Si tienes una urna por cabeza la charlatanería paralamentaria es lo tuyo |
(el
estalinismo también pero lo veremos otro día)
NOTA
DEL EDITOR DE ESTE BLOG
A
lo largo de este mes de Agosto me he comportado como un perro vago.
Pido disculpas a mis lectores. Estaba mentalmente agotado. No tenía
nada que decir ni capacidad para hacerlo.
De
hecho, me han llamado en varios momentos al orden por esta desidia
mía veraniega. No les falta razón a mis críticos.
Espero
estar en Septiembre a la altura de las circunstancias que yo mismo he
elegido como una de mis formas de militar en el comunismo.
En
cualquier caso, he encontrado un texto de Rolando Astarita que deseo
compartir con ustedes.
Con
este autor no comparto en absoluto su crítica hacia el gobierno
sirio, para mí el último bastión de civilización frente al
islamismo. No, no hablo del fundamentalismo islámico sino de todas
las porquerías a las que ha dado lugar esa religión, como lo han
hecho el cristianismo ys sus sectas u otras supersticiones.
Tampoco
el grado en el que expresa su condena y rechazo a la nunca existente
“revolución bolivariana” (cae en la democratitis) y a ese engendro llamado socialismo del
siglo XXI (desde el peronismo de Kirchner al ciudadanismo burgués de
Correa y su falso continuador Lenín Moreno, pasando por el espejismo
progre del lulismo brasileño.
Sin
embargo, Astarita, es un regalo en su
explicación de la
economía marxista que plasma en su blog.
En el 150 aniversario de “El Capital”, Astarita es una apuesta
por volver a Marx, algo muy extraño a los beatos que hacen del
marxismo una religión y que están dispuestos a negar que la
historia de la humanidad es la de la lucha de clases y no la elección
entre imperios que algunos hacen.
En
este caso, Astarita al que algunos tildan de trotskista por no
haberle leído apenas, golpea sobre esa corriente por sus querencias
socialdemócratas, esperables en los seguidores de quien hasta el
último momento antes de la revolución se resistió a pasarse a las
filas bolcheviques.
Sin
más, les dejo con su brevísimo e interesante texto que recuerda a quienes en
España empezaron de aparentes pirómanos y han acabado de
bomberos-toreros.
AGITACIÓN
TROTSKISTA CONTRA LA DESOCUPACIÓN Y ROSA LUXEMBURGO
Rolando
Astarita. rolandoastarita.blog
En
varias entradas he planteado que es imposible eliminar la
desocupación en tanto se mantenga la propiedad privada del capital
(véase aquí
y siguientes). He dicho que esto se desprende de la teoría de la
explotación de Marx y de la experiencia histórica. Y agregué que
los marxistas deben explicarlo a las masas. Claramente, lo
escribí en crítica a lo que están haciendo en esta campaña
electoral los candidatos del FIT y de Izquierda al Frente (al menos,
la mayoría de ellos). Es que cuando hablan en la TV, o en los medios
masivos, no dicen que en el marco de las relaciones capitalistas el
ejército de desocupados siempre tiende a recrearse. Sí lo admiten
en sus periódicos, pero no cuando se dirigen a la opinión
pública en el sentido más amplio. Y no lo dicen porque si lo
hicieran su discurso terminaría en la incoherencia. ¿Por qué? Pues
porque es absurdo pedir el voto para que en el Parlamento se apruebe
una ley para acabar con la desocupación, diciendo al mismo tiempo
que es imposible acabar la desocupación con esa ley.
En
otros términos, para responder a las críticas (y conservar el
espíritu “rojo”)
las organizaciones trotskistas admiten que la desocupación es
inherente al capitalismo (véase
http://www.laizquierdadiario.com/La-jornada-laboral-el-reparto-de-las-horas-y-la-relacion-de-fuerzas).
Pero cuando sus candidatos van a los medios, disimulan la
imposibilidad de acabar la desocupación en tanto subsista el
capitalismo. Por eso el mensaje habitual en la TV y otros medios
masivos es “en el
Congreso vamos a proponer la ley del reparto de las horas de trabajo”
y “la ley de
prohibición de despidos”,
para lo cual “te
pedimos el voto”.
