Los recortes "en aras de la eficiencia"
muestran sus frutos
Diario
Progresista
El modelo de gestión que el PP quiere imponer en
la sanidad ha provocado ya al menos 20.000 en más de una decena de hospitales
de Reino Unido. Se podrían haber evitado si el Gobierno británico hubiera
reaccionado a los altos índices de mortalidad hospitalaria en la última década,
según ha denunciado el asesor gubernamental sir Brian Jarman tras una investigación
de los hospitales gestionados por un total de catorce trust cuyos altos índices
de mortalidad han salido a la luz.
Una investigación corrobora que entre 400 y 1.200
pacientes más fallecieron en los hospitales del trust Mid Staffordshire del Sistema
Nacional de Salud (NHS) desde 2005 hasta 2008. En esos años, los gestores de
dichos hospitales impusieron fuertes recortes que derivaron en la drástica
reducción del número de enfermeras en aras de una gestión "eficiente"
a fin de obtener el estatus de fundación. Se trata del mismo modelo que el
Partido Popular ya está imponiendo en algunas comunidades españolas autónomas,
como la de Madrid, y que defiende aludiendo, entre otros, al modelo británico
como sistemas de gestión que reducen el gasto público sin menoscabo de la
calidad asistencial.
La investigación recaba las quejas de enfermeras y
médicos que denuncian las presiones a las que fueron sometidos por los gestores
de los hospitales para alcanzar los objetivos de reducción del gasto, aunque
ello implicara poner en riesgo la salud de los pacientes, según ha destapado el
diario británico ´The Sunday Telegraph´.
Como consecuencia, muchos doctores se vieron
obligados a atender a otros pacientes, con enfermedades o dolencias menos
graves, en detrimento de aquellos que se encontraban en un estado de mayor
gravedad. Esto derivó en que pacientes vulnerables permanecieran sedientos,
hambrientos y en camas sucias.
Los gestores habrían amenazado, asimismo, a las
enfermeras con cerrar las urgencias de los hospitales y ser despedidas si no
alcanzaban los objetivos de gasto. La semana pasada tres gestores presuntamente
implicados en estos escándalos fueron llamados a comparecer ante el Consejo
General Médico y podrían ser los primeros en sufrir medidas disciplinarias en
relación a su gestión de hospitales del trust Mid Staffordshire.