11 de abril de 2016

WIKILEAKS DENUNCIA A GEORGE SOROS DE HABER FINANCIADO LOS PAPELES DE PANAMÁ

Alfredo Jalife-Rahme. La Jornada

Inmediatamente después de que estalló la bomba atómica financiera de Los papeles Panamá, detecté que el megaespeculador George Soros –uno de los personajes más malvados del planeta que opera con máscara de filántropo y resguardo de la CIA– había dejado demasiadas huellas, como consta en mis dos primeros tuits alusivos: 1) “No hay que clavarse tanto con los sesgados Panama papers: operativo de George Soros vs Putin. Los demás: moscas distractoras. Ningún anglosajón, jajaja” (http://goo.gl/ph0vXr), y 2) “George Soros/Open Society Foundations controlan al International Consortium of Investigative Journalists (ICIJ)/Center por Public Integrity y sus Panama papers” (http://goo.gl/O1DBmg).

En los ulteriores tuits comenté que “el objetivo principal de George Soros/Rothschild con sus Panama papers es Putin. Ataque esperado. Los demás son distractores aldeanos” (http://goo.gl/DPy2rf).

Wikileaks publicó algunos tuits demoledores donde señala a George Soros, a la Fundación Ford y a la Usaid de haber financiado Los papeles de Panamá (http://goo.gl/uKMJ6x).

Se trata de demonizar a Putin con el objetivo de desestabilizar a Rusia.

Gerard Ryle, en nombre del ICIJ, comentó a Wired Magazine que “no planean filtrar el total del conjunto de datos de más de 11 millones” (http://goo.gl/kFLgJA). ¿Por qué el ocultamiento?

Zero Hedge ubica algunos de los 441 clientes de EU, de poca monta, de la firma legal Mossack Fonseca, con sede en el paraíso fiscal panameño (http://goo.gl/HhJPi1).

Según el universo interactivo Fusion, existe abundancia de nodos localizados en EU en la triada cliente/compañía/accionista.

La filtración de Mossack Fonseca, que alega haber sido hackeada, es minúscula –2.6 billones de dólares, 214 mil 488 entidades y 14 mil 153 clientes/intermediarios– frente a la estimación entre 21 y 32 billones de dólares de lavado paradisiaco fiscal global, de acuerdo con datos de FMI, Banco Mundial, ONU y bancos centrales de 139 países.

En realidad, el blanqueo paradisiaco rebasa 40 billones de dólares: ¡casi la mitad del PIB global!

Lo notable del estudio es su opacidad, ya que no contabiliza lo proveniente de “fraudes, narcotráfico, traficantes sexuales y sus criminales transacciones” (http://goo.gl/IIg1MC).

Los sulfurosos papeles no dejaron títere con cabeza, con dedicatoria a dos superpotencias competidoras de EU: Rusia y China, con los respectivos círculos de allegados al zar Vlady Putin y al mandarín Xi Jinping, lo que constituye una doble guerra geofinanciera y propagandística de un centenar de publicaciones en el mundo que controlan los Rothschild/Soros, la Fundación Ford y Usaid.

Entre los líderes y personalidades de más de 200 (sic) países brotaron también el presidente Macri, el escritor propagandístico neoliberal Vargas Llosa y hasta Banco Santander, cuyo consejo de administración revela muchos pestilentes intereses condensados (http://goo.gl/Dz5lRV).

A confesión de parte, relevo de pruebas: el viceportavoz del Departamento de Estado de EU, Mark Toner, reconoció haber financiado Los papeles de Panamá (http://goo.gl/GE8nPI).

El periódico israelí Haaretz devela que 600 empresas israelíes y 850 accionistas están listados en los documentos filtrados, vinculados a “prominentes abogados de Israel” (http://goo.gl/1yXrAe), además de sus legendarios contrabandistas globales de diamantes (http://goo.gl/sxIOe3).

Dan Gertler, magnate minero y de diamantes de Israel, es mencionado más de 200 veces. ¡Los diamantes globales manejados por Israel son todo un tema!

Destacan Dov Weisglass –anterior jefe de oficina del ex premier Ariel Sharon–, Idan Ofer y su socio Udi Angel que merecen una enciclopedia especial.

