30 de enero de 2014

“LAS GRANDES EMPRESAS TRIBUTAN MENOS DEL 3,5% Y EL 80% OPERA EN PARAÍSOS FISCALES”

Gráfico: Gestha

ESTUDIO DE GESTHA SOBRE LA ECONOMÍA SUMERGIDA Y EL FRAUDE FISCAL

Luis Díez. Cuartopoder         

El 80% de los inspectores y técnicos de Hacienda están dedicados a perseguir el pequeño fraude fiscal de los profesionales autónomos, las pymes y los trabajadores, mientras las grandes empresas y corporaciones financieras tributan menos del 3,5% y el 80% de ellas posee filiales en paraísos fiscales, según han denunciado este miércoles en rueda de prensa en un hotel de Madrid, el secretario general del sindicato Gestha de técnicos de Hacienda, José María Mollinero, y el profesor Jordi Sardà de la Universidad Rovira i Vigili, en la presentación de su informe sobre el fraude fiscal y la economía sumergida.


Si tomamos los resultados económicos de las grandes empresas del Ibex-35 y los contrastamos con su aportación fiscal, resulta que las grandes corporaciones no llegan al 3,5% de pago de impuesto de sociedades. El dato contrasta con la afirmación del ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, quien viene asegurando en todos los foros que con su gestión las grandes empresas ya pagan entre el 7 y el 8%. Sardà y Mollinero denunciaron “la ineficacia de la Agencia Tributaria” contra el gran fraude y los grandes patrimonios, y atribuyeron la creciente elusión y evasión fiscal a “la falta de voluntad política” y a que “el Gobierno mira para otro lado”.

Los técnicos de Gestha argumentaron que si los responsables políticos quisieran, el fraude fiscal se reduciría drásticamente, como ha ocurrido con los accidentes de tráfico gracias a la actuación de la DGT. Claro que para ello habría que igualar la ratio de técnicos de Hacienda con Francia o Alemania, que cuentan con un empleado del fisco por cada 860 y 729 ciudadanos, respectivamente, mientras en España solo hay uno por cada 1.928 contribuyentes.

Mollinero denunció “la corrupción y la baja moralidad de las elites” como factores decisivos del aumento del fraude y, sin citar los casos Gürtel y Bárcenas de corrupción del PP, con cuentas en Suiza, ni entrar en la evasión de dinero a Suiza del yerno del Rey, Iñaki Urdangarín y su esposa y socia, la infanta Cristina de Borbón, reclamó nueve medidas que el Gobierno podría adoptar, entre ellas, “transparencia y honradez”. En términos operativos pidió mayor y mejor coordinación entre la Agencia Estatal Tributaria y las Haciendas autonómicas, creando una base de datos fiscales única; mayor dotación de personal y “más autonomía de los técnicos en su día a día, lo que implica la reorganización del Ministerio de Hacienda y la adaptación de la Administración Tributaria y Financiera de acuerdo con los modelos de los países con menos fraude”.
Gráfico: Gestha

El talón de Aquiles del fraude en España es la economía sumergida, que al cierre de 2012 alcanzó la cifra de 253.000 millones de euros, el 24,6% del PIB. Esto significa que la actividad económica “en negro” creció a un ritmo de 15.000 millones anuales desde 2008, y subió casi siete puntos, pasando del 17,8% en ese ejercicio (193.626 millones de euros) al 24,6% mencionado. En 2009, considerado el año más duro de la recesión, el dinero oculto se disparó en más de 27.000 millones de euros.

Según el informe de Gestha, dirigido por el profesor Sardà, al tsunami del ladrillo le siguieron como causas del fraude, el espectacular incremento del desempleo hasta alcanzar el 26% de la población activa a finales de 2012, las subidas de impuestos, que no fueron acompañadas de un eficiente control tributario y “la multiplicación de casos de corrupción política y empresarial”. Hoy el 95% de los españoles cree que existe “bastante y mucho” fraude fiscal y que España sufre “un grave problema de moralidad”.


Junto a esos factores, el informe de Gestha incide en “el uso masivo de billetes de 500 euros”, que representan el 73,7% del efectivo en circulación. “Estos billetes son el instrumento preferido por los defraudadores para saldar operaciones al margen del fisco” y en España se utiliza el 17% de los que se manejan en la zona euro. Aunque el informe no ofrece cifras sobre el incremento del fraude y la economía sumergida en el último ejercicio, Mollinero aseguró que pese a la amnistía fiscal decretada por el ministro Cristobal Montoro ha habido un aumento” y la conciencia fiscal se ha visto sensiblemente deteriorada. Los técnicos de Gestha se mostraron abiertos a colaborar con las formaciones políticas que lo soliciten para mejorar el sistema fiscal en materia de transparencia y equidad ante la reforma fiscal que prepara el Gobierno.

