Enrique
Muñoz Gamarra. enriquemunozgamarra.org
A
más de ocho años del inicio de la gran crisis económica (2008 para
adelante) y prácticamente a cuarenta y tres años (desde el año
1973) del inicio del actual ciclo económico largo de crisis y
estancamiento, sus consecuencias son extremadamente crueles sobre
todo en los países oprimidos del planeta.
Pero
para las decadentes burguesías financieras aquello no existe, aunque
en el fondo muy temerosas ante su futuro, aún se sienten en las
alturas como dioses, muy seguras por las potencialidades
armamentísticas que supuestamente les brindarían sus ejércitos y
sus estados. Para ellas las luchas de las masas pobres del planeta no
tienen trascendencia alguna, pero, vayan a ver, para apagarlas
movilizan divisiones enteras de sus fuerzas armadas.
Cierto,
en estas condiciones, la historia ha seguido su curso gravando en sus
páginas los grandes hechos que han venido suscitándose alrededor
del mundo. En esto el hecho más importante ha sido la gran crisis
económica iniciada el año 2008 y en la que las grandes
protagonistas, qué duda cabe, han sido esas masas ridiculizadas por
las ignaras y decadentes burguesías. Pues, obsérvese por donde se
observe, bajando desde las alturas al llano, es decir, desde las
fantasías (estadísticas, etc.) hacia la vida sencilla (economía
real), la sobre producción de mercancías, única causa de la gran
crisis económica, ha sido originada por la grave caída del consumo
¿De quién? Pues de esas enormes masas (entes vivientes y objetivos
que se alimentan, se visten, se educan, etc.), más de siete mil
millones de personas que circundan el planeta, sometidas a crueles
estrecheces y con cuyas circunstancias queda demostrado aquello que
se llama: “La historia la hacen las masas”.
Y
en el fragor de estos palpitantes hechos es imposible no advertir el
serio agotamiento del modo de producción capitalista que en estos
últimos años (2014, 2015 y 2016) se ha vuelto muy claro (prolongado
estancamiento de la economía mundial) que está conduciendo a un
grave riesgo el proceso de su acumulación y reproducción, lo digo a
sabiendas de sus extremos altibajos, que en la actualidad está
agravada con el desfase de la continuidad del ciclo económico largo.
En
general el agotamiento del modo de producción capitalista proviene
de la profunda caída de las tasas de ganancia de los capitalistas
como consecuencia del aumento de la composición orgánica del
capital que en estos últimos tiempos ha sido vertiginoso, es decir,
aquí nos estamos refiriendo a la supremacía del capital constante
(maquinarias, nuevas tecnologías, robot, etc.) sobre el capital
variable (capital utilizado en el pago de los salarios del
proletariado que conducen de acuerdo a esta situación a bajos
salarios, mayor número de horas de trabajo, incremento de la
plusvalía relativa y un gran número de desempleo).
Ciertamente
esto es un presagio del advenimiento de la revolución comunista que
obligará a las direcciones de los partidos comunistas del mundo a
observar el asunto del poder con mayor responsabilidad para trasuntar
victoriosas las próximas batallas que se aproximan.
Veamos
esto:
1.-
Los grandes incrementos de la composición orgánica del capital:
La
composición orgánica del capital se refiere a la relación habida
entre el capital constante y el capital variable. A este respecto
Marx dice: “Esta revolución se refleja, a su vez, en la
composición variable del capital –constituido por una parte
constante y otra variable–, o en la relación variable que existe
entre su parte de valor convertida en medios de producción y la
parte que se convierte en fuerza de trabajo. Denomino a esta
composición la composición orgánica del capital” (Marx, 1999, t.
1, p. 771).
Sin
embargo debemos tener en cuenta que la composición orgánica del
capital crece con la acumulación del capital, es decir, esto está
referido al crecimiento del capital invertido en medios de
producción. No olvidemos que en esto es muy importante la
concentración y centralización del capital que en la época de los
monopolios, es decir, en su fase imperialista, es lo central. Esto en
la actualidad (2000-2016) es palpitante. Entonces el agolpamiento de
las burguesías por la plusvalía relativa es desesperante que ha
llevado al proletariado a situaciones crueles de sobre-explotación y
estreches económicas.