Lo más impresionante son las corresponsalías de los bancos israelíes Banca Leumi y Banco Hapoalim, cuya red mafiosa expuse en 2008, lo cual me valió el hilarante cuan delirante anatema de los evasores de impuestos globales del grupo sionista financierista jázaro (http://goo.gl/UuMkVM).

Nada ha cambiado de mi escrito de hace ocho años con los criminales financieros que ocultan sus hurtos en más de 50 paraísos fiscales, de los cuales Panamá es minúsculo y está al borde del hipócrita exorcismo global.

Olvídense de Panamá, ya que “es más fácil esconder su dinero en EU que en casi cualquier otra parte”, alega The Guardian (http://goo.gl/2EeBGz), cuando EU comporta varios paraísos fiscales internos: Delaware, Wyoming, Dakota del Sur y Nevada, en particular Reno, donde sobresalen los banqueros esclavistas Rothschild.



Los papeles Panamá intentaron desestabilizar al BRICS (http://goo.gl/IV8N1v).

Es impactante que los papeles desechen a tanto aliado de EU –desde el supino Macri pasando por el presidente ucraniano Poroshenko hasta los jerarcas del golfo–, lo cual delata que Obama manda la señal del desprendimiento de sus lastres impresentables.

¿Sacrifica EU a sus aliados desechables y no reciclables?

Son numerosas las islas caribeñas del G-7 sumergidas en el narcolavado, como la macabra quiebra de Banco Stanford y sus vínculos con el cártel del Golfo y un ex canciller foxiano en la Isla Antigua (http://goo.gl/nGf4I9).

El mayor estafador de la historia, Bernard Madoff, blanqueó en el eje Delaware-Israel (http://goo.gl/zD2e2S).

A cada quien sus gustos y disgustos: ciertas publicaciones han expuesto con saña selectiva el blanqueo de la familia del presidente sirio, Bashar Assad, y las transacciones acrobáticas de la guerrilla chiíta libanesa Hezbolá, como si hubieran sido los únicos citados.

La mayoría de las 100 publicaciones sesgadas abulta el pecado capital de los enemigos de sus controladores, mientras oculta la criminalidad de sus socios. ¡Vaya periodismo de investigación!

El problema es la concentración oligopólica de los multimedia en Occidente: 1.500 periódicos, 1.100 revistas, 9.000 estaciones de radio, 1.500 televisiones, 2.400 editoriales: ¡Todo controlado por sólo seis trasnacionales!

Lo más impactante de Los papeles Panamá es el control de los Rothschild/Soros sobre más de 100 medios locales/regionales/globales.

Una hipótesis digna de evaluación es la de Thierry Meyssan, director de Red Voltaire (http://goo.gl/whWjtL): detrás de Los papeles Panamá está el redireccionamiento del sistema financiero global que se contraerá aún más alrededor de Gran Bretaña, Holanda, EU e Israel, para que sólo esos países puedan controlarlo, la cual es muy similar a la tesis del financiero alemán Ernst Wolff, quien sostiene que se trata de un “redireccionamiento de entre 30 y 40 billones de dólares de los paraísos fiscales para que así EU pueda controlarlos en forma central” (https://goo.gl/OSJ06g).

Ante la dislocación del sistema financiero israelí-anglosajón que se está derritiendo con el irresistible ascenso de China e India, y hasta de Indonesia, los sulfurosos papeles marcarían la nueva ruta del lavado global permitido.

El grave defecto de Los papeles Panamá, flagrante instrumento de guerra propagandística/geopolítica de EU contra el BRICS, es su exagerado tropismo selectivo, lo cual le quita credibilidad, ya que lo que oculta es más importante que lo revelado.


10 de abril de 2016

BUITRES SOBRE LIBIA

Manlio Dinucci. Il Manifesto

Sólo había que esperar. Reaparece en el orden del día la partición de Libia, que ya anunciábamos desde el inicio de la guerra contra la Yamahirya. Lo que se había hecho imposible en medio del tronar de las armas, porque hubiera sido demasiado evidente, vuelve a sernos presentado como una deplorable necesidad.

