20 de mayo de 2014

PEPE MÚJICA Y LA REVOLUCIÓN OLVIDADA

Antonio Velasco. LaRepública.es  

Hace ya mucho que vivimos en un mundo donde aquellos que acaparan el poder viven ostentosamente y muy alejados de los problemas reales de la población a la que dicen representar. Nuestro gobierno, así como las élites económicas situadas en la sombra, no sufren los recortes que aplican, sino todo lo contrario. Las empresas del Ibex 35 tienen cada vez mayores beneficios y los políticos siguen legislando a su favor. Los trabajadores, desengañados, empiezan a buscar ejemplos de que otro tipo de líder es posible. Ahí entra Pepe Mujica, un caso de escopeta. El presidente más pobre del mundo, le llaman. Se ha convertido en una figura emblemática para muchos, ya hartos de políticos que muestran un desapego exacerbado por los trabajadores, a los cuales sólo buscan durante la campaña electoral.

Pepe Mujica es un antiguo guerrillero perteneciente al Movimiento de Liberación Nacional-Tupamaros (MLN-T) que surgió en los años 60 y sería derrotado en 1972, un año antes de la dictadura militar. Mujica, al igual que muchos otros dirigentes tupamaros, pasó más de una década en prisión y, una vez recuperada la democracia, sería liberado por una ley de amnistía para presos políticos. El MLN-T se integraría, en 1989, a la coalición política de izquierdas Frente Amplio (FA), donde gestó la coalición llamada Movimiento de Participación Popular (MPP).

Mujica obtendría un puesto de Diputado con el FA en las elecciones de 1994, donde derrotarían al Partido Colorado (derecha), siendo Tabaré Vázquez el presidente resultante y  Mujica el primer Tupamaro con un cargo público. Después de tantos años de dictadura y clandestinidad, la izquierda había llegado al poder. Las calles del país se desbordaron de trabajadores emocionados y cánticos revolucionarios por la hazaña lograda. La izquierda gobernaba y ahora empezarían las políticas destinadas a mejorar la vida de los trabajadores. O eso creían.

Mujica se hizo ya famoso en esa época por su austeridad, cuando acudía a las sesiones parlamentarias en una Vespa. En 2010 llegaría a Presidente de la República Oriental de Uruguay tras la reelección del FA y, una vez en el gobierno, no cambiaría su estilo de vida. No se mudó al palacio de gobierno sino que se mantuvo en su pequeña residencia junto a su esposa Lucía Topolansky (también antigua guerrillera del MLN-T) y dos escoltas. Tampoco acudió al coche oficial ni a ningún lujo en particular. Se trata de un presidente cercano que retomó la antigua práctica de pasear y conversar con los vecinos, como se hacía en los años 50 en Uruguay, antes de la llegada del FMI. Además, dona el 90% de su sueldo a proyectos y causas benéficas. Esta faceta austera es lo que le ha reportado fama internacional.

Su discurso se caracteriza por ser muy filosófico y rompedor de los estándares y costumbres usuales de los poderosos. Habla sin tapujos de la necesidad de proteger el medio ambiente, de lo malo y vacío del consumismo desmedido o de que el capitalismo no aporta realmente aquello que nos hace ser felices. Palabras atractivas pero que, por desgracia, no han ido acompañadas por hechos en la misma linea.

A pesar de que se han logrado cambios en el país (ayudas para los más pobres, el  seguro nacional de sanidad, ley de matrimonio homosexual, aborto o legalización de la marihuana), realmente no se ha legislado en favor de los intereses de los trabajadores uruguayos. El modelo económico, salvo algunas excepciones, sigue siendo básicamente el mismo.

Mujica, con un discurso que aboga por la protección del medio ambiente, ha apostado por empresas transnacionales que están contaminado el país y que gozan, además, de exoneraciones y beneficios tributarios. Nunca en Uruguay ha habido tantas tierras en manos de las transnacionales. Algunos ejemplos son las empresas relacionadas con las papeleras, las cuales plantan eucaliptos para sus productos, destrozando la tierra; las empresas que cultivan soja transgénica con agrotóxico; o el proyecto Aratirí, relacionado con la megaminería a cielo abierto para la extracción de hierro, práctica con un alto impacto contaminante sobre el medio ambiente. Existe una contradicción flagrante entre el discurso del presidente y los hechos.

La pobreza ha sido reducida en el país, pero la tercera parte de los trabajadores uruguayos tienen ingresos inferiores a los 14.000 pesos al mes cuando se ha calculado que, para una familia media de 4 personas, se necesitarían unos 50.000 pesos al mes para cubrir las necesidades básicas. Los ricos, sin embargo, siguen enriqueciéndose. Es cierto que los sueldos han subido y que el porcentaje de desempleo es bajo, pero en su mayor parte se trata de empleo precario.