NOTA DEL EDITOR DE ESTE BLOG:
Es de agradecer el esfuerzo del sindicato Gestha, una organización que no destaca especialmente por sus ideas políticas avanzadas, y de técnicos e inspectores fiscales en la denuncia y la persecución de la corrupción empresarial en el país.

Pero sencillamente me parece simplista el análisis de que "la baja moralidad de las élites" sea una de las principales causas de la corrupción en las grandes -algo que también se da en las medianas y pequeñas, aunque aquí no sea objeto de análisis-. Detrás de los actos humanos están los presupuestos morales que los justifican, cierto.

Pero las causas de la corrupción capitalista hay que buscarlas en la propia naturaleza del capitalismo. La búsqueda de la maximización del beneficio, del aumento de la tasa de ganancia y de la competencia es la base de este sistema económico y la causa principal de la corrupción. "Camarón que se duerme, se lo lleva la corriente" dice el viejo refrán. 

De otro modo no se entendería que en tiempos en los que la corrupción ha sido un fenómeno con menor nivel de percepción social, curiosamente en períodos previos a la crisis, la estimación de los expertos sobre la economía sumergida en España -un factor clave del fraude- rondaba el 20% del PIB. 

Simplemente, en la actualidad se ha puesto el foco sobre esta cuestión, precisamente porque en el contexto del gran empobrecimiento de amplios sectores de la clase trabajadora, la cuestión se nos antoja a todos más escandalosa que en tiempos de bonanza, cuando las migajas del capitalista caen sobre el suelo de los menestrales y a casi nadie parece preocuparle tanto la cuestión.

Por cierto, les sugiero que se fijen en este gráfico que les aporto sobre la economía sumergida en Europa en los años de 2003 a 2011. Países como Suecia y Noruega, modelos en tantas cuestiones económicas y sociales, para muchos, se acercan en ese período a cifras que oscilan entre el 16 y el 18%. Cierto que no son las de España pero son mucho y se producen tanto en período de crecimiento como de crisis. Es el capitalismo, y su naturaleza, señores.


29 de enero de 2014

TORMENTA EN WALL STREET

Germán Gorraiz López. Diario Octubre

Análisis del nerviosismo bursátil mundial provocado por la concatenación de factores económicos desestabilizadores.

El inicio de la retirada por la Fed de sus medidas de estímulo a la economía estadounidense consistentes en 85 millones de $ mensuales destinados a la compra de activos , ha provocado el nerviosismo en Wall Street con el Dow Jones de Industriales lo que ha conllevado que la barrera estratosférica de los 16.000 puntos haya saltado por los aires y se encamine hacia la barrera psicológica de los 15.000 puntos tras una caída semanal acumulada cercana al 4% debido a la psicosis vendedora originada por la devaluación del peso argentino y el remate de activos en mercados emergentes.

Así, la crisis en las divisas en mercados emergentes ha provocado que los inversionistas hayan preferido distanciarse de activos de renta variable como el mercado de valores de Dow Jones, lo que aunado con el preocupante dato de actividad manufacturero de China del mes de Enero que se contrajo tras seis meses consecutivos de expansión ( según el Índice gerente de compras (PMI) elaborado por HSBC/Markit cayó hasta los 49,6 puntos, por debajo del nivel de 50 puntos que indica expansión) ha provocado una tendencia vendedora en las plazas europeas y asiáticas, por lo que no sería descartable que los bajistas se alcen con el timón de la nave bursátil mundial y derive en una psicosis vendedora que podría terminar por desencadenar el estallido de la actual burbuja bursátil tras unas ganancias récord en el 2013 del 28,5% en el Dow Jones Industriales; del 29,6% en el S&P 500; del 21% en el IBEX 35 y más del 40% en el Nikkei japonés , rememorando valores de 1.997.

Génesis de la actual burbuja bursátil

La burbuja actual sería hija de la euforia de Wall Strett (y por extrapolación del resto de bolsas mundiales) tras las políticas monetarias de los grandes bancos centrales mundiales que han inundado los mercados con centenares de miles de millones de dólares y euros con la esperanza de relanzar la economía, más aún cuando las colocaciones sin riesgo (deuda de EEUU o de Alemania), no retribuyen nada a los inversionistas.

