5 de febrero de 2014

"LA CAÍDA DE LA URSS ENVALENTONÓ AL CAPITALISMO"

Canarias-Semanal

Según declaró el economista argentino Claudio Katz en una en una reciente conferencia en Buenos Aires sería un grave error que la izquierda renunciara al término "socialismo", por la debacle que se produjo en la Unión Soviética a principios de la década de los 90. "Sería algo parecido a renunciar a la palabra "democracia" porque Bush la haya degradado con el fin de invadir Irak". "Posiblemente - indica Katz - la experiencia soviética quede, al final, como precedente de la gesta humana por acceder a la igualdad económica y social".

Por otra parte, según Katz, hay otra razón por la que ese término no debe ser abandonado. "El socialismo vuelve hoy a estar en auge ante el descrédito del neoliberalismo y porque deviene una necesidad para los sujetos populares". No hay más que ver, subraya el economista argentino, las batallas del movimiento social en Perú frente a la minería; las protestas de los universitarios en Chile; las movilizaciones acaecidas en Brasil (las mayores de las últimas décadas y las batallas planteadas en la periferia europea y el mundo árabe. "Una onda de resistencia al neoliberalismo que va mucho más allá de la que tuvo lugar hace una década con el altermundismo y los foros sociales".

Según el economista argentino "un análisis integral de los logros y deficiencias históricas del socialismo exige remontarse a los orígenes. El socialismo expresó desde sus inicios las aspiraciones milenarias de liberación por parte de los oprimidos, y la lucha por conseguir una sociedad justa e igualitaria". Entonces, dice, "se definió por oposición al capitalismo". Pero, sorprendentemente, el socialismo "debutó" en un país periférico (Rusia), no en las metrópolis europeas. Después se extendió por China, Cuba, Vietnam y América Latina, y "hubo que replantear las hipótesis básicas". ¿Qué lección puede extraerse para el presente? Según Claudio Katz, "la extensión del socialismo a escala mundial produjo el pánico entre las clases dominantes". De ahí, "las concesiones posteriores a la segunda guerra mundial, que resultaban impensables en la época de Marx y Lenin".

"En las décadas de los 70 y los 80 del siglo XX - prosigue Katz - la idea del socialismo, vinculada a un imaginario de emancipación, era aún muy popular. Incontables partidos y movimientos se reclamaban como socialistas. Pero en los 90, de la mano de la implosión de la URSS y el bloque del Este, tiene lugar "el gran desencanto"... produciéndose un gran pesimismo respecto a la factibilidad del socialismo".  

Lo que ocurrió después constituye una gran lección histórica para el presente: "La caída de la URSS le quitó el miedo a la burguesía; el capitalismo recuperó la confianza y los mecanismos brutales de dominación", subraya el economista. De esa forma, se generalizaron las aventuras financieras, la liquidación del llamado "estado del bienestar" europeo, la precariedad laboral y el ensanchamiento de las brechas sociales.

En opinión de Katz “la experiencia soviética será revalorizada con el paso de los años; se la verá -augura Katz- como un modelo, aunque frustrado, que prefiguró otros que llegarán en el futuro”. Es ésta falta de linealidad una característica común a múltiples procesos históricos. Sin ir más lejos, a la Revolución Francesa". Recuerda Katz que los ideales de “igualdad” política no se plasmaron hasta mucho después: en algunos casos, tardaron dos siglos en aplicarse.

En 2008 revienta la crisis y salta a la vista, de nuevo, la inconsistencia de la argumentación neoliberal. Retorna la batalla de las ideas. De siempre, los grandes mentores del neoliberalismo han defendido que el socialismo impide la innovación, el cambio tecnológico y genera parálisis económica. Pero, según Claudio Katz, "ahora constatamos como el capitalismo  ha generado desastres financieros y productivos mucho mayores que los atribuidos al socialismo". 

4 de febrero de 2014

EVIDENCIAS DE QUE NO SON LOS “CIUDADANOS” LOS QUE PAGAN LA CRISIS SINO LA CLASE TRABAJADORA

NOTA DEL EDITOR DE ESTE BLOG:

El tonto medio es el que repite aquello que otros convierten en expresiones de moda por aquello de que representa el “espíritu del tiempo”, que diría los románticos alemanes y que integraría como concepto el filósofo Hegel.