Uruguay es un país de 3 millones de habitantes con 12 millones de cabezas de ganado pero, sin embargo, la carne tiene unos precios desorbitados. En lugar de desarrollar industrias para generar valor agregado en este mercado (industrializar la materia prima), se exporta el producto primario y se enriquecen los productores. Uruguay no transforma los productos, los exporta y el mercado interior no ve beneficios.

El gobierno de Pepe Mujica se ha alejado del programa inicial del FA, que era anti-imperialista y anti-oligárquico. Se alineó con la rama más socialdemócrata de la coalición (representada por Danilo Astori, vicepresidente de Uruguay), reproduciendo el discurso de que hay que desarrollar el capitalismo, incluyendo traer a grandes transnacionales al país, para llegar al socialismo. Dice además ser partidario de un capitalismo bueno y humano. Este alejamiento del gobierno ha provocado la aparición de un sector crítico que reivindica el antiguo programa frenteamplista. Además, las políticas del gobierno de Mujica y del primer presidente del FA Tabaré Vázquez, han traído la resignación y la desafección por la política por parte de los uruguayos al verse traicionados por los políticos, tal y como sucede en España.

El sistema productivo de Uruguay no ha cambiado. Mujica obedece los dictados del FMI y el Banco Mundial, en detrimento de los trabajadores, que han visto, decepcionados, cómo la socialdemocracia ha tomado el control y ha dejado a Uruguay dependiente del capital extranjero. Después, Mujica sale al exterior con su imagen austera, su discurso grandilocuente y filosófico que a todos agrada y sorprende pero, a pesar de haberse conseguido cosas, el gobierno se vendió al capitalismo y a las grandes empresas, incumpliendo el viejo programa del FA.

El problema principal, del cual se deriva el resto, es que Mujica y su equipo han negado la lucha de clases. Suyas son frases como “Para que haya redistribución, los capitalistas han de ganar dinero”. Esto es un absurdo. No se puede redistribuir partiendo de la base de que las empresas gozan de grandes beneficios, exenciones fiscales y que no se les imponen apenas condiciones al instalarse en Uruguay. Mujica aboga por “sacar lo mejor del sistema” pero, ¿cómo sacar lo mejor de las transnacionales, que se instalan porque pagan escasos impuestos, tienen a los trabajadores en condiciones precarias y no respetan el medio ambiente? Se está actuando como si se pudiese gobernar para los ricos y para los pobres a la vez, cuando tienen intereses de clase contrapuestos. Como digo, el principal problema es la negación de la lucha de clases. ¿Existe redistribución posible sin tocar los privilegios del poder económico? ¿Se puede gobernar para el poder económico y para la gente de la calle por igual? Claramente, no. La prueba es que, a pesar del enorme crecimiento del PIB del país en los últimos años, no ha habido una redistribución eficiente que haya beneficiado a los trabajadores tanto como debiera y, sin embargo, los ricos se han enriquecido como nunca. Se trata de la clásica política socialdemócrata.

No es extraño que los grandes medios alaben a Mujica. Las políticas del presidente uruguayo benefician enormemente a los propietarios de los mismos. Si hubiese incorporado el antiguo programa del FA, cuyas propuestas giraban en torno a no pagar la deuda externa ilegítima, una reforma agraria que favoreciera a los trabajadores o nacionalizar la banca; ni Jordi Évole le habría entrevistado ni tendríamos la imagen que tenemos de él. Los medios se habrían encargado de mostrárnoslo como un dictador más y todo el mundo lo aceptaría a ciegas, como aceptan ahora que es el mejor presidente del mundo, sin saber qué políticas ha llevado a cabo y cómo estas han repercutido en la clase obrera uruguaya. Si se legisla en favor de los intereses del capital, los medios controlados por el mismo te presentan favorecido, si lo haces en favor de los trabajadores (y, por consiguiente, en contra del capital), esos medios te muestran al mundo como un político antidemocrático. Ejemplos hay de sobras.

En definitiva, por muy buenas intenciones que tuviese Mujica tanto en sus años de tupamaro como en la actualidad, que no las pongo en duda, un país no se cambia sobre la base de la actitud de una persona (aunque sea el presidente), sino sobre la organización y la construcción de un tejido social fuerte y crítico y unas políticas concretas dirigidas a mejorar las condiciones de vida de los trabajadores. No podemos creer a ciegas, como se hace en España, que Uruguay va perfectamente sólo fijándonos en el estilo de vida de su presidente (aunque este sea admirable, como en su caso). Es necesario averiguar y adentrarse en las políticas que repercuten en la vida cotidiana de las personas para conocer su realidad. Sólo entonces podremos sacar conclusiones. Pero si únicamente nos quedamos con la filosofía y la fachada de su presidente, estaremos cayendo en la trampa de la clase dominante una vez más.

