13 de abril de 2016

LA MENTIRA MEDIÁTICA Y LA SOCIEDAD MANIPULADA

A Shangay Lily, maricón, valiente, defensor de toda causa humana, revolucionario incluso contra nuestras eternas verdades, comunista avant la lettre, periodista del que algunos se alegran de haberse librado, icono del que buscan aprovecharse miserables que combatió. Amigo, frente al que, cabreado, a veces no tuve razón

Por Marat
1.-El obsceno relato que nos cuentan del mundo en el que vivimos:
La información puede ser veraz o parecerlo pero nadie pretenda que sea cierta.

Allá donde empieza el derecho de empresa acaba el derecho a la información. Los medios de comunicación, también los grandes proveedores de servicios digitales que hoy entran en la batalla comunicativa así como los agregadores de noticias y las redes sociales son empresas y, como tales, están participados por socios financieros, acciones cruzadas de terceras empresas y consorcios muchos de ellos ajenos al mundo informativo.

En relación con la realidad y con el modo en que ésta es transmitida y comunicada tienen intereses concretos; en primer lugar económicos, en segundo políticos e ideológicos.

El objetivo de la información es “recrear” la realidad, ajustar la versión que se da de la misma y la que hemos de aceptar como válida y cierta de acuerdo a los intereses del poder. Se trata de hacer coincidir la parte de la realidad que se cuenta y el modo en el que se cuenta con los intereses del poder económico y político, manteniendo lo disonante con dichos intereses como zonas “penumbra” o directamente en la oscuridad.

Hoy la mentira mediática alcanza tal dimensión que información y publicidad -nombre éste último que intenta dignificar al término de “propaganda”- se unen en el concepto comunicación, donde la verdad no es un objetivo de la misma sino la persuasión.

Cualquier tratado de periodismo le dirá que las funciones de los medios de comunicación son, junto a la de informar, las de formar la opinión, persuadir y educar o socializar, junto, cómo no, a la de entretener. Si se fijan ustedes, las funciones de formar la opinión del público, persuadir, y educar o socializar podrían resumirse muy bien en la de manipular a sus audiencias.

Mucho se ha mentido, manipulado, engañado, desinformado desde que el magnante de la prensa William Randolph Hearts dijera a su ilustrador Frederick Remington aquello de “usted facilite los dibujos, que yo pondré la guerra”, cuando éste le telegrafió que en Cuba todo estaba en calma y que quería volver a Estados Unidos.

En estos días han aparecido en diversos medios unos cuantos ejemplos del modo en el que los medios de comunicación manejan a la opinión pública.

Así el diario El Mundo, después de que militantes de izquierdas bolivarianos denunciaran la trampa de hacer pasar la fotografía de un supermercado neoyorkino de Agosto de 2011 como prueba del desabastecimiento actual de dichos establecimientos en Venezuela, informaba profusamente sobre la cuestión con un titular que no dejaba lugar a dudas: “La foto icónica del desabastecimiento en Venezuela se hizo en Nueva York”.

Dado que la nueva forma de censura del gobierno corrupto y semifascista del PP no permite reproducir gratuitamente textos o enlaces a las noticias digitales, les suguiero que ustedes mismos, si tienen algún interés en ello se tomen la molestia de buscarlo en Internet.

La noticia de El Mundo se hace eco de cómo el primer rastro de trucaje fotográfico se produjo en un blog conspiranoico, El Blog de Skiper, que manipuló la imagen fotográfica para colar como desabastecimiento por la situación económica y política en Venezuela lo que era una circunstancia ligada al desabastecimiento por la afluencia masiva de consumidores ante el temor al huracán Irene. Llamativamente ahora, tras la denuncia aparecida en multitud de medios internacionales, el blog conspiranoico parece haber cambiado la fotografía y puesto la inicial, propiedad de la agencia Reuters, con el fin de hacer desaparecer la manipulación fotográfica, que posteriormente ilustraremos en imágenes.

Presentamos en la parte superior la imagen tal y como apareció la noticia por primera vez en Reuters y debajo la manipulación efectuada con el objetivo de descontextualizarla y facilitar así su atribución a una situación producida en otro país.


