Cas
Madrid
"Muertes
por desesperación", el drama de los blancos de mediana edad
en EEUU
La
tasa de mortalidad de hombres y mujeres blancos de edad media con
nivel bajo de educación se ha disparado en EEUU en los últimos 15
años un 22 % por abuso de alcohol, opiáceos y suicidios, en una
tendencia bautizada como "muerte por desesperación"
vinculada a problemas económicos.
En
una conferencia en el centro de estudios Brookings de Washington,
Anne Case, economista de la Universidad de Princeton que ha dedicado
años a investigar ese alza en muertes de hombres y mujeres de raza
blanca entre 45 y 54 años con sólo estudios secundarios, subrayó
esta semana que, en comparación, mortalidad entre hispanos y
afroamericanos ha registrado un suave declive.
"Es
un mundo en el que la gente que está muriendo no debería estar
muriendo", afirmó Angus Deaton, premio Nobel de Economía
de 2015 y profesor de Princeton, en la misma charla en la que
acompañó a Case.
El
prestigioso economista precisó la cifra en 96.000 muertes al año y
agregó que es de un rango "solo comparable a la epidemia de
SIDA/HIV de 1980 y principios de 1990".
Deaton
y Case, que están casados, elaboraron las conclusiones de un
reciente estudio académico publicado en la revista especializada
"Proceedings of the National Academy of Sciences"
que ha recabado notable atención mediática.
Esa
atención se debe a las implicaciones sobre políticas públicas y el
posible reflejo de los problemas económicos que enfrenta esta
categoría demográfica debido a la pérdida de trabajos que exigen
baja formación ante las presiones de la globalización.
En
concreto, las muertes de los blancos de entre 45 y 54 años y baja
formación entre 1999 y 2013 subieron en 134,4 casos, y se ubicaron
en 415 muertes por 100.000 habitantes.
Entre
negros e hispanos, se registró un sostenido descenso de esos casos
en el mismo periodo.
Además,
apuntó Case, las enfermedades detrás de estos fallecimientos no
fueron las habituales, como la diabetes o los problemas cardíacos.
"El
alza en la mortalidad se debe a una epidemia de suicidios y
afecciones derivadas de abuso de sustancias como insuficiencia
hepática (cirrosis) y sobredosis de opiáceos y calmantes. Es lo que
llamamos muertes por desesperación", remarcó.
Estas
características llevaron a los economistas a preguntarse cuáles
podrían ser las causas tras este sorprendente auge en un grupo tan
específico y plantearon la posibilidad de que tuviese relación con
la creciente inseguridad económica y la frustración por el
empeoramiento de su calidad de vida.
"Tras
la ralentización en la productividad a comienzos de la década de
1970, y con la ampliación de la desigualdad de ingresos, muchos de
la generación de 'babyboomers' (nacidos en 1946 y 1964) son
los primeros en encontrar, a mitad de su vida, que no van a vivir
mejor que sus padres", afirman Case y Deaton en el estudio.
Para
Case, otro elemento que se añade al puzzle es que esta crisis
económica y de pérdida de empleos no es algo exclusivo de EEUU, ya
que es un proceso con réplicas en otros países avanzados como es el
caso de Europa.
"Sin
embargo", remarcó la experta, "no vemos una tendencia
comparable en la tasa de mortalidad en otros países. Parece un
proceso únicamente estadounidense".
Aunque
reconoció que existen aún muchas incógnitas, la economista
aventuró dos posibles factores de esta divergencia.
Por
un lado, la más endeble red de seguridad social en EEUU frente a los
sistemas más robustos al otro lado del Atlántico.
Y,
por otro, el fácil acceso a potentes fármacos altamente adictivos
de origen opiáceo en el país norteamericano que desemboca en
sobredosis.
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