La derecha cacarea el concepto “ciudadano” sin ton ni son, tratando de que tomemos conciencia de que sólo somos eso, “ciudadanos”, la pseudoizquierda claudicante la ha aceptado como propia, hace ya bastante tiempo, repitiendo el mantra cada segundo y medio, la autodenominada izquierda revolucionaria ya se va sumando al carro del “ciudadanismo” por aquello de “si no puedes con tu enemigo, únete a él”, que el oportunismo lingüistico te hace más “moderno” y a lo mejor los aquejados de "ciudadanitis" se olvidan de que hubo un tiempo en que te sentías orgulloso de ser comunista. 

Hubo incluso un programa llamado “Ciudadanos” en el Canal de Televisión Cuatro que acabó siendo cancelado, tras un breve, y lamentable en audiencia, recorrido.

En este interminable período de la crisis capitalista, por mucho que repita la derecha, su brazo mediático y los grandes empresarios, que ésta está acabando, cualquier plataforma  de reformismo cosmético que se precie no puede dejar de incluir en su nombre el término “ciudadanos”, si lo que quiere es remachar que en el contexto de la crisis el problema está en la corrupción, la falta de “democracia real” (como si hubiera alguna en la historia o en el mundo que pudiese decir “yo soy el ejemplo de lo que es una democracia real”), la falta de transparencia en la actividad pública, la ausencia de “democracia participativa” (con unas cuantas ILPs, unas asambleitas agitando las manitas y unos cuantos referenda se soluciona el problema de la no participación para esta gente), unas “primarias” en los partidos, “un proceso constituyente” (de esto menos porque ya lo meten menos en sus estribillos de danzantes cantores) y unas gotitas de “transversalidad” y “empoderamiento” -¡qué cool y moderno!-, un concepto que los movimientos interclasistas pusieron en la circulación de la moda hace años y, por fin, ¿cómo no?, el “99%” todos ciudadanos, sin matices de clases que afeen la “unidad” frente al 1%, como si en ese 99% no hubiera al menos un 10% de sectores uncidos por interés, estructura social y papel en la producción (perdón por la grosería de emplear esta expresión, señoritos modelnos), al carro de los intereses de ese hipotético sólo “1%”. ¿Los integrantes de ese inventado “1%” no son también ciudadanos de sus países?

En ocasiones he visto y escuchado emplear el término “ciudadanos” como equivalente de “consumidores”, lo que es coherente con el hecho de que buena parte de la protesta “molona” se dirija hacia el sector servicios, más concretamente financiero y energético, en tanto que los “protestantes” se autoperciben como “clientes”

Hay incluso quienes hablan de “huelga ciudadana” e incluso de “huelga general ciudadana”. ¿Será que los empleados de Coca-Cola en Fuenlabrada, Alicante, Asturias y otros centros de la marca USA en España son ciudadanos pero no trabajadores? ¿Será que los empleados de la limpieza en Alcorcón están haciendo una huelga de ciudadanía? ¿Será que los 6 millones de parados en España han sido despedidos de la empresa Ciudadanía S.A.? ¿Será que en el barrio de Gamonal en Burgos las condiciones materiales de vida y el carácter de clase de sus habitantes no tenían importancia alguna en el detonante de su protesta? ¿Será que las crecientes protestas, manifestaciones y huelgas en torno a EREs, privatizaciones y despidos son ciudadanas? ¿Será que los que iban a las manifestaciones mareadas, en las que estaban presentes los sindicatos, de toda orientación y pelaje, no eran ante todo trabajadores del sector público y usuarios, muy mayoritariamente trabajadores, de sus servicios? ¡Ah no, es que yo gano un buen sueldo y soy clase media! ¿Qué pasa, que el sueldo te lo pagas tú, que no estás contratado en una empresa o no eres un autónomo dependiente de esa empresa? ¿A qué clase crees que pertenecerás y perteneces si despiden de una empresa? ¿A la burguesa? Perdón, hay que decir clase media amplia y alta, que eso de burgueses y trabajadores es una antigualla.

Cuando a las huelgas de la clase trabajadora se adosan los “apoyos ciudadanos”, como estamos viendo últimamente, lo hacen supuestamente para impedir que esas huelgas queden sin el apoyo “ciudadano” o para que no se emplee a estos últimos contra el derecho a la reivindicación de esos trabajadores pero la realidad es que se le pone sordina al carácter de lucha de clases que entraña la protesta, mezclándose el concepto de usuario de los servicios con el de la lucha nacida desde el centro de trabajo, sin unir el hecho de que los usuarios se esos servicios son muy mayoritariamente trabajadores que se verán abocados, en uno u otro momento, a salir a la calle en defensa de su puesto de trabajo o de sus conquistas de clase.