Si
nos atenemos a la nueva situación mundial, particularmente a partir
del año 2000 para adelante, observaremos que en los principales
países capitalistas (China, Estados Unidos, Rusia, etc.) existen
fenomenales desarrollos científico-tecnológicos. Esto no podemos
ocultar. Hablamos de la biotecnología, cibernética, robótica, etc.
Esto debe ser sorprendente. No olvidemos que China está considerada
la nueva gran fábrica del mundo.
Tengamos
presente que los capitalistas en sus intentos por salir de sus graves
situaciones de crisis, en su insano juicio por mantener sus cuotas de
ganancias intactas y en las mismas proporciones, elevan
considerablemente la parte del capital constante en detrimento del
variable. Sin embargo, estos no entienden por qué a pesar de todos
aquellos esfuerzos esas cuotas no mantienen los mismos nivel de sus
ganancia ni eliminan las crisis económicas. Los capitalistas
ofuscados en medio de aquellos propósitos mecanizan intensamente sus
fábricas con robots y nuevas tecnologías. Y en estas condiciones la
interrogante que se les plantea es la siguiente: ¿Acaso habéis
olvidado que los robots carecen de estómago? ¿Ahora quién
consumirá vuestros productos si habéis despedido al elemento
central (el proletariado) de vuestro vetusto sistema? ¿En que se
basa la producción capitalista? ¿Acaso no es en la plusvalía, los
medios de producción, en fuerza de trabajo y todo lo demás? ¿Y aun
así os quejáis de las graves bajas del consumo? ¿Os pregunto
cuánta cantidad de desocupados habéis originado solo desde 2008
para adelante?. El apunte que abajo adjunto es solo una muestra de lo
generalizado que pueda estar ocurriendo esto en los países
capitalistas más desarrollados.
Veamos
un apunte:
“La
fábrica Changying Precision Technology Company en Dongguan ha
automatizado sus líneas de producción que utilizan brazos robóticos
para producir piezas para teléfonos celulares. La fábrica también
ha creado equipos de mecanizado autónomos, camiones de transporte
autónomos, y todo el resto del equipamiento del almacén también ha
sido robotizado. Sin embargo, aún hay personas que trabajan en la
fábrica. Tres trabajadores comprueban y vigilan cada línea de
producción y otros empleados supervisan el sistema de control por
ordenador. Anteriormente, había 650 empleados de la fábrica. Con
los nuevos robots, ahora hay solamente 60. Luo Weiqiang, gerente
general de la compañía, dijo al Diario del Pueblo que el número de
empleados podría bajar hasta 20 en el futuro”
Continua:
“Los robots han producido casi tres veces la cantidad de piezas
que se producían antes. De acuerdo con el Diario del Pueblo, la
producción por persona ha aumentado de 8.000 piezas a 21,000 piezas.
Eso es un aumento del 162,5%. El aumento de la tasa de producción no
ha llegado a costa de la calidad. De hecho, la calidad ha mejorado.
Antes de que se implantaran los robots, la tasa de defecto del
producto era del 25%; ahora está por debajo del 5%. Y sabiendo todo
esto, la pregunta que todo el mundo debería hacerse es: si esta
tendencia, como es de prever, se amplía a todos los sectores
productivos, ¿cómo se va a sustentar a ese 90% de trabajadores que
se quedarán sin trabajo?” (1).
Sin
embargo en las actuales condiciones históricas que presenta el
mundo, todo esto (gran desarrollo tecnológico-científico) marcha
principalmente adherido a la industria bélica como parte de la
carrera armamentística en que están involucradas las principales
burguesías financieras, en un marco de extremo cuidado de estos
avances, es decir, el control es absolutamente muy estricto. En
consecuencia la competencia inter-burguesa por nuevas tecnologías es
extremadamente violenta. En otras palabras la monopolización de las
nuevas tecnologías es muy fuerte.
