11 de octubre de 2014

MANIFIESTO INTERNACIONAL CONTRA LA GUERRA Y CONTRA LA OTAN

Se reactiva la Plataforma Global contra las Guerras


ENVIAR ADHESIONES A ESTE LLAMAMIENTO A 

noalaguerra-noalaotan@outlook.es 
(nombre, apellidos y organización/ profesión)



Manifiesto de la Plataforma Global contra las Guerras.

En julio de 2012 se presentó en Madrid, en el Club de Amigos de la UNESCO, la Plataforma Global contra las Guerras, que ahora retomamos por la necesidad de hacer frente a la situación mundial en que nos encontramos, en la que una poderosa banda criminal marca la política exterior de los Estados Unidos y la Unión Europea, con la OTAN a su servicio, desestabilizando, dando golpes de estado, destruyendo, saqueando a las naciones ricas en recursos, como salida a la crisis sistémica del capitalismo occidental. Ahora pretende una nueva guerra mundial para tratar de resucitar al moribundo dólar, y sin dejar de desestabilizar América Latina y bombardear Siria e Irak, apunta a Rusia, Asía y África, poniendo en riesgo la vida en el Planeta. Ya es hora de detenerlos.

NO A LA GUERRA – NO A LA OTAN

La INTERNACIONAL del siglo XXI es la lucha y la acción coordinada y permanente contra la guerra. Sin esta lucha lo demás vale poco. Este manifiesto intenta explicar el porqué y recabar el compromiso militante de las personas y pueblos.

1º El mundo vive guerras “locales” devastadoras, con el grave peligro de su generalización. El capitalismo dominante, en su fase neoliberal imperialista más agresiva, no se resigna a la existencia de un mundo multipolar de paz y diálogo y quiere otanizarlo para controlar sin resistencia la economía, las finanzas, la energía. En el breve tiempo de 11 años, sin remontarnos más lejos, se ha destruido Iraq y Libia y se está destruyendo Siria. Esto en el espacio del Norte de África y Próximo Oriente, sin hablar del conjunto de África y de otras zonas del planeta que entran en la confrontación económica y política, con crecientes amenazas militares, como se produce en el Pacífico Sur contra China.

2º Ucrania es un asunto clave en Europa. Ucrania no es sólo un problema de ladrones y saqueadores locales y foráneos, sino una realidad dramática que entronca con la 1ª y 2ª Guerras mundiales. En Ucrania, además de intentar incorporar un nuevo estado dócil a la Europa neoliberal y belicista, se intenta establecer las trincheras contra Rusia, por su importancia singular y por lo que representa junto a China y otros países (los BRICS) de intento de poner en marcha un gran espacio económico y financiero no dependiente ni del dólar ni del euro, ni de los EEUU ni de la UE.

3º En Ucrania y en Gaza se acaban de producir miles de muertos y heridos, se han destruido casas, escuelas, hospitales. Y continúa. Gaza y Ucrania nos alertan de dos cosas: la primera, la indiferencia ante el horror por la mayoría de las poblaciones de los países no afectados directamente; la segunda, el entusiasmo de amplios sectores de los países agresores. El caso más indecente: el de los sionistas israelíes gozando del espectáculo de los bombardeos de su ejército contra el pueblo palestino, brindando desde las terrazas de sus casas.

4º El imperialismo de EE.UU, el de la UE y el sionismo tienen en una OTAN cada día más reforzada su brazo armado contra los pueblos que resisten, al tiempo que avanzan en el cerco a Rusia y China. La crisis económica general del capitalismo exacerba la escalada militarista y bélica. Las anunciadas maniobras de la OTAN en el Estrecho de Gibraltar acordadas en la reciente Cumbre de Gales, las mayores en la historia de la Alianza son una gran oportunidad para preparar movilizaciones en todo el Estado español y de coordinar esfuerzos con los pueblos, especialmente con los del Sur de Europa. Es hora de levantar los objetivos históricos comunes de Salir de la OTAN y Desmantelar las Bases.

