Arturo
Inglott. Canarias Semanal
El mediático exministro de Finanzas griego Yanis Varoufakis anunciaba el pasado sábado, 2 de enero, su intención de sumar a la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, a su nueva formación política, bautizada como "Movimiento europeo del cambio".
El mediático exministro de Finanzas griego Yanis Varoufakis anunciaba el pasado sábado, 2 de enero, su intención de sumar a la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, a su nueva formación política, bautizada como "Movimiento europeo del cambio".
El
proyecto político de Varoufakis se presentará el próximo 9 de
febrero en Berlín. Para su lanzamiento ha establecido ya contacto
con varios líderes políticos que él considera como de "cambio"
con respecto a las políticas defendidas por el gobierno alemán.
Entre estos destacan , junto a la regidora de la ciudad Condal, el
ex-ministro "socialista" alemán Oskar Lafontaine y
los conocidos economistas keynesianos Paul Krugman y Joseph Stiglitz.
Como
se recordará, Varoufakis, ex mano derecha del primer ministro griego
Alexis Tsipras, rompió con su partido Syriza después de que fuera
apartado de su puesto de negociador en la UE, por diferencias con
Tsipras en torno a la forma en la que debían desarrollarse estas
conversaciones. Dicha ruptura fortaleció la imagen del economista y
ex ministro como representante de los intereses del pueblo griego
frente a la Troika.
El
proyecto político d ex ministro de finanzas griego es presentados
hoy por la prensa europea como un movimiento de “internacionalismo
radical” de izquierdas.
Una
caracterización que, sin embargo, contrasta con las propias
concepciones económicas y políticas de Yanis Varoufakis. Hace
apenas dos años, en mayo de 2013, Varoufakis manifestaba
explícitamente en el 6º Festival Subversivo de Zagreb sus ideas
acerca de lo que - en su opinión - le correspondía hacer en este
momento a la "izquierda" del continente.
Varoufakis
sostuvo en su presentación que "por mucho que repugne a los
radicales, el deber histórico de la izquierda en esta coyuntura
particular es estabilizar el capitalismo, salvarlo de sí mismo y de
los inútiles gestores de la crisis en la eurozona".
Varoufakis
afirmó también que "un análisis del capitalismo europeo y
de la condición actual de la izquierda obliga a trabajar en pro de
una amplia coalición, incluso con partidos de derecha, para resolver
la crisis de la eurozona y estabilizar la Unión Europea".
En
meses pasados, el exministro heleno adelantaba que el objetivo de su
movimiento político no es establecer sucursales políticas en cada
país, sino que la fórmula organizativa y electoral será en cada
caso fruto de decisiones colectivas y orgánicas.
Según
manifestaba en una reciente entrevista concedida a El Diario, eso
podría traducirse en “un nuevo partido en algunos países”
o en “establecimiento de alianzas con partidos ya existentes en
otros”.
Pero,
más allá de estos aspectos formales, los planteamientos políticos
de Yanis Varoufakis no permiten aventurar que su proyecto, inscrito
en la corriente neosocialdemócrata que pugna por ocupar el lugar de
los viejos partidos socialistas, pueda atreverse a impulsar alguna
ruptura con el marco impuesto por las instituciones de la UE en
representación de la banca europea.
NOTA DEL EDITOR DE ESTE BLOG:
Que pretenda recurrir a economistas keynesianos como Krugman y Stiglitz nos habla claramente de su recorrido izquierdista, pues la teoría keyenesiana nunca fue otra cosa que una hija bastarda del liberalismo, por mucho que los ignorantes y los pseudoizuierdistas pretendan vendernos su mercancía.
Varoufakis, si llegara a tener algún éxito, aceleraría el fracaso de las nuevas socialdemocracias, del mismo modo en que Syriza dejóclaro lo que se podía esperar de ellas y que a Podemos ya no le reconoce ni su madre, al menos en lo programático, si bien algunos le vimos desde que aún era un embrión el cartón del atrezo de su farsa.
Por cierto, al insistir los propios neosocialdemóctratas en la expresión “izquierda radical”, lejos de confundirse con lo que es la izquierda revolucionaria y comunista, dejan claro lo que son la mayor parte de los trotskismos, los antiglobalización y otros excipientes del reformismo vergonzante. Veremos que ATTAC no les queda lejos.