2 de diciembre de 2015

¿PERIODISMO DE GUERRA O AUTOPROMOCIÓN?

Denis Grigoryuk. euskalherria-donbas.org

Se ha puesto de moda regresar a Donetsk. Es la nueva tendencia. Pero no se puede volver y que cada uno continúe tranquilamente con su existencia. No, eso no es suficiente. El objetivo no es solo volver a Donetsk. Convencidos de que con la guerra en Donbass no solo es posible ganarse la vida sino también promocionarse, aparecen los halcones, gente de personalidad creativa que se amontona para volver igual que se amontonaba para salir en junio, cuando la batalla en Donetsk había decaído.

Al principio de la guerra, muchos huyeron de Donetsk. Alegaron que habría política de tierra quemada y ese no era lugar para desarrollar su potencial creativo y su sutil forma de expresión. No era su guerra, decían. Sentados en sus cómodos apartamentos alquilados, o en casa de familiares, observaron desde lejos los trágicos eventos de Donetsk y Lugansk. No se encontraron bajo los bombardeos, no experimentaron la falta de agua, de suministro eléctrico, el bloqueo del sistema bancario, el desabastecimiento de alimentos, medicinas y otras consecuencias de la guerra. Se encontraban en ciudades en paz, donde veían las noticias.


En algún momento se acordaron de Hemingway y de Orwell, que escribieron sobre la guerra civil española y se hicieron famosos por ese trabajo. Con esa idea en mente, las personalidades creativas decidieron venir a Donbass y trabajar por el bien de las Repúblicas. Evidentemente, esta idea apareció después de la firma de Minsk-2, cuando Donbass comenzó a mostrar la apariencia de paz, es decir, no había grandes ataques en una buena parte del territorio sino tan solo en los lugares más cercanos al frente y las localidades adyacentes.

De vuelta a su Donetsk, ¿fueron hasta el frente para comprobar las delicias de la guerra? No. ¿Para qué, si se puede ver la guerra por televisión y escribir grandes poemas? Nadie irá a verificar dónde estabas en realidad cuando ocurrió la masacre. Lo más importante es estar en el momento adecuado y utilizar la oportunidad. ¿Hay alguna diferencia en la calidad del trabajo? Por supuesto. Quienes estuvieron en peligro y sobrevivieron de milagro ven los hechos de forma diferente y eso queda reflejado en su trabajo. No necesitan palabras bonitas para describir la guerra. Unas pocas mordaces palabras son suficientes para que quede todo claro.

Es insultante que algunos se aprovechen de la desgracia de Donbass. Que busquen otra forma de promocionarse y hacerse famosos. La forma más sencilla es subirse a la ola informativa y convertirse en un escritor militar. Es mucho más difícil interesar a los lectores con la literatura civil.

Durante las grandes batallas, cada persona mostró su verdadera identidad. Cada cual actuó de forma diferente, según su naturaleza. Pero, por desgracia, siempre hay suficientes parásitos.


1 de diciembre de 2015

MACRI Y LAS RAZONES DE SU CRUZADA ANTIBOLIVARIANA

Gerardo Szalkowicz. librered.net

La capital paraguaya se convertirá en el teatro de operaciones donde Mauricio Macri descargue su primera artillería en la arena internacional. Será el 21 de diciembre, en la XLIX Cumbre de Jefes de Estado del Mercosur, cuando –si cumple su palabra- proponga a sus pares que se ejerza la cláusula democrática para suspender a Venezuela del bloque.

Será un debut con los tapones de punta, que lo consagrará como el nuevo paladín de las causas imperiales y que marcará la apertura de un cambio importante en la correlación de fuerzas en el mapa geopolítico regional. Una pieza clave en el ajedrez latinoamericano como la Argentina empezará a jugar para el equipo de la “restauración conservadora”, en un escenario que sufrirá la primera baja presidencial del campo progresista producida por vía electoral desde el cambio de época que germinó a principios de siglo en América Latina.

El Protocolo de Ushuaia sobre Compromiso Democrático en el Mercosur, suscrito en 1998, establece la posibilidad de suspender a un país del organismo cuando exista “una ruptura del orden constitucional” o cuando no se verifique “la plena vigencia del orden democrático”. La cláusula le fue aplicada a Paraguay tras el golpe parlamentario a Fernando Lugo en junio de 2012, medida que rigió hasta julio de 2013.

La propuesta de Macri para el caso venezolano suena descabellada. Nicolás Maduro fue electo en 2013 con el 50,61% de los votos, en un país récord en procesos electorales (19 en los 16 años de revolución bolivariana). El propio Alto Representante General del Mercosur, el brasileño Florisvaldo Fier, afirmó recientemente: “Creo que Macri tiene que informarse un poco mejor porque la cláusula democrática se aplica cuando hay un golpe de Estado”. Por si acaso, Venezuela además acaba de ser reelegida como miembro del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas.

El argumento sobre la situación del líder opositor Leopoldo López –cuya esposa Lilian Tintori fue la invitada estrella en el bunker macrista el día del balotaje- también adolece de coherencia. López fue condenado a 13 años de prisión “por delitos que van desde la instigación a delinquir, intimidación pública y daños a la propiedad pública, hasta homicidio intencional calificado ejecutado por motivos fútiles e innobles”. Por instigar a las acciones violentas de los primeros meses de 2014 en las que fueron asesinadas 43 personas. Es decir, por golpista.

Pero además de carecer de un libreto sólido, Macri tendrá otro problema: en el Mercosur las decisiones se toman por consenso. Si bien podría caber una mínima chance de que le haga la segunda su amigo Horacio Cartes (el empresario y neoliberal presidente paraguayo), parece una quimera pensar que Tabaré Vázquez y Dilma Rousseff acompañen su iniciativa antibolivariana.

¿Qué motiva entonces al presidente electo argentino a emprender esta cruzada tan tosca y con indudable destino de fracaso? Más que la eficacia de la acción, Macri busca enviar una clara señal al Norte, al capital financiero, a los organismos de crédito internacional, al establishment global. Con esa carta de presentación, el Berlusconi argentino intentará mendigarles algún favorcito a cambio de dejarles en claro que se pone a su servicio. Y que no tendrá ningún tapujo en ocupar el lugar vacante que dejó Álvaro Uribe y calzarse el traje de principal peón de Estados Unidos en la región para hacerle el trabajo sucio en lo que hace tiempo es su principal objetivo: derrumbar la revolución bolivariana.