Como puede apreciarse en la foto inferior, la parte de arriba de la misma ha sido recortada para dificultar la lectura de los carteles escritos en inglés que cuelgan del techo del establecimiento. Huelga decir que el idioma de Venezuela, en el que se rotula también la publicidad, es el español.

Ni que decir tiene que muchos medios escritos latinoamericanos prefirieron reproducir la foto manipulada-que la realidad no nos estropee una noticia interesante, sobre todo si pensamos en para quiénes y con qué objetivos- que la original de una agencia tan importante y con tanto eco en el continente americano como Reuters.

Tampoco dude nadie de que aún hay sectores de la oposición golpista venezolana que siguen utilizando la imagen en la esperanza de que haya aún personas que no conozcan esta manipulación.

Es un asunto mucho más antiguo pero, ya que de Venezuela hablamos, en Enero de 2013 el diario español El País quiso aparecer internacionalmente como el gran abanderado del antichavismo, publicando una supuesta fotografía del entonces Presidente venezolano, Hugo Chávez, en lo que parecía una intervención quirúrgica a vida o muerte.

La fotografía, repleta de marcas de agua digitales con el nombre del digital (en su versión papel creo que no llegó a aparecer) fue una cantada. Lo que cabe interpretarse como ardiente deseo de rápida resolución del “problema venezolano” por la vía biológica hubo de esperar un tiempo porque la fotografía, que verán ustedes más abajo, era un bluf, un engaño de aficionado al periodismo de ficción (Tomasso Debenedetti) que se la había vendido al diario por una jugosa cantidad, la cuál nunca fue aclarada, y que el aludido había sacado de la fotografía de un vídeo de youtube de 2.008 llamado "Intubación de agromegalia AMVAD: 

En el minuto 2.29 el fotógrafo hizo una captura de pantalla del vídeo que le envío a El País. Lo curioso es que este sujeto se había inventado ya por entonces la muerte de Gabriel García Márquez y entrevistas a varios Premios Nobel y al Dalai Lama. Cuesta entender que, con este currículo, y los medios disponibles de investigación, al alcance de un clic en buscadores, El País picase. Quizá pensó que picarían sus lectores, cosa que no sucedió.


Todo lo anterior sea dicho más allá de lo que me parezca la dirigencia nacional venezolana tras la muerte del comandante Chávez.

Pero la manipulación y la mendacidad periodística tiene múltiples formas.

A través de un texto publicado hace unos días en el blog Grupo Antimilitarista Tortuga, titulado http://www.grupotortuga.com/Siria-la-guerra-mal-contada supe de una historia rocambolesca sobre la que decidí rastrear un poco por mi cuenta.

En febrero de 2011 empezó a publicarse un blog, cuya totalidad de entradas al mismo han sido eliminadas, aunque ha dejado el rastro de su dirección URL (http://damascusgaygirl.blogspot.com/), cuya traducción al castellano vendría a ser “una chica lesbiana en Damasco”, que hablaba de las maldades del gobierno sirio, y de su Presidente al-Assad, y de cómo la supuesta chica lesbiana siria, Amina Arraf era su pretendido nombre, tenía que vivir su sexualidad a escondidas de la persecución del régimen de su país, mientras participaba en manifestaciones contra el mismo. Ya saben, esas manifestaciones pacíficas, con policías muertos, que dieron lugar a los “moderados” Al Nusra (Al Qaeda) y Estado Islámico (DAESH).

El 6 de junio de ese mismo año apareció en dicho blog una entrada, firmada por una supuesta prima de la tal Amina, Rania O Ismail, que contaba que la bloguera había sido detenida. La noticia fue reproducida en multitud de medios mundiales y se llegó a organizar una campaña para su liberación, algo lógico si pensamos en la solidaridad con las víctimas que provoca cualquier opresión que no tenga que ver con la base material de la sociedad, con la realidad económica y la desigualdad y explotación en la que se sustenta el sistema capitalista. Éstas últimas importan un carajo a la inmensa mayoría de las gentes, incluso a las explotadas por ese mismo sistema económico.

