20 de noviembre de 2010

GRAN BRETAÑA: TODO HA CAMBIADO

Jim Wolfreys



En Londres, el miércoles 10 de noviembre, todo ha cambiado.
Confrontados a recortes presupuestarios de 95 millardos de euros en el sector público, con proyectos de doblar o triplicar los derechos de entrada en la universidad, 50.000 estudiantes y trabajadores de las universidades han roto el mito según el cual la austeridad es inevitable. Miles de ellos han asediado la sede del Partido Conservador en el edificio de Millbank, humillando a la policía.
El establishment está escandalizado y ha intentado imponer una versión de los acontecimientos. "Militantes de grupos de extrema izquierda han empujado a una mezcla de estudiantes de la clase media y de alumnos de institutos y de la universidad al frenesí" titulaba en primera página el periódico de derechas The Daily Mail. Los dirigentes del sindicato estudiantil NUS y del sindicato enseñante UCU se han hecho eco de la condena por el establishment de una "minúscula minoría" que ha "desviado" la manifestación.
La realidad era bien diferente. Esta manifestación de desconfianza, confiando en sus fuerzas, plena de vida, ha expresado el sentimiento de que los recortes del gobierno son ilegítimos y no tienen mandato democrático. Los manifestantes de Londres compartían, pues, una cólera profunda con los millones de manifestantes de Francia de las últimas semanas. Los manifestante han encontrado también numerosas formas de expresar su rabia. Muchos se manifestaban por primera vez. Miles de ellos enarbolaban pancartas o gritaban consignas que expresaban un humor una cólera y un desprecio brutal y sin compromisos por los ministros: "Robert Mugabe no me haría pagar por la facultad", "David Cameron, lárgate y vuelve a Elton", "Los únicos recortes que queremos ver son los conservadores en la guillotina", etc.
Fue una celebración insolente de la furia popular hacia la arrogancia y la hipocresía de la coalición liberales-conservadores. El eslogan "No ifs, no buts, no education cuts" ("No "síes", no "peros", no reducción en la educación") fue adoptado por miles de manifestantes que se reunieron en Millbank donde permanecieron durante muchas horas, aplaudiendo la invasión del edificio. La ocupación formaba parte de la atmósfera de la manifestacion, y no tenía sentido más que en el contexto de una cólera legítima que no tiene voz en el escenario político dominante.
El 10 de noviembre marca la entrada de Gran Bretaña en un ciclo de protestas que comenzó en Atenas. La tradición radical de desobediencia civil encarnada por los cartistas, las sufragistas, y los manifestantes contra la Poll Tax se ha levantado de nuevo y ha rugido su mensaje en las calles de Londres: la contraofensiva ha comenzado. Este mensaje debe retumbar en todas las facultades y todos los centros de trabajo hasta que la dirección del movimiento obrero y sindical salga de su conservadurismo. Nuevas manifestaciones están previstas para el 24 de noviembre.
Tout est à nous!
17/11/2010
Traducción: Alberto Nadal para VIENTO SUR

19 de noviembre de 2010

MITIN POR LA HUELGA GENERAL EUROPEA















¿CUÁNDO?                                   VIERNES 26 DE NOVIEMBRE. ¡RESÉRVATE LA FECHA!
¿A QUÉ HORA?  
                                               A LAS
19:30.
¿DÓNDE?                  EN EL IES CARDENAL CISNEROS.                                                     
                                                   C/REYES, 4. <M> NOVICIADO O PLAZA DE ESPAÑA. MADRID
¿QUIÉN INTERVIENE?
 CÁNDIDO GONZÁLEZ DE LA CORRIENTE SINDICAL DE IZQUIERDAS (ASTURIES)
MARÍA GARCÍA DEL SINDICATO ANDALUZ DE TRABAJADORES

UN REPRESENTANTE DEL BLOCO DE ESQUERDA (PORTUGAL)

FRÉDÉRIC MADELIN  DEL SINDICATO SUD-SOLIDAIRES (FRANCIA)

INÉS DE NICOLÁS DE IZQUIERDA ANTICAPITALISTA-MADRID.

Y RECUERDA….¡¡ES LA HORA DE LUCHAR!!

17 de noviembre de 2010

RECUPERA TU MEMORIA, CONQUISTA TUS DERECHOS. ¡LUCHA DE CLASES!

Sábado 20 de noviembre de 2010 a las 18:00h
Manifestación antifascista 20N: Recupera tu memoria, conquista tus derechos. ¡Lucha de clases!
Cibeles – Sol

Convoca: Coordinadora Antifascista de Madrid




















Una vez más, el 20-N el movimiento antifascista del estado español sale a las calles. Decenas de manifestaciones unidas bajo un mismo lema, el movimiento antifascista crece y se consolida por todas partes siendo conscientes de que el fascismo se combate día a día, con esfuerzo, tesón y organización.

Desde nuestra realidad, sufrimos día a día la violencia fascista en nuestras carnes y hemos decidido plantarla cara. Porque violencia fascista son las bandas de ultraderecha que tratan de sembrar el terror en las calles. Violencia fascista son los controles racistas que acomete la policía en los barrios obreros, también lo son las cargas policiales en las manifestaciones, los crímenes contra el pueblo palestino, kurdo, saharaui, colombiano y tantos otros. Violencia fascista son los EREs y los despidos indiscriminados que sufrimos en nuestros puestos de trabajo. Como también lo son el machismo, la homofobia y la continua propaganda patriarcal que nos venden para mantener un injusto orden social de explotadores/as y explotados/as, de opresores/as y oprimidos/as.

Denunciamos el continuo avance de las ideas fascistas y xenófobas, alentadas por poderosos grupos empresariales que controlan los medios de comunicación. Difunden una política basada en el miedo, en la búsqueda de culpables de nuestros problemas. Nos dicen que debemos tener miedo a las personas migrantes, a pasear por nuestras calles, a nuestros compañeros y compañeras de trabajo, a quienes están en el paro, a nuestros vecinos y vecinas. En definitiva que tengamos miedo al mañana y que les seamos obedientes a cambio de "protección".

