2 de enero de 2014

LA DEPORTACIÓN TE HARÁ LIBRE – LOS CAMPOS DE CONCENTRACIÓN EUROPEOS DEL SIGLO XXI

Anna Papoutsi . Antigonia Nexo Informativo

Existe una industria muy rentable tras los Centros de Internamiento de Extranjeros (CIEs) tanto en España como por toda Europa. Desde las empresas constructoras, de catering o de salud, hasta las compañías aéreas contratadas para asistir en las deportaciones de los inmigrantes indocumentados. A menudo los ejecutivos de estas empresas ocupan también cargos en los órganos de toma de decisiones relacionadas con asuntos de inmigración o en poderosos grupos de presión, encontrándose así en una cómoda posición para poder influir en políticas públicas a favor de sus empresas.

CIEs – Centros de Internamiento de Extranjeros
Actualmente existen 8 CIEs en España, destinados a inmigrantes en situación irregular que estén en proceso de ser deportados a su país de origen. Se diría que, si una deportación no se puede llevar a cabo, se pondría en libertad al sujeto, pues su detención en estos centros ya no tendría sentido. Sin embargo, de acuerdo al estudio llevado a cabo por Martínez Escamilla en su libro “Mujeres en el CIE”, en 2011 sólo el 48% de los retenidos en CIEs acabaron siendo deportados.

La creación de los CIEs está basada en una ley de 1985 que permite la posibilidad de detener a las personas que están sujetas a un proceso de deportación. Eso sí, esta detención no puede ser de naturaleza punitiva. Estos centros -que básicamente operan en un vacío legal y se basan sólo en reglas internas- están bajo el control del Ministerio de Interior. La policía Nacional los dirige y, según testimonios de personas que han estado retenidas en estos lugares o informes pertenecientes a organizaciones de derechos humanos, estos centros son en realidad cárceles.

Las quejas por abuso de los presos son numerosas: gritos, insultos, castigos, abusos y deportaciones sin anunciar, además de tres muertes desde 2011. La más reciente ocurrió el pasado 3 de diciembre, cuando Aramis Manukyan, armenio de 42 años, se suicidó colgándose en el CIE de Barcelona. Otros presos denunciaron que los guardas lo habían torturado y que lo habían puesto, solo, en confinamiento. Desde allí se pudieron escuchar sus gritos durante horas antes de que el desdichado decidiera acabar con su vida.

El seis de enero de 2013 Idrissa Diallo, de 21 años, murió trágicamente en el mismo centro. Según varios testigos, se había quejado repetidamente de fuertes dolores y de problemas de respiración, pero nadie le prestó atención y tampoco había algún traductor para aclarar sus necesidades. Cuando llegó la asistencia médica, ya era demasiado tarde.

El 19 de diciembre de 2011, Samba Martine murió sin haber recibido ni siquiera un diagnóstico. Tenía una hija de nueve años de edad.

Deportaciones asistidas: los vuelos de la vergüenza
Una de las prácticas más controvertidas actualmente en Europa es la deportación de inmigrantes sin documentación. Antigonia, en su presentación del festival antifascista en Barcelona en noviembre, echó luz a este proceso que pasa completamente desapercibido, pese a tener componentes muy sucios.

En España, el no poseer documentación está considerado como una falta administrativa. Sin embargo, el estar detenido en un CIE para luego ser deportado es una práctica común.
Cuando se trata de deportar sólo a una o dos personas, la deportación se realiza en vuelos comerciales. Cuando son varias las personas afectadas, entonces se fletan vuelos especiales. En los dos casos, las aerolíneas que participan en este proceso son bastante conocidas para el común de los públicos: Iberia, Air France, etc.

El segundo caso requiere una planificación detallada y cuidada. El país europeo que quiere deportar a un inmigrante sin documentación ha de cooperar con su país de origen. Por ejemplo, según la Campaña por el Cierre de los Centros de Internamiento de Extranjeros (CIEsNo), para un vuelo de Madrid a Senegal el Ministerio de Interior debe fletar un avión, encontrar una ruta libre, preparar el transporte al aeropuerto de los inmigrantes desde diferentes ciudades, asignar un número significativo de policías para salvaguardar la operación, coordinarse con las autoridades senegalesas y por supuesto, lo más importante, asegurarse de que el avión se llene de “pasajeros”.

El testimonio de un senegalés que fue deportado de esta manera y al que la Campaña ha conseguido localizar en su país es demoledor. Cuando llegó al aeropuerto madrileño de Barajas se dio cuenta de la envergadura de la operación. Docenas de compatriotas suyos eran forzados a esperar bajo vigilancia en una sala del aeropuerto. Algunos venían del CIE de Aluche. Otros habían sido transferido.

