19 de noviembre de 2015

PARÍS: LA SOMBRA DE ARGELIA

Robert Fisk. The Independent

Gran parte del financiamiento del Isis proviene de los sauditas, aunque, una vez más, este hecho ha sido borrado de la historia terrible de la matanza del viernes.

No sólo uno de los atacantes se esfumó después de la matanza en París. Tres naciones cuya historia, acción –e inacción– ayudan a entender la carnicería cometida por el Isis han escapado en gran medida a la atención entre la casi histérica respuesta a los crímenes de lesa humanidad en la capital francesa: Argelia, Arabia Saudita y Siria.

La identidad franco-argelina de uno de los atacantes demuestra de qué modo la salvaje guerra francesa de 1956-62 en Argelia continúa infectando las atrocidades de hoy. La absoluta negativa a contemplar el papel de Arabia Saudita como proveedora de la forma más extrema del islam, la wahabita sunita, en la que cree el Isis, muestra de qué manera nuestros líderes aún rehúsan reconocer los vínculos entre el reino y la organización que atacó a París. Y nuestra falta total de voluntad de aceptar que la única fuerza militar regular en combate constante con el Isis es el ejército sirio –que lucha por el régimen que Francia desea destruir– nos impide aliarnos con los inmisericordes soldados que están en acción contra el Isis con mayor ferocidad aún que los kurdos.

Siempre que Occidente es atacado y nuestros inocentes perecen, caemos en borrar el banco de memoria. Por tanto, cuando los reporteros nos dijeron que los 129 muertos en París representaron la peor atrocidad perpetrada en Francia desde la Segunda Guerra Mundial, omitieron mencionar la masacre en París de hasta 200 argelinos que participaban en una marcha ilegal contra la salvaje guerra colonial francesa en Argelia, en 1961. La mayoría fueron asesinados por la policía francesa; muchos fueron torturados en el Palais des Sports y sus cuerpos arrojados al Sena. Los franceses sólo reconocieron 40 muertos. El oficial de policía a cargo era Maurice Papon, quien trabajó para la policía colaboracionista de Petain en Vichy en la Segunda Guerra Mundial y deportó a más de mil judíos hacia su muerte.

Omar Ismail Mostafai, uno de los atacantes suicidas en París, era de origen argelino, y acaso también lo eran los otros sospechosos identificados. Said y Cherif Kouachi, los hermanos que asesinaron a los periodistas de Charlie Hebdo, eran descendientes de argelinos. Procedían de la comunidad argelina en Francia, integrada por más de 5 millones de personas, para muchas de los cuales la guerra en Argelia nunca terminó, y que hoy viven en los barrios bajos de Saint-Denis y otros enclaves argelinos en París. Sin embargo, el origen de los asesinos del 13 de noviembre –y la historia de la nación de la que proceden sus padres– ha sido casi borrado de la narrativa de los horribles sucesos del viernes. Un pasaporte sirio con un sello griego es más emocionante, por razones obvias.

Una guerra colonial de hace medio siglo no justifica un asesinato en masa, pero ofrece un contexto sin el cual cualquier explicación de por qué hoy Francia ha sido tomada de blanco tiene poco sentido. Al igual que la fe sunita-wahabita saudita, que es fundamento del califato islámico y sus asesinos, presuntos practicantes de ese culto.

Mohammed ibn Abdel al Wahab fue el clérigo y filósofo purista cuyo implacable deseo de purgar a los chiítas y otros infieles de Medio Oriente condujo a las masacres del siglo XVIII, en las que la dinastía original al Saud estuvo profundamente involucrada.

El actual reino saudita, que con regularidad decapita a supuestos criminales tras someterlos a juicios injustos, construye un museo en Riad dedicado a las enseñanzas de al Wahab, y la furia del viejo prelado hacia los idólatras y la inmoralidad ha encontrado expresión en la acusación del Isis contra París como centro de prostitución. Gran parte del financiamiento del Isis proviene de los sauditas, aunque, una vez más, este hecho ha sido borrado de la historia terrible de la matanza del viernes.