Pues bien, la tal Amina Arraf nunca existió, aunque aparecieron múltiples fotografías que la identificaban como tal, hasta que la persona real cuyas fotografías estaban siendo utilizadas para dar vida a un ser inexistente, la croata Jelena Lecic, denunció que sus fotos habían sido robadas de su perfil en Facebook. Ni que decir tiene que Jelena Lecic nunca había estado en Siria, no conocía a la tal Amina -cosa difícil- y por supuesto, nada tenía que ver con su blog.



Pronto se descubriría que el autor real del blog era un estadounidense con barba, de 40 años, llamado Tom McMaster, que decía estudiar un master en la Universidad de Edimburgo, Reino Unido.


Sobre el tal Tom McManister hay algunos datos interesantes en el sitio SOTT, en un artículo que aparece bajo el título La sangrienta revolución siria patrocinada por la CIA - ¿Una distracción? Si algo queda claro en este texto es que quien crea que Tom McMaster era un simple imbécil y no un esbirro al servicio del imperialismo es ser tan cretino como él.

Pero si de todas las mentiras que recientemente han llegado hasta mí tuviera que hacer un apartado especial, sin duda el caso de los Panama papers o Papeles de Panamá se llevaría la palma. Y no por lo que cuenta sino por lo que deja de contar, como es el caso de La Sexta y de todos los demás medios, con la excepción de vozpopuli y de El Confidencial, el cuál desvela lo escamoteado con sorprendente cinismo y transparencia.

El día en que estalló el turbio asunto de los Panama papers tuve la sensación de que la prudencia a la hora de juzgar aquella filtración me invitaba a callar. Sentí una mezcla de alegría e ira por todos los políticos y “famosos” que aparecían en la lista los cuáles, en mi opinión deben pagar en dinero, con intereses añadidos, inhabilitación de por vida en el caso de quienes ocupan cargos públicos y cárcel, siempre que se demuestre que han estafado al fisco y se lo han llevado crudo. Pero, a la vez, esperaba que lo que los medios iban filtrando en una entrega por capítulos aclarase algo de las 200.000 empresas que, en los primeros momentos fueron señaladas como clientes de la firma panameña Mossack Fonseca, especializada en empresas offshore para la evasión de impuestos y capitales. De esas empresas seguimos sin saber nada al día de hoy, salvo que sean pantallas de particulares. Nunca de empresas reales.

Una localidad norteamericana martilleaba mis oídos cuando se hablaba en los informativos de los papeles de Panamá y del carácter de este país como paraíso fiscal: Delaware. Pero Delaware es uno de los 50 estados USA y, aunque se le señalaba como paraíso fiscal, no estaba en Panamá. Se hablaba de cosas distintas en La Sexta y en otras televisiones pero no se conectaban los datos. Con un poco de esfuerzo acabé sabiendo que Delaware es uno de los muchos paraísos fiscales del mundo ¡Vaya!


Muchas personas que dudan de las versiones oficiales empezaban a cuestionar la versión oficial de aquellas filtraciones.

Aquél artículo hablaba de que los intereses de los paraísos fiscales USA estaban detrás de la operación de filtración de los nombres de políticos y famosos pero, casualidad, no de empresarios internacionales, a pesar de haber 200.000 empresas constituidas entre los clientes de Mossack Fonseca. El socio Mossack es hijo de un nazi evadido tras la II G.M. Edhard Mossack. Pero no nos perdamos en esta “zanahoria”, que sospecho que tiene ramificaciones destinadas a desviar la cuestión central.

Dicho artículo señalaba también que el primer medio que accedió a dichas filtraciones fue el periódico alemán Süddeutsche Zeitung’ que, si ustedes comprueban tiene un largo historial de amor con George Soros a través del ICIJ (Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación, ICIJ, por sus siglas en inglés).

En el listado de periodistas en nómina del Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación, ICIJ, aparece el nombre de Hans Leyendecker, editor, no un simple periodista de Süddeutsche Zeitung’ (https://www.icij.org/journalists/hans-leyendecker) Es decir, lo de que el diario alemán se lo pasa al Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación, ICIJ es pura mentira, por cuanto no hay transacción periodística sino disimulo de la fuente que cobra del mismo sitio que cobra todo el Consorcio, de, entre otros Open Society Foundations y la Fundación Ford (el de los coches y el fordismo, que quizá haya que aclarar conceptos a quien esté dispuesto a mantener su mente vaga).