Mientras tanto, los partidos gobernantes se disputan el protagonismo de ver quién tiene mano más dura, quién endurecerá más la reforma laboral, quién expulsará a más inmigrantes, en definitiva: quién está más preparado para someternos.

Por ello entendemos que los partidos políticos han asumido de facto el discurso fascista de la ultraderecha, por eso no nos extraña que bandas de fascistas "incontrolados" campen a sus anchas por las calles armados, mientras a los movimientos sociales, sindicales y políticos de izquierdas se les niega el ejercicio de los derechos más elementales, como el de manifestación, asociación e información. Más aun, los y las jóvenes conscientes que tomamos la determinación de denunciar las injusticias del mundo donde vivimos, somos pagados con la moneda de la represión y el hostigamiento. Centenares de juicios, montajes policiales, años de cárcel y cientos de miles de euros en multas.

Seguimos firmes en nuestras convicciones, seguimos firmes en nuestro deseo de luchar por una sociedad más justa, libre e igualitaria. Por mucho que nos intenten silenciar, seguiremos llamando a la clase trabajadora y en especial a su juventud a la movilización, porque si nosotros no solucionamos nuestros problemas, nadie lo hará por nosotros.

Es por eso por lo que tenemos que recuperar nuestra memoria, la memoria de tantos y tantas luchadoras que lo dieron todo por conquistar sus derechos. El número de parados/as es abrumador y quienes conservan su trabajo viven bajo la continúa amenaza de perderlo; por no hablar de los que ni siquiera se cuentan en ese número porque son ilegales, o porque son trabajadoras de lo doméstico. El sueño de una vivienda digna para todos/as sigue siendo inalcanzable. La sanidad, la educación y otro tipo de derechos aparentemente consolidados serán un vago recuerdo en el mañana. Mientras que la crisis se ceba especialmente en la juventud el gobierno sólo piensa en elevar la edad de jubilación para exprimirnos al máximo, ya que para ellos sólo somos mercancías desechables para lograr su beneficio, porque su beneficio es nuestra crisis.

Pero nosotros/as hacemos la historia, porque allá donde hay opresión hay resistencia. ¡LUCHA DE CLASES! esa es nuestra arma, porque si nos mantenemos juntos/as y unidos/as somos imparables. El estado o nuestros jefes en el curro, nos quieren individualizados, tratar nuestros problemas de tú a tú y así hacer valer su posición de fuerza. A eso respondemos rotundamente ¡NO! Si nos tocan a uno/a, nos tocan a todos/as.

No debemos olvidar que cada derecho del que disfrutamos hoy se ha conseguido a través de la lucha sin cuartel contra el estado capitalista. No es casualidad que el régimen heredero del franquismo acometa las reformas con tanta facilidad. Con unos sindicatos complacientes y una izquierda política servil y vendida a los intereses de la burguesía. Todo gracias a ese espectáculo que fue llamado "transición", una pantomima para repartirse el pastel y mantener intactos los pilares del franquismo, así como su impunidad.

Porque la lucha de hoy son los derechos del mañana, debemos dar un paso al frente y continuar la lucha. Preparar una nueva huelga general, de esas que llaman "salvajes", organizarnos en nuestros centros de trabajo, estudio, asociación vecinal, centro social...Practicar la acción directa en defensa de nuestros intereses y en solidaridad con los de las demás personas. En definitiva, responder con contundencia a la ofensiva del capital y del fascismo.

Recupera tu memoria, conquista tus derechos. ¡Lucha de clases!

En Madrid, hoy como ayer ¡NO PASARÁN!

Manifestación Antifascista: Sábado 20 de Noviembre a las 18:00h Cibeles-Sol

COORDINADORA ANTIFASCISTA DE MADRID
madrid.antifa.net


16 de noviembre de 2010

NUEVA CAMPAÑA ESTATAL DE IA: ¡¡ES LA HORA DE LUCHAR!!