2.-
Ahondamiento de la tendencia decreciente de las tasas de ganancia
capitalistas:
Las
parasitarias burguesías financieras que antes se jactaban de la
eternidad de los niveles elevados de sus cuotas de ganancia ahora no
entienden la disminución cada vez más notoria de aquellas. Sus
afanes por obtener elevadas ganancias las han obligado a la
introducción de nuevas tecnologías, nuevas maquinarias que ellos
llaman “mejoras técnicas” y “aumento de productividad”. Esto
por supuesto eleva la composición técnica y orgánica del capital,
lo que a la larga conduce al descenso de la cuota general de sus
ganancias. No olvidemos que las ganancias capitalistas solo provienen
de la apropiación de una parte de los salarios del trabajador
(proletariado) que en buena cuenta es lo que se llama la plusvalía.
Bien
sabemos que sobre la base de la propiedad privada sobre los medios de
producción, la finalidad inmediata de la producción capitalista es
la producción de la plusvalía, única fuerte de sus llamadas
ganancias y ley económica suprema y fundamental del capitalismo.
Sobre
la tendencia decreciente de las tasas de ganancia capitalistas, Marx
fue muy claro. Sus apuntes mantienen plena vigencia, aun de los
tantos años transcurridos, son de tremenda profundidad científica
que los “sabios” del Pentágono, en sus diversas vertientes,
keynesianas y neoliberales, son incapaces de rebatirlas). A este
respecto dice lo siguiente: “Pero hemos demostrado que esta es
una ley del modo de producción capitalista: a medida que este se
desarrolla, se produce una disminución relativa del capital variable
respecto del constante, y por lo tanto del capital total puesto en
movimiento. Lo cual significa muy sencillamente lo siguiente: la
misma cantidad de obreros, la misma cantidad de fuerza de trabajo que
hacia trabajar un capital variable de un volumen de valor dado,
pondrá en movimiento, en el mismo lapso, a consecuencia del
desarrollo de los métodos de producción propios de la producción
capitalista, una masa cada vez mayor de medios de trabajo, de
máquinas y de capital fijo de todo tipo, tratará y consumirá en
forma productiva una cantidad cada vez mayor de materia primas y
auxiliares, y por consiguiente hará funcionar un capital constante
de un valor en perpetuo aumento” (2).
Cuando
analizamos el bajo crecimiento de los PBI en los principales países
capitalistas ocurridos en estos últimos años (2014, 2015 y 2016),
ahondado por la gran crisis económica que afecta el sistema, aquello
tiene que ver con la tendencia decreciente de la tasas de ganancia
del capital. El dato que dispongo y muestro más abajo (un dato
reciente) viene de Estados Unidos. Allí el crecimiento del PBI en el
primer trimestre de este año (2016) ha sido solo del 0.8%. Si se
profundiza la investigación, en efecto esto proviene de la
resistencia de los empresarios estadounidenses a invertir en el
sector productivo debido a que consideran que allí existen enormes
riesgos y, por supuesto, a las tasas demasiadas bajas de rentabilidad
de sus inversiones, es decir, nuevamente nos encontramos con la
tendencia decreciente de las tasas de ganancia capitalistas.
