NOTA DEL EDITOR DE ESTE BLOG
Los medios de comunicación “progresistas” y los colaboradores en la formación de opinión que en ellos escriben, y que engordaron a la bestia del 15-M (es el caso de Vicenç Navarro, que aún disintiendo de estas cuestionables siglas por su papel en los futuros resultados del 20N, se niega a sacar las conclusiones pertinentes), se preocupan ahora del efecto que el llamamiento de este “movimiento” a la abstención, el voto nulo o en blanco tendrá en la previsible formidable barrida del PP en las elecciones de mañana en el Estado español.
Puede ser que así ocurra. Con todo, lo más grave será la desmovilización del voto a la izquierda del PSOE que tanto ha actuado de plataforma de impulso a los “indignados”, eco de los mismos y soporte reproductor de sus “reivindicaciones”. Este caballo de Troya, al servicio coyunturalmente del PP y estructuralmente de los globalistas que pretenden darse a sí mismos una alternativa que impida una revolución social en el mundo capitalista, reproducirá ahora su efecto desmovilizador del voto de la izquierda del pasado 22 de Mayo.
Votar izquierda mañana domingo posiblemente no tenga un efecto práctico directo sobre las políticas que a partir del día 21 de Noviembre se apliquen (nada está aún escrito) pero sí puede ser configurador de una voluntad política de ruptura con lo que el capital nos impone, expresión de la presencia de una corriente política y de opinión en la sociedad, forma complementaria de manifestar nuestra disidencia, además de la que ofrece la calle.
En mi caso, la manifestación de mi posición política me ha llevado a votar ya, por correo, una candidatura expresamente comunista, no de Izquierda...La candidatura que he votado no se corresponde con mi visión el socialismo y del comunismo pero creo necesario, en tanto no se reconstruya un gran Partido Comunista que impulse una revolución socialista, hacer hoy un voto ideológico. Pocas veces, creo, lo descalificado como “testimonial” ha sido tan importante.
De cualquier modo, temo que volverá a hacerse cierto lo que ya denuncié en Mayo en un artículo anterior: http://marat-asaltarloscielos.blogspot.com/2011/05/el-espiritu-del-15-m-estallo-el-22-de.html
¿Alguien pedirá a estos “indignados” que no lo estuvieron antes de la crisis capitalista y que, frente a los golpes que nos infringe a los trabajadores el capital, en su agonía les basta con exigir “democracia” (burguesa y “ciudadana”, por supuesto) cuentas por las consecuencias de la desmovilización el voto a partir del día 21? No creo. El ser humano es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra.
Vicenç Navarro. Diario Público
El olvido del pasado reciente de España, alentado primordialmente por los partidos conservadores, explica que gran parte de la juventud conozca muy poco la historia de este país. De la Segunda República, por ejemplo, suele desconocerse que fue una de las épocas más reformistas y con mayores cambios en la primera mitad del siglo XX, a pesar de su brevedad. De la dictadura se desconoce también que fue de las más sangrientas que ha habido en Europa, como lo muestra que por cada asesinato político que cometió Mussolini, Franco cometió 10.000. Lo que se les ha transmitido a los jóvenes es que aquel régimen permitió el desarrollo económico y social del país, con el surgimiento de las clases medias que presionaron para que se hiciera la Transición a la democracia (considerada como modélica) guiada por el monarca, que nos condujo a una democracia homologable a cualquier democracia europea.La realidad, sin embargo, fue muy distinta. La dictadura impuso un enorme retraso económico, político y social al país, de manera que cuando el dictador murió, teníamos las desigualdades más grandes, y el gasto público social y el nivel educativo más bajos de la Europa occidental.
También se ignora que la Transición de la dictadura a la democracia se hizo en términos muy favorables a las fuerzas conservadoras, aun cuando el mayor impulso que forzó el fin de la dictadura procedió de las movilizaciones populares, y muy en especial de la clase trabajadora de las distintas naciones y pueblos de España. Nuestro país tuvo el mayor número de huelgas de Europa entre 1974 y 1978, de manera tal que, aunque el dictador murió en la cama, la dictadura murió en la calle. Tal presión, sin embargo, no fue suficiente para que hubiera una ruptura con el régimen anterior. Las fuerzas conservadoras continuaron teniendo un dominio casi completo de los aparatos del Estado, así como de las instituciones financieras y económicas y gran parte de los medios de mayor difusión.
