Ahaztuak
1936-1977. La Haine
80
aniversario este año del octubre de Asturies. En nuestra Euskal Herria los
sueños y las intenciones de una buena parte de la clase obrera vasca no eran
diferentes
*A la memoria de Sebastián Álvarez
García de diecisiete años, que un día de Octubre de 1934 partió fusil en mano a
buscar y defender sus sueños. Al igual que tantos otros nunca volvió".
Sebastián, a cuya memoria va dedicado este
artículo, murió defendiendo las posiciones obreras situadas en La Corredoria , en Oviedo,
frente a las tropas comandadas por el general López Ochoa que por orden del
Gobierno de la II
República habían sido enviadas a acabar con la insurrección
que había estallado en Asturias el día 4 del mismo mes. Al igual que él miles
de hombres y mujeres decidieron intentar aquel mes de Octubre de hace 80 años
tomar el cielo por asalto bajo la consigna UHP, ¡Uníos, Hermanos Proletarios!.
No esta de más recordar desde la memoria histórica
democrática y antifascista, donde la memoria de clase tiene un espacio más que
relevante, la razón de dicha decisión. Aquel 4 de Octubre de 1934 tuvo lugar en
el estado español una huelga general para responder a la entrada de la CEDA (Confederación Española
de Derechas Autónomas) en el gobierno de la República , algo que por
la creciente fascistización y voluntad golpista demostrada incluso públicamente
por dicho partido era visto por los partidos y sindicatos de izquierdas como un
ataque a la propia esencia del régimen republicano que en su constitución se
declaraba como "una República de
trabajadores de toda clase" y un claro intento de involución del
propio régimen político. En la mayor parte de la península la huelga es
derrotada por diferentes motivos, logrando en el mejor de los casos como en
diferentes zonas de Euskal Herria lanzar conatos insurreccionales o hacerse con
el poder por unas horas o incluso varios días. En el caso de Asturias sin
embargo UHP fue mucho más que una mera consigna al lograr la clase obrera
asturiana demostrando su incontestable madurez, dar cuerpo a la llamada Alianza
Obrera, donde se agruparon la práctica de la totalidad de partidos y sindicatos
obreros -PSOE, PCE, BOC, UGT, CNT...- siendo además capaz de dotarse de una
estrategia política, social y militar que permitió que la insurrección
triunfase y se mantuviese. Esa misma madurez ideológica, política y
organizativa será la que propicie en Asturias un evidente salto de calidad que
fue capaz de convertir la insurrección en revolución social, en toma de poder
por la clase obrera real y efectiva, afirmando claramente los insurrectos
asturianos que su acción no tenia otro objetivo que: "...frente a la situación económico-política del régimen burgués,
se impone la acción mancomunada de todos los sectores obreros con el exclusivo
objeto de promover y llevar a cabo la revolución social" constituyéndose
así en lo que ha sido hasta el día de hoy la última experiencia europea de
insurrección, toma de poder e intento de construcción de una sociedad sin
clases por parte de la clase obrera.
En nuestra Euskal Herria los sueños y las
intenciones de una buena parte de la clase obrera vasca no eran muy diferentes
y más allá de la pronta derrota de ellos, de su preparación y determinación
para conseguirlos nos hablan las barricadas instaladas en Portugalete y los
casi doscientos encausados de ese pueblo, los más de 400 detenidos en Bilbao,
los hechos de Arrasate y Eibar, los enfrentamientos en Erandio y Lamiako, los
ininterrumpidos hallazgos durante los meses posteriores a la derrota de depósitos
de dinamita, de armas de fuego, de propaganda, de emisoras, las voladuras de
los puentes en la zona minera, los bombardeos de Galdames... Todos esos deseos
de emancipación derrotados pero absolutamente vigentes los encontraremos
posteriormente reflejados en la determinación ante los pelotones de ejecución
de miles de fusilados por el franquismo, en las causas dictadas contra decenas
de miles por ese régimen, en el mito del Octubre Rojo asturiano alentando la
resistencia en el monte y la clandestinidad... La insurrección de Octubre, "la del 34", tal y como hemos
escuchado referirse a ella con el cariño y la familiaridad de un sueño tantas
veces acariciado a tantos viejos militantes obreros y antifascistas, marca un
hito y una esperanza en la clase obrera asturiana y de todo el estado y es la
luz roja que dicta a las clases dominantes la necesidad de arrancar de cuajo
ambos -mito y esperanza- y anular la memoria de la realidad que fueron, lo que
intentarán hacer llegando hasta el genocidio a partir del 18 de Julio de 1936.
