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Los fondos de pensiones están acaparando la adquisición de tierras agrícolas alrededor del mundo, perjudicando a comunidades locales y promoviendo una agricultura contraproducente para los actuales problemas alimentarios y medioambientales.
Los fondos de inversión, en especial los fondos de pensiones, se encuentran atraídos a estas inversiones por los beneficios potenciales. Se estima que cerca de US$5.000 a 15.000 millones del sector de mercancías o commodities están destinados a la adquisición de tierras de cultivo.
Sin embargo, como se sabe, los fondos de pensiones manejan los ahorros de los trabajadores, por lo que debiera haber alguna forma de rendición de cuentas públicas o de otro tipo cuando se tomen decisiones de inversión.
En ese sentido, los fondos de pensiones, acaparadores de tierras, son uno de los pocos fondos que podrían ser desbaratados por la población que es dueña del dinero, y éste ha sido uno de los objetivos de los movimientos sociales.
Los fondos de pensiones
Actualmente las pensiones de los trabajadores están manejadas por empresas privadas que deben entregar a los trabajadores mensualidades luego de su jubilación.
Se sabe que los fondos de pensiones, a nivel mundial, manejan US$23 billones en activos. Los más grandes son aquellos administrados por los gobiernos, como es el caso de Japón, Noruega, Holanda, Corea y Estados Unidos. (Ver cuadro de mayores fondos de pensiones a nivel mundial).
Los fondos de pensiones fueron afectados durante la última crisis financiera. Por ello, muchas de estas administradoras de fondos recurren a las tierras agrícolas, muy atractivas por un patrón claro de oferta y demanda: una creciente población mundial necesitada de alimentos.
Además, los administradores de estos fondos consideran que los precios de las tierras son relativamente bajos en países como Australia, Sudán, Uruguay, Rusia, Zambia o Brasil.
Estos fondos consideran los beneficios a largo plazo por el precio creciente de la tierra y los ingresos que perciben, además, con las ventas de cosechas, ganado lechero y producción de carne.
La agricultura es claramente una fuente de beneficios futuros para los inversionistas, con los precios de los commodities y los alimentos en alza, por lo que últimamente los fondos de pensiones empezaron a invertir fuertemente en este rubro.
Barclays Capital informa que hace diez años los fondos institucionales invertían aproximadamente US$6.000 millones en mercancías o commodities, mientras que actualmente la cifra asciende a US$320.000 millones.
De esos US$ 320.000, los fondos de pensiones invierten US$ 100.000 millones. Y estas inversiones son dedicadas mayoritariamente a las tierras agrícolas -activos que ofrecen retornos anuales entre 10% a 20%-.
Actualmente, los fondos de pensiones tienen aproximadamente de 1 a 3% de sus carteras asignadas a los commodities de tierras agrícolas. Se estima que para el 2015 se llegue a porcentajes de 3 a 5%.
El panorama actual indica que los inversionistas más grandes están programando duplicar sus portafolios de propiedades de commodities agrícolas, que incluyen tierras agrícolas.
Las consecuencias de ello será la subida de precios de los alimentos, lo cual afectará gravemente a las comunidades rurales y pobres, e implica a los trabajadores.
El tema queda en manos de los sindicatos de trabajadores, los gobiernos y otras instituciones responsables de decisiones estratégicas para controlar cómo se deben invertir los fondos de pensiones.
http://servindi.org/actualidad/54521
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