Aunque los medios de comunicación tenían preparadas sus portadas con mucho tiempo de antelación para proclamar que la Huelga General había sido un fracaso, el día 29 fue todo un éxito. Lo fue frente a la patronal, el gobierno, la derecha e, incluso, frente a los sectores claudicantes que existen en el seno de los sindicatos.
Ante la crisis, siguiendo los mandatos de los “mercados” y de los grandes poderes financieros internacionales, se ha lanzado una verdadera ofensiva por parte del gobierno, un sector de la oposición (empezando por el PP, que va incluso más allá en su programa) y la patronal. Con ella se pretende no sólo que la crisis recaiga sobre la espalda de las gentes trabajadoras, sino hacer perder gran parte de los derechos adquiridos a lo largo de luchas históricas anteriores.
La ofensiva se  ha ido concretando en estos meses en tres grandes propuestas: El  tijeretazo y los recortes presupuestarios; la reforma laboral, basada en el abaratar y facilitar del despido (lo que aumentará el desempleo) y en permitir el descuelgue de los convenios colectivos por parte de las empresas; por último, la reforma de las pensiones, alargando la edad de jubilación a los 67 años y modificando el cálculo de las mismas, para rebajar así sus cuantías.
Los meses de preparación de la HG han servido para que miles de activistas dejaran de lado la “concertación” para volver a un sindicalismo combativo. Han permitido que volvieran a estar en la calle importantes debates asociados a las condiciones de vida de la clase trabajadora. La HG y su éxito han animado también a la gente que ha participado en su convocatoria, haciendo que se mostrara dispuesta a continuar en la lucha.
Pero el gobierno no ha cedido. Era de esperar que así sucediera, porque la ofensiva está inspirada a escala europea e internacional y los gobiernos se dejan manejar como marionetas. Una respuesta efectiva por nuestra parte a los ataques que se están lanzando requiere de una movilización prolongada en el tiempo, que modifique la conciencia colectiva, permita volver a tener una fuerte organización de la clase trabajadora y sea capaz incluso de presionar a escala europea. Sólo así se podrá hacer frente a un plan global de ataque como éste y se conseguirá imponer una salida a la crisis favorable a las gentes trabajadoras.
Existe ahora el gran peligro, después de la HG del 29-S, de que algunos sectores intenten volver a la concertación social, olvidando los efectos desmovilizadores que ha tenido esta política sindical y siendo ciegos a la realidad de que ni el gobierno ni la patronal van a retirar ni la Ley de Reforma Laboral ni el conjunto de sus propuestas (en lo cual ya se han reafirmado). Sólo poniendo fin a un ciclo de desmovilizaciones podemos poner las bases para enfrentar a la política neoliberal. Eso bien lo sabe el gobierno del PSOE que ha acusado el golpe del 29-S y ha respondido con una operacion de marketing – la remodelación del propio gobierno - al desgaste de la huelga. El objetivo claro es la desmovilización,  “explicar mejor” la supuesta necesidad e inevitabilidad de las contrarreformas, darse un barniz de “izquierdas” e intentar conseguir que los sindicatos vuelvan a la trampa del diálogo social.
Necesitamos continuar las movilizaciones con rapidez, sin dejar enfriar el calor del 29-S, y en este sentido hay mucho que aprender de las luchas de Francia o de Grecia.
Así después del 29S hay mejores condiciones para recuperar la unidad entre  los movimientos sociales, las organizaciones políticas de la izquierda y los sindicatos (y de éstos entre sí). Es preciso trabajar esa unidad dentro de las empresas, para enfrentar los recortes salariales y la aplicación de la reforma laboral; y en los barrios y pueblos, frente al recorte de derechos sociales.
Por todo lo dicho, y sin perder de vista la necesidad de la convocatoria de una nueva Huelga General, desde Izquierda Anticapitalista planteamos como acciones necesarias en estos momentos:
1. Seguir presionando hasta que se retire la Ley de Reforma Laboral aprobada, y no considerarla una batalla perdida. Al mismo tiempo hay que luchar contra su aplicación en las empresas.
2. Apoyar todas las movilizaciones (concentraciones, manifestaciones, marchas…) tanto locales como centrales, que se van a convocar durante  los meses de Noviembre y Diciembre.
3. Alzar una plataforma reivindicativa que incluya las siguientes medidas:
a) Banca pública bajo control social con la meta de llegar a la nacionalización del conjunto del sistema financiero. Nuestros ahorros deberían ser canalizados hacia la inversión productiva y las necesidades que una sociedad se ha marcado como prioritarias, y no estar al servicio de la especulación, sino de un plan de urgencia contra la crisis ecológica y social, que además atienda a la crisis de cuidados que recae sobre las espaldas de las mujeres.
b) Una reforma fiscal basada en restaurar el Impuesto de Patrimonio, eliminar las exenciones al Impuesto de Sucesiones y Donaciones, Incrementar los tipos en el IRPF a las rentas más altas y elevar el gravamen de las SICAV.
c) La prohibición de los despidos en empresas con beneficios, la implantación de la jornada de 35 horas sin recorte salarial, el establecimiento de un salario mínimo de 1200 euros y el derecho a un ingreso social equivalente para todas las personas en paro.
Retirada del Plan Bolonia, que hace de la Educación un negocio pero que además privatiza la investigación en un momento en el que el cambio de modelo requiere de fuerte inversión pública en la misma y que sus resultados estén al servicio de toda la población.
Izquierda Anticapitalista da su pleno apoyo a las convocatorias que ya se han hecho públicas por parte de diferentes fuerzas sindicales:
1. Movilizaciones descentralizadas del 20 al 30 de noviembre
2. Convocatoria de manifestaciones en localidades para el 24 de noviembre;
3. Convocatoria de paros y de manifestaciones en capitales los días 15 y 18 de   diciembre.

LA UE PRESIONARÁ A ESPAÑA PARA QUE TOME MÁS MEDIDAS DE AJUSTE

La Europa del capital nunca tiene bastante. Después del recorte salarial y de pensiones, de la subida del IVA y de la reforma laboral, ahora exige el "pensionazo".
Kaosenlared.net/ El economista
 