NOTA DEL EDITOR DE ESTE BLOG: Nunca me gustó Pepe Mújica y el franciscanismo de forma de vida que ostenta. Me parece una forma de presumir de bonhomía austera que sirve de señuelo para que no se mire a las políticas que practica, las cuales no difieren mucho de las que lleva a cabo Bachelet en Chile u Obama con sus pretendidos programas sociales y la defensa de los "derechos civiles" en su primer gobierno. Esto sólo es un modo de ir de progre. Ser revolucionario es otra cosa, por mucha forma de vida humilde que exhibas.  

De no ser así el emperador del mundo, Obama, no diría de él "Mujica tiene credibilidad en el mundo y es un líder a lo largo de todo el hemisferio". Cuando un revolucionario lo es de verdad, el capital y el imperio lo ignoran o lo denigran y vilipendian, no lo convierten en una estrella en los medios de comunicación capitalistas. Saben que la clave más importante no es que tenga una casa muy humilde o un coche viejísimo -entre el aspecto mendicante de un Presidente y un modo de vida sin ostentaciones materiales ni acumulación indebida de bienes hay una distancia notable- Lo realmente importante es qué política lleve a cabo ese Presidente, qué intereses y a quiénes defienda, no ya de palabra sino con sus hechos. El resto es luz de gas sobre la política real que se lleva a cabo.  

19 de mayo de 2014

LA EXTREMA DERECHA PREPARA EL ASALTO AL PARLAMENTO EUROPEO

Hernán Campaniello. Télam

Los partidos de extrema derecha se alistan a aprovechar el clima de descontento e incertidumbre social provocado por la crisis económica en los países de la Unión Europea para ampliar a niveles récord su presencia en la Eurocámara en las elecciones de la semana próxima.

Fronteras, inmigración, desempleo, eurofobia, partidos socialdemócratas en pleno viraje liberal y rechazo al ajuste impuesto por la UE son las principales cartas de triunfo de la heterogénea extrema derecha europea, que podría finalizar primera en el Reino Unido, Francia, Holanda, Dinamarca y Hungría.

La posibilidad de que la ultraderecha aumente su representación en el Parlamento Europeo (PE) se funda en el sistema proporcional de las elecciones, que beneficia la llegada de partidos pequeños, incluso marginales, y en la escasa participación en este tipo de elección, que podría llegar a un magro 33%, según encuestas.
Con la meta de acabar con la UE, su moneda y una política comunitaria que, según dice, suponen una carga inmanejable para las economías nacionales, la extrema derecha podría pasar de 27 a 90 escaños en los comicios, que se celebrarán del 22 al 25 de mayo, al ganar bancas en 13 de los 28 países del bloque.

La extrema derecha en el Parlamento Europeo estaría liderada por el Frente Nacional (FN) francés y el UKIP británico, representados con entre 20 y 22 escaños cada uno.

Los sondeos le auguran a los ultraderechistas victorias en Reino Unido, Francia, Holanda, Dinamarca y Hungría y muy buenos resultados en Polonia, Grecia, Italia y Finlandia.

En el Reino Unido, el Partido de la Independencia del Reino Unido (UKIP) propugna la salida de la UE y el control de la inmigración y de las fronteras, un discurso euroescéptico y populista que cala hondo en los grandes centros industriales del país.

Encabezado por el eurodiputado Nigel Farage, de 50 años y actual estrella de la política británica, el UKIP lidera los sondeos con hasta un 40%. En las elecciones británicas de 2010 obtuvo 3,5%.

Del otro lado del Canal de la Mancha, el FN francés, de Marine Le Pen, que promueve la salida del euro y retomar el control de las fronteras, podría también ganar una elección por primera vez.

Según Le Pen, el euro es causa de la pérdida de competitividad, del desempleo y la debacle del sistema social de Francia.

Le Pen selló un acuerdo con el diputado holandés Geert Wilders, del ultraderechista Partido por la Libertad (PVV), que finalizaría primero en Holanda con el 17% de los votos (5 bancas).

Con 50 años, el diputado islamofóbo Wilders, quien desató la ira de los musulmanes con un cortometraje contra el islam, es un fuerte activista por la exclusión de la UE de Rumania y Bulgaria y por el rechazo al ingreso de Turquía, un país musulmán.

