Marco Antonio Moreno. El blog salmón
La Organización Mundial de Comercio ha recortado
su previsión de crecimiento para este año de 3,3 a 2,8 por ciento. Un
significativo descenso que da cuenta de la desaceleración económica en curso y
que tiene su epicentro en China, un país en el cual no dejan de reventar las
burbujas especulativas. Este nuevo pronóstico, revisado a la baja a partir de
la previsión de 3,3 por ciento hecha en abril, significa que 2015 será el
cuarto año consecutivo con el crecimiento del comercio mundial por debajo del 3
por ciento, la mitad de la media anual entre 1990 y 2008, antes de la crisis
financiera.
El pronóstico de la OMC implica que el crecimiento
se acelerará este año, desde el 2,5 por ciento de 2014. Pero sus expectativas
se han demostrado en repetidas ocasiones demasiado optimistas pese a que la
esperanza de la recuperación económica global ha retrocedido.
El informe de la OMC señala que aún hay riesgos
potenciales para la economía mundial. Estos incluyen una desaceleración mayor a
la esperada en las economías emergentes y en desarrollo, y la posibilidad de
flujos financieros desestabilizadores ante la eventual subida de los tipos de
interés por la Reserva Federal de Estados Unidos. Además, hay que agregar los
costos imprevistos asociados a la crisis migratoria en Europa.
La desaceleración de China provocó que la OMC
redujera su pronóstico de crecimiento para las importaciones de Asia a 2,6 por
ciento, por debajo del 5,1 por ciento de la proyección en abril, y las
exportaciones asiáticas a 3,1 por ciento de la anterior previsión de 5,0 por
ciento.
La caída de la demanda de China fue una de las
razones principales por las que el comercio mundial se redujo en los dos
primeros trimestres de 2015, con una contracción respecto al trimestre anterior
de 0,7 por ciento. La caída de la demanda en Brasil y el derrumbe de los
precios del petróleo y las materias primas también contribuye en esa tendencia
negativa.
Esto indica que el comercio mundial está sufriendo
su mayor contracción desde la crisis de 2008 lo que puede ser una señal de que
la globalización alcanzó su punto máximo. Durante décadas el comercio mundial
creció al doble de la tasa de crecimiento económico como resultado de lo que se
dio a conocer como la hiperglobalización.
Sin embargo, el estallido de las burbujas
especulativas y la pérdida de 13 billones de dólares en últimos tres meses es
un claro indicador que la economía mundial se encuentra sin motores de
crecimiento. La desaceleración actual no es sólo el resultado del aterrizaje
chino, sino también de la debilidad económica que envuelve a Europa y Estados
Unidos.