www.kaosenlared.net/noticia/ue-presionara-espana-para-tome-mas-medidas-ajuste
Los ministros de Economía de la Eurozona presionarán este martes a Irlanda para que acepte ayuda financiera del fondo de rescate de la UE de 750.000 millones de euros con el objetivo de frenar el contagio de su crisis de deuda a otros países de la eurozona, especialmente a España e Italia.
Aunque el Gobierno de Dublín se resiste a pedir la activación del fondo, los responsables europeos ven prácticamente inevitable el rescate de Irlanda -y también el de Portugal, que podría realizarse al mismo tiempo- y creen que España debe adoptar nuevas medidas de ajuste si quiere "alejarse del ojo huracán", según ha informado un alto funcionario europeo.
Responsables de la Comisión Europea y de los Estados miembros han mantenido contactos con las autoridades irlandesas a lo largo del fin de semana sobre el fondo de rescate. Dublín rechaza solicitar asistencia alegando que dispone de financiación hasta mediados de 2011.
"Hay quienes creen que en esta situación es mejor utilizar el mecanismo que no utilizarlo. Sobre todo por la situación del sistema financiero" irlandés, que ha disparado el déficit público de este año hasta el 32%, ha explicado el alto responsable. Dublín ha iniciado la liquidación ordenada del Anglo Irish Bank y los otros dos grandes bancos del país -Bank of Ireland y Allied Irish- también atraviesan graves problemas "que desbordan la capacidad del sector público".
"Irlanda necesita encontrar una salida por el sistema financiero. Eso está ahí y no va a desaparecer", destacan las fuentes consultadas. Además, el Gobierno irlandés sólo podrá resolver por sí mismo la financiación del sector público si encuentra crecimiento, pero con los planes de ajuste es poco realista que la economía avance en los próximos dos o tres años.
"Entretanto, la posibilidad de que aguante Irlanda depende de otros, en particular del Banco Central Europeo (BCE)", que está proporcionando liquidez a los bancos irlandeses.
Los problemas irlandeses han contagiado a Portugal hasta el punto de que los mercados "perciben" que las dos economías tienen los mismos problemas pese a las diferencias. Ello "complica" aún más la situación porque "de haber programa (de rescate), serían dos países". Un rescate conjunto que costaría 117.000 millones al fondo de estabilidad de la UE, según HSBC.
Las siguientes: Italia y España
"Los siguientes en la lista, aunque a distancia, son Italia y España. No tienen el mismo grado de contaminación. Pero cada vez que la fiebre irlandesa sube a 39 grados, la de España e Italia sube un poquito", apunta el alto funcionario. Así, en los mercados ya hay "dudas" sobre si España va a respetar el compromiso de reducir su déficit al 6% del PIB en 2011 y sobre "si los planes de fusiones frías y calientes (de cajas) se aplican con la dosis y la velocidad adecuadas".
Por ello, la UE considera que España necesita una "segunda ronda" de medidas tras las adoptadas en mayo. "Cuanto más creíbles y rápidas sean, más permitirán alejarse del ojo del huracán".
En concreto, Bruselas cree que el Gobierno debe "reforzar la credibilidad de la consolidación" con nuevas medidas de ajuste para que no haya dudas de que cumplirá el objetivo del 6%. Además, le pedirá acometer la reforma de las pensiones y acelerar la reestructuración del sector de las cajas de ahorros. Una reestructuración que pasa por "reducir la red donde hay solapamientos para ganar margen".
Además, las cajas deben salir cuanto antes al mercado a captar capital, tal y como permite la nueva ley de cajas. Las pruebas de estrés realizadas en junio ya mostraron que algunas cajas necesitan capital y además tienen activos que van a seguir depreciándose.

REINO UNIDO: CASTIGUEN A LOS RICOS, NO A LOS DESEMPLEADOS (SOBRE EL "WELFARE TO WORK")

Viv Smith


El plan de empleo de los Conservadores ataca a los desempleados. El programa de mano de obra barata nos agrede a todos.
Los Conservadores han lanzado un ataque brutal a las personas en paro para desviar las críticas a los verdaderos parásitos: los ricos.
El Libro Blanco de esta semana obligará a los desempleados que solicitan subsidios de paro a realizar trabajos no remunerados: si se niegan a hacerlo, perderán el subsidio.
Los jefes y la prensa de la derecha están encantados. El Daily Mail anunció con alegría: “En una nueva ofensiva contra los parásitos sociales, los desempleados irresponsables tendrán que participar en un programa de trabajo exigente, estilo EE.UU., que incluirá la obligación de realizar labores de jardinería, limpieza de basura y otras tareas manuales por sólo 1 libra la hora”.
El programa permitirá eliminar puestos de trabajo y cancelar costes al utilizar mano de obra prácticamente gratuita. A cambio, los desempleados mayores de 25 años recibirán un mermado subsidio de 65 libras con 45 centavos, y apenas 51 libras con ochenta y cinco centavos en el caso de menores de 25.
Se parte de una gran mentira: que hay montones de puestos de trabajo disponibles y que si no se trabaja es porque uno no se esfuerza en encontrarlos.
Recortes