No es la mera solidaridad ciudadana la que se necesita sino la alianza desde los trabajadores de unos miembros de la clase con otros, forjar la unidad solidaria de las luchas particulares de unos sectores de la clase trabajadora con la lucha general de la misma y eso se hace desde el sindicalismo y desde una posición política que sitúe la lucha de clases en el centro de las resistencias contra el capitalismo; algo que hace mucho tiempo no sucede en el sindicalismo ni en las izquierdas pero que necesita ser recuperado con urgencia.

Lo que los reivindicadores del término “ciudadanos”, izquierdas degeneradas y otros 15Memos, recalcitrantes o en proceso de amnésico camuflaje sobre su pasado reciente, no desean es que se hable de clase trabajadora, de lucha de clases entre empresarios y trabajadores, de socialismo, de… porque entonces se les jode el concepto “hegemonía”, -olvidándose de que las hegemonías no vienen dadas, no son conceptos estadísticos ni estáticos, se construyen mediante la lucha ideológica y de clases- otro término de papagayo, el único concepto de Gramsci que conocen, junto con las frases aquellas sobre “lo nuevo y lo viejo”, sin entender en absoluto su significado anclado en la dialéctica marxista, o sobre la necesidad de “instruirse, conmoverse, organizarse”. No les reproduciré las frases exactas para que no las repitan como loros sin tener ni puta idea de lo que están diciendo. Conocer un pensamiento y al pensador es mucho más que meterse en el Google a buscar “frases de…”.

La revolución, ese término tan prostituido por quienes jamás querrían una revolución que mereciese tal nombre y que cambiara radicalmente el orden social y económico en el que se asienta el auténtico poder y las relaciones sociales que lo expresan, no la traerán los naïf del tipo soy un hombre mágico que vive en el país feliz, en la casa de gominola de la calle de la piruleta, ni las ideologías de comeflores y mingafrías desclasados. La traerá la clase trabajadora –empleada en un banco, en una gasolinera, en un call center, de pasante en una notaría, en la mensajería, en la recogida de basuras o en el sector de la automoción, por citar sólo algunos ejemplos de lo que es la clase trabajadora- o no la traerá nadie porque ella es la explotada y oprimida, no por un 1% sino por todo empresario con empleados, que son más que ese 1%, pero que siguen siendo una minoría

Señores, han de ser los propios burgueses y capitalistas quienes les ilustren sobre a quién afecta, de verdad, la crisis capitalista y quienes la pagan. Veremos cuántos de los que hoy lean este artículo y puedan llegar a compartir su contenido no dicen hoy más de 10 veces la palabra ciudadanos. Se admiten apuestas. En este mundo del consumo fácil de información y de pereza intelectual todo se comparte, una cosa y su contraria.

Venga, a disfrutar de ciudadanía un ratito.

LA SEGURIDAD SOCIAL PIERDE 184.031 AFILIADOS EN ENERO


La Marea

Un total de 184.031 personas dejaron de trabajar en España durante el mes de enero, según los datos de afiliación a la Seguridad Social dados a conocer esta mañana por el Ministerio de Empleo. Al finalizar el mes de enero había un total de 16.173.610 personas cotizando, lo que supone un retroceso del 1,13% respecto a finales del mes de diciembre.

La cifra, que el Gobierno vende en su nota de prensa como “Enero registra el menor incremento de paro desde 2007”, demuestra una evolución en la destrucción de empleo y, en algo mucho más grave, la disminución de afiliados a la Seguridad Social.

En números fríos, en España el paro registrado en el mes de enero creció en 113.097 personas respecto al mes de diciembre, lo que sitúa el número total de personas en búsqueda activa de empleo en 4.814.435. De ellas, casi la mitad (más del 40%) no recibe ningún tipo de prestación y/o ayuda.

Pese a estas cifras, el ministerio de Fátima Báñez resalta que “en los últimos 5 años, el paro registrado en el mes de enero ha crecido por término medio en 152.837 personas”. Además, resaltan que se formalizaron 1.259.240 nuevos contratos, un 14,29% más que el mismo mes de 2013. Es decir, para el Gobierno, es un dato malo, pero menos malo.

