Sharmini Peries.
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SHARMINI PERIES: Justo
antes del colapso económico de 2007-2008 hubo varios indicadores
económicos que podría dar una idea de la catástrofe inminente. Si
nos fijamos en la situación económica actual en los EEUU, nos
encontramos con muchos de estos mismos indicadores. Los precios de la
vivienda están creciendo mucho. La deuda de las tarjetas de crédito
ha comenzado a crecer de nuevo. El impago de préstamos para
estudiantes ha aumentado, y los mercados de acciones y bonos han
alcanzado su punto histórico más alto.
¿Estamos ante otra burbuja
inmobiliaria como hace nueve años? Tengo conmigo a Michael Hudson
para hablar de ello. Michael es profesor de Economía en la
Universidad de Missouri, Kansas City. Y es el autor The Bubble and
Beyond y Finance Capitalism and Its Discontent, Killing the Host: How
Financial Parasites and Debt Bondage Destroy the Global Economy. Su
libro más reciente es J is for Junk Economics.
Michael, unas 10 millones de
familias perdieron sus hogares en la crisis de 2007 a 2008, y muchas
de esas casas fueron comprados por los fondos buitres, como
Blackstone. Los fondos buitres en realidad no revenden las viviendas
que compraron, sino que las alquilan. Pero empecemos con los
indicadores que me has señalado en un correo electrónico, diciendo
que podríamos estar ya a en el umbral de otra crisis. Danos la
esencia de esos indicadores y por qué predices eso.
MICHAEL HUDSON: Muchos
de los indicadores puede ser similares, pero el carácter de la
crisis es muy diferente que en 2008. Se menciona, por ejemplo, que
los precios de bienes raíces superan sus niveles de 2008. Todo eso
es cierto, pero como se acaba de señalar, 10 millones de personas
perdieron sus hogares. Eso es lo que los economistas llaman traspasar
la vivienda de manos débiles a fuertes, y lo aplauden porque en
lugar de que familias pobres, minorías, afroamericanos e hispanos
compren viviendas que están mucho más allá de su capacidad de
pagar la hipoteca, estas casas ya han sido perdido o desahuciadas y
Blackstone y otros fondos buitres las han comprado. Las compraron en
efectivo.
La razón por la que lo
hicieron así, en lugar de apalancar deuda, que es como la gente
había comprado sus casas desde la Segunda Guerra Mundial, es que las
tasas de interés son muy bajas. La Fed ha bajado los tipos de
interés a cero (ZIRP) con el fin de volver a inflar una burbuja. Sin
embargo, con estas bajas tasas de interés, Blackstone y otros fondos
buitres, Wall Street, pueden hacer más dinero alquilando estas
propiedades que vendiéndolas o especulando, o invirtiendo en el
mercado de bonos.
El efecto es muy interesante.
Hasta 2008, los alquileres en realidad bajaban. Cuanto más subían
los precios de los bienes raíces, más caían los alquileres, porque
el 17% del mercado era para “ciclistas”, especuladores que
compraban una casa o un apartamento a crédito. Pensaron: vamos a
comprar un condominio, una casa, vamos a esperar que el precio se
infle. Todos estaban desesperados por encontrar a alguien para
alquilar esos apartamentos, al menos para ayudarles a cubrir los
intereses de las hipotecas.
El resultado fue que los
alquileres cayeron. En este momento es todo lo contrario. Los
alquileres suben, porque hay muchas menos propiedades disponibles, ya
sea para comprar o para alquilar. La gente no puede permitirse el
lujo de calificar para el préstamo bancario, por lo que no pueden
permitirse el lujo de comprar una vivienda, y no pueden encontrar
casas porque éstas han sido monopolizadas, tal vez el 20% en algunas
áreas, por los fondos buitres, Blackstone y otros.
Mi amigo Gary Null, por
ejemplo. Blackstone compró su edificio, rompieron la caldera, no
encendía la calefacción, y le obligaron a cambiarse para vaciar la
propiedad y tratar de aumentar el precio. Eso es en los bienes raíces
comerciales. Estos chicos están poniendo de nuevo de moda la guerra
de clases en los negocios.