En toda Gran Bretaña hay 459 mil puestos de trabajo y por término medio por cada uno compiten cinco personas, de los 2,5 millones de desempleados, sin incluir los 1,2 millones de trabajadores a tiempo parcial que desean trabajar a tiempo completo. Y sin incluir tampoco a los cientos de miles más que perderán sus trabajos gracias a los recortes de los Conservadores.
Los desempleados no son los culpables sino las víctimas de este sistema, cuyos auténticos responsables son los más ricos y mimados, así como los millonarios Conservadores.
El gabinete gubernamental –donde abundan personas que nunca han trabajado en su vida- planea castigar a gente como Louise Whiteside, una escocesa de 23 años.
Licenciada de la Universidad de Dundee con un título de primera clase, no encuentra trabajo. Contó al Socialist Worker: “Ayer solicité un puesto de camarera en un hotel, por el que se han presentado otras 250 personas. En tres meses, llevo solicitados 150 trabajos y he repartido mi curriculum por todo Edimburgo, Dundee y Dumfries y Galloway. Me esforcé mucho en la Universidad y no esperaba encontrarme con esto. Creo que tendré que irme a vivir a casa de mis padres. Son repugnantes las mentiras que cuentan los Conservadores acerca de los que cobramos el subsidio de paro. Si quieren animarnos a trabajar, que nos den puestos de trabajo en lugar de destruirlos.”
Pero los planes no se limitan a atacar a los desempleados. Holly Smith, representante sindical de GMB en el departamento de residuos de un ayuntamiento de Brighton, cree que todos los trabajadores están en el punto de mira. “Si el patrono puede conseguir que alguien trabaje sin remuneración, ¿por qué pagarían a otra persona lo debido?”, se pregunta.
“Se dejarán de tener en cuenta las normas de salud y seguridad. Hacemos un trabajo físico duro, manipulando agujas, vidrios rotos, vómitos ¿esperan que lo hagan personas sin formación, incluso con problemas de salud? Es como la esclavitud, una forma de explotación.”
Enfrentados a los recortes de presupuesto, los ayuntamientos despedirán a los trabajadores, que luego tendrán que hacer el mismo trabajo gratuitamente.
Sindicatos
Hace diez años, cuando en Nueva York se adoptó un programa similar, miles de trabajadores sindicados fueron reemplazados por desempleados.
El nuevo programa perjudicará sobre todo a las personas discapacitadas y a los padres y madres sin pareja, porque tienen menos flexibilidad y muchas menos posibilidades cuando hay tantos competidores.
Afirma Colin Hampton, coordinador de los Centros de Trabajadores en Paro de Derbyshire: “Cuando un gobierno consigue que la gente trabaje por el subsidio del paro, peligran los trabajos de todos. Primero te dejan sin trabajo y luego dicen que hay que acostumbrarse a trabajar: es indignante”.
En 2008, se publicó un informe de revisión de programas similares aplicados en EE.UU., Canadá y Australia. Según este informe: “Hay pocas pruebas de que la participación en el programa incremente las posibilidades de encontrar trabajo. Incluso puede reducirlas, al limitar el tiempo disponible para la búsqueda de empleo.”
Los Conservadores piensan que los desempleados son débiles e impotentes. Tenemos que enfrentarnos a ellos, unidos los trabajadores y desempleados. Es esencial que los sindicatos adopten el liderazgo en esta lucha.
El problema es el desempleo, no que la gente sea reacia a trabajar
Woods Keiths, de 37 años, vive en Kent y se formó como maestro. A raíz de la muerte de su padre, padeció una crisis y dejó de trabajar. Lleva tres años en el paro. Nos contó: “Cuando acudí esta mañana al centro de desempleo, se hablaba del nuevo programa: la gente estaba furiosa. Todos preguntaban “¿Y dónde están los trabajos?”  
“Constantemente estoy buscando trabajo. En los dos últimos meses en Kent se ofertaron solo cinco puestos en la enseñanza. Para el último se presentaron ochenta personas, y era un empleo de apenas unos pocos meses.
“Las otras ofertas de la semana pasada eran de soldador y constructor, que requieren una formación que yo no tengo, y otro puesto a tiempo parcial y nocturno, que tampoco puedo realizar porque perdería mi actual subsidio de vivienda.
Estoy obligado a participar en el programa “Welfare to Work”, lo que quiere decir que tengo que presentarme ante una empresa privada que quiere hacerme trabajar sin remuneración. Me ofrecieron hacer embalajes, 30 horas semanales: un trabajo por el que antes se pagaba a alguien. No pienso robárselo a nadie.
Para mí es deprimente cobrar el subsidio de paro sin encontrar trabajo y tener que malvivir con lo que recibes, sin poder alternar socialmente. El problema no es que la gente sea reacia a trabajar; el problema es que no hay trabajo.”
Los beneficios de Maximus
El nuevo programa “Welfare to Work” del Ministerio de Trabajo y Jubilaciones está dirigido por una empresa privada llamada Maximus.
En los nueve primeros meses de 2010 sus beneficios se incrementaron en 19’4 por ciento, hasta alcanzar los 131 millones de libras. Su jefe supremo, Richard A. Montoni, obtuvo el año pasado una remuneración de 2 millones de libras. Parece que en la Gran Bretaña conservadora no todos se están sacrificando.

