Cuando no queda nada (bandera roja por arcoiris), hasta la pose del "lidercillo" indica la falta de respeto a los principios |
Por
Marat
Si
alguien se siente ofendido por el título dispone de la opción de no
continuar leyendo pero, si lo hace, lo mínimo que cabe pedirle es
que no limite sus opiniones a la simpleza de coger el rábano por las
hojas, que es el nivel que suelen alcanzar los “argumentos” de
los “progres” que hoy no son siquiera simulacro de reformismo.
Esos que frente a la falta de pan que produce el capitalismo proponen
que no
se les corte el rabo a los galgos. Vendrá un pijoanimalista a
decirme que es una ley muy necesaria. Justamente el pijoanimalista al
que la lucha de los estibadores en defensa de sus conquistas
laborales históricas y de su dignidad se la trae floja. Que se vaya
con viento fresco quien carece de la empatía necesaria para entender
que el primer animal acosado al que debe defender es ese congénere
de especie al que el poder del capital trata de aplastar una vez más.
Dice
el garçon
(Garzón) del pis (recomiendo ver el vídeo de 1 minuto y 33
segundos completo por su alto valor explicativo) de Pablito que está
descontento en su papel de mamporrero de su amado fuhrercito y que
pide mayor visibilidad de la capillita política (IU) a la que
representa en su rol de indigna comparsa de los podemitas. No voy a
entrar a discutir cómo era la IU que se fundó con el Partido
Humanista (secta), los carlistas y el minipatidillo de bolsillo
(Federación Progresista) de Tamames. Tampoco hablaré del papel
indecente de Francisco Frutos, tras tanto alternativismo del procer
Anguita frente al PSOE, pactando con este partido listas electorales en la época de Almunia. Ni siquiera de cómo IU ha sostenido
gobiernos caciquiles, corruptos y compravotos del PSOE en Andalucía. No es
necesario. Está en la mente de muchos.
Alberto Garzón, ese muñeco pálido de Pablito, llora la amargura de saber que cuando los votos de Podemos vuelvan al PSOE del saltimbanqui Sánchez, las siglas del grupúsculo que dirige no podrán recuperar el tiempo entregado al oportunismo mal dirigido. En su mente rondan aquellos versos del tango de Gardel que rezan
Alberto Garzón, ese muñeco pálido de Pablito, llora la amargura de saber que cuando los votos de Podemos vuelvan al PSOE del saltimbanqui Sánchez, las siglas del grupúsculo que dirige no podrán recuperar el tiempo entregado al oportunismo mal dirigido. En su mente rondan aquellos versos del tango de Gardel que rezan
“Aún
el tiempo no logró
llevar
su recuerdo,
borrar
las ternuras
que
guardan escritas
sus
cartas marchitas
que
tantas lecturas
con
llanto desteñí...
¡Ella
sí que me olvidó!...
Y
hoy frente a su puerta
la
oigo contenta,
percibo
sus risas
y
escucho que a otro
le
dice las mismas
mentiras
que a mí...”
La IU que algunos reclaman como impoluta en el pasado
llevaba dentro de sus filas a trepas como Pablo Iglesias (UJCE en el
pasado), a telepredicadores afectados de logorrea por un ego
terapéuticamente mal tratado (Juan Carlos Monedero), a individuos
con vocación de jubilarse en la política, tras tantos años como
consejeros aúlicos (Manuel Monereo), a personajes que demostraban
una soberbia impresionante, a la altura de su desprecio a los
afilados, cuando eran alevines de IU (Irene Montero), a abogados que
empezaron bien y acabaron mal (de la PAH a Podemos, pasando por el
desprecio a las luchas de su pasado: Rafael Mayoral), a nazis,
asesores de IU en la época de Frutos en la secretaria general del
PCE y de Anguita en la dirección de ese engendro ciudadanista
llamado Frente Cívico, como Verstrynge. Me refiero al sujeto que
coqueteó con los nazis de CEDADE y fue admirador del fascista Girón
de Velasco, el mismo que ha reconocido en varias ocasiones que hacía
informes a través de un montaje llamado GODSA, de Alianza Popular, para
subvencionar con dinero empresarial a su partido (los condottieri
cambian de cliente como de camisa los lobos de Wall Street), el mismo
que siente
admiración confesa por Marine Le Pen.
Hubo
un tiempo, muchos años después de abandonar IU, en el que decidí
abofetear la cara indecente de un PSOE 2.0 de 1914, llamado Podemos,
que imitaba al original del Isidoro de 77, con los restos de las
manos muertas que quedaban de IU. Ese tiempo ya pasó. La mayoría de
esa IU está compuesta por dirigentes sin decencia ni principios y
por bases formadas por mediocres sin formación política alguna pero
un pasivo trágala basado en el venimos del PCE, como si ese partido
no se hubiera vendido al capital desde su política de reconciliación
nacional de 1956 con los hijos de los franquistas, obedeciendo las
órdenes de Stalin de la coexistencia pacífica de una URSS, ya muy
alejada del poder de los soviets, con el capitalismo. Táctica le
llaman a la renuncia.
Parece que hay un memo estalinista para el que el cuestionamiento de todo el texto viene de si fue Stalin o Kruschev el que apadrinó la escuela de las relaciones internacionales soviéticas de la coexistencia pacífica. El muy ignorante desconoce el significado de la cumbre de Yalta y el reparto pacífico de Europa y quienes salían en la foto.