Sin embargo, no todos provenían de estos centros. También había inmigrantes que acababan de ser detenidos y que venían directamente de comisaría. Serigne, de Dakar, nos cuenta que uno de sus amigos fue arrestado en Valencia justo al lado de su casa, cuando salía a comprar el pan. Mbacke relata su propio drama: a él lo pillaron justo después de enviar dinero a su madre cuando iba en bicicleta de camino a su trabajo de recogida de pepinos y pimientos en el campo. Otros senegaleses fueron detenidos en Málaga, Zaragoza, Alicante, Mallorca, Almería, Salou… ¡Hay incluso casos de gente arrestada cuando iban a solicitar o renovar sus papeles!

En muchos casos la policía actúa con violencia y existen vídeos que documentan estos incidentes en los vuelos mixtos. Nadie sabe lo que ocurre en los que son fletados de manera específica para los deportados. En julio de 2007, el nigeriano Osamuyi Aikpitanyi fue asfixiado hasta la muerte durante un vuelo asistido desde España hasta Nigeria, después de que sus guardias le obstruyeran la boca. Casi cinco años después, los policías responsables de su muerte fueron condenados a pagar una multa de 600€ y fueron exculpados de cualquier responsabilidad por su muerte.

Debido a la connivencia entre el estado y las empresas de seguridad -y también a nuestra tolerancia en el asunto- la ya larga lista de personas que han perdido sus vidas a manos de las autoridades europeas sigue creciendo…

¡Podemos y DEBEMOS REACCIONAR YA!

Antigonia aconseja a cualquiera que se encuentre en un vuelo con deportados que haga lo siguiente:

31 de diciembre de 2013

2013, 'ANNUS HORRIBILIS' PARA LOS DERECHOS SOCIALES Y LA PROPIA DEMOCRACIA

José Campos Trujillo. Nueva Tribuna 

Hasta 61 leyes aprobadas por el Gobierno, 45 de ellas a “decretazo”. Legislativamente, el año ha sido tan nefasto para los derechos civiles como intenso para sus señorías. Nada menos que 50 leyes, muchas tan innecesarias como inútiles, han salido adelante en esta hiperactividad legislativa y el año 2014 promete.

Cambios, austeridad y "tiempos difíciles" prometía Rajoy al inicio de un mandato de reformas y recortes que poco o nada tenía que ver con el programa electoral de su partido. Recortes en sanidad, educación y justicia, y entrada a saco contra los trabajadores y trabajadoras con una dura reforma laboral, ha sido su tarjeta de visita en la primera mitad de su mandato. Hasta 61 leyes aprobadas por su Gobierno, 45 de ellas a “decretazo”.

El año 2013 ha sido horrible. Ha sido otro año con el paro creciendo, donde han subido los impuestos, las pensiones han perdido poder adquisitivo, y los trabajadores han continuado perdiendo en condiciones laborales y salarios. Legislativamente, el año ha sido tan nefasto para los derechos civiles como intenso para sus señorías. Así, por ejemplo, sólo en el maratoniano “pleno escoba” del Congreso, el pasado 19 de diciembre se remataban iniciativas legislativas tales como la Ley de impulso de la factura electrónica, la Ley Orgánica de control de la deuda comercial en el sector público, la Ley del Sector eléctrico, la Ley reguladora del Factor de Sostenibilidad y del Índice de Revalorización del Sistema de Pensiones de la Seguridad Social, la Ley de Presupuestos Generales del Estado para 2014, la Ley de cajas de ahorros y fundaciones bancarias, y la Ley de racionalización y sostenibilidad de la Administración Local. En medio de la hiperactividad legislativa se han colado, junto a medidas meramente técnicas, algunas regresivas o claramente antisociales.

Rajoy suele decir aquello de “no me gusta pero no hay otro remedio”. Este año nada menos que 50 leyes han salido adelante merced al rodillo de la mayoría absoluta que lograra el PP en las pasadas elecciones. Lo peor de todo es que muchas de esas leyes son tan innecesarias como inútiles. Y eso es una pérdida de tiempo lamentable. Pero el trimestre ha sido denso en esta materia, siendo el último mes más intenso si cabe, con leyes tan fundamentales como la Ley Orgánica de Mejora de la Calidad Educativa, o la Ley de Transparencia, Acceso a la Información Pública y Buen Gobierno.

Sobre la primera, la llamada “Ley Wert”, ha sido defendida obstinadamente, a pesar de las masivas movilizaciones sociales, por José Ignacio Wert, el farolillo rojo del Gobierno, el ministro peor valorado. Sin embargo, sobreviviendo a reprobaciones y peticiones de dimisión, ha sacado adelante esta contrarreforma educativa, retrógrada de la A a la Z, que nos devuelve a la escuela franquista, clasista, que convierte a la educación en una mercancía averiada para la cohesión social, y reserva la calidad para las élites, para quien pueda costeársela.