Veamos
el apunte:
“El
primer trimestre del año la tasa de expansión del Producto Interno
Bruto (PIB) de la economía estadounidense a duras penas alcanzó
0,80 por ciento. Por eso ningún integrante del FOMC salió a
festejar que la tasa de desempleo empleo cayera a 4,7 por ciento
cuando, en paralelo, la tasa de participación laboral descendió a
62,6 por ciento: miles de personas abandonaron la búsqueda de
trabajo ante la falta de oportunidades. Es que la tasa de desempleo
oficial oculta el subempleo masivo, si se contabilizaran tanto a las
personas que están ocupadas en puestos de trabajo de tiempo parcial
así como a aquellas que han abandonado recientemente el mercado
laboral, las cifras cambiarían por completo. Hay alternativas de
medición, la metodología U-6 que sí considera estos dos rubros,
ubica la tasa de desempleo en 9,7 por ciento, esto es, representa más
del doble de la tasa de paro oficial. Cabe destacar que la falta de
dinamismo de la economía estadounidense es consecuencia
fundamentalmente de la extrema debilidad de la inversión
empresarial, producto a su vez de una tasa de rentabilidad del
capital demasiado baja, o por lo menos insuficiente para poner en
marcha nuevas plantas productivas, capaces de generar empleo masivo y
con ello, detonar un proceso recuperación de largo aliento. Sucede
que los empresarios norteamericanos se resisten no solamente a
invertir sino también a elevar los salarios, situación que ha
impedido apoyar un incremento sustantivo de la inflación: el índice
de precios al consumidor (CPI, por sus siglas en inglés) aumentó
apenas 1,1 por ciento en términos anuales el mes pasado” (3).
3.-
Anémica acumulación y reproducción capitalista, y el grave
estancamiento de la producción:
Veamos
esto tomando como muestra a Estados Unidos. Y la primera constatación
que quiero mostrar es que este país (Estados Unidos) ha vivido desde
1971 (cuando se inicia el actual ciclo económico largo de crisis y
contracción) fuera de sus posibilidades de producción drenando
importantes ahorros y riquezas mundiales, se dice que ahora esto
sería nada menos de las tres cuartas partes.
Desde
esos años, por supuesto, empezaba a acentuarse su déficit comercial
(mayor importación y menor exportación), el mismo que devino en muy
grave cuando hizo funcionar con gran impulso la máquina de impresión
de la FED que empezó a inflar y distorsionar los mercados
financieros.
Es
tan cierto lo anterior que en los últimos años (viene de un apunte
del 2013) se dice que los Estados Unidos habrían creado casi la
mitad de toda la masa monetaria de su historia en los últimos cinco
años.
Veamos:
“Estados
Unidos ha creado casi la mitad de toda la masa monetaria de su
historia en los últimos cinco años, y ha vivido el periodo más
largo jamás visto sin subir los tipos de interés…” (4).
Por
otra parte debemos saber que los niveles de crecimiento en las
regiones históricamente elevadas (Estados Unidos y Europa) han
decrecido considerablemente. Así, según el Fondo Monetario
Internacional (FMI), entre 1992 y 2013, el PIB de Estados Unidos ha
decrecido del 27% al 23%. De la Unión Europea también ha decrecido
del 33% al 23%. En tanto de los llamados BRIC (Brasil, Rusia, India y
China) se ha visto incrementado del 5 al 21%. Indudablemente del 2013
para adelante las cifran han ido en aumento siguiendo esta tendencia.
La situación económica de Estados Unidos está aún más complicada
cuando se observa un mayor flujo de mercancías procedentes de la
“Gran Fábrica del Mundo” (China) en su mercado interno
que lógicamente aumenta su déficit comercial. Por ejemplo se sabe
que los Estados Unidos importan todos sus iPhones de China.
Y
siguiendo esta lógica entre 2012-2016 esta ante nuestros ojos el
debilitamiento económico de los Estados Unidos e incluso su
desplazamiento por China como máxima potencia capitalista. Cierto,
desde 2012 China fue el primer país comercial e industrial por ser
la mayor fábrica del mundo. Y, desde el 2014, la primera potencia
capitalista.
Pero
en general la mejor muestra del estancamiento económico la
encontramos en los anémicos crecimientos de los PBI tanto en Estados
Unidos como en Europa. El último dato que dispongo es el crecimiento
en este país (Estados Unidos) de 0.8 % en el primer trimestre de
2016. Lo más sorprendente es que el crecimiento de los salarios
reales en este mismo país está estancado desde principios de la
década de los años 1970. En tanto el crecimiento del Producto
Interno Bruto (PIB) de la Unión Europea durante 2012-2014 alcanzó
un 0,4% y en general en el período 2003-2014 aumentó apenas 0,3%.