Este dominio determinó, entre otros hechos, el diseño de la Ley Electoral, que tenía como objetivo debilitar a las izquierdas en general y al Partido Comunista en particular. Tal partido había protagonizado la lucha contra la dictadura y era percibido por los sucesores del franquismo como su mayor enemigo. Esta ley estableció las bases de un bipartidismo que, sesgado hacia la derecha, dificultó enormemente la aparición y crecimiento en el arco parlamentario de opciones de izquierda. La izquierda mayoritaria, al ver que este diseño la beneficiaba a ella a costa de la más temida y radical, respaldó tal bipartidismo que, aun cuando favoreció el tamaño de su grupo parlamentario, dificultó el desarrollo de su programa electoral, pues al no obtener fácilmente mayorías, se tuvo que aliar más frecuentemente con las derechas nacionalistas conservadoras que con los partidos a su izquierda. El hecho de que el Gobierno tripartito catalán fuera más progresista y avanzado en sus reformas que el Gobierno socialista español se debe precisamente a que el Partido Socialista de Catalunya tuvo que aliarse con otros partidos a su izquierda. Tal Gobierno tripartito lideró el periodo más progresista que haya vivido Catalunya en los últimos setenta años, lo cual explica la enorme hostilidad que despertó en el establishment nacionalista conservador catalán.
El sesgo del proceso electoral y las alianzas que determinó explica el enorme y creciente desfase entre lo que la población desea y lo que los gobiernos aprueban, un desfase especialmente perjudicial para el Gobierno socialista, cuyas renuncias durante el periodo 2008-2010 a sus promesas electorales han creado un enorme rechazo. Ello ha dado pie a que las derechas (sucesoras, en su mayoría, de las fuerzas que dominaron la dictadura) se aprovecharan hábilmente, presentándose como “el partido de los trabajadores” criticando al Gobierno Zapatero con argumentos propios de la izquierda. Entre otros, han señalado que España es el país con mayores desigualdades en la UE, ocultando que han sido tales fuerzas, que el PP representa, las causantes de que España haya sido siempre el país con mayores desigualdades, que se han incrementado con la crisis y que, sin ninguna duda, se acentuarán todavía más con las políticas neoliberales que el PP ha propuesto, en caso de que gobierne.
Esta distancia ha generado una protesta generalizada, liderada por el Movimiento 15-M, que goza de un amplio apoyo popular (el 62% de la población), y que está indignado con la clase política porque considera que no les representa. Una respuesta comprensible ante esta situación, pero errónea, sería la de abstenerse. El movimiento de rebelión continuará y se incrementará todavía más con el futuro que se avecina. La recuperación de la democracia exige una segunda transición desde la democracia incompleta a la democracia que la ciudadanía exige, que incluye una representatividad más proporcional y formas de participación directa, hoy prácticamente inexistentes. Se requieren, además, cambios profundos, tanto en la Ley Electoral como en el sistema de financiación de los partidos y su democratización.
Pero esto no se conseguirá absteniéndose. La lucha por la democracia va a ser una lucha larga y difícil que debe realizarse en todos los frentes. Las necesarias movilizaciones y la agitación social son esenciales. Pero esta necesaria presión, para tener impacto sobre el bienestar de la población, debe traducirse también en intervenciones legislativas, lo cual requiere una presión sobre las únicas instituciones representativas existentes, por insuficientes que sean. De ahí la enorme importancia de respaldar a aquellos partidos que, por su origen e historia, puedan y quieran apoyar al necesario movimiento de rebeldía.
19 de noviembre de 2011
LOS FONDOS DE PENSIONES ACAPARAN LA ADQUISICIÓN DE TIERRAS AGRÍCOLAS
Servindi
Los fondos de pensiones están acaparando la adquisición de tierras agrícolas alrededor del mundo, perjudicando a comunidades locales y promoviendo una agricultura contraproducente para los actuales problemas alimentarios y medioambientales.
Los fondos de inversión, en especial los fondos de pensiones, se encuentran atraídos a estas inversiones por los beneficios potenciales. Se estima que cerca de US$5.000 a 15.000 millones del sector de mercancías o commodities están destinados a la adquisición de tierras de cultivo.
Sin embargo, como se sabe, los fondos de pensiones manejan los ahorros de los trabajadores, por lo que debiera haber alguna forma de rendición de cuentas públicas o de otro tipo cuando se tomen decisiones de inversión.
En ese sentido, los fondos de pensiones, acaparadores de tierras, son uno de los pocos fondos que podrían ser desbaratados por la población que es dueña del dinero, y éste ha sido uno de los objetivos de los movimientos sociales.
Los fondos de pensiones
Actualmente las pensiones de los trabajadores están manejadas por empresas privadas que deben entregar a los trabajadores mensualidades luego de su jubilación.
Se sabe que los fondos de pensiones, a nivel mundial, manejan US$23 billones en activos. Los más grandes son aquellos administrados por los gobiernos, como es el caso de Japón, Noruega, Holanda, Corea y Estados Unidos. (Ver cuadro de mayores fondos de pensiones a nivel mundial).
Los fondos de pensiones fueron afectados durante la última crisis financiera. Por ello, muchas de estas administradoras de fondos recurren a las tierras agrícolas, muy atractivas por un patrón claro de oferta y demanda: una creciente población mundial necesitada de alimentos.
Además, los administradores de estos fondos consideran que los precios de las tierras son relativamente bajos en países como Australia, Sudán, Uruguay, Rusia, Zambia o Brasil.