Parece que hay un memo estalinista para el que el cuestionamiento de todo el texto viene de si fue Stalin o Kruschev el que apadrinó la escuela de las relaciones internacionales soviéticas de la coexistencia pacífica. El muy ignorante desconoce el significado de la cumbre de Yalta y el reparto pacífico de Europa y quienes salían en la foto.
Hay una creencia muy extendida en quienes militan en esos partidos que en Occidente aún tienen la desvergüenza de llamarse comunistas, no siéndolo, de que dichos partidos son recuperables para el socialismo. Dicha mentira, autoadministrada por quienes la aceptan para consumo propio, se basa en un hecho histórico: que la III Internacional los reconoció en su día como secciones nacionales de la misma. Pero lo que un día fue cierto no tiene hoy base alguna en la que sustentarse como verdad posterior. El pacto con las falsamente llamadas burguesías democráticas, en la lucha contra el fascismo y con aquellos partidos que solo unos años antes habían sido tildados de socialfascistas, llamado Frentes Populares en muchos países de Europa, postergó "sine die" la lucha por la destrucción del capitalismo y la revolución socialista para aclimatar a los PPCC al capitalismo contra el que habían nacido y a la aceptación, con matices, de sus democracias burguesas. La retórica y el ritual seguían siendo socialistas pero las prácticas socialdemócratas. Me pregunto qué es lo que hace que algunos que se autodenominan comunistas, habiendo sido educados políticamente en el reformismo, sigan confiando y esperando que sus PPCC de referencia y afiliación den un giro revolucionario. La posibilidad de que tal cosa suceda es la misma de que los PPSS vuelvan a la senda del socialismo y del marxismo. Pero a los miembros de unas y otras organizaciones, ya en proceso de descomposición, les sirve para acallar sus conciencias de pequeñoburgueses jugando a la ensoñación anticapitalista. Ni ellos se creen esa esperanza pero les resulta cómoda para no tener que hacer autocrítica sincera y volver a empezar, que es la tarea de cualquier revolucionario que realmente lo sea. Si fuera necesario seguirían esperando otros 60 años. Y es que romper el cordón umbilical da mucho trabajo y exige libertad de pensamiento.
Así que no me venga ningún nostálgico del “sin Garzón todo fue mejor” porque saben o debieran admitir, si tuvieran la inteligencia y la honestidad comunista para admitirlo, que ellos fueron alfombrando de basura el lugar en el que hoy está su querida “organización”.
Pues
bien, toca decir que el papel de cornúpeta, de gran alce con mínimo
cuerpo que hoy es IU, está alfombrado por el papel de un PCE que fue
heroico en la lucha de sus militantes, no de gran parte de una
dirigencia protegida ante la represión, contra el fascismo pero
absolutamente alejado de la orientación de clase contra clase que
debe caracterizar a los comunistas. De tales renuncias estos
resultados.
La
IU de Garzón es un zombie que busca, no identidad propia, no sean
ustedes tan absurdos en su mentira, sino una cuota de influencia,
porque la facción progre de defensores del capital no tiene poder
sino destinos profesionales.
La
que reivindica a la antigua IU jamás mató al padre, Santiago
Carrillo, porque fue partícipe de dichas políticas de conciliación
de clase, búsqueda de gobiernos de concentración y entrega del
sindicato a prácticas mafiosas de colusión con el capital y sus
gobiernos para domesticar a la clase trabajadora (Pactos de la
Moncloa). Ese sector no puede hacer autocrítica porque le va su
currículum político en ello.
De aquellos polvos estos lodos. Una parte de la antigua IU/PCE
desaparecerá por mero agotamiento biológico y por senectud de un
formato estéticamente anticuado de eurocomunismo.
A
ellos solo cabe aplicarles aquella parte del tango del gran Gardel
que dice:
“Ahora,
cuesta abajo en mi rodada,
las
ilusiones pasadas
yo
no las puedo arrancar.
Sueño
con el pasado que añoro,
el
tiempo viejo que lloro
y
que nunca volverá.”
La
otra, la que ha transmigrado en el alma de Podemos, remedando las
gilipolleces del ex
falangista Anguita, cuando decía aquello de “algún día el
alma inmortal del PCE transmigrara en Izquierda Unida”, hace
tiempo que es tan indecente por carecer de escrúpulos en el
arribismo de sus componentes de cúpula, traidora a la clase
trabajadora e inútil para la lucha por el socialismo como lo fue el
“izquierdista PSOE” de Isidoro en 1977, el que pasaba la frontera
a Francia escoltado por la Guardia Civil.
Señores
de IU, su desaparición será una noticia necesaria en el avance
hacia la conciencia de que de las urnas solo nacerán nuevas miserias
basadas en el viejo engaño del timo del tocomocho. Lo deseable es
que a sus cenizas les acompañe el descubrimiento de que los
podemitas no son sino los hijos del PSOE, que ustedes fueron,
disfrazados de un lenguaje hortera y desclasado para postmodernos de
la nada.
Hay quienes afirmamos que el tango es el "llanto del cabrón" por el contenido relativo al desamor y el engaño al amor traicionado de muchas de sus letras. Es injusta esta calificación, ya que también hay otros tangos con temáticas distintas, algunas llenas esperanza e ilusión (déjenme compartir una con ustedes), pero no deja de haber un fondo de verdad en esa primera apreciación. Ese el sentido tanguista que hoy le da el trepa sin escrúpulos e imberbe político llamado Alberto Garzón a sus llantos ante el ninguneo político al que le ha sometido su querido fuhrercito con coleta.