Los precios de la vivienda
están subiendo en Canadá y Australia, pero de nuevo: no se trata de
una burbuja como antes. La estructura financiera se ha desplazado, en
gran parte porque está siendo comprada por propietarios absentistas
muy ricos en lugar de por la población en su conjunto. Por lo que la
tasa de propiedad de la vivienda en Estados Unidos ha disminuido en
alrededor de seis puntos porcentuales. Eso es alrededor del 10% de la
población con vivienda, por lo que tenemos viviendas más allá de
la capacidad de pago de la mayoría de los estadounidenses y más
allá de lo que los bancos están dispuestos a prestar para comprar
una casa.
¿Cómo beneficia esto los
titulares de la propiedad, al igual que a los propietarios de fondos
buitres?
Pueden hacer grandes beneficios
alquilando. Pueden tener un 5, 10, 15%. Eso es mucho más dinero que
en el mercado de bonos y es mucho más seguro que la bolsa, porque
los precios de las acciones pueden bajar y las ventas corporativas
pueden bajar cuando la economía se contrae, pero la gente está
desesperada por tener alojamiento. Es la única cosa que necesitan
imperiosamente, así que los alquileres ahora están aumentando como
porcentaje del presupuesto estadounidense. Suponen un 40% o un 50% de
los ingresos en lugares como Nueva York, San Francisco, las zonas de
alta renta del país.
¿Qué son los préstamos
NINJA?
Esa es la otra cosa que ha
cambiado. Lo que calentaba y empujando hacia arriba los precios en
2007 y 2008 eran préstamos a prestatarios sin ingresos, falta de
empleo, ni activos. Como Bill Black ha explicado, se trata de
préstamos en gran medida fraudulentos. Los defraudadores fueron los
bancos. Los fraudes eran las compañías hipotecarias que falseaban
los ingresos de los compradores y prestaban la casi totalidad de la
hipoteca.
Ahora sólo queda un tipo de
NINJA, y esos son los estudiantes. Los préstamos para estudiantes
han sido los préstamos de más rápido crecimiento en el país.
Suponen alrededor de $ 1.3 billones de dólares, más que los
préstamos de las tarjetas de crédito, más que la mayoría de otros
tipos de préstamos. Todo el mundo sabe que los estudiantes no son
capaces de ganar lo suficiente para pagarlos, porque las tasas de
morosidad de los préstamos estudiantiles crecen. No en las
hipotecas. Están cayendo en las hipotecas – hipotecas de casas –
pero están subiendo en los préstamos estudiantiles.
Pero los bancos sabían que no
podían pagar y el gobierno sabía que no podían pagar, por lo que
el gobierno hizo un acuerdo ventajoso para los bancos: “Se pueden
hacer todos los préstamos a estudiantes que se deseen. Se les puede
dar el dinero que se quiera para cualquier tipo de educación,
incluso para una educación basura, para Universidades de filfa, o
universidades con fines de lucro, como la universidad de Trump, y
sabemos que los estudiantes van a quebrar, pero vamos a garantizar
sus préstamos y garantizaremos una mayor tasa de interés que en
cualquier otro préstamo, porque sabemos que estos préstamos son de
riesgo. Sabemos que no van a pagar, pero el gobierno va a asumir todo
el riesgo y pagará como si el banco estuviera aceptando el riesgo y
como si estuviera haciendo un préstamo auténtico, pensando que será
devuelto“.
Todo el escándalo de los
préstamos estudiantiles es pura corrupción. Esto demuestra hasta
que punto se han hecho cargo de las universidades y el sistema de
préstamo del gobierno los bancos que dan los préstamos a expensas
de los contribuyentes.
Michael, el gobierno federal
ya garantizaba los préstamos estudiantiles, así que ¿cuando
quiebran estos préstamos, su cobertura sale de las arcas públicas?
Sí. No sólo el préstamo,
sino el préstamo con enorme intereses, más altos que los que los
bancos pueden conseguir en cualquier otro tipo de préstamo, y multas
muy duras por morosidad, por lo que los bancos están básicamente
librándose de los mismos. Los beneficiarios finales, si se les puede
llamar beneficiarios, son las universidades, porque el principio
básico en el sector inmobiliario que aprendimos en 2008 fue que una
casa vale lo que un banco está dispuesto a prestar. Bueno, lo mismo
es cierto para la educación.
