Télam
En total, 582.935 personas trabajaron durante 2013 en lo que se llaman "contratos de cero horas", que permite al empleador disponer de los trabajadores el tiempo que requiera, sin garantizarle un mínimo de horas semanales y, por lo tanto, con una remuneración variable.
Legalmente, los asalariados bajo esta modalidad deben estar disponible las 24 horas del día, lo que les impide tener otra fuente laboral y en promedio, cobran 236 libras a la semana, menos de la mitad que la media de 557 libras.
Si bien esto nació hace años como una forma de darle un ingreso a aquellos que necesiten un empleo de medio tiempo como jubilados y estudiantes, la cantidad de personas bajo estos contratos se triplicó desde el 2010, con la llegada del actual gobierno de coalición.
La alianza entre los conservadores y los liberales demócratas redujo la tasa de desempleo al actual 7,2 por ciento, pero lo consiguió en buena parte gracias a una flexibilización del mercado laboral, tanto en el sector público como privado.
Hasta el año pasado, Londres estimó que 250.000 trabajadores estaban empleados con las "cero horas", aunque investigaciones como la que realizó la organización Chartered Institute of Personnel and Development elevaron la cifra hasta un millón.
"Los contratos de cero horas están provocando estrés y ansiedad en la gente común que no puede planificar su semana ni saber si van a ser capaces de poner comida en la mesa", indicó en declaraciones a Télam Steve Turner, vice secretario general del sindicato Unite.
"Tenemos que actuar ahora para poner fin a la explotación y la inseguridad de estos contratos", sostuvo el representante del gremio que tiene más de 3 millones de miembros en el Reino Unido.
A través de su cuenta en Twitter, Unite inició una campaña contra la "Sala de fama" de las firmas que más empleados tienen bajo estas condiciones de flexibilidad, que encabezan las cadenas de comida rápida McDonalds y Burger King, los pubs J.D Wetherspoon y la tienda de ropa deportiva Sports Direct.
Turner explicó que una investigación realizada por Unite demostró que un 75 por ciento de los empleados que están con un "contrato de cero horas" quisieran estar en otra situación laboral.
El gremialista agregó que existe "una cultura de explotación" llevada adelante por "malos jefes" y acusó al gobierno británico de "hacer la vista gorda".
En sintonía, Chuka Umunna, responsable de temas económicos del laborismo, principal partido de la oposición, explicó que la flexibilidad laboral "pasó de ser un elemento marginal a convertirse en norma".
"Con (el primer ministro) David Cameron aumentó la inseguridad laboral y las familias se enfrentan a una crisis del costo de vida", agregó.
Por su parte, el secretario de Negocios, el liberal demócrata Vince Cable, reconoció que si bien la modalidad "otorga flexibilidad horaria a algunos empleados, está claro que también hay un abuso".
El funcionario acusó al laborismo por no hacer nada en los 13 años que estuvo en el gobierno e indicó que se está trabajando en eliminar la clausula de exclusividad, que le impide a un trabajador bajo "contratos de cero horas" poder trabajar en otra empresa.
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