Por Marat
“No es fácil mantener el silencio cuando el silencio es una mentira”
(Victor Hugo)
A estas alturas de la degradación humana citar a Victor Hugo es como hacerlo a Tamerland el Grande o a Perico de los palotes. Sin duda la última frase evacuada por algún famoso por el hecho de serlo llegará con más potencia a la audiencia. Afortunadamente su genialidad permanecerá en la memoria colectiva lo que el próximo tuit genial: el tiempo necesario para que un medio de intoxicación colectiva afirme que hay otra genialidad aún más epatante. Y así hasta el infinito y más allá.
La estupidez del receptor - ya
no se trata de la ignorancia sino del cómplice esquivo de los hechos
– puede explicar, sólo en parte, el comportamiento humano tras la
invasión de Ucrania por Rusia.
El resto es obra de miserables.Putin, Putin, Putin, Putin, Putin, Putin, Putin, Putin, Putin, Putin, Putin, Putin, Putin, Putin, Putin, Putin.Leyendo la democrática, objetiva y sincera prensa occidental tengo la sensación de que Putin es un monstruo formado por los restos de William Wallace, Atila, Vlad Teper, Stalin, Hitler y un superRambo, todo el engendro con el suficiente poderío y mala hostia como para controlar él solo el 20% del territorio ucraniano y atacar a la vez sus principales ciudades.. Concentrar en Putin todo el odio y el miedo inducido hacia las sociedades occidentales, dejando de lado al Estado ruso y a su sociedad, que mayoritariamente le apoya, es fetichizar al enemigo, como antes se hizo con Hitler, personaje con el que se le compara. Sirve al objetivo de focalizar el mal y es coherente con el intento de aislarle de sus apoyos oligárquicos y del parlamento ruso, con la intención de provocar el derrocamiento del presidente. Si esto no funciona, una vez establecidas las sanciones económicas desde semanas atrás, se pasará a la persecución de los ciudadanos rusos fuera de su país y a generar rusofobia hacia los mismos. Putin no es la causa. Es la consecuencia de siglos de ideología imperial rusa desde Pedro el Grande y Catalina I, también la Grande. Sus apelativos debieran indicar algo respecto a la psicología de la sociedad rusa.
Las naciones que han sido poderosas y han recibido la humillación de la historia pueden reaccionar de dos maneras: resituándose como España o Francia o actuando como Alemania o Rusia en distintos momentos de su historia. El caso británico, dando por el culo en la UE desde su origen es particular y no viene al caso en este momento.
No sé cómo se para una guerra ni qué decírles a las madres ucranianas que han perdido a sus hijos en esta guerra provocada por la agresión rusa, tampoco a esas madres a las que se les ha congelado el pecho tras la muerte de sus bebés bajo las bombas, ni a los ancianos que tiemblan aterrorizados.
Hoy, más allá de cómo se para una guerra falta un grito: russia out of ukraine.
Falta por parte de la izquierda. Falta desde los comunistas. Sé el porqué y me asqueaa, como me asquea saber que ni unos ni otros hayan convocado movilizaciones contra esta guerra dejando claro quien es el agresor
Y no hablo de una concentración para cubrir el expediente sino de movilizaciones multitudinarias en todo el país. Sin argumentos extraños: RUSIA FUERA DE UCRANIA.
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