Viv Smith escribe regularmente en www.socialistworker.co.uk
Traducción para www.sinpermiso.info : Amparo Pérez Gutiérrez
Fuente: http://www.sinpermiso.info/textos/index.php?id=3721


15 de noviembre de 2010

LA CRISIS VUELVE CON MUCHA FUERZA

ZONA EURO


MARTINE ORANGE

No fue uno de los temas centrales del G-20. Sin embargo, es uno de los asuntos candentes de la crisis financiera que puede volver rápidamente al centro de todas las preocupaciones: la crisis de las deudas soberanas europeas, dejada en suspenso en la primavera, está volviendo, amenazando de nuevo a toda la zona euro.
Bajo presión desde el verano, Irlanda está al borde del hundimiento. Desde hace quince días, las tensiones sobre su deuda se acumulan. El miércoles 10 de noviembre, una decisión técnica de una cámara de compensación, LCH Clearnet, anunciando la subida de las garantías exigidas sobre las deudas irlandesas ha bastado para que saltaran las llamas. Los intereses de las obligaciones irlandesas a diez años en el mercado secundario han alcanzado el 8,7%. Estaban al 6,5% en septiembre. Esto representa una diferencia del 6,19% en relación a las obligaciones alemanas que sirven de referencia en el mercado europeo de la deuda.
El umbral crítico ya ha sido alcanzado. En la primavera, el plan de salvamento de Grecia fué puesto en marcha cuando los rendimientos sobre su deuda habían alcanzado el 8%. Estos intereses en un contexto económico depresivo, sin ninguna inflación, se hacen prohibitivas. Desde hace dos meses, el gobierno irlandés ha renunciado, por otra parte, a refinanciarse en los mercados. Asegura poder hacer frente, teniendo financiación garantizada hasta junio de 2011. El tiempo, explica, de poner en marcha su nuevo programa de austeridad y de recuperar la confianza de los mercados.
El argumento no convence mucho a numerosos economistas. Para ellos, la situación irlandesa está ya fuera de control. El país no podrá ahorrarse un plan de rescate. El FMI estará pronto en los pasillos de Dublín. Queriendo dar seguridades sobre la situación, el gobernador del banco central irlandés, Patrick Honohan, casi no dice otra cosa. "Un plan de rescate concebido por el FMI no sería muy diferente del que el gobierno propone".
Para recuperar la confianza, el gobierno irlandés prevé endurecer aún más las medidas de austeridad puestas en marcha en 2008. Mientras que los salarios de los funcionarios han sido congelados, que más de 33.000 empleos públicos han sido suprimidos, se propone duplicar las economías presupuestarias previstas para llevarlas de 3 a 6 millardos de euros. La educación, la salud, los servicios sociales, serían los primeros afectados por esta nueva ola de austeridad. "Es un esfuerzo gigantesco para Irlanda. A título de comparación, es como si los Estados Unidos sacrificaran el conjunto de sus gastos militares", señala un cronista del New York Times.
El gobierno justifica estas decisiones por la necesidad de frenar la deriva de las finanzas públicas, totalmente saqueadas por el rescate de los bancos irlandeses. Financiando a tope la burbuja inmobiliaria, éstos se han encontrado al borde de la bancarrota desde el hundimiento de Lehman Brothers. El estado irlandés ha ido en su auxilio nacionalizando parcialmente tres de ellos. El plan no debía costar más que unos millardos, según el ministro de finanzas Brian Lenihan. Posteriormente ha reconocido haberse equivocado gravemente. En septiembre, se ha realizado una primera operación de comprobación de las cuentas bancarias. Éstas estaban totalmente envenenadas por millares de créditos inmobiliarios concedidos para financiar proyectos de oficinas y centros comerciales, cuyo valor se ha hundido desde hace dos años. De forma urgente, el gobierno irlandés ha debido aportar cerca de 30 millardos de euros a un solo banco, Anglo-Irish Bank. El coste total del rescate bancario se eleva ya a más de 50 millardos de euros. La asunción de estas locuras bancarias por el estado se traduce en un déficit público del 32% del PIB en 2010.
"La crisis afecta al conjunto del país"
Pero la austeridad propuesta por el gobierno puede ser peor que el mal. Los efectos depresivos de las medidas tomadas desde hace dos años son ya palpables. La economía irlandesa está en plena recesión. El paro supera el 13,5% de la población activa. Los ingresos presupuestarios no dejan de disminuir, tanto más en la medida en que le gobierno se ha negado a retractarse de su dumping fiscal: al 12%, el impuesto sobre sociedades es el más bajo de Europa. Pero para el gobierno está fuera de discusión poner en cuestión una medida que le ha permitido atraer numerosas sedes sociales, y desviar en su provecho las entradas fiscales de otros países europeos, jugando las multinacionales artificialmente con los precios de transferencia.
Los hogares irlandeses comienzan a pagar con dureza la caída económica. "Lo que hemos visto durante el boom económico estaba ligado a la actividad financiera. Ahora la burbuja ha estallado, y lo que hay son quiebras y la liquidaciones de empresas. Pero esto no afecta solo al mundo de los negocios. La gente ordinaria está también cogida en esta tormenta. La crisis afecta ahora al conjunto del país", dice Linda O´Shea Farren, antigua consejera del partido laborista irlandés, en el Financial Times.
Sin empleo, muchos no pueden ya pagar los créditos inmobiliarios que contrataron en el momento de la burbuja. Desde septiembre, el número de embargos y de quiebras ha aumentado un 30%. La perspectiva de ver cada vez más personas sin domicilio no es ya algo irreal. El mercado inmobiliario residencial está a su vez hundiéndose. Y los bancos, que también han prestado sin miramientos, van a tener que pasar de nuevo importantes provisiones sobre sus créditos hipotecarios. Algunos corren el riesgo una vez más de tener que recurrir a las finanzas públicas para sobrevivir.
Pero el presupuesto del Estado irlandés no lo resistiría. En este estadio, muchos piensan que solo un plan de rescate apoyado por la Unión Europea y el FMI puede ayudar a Irlanda a evitar la bancarrota. Pero si el país no quiere hundirse durante diez años bajo el peso de las cargas financieras, habrá también que poner en marcha un reescalonamiento de su deuda, y exigir de los acreedores que participen también en este salvamento. Una salida de la que naturalmente el mundo bancario no quiere oír hablar. De ahí la huída enloquecida fuera del mercado de obligaciones irlandés, pero también fuera de los demás países europeos periféricos -los mercados han renunciado al término de PIGS, tras los reproches que les han sido dirigidos.
Efecto de contagio
Pues el efecto contagio juega de nuevo a tope. Incluso apoyada por el FMI y la Unión Europea, Grecia sigue siendo un territorio prohibido para los bancos y los inversores internacionales. Felizmente que Atenas dispone de los préstamos de urgencia puestos a su disposición en el marco del plan de salvamento instaurado en la primavera -ya ha sacado 29 millardos de euros desde mayo- puesto que en caso contrario no podría financiarse en los mercados: las tasas de interés sobre su deuda a diez años, que estaban en el 8% en septiembre, están ahora en el 12,25%.