La segunda, la Ley de Transparencia, podría ser la “Ley Bárcenas” habida cuenta de cómo el ex tesorero del PP ha determinado los desencuentros políticos y, además, casi los tiempos y el propio empaque del texto de esta ley. Es una ley importantísima que no es la de todos pero que condicionará mucho el devenir y la credibilidad de nuestra propia democracia que ahora anda tan tocada en sus instituciones por los numerosos casos de corrupción y la gran opacidad que persiste, por ejemplo, en la financiación de los partidos políticos. El texto aprobado no cuenta con un mínimo consenso político ni social. Es realmente decepcionante respecto a las necesidades de regeneración democrática y de participación ciudadana e institucional del país.

Entre las perlas cultivadas de este intenso año mariano se encuentra la llamada reforma local. La Ley de Racionalización y Sostenibilidad de la Administración Locales de hecho un torpedeo alevoso al Estado del Bienestar, bajo la línea de flotación de la administración de cercanía, los ayuntamientos. Sus servicios públicos y empleo, en cantidad y en calidad, van a ser los grandes damnificados de la “Ley Montoro”, pensada “para ahorrar” a costa de socavar el municipalismo, uno los cimientos de nuestra democracia, eso sí, a mayor beneficio de los intereses privados.

Otra perla, es la Ley de Seguridad Privada que permite que un vigilante jurado identifique, cachee y detenga a ciudadanos. Las empresas privadas tendrán más negocio en detrimento del servicio público de seguridad y de las propias condiciones de trabajo de estos vigilantes.

Por si no teníamos bastante, se aprobó otra reforma de las pensiones. La Ley Reguladora del Factor de Sostenibilidad y del Índice de Revalorización de Pensiones de la Seguridad Social. Este es un “pensionazo” en toda regla. Una reforma innecesaria que se centra solo en recortar gastos y no en incrementar ingresos. La Ley no aporta nada para asegurar la sostenibilidad pero es que tampoco revaloriza adecuadamente las pensiones públicas, rompiendo un compromiso social de mantenimiento del poder adquisitivo de los pensionistas, aceptado desde 1995.

Para rematar, se han aprobado los “presupuestos de la recuperación” en un contexto de déficit público disparado, de brutales cifras de desempleo, y con el país en plena parálisis económica. El Gobierno Rajoy con el apoyo exclusivo del Grupo Popular ha aprobado unas cuentas públicas tan increíbles como injustas y desequilibradas. Más ruina traen estas cuentas antisociales, que no creen en la I+D+i, que no apuestan por otro modelo productivo, y que vuelven a mermar cantidad y calidad de los servicios públicos, que siguen recortando socialmente a la población y que condena al ostracismo a la juventud, además de contribuir a la persistencia en la destrucción de empleo.

El 2014 promete. Probablemente no abarcará tantas leyes pero sí que alumbrará algunas muy importantes. A manos de este Gobierno desprenden un intenso tufo reaccionario. Es el caso de la reforma de la ley del aborto. Éste ya no será un derecho de la mujer. La Ley orgánica de Protección de la Vida del Concebido y de los Derechos de la Mujer Embarazada, no es ni era una reclamación social pero sí que forma parte del núcleo ideológico que representa el PP y, además, contrariamente a la mayoría de decisiones y medidas adoptadas por el Gobierno, estaba anunciado en su programa electoral. En esta materia ahora también España quedará lejos de sus vecinos europeos.

Además, tenemos el inquietante panorama de esta X Legislatura a la que le quedan todavía dos años. Así, para los derechos fundamentales tenemos el peligrosoProyecto de Ley de Seguridad Ciudadana, o una dura Reforma del Código Penal, junto a otros detalles no menores como la anunciada normativa referente a los servicios mínimos durante las huelgas que no es más que la antesala a una reforma de la Ley de Huelga, junto a nuevos retoques de la reforma laboral.

Muy probablemente, 2014 nos depare alguna que otra sorpresa extra, que oportunamente saldrá de la chistera de Rajoy, cuando convenga al partido que para eso ya entramos en año de elecciones, y los legisladores, especialmente los del PP, marcan los tiempos con mayor precisión cuando se empiezan a poner en juego sus mayorías y poltronas. Lamentablemente, ni antes ni ahora ha sido posible encauzar una verdadera política de mayor empaque que responda con mucha más solvencia a las perentorias necesidades de la gente y del propio Estado. Eran y son necesarios los pactos, con amplio consenso político y social, en materias tan estratégicas como pensiones, transparencia, administración local o educación.

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