«Libia debe convertirse nuevamente en un país estable y sólido», reza el mensaje de Twitter enviado desde Washington por el primer ministro italiano Matteo Renzi, desde donde garantiza además su mayor respaldo al «Primer ministro [Fayez el-] Sarraj, finalmente en Trípoli».

Los que piensan en esa posibilidad, en Washington, París, Londres y Roma, son los mismos que, luego de haber desestabilizado y destrozado el Estado libio recurriendo a la guerra, van a recoger los pedazos con la «misión de asistencia internacional a Libia».

Lo que tienen en mente sale a flote a través de voces autorizadas. Paolo Scaroni [1], quien se movió en Libia, como patrón del ENI, entre facciones armadas y mercenarios y hoy se encuentra en la vicepresidencia del banco Rotschild, declara al Corriere della Sera que «hay que acabar con la ficción de Libia», «país inventado» por el colonialismo italiano. Hay que «favorecer el nacimiento en [la región de] Tripolitania de un gobierno que lance un llamado a fuerzas extranjeras que lo ayuden a mantenerse en pie», estimulando a la vez [las regiones de] Cirenaica y Fezzan a crear sus propios gobiernos regionales, eventualmente con el objetivo de federarse a largo plazo. Mientras tanto «cada uno administraría sus fuentes energéticas», que se hallan en Tripolitania y Cirenaica.

En Avvenire, el diputado [italiano] Ernesto Preziosi expone una idea similar: «Formar una Unión Libia de tres Estados –Cirenaica, Tripolitania y Fezzan– que tienen en común la Comunidad del Petróleo y del Gas», con el respaldo de «una fuerza militar europea ad hoc».

No es otra cosa que la vieja política del colonialismo del siglo 19, actualizada en función del neocolonialismo con la estrategia de Estados Unidos y la OTAN, que han destruido por completo Estados como Yugoslavia y Libia y fraccionado (o tratado de fraccionar) otros Estados –como Irak y Siria– para controlar sus territorios y recursos.

Libia posee casi el 40% del petróleo existente en África, extremadamente valioso por su alta calidad y el bajo costo de su extracción, así como grandes reservas de gas natural, cuya explotación reportaría hoy a las transnacionales estadounidenses y europeas ganancias mucho más elevadas que las que obtenían del Estado libio. Además, eliminando el Estado nacional y negociando separadamente con diferentes facciones del poder en Tripolitania y Cirenaica, esas transnacionales pueden lograr la privatización de las reservas energéticas públicas y obtener su control directo.

Además del oro negro, las transnacionales estadounidenses y europeas pretenden apoderarse del oro blanco: la inmensa reserva de agua del manto freático nubio, que se extiende bajo el suelo de Libia, Sudán y Chad. Las posibilidades de ese recurso natural ya habían sido demostradas por el Estado libio, mediante la construcción de los acueductos que transportaban agua potable y agua destinada al riego, millones de metros cúbicos al día provenientes de 1 300 pozos en el desierto y transportados a través de 1 600 kilómetros hasta las ciudades costeras, que hacían fértiles tierras desérticas.

Al desembarcar en Libia, con el pretexto oficial de ayudarla y liberarla de la presencia del Emirato Islámico, Estados Unidos y las principales potencias europeas también tendrán la posibilidad de reabrir allí sus bases militares, cerradas en 1970 por Muammar el-Kadhafi, con una posición geoestratégica importante, en la intersección entre el Mediterráneo, África y el Medio Oriente.

Finalmente, con la «misión de asistencia a Libia», Estados Unidos y las principales potencias europeas se reparten el botín de la mayor rapiña del sieglo: 150 000 millones de dólares de los fondos soberanos libios confiscados en 2011, que podrían cuacruplicarse si la exportación de recursos energéticos de Libia volviera a sus niveles del pasado. Los fondos soberanos libios, que Kadhafi planeaba utilizar para crear una moneda y organismos financieros autónomos para la Unión Africana (razón por la cual se decidió eliminar a Kadhafi, como puede verse en los correos electrónicos de Hillary Clinton), serán utilizados para desmantelar lo que queda del Estado libio, un Estado que «nunca existió» porque en Libia no había otra cosa que «un montón de tribus», según afirma Giorgio Napolitano, quien al parecer se cree en el Senado del Reino de Italia.