Veamos
esto:
“El
Producto Interno Bruto (PIB) de América Latina y el Caribe creció
entre 2003 y 2014 a tasas mucho más elevadas que el de Europa,
señala un informe preparado para la cumbre de la Unión Europea (UE)
y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC). En
el período 2003—2014, América Latina acumuló un crecimiento de
10,7% del PIB, mientras el de la UE aumentó apenas 0,3%” (5).
Además
quiero acentuar aquí lo importante que es en esta anémica
acumulación y reproducción capitalista, la tendencia de las
burguesías financieras por priorizar sus actividades en el sector
financiero. Es la tendencia a la primacía de las actividades
financieras en detrimento de la producción en cuya esencia está,
vuelvo a recalcar, el origen de este estado anémico de la
acumulación y reproducción capitalista. En realidad, una tendencia
histórica del modo de producción capitalista como consecuencia de
la tendencia decreciente de las tasas de ganancia. Esto en la etapa
de los monopolios está absolutamente acentuado.
Sin
olvidar que la actual gran crisis económica que viene desde el año
2008 ha sido mortal y las medidas destinadas para salir de aquella,
fijadas sobre todo en la emisión descontrolada, solo han sido
orientadas hacia los grandes bancos y empresas monopólicas para
salvarlos de las quiebras y sus bancarrotas. La economía real ha
seguido hundiéndose con cero inversiones por ser consideradas
inversiones riesgosas y difíciles de recuperarlas.
Las
agitaciones de las burguesías financieras por su accionar en el
sector financiero han traspasado incluso los marcos legales que les
conferían sus propias legislaciones. Para muestra solo dos ejemplos:
Primero,
se sabe que cuatro bancos estadounidenses son dueños del 98 % de los
derivados que se han convertido en el principal instrumento de
manipulación de los mercados financieros, bolsas de mercancías,
materias primas, y por lo tanto de la economía mundial.
Segundo,
asimismo en diciembre de 2015 se supo que el banco alemán, Deutsche
Bank, estaba comprometido en unos planes de evasión de impuestos
para algunos de sus privilegiados clientes.
Veamos
esto:
“Deutsche
Bank ideó complejas estrategias internacionales de evasión de
impuestos para algunos de sus principales clientes corporativos, al
tiempo que los gobiernos del G-20 y la OCDE intentaban cerrar los
vacíos legales existentes en los movimientos de dinero entre
jurisdicciones”. Así lo asegura el Financial Times, que cita
tanto documentos a los que ha tenido acceso como personas
familiarizadas con el proceso. (6).
4.-
No hay visos de un nuevo ciclo económico largo de avance y
prosperidad:
El
capital necesita cada cierto tiempo de unas condiciones especiales
para continuar con su proceso de acumulación y reproducción. Así
ha sido a lo largo de su existencia. Esto ocurre o se presenta con
bastante claridad en los periodos de tránsito de un ciclo económico
largo de crisis y contracción a uno de avance y prosperidad. Un
ciclo económico largo de contracción necesita un ciclo económico
largo de ascenso y expansión.
Tras
la gran crisis económica iniciada en 2008 ciertamente el sistema ha
ingresado en la urgencia de esas condiciones especiales que lo
conduzcan a un nuevo ciclo largo de ascenso y expansión. Solo que
ahora ese ciclo económico no está por ningún lado. Pero también
la revolución social está retrasada. Esto hace suponer que el
actual proceso económico capitalista mundial devenga en una
situación de entrampamiento histórico y la situación internacional
sea vista como muy compleja.
Un
entrampamiento que ahoga al sistema en la enmarejada de los ciclos
económicos cortos que pinta un futuro nada estable y que en lo
inmediato lo enfrenta a la actual coyuntura. En efecto no es más la
coyuntura de los ochenta del siglo pasado cuando por ejemplo las
burguesías financieras estadounidenses podían apropiarse de las
empresas públicas latinoamericanas. Tampoco es la época de los
noventa cuando estas mismas burguesías podían succionar los
capitales de la implosionada ex URSS. O cuando desde los años
noventa del siglo pasado cabalgaban atornillados sobre las espaldas
de la China expansiva. Consecuentemente: ¿A dónde pueden apuntar?