5º En Latinoamérica, la ofensiva desestabilizadora de los EEUU viene recorriendo un largo camino, sembrado de actos de terrorismo encubierto con grandes costos en vidas humanas: el bloqueo genocida a Cuba, la guerra de la contra en Nicaragua, los golpes de Estado en Venezuela, Honduras y Paraguay por señalar los más significativos. Una ofensiva que continúa en la actualidad con la campaña desestabilizadora de la República Bolivariana de Venezuela, Argentina y otros países de la región. Estos actos de terrorismo selectivo consentidos/planeados desde Washington, gozan del silencio cómplice de unos medios de comunicación corporativos que colaboran con la Guerra global desatada por el imperialismo norteamericano

6º La escasa preocupación antibelicista y de defensa radical de la paz y el diálogo en los programas políticos y sindicales y en las elaboraciones y pronunciamientos intelectuales, es una clara muestra de lo que ocurre. Hay una contradicción total entre la oposición que hubo a la guerra de Iraq y la movilización popular que produjo, y la indiferencia actual con varias guerras abiertas y miles de mercenarios, terroristas y golpistas fomentados y armados desde los grandes poderes económicos y políticos de EEUU, la UE, Israel, Turquía y regímenes feudales del Golfo.

7º En una situación general prebélica como la actual, lo fundamental es desactivar el terrorismo belicista, sin lo cual no puede haber ningún tipo de transformación social general, estable y duradera. Solo la universalización coordinada de la lucha por la paz y contra la guerra puede establecer, recomponer e impulsar la fraternidad y solidaridad entre los pueblos. Si hasta hace poco el llamado “estado del bienestar” ha existido en una parte minoritaria del planeta, ha sido sobre la base de la explotación de los seres que jamás lo han conocido.

Sólo puede reivindicarse una vida digna para todos los pueblos y personas desde la más enérgica condena de la guerra y de la violencia fascista. En este momento es preciso apelar a los grandes ideales humanos, alertar sobre los peligros que nos acechan y apelar al instinto de conservación de la especie.

Tener muy presente la historia y recordar que el capitalismo ha salido siempre de las grandes crisis y depresiones con guerras y masacres generales.

8º Este manifiesto pretende contribuir a crear un movimiento activo y coordinado con capacidad de denuncia y de respuesta inmediata contra el terrorismo belicista. Tejer en todo el mundo una red activa de organizaciones políticas, sociales y de personas, capaz de dar un giro radical a la situación de pasividad casi total.

A tal efecto, crear también un Observatorio de Crímenes contra la Humanidad, que denuncie, con nombres y apellidos, el crimen y a los inductores, propagandistas e instigadores, sean gobiernos,  grupos empresariales, medios de información,  o cualquier otro.   El objetivo final sería la creación de un Tribunal Internacional  ante el que respondan  todos/as los responsables de instigar,  impulsar,  dirigir y sufragar, o fomentar de cualquier forma  la guerra global y permanente, de consecuencias inimaginables para la vida en el planeta.

O es el inicio del tiempo de los pueblos o continuará siendo el de la barbarie y el caos global.

CON NUESTRO SILENCIO NO

Este Manifiesto fue consensuado por las personas que constituyeron esta Plataforma Global contra las Guerras, la cual está apoyada por conocidas personalidades, entre ellas Adolfo Pérez Esquivel (Premio Nobel de la Paz), Stella Calloni, escritora, politóloga; Federico Mayor Zaragoza, ExSecretario General de la UNESCO; Michel Collon, periodista, investigador; Ahmed Bensaada, Doctor en Física, investigador; Maired Maguire, Premio Nobel de la Paz; la madre Agnes-Mariam de la Croix, propuesta para el Premio Nobel de la Paz, James Petras, sociólogo, etc.

Ha sido suscrito ya por miles de personas.

De todo ello se dará oportuna información en medios de Internet, para continuar una Campaña Permanente de explicación y recogida de apoyos.

Difúndelo

para firmar enviar al correo noalaguerra-noalaotan@outlook.es 
http://noalaguerranoalaotan.wordpress.com/

9 de octubre de 2014

HONG KONG, BAJO LOS PARAGUAS

Manlio Dinucci. Il Manifesto

EEUU inició el mayor movimiento desestabilizador desde el intento de golpe (pro-EEUU) de Zhao Ziyang, presentado como el «movimiento democrático» de Tiananmen

Ante la «Umbrella Revolution» (definición made in USA), el gobierno británico dice sentirse «preocupado» por el respeto de «los derechos fundamentales y las libertades fundamentales». Londres conoce bien esos temas.

