22 de noviembre de 2010

DERROTAS Y ESPERANZAS EN TIEMPOS DE INCERTIDUMBRE

Por Marat

Hay una metástasis que se extiende desde el pudridero de un sistema que se ha emancipado de lo político, de la historia, de lo humano, como expansión imperial del dinero para, convertido en la única verdad ideológica de la "ciencia económica", presentarnos la peor terapia social que podamos imaginarnos: el paso de la globalización del capital a la manada de tiburones buscando sangre de la que alimentarse vampíricamente. El silencio resignado de los corderos es su sombría comparsa.

Avanzamos hacia el tercer año triunfal de la crisis sistémica del capitalismo. Lo que hasta hace muy poco parecía anunciar el llanto de las plañideras, ahora amenaza el ataque de los 4 jinetes del Apocalipsis: extensión de la precariedad, vuelta al siglo XIX, neofascismo, látigo liberal a secas, sin neo que lo suavice. La reorganización de la OTAN, en sustitución de la política ONU ya no anuncia, inmediatamente, la guerra entre Estados sino una nueva definición de lo bélico: la gendarmería mundial contra la rebelión de Espartaco.

Temo que el muerto que anhelamos matar goza de demasiada salud. Puede que se esté derrumbando el capitalismo que hasta ahora conocíamos, el del consenso social a su alrededor, edulcorado de ciertas dosis de Estado social, pero lo que nace proviene del Hades, el inframundo griego.

Prometeo tendrá que errar de nuevo por el mundo, robando otra vez el fuego sagrado de los dioses para, desterrado del mundo humano, evitar ser de nuevo encadenado a la roca en la que esperar su dramático y eterno destino.

Deberá, con paciencia infinita, volver a crear la esperanza, hombre/mujer a hombre/mujer, escaramuza a escaramuza. Las resistencias personales y colectivas vuelven a evocar el abismo y las tinieblas de los libres en los tiempos de la película “Cabaret”:mugre, derrotas, confusión, miedo, rabia con destino fatal, razzias contra el diferente, cristales rotos, “Deutschland, Deutschland über alles”.

En el epicentro del seísmo de terror que se está formando es necesario sostener la bandera de la razón que el escéptico marxista  Theodor Adorno enarboló desde el primer momento en que la sintió amenazada por el culto a la locura y a la muerte.

Es a partir de esa razón desde la que habrá que reconstruir una moral para la emancipación humana de sus fantasmas opresores. El camino será largo, duro, preñado de dolor y desesperanza pero voluntad e inteligencia son dos partes soldadas en un mismo sueño, el que establece los viejos valores de la Libertad, la Igualdad y la Fraternidad como triángulo que graba a fuego el destino de la Humanidad en su ajada piel colectiva.

Sólo sobre esa tríada será posible reestablecer la cordura de la especie en un viejo-nuevo proyecto que salve lo mejor de los viejos raíles y dé nuevo impulso a un deseo profano pero anhelante de justicia social e igualdad.

El camino será largo, tortuoso, confuso, plagado de momentos de desaliento pero, cuando en el largo viaje de la bandada de pájaros, uno de ellos flaquea, el resto de los compañeros se agrupa para confortarle en su cansancio y hacerle ver que no está solo.

Ese debe de ser el sedimento humano, la base animal e irreductible, el punto de partida al que no podemos renunciar para proteger dentro de nosotros, nuestro mejor tesoro: un mundo nuevo, la preñez que alumbre un día que ha de venir en el que el hombre y la mujer se yergan sobre las necesidades, el miedo, la opresión, la alienación y proclamen su libertad de iniciar, por fin, la Historia de la Humanidad.   

20 de noviembre de 2010

GRAN BRETAÑA: TODO HA CAMBIADO

Jim Wolfreys



En Londres, el miércoles 10 de noviembre, todo ha cambiado.
Confrontados a recortes presupuestarios de 95 millardos de euros en el sector público, con proyectos de doblar o triplicar los derechos de entrada en la universidad, 50.000 estudiantes y trabajadores de las universidades han roto el mito según el cual la austeridad es inevitable. Miles de ellos han asediado la sede del Partido Conservador en el edificio de Millbank, humillando a la policía.
El establishment está escandalizado y ha intentado imponer una versión de los acontecimientos. "Militantes de grupos de extrema izquierda han empujado a una mezcla de estudiantes de la clase media y de alumnos de institutos y de la universidad al frenesí" titulaba en primera página el periódico de derechas The Daily Mail. Los dirigentes del sindicato estudiantil NUS y del sindicato enseñante UCU se han hecho eco de la condena por el establishment de una "minúscula minoría" que ha "desviado" la manifestación.
La realidad era bien diferente. Esta manifestación de desconfianza, confiando en sus fuerzas, plena de vida, ha expresado el sentimiento de que los recortes del gobierno son ilegítimos y no tienen mandato democrático. Los manifestantes de Londres compartían, pues, una cólera profunda con los millones de manifestantes de Francia de las últimas semanas. Los manifestante han encontrado también numerosas formas de expresar su rabia. Muchos se manifestaban por primera vez. Miles de ellos enarbolaban pancartas o gritaban consignas que expresaban un humor una cólera y un desprecio brutal y sin compromisos por los ministros: "Robert Mugabe no me haría pagar por la facultad", "David Cameron, lárgate y vuelve a Elton", "Los únicos recortes que queremos ver son los conservadores en la guillotina", etc.
Fue una celebración insolente de la furia popular hacia la arrogancia y la hipocresía de la coalición liberales-conservadores. El eslogan "No ifs, no buts, no education cuts" ("No "síes", no "peros", no reducción en la educación") fue adoptado por miles de manifestantes que se reunieron en Millbank donde permanecieron durante muchas horas, aplaudiendo la invasión del edificio. La ocupación formaba parte de la atmósfera de la manifestacion, y no tenía sentido más que en el contexto de una cólera legítima que no tiene voz en el escenario político dominante.
El 10 de noviembre marca la entrada de Gran Bretaña en un ciclo de protestas que comenzó en Atenas. La tradición radical de desobediencia civil encarnada por los cartistas, las sufragistas, y los manifestantes contra la Poll Tax se ha levantado de nuevo y ha rugido su mensaje en las calles de Londres: la contraofensiva ha comenzado. Este mensaje debe retumbar en todas las facultades y todos los centros de trabajo hasta que la dirección del movimiento obrero y sindical salga de su conservadurismo. Nuevas manifestaciones están previstas para el 24 de noviembre.
Tout est à nous!
17/11/2010
Traducción: Alberto Nadal para VIENTO SUR