El discurso de Del Caño es muy ilustrativo al respecto. Repito: lo
que estoy planteando es que digan, pública y abiertamente, que la
desocupación, en el sistema capitalista no se suprime votando
candidatos de izquierda al Parlamento. Los diputados de izquierda
ayudan a las luchas obreras y por las libertades, pero
su acción parlamentaria siempre será impotente para torcer, en
algún sentido fundamental, las leyes económicas del capitalismo.
Esta
última idea está en la tradición del socialismo revolucionario.
Por ejemplo, en Reforma o revolución, de Rosa Luxemburgo. En
este libro explica, de forma sencilla y accesible para cualquier
trabajador, por qué los sindicatos no pueden gobernar las leyes del
capitalismo. Dice que no pueden controlar:
-
la demanda de trabajo (que depende del nivel de producción);
-
la oferta de trabajo, creada por la proletarización de las capas medias de la sociedad y la reproducción de la clase obrera;
-
el nivel de productividad.
Esto
significa que el valor de la fuerza de trabajo y el nivel de empleo
dependen del sistema económico, no del sistema legislativo. O
sea, la explotación, dentro del sistema de trabajo asalariado, no
se basa en leyes parlamentarias. Por eso Rosa Luxemburgo dice que
“…las relaciones fundamentales de la dominación de la clase
capitalista no pueden transformarse mediante la reforma
legislativa, sobre la base de la sociedad capitalista,
porque estas relaciones no han sido introducidas por las leyes
burguesas, ni han recibido forma legal” (énfasis agregado).
Este
sencillo mensaje es vital en la lucha por la independencia de clase y
contra las ilusiones en la democracia burguesa. Subrayo la idea: las
relaciones fundamentales de dominación de clase no pueden
transformarse mediante reformas legislativas. Debería llegar a
la opinión pública, sin vueltas.
Saludos Marat
ResponderEliminarLo que dices es cierto, puesto que es un instrumento político y no económico, que se podría utilizar para desbloquear una determinada coyuntura política compleja, como la que se describe en un párrafo del documento ”Ilustraciones del comunista rumano Laurentiu Ridichie sobre las supuestas protestas anticorrupción” a saber: “…los "jóvenes libres" que gritan contra la corrupción (solo la de un partido) mientras atacan -seguramente muchos ni lo saben- a las incipientes políticas sociales del programa del gobierno (significativas por lo que suponen de potencia de cambio, no porque representen un cambio de dirección real). Mientras la ideología oficial, impuesta como hegemónica por la élite capitalista y corrupta, es el "anticomunismo", mantra que se repite hasta la saciedad y permite seguir robando mientras se sigue mirando hacia atrás buscando al culpable, …” Y el culpable es, en este caso, y en muchos otros como este, la elite capitalista y su socio normalmente socialista o social demócrata administradores del modelo de consenso, en donde “estos jóvenes y no tan jóvenes no ven la diferencia entre el “dictador Maduro, Allende, Fidel, y Hitler o Mussolini. Este pequeño análisis, que refleja la realidad chilena sintetizada, en donde ademas, la clase dominante a puesto bajo llave la realidad política dentro del marco de una constitución dictatorial y en donde, el racismo social es espantoso. En este caso llamar a una Constituyente, es decir llamar a cambios legislativos, serviría para cambiar el marco legal imperante, obsoleto y podría servir también para activar la conciencia política popular. Todo esto, siempre dentro del marco político burgués. Es por lo tanto un instrumento político, que debería se explicado, puesto que la burguesía también estará ahí y defenderá sus intereses, como siempre a muerte. En otras palabra la leyes no acaban ni con el desempleo ni con la lucha de clases por si solas.
Aclaración: curiosamente la situación de Rumania difiere de la chilena en muchas cosas, los marcos políticos son completamente otros, pero los resultados de la políticas neoliberales, son exactamente los mismos a nivel mundial: laberintos sin salida, posverdad; masas alienadas, elites principales y secundarias dispuestas a manipular la política en función de sus intereses, confundidos con los intereses nacionales.
