Germán Gorraiz Lopez. Kaosenlared
La
crisis de deuda en la eurozona y ciertos indicadores macroeconómicos recientes
de países como Alemania, China o EEUU han alertado del riesgo de que el escenario recesivo regrese a la economía mundial
en 2013, tal como ha advertido el FMI . Además, los expertos del FMI estimaron
que una consolidación fiscal en EEUU de alrededor del 4% del PIB en 2013 "podría
reducir el crecimiento anual muy por debajo del 1%, algo que resultaría en una
contracción de la mayor economía del mundo el próximo año”, lo que aunado con la inevitable depreciación
del euro frente al dólar debido a los problemas de Deuda soberana en la
Eurozona y un posible repunte del precio del crudo debido a factores geopolíticos
desestabilizantes , podría dar lugar a episodios de
estanflación en EEUU y la Eurozona para el 2013 y producir un nuevo crash bursátil .
Riesgo
de crash bursátil:La euforia de Wall Strett en el 2011(y por extrapolación del resto de
bolsas mundiales) tras los resultados de los llamados "test de estrés"
de las entidades financieras llevadas a cabo por la Administración USA y el
goteo de datos económicos superiores a previsiones artificialmente rebajadas
por las agencias de calificación habrían ayudado a la sobreponderación de los
brotes verdes de la economía ( aumento del 3% del PIB en el 2011 y notable
mejora de resultados de la Banca y Wall Strett).
Sin embargo, la
incertidumbre sobre el nivel suelo de los valores bursátiles estaría haciendo
mella entre los inversores, pues un inversor está dispuesto a pagar un precio
por una acción si le reporta dinero en el futuro, por lo que el valor de dicha
acción es el total de flujos esperados. Así, el nivel suelo (nivel en el que confluyen beneficios
y multiplicadores mínimos), se situaría a fecha de hoy en la horquilla de los
8000 y 9000 puntos en el Dow Jones , debido a la mayor virulencia y profundidad que presenta la crisis económica
y muy lejos de los estratosféricos techos actuales ( rondando los 13.000 puntos
y rememorando valores de octubre del 2008).
Sin embargo, el
proceso especulativo impulsa a comprar con la esperanza de sustanciosas
ganancias en el futuro, lo que provoca una espiral alcista alejada de toda base
factual, con lo que el precio del activo llega así a alcanzar niveles estratosféricos
hasta que la burbuja acaba estallando (crash) debido a la venta masiva de
activos y la ausencia de compradores, lo que provoca una caída repentina y
brusca de los precios,( hasta límites inferiores a su nivel natural) dejando
tras de sí un reguero de deudas ( crack bursátil).
Dicho estallido tendría como efectos benéficos el obligar a las
compañías a redefinir estrategias, ajustar estructuras, restaurar sus finanzas
y restablecer su crédito ante el mercado (como ocurrió en la crisis bursátil del
2000-2002) y como
daños colaterales la ruina de millones de pequeños inversores todavía
deslumbrados por las luces de la estratosfera, la inanición financiera de las
empresas y el consecuente efecto dominó en la declaración de quiebras ,
frecuentes estallidos de conflictividad laboral e incrementos de la tasa de
paro hasta niveles desconocidos desde la época de la II Guerra mundial aunado
con incrementos espectaculares del déficit Público y de la Deuda Externa y la Continuación de la Crisis económica
hasta el 2.015.
¿Libre
fluctuación de las divisas?: Según un análisis
publicado por The Wall Street Journal
"muchos países
están buscando devaluar sus monedas para incrementar sus exportaciones y salir
así de la crisis actual, ante la ineficacia demostrada por medidas
como el "quantitative easing ", utilizado por EEUU y el Reino Unido para
debilitar.sus monedas", pero
que no han impedido que China siga con su anclaje con el dólar que le
permite ir de la mano de la moneda estadounidense.
Los
economistas abogan por una devaluación coordinada y esperan que esta
guerra de las divisas consiga frenar el proceso deflacionista en el que se
encuentra sumergido buena parte del mundo, (especialmente en Occidente), pues
una a inflación ordenada sería la tabla de salvación de las economías
empantanadas en la deflación,( al producirse una enorme transferencia de
riqueza de los ahorradores a los prestatarios) y por la subida de tipos de interés por
parte de la FED en el 2013, motivada por el hecho de que los
diferenciales de rentabilidad entre las emisiones de deuda pública entre los
diversos países del primer mundo han aumentado en los últimos meses, (lo que
conlleva un encarecimiento y mayores dificultades para obtener financiación
exterior) y para evitar el riesgo de un posible escenario de inflación
desordenada que aunada con el repunte de los precios del crudo podría
dar lugar a episodios de estanflación en las
economías occidentales mientras China sufriría
una subida del IPC cercana al 5%.
EEUU
lleva muchos años presionando a China para que deje flotar su moneda, (yuan o renminbi), ya que consideran que la mantienen
artificialmente depreciada, a pesar
de que el yuan se apreció un 21% en los tres años que transcurrieron desde que
en 2005 Pekín puso fin a la dependencia única del yuan con el dólar y pasó a
ligarlo a una cesta de divisas, que incluye el euro y en 2008 impuso el anclaje
con el billete verde para hacer frente a la crisis económica mundial, (
6,8 unidades) . Así, China sería propietaria de
585.000 millones $ en bonos del Tesoro Público de EEU,e invierte en dólares
para limitar la subida de su propia moneda, (pues un incremento acelerado de la
misma haría a la industria china menos competitiva) lo que le convierte en el
mayor acreedor de EEUU y le hace totalmente
dolardependiente, por lo que ambas economías
se retroalimentan al
conjugar la exuberante liquidez china ( las reservas de divisas de China
alcanzaron los 2 billones 400 mil millones de dólares a fines de 2009 ,
representando más del 30 por ciento de la totalidad del mundo) con la
desorbitante Deuda Externa de EEUU (rozando los 16 Billones de dólares).
A
pesar de las múltiples presiones, las autoridades bancarias
chinas han dejado bien claro que seguirán manteniendo un control estricto sobre
la evolución de su moneda., pues si la divisa china se fortalece en exceso
asistiríamos a una severa constricción de sus exportaciones y al consiguiente
descenso de su Superávit , agravado por el aumento de los costes laborales y el
previsible riesgo de deslocalización hacia India o Vietnam, cuyos salarios
mensuales rondan los 60 euros, pero en el supuesto de que China consiga mantener su anclaje al dólar,(
lo que permitiría seguir engrasando su máquina exportadora y que sus
reservas mantengan su valor), la respuesta inevitable por
parte de EEUU sería desencadenar una guerra comercial.
Así, la implementación por EEUU y la UE de medidas
proteccionistas (Fomento del Consumo de Productos nacionales), en forma de
ayudas para evitar la deslocalización de empresas ; subvenciones a la industria
agroalimentaria para la Instauración de la etiqueta BIO a todos sus productos
manufacturados, la elevación de los Parámetros de calidad exigidos a los productos
manufacturados del exterior y la imposición de medidas fitosanitarias
adicionales a los productos de países emergentes obligará a China e India a
costosísimas inversiones para reducir sus niveles de contaminación y mejorar
los parámetros de calidad, dibujándose un escenario a cinco años en el que se pasaría de las guerras comerciales al proteccionismo económico,
con la subsiguiente contracción del comercio mundial ,posterior finiquito
a la globalización económica y ulterior regreso a los compartimentos estancos en la economía
mundial.
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