En tanto, Bajo el lema "Grecia para los griegos", el partido neonazi Amanecer Dorado contará con bancas europeas si confirma los sondeos, que lo ubican con entre el 6% y 8% de los votos.

En movimiento fascista y ultranacionalista culpa al euro de haber "destruido" a Grecia y afirma que el primer ministro Antonis Samaras "está en las manos de un complot judío internacional".

En septiembre de 2013, un militante de Amanecer Dorado asesinó a cuchillazos a un rapero en Atenas. La investigación policial halló afiches de Hitler en la sede del partido. Cinco de sus miembros, entre ellos el líder Nikolaos Michaloliakos, permanecen detenidos.

En Bélgica, el auge de la xenofobia podría beneficiar también a grupos como el Vlaams Belang (Interés Flamenco), que rechaza el multiculturalismo y aboga por la independencia de Flandes.

En Dinamarca, el Partido Popular Danés (DF), que exige una política migratoria restrictiva, también finalizaría primero en la elección al duplicar los votos obtenidos hace cinco años: 25,4% (4 bancas).

Un caso aparte es Alemania, cuyo no tan lejano pasado nazi la lleva a combatir con firmeza a las agrupaciones nacionalistas. Sin embargo, un cambio de sistema electoral determinado por la justicia, que no exige obtener el piso del 5% de los votos para obtener una banca, podría favorecer a ese tipo de formaciones.

De esta forma, se espera que el partido liberal, antieuro y antieuropeo Alternativa por Alemania (AFD), los nacionalistas y anti islam Los Republicanos (REP) e inclusive el neonazi partido Nacional Democrático alemán (NPD) ingresen al Parlamento Europeo para representar a la principal economía europea.

En Polonia, el partido ultraderechista Derecho y Justicia (PIS), de Jaroslaw Kaczynski, es la principal fuerza de oposición, y las encuestas le acreditan un nuevo ascenso: el 30,3% (16 bancas).

Asimismo, la Liga de las Familias Polacas (LPR), partido ultraconservador y católico que ya formó parte del gobierno de los gemelos Kaczynski, revalidaría sus cuatro escaños.

Los extremistas se afianzan también en Austria, donde el Partido de la Libertad (FPO), de Heinz-Christian Strache, que quiere salir de la UE, luchar contra la inmigración no europea y realizar una política anti islam para construir un Occidente exclusivamente cristiano, ganaría la elección y lograría 4 eurodiputados.

También en Finlandia podría obtener un escaño el ultraderechista Finns Party (18% de intención de voto), quien impulsa que la UE expulse a los países que incumplen sus directivas y rechaza que su país "pague las cuentas de Grecia, España y Portugal".

En Italia, la xenófoba Liga Norte, que convirtió a los gitanos en su principal blanco de sus ataques, ingresaría al Parlamento al conseguir 5,8% de los votos, de acuerdo a las encuestas.

Entretanto, el temor al aumento del poder de los ultras es mayor especialmente en los nuevos socios del Este de Europa, donde la recesión está convirtiendo en un espejismo los pocos años de bonanza económica que impulsó su adhesión a la UE.

El Fidesz húngaro, único partido nacionalista en el poder entre los 28 países de la UE, promete afianzar su liderazgo local.

Con Viktor Orban al frente de su lista, el Fidesz, quien se declaró "en guerra contra los desviados sexuales y los criminales gitanos", obtendría el 46.6% de los votos (10 bancas).

El nacionalista Partido de la Gran Rumania, que tiene como blanco de sus ataques xenófobos a la comunidad húngara de ese país, también podría conseguir representación en el hemiciclo europeo.

NOTA DEL EDITOR DE ESTE BLOG: Y, mientras tanto, en España los secuaces del fascismo resucitan la expresión "casta política", acuñado por los pensadores prefascistas del siglo XX Gaetano Mosca (que habla específicamente de" clase política") y Vilfredo Pareto e incluyen dentro de ella a cualquier fuerza política de izquierdas capaz de disputar con el voto el crecimiento de las opciones populistas, "ni-nis" (ni de izquierdas, ni de derechas; esto es de derechas) y fascistas y de retener dicho voto para la izquierda -obviamente no estoy hablando del PSOE-, a la vez que llaman a la abstención para impedir el incremento de ese voto de izquierda, e incluso debilitarlo, tanto en España como en Europa.

Quizá también le interese: "Candidaturas que no votaré en las elecciones europeas ni pasado de canutos": http://marat-asaltarloscielos.blogspot.com.es/2014/05/candidaturas-que-no-votare-en-las.html