Que visto lo ya visto no queda mas que abandonar la ilusiones y la fe y mirar esta cruda realidad en donde parece ser que no queda mas que andar un largo camino de reconquista de las conciencias adormecidas y alienadas, sin perder el humor.
Saludos revolucionarios Marat
Para ilustrar la cita de Lorena: https://elcomunista.net/2017/02/10/ilustraciones-del-comunista-rumano-laurentiu-ridichie-sobre-las-supuestas-protestas-anticorrupcion/.
ResponderEliminarSupongo que la situación de Chile y Rumania difieren bastante, pero, como dice Lorena, son producto del mismo mal. En Rumania se aplicó en lo 90 una terapia de choque neoliberal que arrasó, además de con toda la industria local, con toda esperanza. Todo ello aderezado con una campaña anticomunista brutal que creo un lio mental a la gente, en especial a los mayores, que asistían al espectáculo de un mundo nuevo que se vendía como paradisiaco, pero era un desastre para los trabajadores, y la nostalgia de un mundo viejo que se publicitaba como desastroso, pero donde la seguridad laboral, la estabilidad y otras cosas como la sanidad, la educación o el ocio se daban por hecho. Algunos, por cierto, decimos entre cerveza y cerveza que en realidad la terapia neoliberal sufrida por los rumanos no es más que un ensayo del futuro de los trabajadores en toda Europa. Y, aunque suene a derrotista, no parece que haya visos de que se vaya a evitar. Crucemos los dedos para que me equivoque.
Saludos Rojos
Por cierto, este sencillo mensaje final de tu entrada, Marat,
ResponderEliminar"Esto significa que el valor de la fuerza de trabajo y el nivel de empleo dependen del sistema económico, no del sistema legislativo. O sea, la explotación, dentro del sistema de trabajo asalariado, no se basa en leyes parlamentarias. Por eso Rosa Luxemburgo dice que “…las relaciones fundamentales de la dominación de la clase capitalista no pueden transformarse mediante la reforma legislativa, sobre la base de la sociedad capitalista, porque estas relaciones no han sido introducidas por las leyes burguesas, ni han recibido forma legal”.
explica el porqué de que las vacuas revoluciones del siglo XXI no sean tales, y que no terminen de dar paso revolucionario alguno, a pesar de que se lo pongan a huevo. No mediante reformas legislativas se pueden cambiar las relaciones de producción capitalistas, es imposible quitar el poder a la burguesía con políticas meramente parlamentarias en el marco de una ley que, al fin y al cabo, está determinada y establecida, incluso defendidas, en base a las relaciones de producción que las sustentan. Si no se elimina la causa, es imposible acabar con la epidemia.
Un saludo
Muy buen artículo. Espero que cuando critiques al "estalinismo" no te veas tentado de recurrir a fuentes trotskistas. Un saludo.
ResponderEliminarNo necesito hacerlo. Me basta recurrir a las fuentes primarias del marxismo. Claro que, si se parte de presupuestos estalinistas, quizá se considere trotskista a Marx
EliminarMarx - Carta remitida a Nikolai Danielson, el 15 de agosto de 1872:
ResponderEliminar«Bakunin ha trabajado en secreto durante años para socavr la Internacional y ahora ha sido presionado por nosotros tanto como para sacarse la máscara y separarse abiertamente de los tontos dirigidos por él, el mismo hombre que organizó el caso Nechayev. Ahora bien, Bakunin fue encargado de la traducción al ruso de mi libro (el volumen I de El capital), recibió el dinero por adelantado, y en lugar de enviar el trabajo, envió o hizo enviar a Lubanin (creo), quien negociaba el asunto en nombre del editor, la más ¡nfame y comprometedora carta. Sería de gran utilidad para mí, si esta carta me fuera enviada de inmediato. Como se trata de un asunto meramente comercial, del uso que se haga de la carta no se utilizarán nombres, espero que me consiga esa carta. No hay tiempo que perder. Si esta se envía, debe ser enviada de inmediato porque voy a salir de Londres para el Congreso de La Haya a finales de este mes».
Finalmente, expuesta la carta ante todos, el Congreso de La Haya, a propuesta de Marx y sus seguidores, decidió la expulsión de Bakunin.