Y luego viene Siria, cuyo régimen Francia demanda destruir desde hace mucho tiempo. Sin embargo, el ejército de Assad, rebasado en número y armamento –aunque ha recapturado algún territorio con ayuda de los ataques aéreos rusos–, es la única fuerza militar entrenada que combate al Isis. Durante años, estadounidenses, británicos y franceses han dicho que los sirios no combaten al Isis. Pero esta es una falsedad palpable: en mayo, las fuerzas sirias fueron echadas de Palmira cuando intentaban evitar que los convoyes suicidas del Isis se abrieran paso hacia la ciudad… convoyes que podían haber sido atacados por aviones estadounidenses o franceses. Unos 60 mil soldados sirios han perecido en Siria, muchos a manos de islamitas del Isis y de Al Nusra, pero nuestro deseo de destruir el régimen de Assad tiene prioridad sobre nuestra necesidad de aplastar al Isis. Ahora los franceses alardean de haber golpeado 20 veces la capital del Isis en Siria, Raqqa: un ataque de venganza por donde se le mire. Porque, si fue un asalto militar serio para liquidar la maquinaria del Isis en Siria, ¿por qué los franceses no lo hicieron hace dos semanas? ¿O dos meses? Una vez más, por desgracia, Occidente –y Francia en especial– responde al Isis con la emoción, más que con la razón, sin ningún contexto histórico, sin reconocer el sombrío papel que nuestros moderados y decapitadores hermanos sauditas representan en esta historia de horror. Y así creemos que vamos a destruir al Isis…

17 de noviembre de 2015

QUÉ SORPRENDENTE ES LA ’PRUDENCIA’ POLÍTICA DEL GENERAL DE PODEMOS

Cristóbal Orellana. grupotortuga.com

El diario Público acaba de sacar esta entrevista a José Julio Rodríguez, ex-general y ex-Jefe del Estado Mayor de la Defensa: http://www.publico.es/politica/entrevista-julio-rodriguez-html.html

Quisiera hacer algunos comentarios al respecto de la concepción de la Defensa de este general afiliado a Podemos y elegido por Pablo Iglesias como candidato al parlamento por la provincia de Zaragoza:

1º.-Me parece muy desafortunada su reiteración de que "Podemos no está para hacer declaraciones, sino para buscar un cambio en la gestión". ¿No es razonable criticar las políticas de Defensa puestas en marcha por el PP y el PSOE?. ¿Y eso?. Suena a autoexculpación.

2º.-Está bien esa idea de crear un "Consejo de Paz", siempre que no sea un florero de una política de Defensa que asuma en lo esencial las directrices de la OTAN. Crear un Consejo de Paz para, en realidad, sepultar suavemente el impulso ciudadano del "NO A LA GUERRA" y que no se tomen decisiones estratégicas relevantes y sustancialmente diferentes a lo que se ha hecho hasta aquí, sería un flaco favor a la Paz.

3º.-Medidas, según José Julio Rodríguez, para combatir el terrorismo: a) estrategia supranacional, b) cortar la financiación del Estado Islámico, c) rastrear el petróleo de contrabando, d) control del tráfico de armas occidentales, e) neutralizar las redes de captación y adiestramiento, integrando a los excluidos por motivos étnicos... pero luego el general de Podemos dice que bastarían una resolución de la ONU y una aprobación del Parlamento español (dominado por PP y PSOE) para formar parte, legítimamente, de una nueva guerra en Siria e Irak. Una guerra que, como es de suponer, en esta ocasión, quedaría liderada por Francia y EE.UU.

4º.-"Defensa integral europea" a largo plazo... pero, por el momento, dentro de una OTAN evolucionada. ¿En qué quedamos?. Sí, quedamos en la OTAN. Y por otra parte: ¿qué "defensa integral europea" exactamente?, ¿en qué dirección?, ¿con qué compromisos presupuestarios?, ¿participando en qué guerras?...

5º.-Sobre el escudo antimisiles en Rota y la ampliación de la base de Morón el prudentísimo general dice: "Tiene sentido porque España forma parte de una coalición y Podemos ha manifestado que se van a respetar esos acuerdos, y en el momento de su renovación se revisarán. Evidentemente ahí se ha ofrecido un espacio estratégico y eso necesita revisarse". Bueno, aquí no recordaré más que lo que la izquierda pacifista hemos dicho siempre: OTAN NO, BASES FUERA. Que el general de Podemos se exprese con tanto cuidado con los acuerdos con Estados Unidos hipoteca completamente su política de Defensa (o la de Podemos) y su concepción de la Paz: "Podemos se ha comprometido a respetar los tratados firmados y a defender una estrategia común dentro de una coalición, que es la OTAN".