Lo cierto es que el fin de la campaña navideña y la continuación de la crisis de la construcción arrastran los datos. Por sectores, la pérdida de afiliados a la Seguridad Social se ha dejado notar especialmente en el comercio (36.000 menos) y la hostelería (24.0000 menos), seguidos de la construcción (21.000 menos) y la industria (21.000 menos).


EL OBSERVATORIO DE SEGUIMIENTO DE LA REFORMA LABORAL DESMIENTE AL GOBIERNO: LOS SALARIOS BAJARON UN 10%

Diariocrítico/EFE 

Los salarios se han reducido un 10% de media desde el inicio de la reforma laboral hace ahora dos años, según los resultados del tercer Observatorio de Seguimiento de esta reforma, presentado hoy y procedentes de 200 encuestas a otras tantas empresas, en su mayoría con más de 50 empleados.

El tercer Observatorio, puesto en marcha por el Club de Excelencia en Sostenibilidad, la Fundación Sagardoy y Adecco, también ha estimado en 26 días la media de indemnizaciones por despidos colectivos procedentes.

Según ha expuesto, en rueda de prensa, el director de Relaciones Laborales de la Fundación Sagardoy, Jesús Mercader, "estos datos demuestran que las indemnizaciones abonadas se están reduciendo en línea con los objetivos de la reforma laboral si bien siguen siendo superiores a los 20 días previstos para el despido procedente".

Por su parte, el responsable del Club de Excelencia Juan Alfaro y el secretario general de Adecco,Santiago Soler, han señalado que aunque la reforma "va bien" y las grandes empresas han hecho sus ajustes, "hay que seguir trabajando y seguir haciendo retoques".

El Observatorio también ha puesto de manifiesto un ligero aumento de las contrataciones a tiempo parcial y del contrato de formación y aprendizaje, especialmente en las firmas de mayor tamaño. Así las compañías con más de 50 empleados han duplicado esta última modalidad de contrato, pasando del 8,1 % al 16,6 %.

Mercader ha explicado que el Observatorio ha evidenciado "una reducción en el número de empresas que no han realizado ningún ajuste en su plantilla o en las condiciones de trabajo" y ha precisado que se ha pasado del 28 % al 23,8 %.

Respecto a la media de indemnizaciones que se sitúa en 26 días, Mercader ha explicitado que sólo en el 10,6 % de los casos se ha abonado la indemnización legal de 20 días.

Este experto en Relaciones Laborales ha avanzado que el barómetro evidencia un mayor recurso a las Empresas de Trabajo Temporal (ETT) y, de hecho, la mitad de las compañías encuestadas han contratado o piensan hacerlo a través de las ETT.

Mercader ha subrayado que los resultados demuestran que las empresas que han necesitado despedir por razones objetivas han acompañado estas medidas de otras de flexibilidad interna, como la movilidad funcional o el tiempo de trabajo.

De las empresas encuestadas, casi un tercio ha reducido la jornada por debajo del 15 % de las horas totales, atendiendo al artículo 34.2 del Estatuto de los Trabajadores.

Además, ha informado de que, según este barómetro, los despidos colectivos "siguen siendo notablemente menos frecuentes que los despidos de carácter individual, representando sólo el 24 % del total".

El Observatorio ha corroborado que los despidos siguen respondiendo, en su mayoría, a razones económicas, técnicas, organizativas o de producción.

Así, el 77 % de las empresas que despiden por razones objetivas utilizan otras medidas de ajuste y el 34 % combina acciones de flexibilidad externa e interna, mientras que un 35 % recurre a medidas que no afectan a la cantidad de trabajo.

En la rueda de prensa, el secretario general de Adecco ha hecho hincapié en que "los grandes bloques de la reforma se van cumpliendo" y ha destacado, por ejemplo, "el capítulo de la flexibilidad y la moderación salarial".

Soler ha puesto de relieve que "los ajustes fuertes ya se han hecho y la reforma cumple, en general, sus objetivos" si bien ha admitido que las reformas laborales no generan empleo "y sí suponen palancas que ayudan a dinamizar los cambios fruto de cómo va la evolución de la economía".

En este contexto, Soler ha reiterado que "una reforma única y exclusiva no ayudará a solucionar el problema" y ha abogado por "retoques continuos y un futuro de reformas más gordas".

Soler ha puesto el foco sobre las políticas de empleo y ha apelado a "redefinir" el sistema, dinamizar el empleo joven y abrir una reflexión sobre el sistema de formación, "que dista mucho de lo que las empresas necesitan".