Racionalidad limitada: La desconexión con la realidad por parte de los inversores les llevaría a justificar la exuberancia irracional de los mercados ( creándose un mundo virtual de especulación financiera que nada tendría que ver con la economía real) y a extrapolar las rentabilidades actuales como un derecho vitalicio lo que unido a la pérdida de credibilidad de las agencias de calificación como Moody's (al no haber predicho la actual crisis), coadyuva a que el mercado permanezca insensible al recorte de rating de las compañías que cotizan en la bolsa.

Especulación: El proceso especulativo impulsa a comprar con la esperanza de sustanciosas ganancias en el futuro, lo que provoca una espiral alcista alejada de toda base factual. Así, el precio del activo llega así a alcanzar niveles estratosféricos hasta que la burbuja acaba estallando (crash) debido a la venta masiva de activos y la ausencia de compradores, lo que provoca una caída repentina y brusca de los precios, (hasta límites inferiores a su nivel natural) dejando tras de sí un reguero de deudas (crack bursátil).

Incertidumbre sobre el nivel suelo de los valores bursátiles: Un inversor está dispuesto a pagar un precio por una acción si le reporta dinero en el futuro, por lo que el valor de dicha acción es el total de flujos esperados. El nivel suelo de las Bolsas mundiales, (nivel en el que confluyen beneficios y multiplicadores mínimos), se situaría en la horquilla de los 10.000 y 11.000 puntos en Mercados Bursátiles como el Dow Jones, debido a la mayor virulencia y profundidad que presenta la crisis económica y muy lejos de los estratosféricos valores actuales (rozando los 16.000 puntos y rememorando valores de 1.997).

Sin embargo, los inversores empiezan ya a sentir el vértigo de la altura ya que se espera que a lo largo del 2014 baje el porcentaje de los resultados empresariales que se destinarán a dividendos así como el número de empresas que repartirán el mismo y además, tras el freno a las políticas monetarias destinadas a reactivar la economía por parte de la Fed, los inversionistas intentarán exponerse menos al riesgo con el consecuente efecto bajista en las cotizaciones de las acciones.

Se habría así producido un cambio en las expectativas del mercado, existiendo ahora la convicción de que las políticas de rescate financiero (Programa de Apoyo para activos con problemas (TARP) llevado a cabo por las Administraciones y las sucesivas bajadas de tipos de interés de la Fed y el BCE habrían aliviado los problemas de liquidez de las entidades financieras, pero no impedirán que los bancos se sigan descapitalizando y necesiten más inyecciones de capital.

Ello unido al incesante aumento de la Deuda externa contribuirá a que la prima de riesgo aumente y el crédito siga sin fluir con normalidad a unos tipos de interés reales, lo que aunado con el hecho de que los diferenciales de rentabilidad entre las emisiones de deuda pública entre los diversos países del primer mundo han aumentado en los últimos meses, (lo que conlleva un encarecimiento y mayores dificultades para obtener financiación exterior) y la reducción de las exportaciones de los países emergentes debido a la severa constricción del comercio mundial, podría provocar el estancamiento de las economías occidentales en el 2014, con lo que asistiremos a la enésima corrección a la baja de las optimistas previsiones del FMI para la economía mundial en el 2014 que estimaba tasas de crecimiento positivas del 1,4% para la Eurozona; del 2, 8 % para EEUU y del 3,7% para el conjunto del PIB mundial.

Si a ello le sumamos el riesgo latente de un default controlado de los países periféricos europeos, (Grecia, Portugal, Italia y España), las dudas sobre la capacidad de endeudamiento de EEUU, el estallido de la burbuja inmobiliaria en China (la inversión enfocada en el sector inmobiliario aumentó un 23 % en el 2013, por lo que los expertos estiman que de producirse dicho crash causaría un impacto a nivel global 10 veces superior al que provocó el colapso del emirato petrolero de Dubai), la existencia de factores geopolíticos desestabilizadores ( Siria, Irán, Libia, Ucrania, Corea del Norte) y el regreso de la especulación en las commodities agrícolas de la mano de los fondos de inversión podría producir una psicosis vendedora y originar un nuevo crack bursátil en el 2014.


Dicho estallido tendría como efectos benéficos el obligar a las compañías a redefinir estrategias, ajustar estructuras, restaurar sus finanzas y restablecer su crédito ante el mercado y como daños colaterales la ruina de millones de pequeños inversores todavía deslumbrados por las luces de la estratosfera, la inanición financiera de las empresas y el consecuente efecto dominó en la declaración de quiebras.