Pero la educación vale mucho
más que lo que un banco está dispuesto a prestar por ella. El banco
prestará todo lo que cuesta, porque no hay riesgo, ¿Los bancos no
tienen necesidad de preguntar si se trata de una educación de
calidad? ¿Es este un préstamo educativo con el que el estudiante
realmente va a ser capaz de obtener un trabajo después? ¿O se trata
de un préstamo a la Universidad Trump o un préstamo a una
universidad con fines de lucro que no está realmente preparando al
estudiante para ganar el suficiente dinero? Y ¿qué alternativas
tiene el estudiante?
Lo que ha sucedido es que el
precio de la educación ha crecido mucho porque los bancos están
básicamente financiando un enorme crecimiento del precio que las
universidades pueden cobrar por una educación. Si las universidades
cobran más, un pregrado de la Universidad de Nueva York puede llegar
a los $40.000 dólares y $ 200.000 anuales para un estudiante de
odontología … la pretensión es que cuanto más se paga, más se
aprende. Pero eso no es lo que está sucediendo en absoluto.
Las universidades se han
convertido en centros de lucro y no están contratando más
profesores, están contratando más trabajadores a tiempo parcial, y
están teniendo un enorme crecimiento en la gerencia y la alta
dirección. Así que todos estos costes universitarios hinchados van
al sistema de gestión, no a la enseñanza, no a los profesores, y no
producen un buen producto.
El efecto de prestar a los
estudiantes ha sido distorsionar el sistema educativo, convertir a
las universidades como la Universidad de Nueva York en una gran
empresa de bienes raíces. Están usando el dinero para comprar más
bienes raíces, para construir todo tipo de cosas extrañas que no
tienen nada que ver directamente con la enseñanza en clases. Así
que cómo sorprendernos que los estudiantes no estén recibiendo
suficiente educación para prepararlos para ganar dinero para pagar
estos préstamos.
Michael, por último, quiero
preguntarle, usted habla de una crisis lenta en lugar de una gran
crisis como la que sufrimos en el período 2007-2008. Háblenos de
eso.
El problema fue que en 2008 la
economía estaba sobre-endeudada. La manera de resolver el problema
fue hacer lo que las crisis suelen hacer: La mayoría de las crisis
acaban con deuda, por lo que la recuperación comienza a partir de
una economía con un nivel mucho más bajo de deuda, pero la
administración Obama, a pesar de que se había comprometido a
cancelar deudas , nunca lo hizo. Apoyó a los bancos, y mantuvo todas
las deudas en los libros de contabilidad, y la economía aún tiene
toda la deuda acumulada que tenía en 2008. Y la deuda está
creciendo.
El pasado fin de semana, por
ejemplo, el New York Times lo celebró, diciendo con optimismo que la
economía crece porque la deuda aumenta. Si nos fijamos en la Oficina
Nacional de Investigación Económica, sus economistas consideran con
“optimismo” esa nueva deuda, porque suponen que toda deuda es
voluntaria. No que la gente opta por estar tan endeudada porque son
tan pobres que tienen que recurrir a endeudarse con la tarjetas de
crédito y pedir más dinero prestado de los bancos.
El hecho es que las personas no
se endeudan porque sean optimistas sobre la economía. Están
pidiendo prestado porque no pueden permitirse el lujo de llegar a fin
de mes y pagar su vivienda y pagar por su educación sin endeudarse.
Y tienen que pagar tanto dinero en servicio de la deuda que no pueden
permitirse el lujo de comprar bienes y servicios.
Si se da un paseo alrededor de
la Universidad de Nueva York, por ejemplo, que solía ser una zona
próspera, la calle 8 y las grandes calles comerciales están
tapiadas. Los escaparates están cerrados. Nadie entra en ellas,
porque nadie puede permitirse el lujo de ir a comer fuera o comprar
libros o incluso comprar zapatos y ropa como antes en estas calles
comerciales, porque tienen que pagar más por su educación como
consecuencia de unos préstamos estudiantiles irresponsables.
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