¿Al ártico? ¿África? ¿América Latina? En todas ellas hay
presencia enconada de capitales chinos, rusos y de otras potencias
económicas.
Y
la advertencia más sería viene de la constatación que se hace del
estancamiento de la economía mundial debido a la falta de nuevas
fuentes reales que permitan la acumulación y reproducción del
capital.
Veamos:
“De
cumplirse este escenario no puede descartarse algún nivel de
estabilización de corto plazo. Pero el problema central es que no
hay estabilización posible de largo plazo sin nuevas fuentes
“reales” para la acumulación de capital. Y es este asunto de
carácter estratégico el que, sean cuales fueran los escenarios
coyunturales, mantiene latente la probabilidad de una nueva recesión
mundial” (7).
En
consecuencia el paso a un ciclo económico largo de ascenso y
expansión en estos momentos es absolutamente ilusoria e
inalcanzable. Los principales centros de poder mundial están en la
urgencia de procesos de reacomodamiento, que en realidad es su
exigencia de un nuevo reparto de mercados y zonas de influencia, en
este caso, esquilmando a los pueblos.
Ahondando
aún más este análisis. Obviamente todo lo anterior ha conducido a
un anémico avance de la reproducción y acumulación capitalista,
que en los principales países capitalistas (Imperialistas) el
crecimiento de sus PBI ha sido cero con absolutos indicios de
estancamiento de la producción y consecuentemente ha conducido a que
el ciclo económico largo de crisis iniciado en 1973 siga invariable
aproximadamente durante cuarenta y tres años y, lo más grave, es
que no hay siquiera vestigios mínimos de un nuevo ciclo económico
largo de avance y desarrollo. Esto es muy grave que ha llevado a un
entrampamiento nunca visto en la historia del desarrollo capitalista,
conduciendo al sistema a un desbarajuste y caos total
Algo
de esto ha aseverado el presidente ruso, Vladimir Putin, en el
reciente 20º Foro Económico Internacional de San Petersburgo que
tuvo lugar entre el 16 y el 18 de junio de 2016: “Inevitablemente
tendrá lugar la reestructuración de industrias enteras, se
depreciará una gran cantidad de producciones y activos, se agudizará
la competencia tanto en los mercados tradicionales como en los
emergentes. De hecho hoy vemos intentos de monopolizar los beneficios
de las tecnologías de nueva generación”, ha subrayado Putin.
Asimismo, Putin ha reconocido que actualmente hay una tensa situación
geopolítica que se debe en muchos aspectos a las dificultades
económicas. “La actual tensión geopolítica está relacionada
en cierta medida con la incertidumbre económica y con el agotamiento
de las fuentes de crecimiento, ha sostenido”.
5.-
Peligroso entrampamiento del sistema y las sombrías perspectivas de
los capitalistas:
Partimos
siendo muy claros en lo referido a que las crisis en el sistema de
producción capitalista han sido periódicas. Marx en “Palabras
finales a la segunda edición alemana” publicadas el 25 de julio de
1867 (El Capital: I tomo. Editorial Cartago. Edición de 1975) decía:
“por un lado, la gran industria acababa de salir de la infancia,
pues solo con la crisis de 1825 se abre el ciclo periódico de su
vida moderna”-
Ante
todo debemos saber que, tras la quiebra de la hegemonía mundial
estadounidense y devenida en el mundo nuevos bloques económicos
(Alemania, Irán, etc.), los grupos de poder mundial (burguesías
financieras) están hoy en la desesperación de ampliar y/o abrirse
hacia nuevas regiones. Es la lucha por un nuevo reparto de mercados y
zonas de influencia.
Entonces
el encono es muy fuerte. En esto la desesperación estadounidense es
muy peligrosa. Es el centro de los conflictos actuales. No olvidemos
que la causa principal de esto es su bancarrota económica.