En el siglo 19 los ingleses, para penetrar en China, recurren al comercio del opio, droga que traían de la India. Provocan así enormes estragos económicos y sociales. Y cuando las autoridades chinas confiscan y queman el opio almacenado en Cantón, las tropas inglesas intervienen en China y obligan al gobierno a firmar –en 1842– el Tratado de Nankín, en virtud del cual China cede Hong Kong a Gran Bretaña.

A partir de ese momento, y hasta 1997, Hong Kong se convierte en una colonia británica bajo la autoridad de un gobernador enviado por Londres. Los monopolios británicos explotan a la población china e imponen un sistema de segregación racial que excluye a los chinos de los barrios de Hong Kong habitados por los británicos. Huelgas y rebeliones son reprimidas de manera extremadamente violenta.

Después de la proclamación de la República Popular, en 1949, Pekín reclama el restablecimiento de la soberanía china sobre Hong Kong y [aunque no la obtiene] utiliza ese territorio como puerta comercial y favorece su desarrollo.

El Hong Kong restituido a China, bajo el estatuto de región administrativa especial, con 7,3 millones de habitantes, frente a los casi 1.400 millones de habitantes de China, muestra actualmente un ingreso medio de 38.420 dólares por habitante, o sea más alto que el ingreso medio en Italia y casi 6 veces el ingreso medio de toda China.

Lo que sucede es que, como puerta comercial de China, Hong Kong es el 10º exportador mundial de todo tipo de mercancías y el 11º exportador de servicios comerciales. Además, recibe cada año más de 50 millones de turistas, entre ellos 35 millones de chinos. El crecimiento económico, aunque desigualmente repartido (existe un subproletariado local y extranjero que se las arregla para sobrevivir allí recurriendo a todo tipo de tráficos y trampas), ha traído una mejoría general en las condiciones de vida, confirmada por el hecho que la esperanza de vida es de 84 años (en toda China es de 75 años).

El movimiento estudiantil que exige en Hong Kong que la elección del jefe del gobierno local sea directa y no esté vinculada a Pekín se compone de jóvenes provenientes, en su mayoría, de las clases sociales favorecidas por el crecimiento económico.

Cabe plantearse entonces la siguiente pregunta: ¿Por qué los mismos medios de prensa que ignoran a los cientos de millones de personas que en el mundo entero luchan diariamente en condiciones muchos peores de verdadera violación de los derechos humanos han convertido en iconos mundiales de la lucha por la democracia a unos pocos miles de estudiantes de Hong Kong?

La respuesta hay que buscarla en Washington.

Toda una serie de documentos demuestra que los inspiradores y cabecillas de lo que ha dado en llamarse «un movimiento sin líder» están vinculados al Departamento de Estado y sus dependencias conocidas como «organizaciones no gubernamentales», principalmente la «National Endowment for Democracy» (NED) y su filial demócrata, el «Instituto Nacional Demócrata de Asuntos Internacionales» (NDI, siglas en inglés), que disponen de abundante fondos para el financiamiento de «grupos democráticos no gubernamentales» en un centenar de países.

Veamos 2 ejemplos de los muchos que podríamos mencionar:

- Benny Tai, el profesor de Hong Kong que inició el movimiento «Occupy Central» (ver el South China Morning Post del 27 de septiembre), adquirió su influencia gracias a una serie de foros financiados por las ya mencionadas «ONGs».

- Martin Lee, fundador del «Partido Demócrata» de Hong Kong, fue enviado a Washington por la NED y, después de una entrevista transmitida por televisión, el vicepresidente Joe Biden lo recibió en la Casa Blanca.

De esos hechos y de muchos otros emerge una estrategia similar a la de las «revoluciones de colores» que ya hemos visto en el este de Europa que, manipulando al movimiento estudiantil, trata de hacer que Hong Kong sea ingobernable y favorecer movimientos análogos en otras regiones de China donde existen minorías nacionales.