Esto lo rebela el citado artículo pero también el propio Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación, ICIJ en su página que explica el conocido quiénes somos (https://www.icij.org/about), en concreto en el apartado titulado en inglés “Our supporters”


Pero como el inglés no llega a todos, como la voluntad de muchas personas de negar los hechos es superior a lo que pueda contarse desde esa página, ¿qué negación podremos hacer de lo que “informa” El Confidencial, uno de los dos medios españoles que publicaron los papeles de Panamá (el otro es La Sexta que, como siempre, esconde sus miserias de tener entre sus financistas a George Soros)

En un artículo del periodista Nacho Cordero, titulado “Los papeles de Panamá y el papel de la prensa independiente: el ‘making of’” pueden encontrar ustedes la manifestación más obscena y cruda del cinismo que puede permitirse el lujo de ser muy sincero, salvo en lo de “prensa independiente”.

No sólo cuenta cómo lo hicieron, salvo la parte de obtención de datos, que bien podría tener con lo que aquí se recoge de un texto sumamente sugerente (http://marat-asaltarloscielos.blogspot.com.es/2016/04/la-maldicion-del-hacker-un-cuento.html) sino que se recrea en agradecer personalmente a George Soros y a la Open Society Foundations (OSF) su labor (27,6 millones de dólares donados al famoso Consorcio) su lucha para conseguir un periodismo independiente, al que no duda en calificar como, “simplemente periodismo”.

Imagino que promover una organización terrorista como CANVAS para destruir la antigua Yugoslavia, promover el Maidan nazi en Ucrania, pegar pelotazos capitalistas en todos los países del ex llamado socialismo real en Europa, casi arruinar la libra esterlina en los 90 y machacar la economía de los países que fueron conocidos en su día como los tigres asiáticos les parecerá a estos paladines de la libertad de prensa, parte de ese camino hacia la libertad.

El día 11 de abril otro medio confidencial, El Confidencial Digital titulaba “Los ricos españoles abandonan Panamá y escapan a un nuevo paraíso fiscal: Estados Unidos” . La jugada perfecta que muchos habían entendido desde el primer momento adquiría todo su sentido: el objetivo de la operación no era hacer limpieza de políticos corruptos, por supuesto tampoco que capitalistas pagaran, aunque hubiera que sacrificar algunos peones menores de uno u otro tipo, sino ir cerrando algunos chiringuitos o, mejor dicho, deslocalizándolos, para abrir otros donde de verdad importa, en USA.


Hace dos días comiendo con mi hijo, éste me dijo: “lo terrible de todo esto es que no descubres nada que ellos oculten, que está a la luz de quien quiera verlo y que, aún así, la inmensa mayoría de las personas no se enterarán y, si se enteran, no entenderán su significado”. No me asombró su inteligencia, que conozco muy bien. Tampoco lo que venía a decirme. Lo sé desde hace mucho tiempo. Simplemente sentí, una vez más, como tantas anteriormente, que quienes luchamos frente al desorden criminal del capital estamos condenados a ser moscas que se golpean frente a un cristal imposible de romper.

2.-Lo peor no es la profusión de la mentira. Lo peor es la omnipotencia del poder mediático
Quien pretenda ir de limpio en esta jugada es demasiado estúpido o excesivamente hipócrita.

En la comunicación -nótese que no hablo de información- todos intentamos llevar el agua a nuestro molino.

Aún recuerdo un artículo mío respecto al que cierto memo autodenominado “expertomilitar” -manda huevos- del lugar de concentración de los trolls, se quejó de una afirmación mía en relación con un portaaviones chino que se aproximaba a Siria. Pues bien, llegó:


Los desmentidos posteriores chinos o rusos, cumplen la función que cumplen, distinta a cualquier troll, que sólo se entretiene.

