliminó pronto esta
ilusión, pero en lugar de que esto provocara un renacimiento de las
ideas comunistas hemos asistido a un reforzamiento del capitalismo.
En lugar de cuestionar las bases del sistema capitalista, nuevos
partidos han surgido que, sin poner en duda las bases del actual
sistema económico, pretenden parchear algunos de sus defectos con
una vuelta a medidas socialdemócratas de imposible implantación.
Esos partidos niegan la misma existencia de las clases sociales y
abogan por alternativas horizontales y ciudadanistas, ignorando los
diferentes intereses que tienen las distintas clases sociales.
Esta
visión inunda ahora la práctica totalidad de partidos de izquierda
con representación institucional, e incluso ha contaminado de forma
irremediable a muchos de los partidos comunistas europeos. La
profusión de alternativas ciudadanistas, desclasadas, y que niegan
el conflicto de clases fundamental para entender el capitalismo está
haciendo un enorme favor al sistema económico actual. Éste está
logrando imponer condiciones cada vez más duras a la clase
trabajadora sin apenas voces que lo cuestionen más allá de ciertos
matices. En una situación en la que el capitalismo debería mostrar
una extrema debilidad está consiguiendo salir reforzado.
En
esta situación, un grupo de comunistas, en su gran mayoría sin
adscripción política a ningún partido, lanzó la idea de un
Espacio de Encuentro Comunista que sirviera para unir a los
comunistas en un espacio donde trabajar juntos por una reconstrucción
del comunismo. La tarea es desde luego enorme, dado el desequilibrio
de fuerzas entre el capital y los que se oponen a él. Hace ya varios
meses que se organizó la primera asamblea de este Espacio de
Encuentro Comunista, donde camaradas de toda España pudimos ver la
necesidad de un espacio así que aglutinara a todos los y las
comunistas sin distinción de procedencias y solo con la tarea de
trabajar juntos.
Con
mucho esfuerzo y trabajo el proyecto ha seguido avanzando. Unos meses
después se produjo la segunda asamblea donde se formaron una serie
de comisiones para organizar el Espacio de Encuentro y dotarlo de la
solidez ideológica que es indispensable para cualquier movimiento
comunista.
Las
comisiones formadas han estado haciendo un enorme trabajo que ha
desembocado en la propuesta de un conjunto de documentos tanto
ideológicos como organizativos que deben ser el germen de lo que
pueda llegar a ser el Espacio de Encuentro.
Los días 12 y 13 de marzo se celebrará en Madrid la tercera asamblea del Espacio de Encuentro Comunista que discutirá estos documentos.
Es evidente la importancia de esta tercera reunión, ya que se trata
de revisar, discutir y aprobar los que podríamos llamar los “papeles
fundacionales” del Espacio de Encuentro Comunista. Con este
trabajo centramos dónde nos encontramos a nivel de programa
político, relaciones internacionales, igualdad, organización, etc.
En una situación actual donde la misma idea de comunismo es apenas
conocida por la mayoría de la clase trabajadora, esta base política
es un paso fundamental e imprescindible para organizar la acción.
La
situación actual de muchos partidos de izquierda, y el avance de
soluciones amorfas cuyos resultados estamos ya viendo en
ayuntamientos gobernados por esta “nueva política”, está
creando una enorme decepción en los militantes comunistas y
socialistas de estos partidos tradicionales de la izquierda española.
La tentación, tras años o décadas de militancia, de irse a casa y
dejar la actividad política puede ser grande. La decepción ante el
vaciado ideológico de partidos a los que se han dedicado muchos años
de trabajo tiene por fuerza que desembocar en apatía y desencanto.
Sin embargo, estoy convencido que el Espacio de Encuentro Comunista
constituye una alternativa muy valiosa para comenzar la necesaria
reconstrucción de la lucha contra el capitalismo.
Esta
tercera asamblea del Espacio es fundamental, ya que trata de fijar
las bases programáticas y organizativas de lo que debe ser un
movimiento comunista. No se trata de despreciar la acción política,
pero es evidente que antes de plantear la acción hay que dotarse de
los mecanismos ideológicos necesarios para que dicha acción no se
quede en protesta estéril. Esta tercera asamblea abordará ese
aspecto fundamental. Durante los últimos años hemos visto decenas
de protestas, algunas muy numerosas, que han quedado en nada por la
falta de base ideológica para orientar esas protestas a una acción
efectiva.
Es
indudable que el buen trabajo hecho es solo el primer paso, y que
queda mucho por hacer. La vertebración territorial el Espacio y su
extensión a todos los lugares posibles son un reto importante. El
atraer a todos los comunistas es también una tarea compleja. El
Espacio de Encuentro no aspira a sustituir a los partidos políticos
ni a convertirse en una herramienta electoral, sino que su misión es
el aunar el esfuerzo de todos los comunistas para una lucha más
eficaz frente al capitalismo.
Sin
embargo, espacios como éste han de ser creados con el objeto de
permitir a los viejos y nuevos participantes en el movimiento
comunista la discusión ideológica y sobre la dirección que debe
tomar la lucha.
Desde
aquí, por ello, quiero hacer una llamamiento a todos los y las
comunistas a unirse al Espacio de Encuentro Comunista. La oportunidad
de construir un lugar de trabajo entre comunistas es una tarea ardua
pero que merece la pena en el erial ideológico en el que cada vez se
sumerge más la izquierda institucional.
A
pesar de que ésta es ya la tercera asamblea general, el trabajo aún
plantea muchos interrogantes, especialmente en cómo puede un Espacio
de Encuentro Comunista influir en la clase trabajadora y hacer
avanzar las ideas comunistas en una situación de victoria casi
absoluta del capitalismo. Es por tanto un momento para unir fuerzas y
tratar de aportar todos nuestro trabajo.
“¡El
orden reina en Berlín!’ ¡Estúpidos secuaces! Vuestro ‘orden’
está construido sobre la arena. Mañana la revolución se levantará
vibrante y anunciará con su fanfarria, para terror vuestro: ¡Yo
fui, yo soy, y yo seré!”