Los últimos anuncios del gobierno griego alejan aún más la perspectiva de una vuelta a la normalidad. El miércoles, éste ha debido reconocer que no lograría respetar sus objetivos de reducción de déficit este año. Mientras en octubre contaba todavía con un déficit del 7,8% del PIB, prevé ahora un déficit alrededor del 9,2-9,3% del PIB. Esta subida sería debida a la vez a una subestimación de las derivas financieras anteriores -en 2009, el endeudamiento de Grecia no habría sido del 115% sino del 127% del PIB-, sino también a menores ingresos fiscales. Está realizándose lo que numerosos economistas habían predicho en la primavera: la austeridad impuesta está en vías de precipitar al país en un círculo vicioso deflacionista, amenazando con hacer hundirse la economía griega bajo el peso de su deuda financiera.
Tercero en la lista de los países europeos juzgados peligrosos, Portugal no escapa tampoco al pánico que se ha abatido sobre los mercados de obligaciones. El miércoles, el gobierno portugués logró aún sacar un poco más de 1,2 millardos en el mercado, pero a intereses insostenibles: tuvo que ofrecer un rendimiento del 6,8% para obligaciones a diez años.
El gobierno portugués, sin embargo, ha dado también ahí todas las garantías a los inversores. Las medidas de austeridad se acumulan en el mismo orden que en el resto de Europa: recortes en el empleo público, los salarios, los presupuestos sociales y educativos, las inversiones, atraso de la edad de la jubilación y subida de la fiscalidad, sobre todo indirecta. Pero los problemas son mucho más profundos. A largo plazo, está el modelo económico mismo de Portugal que, como España o Irlanda, ha apostado por el sector inmobiliario y el crédito como únicos motores de desarrollo. A corto plazo, está su sistema bancario. Desde hace dos años, ninguna limpieza real de los bancos, que se han entregado como en otras partes al desenfreno inmobiliario, ha sido emprendida. Sospechosos para el resto del sistema bancario, están casi desterrados del mercado interbancario. Y es el Banco Central Europeo el que asegura ya una gran parte de sus necesidades de liquidez.
Visto el aumento de los riesgos de estrangulamiento económico y financiero, Portugal también va a verse obligado a pedir ayuda del Fondo Europeo de Estabilidad Financiera, según cada vez más analistas. Esperan una petición de ayuda para comienzos de 2011. Pero tras Portugal, España no está lejos. Y el juego de masacre en los mercados tiene todas las posibilidades de continuar.
Cizaña europea
Los mercados tienen el sentimiento de tener el campo libre tanto más en la medida en que, hasta ahora, como en la primavera, Europa no aparece. José Manuel Barroso, el presidente de la Unión Europea, ha afirmado en Seúl que Bruselas está dispuesta a aportar su ayuda a Irlanda, pero para sostener inmediatamente después que el gobierno irlandés no le había pedido nada.
En los hechos, nada ha cambiado mucho verdaderamente desde la crisis griega. Un fondo de ayuda de 750 millardos de euros ha sido constituido, con la ayuda del FMI. Pero éste tenía más una función de disuasión. Sus modalidades de funcionamiento jamás han sido probadas.
Alemania, principal suministrador de fondos, ha planteado ya sus condiciones. En primer lugar: medidas de austeridad para todo el mundo. Sin plantearse la menor cuestión sobre la posibilidad de realización ni sobre el carácter deseable de esta regla, Berlín ha impuesto que el conjunto de los países europeos vuelvan a los criterios del tratado de Maastricht (3% del PIB para el déficit presupuestario, 60% del PIB para el endeudamiento público) de aquí a 2013. Todos los países de la zona euro han aceptado, sin plantear siquiera el problema de la pertinencia de estos criterios: antes de la crisis, Irlanda era el perfecto alumno de la zona euro con un presupuesto excedentario y un endeudamiento inferior al 40% del PIB pero nadie había visto la burbuja financiera e inmobiliaria.
La segunda serie de exigencias planteadas por Berlín ha sido planteada en la reunión de Deauville con Nicolás Sarkozy. El jefe del Estado francés lo ha apoyado sin reservas. En el momento de la salida del dispositivo de urgencia previsto en 2013, los países que no cumplirían las condiciones de rigor impuestas serían sancionados y privados de derecho de voto. En una palabra, los pueblos que pagan ya financieramente por las infamias del mundo financiero deben también pagarlas políticamente.
Colocados ante este diktat franco-alemán, los demás países europeos han emitido serias reservas en el consejo europeo del 29 de octubre. Tanto más cuanto que mientras tanto, Angela Merkel ha añadido algunas. Tras haber excluido toda posibilidad de reescalonamiento o renegociación de la deuda -posibilidad que el FMI mismo había evocado sugiriendo que el plan griego podría ir más allá de 2013-, la canciller alemana ha esbozado un mecanismo de salida extrema, previendo un default parcial (es decir un no reembolso o un reescalonamiento en el tiempo) del que una parte estaría a cargo de los acreedores. "No podemos explicar constantemente a nuestros electores que los contribuyentes están a merced de ciertos riesgos en vez de estarlo quienes ganan mucho dinero corriendo riesgos", ha explicado.
La medida es deseable pero decirlo tan alto es inoportuno. Pasa con las deudas soberanas como con las devaluaciones de antaño: hay que coger a los especuladores por sorpresa. Es lo que ha intentado explicar Jean-Claude Trichet, el presidente del BCE, en esa cumbre. Se ha hecho regañar vivamente por Nicolas Sarkozy, no descontento de pagarse públicamente un banquero. Luego la especulación se desencadena contra las deudas de los países europeos "periféricos". Luego, la cizaña reina abiertamente en el seno de la zona euro. Tomando la cabeza de la rebelión contra Alemania, el inamovible Jean Claude Juncker, ministro de finanzas de Luxemburgo y presidente del Eurogrupo, ha demandado que Europa garantice las deudas de los países de la zona euro a fin de calmar la especulación. Su intervención ha quedado sin efecto.
Los desacuerdos se expresan también ya abiertamente en el seno del Banco Central Europeo, lo que no ha escapado a los inversores. Rompiendo con todas las costumbres, Axel Weber, presidente del Bundesbank y candidato a suceder a Jean-Claude Trichet a la presidencia del BCE, contesta abiertamente las decisiones del colegio. En nombre de la ortodoxia financiera, demanda que el Banco Central renuncie a su programa de compra de las deudas soberanas europeas. El BCE ha suspendido durante tres semanas estas compras. Ha debido volver a hacerlo de forma urgente la semana pasada, intentando apoyar como podía el mercado de obligaciones irlandés. Estas divergencias de puntos de vista europeos no auguran nada bueno. Se corre el riesgo de asistir al mismo espectáculo que en primavera, en el que los países de la zona euro, aterrorizados ante la perspectiva de un hundimiento de una parte de ellos, tomarán medidas de cara a la galería sin resolver los problemas de fondo y decidir una política común viable para todos.
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Traducción: Alberto Nadal para VIENTO SUR