El gran problema que nos derrota a todos ante la comunicación, que desde luego no es información cuando se mezcla, sin aviso previo, con opinión, manipulación, ficción/dramatización (representación, cada vez menos avisada en los medios, de un suceso representado tal y cómo se supone que sucedió), recreación e “imaginación”, además de mentira directa y ocultación, es éste: la concentración oligopólica de los multimedia en Occidente: 1.500 periódicos, 1.100 revistas, 9.000 estaciones de radio, 1.500 televisiones, 2.400 editoriales: ¡Todo controlado por sólo seis trasnacionales! (http://marat-asaltarloscielos.blogspot.com.es/2016/04/wikileaks-denuncia-george-soros-de.html)

Aquí se expresa la verdad del conjunto de mentiras, medias verdades, y engaños de los medios de comunicación.

Frente a ello tenemos la realidad de un mundo explotado que trabaja 8 o muchas más horas, una parte de ellas sin cobrarlas, que tiene vida propia, hijos, hipotecas y mucho cansancio mental para ponerse a investigar si le engañan o no.

Si además de todo ello, quienes deben sostener un discurso crítico y ofrecerle otras versiones de la verdad, se alimentan del mismo estiercol con el que nos alimenta el capital, si además una buena parte parte de esa disidencia puede que esté penetrada, puede que la cosa de desvelar el mundo real sea difícil.

Valga un ejemplo.

Volvemos al asunto del Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación, ICIJ. ¿Han oído hablar de Mediapart?. Les cité a ese medio francés, ligado a un trostkista, en un artículo sobre la Nuit Debout: http://marat-asaltarloscielos.blogspot.com.es/2016/04/vuelve-el-ilusionante-juego-del-bucle.html

¡Vaya! De los 4 periodistas franceses que el Consorcio de Soros tiene en nómina, tenemos que 2 de ellos están ligados a Mediapart, uno a France 2 y otro es un freelance.

Si entran ustedes en la parte de periodistas del ICJC (https://www.icij.org/journalists/a) y se van a la letra A, encontrarán a un tal Fabrice Arfi, de Mediapart. Y si van a la letra L (https://www.icij.org/journalists/l) se encontarán también con Karl Laske, igualmente de Mediapart


Pues bien, si tienen interés en seguir investigado les propongo que vean hasta qué punto Mediapart no es un medio de comunicación más en la promoción de la Nuit Debout sino un elemento principal de la misma ¿Coincidencias? Lo dejo a ustedes.

3.-¿Cómo combatir todo esto?
Si de verdad tengo lectores y cómplices, dejo este apartado en vuestras manos porque a mí me supera y me siento incapaz de dar respuestas. Pido ayuda.


12 de abril de 2016

LA MALDICIÓN DEL ‘HACKER’ (UN CUENTO MODERNO)

Movimiento Político de Resistencia Global

Los medios de comunicación quieren hacer creer al mundo entero que los “Papeles de Panamá” fueron obtenidos por un pirata (“hacker”) habilidoso que se introdujo, como un ladrón, en los equipos informáticos del bufete de abogados Mossack Fonseca, encontró la llave, se apoderó de los documentos y salió de estampida.

Hoy día con un ordenador se pueden hacer muchas cosas desde la confortable habitación de una vivienda, pero los piratas (“hackers”) son mucho más que eso: verdaderos dioses para los que nada es imposible, desde desencadenar “revoluciones” de colores y Primaveras Árabes, cuyos protagonistas han sido -según dicen por ahí- entusiastas espontáneos del móvil, interconectados (horizontalmente) a través de las redes sociales...

Es un cuento moderno; la realidad es otra cosa, mucho menos espontánea de lo que relatan los medios. Por ejemplo, el viernes el Presidente de Bolivia, Evo Morales, informó que Estados Unidos había enviado 12 “hackers” para que triunfase el “No” en el referéndum constitucional celebrado el 21 febrero.

Lo más probable es que Morales se haya quedado corto; serían bastantes más de 12 y no sólo se llevaron el móvil consigo.

En cualquier caso, la noticia descubre que las redes sociales son mucho menos espontáneas de lo que dicen los medios; de hecho, no son diferentes de los propios medios. Del mismo modo que Estados Unidos “fabrica” la mayor parte de la información que difunden los medios, “fabrica” exactamente igual la mayor parte de la información que difunden las redes sociales, las páginas web o el WhatsApp.