Estos fondos consideran los beneficios a largo plazo por el precio creciente de la tierra y los ingresos que perciben, además, con las ventas de cosechas, ganado lechero y producción de carne.
La agricultura es claramente una fuente de beneficios futuros para los inversionistas, con los precios de los commodities y los alimentos en alza, por lo que últimamente los fondos de pensiones empezaron a invertir fuertemente en este rubro.
Barclays Capital informa que hace diez años los fondos institucionales invertían aproximadamente US$6.000 millones en mercancías o commodities, mientras que actualmente la cifra asciende a US$320.000 millones.
De esos US$ 320.000, los fondos de pensiones invierten US$ 100.000 millones. Y estas inversiones son dedicadas mayoritariamente a las tierras agrícolas -activos que ofrecen retornos anuales entre 10% a 20%-.
Actualmente, los fondos de pensiones tienen aproximadamente de 1 a 3% de sus carteras asignadas a los commodities de tierras agrícolas. Se estima que para el 2015 se llegue a porcentajes de 3 a 5%.
El panorama actual indica que los inversionistas más grandes están programando duplicar sus portafolios de propiedades de commodities agrícolas, que incluyen tierras agrícolas.
Las consecuencias de ello será la subida de precios de los alimentos, lo cual afectará gravemente a las comunidades rurales y pobres, e implica a los trabajadores.
El tema queda en manos de los sindicatos de trabajadores, los gobiernos y otras instituciones responsables de decisiones estratégicas para controlar cómo se deben invertir los fondos de pensiones.
http://servindi.org/actualidad/54521
Los fondos de pensiones están acaparando la adquisición de tierras agrícolas alrededor del mundo, perjudicando a comunidades locales y promoviendo una agricultura contraproducente para los actuales problemas alimentarios y medioambientales.
Los fondos de inversión, en especial los fondos de pensiones, se encuentran atraídos a estas inversiones por los beneficios potenciales. Se estima que cerca de US$5.000 a 15.000 millones del sector de mercancías o commodities están destinados a la adquisición de tierras de cultivo.
Sin embargo, como se sabe, los fondos de pensiones manejan los ahorros de los trabajadores, por lo que debiera haber alguna forma de rendición de cuentas públicas o de otro tipo cuando se tomen decisiones de inversión.
En ese sentido, los fondos de pensiones, acaparadores de tierras, son uno de los pocos fondos que podrían ser desbaratados por la población que es dueña del dinero, y éste ha sido uno de los objetivos de los movimientos sociales.
Los fondos de pensiones
Actualmente las pensiones de los trabajadores están manejadas por empresas privadas que deben entregar a los trabajadores mensualidades luego de su jubilación.
Se sabe que los fondos de pensiones, a nivel mundial, manejan US$23 billones en activos. Los más grandes son aquellos administrados por los gobiernos, como es el caso de Japón, Noruega, Holanda, Corea y Estados Unidos. (Ver cuadro de mayores fondos de pensiones a nivel mundial).
Los fondos de pensiones fueron afectados durante la última crisis financiera. Por ello, muchas de estas administradoras de fondos recurren a las tierras agrícolas, muy atractivas por un patrón claro de oferta y demanda: una creciente población mundial necesitada de alimentos.
Además, los administradores de estos fondos consideran que los precios de las tierras son relativamente bajos en países como Australia, Sudán, Uruguay, Rusia, Zambia o Brasil.
Estos fondos consideran los beneficios a largo plazo por el precio creciente de la tierra y los ingresos que perciben, además, con las ventas de cosechas, ganado lechero y producción de carne.
La agricultura es claramente una fuente de beneficios futuros para los inversionistas, con los precios de los commodities y los alimentos en alza, por lo que últimamente los fondos de pensiones empezaron a invertir fuertemente en este rubro.
Barclays Capital informa que hace diez años los fondos institucionales invertían aproximadamente US$6.000 millones en mercancías o commodities, mientras que actualmente la cifra asciende a US$320.000 millones.
De esos US$ 320.000, los fondos de pensiones invierten US$ 100.000 millones. Y estas inversiones son dedicadas mayoritariamente a las tierras agrícolas -activos que ofrecen retornos anuales entre 10% a 20%-.
Actualmente, los fondos de pensiones tienen aproximadamente de 1 a 3% de sus carteras asignadas a los commodities de tierras agrícolas. Se estima que para el 2015 se llegue a porcentajes de 3 a 5%.
El panorama actual indica que los inversionistas más grandes están programando duplicar sus portafolios de propiedades de commodities agrícolas, que incluyen tierras agrícolas.
Las consecuencias de ello será la subida de precios de los alimentos, lo cual afectará gravemente a las comunidades rurales y pobres, e implica a los trabajadores.
El tema queda en manos de los sindicatos de trabajadores, los gobiernos y otras instituciones responsables de decisiones estratégicas para controlar cómo se deben invertir los fondos de pensiones.
http://servindi.org/actualidad/54521