Incurso
en esto mismo es muy aleccionador lo ocurrido en la cumbre de
Ministros de Economía de la Unión Europea (UE) realizada en la
ciudad de Breslavia en Polonia el 17 de septiembre de 2011, cuando
este país estuvo de turno en la Presidencia de la Unión Europea,
del 01 de julio al 31 de diciembre de 2011, donde se vio el asunto de
la crisis europea y en la que las partes se hicieron de oídos sordos
y hasta cuestionaron los “consejos” de Tim Geithner,
Secretario del Tesoro estadounidense, que participaba en esa reunión
y que, entre otras, puso en evidencia las duras fricciones existentes
entre Estados Unidos y el bloque europeo. En efecto, allí, Geithner
exigió a la Unión Europea ponga sobre la mesa sus garantías
efectivas para proceder desde Washington el rescate de Italia y
España, es decir, la entrega de sus recursos a la voracidad de las
transnacionales estadounidenses. El presidente del Eurogrupo,
Jean-Claude Juncker, no se aguantó más y dijo lo siguiente: “No
se debate (en este conclave) sobre el incremento o la expansión del
Mecanismo Europeo de Estabilidad Financiera con un Estado no miembro
de la eurozona”, se refería claramente a la intromisión
estadounidense en los asuntos internos de esta región. Y, aún más
tajante fue la intervención de la Ministra de Finanzas de Austria,
María Fekter, que dijo: “No creo que se justifique que alguien
esté aquí para darnos lecciones de nada. Si se mira los datos
macroeconómicos, Europa está mejor que ellos” (8).
Las
presiones estadounidenses, en realidad dominio, contra sus propios
aliados han sido permanentes. En esto es muy significativa la presión
que ejerció sobre Japón en el marco de lo que se llama “El
Acuerdo Plaza” en 1985 para que apreciara el yen. Sin olvidar
que en 2003 la FED redujo por primera vez la tasa de interés a un
1%.
Veamos
el apunte:
“A
fines de 2003 la Reserva Federal redujo por primera vez la tasa de
interés al 1% (lo que produjo la burbuja inmobiliaria
estadounidense) y desde entonces, las reservas de dólares en los
mercados emergentes se sextuplicaron, hasta alcanzar los 7 billones
de dólares en 2011. La resultante expansión de la base monetaria de
los países emergentes les ocasionó tasas de inflación mucho más
altas que en Estados Unidos, además de burbujas internacionales de
precios de los commodities, especialmente el petróleo y los
alimentos básicos……A todo esto hay que sumar las quejas
estadounidenses respecto de las políticas cambiarias de otros
países. Hace dos décadas, Estados Unidos presionó a Japón para
lograr que el yen se apreciara respecto del dólar, con el argumento
de que las políticas cambiarias desleales de Japón eran
responsables del rampante déficit comercial bilateral estadounidense
con los japoneses. Hoy sucede lo mismo con China, que en la
actualidad es blanco de una campaña de acusaciones en Estados Unidos
cuyo objetivo es forzar a las autoridades chinas a acelerar la
apreciación del renminbi (campaña que se vio reforzada por el
enorme aumento de la contribución china al déficit comercial
bilateral)” (9).
Así
fue el historial de la burguesía estadounidense. Sin olvidar en sus
orígenes el uso de la dinamita para dirimir sus diferencias.
Y,
como quien dice, la historia ha seguido su curso, ahora el sistema
capitalista mundial está ingresando a un punto de inflexión de lo
más importante, un punto que va marcar un antes y un después, de
esta segunda fase del sistema capitalista, es decir, el imperialismo.
La continuidad de los ciclos económicos largos, las altas tasas de
ganancia capitalista, al parecer ha llegado hasta el año 1971 en que
se inicia el último largo ciclo económico de crisis y estancamiento
en el que está entrampado ahora y, que en estos últimos años, 2008
para adelante, tras la bancarrota de la economía estadounidense,
exige un nuevo rumbo, pero, en una situación de imposibilidad de un
proceso normal de acumulación y reproducción capitalista, sujeto en
una total disminución de las tasas de ganancia capitalistas, es
decir, de completo agotamiento del sistema. Un periodo de inflexión
absolutamente histórico.