Ambas forman parte de la misma ideología dominante, son tan falsas (o tan ciertas) como la misma ideología dominante y proceden de los mismos centros de producción del cúmulo de ideas que proliferan en nuestro tiempo, que se difunden anónimamente y cuyo origen también parece igualmente anónimo.

Los propios “hackers” han sido fabricados de esa manera ideológica, tan científica y tan mítica a la vez como la manzana que le cayó a Newton en la cabeza, permitiéndole descubrir (y describir) la ley de la gravedad, algo de lo que hasta entonces no se había apercibido, ni él ni nadie.

Son como Jano, el legendario personaje con dos rostros, capaz de mirar en dos direcciones opuestas a la vez. Cuando el “hacker” descarga películas sin pagar el peaje que corresponde a la propiedad privada es un pirata, un delincuente, pero si se lleva los “Papeles de Panamá” esa misma palabra se traduce de otra manera y se transforma en un benefactor de la humanidad.

Como los científicos y los ingenieros, los informáticos crean sus propias leyendas, que luego se acaban creyendo ellos mismos, posiblemente porque así se ven como personajes legendarios. Esos relatos son la Ilíada y la Odisea del mundo moderno: esos jóvenes trasteando en el garaje encima del teclado de un ordenador que acaban siendo multimillonarios y creando imperios, como Microsoft o Google, a los que nadie acusaría de aprovecharse de la piratería.

Todo lo contrario: resulta que los capitalistas de la informática luchan contra la piratería. Si los “hackers” son piratas, ellos no son “hackers”.

Hasta las palabras se prostituyen, tanto en inglés como en castellano, y su uso es prostitución pura, lo mismo que su traducción. En un principio, la palabra “hack” se utilizaba en los centros de investigación de Estados Unidos como sinónimo de “trastear” e incluso de “jugar”. Entonces el “hacker” era el “manitas” de la informática que exploraba las múltiples posibilidades de un lenguaje de programación, de un sistema operativo o de un programa.

En el principio de todo, incluida la informática, no está una teoría que luego “se aplica” a la práctica, sino al revés. En este caso eso es aún más claro porque algunos programas informáticos se llaman precisamente “aplicaciones” (app, “applications”).

La propiedad privada llegó a la informática mucho después y ocurrió lo que describe Marx cuando en “El Capital” analiza la acumulación originaria: algunos avispados expropiaron lo que hasta entonces era de uso colectivo, lo patentaron y lo llevaron al Registro Mercantil. Desde entonces la informática tiene nombres y apellidos, de personas o de multinacionales. Antes era anónima, abierta, libre y colectiva.

Ahora los piratas le dan la vuelta a la historia, acusan de pirateo a los demás y se han propuesto acabar con la proliferación del pirateo en la informática. Según dicen, con los ordenadores e Internet nos hemos acostumbrado a la “barra libre”, a que todo sea gratuito y eso, por lo visto, se ha convertido en un serio problema para las multinacionales, que están llevando a los piratas a la cárcel.

Como se sienten identificadas con esta ingeniería, las multinacionales dicen que a quien perjudica la gratuidad es a la programación, al desarrollo de los sistemas operativos o las aplicaciones digitales, lo cual es falso. Hasta la fecha, una parte importante de la expansión de este conjunto de nuevas técnicas procede de los aficionados y no de los profesionales. La gratuidad no ha frenado sino que ha promovido el desarrollo de la informática.

Pero, lo mismo que la astronomía, la informática no es sólo un conglomerado de habilidades técnicas que se estudian en las facultades de ingeniería correspondientes, sino bastante más: una “cultura” o, mejor dicho, una “subcultura” con sus propios códigos, su argot, su cine (Annonymous, Matrix), sus propios entusiastas (“geeks”) e incluso sus propios partidos políticos piratas.

En los cuentos y las leyendas es difícil separar la realidad de la fantasía. Por eso, quien quiera estudiar las relaciones entre la ciencia y la ideología, a los que la burguesía presenta como mundos antitéticos, tiene en la informática uno de los terrenos mejor abonados y de más actualidad.