SÁLVESE QUIEN PUEDA

LA CUMBRE DEL G-20

ROBERTO MONTOYA. REVISTA VIENTO SUR
La “guerra de las divisas” que vienen librando desde hace semanas principalmente China y Estados Unidos, afectando en distintos niveles al resto de las economías mundiales, no se ha disipado como algunos esperaban en la cumbre del G-20 que tuvo lugar el jueves y viernes pasado en Seúl, la capital de Corea del Sur. La resolución del complejo y espinoso tema de cómo adecuar las monedas nacionales a través de devaluaciones de sus monedas que les permitan exportar más a precios competitivos, sin afectar al mismo tiempo drásticamente a los otros, ha quedado postergada hasta la próxima cumbre del G-20 dentro de un año. Barack Obama no logró que se obligara a China a frenar la devaluación del yuan.
Los jefes de Estado y de Gobierno presentes, entre los que se encontraba la presidenta Cristina Fernández, se comprometieron en términos genéricos a evitar las devaluaciones competitivas y a hacer esfuerzos para poder reducir los desequilibrios comerciales mundiales, pero sin identificar en concreto a los principales responsables de las distorsiones en la economía mundial. Los expertos, los “sherpa”, deberán discutir a partir de ahora las piezas concretas a las que aluden de forma tan abstracta esos acuerdos. “China gasta mucho dinero para mantener su moneda infravalorada”, dijo Obama, y debe “de modo gradual, hacer una transición al valor de mercado”. Obama defendió a su vez el estímulo monetario de la Reserva Federal de su país, que propició también una desvalorización del dólar: “Se hizo para que la economía creciera y no para tener un impacto directo en el valor de la moneda”, adujo el presidente, haciendo así frente a las críticas de “proteccionismo” hechas por algunos países europeos.
La presidenta electa de Brasil, Dilma Rousseff, advirtió también por su parte que la postura de EEUU de debilitar intencionadamente el dólar “significa que otras economías están cargando con los costos del ajuste estadounidense”.
El presidente estadounidense ha pedido a China y al resto de países emergentes que potencien más su consumo interno para no depender tanto de las exportaciones.
Entre los países más desarrollados predomina la idea de que dado que los países emergentes están sobrellevando mejor la crisis, tienen superiores nivel de crecimiento y superávit comercial, deben de inhibirse de aumentar las exportaciones para no perjudicar a los ricos obligándoles a importar más sus productos.
La presidenta argentina, quien no pudo ocultar su emoción por las cálidas condolencias por la muerte de su esposo, Néstor Kirchner, de parte de todos los líderes presentes, salió al paso de las presiones de los países desarrollados, al decir que “no se puede pedir a las economías emergentes que frenen su desarrollo”, aunque reivindicó que el modelo argentino se basa en el desarrollo industrial con creación de empleo y mejores salarios, con lo que se intenta contribuir decisivamente al aumento del consumo interno.
“Tenemos que mejorar los salarios porque es necesario que la gente consuma, ya que si no hay consumo, no hay posibilidades de romper la inercia en materia de crecimiento económico”, dijo Cristina Fernández, quien no desaprovechó la oportunidad para denunciar la especulación financiera.
La discusión se dio en el marco del G-20, que  aglutina al original G-7, el “club” de los países más ricos del mundo -EEUU, Alemania, Francia, Reino Unido, Japón, Canadá, Italia-más Rusia; a la Unión Europea como bloque, y a 11 países emergentes, China, Arabia Saudí, Australia, India, Indonesia, República de Corea, Sudáfrica, Turquía, Argentina, Brasil y México.
El G-20 ha tomado más y más protagonismo desde que estalló la crisis financiera mundial, desplazando en buena medida el rol que cumplía el G-7 más Rusia (o G-8), tras verificarse que los países más desarrollados sufrían en sus economías y su nivel de empleo el terremoto de la crisis con mucho más virulencia que los países emergentes.
Los ricos han necesitado y siguen necesitando de la ayuda y coordinación con estos para salir del pozo, en esta economía cada vez más globalizada, pero, al mismo tiempo, intentan limitar la influencia que las medidas de estos puedan tener en las decisiones claves de la economía mundial. Los países emergentes, que ya hicieron sentir su fuerza en la anterior cumbre de Toronto, Canadá, cuatro meses atrás, temen que los más ricos intenten delegar aún más competencias en el Fondo Monetario Internacional, con tanta responsabilidad en la actual crisis, al que sin embargo explícitamente se le ha encargado ser quien verifique, a través de un examen país por país, de si se ajustan o no al plan de reducir los desequilibrios externos. Los emergentes han conseguido por su parte, para contrarrestar esa tendencia, que en el comunicado final de la cumbre de Seúl quedara explícita la necesidad de una reforma del FMI para que esos países ganen cuota de poder en ese organismo, a costa de que la pierdan los europeos.
Paralelamente a estas discusiones, el G-20 acordó, en términos igualmente muy genéricos, la necesidad de implementar requisitos de supervisión más estrictos para las instituciones financieras, a las que se someterá a un mayor control para evitar nuevas crisis. El acuerdo alcanzado intenta evitar que de nuevo sean los gobiernos quienes acudan al rescate de grandes bancos u otras entidades financieras. A pesar de ello, la gran banca ha logrado ganar tiempo, dado que habrá que esperar seis meses para definir a qué entidades se someterá a esos requisitos y cuáles serán estos. Y también para 2011 ha quedado aplazada una vez más la discusión sobre la propuesta de aplicar una tasa a las transacciones financieras, al igual que el proyecto de dotar de una protección mayor a los consumidores.
Por aplazar, la cumbre de las economías más poderosas del mundo también ha aplazado discutir planes que garanticen alto tan vital como la seguridad alimentaria mundial.
La realización de esta cumbre en Séul coincidió con un momento en que las alarmas sobre el estado de las economías de la Unión Europea acababa de saltar de nuevo, tras la tregua producida después del “rescate” de la UE a Grecia de meses atrás.
Durante la semana pasada, uno de los eslabones más débiles de la cadena económica europea, Irlanda, pareció hacer “click”, cuando la presión de “los mercados” -una vez más- puso a ese país al borde del abismo, subiendo su prima de riesgo en 600 puntos, lo que provocó de inmediato un efecto contagio en Portugal y Grecia. A pesar de que los jefes de Estado de la UE transmitieron desde la cumbre de Seúl un mensaje de tranquilidad y aseguraron que Irlanda, en principio, no tendría que ser “rescatada”, nadie está demasiado convencido de ello. Menos aún cuando las estadísticas oficiales europeas, el Eurostat, muestran que los duros “ajustazos” aplicados en la UE para enfrentar la crisis están frenando precisamente la recuperación de la economía europea.