Cierto,
el imperialismo, denominado por Lenin fase superior del capitalismo o
fase de los monopolios, está ingresando ahora a un periodo de
sobredimensionamiento incontrolable del sistema financiero,
sobrecargado de capitales ficticios que conducen a las burguesías
financieras a una situación de extrema degradación que los enfrenta
con virulencia al sistema productivo. Estas (burguesías financieras)
ya no piensan en la producción para cumplir sus metas, por ejemplo
para salir de la gran crisis económica, sino, en lo más fácil, es
decir, en ocupar mercados y zonas de influencia para lo cual sus
ejércitos y sus armamentismos han devenido absolutamente en
trascendentales, de vida o muerte, para su existencia. Los hechos
actuales que gravitan en el contexto internacional lo demuestran así.
El
sistema, como consecuencia del anémico proceso de acumulación y
reproducción, el ahondamiento de la tendencia decreciente de las
tasas de ganancia capitalista y su desfase en la continuidad del
proceso del ciclo económico largo, ahora se siente absolutamente en
una verdadera situación de entrampamiento histórico que lo agobia y
lo incapacita al avance. Las caducas burguesías financieras magullan
entre dientes el control de zonas estratégicas, sobre todo, de
aquellas donde hay riquezas energéticas, es decir, petróleo y gas.
Y consecuentemente no es una coincidencia el que las depredadoras
burguesías estadounidense están orientándose ahora con
desesperación y vehemencia, con las manos ensangrentadas y en medio
de una gran carrera armamentística hacia Oriente Medio donde
precisamente está el reservorio más grande del petróleo y el gas
del planeta.
El
asunto es: ¿Qué depara a la humanidad el nuevo periodo de
sobredimensionamiento incontrolable del sistema financiero,
sobrecargado de capitales ficticios al que está ingresando
finalmente el imperialismo? ¿El fascismo? ¿La revolución
comunista? La historia tiene su palabra…
NOTAS:
1.-
“UNA FÁBRICA CHINA NOS MUESTRA UN RETRATO SOBRE NUESTRO FUTURO…Y
YA PODEMOS TEMBLAR”. Nota publicada el 03 de agosto de 015, en:
https://elrobotpescador.com/2015/08/03/una-fabrica-china-nos-muestra-un-retrato-sobre-nuestro-futuro-y-ya-podemos-temblar/.
2.-
Marx, Carlos: El capital. III tomo. Editorial Cartago. Edición 1975.
Página 234.
3.-
“La economía de Estados Unidos no logra salir del atolladero”.
Autor: Ariel Noyola Rodríguez. Nota publicada el 16 de junio de
2016, en: ALAI ALATINA.
4.-
“El espejismo de Estados Unidos”. Autor: Daniel Lacalle. Nota
publicada el 23 de noviembre de 2013, en: el confidencial.
5.-
“PIB latinoamericano creció mucho más que el de la UE en la
última década”. Nota publicada el 09.de junio de 2015, en
Sputnik.
6.-
“Deutsche Bank diseñó planes para ayudar a empresas a evadir
impuestos”. Nota publicada el 01 de diciembre de 2015, en:
Librered.net).
7.-
“Consecuencias de un riesgo global inminente”. Autor: Paula
Bach-Nota publicada el 26 de abril de 2016, en:
http://www.laizquierdadiario.com/spip.php?page=gacetilla-articulo&id_article=37464).
8.-
“Duro cruce entre EEUU y la UE”. Noticia publicada el 17 de
septiembre de 2011, en: Associated Press-AP.
9.-
“El Odiado patrón del dólar”. Autor: Ronald McKinnon. Nota
publicada el 25 de enero de 2013 en: Crisis siglo XXI