En el atardecer del 18 de octubre de 1934 el
dirigente minero asturiano Belarmino Tomás, cabeza visible del Tercer Comité
Revolucionario Provincial, era el encargado de leer el comunicado que anunciaba
el fin del movimiento revolucionario en Asturias. Lo hizo desde el balcón del
Ayuntamiento de Langreo, sede del Comité, ante una multitud de obreros que
abarrotaba la plaza y las calles próximas y que en gran parte se mostraba
contrario al cese de las hostilidades, multitud entre la que según reflejan
diferentes testimonios «las mujeres
provocaban a los hombres para que éstos no aceptasen ninguna clase de acuerdo
con el ejército de la
República ». En su discurso, Belarmino Tomás se dirigía
así a las personas alli congregadas y por extensión a todos los insurrectos
asturianos:
"La
lucha no se ha planteado como las necesidades exigían. Existía y existe el
temor de coger las armas, y este temor, por no llamarlo traición, es el que ha
determinado precisamente el fracaso de nuestro movimiento, tan valientemente y
con tanto heroísmo sostenido aquí por espacio de quince días pero ante esta
situación no es posible seguir luchando por más tiempo con las armas en la
mano. Sin embargo declaramos que la lucha entre el Capital y el Trabajo no ha
terminado ni podrá terminar en tanto que los obreros y campesinos no sean
dueños absolutos del Poder. El hecho de organizar la paz con nuestros enemigos
no quiere decir que reneguemos de la lucha de clases. No. Lo que hoy hacemos es
simplemente un alto en el camino, en el cual subsanaremos nuestros errores para
no volver a caer en los mismos, procurando al mismo tiempo organizar nuestra
segunda y próxima batalla, que debe culminar en el triunfo total de los
explotados."
Tras la deposición de las armas por parte de los
insurgentes la represión sería lanzada con toda su crudeza sobre la clase
obrera asturiana, al igual que ya se venia abatiendo desde principios de ese
mismo mes sobre la vasca, la catalana y la de los otros pueblos de la península,
culpables de haber querido hacer realidad su sueño de emancipación y de
justicia social, culpables de haber hecho que "El Estado y la
Revolución " de Lenin hubiese sido uno de los libros
más vendidos en el año 1933... Torturas indiscriminadas, ejecuciones en masa,
violaciones, miles de detenidos y encarcelados, habilitación de barcos-prisión
o de lugares como el Fuerte de Ezkaba para el encierro masivo de prisioneros...
Hoy 80 años después de aquellos hechos desde Ahaztuak 1936-1977 queremos hacernos también eco de aquella sangre de Octubre, de una memoria que muy pocos -ni siquiera los que se dicen herederos de las siglas que encuadraban a aquellos que los protagonizaron- mencionan hoy en día y mucho menos reivindican. La memoria de Sebastián Álvarez o de Celestino Uriarte por mencionar a algunos. La memoria que fue en gran medida la impulsora de la victoria del Frente Popular el 16 de Febrero de 1936 tras la bandera de la amnistía para los miles de presos políticos encarcelados tras aquella insurrección, la memoria que alentaría al combate a miles de antifascistas tras el golpe del 18 de Julio de 1936.
Hoy 80 años después de aquellos hechos desde Ahaztuak 1936-1977 queremos hacernos también eco de aquella sangre de Octubre, de una memoria que muy pocos -ni siquiera los que se dicen herederos de las siglas que encuadraban a aquellos que los protagonizaron- mencionan hoy en día y mucho menos reivindican. La memoria de Sebastián Álvarez o de Celestino Uriarte por mencionar a algunos. La memoria que fue en gran medida la impulsora de la victoria del Frente Popular el 16 de Febrero de 1936 tras la bandera de la amnistía para los miles de presos políticos encarcelados tras aquella insurrección, la memoria que alentaría al combate a miles de antifascistas tras el golpe del 18 de Julio de 1936.
Una memoria que como parte de la memoria histórica
de la clase obrera vasca, como parte de la Memoria Histórica
Democrática y Antifascista de Euskal Herria y de los pueblos y clases populares
de todo el estado muchos prefieren ignorar y hacer que se ignore. Una Memoria
que nos muestra que una vez la clase obrera fue capaz de tomar el poder. Que
nos muestra que una vez la clase obrera fue capaz de ser poder. Una Memoria que
nos dice que eso no es imposible si se alcanza la madurez ideológica, política,
organizativa y estratégica necesaria para ello.
Y en ello la memoria de clase, la memoria histórica
democrática y antifascista, juega un importante por no decir determinante
papel.
AHAZTUAK 1936-1977
(Este artículo fue escrito y publicado en el año 2009 con motivo de la conmemoración del 75. Aniversario dela Revolución de Octubre. Hoy lo recuperamos para
que sirva de presentación de la dinámica que desde Ahaztuak 1936-1977
llevaremos a cabo durante el presente año 2014, al cumplirse el 80 aniversario
de los mismos hechos históricos)
(Este artículo fue escrito y publicado en el año 2009 con motivo de la conmemoración del 75. Aniversario de