6º.-¿Ni un comentario crítico sobre la labor de Pedro Morenés?. ¿Ni uno?. Pues será que José Julio Rodríguez le debe obediencia, es decir, que cree que el respeto al superior -propio de la disciplina de las FAS- es aplicable también al mundo de la política. Qué prudencia tan sorprendente.

7º.-¿Cambiar la política de Defensa es solamente ser más exigente con la gestión de los recursos y dedicarse a explicar en qué se gasta el dinero?. ¿Cambiar la política de Defensa es nada más que ’dar información’, solamente ’democratizar’ los contratos...?, ¿no habría que rescindirlos, sin más, haciendo inmediatamente una Ley para que los contribuyentes no paguen indemnizaciones por ello...?. Yo creía que el punto esencial de una política de Defensa -de lo que el general de Podemos no habla- es aquello que se decía en la constitución de 1931: "España renuncia a la guerra como instrumento de política nacional" (Artº 6), y no un mero marketing comunicacional del Ministerio de Defensa (que, ciertamente, grandísima falta le hace).

8º.-Una "auditoría" de los contratos de los Planes Especiales de Armamento ¿en qué tanto por ciento, concretamente, se traduciría en una disminución del presupuesto anual de Defensa?

9º.-Que las personas (al Ministro de Defensa y a su Secretario de Defensa me refiero) que han ostentado altos cargos en las industrias militares no puedan ser los gestores de la política de Defensa del estado y que los políticos que hayan ostentado altos cargos en el Ministerio no puedan volver a las industrias militares... todo esto hay que evitarlo, según el general de Podemos, no porque esto pueda generar corrupción, sino porque "tienen una información privilegiada, una situación de ventaja". Ya.

10º.-¿No hay que criticar la contratación de programas de armas que no iban a usarse y que no podíamos pagar?. ¿No hay que rescindir, directamente, contratos como el de los carros Leopard que sabemos que no van a ser usados?. ¿Auditar la multimillonaria deuda militar no sería exigir responsabilidades a quienes la provocaron... o solo sería buscar una rebajita de los costes ante las grandes empresas armamentísticas?. "Está haciendo una crítica a la gestión que se hizo anteriormente y yo estoy buscando soluciones para ahora. Lo que se encuentre Podemos lo tiene que gestionar, tiene que mirar hacia adelante y tiene que solucionar el problema para adelante"... pues menuda auditoría nos espera si José Julio Rodríguez, que algo sabrá de los PEA de cuando era JEMAD, llegara a Ministro de Defensa con Podemos en la Moncloa. "Sí, sí. Hubo una mala gestión, una burbuja. Evidentemente eso es mala gestión, la puede ubicar en el gobierno que quiera. Pero Podemos no está para hacer declaraciones sino para buscar un cambio en la gestión"...

Pero algo positivo, lo reconozco, sí viene a aportar el general José Julio Rodríguez al debate sobre las alternativas de Defensa en el estado español y es, a saber, que, de alguna manera, pone de manifiesto que está todo por hacer respecto a cómo vamos a actuar entre todos para que este planeta no reviente en pedazos de la mano de los estrategas, la OTAN y los ejércitos integrales europeos…

NOTA DEL EDITOR DE ESTE BLOG: Puede que a alguien le sorprenda que quien cree que el capital ha de ser derribado por la fuerza, pues continuar creyendo en la ilusión de reforma del sistema respetando sus reglas del juego es ilusión y/o cinismo, es contradictorio con reproducir este texto de un autor de la filosofía de la no violencia. Aclaro que la tradición histórica de los comunistas se resume en “ni guerra entre los pueblos -a la que ahora nos quieren llevar- ni paz entre las clases”. Los comunistas creemos que el movimiento por la paz es mucho más amplio que el movimiento pacifista, el cuál aplica los principios de la no violencia en el conjunto de las esferas de su acción política, incluida la lucha por la transformación social, en el caso de sus corrientes anticapitalistas. En cualquier caso no somos seguidores de un personaje siniestro tan reaccionario como Gandhi. Sugiero que quien tenga dudas al respecto, lea el desmitificador texto "Gandhi al servicio del Imperio", de Domenico Losurdo.